Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“No es un mar de buceo porque pasa revuelto diez meses al año. No es azul, tiene
un alma cambiante, ora verde, ora violeta, ora gris. [...] Yo lo conozco bien y sé que no es
un mar sino un lugar interior, un temperamento, una importante etapa en el conocimiento
de sí. Sentarse en las playas del Refugio Gandoca es trascenderlo todo, incluso su propia
arbitraria belleza, sus flores, sus algas, eternas, perfumadas, putrescibles”1.
Esta percepción, tan poética expuesta por Anacristina Rossi, a través de Daniela, la
protagonista, expone que más allá de la belleza natural que ostenta el refugio, se trata de una
conexión por fuerzas telúricas, se trata de ese vínculo armonioso con el Yemanyryá, con toda
su naturaleza y las especie vegetales. Aspectos que no puede entender cualquier turista, y
mucho menos los grandes empresarios que buscan generar divisas por medio de estos
recursos. En este sentido, Rossi en la novela La loca de Gandoca, expone uno de los más
grandes problemas en el país: el ecoturismo. A través del análisis de esta obra, el concepto,
ecoturismo, se ha visto como contradicción, puesto que se trata de aprovechar y utilizar la
naturaleza de forma responsable y sin comprometer los recursos, difiere mucho de la práctica.
1
Anacristina Rossi, La loca de Gandoca. (Costa Rica: Legado, 2007), 25
2
Sentencia nº 01886 de Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia
demostrado que no existe ningún tipo de responsabilidad por parte de las personas tanto
físicas como jurídicas por no generar daño al ambiente. Asimismo, la utilización de este
concepto se presta para ser usado por distintas empresas oportunistas para concretar
proyectos de desarrollo económico, estos, a su vez, presionan a los gobiernos locales carentes
de recursos y casos de escrúpulos3. En el caso de Costa Rica, muchas veces se ha evidenciado
el usufructo irresponsable de los recursos por parte de la inversión extranjera, de manera que,
la autora en el libro denuncia que no solo la corporación «EcoDólares» y otras empresas están
haciendo uso imprudente del refugio, sino que también la legislación, los políticos y la
centralización del poder en la capital entorpecen las denuncias ambientales en contra de estas
empresas.
Se puede decir, sin temor alguno, que la obra deja claro que es una denuncia por la
explotación de la naturaleza; sin embargo, en la Sentencia nº 01886 -interpuesta por Ana
Cristina Rossi Lara en 1991-, queda en evidencia que ella también ha desarrollado un
pequeño proyecto vacacional, a tan solo dos años de haberse declarado Refugio Nacional
Mixto de Vida Silvestre “efectuó los trámites para la obtención de una concesión de un lote
en la zona marítimo terrestre en dicho Refugio; posteriormente, en 1988 gestionó el permiso
de construcción ante el Servicio de Vida Silvestre de MIRENEM, y entre 1988 y 1989
construyó una casa de playa de recreo” 5. En mayo de 1991 otorgaron los permisos de
construcción a la empresa El Pequeño Mero S.A, esta pretendió desarrollar un proyecto
3
Mónica Perera de Moore, Un discurso femenino ecológico hispanoamericano: La loca de Gandoca. Letralia
tierra de letras(No. 124, 2005), pár. 3
4
ANACRISTINA, 19,20
5
Sentencia 01886….
ecoturístico hotelero en la zona, con la particularidad que colindaba con la propiedad de
Rossi. A lo largo de tres meses denuncio de manera verbal los daños causados por edificación
del inmueble, el cual no contaba con los permisos del MIRENEM.
“[...] este proyecto causa daños al ambiente, ya que en los drenajes construidos el
agua se empoza. Uno de estos, ubicado junto a su casa, desemboca en el mar de modo que
éste en una crecida puede arrasar su casa; los drenajes contienen aguas negras de malos
olores; el proyecto sólo cuenta con un tanque séptico para eliminar excretas que resulta
insuficiente para asegurar que en los meses de lluvia los pozos de donde se obtiene el agua
potable no se contaminen con desechos fecales”.6
De lo anterior se puede inferir que, en primera instancia Ana Cristina levanta su voz
por las implicaciones que esta construcción puede provocarle a su casa de recreo, en este
extracto menciona algunas afectaciones materiales a su vivienda, pero a lo largo del recurso
de amparo aboga por la contaminación sónica que este complejo causa (con su construcción)
y la que podría causar (producto de la anuencia de personas, bares, música, entre otros). Lo
que da a entender que la palabra refugio se asocia a la idea de una zona prístina y poco o nada
urbanizada, a raíz de esto, su inconformidad puede estar relacionada a la noción de la
eliminación de lo exótico, lo puro, lo natural. A ese algo que muy pocos podían acceder y
ella tenía acceso a esos recursos. En este sentido, cabe cuestionarse si la intención del libro
es redireccionar las luchas hacia el capital extranjero, dejando de lado las implicaciones que
cualquier construcción grande o pequeña puede provocar en estos espacios de refugio.
6
SENTENCIA 01888 “
7
Anacristina, 99
en la que trata de entender por qué los residentes no se manifiestan. Empero, Rossi protesta
desde su posición como parte de la ciudad letrada y porque el inmueble del que ella es
propietaria es únicamente para vacacionar; por el contrario, es inquietante visualizar la
posición de la gente pobre de esta zona, puesto que están inmersos en situaciones de primera
necesidad. Esto se evidencia a través de la protagonista, quien le explica aun grupo de
personas las consecuencias de la venta de estos territorios, “ustedes vendieron por un plato
de lentejas la tierra del refugio, la tierra del paraíso. Ahora su paraíso se cotiza en dólares
y de él no va a quedar más que una orilla cementada, como Cancún. Pero los bolsillos de
muchos hombres estarán rebosantes. Seis o siete hombres tendrán tanta plata que da
vergüenza nombrar las cifras” 8
8
ROSSI, 66