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ORIGEN DEL DERECHO CIVIL EN GUATEMALA

En la antigua Roma, es precisamente, que se deben las palabras “Derecho Civil”: “civil” dice relación
a la “civitas” o ciudad, como se conocía a la que llegaría a ser capital del mundo. Así, por “ius civile”
se entendía de modo amplio y general “el derecho de nuestra ciudad” (“ius nostrae civitatis”), que
Gayo en la época clásica describe como “el derecho que cada pueblo establece para sí”. La
comprensión del “ius civile” así entendido lo contraponía (no a modo de oposición o pugna material,
sino como distinción conceptual en cuanto a su origen y alcances), al derecho de gentes, derecho
de las naciones, o “ius gentium”, entendido como aquel “que la razón natural establece entre todos
los hombres”. Con esto, Gayo hacía eco de una noción que se encontraba ya en Aristóteles, según
el cual el hombre es un animal social, y en toda sociedad humana lo justo es en parte natural y en
parte convencional, teniendo lo justo natural validez en todo grupo humano, tiempo y lugar, y lo
justo convencional únicamente entre los pueblos o personas que participaban de dichas
convenciones (que podían ser desde el contrato –convención entre individuos–, hasta las leyes y
costumbres –convenciones entre grupos humanos por vía de los procesos sociales y políticos de
formación normativa que les son propios–). En este sentido, “ius civile” o Derecho Civil no hace
referencia a determinadas materias que se engloban bajo dicha denominación desde el punto de
vista científico-jurídico, excluyendo otras que caen bajo la esfera de otras disciplinas (como hoy lo
entendemos), sino únicamente al hecho de que son las normas jurídicas propias de un pueblo
determinado.

El Derecho Civil fue el primero en constituirse como ciencia, pues ya la antigüedad romana no legó
un cuerpo de doctrina que ha mantenido su imperio en el mundo culto durante una serie de
generaciones.

Las materias que trata el derecho civil son de gran valor por la trascendencia que tienen en el
desarrollo de los intereses morales y económicos de los miembros de la sociedad. Según la
clasificación corriente se divide en tres partes: las personas, cosas y obligaciones.

Tanto para la definición del Derecho Civil como para la determinación de sus principios básicos, es
esencial la persona, en cuanto que aquél se ha de entender como el conjunto de normas jurídicas
que regulan tanto a la persona, individualmente entendida, como las relaciones entre las mismas.
Entendida a la persona como eje central y esencial de Derecho Civil, los principios básicos del
Derecho Civil son:

a. La persona es siempre considerada como sujeto de derecho y por tanto, titular de derechos
subjetivos.

b. Asimismo la persona es titular de deberes jurídicos y de obligaciones.

c. El principio esencial del Derecho Civil es el principio de la autonomía de la voluntad, en cuanto a


las relaciones jurídicas.

d. Pese al principio de autonomía de la voluntad, y por lo que se refiere a la Familia, las normas
civiles regulan prácticamente la totalidad de las relaciones familiares, restando poco espacio para la
autonomía de la voluntad en este ámbito.
Del origen del Derecho civil se deriva también la creación del Código Civil de Guatemala. De este se
deriva de las dos formas de codificación: el plan romano-francés o el plan de Gayo y el plan alemán.

El plan romano-francés divide el código en tres partes: de la personas, cosas y acciones.

El plan alemán sigue el siguiente orden: Título preliminar que incluye a las personas, Obligaciones,
Derechos reales, Familia y sucesiones

Todos los Códigos Civiles de Guatemala han seguido el plan romano-francés. La codificación francesa
tenía cuatro cimientos fundamentales: propiedad privada, libertad de contratación, no hay
responsabilidad civil sin culpa y la indisolubilidad del vínculo matrimonial. En Guatemala, este último
pilar ya no es aplicable. Los fundamentos del Derecho Civil se remiten a la persona, familia y
patrimonio.

En Guatemala ha existido tres Código Civiles. El primer Código Civil de la República de Guatemala
fue emitido en el Decreto Gubernativo Número 176, del 8 de marzo de 1877 y entró en vigor el 15
de septiembre de aquel año. Por medio de un acuerdo emitido el 26 de julio de 1875, se nombra la
comisión para la elaboración del mismo. Este fue modificado posteriormente en febrero de 1882 y
en 1926.

La evolución de las ideas y principios, hizo ineludible el cambio de muchos conceptos y para
conseguir ese objeto fue encargada una comisión de jurisconsultos. Dieron cuenta con el proyecto
de Código Civil que comprende tres libros, que tratan por su orden, de las personas, de los bienes y
de los modos de adquirir la propiedad.

Con respecto del segundo Código Civil, el Organismo Ejecutivo presenta el proyecto que fue
aprobado en las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional Legislativa en el año 1933, y fue
promulgado como ley de la República en el Decreto legislativo Número 1932 el 13 de mayo del
mismo año. De esta manera, se derogaron las leyes anteriores que se opusieran y dejando en vigor
el libro tercero del anterior Código.

Actualmente rige el Código Civil emitido en 1963 con el Decreto-Ley 106 bajo el gobierno de facto
del Coronel Enrique Peralta Azurdia. Este Código se encuentra dividido en cinco libros: Libro I (De
las personas y de la familia); Libro II (De los bienes, de la propiedad y demás derechos reales); Libro
III (De la sucesión hereditaria); Libro IV (Del Registro de la Propiedad); y, Libro V (Del derecho de
obligaciones –este libro dividido en dos partes, primera parte: De las obligaciones en general; y,
segunda parte: De los contratos en particular–).

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