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Tesis para la obtención del grado de Licenciado en
Sociología
Director: Galvani, Iván Horacio
Cita sugerida:
Basile, T. P. (2016). Tácticas frente a la burocracia judicial: Los escritos judiciales en las
relaciones entre detenidos y el Poder Judicial en dos cárceles de la provincia de Buenos
Aires. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1199/te.1199.pdf
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
TESINA
Esta tesina tiene el objetivo de analizar las relaciones entre los detenidos y la
justicia penal en dos cárceles de la provincia de Buenos Aires. Estas relaciones son una
específicos dentro de estas instituciones. Los detenidos encaran relaciones con la justicia
penal principalmente a través de escritos, mediante los cuales solicitan a los tribunales en
donde se deciden y regulan sus condenas a prisión medidas como el acceso a programas
de libertad anticipada.
El interés del trabajo está puesto en cómo los detenidos se organizan para producir
para encarar esas relaciones. Analizamos cómo los detenidos buscan personalizar las
burocracia judicial. A su vez, describimos cómo sus acciones están dirigidas a activar los
mecanismos burocráticos de la justicia para que se resuelva en favor suyo, antes que a
suplantarlos o combatirlos.
El análisis de estas relaciones entre los detenidos y las burocracias judiciales nos
permiten pensar los vínculos entre mucho de lo que sucede en las cárceles y otras
- TÉRMINOS CLAVE -
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A Lupo, Foti, José y Omar, entre otras y otros,
3
- ÍNDICE -
Metodología .................................................................................................................16
CAPÍTULO 2 - Las relaciones de los detenidos con la justicia y el rol de los escritos
.........................................................................................................................................21
Las distintas vías para relacionarse con la justicia y la importancia de los escritos .35
carcelarios ...................................................................................................................42
4
Cruz y la inserción de los escritos en los mecanismos de reciprocidad e intercambio
......................................................................................................................................48
Los circuitos institucionales que recorren los escritos entre la cárcel y las instancias
judiciales ......................................................................................................................61
BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................................82
5
- CAPÍTULO 1 - Introducción
dentro las cárceles bonaerenses: el de sus relaciones con las instancias judiciales donde
de buena parte de las personas que están detenidas en las cárceles, que se realiza a los
fines de solicitar distintos pedidos, como pueden ser la inserción en programas de libertad
anticipada, o el traslado entre distintas cárceles. Los detenidos encaran ellos mismos estas
producción y acumulación de los conocimientos necesarios para que sus intentos sean
efectivos.
Para analizar estas cuestiones nos focalizaremos en cómo mucho de lo que sucede
dentro de la cárcel está inserto en una vasta red de conexiones que involucran, además de
a la propia cárcel y sus dinámicas internas, a las agencias judiciales, a los círculos
funcionamiento cotidiano.
1
Con la categoría “detenido” nos referiremos a aquellas personas que estén presas en cárceles,
independientemente del estado de sus causas penales. Evitamos la categoría “privado de su
libertad” porque tiene un tinte más prescriptivo que descriptivo, al hacer referencia a lo debería
suceder y no a lo que efectivamente sucede. Quienes están detenidos son privados de otros
derechos además de su libertad. Por otro lado, creemos que la categoría “interno”, utilizada en
algunos estudios por su referencia a la situación institucional de un detenido, tiene el problema
ser a su vez utilizada por los agentes y autoridades penitenciarias, lo que la despoja de su
neutralidad e imprime sobre ella connotaciones que queremos evitar.
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Los modos en que son llevados adelante los procesos judiciales que condenan a
los detenidos a estar en la cárcel marcan el tiempo de la vida en el encierro. Analizar uno
de los ámbitos de la vida cotidiana en la cárcel que está atravesado por las relaciones con
estas agencias estatales nos permitirá concebir a la cárcel como una institución dinámica,
exceden el interior de las prisiones. Por eso, desde una mirada más general, intentaremos
profundizar en algunas de las relaciones entre “el adentro” y “el afuera” de las cárceles,
un rasgo que creemos poco priorizado en otros estudios sobre las dinámicas y el
Las cárceles son ámbitos en donde las relaciones entre las personas expresan de
Describir y analizar las lógicas de ciertas acciones de los detenidos en este tipo de
contextos podrá ser una manera de intentar hacer un aporte al estudio más general de la
A su vez, estudiar las forma de vinculación entre los detenidos, y las agencias
judiciales y penitenciarias, podrá aportar al estudio de las relaciones entre actores sociales
particulares, guardan íntima relación con la realidad de la cárcel. Desde esas agencias
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instituciones y guían según esas ideas sus prácticas y acciones para relacionarse con la
justicia.
Intentaremos ver cómo los detenidos se organizan entre ellos, negocian poder con
las distintas autoridades siempre que les es posible, acumulan y distribuyen saberes y se
mueven para intentar tener incidencia sobre los procesos judiciales que los llevaron a estar
instituciones del estado. Esto nos da la pauta de que los sujetos que viven el encierro son
describir cada una de ellas, para luego concentrarnos particularmente en una, los escritos
detenidos sostienen con la justicia. Analizaremos de las lógicas que funcionan tanto en la
como así también en la interpretación que los detenidos hacen de las respuestas que
provienen desde las instituciones judiciales de vuelta hacia la cárcel. Estos circuitos,
marcados por idas y vueltas y cruces complejos, como veremos, son continuos e
compleja entre los detenidos y las autoridades judiciales; entre unos saberes oficiales y
lógicas presentes acerca de cómo los detenidos actúan en estas relaciones necesitamos
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un marco teórico que nos permita entender tanto sus acciones como las condiciones que
impone el contexto.
No creemos que la cárcel funcione como un espacio separado del mundo y regido
algunos rasgos que caracterizan la idea clásica de la prisión como institución total
desarrollada por Goffman (1988) y retomada por muchos investigadores. Esos estudios,
guarda relaciones múltiples con otras instituciones que componen el sistema penal y con
actores ligados a las vidas de los detenidos, y por lo tanto su vida interna excede a las
portuguesas en la actualidad, afirma que las fronteras carcelarias han sufrido una erosión,
mera extensión del sistema penal, un espacio regido plenamente por reglamentaciones y
lógicas externas importadas del derecho y la justicia, en donde no sucede otra cosa que la
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circulación por el espacio. Y, por supuesto, es fundamentalmente un espacio de encierro,
un lugar reducido dentro del cual los detenidos están obligados a convivir.
riesgo de “poner el acento en las restricciones del medio, más fáciles de comprender, y
no en las maneras como los agentes resuelven esas contradicciones” (1991: 41). En esos
espacios emergen sistemas de acción y redes de relaciones entre los detenidos, que tiñen
todos los ámbitos de la vida en la cárcel. A través de ellos los detenidos organizan su vida
cotidiana, negocian con las autoridades, en cuanto les es posible, los términos en que se
personales tanto con otros detenidos como con familiares, amigos y otras personas. Por
supuesto, dentro de todo ese entramado se ubican además las relaciones con la justicia
Grignon y Passeron nos brindan herramientas para interpretar las acciones de los
detenidos en este contexto cuando afirman que “la imagen del match o la pelea, en la que
el estilo, como ciencia del gesto justo, virtuosismo proléptico, capacidad de descifrar y
prevenir las intenciones y los golpes del adversario, es la condición misma de la acción
eficaz, da sin duda alguna una idea mucho más ajustada de lo que puede ser el estilo de
Passeron, 1991: 124). Esta perspectiva resulta fértil para investigar las vidas de los
limita la acción o vuelve dóciles y pasivos a los actores, sino que justamente los fuerza a
Los detenidos no son pasivos, y sus maneras de actuar exceden las meras
sus vinculaciones con la justicia penal pertenecen al orden de las tácticas. De Certeau
afirma que frente a las instituciones que funcionan dominando sujetos una tarea central
40). Define la idea de táctica específicamente como una acción calculada “que no puede
contar con un lugar propio, ni por tanto con una frontera que distinga al otro como una
totalidad visible. La táctica no tiene más lugar que el del otro” (De Certeau, 1996: 50). Y
agrega que la táctica “debe actuar con el terreno que le impone y organiza la ley de una
Consideramos que muchas de las prácticas que vamos a describir y analizar son
de tipo táctico. Los detenidos actúan desde la cárcel y sobre el sistema judicial, dos
“lugares” que no controlan y que se les imponen. Y como veremos, la finalidad de sus
judiciales para lograr objetivos concretos: salir de la cárcel antes de agotar completamente
probable que sucedan si los detenidos no organizan sistemas de acción para activar las
que los exceden, se les imponen y no dominan, para lograr, accionando en los intersticios,
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Los detenidos frente a la justicia penal y la burocracia judicial
entramado legal que sostiene el sistema penal y que es aplicado sobre los detenidos, como
moderno en Argentina aportan guías interesantes para pensar desde lo que ella denomina
premisas, y se ubica de igual modo en los campos que enumera Caimari para los estudios
perspectivas las acciones de los detenidos frente a los sistemas de justicia: “la evidencia
podían, sí, ser activos en la definición de su propio caso, actuar sobre sus audiencias”
estudios históricos que indaguen en esas acciones, posibilidad que nosotros sin embargo
aplicaremos a la actualidad.
den cuenta de que el conjunto de acciones y prácticas que son objeto de este trabajo tienen
2
Cursivas del original.
12
que ver con una característica común a las instituciones de encierro. Así, las relaciones
entre los sometidos a distintos castigos penales y las agencias estatales que controlaban y
legislaban sobre esas medidas sería una constante que puede tomar distintas formas según
Salvatore, también desde estudios históricos, aporta una visión sobre estos
interpelados por la ley y reaccionan a ella. Sus enunciaciones, por tanto, tienden a ser
referencia a la situación desventajada en que los subalternos despliegan sus tácticas frente
a las agencias judiciales, Salvatore afirma que “la lógica y táctica de los agentes
considerado por el aparato judicial, éste tiene que estar enmarcado en los propios términos
de la institución” (2011: 62). Esos términos de la institución judicial refieren no sólo a las
palabras expresadas en los escritos con solicitudes sino también al apego a los
los detenidos tienen que respetar para que sus demandas sean consideradas por las
indispensables para cumplir con estos requisitos y lograr, a través del dominio de los
que rige una “impersonalidad formalista”, en la cual las normas son formalmente iguales
para todos, y los funcionarios que las aplican guardan relación con una jerarquía
normas.
buscan las formas de personalizar esas relaciones para poder ganar una cuota de control
sobre ellas. Asimismo, las relaciones entre los detenidos y esas burocracias son
burocracias, sino más bien usarlas para sus fines y, como veremos, en muchos casos
activarlas.
Si bien por un lado intentaremos no atribuir todo lo que suceda dentro de la cárcel
que atraviesan las relaciones sociales que suceden allí dentro, especialmente las que
serán importantes en el desarrollo de este trabajo. Una de ellas es la que refiere a las
clasificaciones internas que organizan jerarquías entre los detenidos, según las cuales “se
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dirimen los significados de las acciones y se debate el estatus de las personas” (Míguez,
2008: 106). Como veremos, estos sistemas atraviesan transversalmente a la cárcel y por
eso es necesario incorporarlos a los análisis que hagamos de las acciones que los
Estos sistemas clasificatorios se relacionan a su vez con las reglas según las cuales
funcionan los intercambios de bienes (por ejemplo, de escritos) dentro de las cárceles.
Las cárceles son contextos en los cuales la posesión y circulación de dinero está
formalmente prohibida, y los intercambios suelen tomar otras formas que las del
carcelaria e involucra a su vez a diversos actores. Los escritos que algunos detenidos
realizan para otros detenidos, como veremos, están inmersos en estos sistemas de
transacciones.
informal” que se entrelazan con las clasificaciones internas de las que hablamos (2008:
142). De este modo, las formas que adquieren los intercambios dependen de los lugares
que ocupen los sujetos que los realizan, en las jerarquías informales carcelarias.
lógica del don desarrollada por Mauss (2009). En palabras de Sarrabayrouse, el don
Sarrabayrouse recupera a su vez los planteos de Godelier sobre la lógica del don, según
los cuales esta lógica se vincula tanto con una relación de solidaridad como con una
situación de superioridad, “ya que el que recibe el don y lo acepta contrae una deuda con
aquel que se lo ha donado (…), se convierte en su deudor y por ello se haya hasta cierto
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punto bajo su autoridad, al menos hasta que no haya ‘devuelto’ lo que se donó” (Godelier,
1998: 25). Lo interesante de esta perspectiva es que nos permite ligar la lógica del don
Por otro lado, una dimensión de análisis central para comprender las lógicas
mediante las cuales los detenidos organizan sus acciones en el contexto carcelario es la
que tiene que ver con los espacios. Las cárceles son lugares en los cuales la movilidad y
el tránsito interno de los detenidos están limitados y regulados por los agentes
penitenciarios. Circular por dentro de la cárcel implica sortear cada pocos metros
sucesivos puestos de control, en los cuales los detenidos deben dar cuenta de razones
reconocibles como válidas para transitar. De este modo, los lugares en donde se ubican y
concentran dentro de las cárceles las actividades ligadas a las relaciones de los detenidos
se condensan en dos cuestiones centrales a las cuales prestaremos atención: sólo algunos
detenidos con lugares específicos en los sistemas de clasificaciones internos ocupan los
lugares centrales en las actividades ligadas a las relaciones con la justicia, y sólo en ciertos
Metodología
Para llevar a cabo esta investigación realicé trabajo de campo en dos cárceles de
varones de la Provincia de Buenos Aires -la Unidad 9 y la Unidad 18-, ambas en los
en sectores de las dos cárceles desde donde los detenidos llevan adelante sus relaciones
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distribución interna de los escritos, observando cómo se organizan y relacionan entre sí y
con otros actores para llevar adelante esta actividad, asumiendo roles específicos y
El trabajo de campo también incluyó entrevistas con detenidos que cumplen roles
centrales en los procesos de relación con la justicia penal. Optamos por observar y
para sostener relaciones con la justicia penal. Esto significa que nos concentraremos en
describir las formas en que ellos se organizan dentro de la cárcel para sostener esas
relaciones, cómo las redes que tienden superan el ámbito de cárcel para llegar a la justicia
tomamos en consideración las miradas y prácticas que tienen y construyen otros actores
con detenidos de las unidades. Esto permitió, a largo plazo, generar una relación de
actividades de extensión, tuvimos contacto frecuente con otros detenidos, como algunos
miembros de la “población común”, que son quienes habitan los pabellones generales, y
Como afirman Andersen et al, “hay tantas cárceles posibles como actores con
quienes transitarla” (2010: 9). Las cárceles funcionan de forma refractaria a incursiones
de actores externos a ella, de modo que las vías y los actores mediante los que una persona
ingresa a la institución condicionan fuertemente tanto los sectores de la cárcel que le son
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permitidos observar como los detenidos a los que puede contactar. De todos modos, en
estudios realizados a partir del trabajo de campo en cárceles, lo que da cuenta de que la
con los detenidos basada en el interés por la tarea a realizar y la proyección de una carrera
influidos por el tipo de vínculo construido con nosotros, y por eso intentamos
relacionarlos con sus prácticas para intentar desentrañar la lógica efectiva de las acciones.
Por ejemplo, y como veremos más adelante, interactuar desde el lugar de estudiantes
vinculación con la universidad, pudo haber significado que sus discursos tiendan a
El objetivo de nuestro trabajo de campo fue captar las lógicas de las prácticas y
las redes de sociabilidad que los detenidos sostienen en sus relaciones con la justicia,
comprendiendo en el proceso los sentidos que les otorgan a sus acciones. En este marco,
socializan, y cómo se organizan desde la cárcel para relacionarse con la justicia penal.
18
Estructura del trabajo
necesario tener en cuenta a la hora de intentar comprender las relaciones entre los
trabajo de campo y la situación procesal de los detenidos que están alojados en ellas.
estas cárceles se relaciona con el funcionamiento general del sistema penal bonaerense.
A su vez, enumeraremos las distintas formas de relacionarse con la justicia que tienen los
específicos que concentran la actividad y sus trayectorias. Veremos también cuales son
penitenciarias.
forma efectiva que organizan los detenidos. Además, ahondaremos en las formas en que
los detenidos encaran tácticamente sus relaciones con las burocracias judiciales, buscando
19
Por último, en las reflexiones finales, haremos el intento de vincular algunas de
las conclusiones de este trabajo con los problemas más generales de los estudios sobre
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- CAPÍTULO 2 - Las relaciones de los detenidos con la justicia y el rol de los
escritos
Para analizar las acciones de los detenidos en sus relaciones con la justicia penal
vinculan a las cárceles que analizamos con el funcionamiento general del sistema
cada una de las dos unidades en donde desarrollamos el trabajo de campo y describiendo
afectan las trayectorias carcelarias de los detenidos. Una vez realizado esto, detallaremos
las distintas formas en que los detenidos se relacionan con la justicia penal, entre las
cárcel. Y como intentaremos demostrar, incluso los mismos detenidos influyen en esas
disputas.
Esto indica que es una unidad de gran tamaño, la cuarta en cantidad de detenidos de la
3
Los datos oficiales son obtenidos del SNEEP (Sistema Nacional de Estadísticas sobre la
Ejecución de la Pena), una serie de informes anuales realizados por el Ministerio de Justicia de la
Nación en base a datos provistos por el SPB y el Ministerio de Justicia provincial. El informe que
corresponde al año 2014 es el último publicado a la fecha.
21
provincia, entre un total de 49 unidades de varones. Fue construida sobre el final de la
década de 1950. El interior está cercado por un muro perimetral por el que circula una
guardia armada, y alrededor del edificio en donde se encuentran sus 18 pabellones hay
zonas abiertas utilizadas para practicar deportes. En un sector contiguo al edificio central
de los pabellones se encuentra el área educativa, que incluye tanto a la escuela primaria
principalmente las relaciones con la justicia penal y por ende nuestras observaciones.
9, es una unidad con un régimen de encierro menos estricto. En vez de estar rodeada por
muros perimetrales tiene un cerco de alambrados, es más pequeña, y cuenta con una
inaugurada en el año 2003 y tiene un diseño arquitectónico radial, con una torre en el
del centro. 6 de esos edificios son pabellones, y el resto son un salón de usos múltiples,
Todos los detenidos que están encerrados en estas dos unidades están sometidos a
ejecución de la pena están regidos entonces principalmente por dos leyes, una nacional y
otra provincial, además de una serie de reglamentos internos del Servicio Penitenciario.
tensiones entre lo que indican una y la otra, se establecen los lineamientos generales para
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de los actores comprometidos en el proceso de la ejecución de la pena, incluyendo los de
los detenidos.
La ley de Ejecución Penal provincial, establece, entre otras cosas, los regímenes
y modalidades de encierro de las unidades bonaerenses. Allí se establece que las cárceles
podrán ser de régimen cerrado, semiabierto o abierto. Las diferencias entre los regímenes
tienen que ver con la estructura edilicia de la cárcel y los esquemas de seguridad y control
sobre los detenidos (esto es, la cantidad de agentes penitenciarios por sector y por unidad,
los criterios de distribución de los detenidos en las celdas, las normas de circulación por
régimen cerrado, como la amplia mayoría de las unidades de la provincia, sobre todo las
régimen cerrado puede ser moderado, como en la Unidad 18, o severo, como en la Unidad
modalidad severa se supone que los detenidos reciben un tratamiento individual que se
encierro y sobre todo las diferencias entre modalidades debe ser tomado con precaución,
tanto por las múltiples disputas posibles entre distintos actores institucionales sobre su
interpretación como por la distancia entre la palabra legal y la realidad de las cárceles
actualmente con otro, unidades con modalidad moderada que se manejan de forma muy
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similar a que aquellas con modalidad severa y muchas otras situaciones de que distancia
un sector distinto. Sin embargo, durante los últimos años y de forma paulatina, la
comunidad terapéutica fue perdiendo espacio en la unidad frente al régimen cerrado. Por
esta razón, las relaciones con la justicia que los detenidos encaraban en esta unidad no
tenían grandes diferencias con las que se realizaban desde la Unidad 9, de régimen cerrado
severo.
confunden con las clasificaciones oficiales, e incluso son utilizadas por funcionarios
detenidos para caracterizar la vida en cada cárcel y las diferencias entre ellas. En estos
términos, la Unidad 9 sería claramente una unidad “de máxima”, mientras que la Unidad
18, originalmente más flexible por su espacio para el tratamiento de adicciones, estaría
virando de ser una cárcel de “mediana seguridad” hacia las formas de autoridad típicas
de una cárcel “de máxima”, por la llegada de autoridades que sucesivamente fueron
4
Estas clasificaciones también operan con frecuencia en las imágenes sobre la cárcel que circulan
por fuera de ella. Una muestra de esto es que la idea de máxima seguridad aparece
recurrentemente cuando se habla de las cárceles en los medios de comunicación.
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distancias y relaciones complejas entre las leyes y la realidad del funcionamiento de las
cárceles son salvadas así por los distintos actores que las habitan y controlan mediante
Las dos unidades, como decíamos, son de régimen cerrado, al igual que la gran
mayoría de las cárceles provinciales (38 sobre un total de 49 cárceles masculinas). Aún
ya que las unidades más masivas funcionan bajo este régimen: en la provincia hay 9
unidades con más de mil detenidos, y todas ellas son de régimen cerrado.
Sin embargo, las dos unidades funcionan bajo modalidades distintas y también
detenidos, que durante sus condenas van transitando por distintas cárceles. Considerando
que la mayoría de los detenidos que llegan a la Unidad 18 pasaron anteriormente por la
modalidad severa en cárceles como la Unidad 9, podremos analizar cómo los detenidos
También es importante destacar que las dos unidades están ubicadas en las
Aires (que contiene a 34 unidades de 54) es el lugar en donde viven buena parte de las
familias y grupos de pares de los detenidos, y donde además se encuentran los juzgados
y tribunales en los que se tramitan las causas penales de la mayor parte de ellos. Por una
justicia (particularmente, como veremos más adelante, por la posibilidad de los familiares
las realidades que se viven en unidades lejanas al conglomerado urbano de Buenos Aires.
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Situaciones procesales de los detenidos: condenados y procesados
Otra cuestión a tener en cuenta son las distintas situaciones procesales en las que
se encuentran los detenidos de estas unidades. A grandes rasgos, se los puede dividir en
dos grandes grupos: los condenados y los procesados. Los primeros han recibido una
condena a prisión que se encuentra firme5, y por eso están encerrados en una cárcel. Las
penas de prisión de los condenados dependen de los Juzgados de Ejecución Penal, cuyas
funciones son controlar que se cumpla la condena con las obligaciones y derechos legales
moderados para luego evaluar su inserción en programas de contacto gradual con el medio
Por otro lado están los procesados, que son todos aquellos que todavía no han sido
están firmes. Las causas penales de los procesados pueden depender de distintas
instancias judiciales penales, como los Tribunales en lo Criminal, que son los tribunales
de primer grado que juzgan los delitos penales, o instancias superiores a las que se llega
por vía de apelaciones como las Cámaras de Garantías, los Tribunales de Casación, la
5
Las decisiones judiciales siempre pueden ser apeladas por alguna de las partes involucradas en
el proceso. La apelación implica la revisión de la decisión por parte de una instancia superior del
sistema penal, y de ella puede derivar la confirmación de la condena o su modificación. Las
condenas firmes son aquellas que no han sido apeladas o cuyas apelaciones han resultado en su
confirmación.
6
Vale aclarar que desde distintas posiciones se critica con fuerza la gran cantidad de detenidos
en prisión preventiva que existen en la provincia, lo cual viola el principio de inocencia y da
cuenta de prácticas judiciales tendientes a culpabilizar a personas sin haberles garantizado antes
un juicio justo con todas las garantías que corresponden legalmente.
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concluido o la condena está en proceso de revisión, por lo que estos detenidos todavía no
En la Unidad 9 las dos terceras partes de los detenidos están procesados, y el tercio
restante está condenado. El hecho de que la mayoría estén procesados da cuenta del lugar
que tiene esta unidad en las trayectorias carcelarias a las que nos referimos anteriormente.
Los detenidos suelen ser condenados luego de atravesar cierto tiempo en prisión. En la
Unidad 18, en contraste con la Unidad 9, el 83% de los detenidos están condenados y los
restantes están procesados, lo que da cuenta del lugar posterior en las trayectorias que
Los regímenes de encierro guardan a su vez relación con una cuestión que nos
ordenador de las leyes de ejecución penal y por lo tanto (aunque no sin mediaciones) de
las trayectorias carcelarias de los detenidos. Funciona como fundamento de las decisiones
judiciales y penitenciarias sobre buena parte del transcurrir de los detenidos por
por los detenidos en sus comunicaciones con instituciones judiciales para incidir en la
y modalidades de encierro cada vez más similares a la vida en libertad. Las autoridades
7
A nivel provincial, según datos del SNEEP del año 2014, el 44% de los detenidos están
condenados, mientras que el 54% están procesados. El 2% restante comprende a detenidos con
situaciones particulares como la inimputabilidad.
27
necesario la estadía de los detenidos en regímenes cerrados -y dentro de estos regímenes,
El avance hacia regímenes menos estrictos, según las leyes, guarda relación con
dos formas de evaluación del desempeño de los detenidos: la conducta, que refiere al
grado de respeto por las normas de la cárcel, y el concepto, que evalúa la evolución
vez implican a distintos actores como evaluadores del desempeño de los detenidos.
Los detenidos se relacionan desde la cárcel con tribunales (nos referiremos con
este término a todas las instancias judiciales en las cuales se juzgan los delitos de los
instituciones judiciales cumplen roles distintos. Desde los tribunales se llevan adelante
los procesos judiciales contra los detenidos, se controla la ejecución de sus condenas, se
ordenan traslados entre cárceles con distintos regímenes y modalidades de forma acorde
8
Según la Ley de Ejecución Penal de la Provincia de Buenos Aires (artículo 6) y la Ley de
Ejecución Penal de la Nación (artículo 11), la progresividad, además de aplicarse a todos los
condenados, es aplicable también a los procesados. Sin embargo, su aplicación queda a
disposición de los jueces, que suelen no asumir tareas de ejecución de la pena y no aplicar la
progresividad a los procesados.
28
a la aplicación de la progresividad, y se decide el ingreso de los detenidos a programas de
libertad anticipada. Allí actúan jueces y toda una serie de actores subordinados a ellos
como secretarios y auxiliares, que actúan y deciden sobre los procesos judiciales o las
con sus Juzgados de Ejecución, mientras que aquellos que están procesados se relacionan
con los tribunales en los cuales se llevan adelante las causas penales por las que están
acusados.
Además, los detenidos encaran relaciones con sus defensores, ya sean defensores
oficiales provistos por el estado o defensores particulares. Datos del CELS indican que
son un 80% los detenidos que recurren a la defensa pública en la provincia de Buenos
Aires (2008: 158). Este dato incluye el momento del juicio, durante el que es más común
que los detenidos cuenten con un abogado particular que los defienda. En la enorme
mayoría de los casos, los detenidos dejan de tener abogados particulares pagos una vez
que sus condenas están firmes. Así, virtualmente la totalidad de los detenidos ya
condenados son defendidos en sus causas por defensores oficiales. Esto suma otra
institución central a las relaciones con la justicia: las Unidades Funcionales de la Defensa,
conocidas dentro de la cárcel como “defensorías”. Allí actúan los abogados defensores
oficiales de los detenidos, que pueden asesorarlos y representarlos en las relaciones con
los tribunales.
detenidos con jueces y defensores. Pero a su vez, el Código Procesal Penal de la Provincia
de Buenos Aires, que regula todo el proceso penal desde su comienzo hasta el fin de la
derecho propio. Esta posibilidad es ampliamente utilizada por los detenidos, que prefieren
29
Las relaciones con la justicia penal son sostenidas por los detenidos
principalmente con el fin de solicitar y obtener los “beneficios” estipulados por la Ley de
agotamiento de la pena, los detenidos podrán acceder a una serie de medidas sustitutivas
de la prisión. Estas son las salidas transitorias, que pueden ser otorgadas luego de ser
horas semanales, aunque lo usual son 12 o 24; la libertad condicional, otorgable una vez
transcurridos los dos tercios de la condena, que implica recuperar la libertad bajo tutela
judicial y del patronato de liberados, con la obligación de respetar las normas de conducta
que fije el juez; y la libertad asistida, posible seis meses antes del cumplimiento total de
la condena y que implica la recuperación de la libertad bajo parámetros más flexibles que
la libertad condicional.
Las leyes especifican que los jueces encargados de conceder estos beneficios
última palabra en la decisión es de los jueces, pero el proceso incluye informes elaborados
por autoridades penitenciarias acerca del desempeño del detenido. A su vez, detenidos
reincidentes o condenados por ciertos tipos de delitos considerados graves son excluidos
Además, los detenidos se relacionan con las instancias judiciales en las cuales se
regulan sus condenas para solicitar cambios de régimen y modalidad, entrevistas con
vía hábeas corpus. También se realizan pedidos solicitando el acortamiento de plazos para
acceder a beneficios por haber realizado ciertas actividades, como los contenidos dentro
30
del “estímulo educativo”, que reduce los plazos de acuerdo a la cantidad de años de
establecimientos. Estos roles, a su vez, guardan relaciones importantes con las prácticas
que los detenidos realizan para encarar relaciones con la justicia penal, y por eso
El procurador es un funcionario que depende del poder judicial y cumple sus tareas
dentro de una unidad. Tanto en la Unidad 18 como en la Unidad 9 trabajaba uno de estos
profesionales. Allí, tiene una oficina en la cual recibe escritos de los detenidos y se ocupa
de tramitar su envío a las instancias judiciales por medio del correo interno judicial.
detenidos de una cárcel en sus relaciones con la justicia. Esta tarea es realizada de formas
distintas por cada procurador, y en las dos unidades analizadas para esta investigación,
los procuradores no realizaban escritos, sino que enviaban a las agencias judiciales los
que los detenidos realizaban. Al enviarlos, el procurador los firma y sella, dando así
validez oficial al documento. Los procuradores, en las formas de llevar a cabo su trabajo,
que trabajan en las unidades penales: cumplen horarios de trabajo laxos y cortos, tienen
un alto nivel de ausentismo, y relaciones selectivas y mediadas con los detenidos (Castro,
2009: 25).
9
El “escalafón profesional” del Servicio Penitenciario Bonaerense incluye médicos, odontólogos,
enfermeros, abogados, asistentes sociales, psicólogos y otras profesiones. Se diferencia del
“escalafón general”, que comprende a los oficiales y suboficiales penitenciarios.
31
Por su parte, los notificadores son agentes penitenciarios encargados de hacer
llegar a los detenidos las respuestas que llegan desde ámbitos de la justicia con novedades
sobre sus causas penales y sobre la ejecución de sus condenas. Su trabajo consiste en
entregar personalmente a los detenidos las notificaciones en las que se detallan y justifican
agentes desempeñaban esa función. El trabajo de los notificadores está teñido por las
formas de manejo del contacto con los detenidos que utilizan en general los agentes
penitenciarios; por ejemplo, se acostumbra entregar las notificaciones con negativas por
la noche y dentro de los pabellones, en los momentos en que los detenidos ya están
Como afirmamos al principio de este trabajo, las relaciones con la justicia son
parte de la vida cotidiana de los detenidos en la cárcel. Sus conversaciones giran con
frecuencia sobre este tema, y los detenidos se consultan entre sí por sus posibilidades,
las razones judiciales por las que es liberado y la forma en que lo logró.
cumplimiento son parte de la carta de presentación de los detenidos tanto ante otros
detenidos como ante los agentes penitenciarios, y son por lo tanto de público
conocimiento por los demás. Esto hace que la charla por cuánto tiempo lleva detenido
alguien y cuánto le falta para salir, sea recurrente. El tiempo de la condena, medido en
duración de la condena recibida: “yo estoy con cuatro [años] y seis [meses]”. Muchas
Las fechas en que los detenidos entran en término para solicitar los próximos
Los momentos centrales de los detenidos son el ingreso a la cárcel, el momento en que
reciben la condena y por lo tanto se les brinda el cómputo de cuantos años y meses estarán
presos, y más adelante las fechas en las que entra en término legal para solicitar a su
tribunal en primer lugar las salidas transitorias, luego la libertad condicional y por último
detenidas de una prisión femenina en Portugal, describe un cuadro muy similar al que
y meses] sino en cuartos, tercios, mitades, fracciones que se correspondían con los
momentos a partir de los que las detenidas podrían solicitar una salida precaria, el acceso
específicos sobre cómo encarar esas relaciones y se dedican a llevarlas adelante para
muchos otros detenidos. Además, de distintas formas, socializan ese conocimiento con
que pueden ser destinados por las autoridades específicamente a tal fin, como las “áreas
de judiciales”, o lugares como los centros de estudiantes, donde las relaciones con la
33
La cotidianeidad y centralidad que tienen las relaciones con la justicia penal en la
cárcel guardan relación con el hecho de que si los detenidos no las encaran, asumiendo
ellos mismos el rol de su defensa en sus causas penales, muy difícilmente accedan a la
progresividad o a alguno de los beneficios dispuestos por la ley. Los detenidos entienden,
por experiencia, que sus abogados defensores no les garantizan que realizarán las
intervenciones necesarias frente a los tribunales en pos de obtener esos beneficios para
ellos. Así, las relaciones con la justicia de los detenidos tienen el objetivo de no “irse
libertad cuando se agota totalmente la pena recibida. Este fin, particularmente importante
Una parte de los detenidos efectivamente obtiene alguno de los beneficios antes
de agotar su pena. Esto sucede porque se movilizan y activan redes que se extienden más
allá del rol de sus defensores para relacionarse con sus tribunales y solicitarles esos
beneficios. En muchos casos, a su vez, los beneficios son concedidos luego de apelar en
instancias superiores las respuestas negativas de parte de los tribunales, o insistiendo con
las cárceles para realizar estas tareas con éxito. Por el momento, afirmaremos que las
relaciones con la justicia que existen en las cárceles tienen que ver fundamentalmente con
este objetivo concreto e instrumental: salir de la cárcel antes del final de la condena,
utilizando para ello, a su favor, disposiciones presentes en las distintas leyes que regulan
la ejecución de la pena.
34
Las distintas vías para relacionarse con la justicia y la importancia de los escritos
Los detenidos encaran sus relaciones con la justicia penal por diversos medios:
escritos judiciales porque presentan algunas ventajas importantes frente a las otras vías.
hasta el tribunal o defensoría. El viaje de los detenidos hacia las instituciones judiciales
para entrevistarse con las autoridades se denomina comparendo, e implica maltrato físico
por parte del personal y muy malas condiciones de viaje. Cabe aclarar que ni los jueces
de ejecución o sus subordinados ni los defensores oficiales asisten a las cárceles para
entrevistarse con sus condenados a cargo o sus defendidos, salvo situaciones totalmente
excepcionales.
unidades transitorias y muchas horas de viaje en camiones de traslado en los cuales los
detenidos van esposados. Allí, predomina la agresión por parte de los agentes
En los casos que analizamos, las condiciones del comparendo hacen que no sea
una opción elegida por los detenidos. Sólo suelen comparecer frente a autoridades
10
Esta caracterización, realizada en base a los testimonios de los detenidos que entrevistamos, se
condice con la descrita en el Informe Anual 2015 del Comité contra la Tortura perteneciente a la
Comisión Provincial por la Memoria, en el apartado “traslados gravosos” (2015: 139).
35
Otra forma de relacionarse con la justicia penal es por vía telefónica. En las
unidades penales que investigamos hay teléfonos públicos dentro de los pabellones, que
se pueden utilizar con tarjetas telefónicas prepagas. A través de este medio, que en alguna
de sus formas es accesible a la mayoría, los detenidos pueden intentar comunicarse con
los tribunales en donde residen sus causas, o las defensorías en donde actúan sus
defensores oficiales, y hacer consultas o pedidos. Sin embargo, esta vía no resulta
Tanto en tribunales como en defensorías, si atienden los llamados, pocas veces comunican
al detenido con la autoridad que este solicita. Esta vía es eludida explícitamente por las
causas penales. A su vez, los tribunales no tienen una obligación legal de responder
llamados telefónicos de los detenidos, a diferencia de los escritos, que deben ser
comunicaciones informales.
que se expresan las cuestiones relativas a las condenas deja fuera de la comprensión
inmediata a buena parte de ellos, y por eso en las cárceles se despliegan redes para delegar
a esta realidad, es usual que quien tenga mayores conocimientos dentro de un pabellón
llame a las instancias judiciales de los demás detenidos haciéndose pasar por ellos o
formular mejor las demandas y preguntas. De todos modos, como decíamos, a los
detenidos les resulta muy difícil lograr comunicarse por vía telefónica con sus tribunales
o con la defensa.
36
La vía central de comunicación que utilizan los detenidos para sostener sus
relaciones con la justicia son los escritos. Estos son más efectivos que las llamadas
telefónicas y los traslados de comparendo por las mismas razones: pueden ser delegados
en aquellos detenidos que manejan mejor la terminología y las tácticas necesarias para
reflexivo mucho mayor que el que es posible en la interacción cara a cara o por vía
hacerlos circular hacia la justicia penal, que, como decíamos, se concentran en personas
y lugares particulares.
Ellos serían los encargados de representar a sus defendidos frente a los tribunales, velando
por el respeto de sus derechos e intercediendo activamente para lograr resultados que les
que les otorgan las leyes a los detenidos funciona como un recurso extraordinario,
a este modelo. Los detenidos asumen ellos mismos el rol de la defensa, frente a la certeza
procesos a los que están sometidos. Si uno de los objetivos de un detenido es buscar y
encontrar las formas legalmente válidas de recuperar la libertad para salir de la cárcel,
interceder frente a la justicia penal con escritos es entonces el instrumento más efectivo
para hacerlo.
37
Como analizaremos en los siguientes capítulos, en torno a ese objetivo los
detenidos montan redes de relaciones sociales. En definitiva, lo que los detenidos hacen
sistemas ordenados por las lógicas y el lenguaje del derecho -a primera vista algo
38
- CAPÍTULO 3 - La producción de los escritos: actores y lugares centrales
común por la cual los detenidos se comunican con la justicia penal. Los escritos son
producidos en las cárceles y circulan desde ellas hacia las instancias judiciales -tribunales
luego concentrarnos en los detenidos que los realizan y los lugares en los que lo hacen.
particulares en su relación con tres dimensiones que atraviesan las actividades de los
detenidos en las cárceles y las definen: los sistemas clasificatorios internos, los
agentes penitenciarios.
Los escritos
pena, o apelaciones. Los escritos son personales e individuales, están firmados a nombre
del detenido que los envía, y están dirigidos principalmente a los jueces que deciden la
condena de cada uno -Tribunales Orales en lo Criminal- o al juez que tiene el control
condenado. En algunos casos, los escritos pueden estar dirigidos a los defensores
oficiales, para solicitar una entrevista con el defensor o informarlo de alguna situación.
in forma pauperis”, que habilita a una persona detenida a interceder en su proceso judicial
39
sin atenerse a formalidades jurídicas, por considerarse que estas son difíciles de cumplir
derecho propio.11
Los escritos, además del pedido particular que se realiza, presentan argumentos
funcionan dentro del sistema de argumentaciones técnicas propio del derecho: hacen
envía, por no presentar justificaciones válidas en el marco del ordenamiento jurídico que
rige en la ejecución de una condena a prisión. La fundamentación puede ser realizada por
llevada adelante por los mismos detenidos dentro de la cárcel. Por supuesto, las posibles
torno a la interpretación y aplicación de las leyes que dan forma a toda la actividad
judicial.
Si “las cosas no son sino personas que actúan juntas”, como sostiene Becker
(2009: 71), un análisis de los escritos como objetos concretos implica, además de
describirlos, preguntarnos quiénes los escriben y cómo lo hacen, qué conocimientos son
necesarios para hacerlos y mediante qué lógicas se adquieren y socializan, en qué lugares
11
La posibilidad de realizar recursos in forma pauperis es aceptada por jurisprudencia, y aparece
reconocida en la Acordada 4/2007 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en donde se
exime explícitamente a las personas detenidas de cumplir con las formalidades que se exigen para
los escritos judiciales. Estas formalidades tienen que ver con el formato en el que se escriben las
solicitudes, la cantidad de palabras y párrafos permitidos, encabezados, papeles oficiales y otros.
In forma pauperis es una expresión latina que quiere decir “en carácter de pobre”.
12
La jurisprudencia es el conjunto de decisiones previas de las agencias judiciales. Citándolas, se
puede argumentar que si un tribunal falló de una forma particular anteriormente frente a cierto
caso, deberá hacerlo de la misma manera en casos homólogos, por el respeto a ciertos derechos
constitucionales como la igualdad ante la ley.
40
dentro de las cárceles se concentra la actividad de realización de escritos y otras
encuentran atravesadas por características que definen y ordenan la vida de los detenidos
en unas pocas personas, que realizan escritos para sí mismos y fundamentalmente para
los demás. Realizar un escrito requiere de una serie de conocimientos que no todos los
escritos, sino que, como intentaremos demostrar, están relacionadas con las formas de
población carcelaria. En todos los casos que conocimos son personas de más de 30 años,
característica, de gran parte de los otros detenidos (el 68% de los detenidos en cárceles
2014]). Pero las diferencias de edad, en este contexto, se asocian a su vez con diferencias
de trayectoria. Los detenidos que escriben cumplen condenas relativamente largas y están
presos desde hace cierto tiempo. En muchos casos, además, acarrean experiencias previas
de condenas a prisión, y suelen tener un nivel educativo más alto que la media (sólo el
41
Los detenidos que realizan escritos son valorados por su conocimiento específico,
pero también son identificados tanto por otros pares como por agentes penitenciarios, en
un sentido general, como detenidos que estudian o trabajan en la cárcel, ya sea por ser
alumnos universitarios en alguna de las carreras que tienen presencia en ese contexto o
porque su tarea de escribir es reconocida oficialmente por las autoridades como una
actividad laboral. Esto los pone en un lugar distinto al de la mayoría de los demás
detenidos, y los ubica entre quienes evitan transitar su encierro principalmente dentro del
pueden “hacer conducta”. Estas actividades son valoradas positivamente por las
pabellones con mejores condiciones de vida que los de “población común”. Además, el
carcelarios
Lancha13, un detenido de casi 60 años, era uno de los que realizaba escritos la
Unidad 18 cuando realizamos trabajo de campo. Lo hacía, al igual que otro detenido,
por las autoridades en el que los detenidos que están inscriptos en alguna carrera
13
Todos los nombres de los detenidos han sido modificados para conservar su anonimato.
42
Lancha gozaba de un particular prestigio entre los detenidos de la unidad, y
cumplía por entonces su tercera condena a prisión. Era reconocido por los demás tanto
por su profusa trayectoria como ladrón profesional como por la visibilidad mediática que
tuvo el caso por el que estaba condenado en esa oportunidad. Además, estudiaba una
particularidades que definían su lugar en la cárcel. Lupo, el otro detenido que realizaba
productor de escritos:
que ser muy chorro. Venía un pibito y decía “¿Hola amigo me hacés un
respondían, “no, bien no sé”. “¿Con cuántos [años de condena] venís?”. “No
sé, porque…”. “Bueno, venite la semana que viene”, les decía Lancha, y los
fletaba […] Era prejuicioso el viejo. Como que no quería a los giles. Están
los que roban bien y los giles. Entonces a los giles el chabón no les hacía
Las palabras de Lupo sobre las preferencias de Lancha a la hora de hacer escritos
para otros detenidos coinciden de forma precisa con las pautas de sociabilidad carcelarias
de las relaciones entre detenidos en cárceles bonaerenses, Míguez sostiene que dentro de
43
ellas opera un “complejo sistema de clasificaciones taxonómicas de algo así como castas
o estratos” (2008: 106). Lupo, en sus palabras, nos presenta dos de los estratos registrados
Los “giles” serían los ladrones de poca monta a quienes, como afirman tanto Lupo
como los detenidos entrevistados por Míguez, se los juzga negativamente porque se
supone que podrían victimizar a particulares indefensos como la propia madre de otro
ladrón. A su vez, los que “roban bien” serían los que merecen con legitimidad el mote de
Quien “roba bien” y por lo tanto es un delincuente está en el lugar más elevado de
las jerarquías carcelarias, claramente por sobre el “gil”14. Estas categorías, a su vez, son
es posible la movilidad tanto ascendente como descendente entre estratos, y las etiquetas
por el que llegaron a la cárcel o a la trayectoria previa de la persona, sino que se aplican
Sabemos, entonces, que los detenidos de las cárceles investigadas están insertos en
era reconocido dentro de la cárcel por los demás detenidos como un verdadero
delincuente, lo cual lo ubicaba en los lugares más altos de la jerarquía interna. Esto
atravesaba sus decisiones en torno a quién le hacía un escrito, y a quién no. Quienes
14
Esta jerarquía además se compone de otras castas que, en los casos en que se relacionen con la
producción y circulación de escritos, describiremos luego.
44
merecían un escrito eran los delincuentes como él, por compartir un mismo estrato en la
jerarquía y ser, de alguna manera, compañeros de oficio con los que comparte ciertos
valores.
Pero no todos los detenidos actuaban de esa manera. Como adelantamos, Lupo era
el otro detenido que realizaba escritos en el centro de estudiantes. Él era más joven, tenía
ubicado según los sistemas de clasificación internos en la categoría de los que “roban
Lancha a la hora de establecer criterios sobre para quién realizar escritos. Seguido al
fragmento de entrevista que ya citamos, agregaba: “Yo decía: ¿sabés que este viejo [en
referencia a Lancha] encima tiene razón?; pero igual, vamos a hacerles escritos a los
pibes”.
Lupo realizaba escritos en el centro de estudiantes con un criterio más amplio. Hacía
escritos para más detenidos, y no aplicaba de forma explícita las diferencias jerárquicas
para negarse a realizar escritos para algunos. Sin embargo, Lupo plantea algunas ideas
relacionadas con lo que él considera que es el objetivo de los escritos: “ganar libertades”,
es decir, lograr que detenidos se vayan de la cárcel autorizados por sus jueces con
condicional o asistida.
Aplicando esta idea, a Lupo no le gustaba realizar escritos para los detenidos que
qué?
45
Lupo: -Porque a veces te vienen con boludeces. Te dicen, por ejemplo,
pasan por ahí y dicen, “ah qué hacés amigo, estás haciendo escritos, ¿me
hacés uno?”. Y vos tenés diez pibes que están ahí esperando para hacer un
escrito. […] Igual ojo, yo soy medio brígido [exigente] también porque por
ahí los guachos te dicen “¿me hacés un escrito que me voy a jugar a la pelota
cuando volvían les decía, “no, pasá mañana, pasá pasado”. Porque si vos
estás con algo tan importante como la libertad, voy me siento al lado tuyo,
caliento una pava, tomamos unos mates, te explico un poco de mi causa. […]
A algunos no les preocupa tanto estar presos. Hay pibes que el oficial los
“pará, que vamos a jugar a la pelota”. Entonces vos decís “le tengo que
hacer un escrito a estos guanacos”, y vos estás todo el día pensando en cómo
El énfasis de Lupo está puesto en la finalidad que tiene la tarea de escribir escritos:
lograr la libertad. Esto se relaciona con dos cuestiones. Por un lado, ese énfasis también
“verdadero delincuente”, por más largas o frecuentes que sean sus condenas, no se deja
absorber por ciertos discursos que rechaza y que caracterizan a la mayoría de la población
joven de la cárcel. No se deja “golpear por la reja” -en términos nativos- y no naturaliza
el encierro, como sí hace el detenido que en el relato de Lupo prefiere la rutina carcelaria
de jugar al fútbol antes que recuperar su libertad. Estas cuestiones se relacionan con un
46
quiebre generacional que cruza hoy a la población encerrada en las cárceles bonaerenses
de varones entre aquellos detenidos más grandes, más frecuentemente identificados con
la figura del verdadero delincuente, y la nueva población carcelaria, los “pibes chorros”
(Míguez, 2007: 37; Míguez, 2008: 125-127; Brardinelli y Algranti, 2013: 43-44).
Por otro lado notamos en las posturas de Lupo una tendencia a entender y presentar
su actividad como una lucha explícita contra la justicia penal. Esto está relacionado con
su condición de estudiante universitario activo y con las relaciones con actores extra
carcelarios sostenidas a través del centro de estudiantes de la unidad. En ese contexto, los
detenidos se vinculan con actores que acercan a la cárcel lecturas de carácter político que
son críticas del funcionamiento del sistema penal, de las cuales los detenidos toman
ciertos elementos para reinterpretar y presentar algunas de sus actividades cotidianas. Este
delincuente”, y transforma a la empresa de realizar escritos en una lucha contra los jueces,
y en un sentido más amplio, contra la justicia. Si bien la noción de alteridad frente a las
cárceles15, una visión articulada en los términos en que la presenta Lupo no es común.
“Saber hacer un escrito por derecho propio es como que te da un poder sobre el juez,
sobre los que tienen el poder sobre vos. Les estás robando ese pedazo que es tuyo”.
15
El informe “Delito, marginalidad y desempeño institucional en la Argentina: Resultados de la
encuesta de presos condenados” (2014) del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre
Inseguridad y Violencia (CELIV) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, realizado en
base a una encuesta a 1033 detenidos en cárceles federales y bonaerenses, arroja que un 41% de
los detenidos siente que su condena es justa, mientras que el 56% la considera injusta o muy poco
justa.
47
Como veremos más adelante, Oscar y Ramos, dos de los realizadores de escritos
Lupo.
de estudiantes, sino que ocupaba una oficina muy pequeña cedida por el personal ubicada
dentro de la escuela. Allí tenía una computadora y una impresora, cumplía horarios fijos
por muchos de los escritos que hacía, ya sea en dinero o a cambio de bienes.
Esto nos lleva a interrogarnos sobre diversas cuestiones. En primer lugar, queda
claro que el escrito, como objeto, tiene un valor en la cárcel, que puede ser expresado en
libertad.
Además, nos tenemos que preguntar por la relación entre los vínculos de Cruz con
las autoridades formales y su práctica de intercambiar sus escritos con los detenidos. Su
actividad guardaba una relación mucho más fuerte, directa y positiva con las autoridades
del penal que la de los detenidos que actuaban en el centro de estudiantes. Las autoridades
48
hora de ingresar a la unidad los insumos necesarios (hojas, tinta), y reconocían
formalmente su trabajo, habilitándolo a acceder con facilidad a esa zona del penal a diario.
Esta relación positiva explica cómo la actividad de Cruz pudo alcanzar un grado
de formalización tal que sus escritos podían ser intercambiados por dinero o bienes, pero
a la vez implicaba que las autoridades se llevaban una parte de los beneficios producidos.
puede ser la razón por la cual las autoridades tienen control (y sacan rédito económico)
correspondiente.
posibilidades de pago del detenido que los solicitaba. Financiaba con esas ganancias la
tinta con la que imprimía -comprada e ingresada al penal por penitenciarios- y obtenía
además ganancias.
El precio de los escritos de Cruz (y, como veremos, su gratuidad en algunos casos)
a su vez estaba relacionado con el sistema de jerarquías interno. Cruz les cobraba a aquella
clase de detenidos a los que típicamente Lancha les hubiese negado sus servicios y a los
que Lupo, de algún modo, despreciaba. Es decir, a aquellos que se encontraban en los
lugares más bajos de las clasificaciones internas y que por lo tanto no podían acceder con
interno. Por trayectoria, edad y perfil no ocupaba los estratos más bajos, pero el hecho de
49
que cobrase por sus escritos lo convertía para los demás detenidos en alguien que
“trabajaba para la policía”, y eso le impedía, según las reglas internas, ubicarse en la
conceptos que nos permitan captar mejor su complejidad y sus relaciones con las lógicas
el cual se negocian múltiples aspectos de la vida en las cárceles (2013: 47), y Míguez,
informal” que se entrelazan con las jerarquías internas que ya presentamos (2008: 142).
Según esta visión, las normas informales que regulan los intercambios dentro de la cárcel
tienen relación directa con las identidades colectivas de los actores, y “el honor, el
130). Así, cuando Cruz -o cualquier otro realizador- intercambia uno de sus escritos con
otro detenido a cambio de algo, ya sea este intercambio explícito o no, se ponen en juego
Las cárceles son también ámbitos de escasez de recursos como la comida, artículos
o ilegales como las drogas y los teléfonos celulares. Esto hace que las relaciones con el
exterior, principalmente a través de las visitas que reciben los detenidos, sean centrales
por su función de canal proveedor de estos elementos. En este marco, los escritos son
de la escuela en connivencia con los penitenciarios del penal eran más caros cuanto más
bajo era el lugar en la jerarquía carcelaria del detenido que los solicitaba. Así, el valor del
50
escrito no estaría tanto en el objeto mismo sino que se producía en relación al complejo
de relaciones dentro del que era intercambiado. Cuanto mayor era la distancia jerárquica
de Cruz frente al otro, más valorado debía ser el escrito, y por lo tanto más cara sería la
transacción. De otro modo, estos detenidos con pocos recursos no podrían obtener esos
escritos. Esto explica cómo los lugares ocupados en los sistemas clasificatorios se
traducen en recursos con los que cuenta un detenido para relacionarse con los otros.
En las actividades de Lupo y Lancha la lógica era otra, pero no obstante también
las relaciones entre detenidos dentro de la cárcel. Por eso, sería ingenuo de nuestra parte
presuponer que los escritos de Lancha y Lupo, sean hechos para combatir con el juez o
por afinidad identitaria con el que lo necesita, están por fuera de este sistema. La dinámica
y la moral del don (Mauss, 2009) son más apropiadas para caracterizar estos intercambios
que se alejan de la lógica mercantil. Así, el hecho de dar o “donar” un escrito a alguien
incluye una carga, un deber, que es el de devolver de algún modo el beneficio obtenido,
superioridad, implícita en la deuda que el que recibe contrae con el donante, se articula
esta ya existía, el don viene a expresarla y legitimarla” (2004: 207). Lupo explica esto
A los pibes por ahí les hacías un escrito y un día que tenían visita
para tomar unos tererés. A veces les manguábamos, ¿viste? ¿No me rescatás
cosito con yerba. Boludeces así, ¿viste? […] Está mal visto que no le des
nada al chabón que no te cobra [por un escrito]. Corte “eh, no seas rata”. El
51
chabón está todo el día ahí haciendo escritos y no le das un jabón. (Entrevista
a Lupo)
Hay acá una diferencia y una tensión entre la lógica del don, que rige los
Cruz, cuanto mejor era su posición relativa frente al detenido que le pedía un escrito, más
emparentaba con la lógica del don, que regía también la producción de Lupo y Lancha.
escuela. Esta oficina fue construida hace pocos años por orden de la jefatura de la unidad,
tareas se realizaban en otra parte del penal, dentro del edificio principal, un lugar de difícil
La circulación de los detenidos por distintas zonas al interior de las cárceles que
analizamos está limitada por la existencia de múltiples puestos de control cerrados con
detenido tenga una razón considerada válida para atravesarlos, proceso que se repite en
cada puesto. El éxito en poder atravesarlos depende mucho tanto de las mismas jerarquías
personal, así como también de la obtención de “carnets” que, emitidos por las autoridades
del penal, reconocen oficialmente la realización de una actividad cotidiana por parte de
52
un detenido, permitiéndole circular por la unidad hasta el lugar en que se realiza esa
actividad16.
su acceso en este contexto. Allí podían llegar directamente todos los estudiantes de la
escuela primaria y secundaria, también los universitarios (el centro de estudiantes está
momentos del día y la semana podían pedir el paso desde sus pabellones para ir a realizar
un trámite allí.
y otro a la tarde. En total, estaba abierta seis horas diarias. Allí desempeñaban sus
actividades tres detenidos: Ramos, el coordinador, un detenido de unos 40 años con una
condena larga, y dos detenidos más, el Chino y el Flaco, que oficiaban como ayudantes y
eran más jóvenes, de entre 30 y 35 años de edad. El espacio contaba con dos computadoras
y dos impresoras, además de una serie de carpetas y cajas en las cuales se archivaban
modelos de escritos y copias del material realizado. Sobre un costado se ubicaba un banco
largo, en donde se sentaban los detenidos mientras esperaban ser atendidos o que se les
entregue un escrito.
de Judiciales Eugenio Raúl Zaffaroni”. Este dato habla del perfil y el discurso con que
16
Los carnets parecen ser una práctica difundida entre la mayoría de las cárceles bonaerenses, y
están presentes tanto en la Unidad 18 -Junco tenía un carnet que reconocía su actividad, y Lupo
y Lancha tenían carnets de estudiantes-, como en la Unidad 9. Los más comunes son los carnets
de estudiante y de trabajador.
53
estos detenidos llevaban adelante su actividad de producción de escritos. Todos los
las lógicas de la población carcelaria general, que según ellos gira enteramente en torno
encuadraban sus acciones en una lucha contra las injusticias del sistema penal, y al ser
consultados por sus tareas además remarcaban que su horizonte tenía que ver con “ir
despertando a los detenidos” para hacerlos conocer sus derechos, distinguiéndose así
moral e intelectual.
vínculo fuerte con el centro de estudiantes universitarios: muchos de los participantes más
activos del centro de estudiantes colaboraban activamente con las tareas de la oficina, a
la vez que los encargados de judiciales circulaban cotidianamente por el espacio del
realizaban escritos, muchas veces en conjunto con la oficina de judiciales, como el caso
Afirmaban que parte de su lucha, en términos personales, tenía que ver con que las
autoridades “los vean de otra manera” y no sean tratados igual que los presos comunes.
54
En el caso del Chino y del Flaco, esto se cruza con otra clasificación en la que hasta ahora
no indagamos: ellos dos estaban condenados por delitos cometidos en su trabajo previo
como miembros de fuerzas de seguridad. Los “ex fuerza”, como son conocidos los
detenidos de estas características, son vistos negativamente por la gran mayoría de los
los demás. No suelen convivir con los demás detenidos en los mismos pabellones para
evitar conflictos, y suelen estar separados de ellos también en sus actividades cotidianas.
Por su pasado en las fuerzas de seguridad, tienen además una relación distinta con los
agentes penitenciarios, muchas veces de mayor respeto y buen trato. Sin embargo, esto
no les impedía, desde el particular lugar que suponía la oficina de judiciales en esa unidad,
construido con ese fin. Tenía una trayectoria, roles definidos en su funcionamiento
interno, relaciones estables con distintos actores de otras instituciones (sobre todo de las
Cualquiera que preguntase en la unidad por un escrito para su causa, tanto a un agente
penitenciario como a otro detenido, muy posiblemente era derivado allí. La actividad de
los tres detenidos estaba enmarcada dentro de las propuestas de trabajo remunerado de la
unidad y contaban con un carnet que les permitía validar su actividad frente a cualquier
agente penitenciario y circular con facilidad por la unidad17. Allí los escritos no se
17
Cabe destacar que la remuneración oficial del trabajo en las cárceles, denominada “peculio”,
consta de una cantidad de dinero absolutamente mínima, y su utilidad tiene que ver más con los
beneficios que puede traer frente a las relaciones con la justicia el demostrar que se trabaja en una
actividad reconocida oficialmente por las autoridades.
55
intercambiaban por dinero, porque la actividad de los detenidos productores era vista por
los demás como un servicio que ellos brindaban a cambio de las ventajas que recibían -el
poder transcurrir allí gran parte del día allí es un privilegio no menor en una cárcel masiva
y tratados de forma distinta y mejor por los agentes penitenciarios-, y por eso los demás
detenidos no sentían que los escritos que recibían eran un favor a agradecer o un bien a
tres detenidos realizaban muchos escritos de los pedidos más comunes por día, y no le
daban especial atención a esta tarea. Su énfasis, a la hora de relatar a un actor externo
como yo cuales eran sus grandes logros y desafíos en la oficina, estaba puesto en encarar
escritos en las unidades, y particularmente de los detenidos que escriben. Según el tipo
de escritos, la actividad de realizarlos puede estar más o menos enfrentada con las
autoridades de las cárceles. Los detenidos que escriben pueden, utilizando sus
penal como a las autoridades de la cárcel, la jefatura del Servicio Penitenciario u otras
de contacto formal con instituciones del exterior de gran parte de los detenidos en función
Los detenidos que realizan escritos son plenamente conscientes de esto, y de ahí
deriva en parte su poder dentro de cárcel. A su vez, las autoridades de cada cárcel también
56
son conscientes de esta realidad. Sin embargo, en todos los casos que analizamos, la
hacia la justicia penal. Las autoridades penitenciarias, a su vez, incentivan que los
hay muchos pibes enfermos. (…) Y preparo hábeas corpus como loco para
bajan los juzgados con órdenes directas. Porque el mismo servicio te dice
que vos tenés. Vos tenés que tener una prótesis en tu rodilla porque sos
mi qué me importa?, hacé lo que tengas que hacer flaco, si el juez me ordena
La explicación de Oscar nos permite pensar en las relaciones entre las autoridades
internos con los detenidos, y las agencias judiciales, en su labor de ordenar y controlar la
18
El hábeas corpus en un tipo de escrito menos frecuente que los demás en el cual se denuncia a
la justicia una situación de agravamiento de las condiciones de detención, exigiendo su
intervención inmediata.
57
trabajo, la cárcel no funciona como una extensión del poder judicial, y su funcionamiento
está atravesado por distintas lógicas que se pueden revelar contradictorias entre sí. En este
cárcel prefieren que los detenidos realicen demandas a sus tribunales en temas como la
atención médica, por más graves que sean las denuncias. De esa manera, vía una orden
judicial que no puede ser desoída por las autoridades máximas del Servicio Penitenciario
(dados los costos legales que eso tendría), los oficiales de cada unidad se garantizan los
recursos y la logística necesaria para suplir esa necesidad. Así, el uso instrumental de la
justicia por parte de los detenidos puede ser instrumental también a las capas medias
penitenciarias que administran cada cárcel en sus pujas con la dirigencia penitenciaria
central y con el estado en general por obtener ciertos recursos y poder responder frente a
Esto explica cómo las tareas de producción de escritos que observamos, ya sea
más fuerte o menos fuerte su relación con las autoridades de cada una de las cárceles, no
tiempo que son realizadas por pocos detenidos, que ocupan cotidianamente esos espacios
58
y presentan trayectorias particulares. Estas dos dimensiones son centrales para el
que caracterizan las relaciones entre los detenidos en las cárceles y entre ellos y las
esos sistemas se cruzan con mecanismos de reciprocidad que tiñen los intercambios
detenidos de una cárcel puede acceder a un escrito, pero no de la misma forma y a través
producción encarna una situación de relativo poder, y cómo los detenidos que producen
observamos cómo las relaciones entre agentes del servicio penitenciario y las
activa.
59
- CAPÍTULO 4 - La vinculación entre la producción y la circulación de escritos.
activación de burocracias.
los detenidos que ocupan lugares centrales en esa actividad y sus relaciones con las
dentro de la cárcel. A partir de esos hechos pudimos indagar en las relaciones que guarda
la actividad de producir escritos con las formas de administrar la cárcel que ejercen los
Ahora nos ocuparemos de lo que sucede con los escritos cuando, una vez
realizados, circulan hacia los tribunales que están a cargo de las condenas de los
detenidos. Analizaremos cuales son las vías por las que circulan los escritos, las tácticas
de los detenidos a la hora de elegir unas vías frente a otras, y los actores involucrados en
el sostenimiento de cada una. Además, indagaremos en las respuestas que llegan desde
los tribunales hacia las cárceles, y las formas de recibirlas y de reaccionar frente a ellas
que sostienen y organizan los detenidos. Estudiando los circuitos de ida y vuelta que se
forman entre las cárceles y las burocracias judiciales, podremos observar cómo las lógicas
Por último, analizaremos cómo las acciones de los detenidos en sus relaciones con
dentro de las cárceles. Nos preguntaremos qué clase de relaciones con las burocracias
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Los circuitos institucionales que recorren los escritos entre la cárcel y las instancias
judiciales
Los escritos salen desde las cárceles hacia instancias judiciales en un circuito que
típico: un escrito con una solicitud destinada a una instancia de la justicia penal es enviado
por diversas vías desde la cárcel, y al llegar al tribunal en primer lugar es derivado a la
defensa, que lo puede ampliar o corregir19. Luego el escrito vuelve al tribunal y es recibido
por el juez, que lo evalúa y puede responder a la solicitud en forma negativa, no otorgando
El proceso, desde que el escrito es recibido en el tribunal hasta que llega de vuelta
legal máximo para responder al que se tienen que atener los tribunales es de 45 días
hábiles. Los detenidos que producen escritos conocen estas reglamentaciones, y una vez
un tribunal superior. Sin embargo, como veremos, a veces prefieren no utilizar este
tres copias de la notificación, una de las cuales es entregada al detenido, otra vuelve a la
19
Esto sucede porque según las normas la defensa del detenido siempre está, en última instancia,
a cargo de un abogado defensor. Un escrito proveniente de la cárcel, al presuponerse que pudo no
haber sido realizado con la precisión técnica requerida por ser un recurso in pauperis, es derivado
a la defensoría oficial para que sea ampliado o corregido.
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instancia judicial y otra es archivada en la cárcel. Como ya señalamos, las notificaciones
generalmente dentro del mismo pabellón y por la noche. Por esta razón, cuando las
los ayudaron a realizar esos pedidos, lo que significa que tienen que decidir en el
momento qué hacer. Lógicamente, las notificaciones en las que se conceden los pedidos
realizados nunca son apeladas, pero las respuestas negativas la mayoría de las veces sí.
En los casos en que los detenidos deciden apelar, conservan la copia de la notificación
para luego consultar con un detenido que realiza escritos cómo encarar esa apelación.
de escritos con el fin de rebatirla. Así, el ida y vuelta de comunicaciones con la justicia
respuesta del tribunal, que a la vez es respondida una vez más por el detenido. La
papel al momento de recibirla. Esa apelación luego es enviada al tribunal superior y desde
allí es derivada a la defensa, que debe considerar la afirmación “apelo” del detenido como
en un plazo de 5 días, será rechazada por el tribunal. Por lo tanto, para garantizar que la
apelación llegue a tiempo, este proceso es encarado por los detenidos desde la cárcel.
información que no fue tenida en cuenta por el tribunal a la hora de negar la solicitud.
Así, se elabora un escrito donde se da cuenta de esos datos y se adjuntan las pruebas (por
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ejemplo, un certificado de años cursados en la escuela dentro de la cárcel, una oferta
programa de rehabilitación). Con esta información que se considera que no fue tenida en
cuenta por el tribunal, se justifica la apelación. Estos escritos son relativamente sencillos
las resoluciones del tribunal. Esta forma de apelar es más compleja y requiere más trabajo
por parte del detenido que produce escritos, porque requiere fundamentar la apelación
escritos. Por lo tanto, producirlas lleva más tiempo, lo que choca con el plazo de 5 días
desde que es recibida y apelada la notificación, para enviar los argumentos. La forma de
superar esta dificultad es anticipando las posibles respuestas del tribunal. Como lo explica
Lupo:
apelaciones; “me lo pueden negar por esto, por esto, por esto; bueno,
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fundamento esto, fundamento lo otro”. Entonces vos estás esperando la
“A veces se hace”, dice Lupo, y luego afirma que él lo ha hecho para actuar en su
propia causa. Esto da cuenta de que este tipo de escritos son menos frecuentes que los
demás, y que la producción de un texto acorde para cada caso está reservada a ciertos
casos. Los procesos de apelaciones complejos suelen ser llevados adelante por los
detenidos que saben escribir para incidir en sus propias causas o en las de otros detenidos
con los que tienen una relación fuerte. Si la mayor parte de los detenidos de las cárceles
apelaciones sencillas, sólo algunos acceden a los escritos que sirven para encarar
A su vez, estos casos nos permiten visualizar que una de las formas de
conocimiento más valioso que puede tener un detenido que realiza escritos es la capacidad
de anticipar las posibles respuestas negativas de los tribunales, para seguir intentando
rebatir sus argumentos. Este conocimiento tiene que ver con el manejo de cuestiones
técnicas del derecho penal, pero también -y fundamentalmente- se basa en conocer las
formas típicas y rutinarias por las que los tribunales niegan solicitudes a los detenidos.
conocimiento sobre las formas típicas de responder escritos que tienen los tribunales, sus
y error, también sobre las formas de contradecirlas y desarticularlas. Esto deja claro, una
vez más, que el conocimiento que acumulan los detenidos que realizan escritos tiene fines
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fundamentalmente prácticos, que además son acumulados a través de la misma práctica
respuestas de cada tribunal. Los materiales escritos por los agentes expertos en la justicia
penal son una materia prima que los detenidos que realizan escritos utilizan para aprender.
Desentrañar la lógica con la que funcionan esos argumentos técnicos en relación a cada
caso es la clave para que ese conocimiento se vuelva útil para predecir respuestas y saber
Los tribunales, puestos por los escritos de los detenidos en la posición de tener
escritos los detenidos archivan las negativas recibidas por distintas causas, y las utilizan
a la hora de realizar nuevos escritos, evitando los caminos que los llevaron a esas
Los detenidos que hacen escritos perfeccionan sus habilidades de escritura a través
del tiempo. Van acumulando conocimiento sobre cómo hacerlos de manera más efectiva
para lograr que los tribunales acepten los pedidos que envían. Esta acumulación de
hacia la justicia, además del análisis posterior de las respuestas y la vuelta a la producción.
Analizando las respuestas para saber por qué fue rechazado un pedido, hurgando en los
argumentos técnicos que presentan los tribunales, los detenidos que escriben van
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entendiendo las lógicas argumentales utilizadas por la justicia penal y así perfeccionan su
labor. La lógica del ensayo y error, combinada con el objetivo de anticiparse a las
reacciones y respuestas de los tribunales, configuran las formas en que los detenidos que
escriben acumulan conocimiento. Esta tarea tiene al mismo tiempo una dimensión
Por un lado, los detenidos que escriben arman sus archivos propios de material.
En las cárceles, conservar una serie de papeles propios es difícil, sean materiales de
elementos básicos para la vida cotidiana cualquier objeto atesorado se puede volver
moneda de cambio por algo más preciado en un momento particular. Esto hace que la
construcción de los archivos personales de los detenidos que escriben sea una tarea difícil,
pero no imposible. Los archivos que construyen son pequeños y limitados, y sobreviven
por poco tiempo. Además, dentro de las cárceles circulan libros que compilan leyes
penales, como el Código Penal, los Códigos Procesales Penales, la Constitución Nacional
y otras leyes importantes en la ejecución de la pena. Los detenidos que escriben, en todos
los casos que analizamos, poseían varios de esos materiales y demostraban haberlos
estudiado.
con escritos, libros de códigos y doctrina legal. De cada escrito que se realiza y se envía
se guarda una copia, así, si ese escrito funciona y la justicia penal da lugar al pedido que
se realizó, hay una copia para utilizar en casos similares. Un escrito que se probó que
funciona es algo valioso, y es atesorado por el detenido que escribe, que lo incorpora a su
archivo. Estos documentos funcionan como jurisprudencia, ya que, según las normas del
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derecho, desde ese momento en adelante, todas las situaciones similares en ese tribunal o
lugares dentro de las unidades en donde llevan adelante su actividad los detenidos que
cotidiana, además de encarar otras actividades y realizar escritos, los detenidos hablan
sobre las situaciones procesales de cada uno, realizan consultas o idean las mejores
formas de intervenir en cada caso. Por allí circulan muchos detenidos, que al pasar hacen
Las relaciones con la justicia son algo cotidiano en las cárceles, y los centros de
estudiantes u oficinas de asuntos judiciales son los lugares en donde se concentra con más
cotidianeidad, quienes escriben van reformulando sus formas de actuar, al tiempo que si
De este modo, saber escribir un escrito es un capital que sólo poseerán los
detenidos que hayan transitado ciertos lugares de las cárceles, y que lo hayan hecho con
colectivo, una serie de conocimientos prácticos sobre cómo relacionarse con la justicia
mediante el medio específico del escrito. Con el fin instrumental de lograr que sean
para los demás es siempre el resultado de una trayectoria en la cárcel, en la que se cruzan
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que escriben en muchos casos se articulan con reincidencias, y se desarrollan en más de
una condena.
Los escritos son evaluados como buenos por los detenidos si son útiles a la hora
Esto hace que los objetivos de la acumulación del conocimiento por parte de quienes
escriben sean muy concretos: que sus escritos sirvan para activar burocracias judiciales
con el fin de conseguir esos beneficios. Tener el conocimiento específico necesario para
ganar libertades para los demás o para uno mismo, es decir, la capacidad de asumir la
defensa de los demás detenidos y la propia, es un capital muy grande dentro de la cárcel.
Tener ese capital refuerza la posición de los detenidos que escriben en los sistemas
pone a los detenidos que lo saben hacer en una situación de cierto poder relativo frente a
los agentes penitenciarios. Por todo esto, tomar la tarea de realizar escritos y sostenerla
práctica, es algo beneficioso para los detenidos que lo hacen. A su vez, son muy pocos
los detenidos que pueden encarar estas trayectorias y que efectivamente lo hacen en cada
unidad, lo cual refuerza las ventajas que puede implicar esta actividad.
Más arriba adelantábamos que los detenidos a veces evitan enfrentarse a sus
como el retardo en responder escritos previos. Esto nos permite ver cómo en sus
relaciones con la justicia penal, los detenidos ensayan tácticas que tienen en cuenta la
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Las tácticas de los detenidos se construyen en la práctica y desde un lugar de
consciente subordinación frente al poder que tienen los tribunales sobre sus causas
penales. Por eso buscan los intersticios por donde lograr un resultado positivo antes que
condiciones tan desiguales de poder. Por ejemplo, cuando comparecen cara a cara frente
que consideran correcto y educado. A su vez, mediante los escritos que envían, a veces
eluden poner a los tribunales en situaciones en que puedan ser sancionados por instancias
superiores del sistema judicial, como en los casos de retardo en las respuestas. Muchas
veces los detenidos prefieren “no apurar al juez” si el tribunal no responde en el plazo
En las unidades que investigamos los detenidos que realizaban escritos contaban
con diversos ejemplos en los que jueces con “mala relación” con detenidos no les
otorgaban ningún beneficio o se tomaban revancha contra ellos por reclamarles. Por
cuatro horas una vez por mes por denunciar al juez que no me tenía en
toma? Lo toma como que le están diciendo, “dale la transitoria a este chabón,
una vez por mes. Para afianzar vínculos familiares” (…) Y no podía ni lavar
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los platos. Que voy a ir a mi casa a comer, terminamos de comer y ya me
En este caso el juez le otorgó a Lupo, luego de que él hubiera apelado una
respuesta negativa a su pedido de obtener salidas transitorias, una cantidad muy baja de
horas, muchas menos que el mínimo de 12 horas mensuales que se estipula en la ley, y
bajo custodia, que es algo que muy rara vez se hace. Frente a la obligación de otorgar las
anterior, el juez buscó la forma de transformarlas en algo inútil como es una salida
mensual de cuatro horas, y con custodia. El juez, en su facultad de decidir sobre cómo se
aplican las normas a cada caso particular, tiene poder frente al detenido, y lo aplica de
Así, en las formas de encarar las relaciones con la justicia, además de una
búsqueda de los argumentos jurídicos mediante los cuales obtener beneficios y respuestas
positivas a solicitudes, los detenidos juegan tácticamente frente a actores que saben
poderosos. Evitan confrontarlos, parecer exigentes por demás, o generar que instancias
judiciales superiores los sancionen. Y los detenidos que sí encaran relaciones más duras
y también prolongadas en las disputas con sus tribunales suelen ser aquellos que tienen
conocimientos que les permiten suponer que esa decisión puede resultar exitosa a largo
plazo.
Pudimos observar algunos casos de detenidos que toman esta posición más
beligerante contra sus tribunales. Esto tiene consecuencias, como en el caso de Lupo que
coordinador del área de judiciales de la Unidad 9-, a quién, luego de haber enviado una
gran cantidad de escritos solicitando diversos pedidos que en todos los casos fueron
Este hecho comprueba al menos dos cuestiones importantes. Por un lado, sirve
como ejemplo de cómo los jueces, al igual que en el caso de Lupo, fuerzan al límite las
normas, o incluso se apartan de ellas, para ejercer su poder contra detenidos particulares
que los desafían. Y al mismo tiempo da cuenta de que los tribunales actúan según una
idea sobre cuán demandante es aceptable que sea un detenido en sus pedidos. Pasado
cierto límite, el detenido es catalogado como demandante o “quejoso” por pedir más que
tribunal se tornan más difíciles. Los detenidos comprenden este criterio de los tribunales,
y por esta razón en la mayor parte de los casos son prudentes en la cantidad y el tenor de
los escritos que hacen circular hacia sus tribunales, y en las formas y la insistencia con la
Sin embargo, y también conociendo esta realidad, algunos detenidos con más
recursos deciden tomar estas posiciones, sabiendo que los costos a pagar pueden
contrarrestarse con beneficios obtenidos, a la larga, a través de apelaciones cada vez más
Ocupémonos ahora de las distintas vías por las cuales los detenidos envían sus
escritos hacia las instancias judiciales. La vía de circulación prevista formalmente para
interno. El procurador, en cada unidad, recibe escritos -en pocos casos los realiza, pero
no en las unidades que investigamos- y los envía a las instancias de la justicia penal vía
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Sin embargo, esta vía oficial no es la que priorizan los detenidos. Enviar escritos
por medio del procurador y a través del correo interno, según sus consideraciones, sólo
es algo que hacen aquellos que no tienen otra opción. La vía elegida preferentemente para
sacar los escritos de las unidades es a través de personas que asisten a las visitas, ya sean
familiares propios o de otros detenidos que luego los acercan a sus familias. Luego un
familiar (en la gran mayoría de los casos la pareja o la madre del detenido) acerca el
Los detenidos elijen, siempre que pueden, una vía que es más costosa en términos
escrito a la justicia penal por el sistema de correo interno dispuesto para tal fin. Cabe
aclarar, además, que el correo interno, según testimonios de los detenidos, cumple su
función: los envíos no se pierden y llegan a destino a tiempo. Sin embargo, hay una fuerte
preferencia por presentar los escritos por vía de la familia, personalizando así el vínculo
con las instancias de la justicia penal. Estos vínculos entre detenidos y la justicia penal
Los detenidos rara vez tienen contacto cara a cara con las autoridades judiciales o con sus
principal es mostrar en los tribunales que el detenido tiene una familia que está
preocupada y lo acompaña y sostiene en su condena. Esto se relaciona con que uno de los
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familiares cercanos al detenido interesados por su situación. Así lo explica Oscar cuando
le preguntamos las ventajas de que familiares presenten los escritos en los tribunales:
Es una manera de que a tu familia la puedan ver los jueces que tienen
a cargo tu libertad. De repente los están viendo, va una persona bien vestida,
[…] Entonces el juez dice, “uy, mirá este infeliz, le doy el beneficio, sale,
trabaja con fulano, gana tanto, cría a su familia, no roba más, no mata más
(Entrevista a Oscar)
tribunales tiene otra ventaja. Esta sería, de alguna forma, la contracara de la “contención
familiar”, y tiene que ver con la posibilidad de que el familiar presione en el tribunal para
que el escrito sea tenido en cuenta. Si los detenidos eluden la despersonalización en sus
relaciones con la justicia y presentan a sus familiares en los tribunales para dar una imagen
de relación fluida y positiva con personas que actuarían de contención a la hora de recibir
un beneficio, estas personas a su vez pueden controlar más de cerca el accionar de jueces
resoluciones y atentos a las formas en que se procede. Los detenidos saben que no es igual
de sencillo para un tribunal obviar o dilatar la respuesta de un escrito que llega por correo
que hacerlo cuando un familiar que se presenta con el escrito en mano y se muestra
73
Esta personalización del vínculo con la justicia se sostiene en redes de relaciones
entre detenidos dentro de las cárceles vinculados principalmente con el momento de “la
visita”. Las relaciones con el exterior de la cárcel son centrales en la vida cotidiana en el
encierro porque son las vías de entrada de provisiones básicas necesarias en un contexto
que controlan las condenas de los detenidos están ubicados en el conurbano bonaerense,
y del mismo modo, la mayor parte de los detenidos provienen de esa zona de la provincia.
Además, dentro de la cárcel el lugar procedencia es un dato conocido por los demás
detenidos. Por lo tanto, los detenidos saben qué otros detenidos de la unidad son de sus
mismos barrios o cercanos a ellos, y suelen pedirse recíprocamente que por medio de sus
familiares -cuando estos los visitan en la cárcel- alcancen los escritos que necesitan
Esta es una práctica extendida en las unidades que analizamos y está inserta en los
desde la unidad hacia el exterior será devuelto con un intercambio de otro tipo de manera
diferida en el tiempo y no explícita. Además, en estos casos, la relación entre los dos
detenidos que provienen del mismo barrio es usualmente cercana por esa razón, ya que
Las acciones de los detenidos en las cárceles, cuando son organizadas por ellos
el régimen penitenciario institucional, y por ello desde algunos estudios han sido
(2007 y 2008) la hipótesis implica además que esas redes informales surgen ante la
ausencia o la falla de los mecanismos formales regulados por el estado, y por lo tanto
suelen presentar rasgos de inestabilidad y anomia. Así lo afirma Míguez: “En la ausencia
intereses de maneras diversas.” (2007: 43). A su vez, habla de la “existencia vacua de una
creemos que la cuestión presenta ciertas complejidades adicionales. Por un lado es cierto,
como quisimos demostrar, que los detenidos encaran de la forma en que lo hacen sus
relaciones con la justicia penal porque esa tarea no es realizada por los defensores
oficiales, que son quienes formalmente cargan con la responsabilidad de llevar adelante
esa tarea. En este sentido, los mecanismos ideados y sostenidos por los detenidos para
ejercer de forma efectiva su defensa desde la cárcel son redes informales que emergen
Sin embargo, al mismo tiempo, todo el sistema montado por los detenidos guarda
por los agentes penitenciarios que administran las cárceles y se destinan lugares
la escritura se realiza en otros lugares de la cárcel como los centros de estudiantes, entre
En estos casos, los detenidos reemplazan los procedimientos que ofrece el estado
no para evitarlo o esquivarlo sino para cumplir mejor una función cuyo centro es,
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justamente, activar el funcionamiento de burocracias judiciales que, desde ya, son
también parte del estado. Lo que hacen los detenidos no es reemplazar las relaciones
formales con el estado para resolver ellos mismos, informalmente, sus problemas (lo cual
en este caso sería imposible porque sus causas penales están indefectiblemente en manos
de agencias estatales); sino idear acciones para lograr que las agencias judiciales
resuelvan sobre sus causas. Buscan por sus propios medios que los tribunales resuelvan
ejercer la defensa en sus causas penales. Sus acciones se realizan, como en la definición
que hace De Certeau de las tácticas, en “el lugar del otro”, con su lenguaje y según sus
justicia, lo más probable es que salga de la cárcel cuando se agote totalmente su condena,
sin haber accedido ni a beneficios ni a la progresividad estipulados en las leyes que rigen
las penas a prisión. En este contexto, las acciones de los detenidos se orientan a lograr
obtener esta serie de derechos que se condicen con el objetivo de salir de la cárcel lo antes
permanente sobre los plazos en los que pueden solicitar beneficios, los detenidos están
exigiendo de las burocracias judiciales que actúen en lo que refiere a sus causas según sus
detenidos no les permite encarar sus relaciones con la justicia desde otro lugar, y en el
contexto en el que se encuentran, la forma más efectiva que tienen de actuar es expresando
sus demandas en el lenguaje experto del derecho penal para activar burocracias judiciales.
76
En este capítulo indagamos en cómo se estructuran las acciones de los detenidos
en sus relaciones con la justicia. Vimos cómo los circuitos de comunicaciones con las
burocracias judiciales llevan a los detenidos a buscar anticipar las reacciones de las
concentra en lugares específicos y se relaciona con una acumulación material por parte
A su vez, analizamos las lógicas que los detenidos despliegan frente a las
vínculos con los tribunales. Por último, nos concentramos en cómo las acciones de los
activarlas más que reemplazarlas o evitarlas. En este sentido, encontramos que estas
77
- CAPÍTULO 5 - Reflexiones finales
La intención de este trabajo fue analizar una serie de acciones que los detenidos
de dos cárceles bonaerenses realizan para relacionarse con la justicia penal. A partir de
allí, arribamos a una serie de conclusiones acerca de las formas en que los detenidos se
- Las relaciones con la justicia se concentran en ciertos detenidos que han acumulado los
conocimientos necesarios para producir escritos y conocen las tácticas para hacerlos
circular hacia la justicia con éxito. A su vez, el proceso sucede en lugares específicos
dentro de las cárceles, en donde se tienden a centralizar esas relaciones. Esos lugares son
- Los escritos son la vía central y más efectiva que utilizan los detenidos para relacionarse
con la justicia. Las tareas necesarias para su producción y circulación son parte de la vida
- Los detenidos se relacionan con la justicia mediante escritos con el fin de activar las
burocracias judiciales. Sus objetivos tienen que ver con que los tribunales resuelvan, de
acuerdo a las normas que rigen la ejecución de la pena, otorgar beneficios a los detenidos,
de encarar estas relaciones por sí mismos desde la cárcel, esos beneficios muy
- Las acciones de los detenidos en relación con la justicia penal son tácticas. Esto implica
que sus demandas, para influir en las burocracias judiciales, deben expresarse según las
reglas mismas del derecho. Las acciones de los detenidos para activar las burocracias
judiciales se mueven dentro de las lógicas de la justicia, y cuanto mejor las comprenden,
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- Las relaciones con la justicia que encaran los detenidos conforman un circuito, en donde
detenidos y las agencias judiciales. Frente a esta tendencia general, los detenidos buscan
personalizar esos vínculos, a través de sus familias, con el objetivo de ganar una cuota de
- Las redes desplegadas por los detenidos en sus relaciones con la justicia no conforman
sus demandas. Los detenidos usan tácticamente las burocracias estatales para lograr
preguntas que van más allá de los fines de este trabajo, y que podrán ser desarrolladas
rasgo característico de las formas de actuar de los sujetos en este tipo de instituciones.
Las acciones de los detenidos que analizamos son un claro emergente del campo, llaman
cotidianidad. Caimari (2012) y Salvatore (2010), como vimos, en sus estudios históricos
sugieren la existencia de este campo compuesto por las reacciones frente a la justicia de
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los sujetos sometidos a procesos penales. Goffman, en Internados, registró brevemente
este tipo de prácticas en una nota al pié: “Las peticiones en términos cuidadosamente
legales, redactadas por internos (…)” (1988: 103), aunque las atribuyó a una búsqueda de
los internos por demostrar tener la misma dignidad humana que el personal oficial. Lo
cierto es que pareciera que en toda institución de encierro perteneciente al sistema penal
los actores encausados y condenados encaran activamente relaciones con las burocracias
Otra cuestión que se deriva de las conclusiones a las que arribamos está vinculada
a las relaciones entre los detenidos y las burocracias judiciales. De algún modo, esta
relación habla de los modos en que se relacionan distintos actores subordinados con el
estado. Las acciones de los detenidos guardan relación con funcionamiento en la práctica
implica acciones que podríamos suponer en una primera mirada que son parte de lo que
acciones de sujetos que no son estrictamente agentes estatales, entonces la sociedad civil
puede que no sea tan independiente del estado como clásicamente se plantea, y viceversa.
Los casos que analizamos son una forma de indagar en la complejidad de esas relaciones.
Al mismo tiempo, resulta interesante observar cómo en los lugares donde ciertas capas
del estado fallan en sus funciones, los sujetos actúan para reemplazarlas y poder hacer
los detenidos no buscarían igualmente tener incidencia, iniciativa y cierta cuota de control
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sobre los procesos judiciales. En definitiva, si los detenidos reaccionan frente a las lógicas
burocráticas, para imponer lógicas propias, es esperable que lo hagan tanto en burocracias
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- BIBLIOGRAFÍA -
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