¿CON QUÉ PUERTA ABRO?
Abre tu puerta
Señor:
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los hombres.
Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.
Tu palabra es ésta:
“He aquí que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz
y abre la puerta,
Yo entraré y cenaré con él
y él conmigo”.
Señor:
que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega
por nuestros hermanos.
Que abramos la puerta
para acogerte a Ti,
y en Ti a todos los hombres
CANTO: “QUIER O CENAR CONTIGO” (Hakuna)
Puerta de emergencia
Es una puerta de salida, y tiene como finalidad evitar que se
propague algún siniestro de una parte de un edificio a otra,
permitiendo a las personas evacuar el lugar de una forma
segura.
Es característica la barra anti pánico cuya finalidad es
garantizar la fácil apertura de la puerta al momento de
presionar cualquier punto de ésta.
A veces en la vida no es
necesario que nadie entre, sino
que somos nosotros los que
necesitamos salir porque nos
urge el encuentro con alguien
que nos salve, que nos dé
respuestas a todo aquello que
no encontramos en el interior.
El encuentro con el Señor a
veces pasa por estas puertas
donde somos nosotros los que
salimos a su encuentro por
nuestra situación personal
antes de escuchar su llamada.
Son muchas las ocasiones en
las que tenemos olvidado al
Señor pero las circunstancias
de la vida nos ahogan de tal
manera que empujamos la
barra antipánico buscando a
aquel que nunca nos abandona
y que sabemos que siempre
está detrás de esa puerta.
Siguiendo con la simbología de la puerta y después de haber elegido
un tipo de puerta o varias, es el momento de que te quedes a solas
con el Señor. Dibújale cómo es tu puerta, cuéntale qué tipo de
puerta tienes en casa y ¿por qué?, de qué color es y cómo se entra.
Tu puerta hace ruido al abrirse o es silenciosa. De qué material está
hecha y si hay algún felpudo o cartel de bienvenida. Hay muchas
personas que llaman a tu puerta...

(Esta puerta sólo se la vas a enseñar y presentar al Señor, no hace falta

que la compartas con los compañeros, o quizás prefieres acercarte a
alguien y contarle cómo es tu puerta. TÚ DECIDES)

El Señor llama a tu puerta….

Preguntas que te pueden ayudar a diseñar la entrada a tu casa:

 Si el Señor llama a tu puerta ¿estás preparado para

abrirle? ¿le haces esperar o vas de inmediato a dejarle
pasar?
 ¿Qué le preguntarías tú al Señor al abrirle la puerta?
 ¿Qué te diría él al entrar?
 ¿Crees que tú también puedes ser la puerta por la que
otros accedan al Señor?

A LA LUZ DEL EVANGELIO…

 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve
en lo secreto te recompensará en público”.
Mateo 6, 6

 "Ve pueblo mío, entra en tu casa y cierra las puertas detrás

de ti. Escóndete un poco, hasta que pase la ira del Señor"
Isaías 26, 20