Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
Cf. p.55 y p.75.
3
3
Cf. pp.53-54.
4
Op. cit. p.97
4
“La combinación de ambos roles acarrea serios problemas éticos, explicó Carlos
De Elía, gerente de noticias de Canal 13 y de la señal Todo Noticias, al describir
la función del “periodista/empresario” en un congreso sobre ética que organizó
Fopea (Foro del Periodismo Argentino) a fines de 2006. Esta figura –reseñó De
Elía- surgió en la Argentina de los años 90, como consecuencia de la “relación
perversa” que se estableció entre el avance tecnológico, “la degradación moral
de algunos periodistas” y la ausencia de una regulación del Estado para el
reparto de la publicidad oficial. Afirmó:
“Con el boom del cable aparecieron los periodistas empresarios, que en
principio conseguían en el cable un lugar donde expresar sus ideas libremente,
sin ningún tipo de presión. Todo muy ideal. Ahora, ¿qué pasó? Aparecieron
también aquellos que descubrieron que, a partir de un pequeño programa, en
televisión, la radio y el cable, podían tener grandes ingresos. Simplemente, sin
decir lo que había que decir.”
5
Como vimos en otro lugar, esta práctica luego derivó en algo peor en el contexto del lawfare
llevado a cabo por la asociación de jueces, servicios de inteligencia y probablemente embajadas,
basado en fake news, que se llevaron a cabo con el concurso necesario de periodistas que
hacían lo que se denominó “periodismo de guerra”, entre los cuales se destacan periodistas del
grupo Clarín. Al respecto nos referimos en “Nuevos desafíos para una democracia deliberativa:
fake news y lawfare”, Coloquio Red Internacional de Ética discursiva 2019.
Cuadro ilustrativo
7Al respecto nos referimos en el Capítulo 5 de Ética, política y mercado. En torno a las ficciones
neoliberales, Los Polvorines, UNGS, 2013.
6
“La inversión publicitaria estatal alcanzó el 4,26% del total en 2011, pero
Scoccimarro omitió el cálculo del gasto en Fútbol para Todos, que sumado con
la anterior representa el 8% de la inversión total. Además, no mencionó el
crecimiento de la pauta oficial en el mismo periodo, que fue mayor al de la total.”
Lo que no dice Chequeado es que ese es el costo de mantener Fútbol
para todos, no el costo de la publicidad en Fútbol para todos.
En el peor de los casos, haciendo esa cuenta forzada, la pauta publicitaria
oficial sería del 8% de la torta publicitaria. Con lo cual resulta evidente que tiene
menos capacidad de incidir en la líneas editoriales de los medios que el sector
privado, particularmente en un contexto de concentración mediática.
Chequeado suele realizar análisis incompletos. Por ejemplo, cuando
compara el gasto en pauta publicitaria oficial en los gobiernos de Cristina
Fernández y Macri, dice que en éste bajó la inversión del Estado en publicidad
oficial. Lo que no dice es que el gobierno de Macri volvió a utilizar los fondos
reservados para adornar periodistas.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
“Yo creo que fue un error, el monopolio, porque esa es la verdad, de algunos
medios de comunicación en manos de algunos pocos. Hubo, evidentemente, un
error que después y admití y ahora estoy admitiéndolo. Se podría haber
distribuido de forma más positiva todo lo que significaba el mundo de las
privatizaciones y especialmente los medios de comunicación, ya sea la
televisión, la radio, los diarios o las revistas. Todo lo que signifique o significa el
ámbito de las comunicaciones.”8
En la siguiente sección exhibimos cómo fue la nueva maniobra del empresario
periodístico Héctor Magnetto, a la que seguirían otras peores durante el gobierno
de su cómplice, Mauricio Macri.
En varios artículos nos referimos a la concentración mediática a partir de
la Ley de Reforma del Estado que en 1989 modificó para peor el art. 45 de la Ley
de Radiodifusión de la Dictadura (Ley 22.285) para habilitar a que los medios
gráficos adquirieran medios audiovisuales, contra lo que existe en los países con
estados de derecho más consolidados.
La concentración mediática comenzó con la prensa gráfica mediante el
otorgamiento de Papel Prensa a Clarín, La Nación y La Razón, de modo de
generar una posición de dominio en el mercado a través del precio del papel para
diarios y condiciones antipluralistas para quienes quisieran adquirir el papel a un
precio menor que el de importación pero mayor al que accedían los diarios
mencionados. Una excepción honorable al despojo de Papel Prensa fue el caso
de La Prensa, cuyo director, Gainza Paz no quiso participar de semejante
tropelía. Una de las condiciones para los diarios compradores de papel a Papel
Prensa –recordemos- era que publicaran en tapa al menos una noticia política y
una noticia económica de la agencia Diarios y Noticias (DyN) propiedad de Clarín
y La Nación, diarios que se quedaron también a la postre con las acciones de La
Razón. De ese modo, se iba constituyendo un discurso único en un sentido
neoliberal y una construcción de una agenda publicada al servicio de los
capitales concentrados, incompatibles con el libre mercado. Mientras tanto, las
organizaciones de la sociedad civil no podían acceder a licencias de medios
8
En Blanco, D. y Germano, D. 20 años de medios & democracia, Buenos Aires, Konrad
Adenauer Stiftung, 2005, p.164 y ss.
8
9 “La derrota del 14 de mayo fue dura y enseguida se planteaba el problema de la gobernabilidad ¿cómo
podía seguir gobernando por 210 días un equipo que acababa de obtener ese veredicto de rechazo de las
urnas y que tenía en contra no sólo el partido triunfante, sino también a los militares revoltosos, los
empresarios poderosos, Iglesia y Sociedad Rural, así como los sindicatos unidos detrás de la coalición
victoriosa? Muy pronto, la transmisión anticipada del poder al presidente electo llegó a ser la opción más
probable. Como cuenta un amigo de Alfonsín, el ambiente era realmente tétrico: a comienzos de mayo se
liberó el tipo de cambio, a instancias de los empresarios -quienes garantizaban su estabilidad- y al día
siguiente el dólar se disparó al triple. “Estamos destrozados”, comentó Alfonsín ante dos testigos cercanos,
Simón Lázara y Marcelo Stubrin. “Aguanten, escuchen y recuerden. Algún día les vamos a pasar la
factura”. Después de la derrota planteaba a los grandes empresarios: “Déjenme llegar a diciembre”, y
Héctor Magnetto, presidente del poderoso grupo de prensa Clarín le contestó: “Ustedes ya son un
obstáculo.” (“Raúl Alfonsín. La democracia a pesar de todo” de Andrew McAdam, Víctor Sukup, Claudio
Oscar Katiz página 231. El testimonio pertenece a Simón Lázara 31-08-1999).
10 “La crisis se precipitó: 1988 era año preelectoral. Los principales candidatos a suceder a Alfonsín
apoyaban públicamente la privatización de los medios estatales, como parte de una reducción de gastos
de un Estado en bancarrota. Magnetto habló con Cafiero, quien accedió a que, si ganaba, tendría canal 11
o Canal 13. Clarín, a su vez, lo apoyó decididamente en las elecciones internas de su partido, pero, para
sorpresa colectiva, Cafiero perdió ante Carlos Menem, el pintoresco gobernador de la Rioja al que muy
pocos- incluido Magnetto- se habían tomado en serio hasta ese momento. En este punto Magnetto decidió
asegurarse y se dirigió a todos los candidatos que competirían en las presidenciales de 1989 para hacerles
saber los deseos de Clarín. Menem, persuadido por dos de sus principales asesores, su hermano Eduardo
y el mendocino Eduardo Bauzá, de que le convenía tener a la prensa de su lado, envió a Magnetto la
promesa que si ganaba las presidenciales derogaría el artículo 45 y privatizaría los canales y radios
estatales. Magnetto la tomó como un reaseguro adicional, aunque la suerte electoral de Menem era una
incógnita. El 14 de mayo de 1989, en medio de una hiperinflación pavorosa, saqueos populares a comercios
y supermercados y caos financiero, Menem ganó las elecciones anticipadas con el 47% de los votos contra
el candidato Eduardo Angeloz. Dos semanas después, rendido en todos los frentes, Alfonsín envió al
Congreso un proyecto para derogar el artículo 45. Pero el presidente electo quería el mérito para sí. El 12
de junio Menem invitó a Magnetto a su residencia de gobernador de la Rioja. Sin rodeos le confirmó: “Vamos
a privatizar rápidamente el 13 y el 11. No podemos seguir perdiendo millones y millones con algo que los
privados pueden hacer mucho mejor. Nos interesa que esto salga bien y que participen empresas
nacionales.” “Quedó resuelto. No hablaron mucho más porque se anunció la llegada de Rodolfo Terragno,
ministro de Alfonsín, que entraba con su secretaria, su jefa de prensa y una taquígrafa, a comunicar al
riojano que debería asumir el cargo antes de lo previsto. Alfonsín anunciaría su renuncia esa noche, el
gobierno no aguantaba más. Almorzaron todos juntos, luego, Menem ordenó que un auto llevara a
Magnetto y a un misterioso participante del almuerzo- que Terragno creyó entender era el dueño de un
astillero griego- a recorrer la ciudad, mientras él negociaba la sucesión con el enviado de Alfonsín. Esa
noche, con la moneda en caída libre, estado de sitio y un nivel récord de pobreza, el Presidente comunicó
al país su dramática renuncia. Era el peor momento de la joven democracia, y el comienzo de una era
dorada para Clarín.” (“Pecado Original. Clarín, los Kirchner, y la lucha por el Poder” de
Graciela Mochkofsky” Pagina 98 y 99).
9
“El día en que Rodolfo Terragno viajó a la Rioja para comunicarle a Carlos Menem la renuncia de Alfonsín,
encontró al candidato peronista bien acompañado: era Héctor Magnetto.” (“Años de Rabia. El periodismo,
los medios y las batallas del Kirchnerismo” de Eduardo Blaustein, página 106). Fuente:
http://presmanhugo.blogspot.com.ar/2013/09/mas-debil-cuando-jorge-lanata-vegetaba.html
10
Principios página 7
“Vale la pena aclarar lo siguiente: alertar sobre los mecanismos de interferencia
que utiliza el Estado a través de la publicidad oficial no implica desconocer otras
situaciones que atentan contra la libre expresión de ideas y la pluralidad
informativa.
“En primer lugar, no es posible subestimar las presiones impuestas por los
anunciantes privados, que pueden intentar frenar las críticas de los medios a
través de la colocación o retiro de pautas publicitarias. La debilidad económica,
y la ausencia de una clara separación entre áreas comerciales y editoriales en
muchos medios, los hace especialmente vulnerables y acentúa el poder que
tienen las empresas para influir sobre los contenidos informativos.
Paralelamente, muchas empresas periodísticas forman parte de grandes
conglomerados con intereses en diversas áreas de la economía, lo que puede
condicionar la autonomía de los medios al momento de cubrir determinados
temas. Finalmente, otro grave problema es la excesiva concentración de la
propiedad de los medios de comunicación, un fenómeno global que amenaza la
11
diversidad de discursos y que sólo podría evitarse con una clara política estatal
de medios. Tal como lo advierte la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en una sociedad democrática se deben garantizar “las mayores posibilidades de
circulación de noticias, ideas y opiniones”.”
En primer lugar, los organismos de auditoría que dependen del Poder Legislativo,
tales como tribunales de cuentas a nivel municipal y provincial y la Auditoría
General de la Nación (AGN), deberían realizar y publicar una auditoría anual de
gastos y prácticas en la publicidad oficial.
Estas auditorías deberían incluir los presupuestos, los mecanismos utilizados
para asignar la publicidad oficial y los gastos totales en tal concepto.
Asimismo, sería recomendable establecer algún tipo de control externo que
evalúe los objetivos, la necesidad y la oportunidad de las campañas publicitarias
y la eficiencia en el manejo de los fondos públicos. Este tipo de monitoreo podría
ser efectuado por un grupo multidisciplinario, plural e independiente integrado
por distintos sectores (cámaras profesionales, ONGs, universidades, entidades
gubernamentales como la defensoría del pueblo, etc.).
Nota final, p.29
A modo de resumen, algunos sostienen que el Estado debe regirse
exclusivamente por parámetros de eficiencia, como los anunciantes privados.
Otros estiman que puede tener en cuenta otras cuestiones al momento de pautar
su publicidad, de modo de promover la pluralidad informativa, fomentar
contenidos locales o publicaciones de minorías, etc., sin disminuir la eficiencia
en la comunicación. Un sector cree que la publicidad oficial debe usarse
simultáneamente como subsidio a los medios de comunicación. Finalmente,
algunas voces se alzan a favor de una distribución equitativa entre todos los
medios, de modo de evitar cualquier tipo de discriminación.
Algunas de las discusiones que quedaron abiertas y que es necesario seguir
analizando se relacionan con la conveniencia o no de exigir a los medios de
comunicación que informen cuánta pauta reciben del gobierno y qué porcentaje
de sus ingresos representa; y con la determinación de un tope a la publicidad
que un medio puede recibir del Estado en función de sus ingresos, para evitar
medios controlados políticamente por el gobierno. También quedó fuera de este
documento la necesaria regulación de los auspicios gubernamentales a
programas o eventos realizados por los medios de comunicación.
Como dijimos en un comienzo, este documento no busca dar por cerrada la
discusión sobre todos los puntos, sino que pretende ser un punto de partida
sobre el cual avanzar en la regulación de un aspecto fundamental de la relación
entre el Estado y los medios de comunicación.