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El documento describe el fuerte crecimiento económico que ha experimentado Asia en las últimas décadas, liderado por grandes economías como China. Asia ha pasado a ser una de las regiones con mayores tasas de crecimiento a nivel global, impulsada por el comercio internacional y las reformas. Dentro de Asia, países como China, los cuatro "tigres" asiáticos y otros emergentes han duplicado su PIB per cápita cada generación o década gracias a altas tasas de crecimiento, en contraste con América Latina
El documento describe el fuerte crecimiento económico que ha experimentado Asia en las últimas décadas, liderado por grandes economías como China. Asia ha pasado a ser una de las regiones con mayores tasas de crecimiento a nivel global, impulsada por el comercio internacional y las reformas. Dentro de Asia, países como China, los cuatro "tigres" asiáticos y otros emergentes han duplicado su PIB per cápita cada generación o década gracias a altas tasas de crecimiento, en contraste con América Latina
El documento describe el fuerte crecimiento económico que ha experimentado Asia en las últimas décadas, liderado por grandes economías como China. Asia ha pasado a ser una de las regiones con mayores tasas de crecimiento a nivel global, impulsada por el comercio internacional y las reformas. Dentro de Asia, países como China, los cuatro "tigres" asiáticos y otros emergentes han duplicado su PIB per cápita cada generación o década gracias a altas tasas de crecimiento, en contraste con América Latina
La economía asiática sigue experimentando un gran crecimiento económico. La
fuerte apuesta por el comercio global y las reformas inclusivas impulsan la economía a ritmos muy acelerados. Junto con Estados Unidos, grandes economías asiáticas, como China, lideran el crecimiento mundial. En los últimos años, y pese al enorme derrumbe que sufrió el continente hace unos años, ha despegado con la intención de situarse como la primera economía del mundo. Si observamos el crecimiento que ha experimentado Asia en los últimos años, se ha colocado entre las economías que lideran el crecimiento global, llegando a colocarse, en aspectos tan relevantes como el comercio internacional, como líder del mercado global. Asia posee un amplio elenco de economía semergentes, lo que refleja el claro potencial de crecimiento de su economía. Además, si realizamos un análisis y eliminamos casos como el de Venezuela u otros fracasos, la economía asiática se colocaría como la más emergente del panorama global. Este crecimiento no se ha producido por casualidad, pues lo han impulsado la fuerte apuesta por la apertura al comercio exterior, las exportaciones y las relaciones comerciales en el mercado global. A su vez, la integración de todas las regiones que conforman el tejido asiático y la liberalización del dólar han hecho que este crecimiento sea, a la vez que más generalizado, más sostenible en el largo plazo. Asia no ha dejado de crecer, incrementando sus exportaciones año tras año y abriendo sus economías plenamente a la globalización y el comercio global. En materia de PIB, tomando como referencia a China, su región más potente, esta no ha dejado de crecer desde 1999, a ritmos muy acelerados y dejando registros del 6,8% y 6,7% en los dos primeros trimestres de este año. Asia Oriental tiene el récord de crecimiento económico, alto y sostenido, en las últimas décadas. Esto se debió al desarrollo industrial de nueve países: China, Japón; los cuatro dragones o tigres: Hong Kong, Singapur, Taiwán y República de Corea, denominados así por su rápido desarrollo económico, y tres países de reciente industrialización: Malasia, Tailandia e Indonesia. Se dice que quien domine la región asiática domina el mundo y es que los países asiáticos constituyen hoy un reto para las demás economías, su idiosincrasia, su laboriosidad, su filosofía de la vida, hacen de los países de esta región un manantial de sabiduría y cierto misterio.
Actualmente, el costo laboral unitario de Japón se ha elevado, al incrementarse
sus salarios reales a niveles compatibles con su ingreso per-cápita de US$40.000/año, uno de los más altos del mundo. Y su productividad ha dejado de crecer a las tasas de 3% anual que tuvieron décadas atrás. En cambio, la productividad laboral de China ha venido creciendo a tasas superiores a ese 3% anual y sus salarios relativos todavía son competitivos respecto de aquellos de Japón o Estados Unidos. Dichos salarios son compatibles con un ingreso per-cápita medio-alto de US$10.000/año. Y en paralelo tenemos varios países emergentes de Asia que también han crecido al calor de sus ciclos de desarrollo histórico. El cuadro adjunto compara los resultados de dichos ciclos de desarrollo entre Asia y América Latina durante los 55 años comprendidos entre 1965-2019. Iniciemos por el caso de Japón, donde se observa un crecimiento promedio de 2.5% anual en su PIB-real per-cápita, lo cual implica que a ese ritmo ha podido duplicar su ingreso-real cada 30 años (digamos cada dos generaciones de 15 años). Esta cifra del Japón no resulta nada impresionante debido a su marcada desaceleración con posterioridad a los años ochenta y, también, debido al marcado incremento en sus costos laborales-unitarios. Pero si tomamos su periodo de gloria (1965-1996) vemos que su PIB-real per-cápita se duplicaba casi cada generación al estar creciendo entonces a ritmos del 3,7% anual. Era en esa época donde sus “líneas de trabajo” fabriles les permitían copiar diseños de automóviles, innovar sobre ellos y mejorar su calidad hasta llegar a la cúspide hacia los años 90. En cambio, en su periodo maduro actual (1997-2019) su PIB- real per-cápita ha crecido solo a 1% anual. Sus problemas de deflación han requerido estímulos monetarios-fiscales que no terminan de sacarlos adelante, mientras su relación Deuda Pública/PIB ha escalado a 230%. Estos niveles de deuda solo han resultado “sostenibles” por tratarse de tenedores de bonos fundamentalmente locales. En segundo lugar tenemos el bloque de los cuatro tigres (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong-Kong) con el impresionante récord de crecimiento de 5% anual en su PIB-real per-cápita a lo largo de ese medio siglo, lo cual implica una duplicación de su ingreso en cada generación. Más aún, su desaceleración es tan solo moderada, al pasar de 6,7% a 3% anual entre los dos sub-periodos ya comentados. El tercer bloque de Asia viene dado por los “nuevos tigres” (Indonesia, Tailandia y Malasia) con crecimiento promedio de 4% anual en su PIB-real per-cápita, también duplicándolo cada generación (y esto a pesar de su desaceleración de 5% hacia 2,5% entre los subperiodos). Los mejores desempeños recientes (1979 en adelante) corresponden a China, acelerándose de 6% anual (1979-1996) a 8% (1997-2019), y con un impresionante promedio de 7% anual. Esta última cifra ha implicado duplicar su ingreso-real per- cápita cada década. Vietnam ha hecho algo similar al sostener tasas de 5% real per-cápita desde 1979, con duplicación cada 14 años. Y ¿América Latina? Nunca aprovechó su condición de emergente y está por repetir su tercera década perdida (1980, 2010 y la actual). Su crecimiento de PIB- real per-cápita ha permanecido cerca del 2% anual, lo cual implica tener que esperar 35 años (más de dos generaciones) para ver la duplicación del ingreso real. En Colombia, ese crecimiento del PIB-real per-cápita se ha desacelerado de 2,4% a 2% entre subperiodos. Todavía son esquivos los beneficios de una transición demográfica que redujo la expansión poblacional de 2,5% hacia una cuasi-nula en la actualidad. Se requiere pasar del sobrediagnóstico, tipo “Misión de Modernización”, a acciones que solucionen los múltiples problemas prácticos- criollos, pero todo esto ya quedó para 2022-2026 7.8 6.2 6.6 6.3 JAPON COREA DEL SUR TAIWAN SINGAPUR HONG KONG
1965- 3.7 1996
4.8 4.6 5.9 6.3 5.3
INDONESIA MALASIA TAILANDIA CHINA VIETNAM
0.92 3.08 0 2.99 2.63
JAPON COREA DEL SUR TAIWAN SINGAPUR HONG KONG 1997- 2019