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ALIMENTACIÓN
A veces nos sentimos mal sin tener una razón aparente para ello,
pero siempre la hay. Normalmente son pequeñas molestias a las que no
damos importancia. Deberíamos, porque con el tiempo pueden derivar en
enfermedades crónicas incluso de gravedad. La solución es bastante fácil
en la mayoría de los casos, porque nuestro estado físico, e incluso mental,
se deriva en buena medida de lo que comemos, o lo que dejamos de
comer.
1.
Acné
Los problemas de piel están relacionados con la alimentación
Otras Fuentes
La aparición de más granos de lo habitual tiene que ver con el estrés, las
hormonas y la dieta. Puede indicar una deficiencia de vitamina A, que
juega un papel esencial en la producción de retinoide. Una falta de este
nutriente crucial puede derivar también en sequedad del cabello y uñas
quebradizas. Se encuentra en los boniatos, zanahorias y zumos de frutas
de invierno.
2.
Cansancio
Si la fatiga es un estado constante, apuesta a que te falta de
nutrientes vitales que debes ir tomando a lo largo del día. Otra posible
causa es una hidratación insuficiente.
3.
Depresión
Depresión
DUSICA PARIPOVIC / GETTY
Si te sientes decaído, la razón puede ser que no ingieres suficientes
vitaminas, minerales y/o ácidos grasos Omega-3, según estudios
realizados, susceptibles de provocar depresión y otras enfermedades
mentales. Por el contrario, añadir a la dieta suplementos con ácido fólico
y vitamina B12 ayuda a los pacientes a combatir un estado de ánimo
depresivo y otras dolencias de ese tipo.
4.
5.
Falta de energía
Mujer cansada
PeopleImages / Getty
Si la mínima actividad te agota, casi seguro que te falta hierro. Una de
sus funciones es aumentar los niveles de energía transportando oxígeno a
través del cuerpo. Cuando no tienes el suficiente, el organismo no produce
bastantes glóbulos rojos, que son los que llevan el oxígeno tan necesario
para mantenerse enérgico todo el día.
Uno de los principales síntomas de la anemia (causada por la falta de
hierro) es sentirse apático y muy fatigado. Para recuperar hay que tomar
alimentos que lo contengan o incorporar suplementos de hierro si no es
suficiente. Si nada de eso funciona es posible que seas celíaco. Ante la
duda, lo mejor es comprobar si eres intolerante al gluten.
6.
Estreñimiento
Tener dificultades para evacuar o irregularidades en el funcionamiento del
intestino es un indicador de falta de fibra y de poca hidratación. La
fibra regula el sistema digestivo porque al añadir volumen al bolo facilita
el tránsito de los alimentos.
7.
8.
Gases
Es uno de los principales síntomas de una dieta inadecuada. Si notas
que estás hinchado y con gases después de tomar leche o comer queso,
puede que seas intolerante a la lactosa. Antes de dar cualquier otro
paso compruébalo y toma las medidas adecuadas.
9.
Hambre
Si intentas controlar lo que comes, pero llega un momento en que atacas
lo primero que se te pone por delante, pensarán que tienes un problema de
falta de voluntad. Es posible. Pero no descartes que sea por una dieta
inadecuada.
10.
Mal humor
11.
Olvidos
Incluso la memoria puede depender de tu dieta. Se han hecho estudios que
demuestran que quienes consumen más grasas saturadas tienen más
problemas de memoria que quienes las evitan.
12.
Resfriados