TECNOLOGÍA DE LA FABRICACIÓN TEMA 2

ANEXO II: ANÁLISIS DE COSTES EN

2
LOS PROCESOS DE FABRICACIÓN

2.1 Los Costes en el Proceso de Fabricación

La ingeniería, como ciencia aplicada, se encarga de la puesta en práctica de los conocimientos
existentes en un determinado campo teórico. De este modo, el saber acumulado en física, química,
matemáticas, etc. se acaba articulando en un destornillador, un robot médico, una presa, un barco o
un satélite artificial.
A la plasmación material de cualquier producto solamente se llega después de haber invertido
una serie de medios humanos y materiales. Como es lógico, el empleo de estos medios, bien sean
materias primas, adquisición o alquiler de maquinaria, empleo de mano de obra, etc. comportará
siempre la movilización de recursos económicos. Si como suele ser habitual, el producto se va a
comercializar a un determinado precio, el conocimiento y control de los costes en que se incurre es
determinante, teniendo en cuenta que el fabricante intentará obtener un beneficio que compense el
riesgo que se asume. Todo ello bajo la premisa de que usualmente los costes de fabricación son
previos al momento de la venta.
El proceso de consecución de un determinado producto no se limita al propio periodo de
fabricación. Es perfectamente conocido que a productos relativamente sencillos de fabricar
solamente se ha llegado después de haber invertido muchos esfuerzos en fase de investigación.
También sabemos que determinados fabricantes ofrecen un servicio post-venta o garantías que le
harán incurrir en una serie de gastos incluso una vez que han vendido el producto. Por lo tanto, a la
hora de estimar los gastos asociados a una determinada producción, es necesario tener en cuenta
todas las fases que conforman el ciclo de vida de un producto típico.

Figura 1. Ciclo de vida de un producto. (Fuente [1])

Otro factor a tener en cuenta es que los procesos de fabricación, salvo en muy contadas
ocasiones, no se producen de forma autónoma en el seno de una misma empresa. Lo más frecuente

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es que cualquier actividad productiva genere una serie de intercambios entre varias corporaciones,
de tal forma que el producto final de una empresa (ingreso) es un coste para otra (gasto). Por
ejemplo, un fabricante de materiales plásticos vende su producto a otro de faros de automóvil, el
cual a su vez lo vende al fabricante de vehículos que a su vez lo vende a un concesionario. Cada
uno de los fabricantes asumirá su propio coste de fabricación, en el que se incluirá el del suministro
del anterior y lo intentará vender al siguiente con la obtención de un beneficio.
La secuencia anterior es semejante en empresas comerciales y en empresas industriales. La
principal diferencia entre ambas es que mientras que la primera adquiere y vende los mismos
productos sin transformarlos (o muy poco), la empresa industrial adquiere un conjunto de materias
primas o componentes que transformará en un producto diferente.

2.2 Determinantes del Coste de Fabricación

Como se ha indicado en el apartado anterior, cualquier fabricante asume una serie de gastos que
posteriormente espera recuperar junto con un beneficio a través del precio de venta. Para asegurar la
obtención del beneficio y por lo tanto la viabilidad de la continuidad de la producción, caben dos
posibilidades:
a) Controlar el precio de venta, asegurando que éste siempre supere al de producción
b) Controlar los costes de producción, asegurando que nunca superen el precio de venta
La posibilidad de actuar sobre el precio de un producto dependerá, básicamente, del conjunto
oferta-demanda para ese bien, el cual será función de la cantidad de fabricantes del producto y del
número de adquirientes. Para este binomio existen esencialmente tres posibilidades:

1º.- Mercado Perfecto. El número de oferentes y demandantes es lo suficientemente

elevado de tal forma que ninguno de ellos tiene una posición dominante que le permita actuar sobre
los precios. Además, se tienen que dar las circunstancias de que la mercancía sea uniforme, que la
información de vendedores y compradores sea suficiente (mercado transparente) y libertad de
empresa.
En este caso la empresa no podrá decidir sobre el precio final de venta y tendrá que ajustar sus
costes bajo un determinado umbral que asegure su supervivencia.

2º.- Monopolio. Se denomina monopolio a la situación en la que un único vendedor atiende

toda la producción de un determinado producto. En este caso, mientras persista la demanda de ese
producto, el fabricante podrá regular su precio de venta, el cual podrá acomodarse a unos costes de
fabricación determinados.
Cabe reseñar que existe una situación simétrica llamada monopsonio en la que existe un único
comprador para el producto. En este caso, lógicamente, los fabricantes pierden casi toda la
posibilidad de fijar el precio dentro de unos umbrales determinados.

3º.- Oligopolio. En este caso, un número de empresas relativamente bajo controla una parte
significativa del mercado de un determinado producto. Otras características de este tipo de mercado
es que los bienes pueden ser homogéneos o diferenciados y existe algún tipo de restricción para que
nuevas empresas accedan al mismo.
Dentro de este tipo de mercado existen dos posibilidades:

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-Oligopolio coordinado, en el que las empresas tienen un cierto nivel de acuerdo para fijar
los precios. El caso más frecuente es el “cártel”, donde existe un organismo común que fija
producciones y precios, la “coalición”, donde no existe este organismo y los “precios directores”,
donde la empresa más potente marca los precios de referencia al resto.
-Oligopolio no coordinado, en el que no existen acuerdos entre empresas, las cuales se hacen
competencia entre ellas. La experiencia indica que cuando este fenómeno aparece, la tendencia a
coordinarse es importante.
En este caso, sin llegar a los extremos del monopolio, los fabricantes conservan cierta
posibilidad de actuar sobre los precios, sin que ello pueda significar la renuncia a un control
efectivo de costes.

2.3 Componentes del Coste de la Empresa

Los gastos que supone la fabricación de cualquier producto tienen una naturaleza muy variada.
De forma intuitiva, muy rápidamente, podemos pensar en el coste que supone el empleo de mano de
obra o las materias primas, pero la empresa incurre en muchos más gastos de muy diferente
naturaleza. En la mayoría de casos será preciso emplear maquinaria, la cual se utilizará durante un
tiempo más o menos prolongado y también será necesario abordar el gasto que supone la
construcción de las naves de fabricación o su alquiler. Por otro lado, no todo el personal de la
empresa está involucrado en el proceso de fabricación, tal y como ocurre con personal de oficinas,
seguridad, etc., pero sus retribuciones tendrán que obtenerse a partir del producto de las ventas de
fabricación.
Por todo ello, en general, la empresa tendrá unos ingresos bien determinados, procedentes de la
venta de un número reducido de productos, mientras que los gastos tendrán una procedencia muy
diversa. A efectos de su clasificación, los gastos se pueden incluir en alguno de los siguientes
grupos:
a) Costes Directos o de Fabricación (Cf). En este grupo se incluyen todos los
gastos derivados de la fabricación del producto.
b) Costes Indirectos o Gastos Generales (Ci). Serían el resto de gastos en que
incurre la empresa y que no pueden asignarse directamente al proceso de
fabricación.

Costes Directos o Costes de Fabricación

Los costes directos corresponden exclusivamente a los siguientes conceptos:
Materia Prima
Representa el coste de los materiales necesarios para la fabricación del producto. Hay que tener
en cuenta el coste completo del material, incluyendo costes de transporte, aranceles, etc. Su
expresión analítica es la siguiente:

Donde:
Qi = Cantidad de materia prima
Pi = Precio unitario de la materia prima

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Hay que tener en cuenta que el empleo de materias primas en muchas ocasiones da lugar a un
desperdicio de material que hay que añadir al coste o bien a una disminución de éste si es que tiene
un valor residual.

Mano de Obra Directa

Se trata del coste de los salarios del personal directamente involucrado en la fabricación del
producto. Para la obtención del coste de mano de obra es preciso conocer la cantidad de operarios
que intervienen en el proceso y el tiempo que emplean en la fabricación de cada unidad:

Donde:
toi = Tiempo en horas que emplea cada operario en la fabricación de cada unidad
Si = Coste horario de cada empleado (incluye todos los gastos como sueldo, seguridad social, etc.)
El cálculo del coste de la mano de obra no es tan sencillo como parece, ya que durante su
jornada de trabajo el operario tiene tiempos muertos y periodos de vacaciones que también hay que
repercutir en el precio. Otra forma de calcular el coste de la mano de obra, en el caso de que cada
operario participe en la fabricación de un único producto, sería dividiendo directamente el coste
anual de cada operario entre el número de unidades que fabrica.

Amortización de máquinas y equipos

Toda la maquinaria que se emplea en el proceso de fabricación tiene una duración limitada en
el tiempo, pasado el cual deberá ser reemplazada por otra. Por ello, durante su periodo de vida útil,
la empresa deberá reservar una parte de los ingresos obtenidos de la venta de los productos para
disponer de liquidez en el momento de la compra de la nueva máquina.
La duración de una máquina no suele traducirse en un número de años determinado, sino en un
número total de horas de funcionamiento. Por ello, para calcular la repercusión del coste de cada
máquina en cada una de las unidades que es capaz de fabricar, se emplea la siguiente expresión, en
la cual se tiene en cuenta el coste de oportunidad del dinero si la máquina se adquiere con fondos
propios o el interés bancario si se adquiere con un préstamo bancario.

Donde:
E = Coste de la máquina, incluidos el coste del transporte, instalación, mantenimiento, etc.
j = Coste de oportunidad del dinero (interés bancario por depósitos) si se adquiere con fondos
propios o del interés bancario si se adquiere con un préstamo
n = Número de años de vida útil del equipo
Ha = Número de horas anuales trabajadas por el equipo
V = Valor residual de la máquina al final de su vida útil
η = Rendimiento de la máquina. Representa el número de horas en las que la máquina está
funcionando pero sin producir

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El coste horario de la maquinaria finalmente se distribuirá entre el número de elementos que se

fabrican por cada máquina a la hora:

Donde:
tei = Tiempo en horas que emplea cada máquina en fabricar una unidad
Ai = Coste horario de amortización del equipo

A la hora de emplear la metodología de cálculo anterior hay que tener en cuenta la posibilidad
de que entre un factor inesperado en juego: la obsolescencia de la máquina. Como se ha indicado
anteriormente, la duración de la máquina suele traducirse en una serie de horas de funcionamiento
que, en un caso normal, puede asimilarse a un número de años. Pero, ¿qué ocurriría si cuando la
máquina se encuentra dentro de su periodo de vida útil un avance tecnológico hace que aparezca
otra máquina que reduce los costes de fabricación a la mitad y ésta es adquirida por la
competencia?. O, ¿qué ocurre si el producto que fabricamos deja de ser atractivo antes de que la
máquina sea amortizada?. Con esto solamente se pretende advertir de la importancia de hacer
planteamientos económicos realistas a la hora de planificar las actividades productivas y de los
riesgos que se asumen en cada caso.
Otro factor a tener en cuenta es el relativo al coste de la energía. Desde el punto de vista
teórico, sería un coste directo atribuible directamente al proceso de fabricación y así debe
considerarse cuando se conoce el consumo individualizado para cada máquina. En el caso de no
conocerse este consumo (contador único para toda la empresa), podrá ser integrado como un coste
indirecto o gasto general repercutible a todos los procesos productivos de la empresa.

Coste de herramientas
Dentro de este concepto se encuentran un conjunto de elementos fungibles que se deterioran
con el uso y que deben reponerse en periodos de vida relativamente cortos. Su coste también debe
repercutirse al precio final del producto:

Donde:
hi = Precio de la herramienta
thi = Tiempo en horas que se emplea la herramienta en el proceso
Ti = Vida útil de la herramienta

Coste de útiles especiales

Algunos procesos específicos emplean útiles especiales como moldes, matrices, etc. que no son
exactamente productos fungibles como los especificados en el apartado anterior. Como su coste
también debe ser repercutido al producto, se dividirá su coste entre el número de unidades en las
que se emplea:

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Donde:
Ui = Coste de cada útil empleado
Np = Número de unidades para las que se emplea el útil

El coste directo o coste de fabricación se obtiene de la suma de todos los conceptos

anteriores (hay que tener en cuenta que alguno de ellos puede que no participe en algún
proceso en concreto):

Costes Indirectos o Generales

Como se indicó anteriormente, además de los costes que se derivan del proceso de fabricación y
que han sido desgranados en el apartado anterior, es perfectamente conocido que la empresa tiene
otra serie de costes adicionales que han de ser recuperados a través de la venta de los productos
fabricados.
La estimación de este tipo de costes puede ser sencilla o complicada en función de lo compleja
que sea la estructura de la empresa. En el caso de una gran multinacional con centros de producción
en diversos países, importantes departamentos de ventas, de publicidad o de investigación, puede
ser muy complicado, mientras que en otros casos puede limitarse a la estimación del coste de
energía, alquiler, teléfono, material de imprenta y el sueldo de un empleado de oficina.
En cualquiera de los casos es de vital importancia que los gastos sean considerados en su total
magnitud, sin que ninguna partida que suponga un gasto para la empresa no haya sido tenida en
cuenta en el cómputo total. Un problema muy frecuente al que se enfrentan las empresas es el hecho
de que gran parte de estos gastos tienen muy poca elasticidad frente a la producción, de tal forma
que estos gastos fijos o prácticamente fijos pueden llegar a ser inasumibles en épocas en las que la
producción cae de forma significativa.
Dada la diferente naturaleza de los conceptos que forman los gastos generales de la empresa, no
existe una forma de cálculo tan directa como la de los gastos de fabricación. La única forma válida
para su estimación es mediante su contabilización directa y su asignación a cada unidad de producto
fabricado:

La tarea es más complicada si, como es habitual, la empresa fabrica más de un producto. Ello
obligará a repercutir un porcentaje de estos gastos comunes a cada uno de ellos de forma
individualizada. Para ello se suelen emplear dos métodos diferentes:
a) Asignar los gastos generales proporcionalmente a los costes de fabricación de cada
producto
b) Asignación específica si se conoce. Sería el caso del empleo de recursos de investigación
o de ventas específicos para un producto en concreto.

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No obstante lo anterior, es frecuente que a la hora de estimar la totalidad de costes indirectos

implicados en un proceso de fabricación se recurra a englobarlos en forma de porcentaje sobre los
costes de fabricación. Por ejemplo, en el caso de una empresa constructora típica este porcentaje
oscila entre el 10-20% del coste de ejecución de una obra.

2.4 Precio de venta del producto

En el marco de la economía de mercado y en el supuesto teórico de ausencia de subvenciones,
la supervivencia de la empresa se fundamenta en la obtención de unos ingresos que, al menos, sean
capaces de equilibrar la totalidad de los gastos anteriores (directos + indirectos). Por otro lado,
como se ha indicado, en la mayoría de los casos la empresa deberá anticipar una serie de gastos
ciertos que en un futuro espera recuperar mediante la venta de los productos. Como las ventas
prácticamente en ningún caso están garantizadas, cabe suponer que el inversor, además de recuperar
los capitales de que se ha desprendido, quiera obtener un beneficio que recompense su riesgo.
Por ello, el precio de venta del producto se suele estimar según la siguiente expresión:

Donde:
P = Precio de venta del producto
B = Beneficio esperado expresado en %
Ct = Coste total asociado al producto, obtenido según la expresión:

Donde:
Cf = Coste total de fabricación
Cg = Costes indirectos o Generales

2.5 Tiempo de fabricación

Como ha quedado de manifiesto, a la hora de estimar los costes directos asociados a un
determinado proceso de fabricación, particularmente los de mano de obra, maquinaria y
herramientas, un factor determinante es el tiempo empleado en la fabricación. El tiempo que se
invierte en la fabricación de una unidad de producto se denomina Tiempo Unitario de Fabricación.
A la hora de estimar el tiempo unitario de fabricación no solamente hay que considerar los
periodos de tiempo en los que se está llevando a cabo el proceso de transformación propiamente
dicho, sino también tiempos improductivos como los empleados en la preparación de las máquinas
o en efectuar determinadas maniobras. El tiempo unitario de fabricación se calculará según la
siguiente expresión:

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Donde:
tf = Tiempo unitario de fabricación
tp = Tiempo de preparación
tm = Tiempo de maniobra
tt = Tiempo de transformación

Hay que indicar que este tiempo de fabricación no corresponde exactamente con el toi (tiempo
que emplea cada operario en la fabricación de cada unidad) ya que en este último hay que incluir,
como ya se anticipó, el tiempo que el operario no está involucrado en la actividad de producción.
Como es lógico, el rendimiento económico de la empresa será mejor cuando ambos tiempos se
aproximen lo más posible.
Un planteamiento semejante es el que cabría realizar en lo relativo al coste de amortización de
la maquinaria. Una buena aproximación es la de asimilar el tiempo de transformación (tt) al tiempo
que la máquina está trabajando (tei), mientras que los tiempos de preparación (tp) y de maniobra (tm)
expresados en porcentaje sobre el anterior pueden asemejarse al rendimiento (η) indicado en la
expresión de la amortización de maquinaria.

2.6 Costes fijos y costes operativos

Sin necesidad de las exposiciones anteriores, de forma intuitiva, sería posible hacer una serie de
aproximaciones acerca de la optimización del proceso de fabricación. Por ejemplo, es fácil suponer
que dado que el coste horario de los operarios es fijo, el coste unitario de fabricación del producto
se minimizará cuando se reduzcan los tiempos en que el operario no está dedicado a la producción.
También cuando la maquinaria produzca una mayor cantidad de unidades por unidad de tiempo, ya
que su coste unitario depende únicamente de esta última variable.
Por lo tanto, un ejercicio interesante sería el derivado de conocer la expresión de los costes de
producción en función del tiempo empleado en fabricar cada unidad de un determinado producto.
Para ello partiremos de las expresiones desarrolladas a lo largo del tema:

Suponiendo el empleo de un único empleado, una única máquina, una única herramienta, un
único útil especial y una única materia prima, sustituimos en la fórmula anterior:

Si suponemos que el operario emplea todo su tiempo en producir (no hay tiempos muertos), que
los tiempos de preparación y maniobra son despreciables y que la herramienta trabaja durante todo
el proceso, entonces tendremos que:

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Sustituyendo en la fórmula anterior, observamos como claramente se identifican una serie de

términos donde no interviene el factor tiempo (materias primas y útiles especiales) y otros donde sí
interviene esta variable:

De este modo se obtiene que el coste de fabricación se puede agrupar en dos grandes conjuntos.
El primero de ellos son los denominados costes fijos, compuestos por el valor de las materias
primas y los útiles especiales y los costes operativos formados por el coste de la maquinaria, la
mano de obra y las herramientas.
La diferenciación entre los dos conceptos anteriores tiene una gran importancia desde el punto
de vista de la optimización de los procesos de producción. Si el porcentaje de costes fijos sobre los
costes de fabricación es elevado, los procesos serán difícilmente optimizables desde el punto de
vista económico, ya que, en general, es difícil influir sobre el precio de las materias primas. Todo lo
contrario ocurrirá cuando en el proceso de fabricación predominan los costes operativos. En este
caso, la introducción de mejoras en el proceso de producción, reduciendo los tiempos muertos de
maquinaria y operarios (mayor velocidad de producción) pueden suponer reducciones sustanciales
de los costes totales de fabricación.

2.7 Optimización del proceso de fabricación. Velocidad de fabricación

A partir de la expresión anterior podría pensarse que los costes podrían minimizarse tanto
como se quisiera mediante la reducción del tiempo de fabricación. Sin embargo, en la práctica esto
no es así, ya que el incremento de la velocidad de fabricación supone un aumento en el desgaste de
las herramientas. Dicho de otra forma, el tiempo de duración de la herramienta no será un valor fijo,
sino una función de la velocidad de fabricación, cuya expresión podría ser del siguiente tipo:

Donde:
Vp = Velocidad del proceso
K = Cte y n>1

A su vez, como es lógico, el tiempo de fabricación será inversamente proporcional a la

velocidad de proceso según una expresión del siguiente tipo:

Donde L = cte.

Si se sustituyen las expresiones anteriores en la ecuación de los costes de fabricación en

función del tiempo se obtiene lo siguiente:

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Si se observa la expresión anterior, se aprecia que hay un sumando inmune a la velocidad de

producción (costes fijos), otro representativo de los costes de maquinaria y mano de obra donde
velocidades de fabricación crecientes harían disminuir los costes de fabricación (velocidad en el
denominador) y otro relacionado con el desgaste de las herramientas, donde velocidades mayores
redundarían en un incremento de costes.
En función del valor de todas las constantes implicadas, la expresión anterior tendría un
mínimo que se obtendría derivando la ecuación frente a la velocidad de fabricación (vp) y
obteniendo el mínimo:

Independientemente de los valores de las constantes, la mejor forma de analizar el resultado

que se obtiene de la operación anterior es el que se refleja en la siguiente gráfica:

Figura 2. Ciclo de vida de un producto. (Fuente [2])

2.8 Bibliografía
[1] Espinosa, M.M. Introducción a los Procesos de Fabricación. 2000. 1ª Edición, Universidad
Nacional de Educación a Distancia (UNED), Madrid (España).
[2] Miguélez, H., Cantero, J.L, Canteli, J.A y Filippone, J.G. 2005. Problemas Resueltos de
Tecnología de Fabricación. 1ª Edición, Thomson Editores Spain, Madrid (España).

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