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Preliminares. Módulo 1: Estructuras algebraicas - Tema 1: Conjuntos numéricos.

Conjuntos numéricos.
En esta clase se analizaron algunos conjuntos numéricos, desde N hasta R y algunas propiedades que tienen las
operaciones definidas en éstos.
Introducción. El álgebra es el área de las matemáticas que da cuenta de las propiedades y operaciones que pueden
realizarse entre objetos matemáticos. Debido a esto, el claro que su naturaleza es abstracta; en otras palabras, los ob-
jetos que se describen en cálculo (derivada, integral, etc) están relacionados con nociones físicas (velocidad, área) y por
tanto, tangibles mientras que el álgebra estudia propiedades de objetos que no necesariamente tienen una representación
física. Pensemos en que durante este curso, deduciremos propiedades (matemáticas) de objetos de múltiples dimensiones,
independientemente de su existencia física, y las operaciones que pueden hacerse con ellos. Durante este curso se hablará
sobre matrices, que claramente no tienen representación física, pero que, bajo ciertas condiciones, podemos hacer girar
un vector (y por tanto, todo un conjunto de puntos en el plano o el espacio) un cierto ángulo, o comprimirlo o estirarlo,
al multiplicar dicho vector por una matriz. Esta aplicación aparentemente trivial se encuentra comunmente en software
que permita manipular una imagen, dado que ésta no es más que una matriz de puntos (pixeles) y en ella participan los
conceptos de matriz, transformación lineal y producto de matrices . En esta parte haremos un repaso de algunos
conceptos básicos que aparecerán frecuentemente a lo largo del curso.
Desde los primeros cursos de matemáticas hemos trabajado con números. La necesidad de contar y medir hizo surgir a
la numeración. Cuando el ser humano tuvo la capacidad de abstracción, fue posible la aparición del cero como instrumento
para representar la ausencia de algun objeto. Posteriormente aparecieron los números negativos, que se utilizaban en el
comercio para representar una deuda. Como puede verse, los números naturales y enteros han surgido impulsados por
la actividad humana. Por otro lado, los números racionales nacieron del problema de medir longitudes. Para medir la
longitud de un segmento se le aplica a éste una cierta unidad de longitud y se calcula cuantas veces es posible repetir esta
operación. En general, la medición de cualquier magnitud sigue siendo este mismo esquema, que utilizamos por ejemplo
al medir el volumen de un líquido en un recipiente graduado o al medir el tiempo contando el número de oscilaciones de
un péndulo. Pero el proceso de medida generalmente ocurre que la unidad elegida no está contenida un número entero
de veces en la magnitud a medir. Por lo que el simple cálculo del número de unidades no es suficiente. Surge entonces
la necesidad de fraccionar la unidad de medida para poder expresar la magnitud con mayor exactitud en partes de la
unidad: esto es no mediante números enteros sino por medio de fracciones, es así como surgen los números racionales:
de la división y comparación de las magnitudes continuas. Las primeras magnitudes que se midieron fueron de carácter
geométrico: longitudes, superficies de la labranza y volúmenes de líquidos o de materiales desmenuzables. Poder dividir
magnitudes y tener un conjunto de números para representar estas cantidades fue un gran salto en las matemáticas y
significó un avance impulsor del comercio.
Sin embargo, con respecto al problema de la medición de magnitudes, la aparición de las fracciones sólo fue la primera
etapa. La siguiente fue el descubrimiento de longitudes “inconmensurables”. Al principio la gente sencillamente no pensó
en la cuestión de si todo segmento podía ser expresado por medio de una fracción. Si al dividir o medir un segmento
se llegaba a partes muy pequeñas, éstas se desechaban sin más; en la práctica, no tenia sentido hablar de una precisión
infinita en el proceso de medida. Del teorema de Pitágoras se sigue que existen segmentos cuya longitud no puede ser
representada por números racionales.
√ Por ejemplo, si consideramos un
√ cuadrado cuyos lados son de longitud 1 entonces la
longitud de la diagonal mide 2 √y puede probarse fácilmente que 2 no es un número racional; esto es, que no existen
dos enteros p y q tales que pq = 2. Podríamos imaginarnos la gran impresión que produjo a los científicos griegos este
descubrimiento. En nuestros días, acostumbrados como estamos a los números irracionales y operando cómodamente con
raíces cuadradas, la existencia de magnitudes “inconmensurables” no nos preocupa. Pero en el siglo V a.C. el descubrimiento
de tales magnitudes tuvo un aspecto completamente diferente para los griegos. Los√números√ √ que no se pueden expresar
como el cociente de dos enteros se dicen irracionales (por ejemplo los números π, e, 2, 3, 5, etc.).
Conjuntos numéricos Estos conjuntos numéricos que hemos mencionado brevemente tienen sus características propias
que buscaremos describir al menos superficialmente y propondremos las notaciones y terminologías con que se referirán
a tales números. Como se ha dicho, los números surgen como las primeras herramientas matemáticas del ser humano
primitivo que le permitieron contar y con ello poder medir y predecir los fenómenos naturales que regían su vida y su
sobrevivencia. A partir de esa necesidad de contar las cosas que había en la naturaleza es que surgen los números
naturales . Se denotan con la letra N y se definen como
N := {1, 2, 3, . . .}

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La evolución de este conjunto numérico hasta la definición rigurosa con que se cuenta actualmente da cuenta de un proceso
muy largo de crecimiento y maduración de conceptos y métodos matemáticos a lo largo del tiempo y contextos geográficos;
hasta los trabajos de G. Peano, un matemático italiano que a finales del siglo XIX (en 1889, para ser precisos) publicó un
tratado sobre los naturales titulado Aritmetices principia, nova methodo exposita 1 . El trabajo de Peano se ha utilizado
con pocas variaciones a una gran rama de las matemáticas conocida como teoría de números. Cabe señalar que en algunos
contextos el conjunto de los naturales considera al 0 y en algunos otros no.
Los números enteros son un conjunto que permite definir operaciones que no existirían en los naturales, como la
resta. Se denotan con la letra Z e incluyen a los números naturales, sus negativos y al 0. Se definen como
Z = {. . . , −2, −1, 0, 1, 2, . . .}
Es claro que N ⊂ Z; de hecho, el conjunto de los naturales suele representarse con Z+ .
Del problema de medir longitudes surgen los números racionales. Tómese en cuenta que para medir un segmento,
se establece primero una unidad de longitud y se calcula cuántas veces es posible repetir esta operación. En general, la
medición de cualquier magnitud sigue este mismo esquema; ya sea para medir el volumen de un líquido en un recipiente
graduado o el tiempo contando el número de oscilaciones de un péndulo. Pero frecuentemente ocurre que la magnitud
a medir no está representada por un número entero de la unidad elegida y surge la necesidad de dividir la unidad de
medida para poder expresar la magnitud con mayor exactitud en partes de la unidad por medio de fracciones de enteros.
Los números racionales son todos aquellos que pueden expresarse como un cociente de números enteros en donde el
denominador debe ser diferente de 0. Están representados por la letra Q, y formalmente se definen como
p
Q = {x : x = : p, q ∈ Z, q 6= 0}
q
Dado que todo entero se puede expresar como una fracción con denominador 1, tenemos que Z ⊂ Q.
Ahora bien, en la práctica no tiene sentido hablar de una precisión infinita; en el proceso de medida, si al dividir o
medir un segmento se llega a partes muy pequeñas, éstas se desechan sin más; sin embargo en un análisis más teórico
se dio el descubrimiento de longitudes “inconmensurables” al surgir la pregunta ¿todo segmento podía ser expresado por
medio de una fracción? Del teorema de Pitágoras se sigue que existen segmentos cuya longitud no puede ser representada
por números racionales. Un ejemplo
√ claro ocurre si consideramos un cuadrado cuyos lados son de longitud 1; entonces la
longitud de la diagonal mide 2 y puede probarse fácilmente que éste número no puede representarse como una fracción
de enteros. Este descubrimiento produjo gran impresión a los matemáticos del siglo V a.C. Los números que√no √pueden √
expresarse como el cociente de dos enteros se llaman números irracionales (por ejemplo los números π, e, 2, 3, 5,
etc.), se representan con la letra I y por definición, I = Qc , es decir, son el complemento de Q. Esto implica que
p
I = {x : x 6= : p, q ∈ Z, q 6= 0}
q
Dado que Qc = I, son conjuntos ajenos: Q ∩ I = ∅. Este concepto fue una aportación de los matemáticos orientales muy
posterior a los griegos.
Los números reales es el conjunto formado por la unión de los racionales y los irracionales y se representan por la
letra R(R = Q ∪ I). Una definición rigurosa de ha sido dada apenas recientemente, en los años setenta del siglo XIX (en
los trabajos de matemáticos como Weierstrass, Dedekind y Cantor). El hecho de que tuviese que transcurrir un periodo
tan largo de tiempo después de ser establecida la teoría de los números racionales muestra lo difícil que es descubrir
conceptos abstractos y darles una formulación exacta. Como este conjunto R es el ambiente en el que desarrollaremos toda
la teoría del cálculo, conocer sus propiedades es de la suma importancia. Estas propiedades pueden resumirse en algunas
afirmaciones básicas (llamadas axiomas) de las cuales se deducen todas las demás características de R. Los números reales
pueden representarse con una línea recta que, por convención, tiene su punto medio en 0 y se extiende a ±∞, conocida
como la recta real. No perdamos de vista que
N⊂Z⊂Q∪I=R

Propiedades de las operaciones. Las propiedades de las operaciones juegan un rol central, pues dan lugar a estruc-
turas algebraicas , que son el objeto principal de estudio del álgebra abstracta. Es así que las operaciones que podemos
hacer en algún conjunto tienen propiedades que no necesariamente se cumplen en otro conjunto (o cambiamos la definición
de la operación ). Algunas de estas propiedades son sencillas de explicar; por ejemplo:
1 Una copia de este documento puede encontrarse en línea en la dirección Aritmetices principia, nova methodo exposita

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Una operación cerrada entre elementos de algún conjunto implica que el resultado es un objeto del mismo conjunto.
Así, por ejemplo, la suma en N es cerrada, dado que siempre que se sumen dos números naturales, el resultado es un
número natural. Igualmente la suma es cerrada en el conjunto de números enteros pares, pero no lo es en los impares:
Los números 3 y 5 son impares, pero su suma 3 + 5 = 8 es un número que no es impar. Este es un contraejemplo :
es una caso particular que muestra que una afirmación es falsa.
Una operación conmutativa es aquella en la que el orden en que aparecen los elementos no altera el resultado.
La suma y la multiplicación entre números son conmutativas:
a+b=b+a y ab = ba
pero la división y la resta no lo son:
a b
a − b 6= b − a y b
6=
a
Una operación asociativa entre tres o más elementos de un conjunto permite elegir qué elementos tomar pri-
mero y cuáles después. Se supone que una operación se hace siempre entre parejas de elementos. Por ejemplo, la
multiplicación en R es asociativa, dado que
a(bc) = (ab)c

Una operación distributiva respecto a otra cuando puede aplicarse a una suma de elementos y obtener el mismo
resultado que si se aplicara primero a cada elemento por separado, Por ejemplo, el producto es distributivo respecto
a la suma, dado que
a(b + c) = ab + ac
mientras que la potencia no lo es, porque
(a + b)c 6= ac + bc

Según la forma en que se definen las operaciones, pueden surgir elementos notables. Por ejemplo, cuando definimos
en R la operación suma, surge un elemento que tiene la propiedad de neutralidad bajo esta operación; es decir,
supongamos que a ∈ R. Sabemos que en R existe un número (llamémosle x) tal que a + x = a. Este elemento x se
llama neutro aditivo y se simboliza con 0. Toma en cuenta que este elemento no existe en todos los conjuntos:
a pesar de que la operación suma está definida en N y Z (prácticamente de la misma forma), en N no existe este
elemento, mientras que sí existe en Z. A esta propiedad, (la existencia del elemento neutro) también se le conoce
como propiedad modular. De igual modo, en R existe un elemento neutro para la operación multiplicación que
tiene una propiedad similar: si a ∈ R, entonces existe un número x con la propiedad de ax = a. Desde luego, sabemos
que x = 1, siendo este el elemento neutro multiplicativo . Es decir, la operación multiplicación también tiene la
propiedad modular.
Finalemente, pueden existir elementos inversos para las operaciones; es decir, si consideramos a R, para cualquier
elemento de este conjunto, por ejemplo, el número a, existe un número (representado por −a) con la propiedad
a+(−a) = 0. Es decir, para un número arbitrario cualquiera, si sumamos el inverso aditivo , obtenemos el elemento
neutro aditivo. Algo similar ocurre con la multiplicación: supongamos que se tiene un elemento a cualquiera; si existe
un número (simbolicémoslo como a−1 ) que cumple aa−1 = 1, entonces recibe el nombre de inverso multiplicativo.
Al elemento inverso, también se le llama elemento simétrico de la operación. Cabe resaltar que el hecho de que
exista un elemento inverso o simétrico implica que existe un elemento neutro o modular.
Así pues, la importancia de las propiedades de una operación se debe a que dan lugar a un objeto matemático interesante:
un conjunto en el que se ha definido al menos una operación se llama estructura algebraica . De hecho, en la matemática
moderna se le llama álgebra a la rama que se dedica al estudio de las estructuras algebraicas. Una estructura importante
es la que recibe el nombre de cuerpo o campo , entendida como un conjunto (normalmente representado con la letra K
o K), en el cual se han definido dos operaciones que nombraremos para nuestros fines como suma (simbolizada con +) y
multiplicación (simbolizada con ·). Estas operaciones tienen las siguientes propiedades:
Suma
• Cerradura: para todas x, y ∈ K , (x + y) ∈ K .
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• Asociatividad: para todas x, y, z ∈ K , se tiene que (x + y) + z = x + (y + z).


• Modular: Existe un elemento para esta operación (neutro aditivo): ∃0 ∈ K tal que ∀x ∈ K, x+0 = 0+x =
x.
• Elemento simétrico: El conjunto K , además de contener al elemento neutro 0, contiene un elemento −x para
todo x ∈ K tal que x + (−x) = 0.
• Conmutatividad: para a, b ∈ K , se tiene que a + b = b + a.
Multiplicación
• Cerradura: para todas x, y ∈ K , (x · y) ∈ K .
• Asociatividad: para todas x, y, z ∈ K , se tiene que (x · y) · z = x · (y · z).
• Modular: Existe un elemento para esta operación (neutro aditivo): ∃1 ∈ K tal que ∀x ∈ K, x·1 = 1·x = x.
• Elemento simétrico: El conjunto K , además de contener al elemento neutro 1, contiene un elemento x−1
para todo x ∈ K tal que x · (x−1 ) = 1 (excepto para x = 0, el neutro de la suma).
• Distributividad de la multiplicación respecto a la suma: La multiplicación es distributiva respecto a la suma,
es decir, para todo x, y, z ∈ K , se tiene que x · (y + z) = x · y + x · z
Es claro entonces que las operaciones suma y producto que conocemos en R tienen esas propiedades :

(+) (·)
1. Cerradura ∀a, b ∈ R a+b∈R a ·b ∈ R
2. Asociatividad ∀a, b, c ∈ R se cumple que a + (b + c) = (a + b) + c
3. Conmutatividad ∀a, b ∈ R se cumple que a+b=b+a
∃0 ∈ R tal que
4. Elemento neutro a + 0 = 0 + a = a∀a ∈ R
∃1 ∈ R tal que
a·1 = 1·a = a∀a ∈ R
5. Elemento inverso ∀a ∈ R se cumple que ∀a ∈ R, ∃ − a ∈ R tal que ∀a ∈ R, ∃a−1 ∈ R tal que
a + (−a) = 0
a·a−1 = 1
6. Distributividad de (·) ∀a, b, c ∈ R se cumple que a·(b + c) = (a·b) + (a·c)
respecto a (+).

Esto es la base para demostrar todas las propiedades que usamos normalmente en álgebra, como las leyes de la cancelación,
el producto de dos números es cero si y sólo si uno de ellos es cero, todo número por cero es igual a cero, las leyes de
los signos, etc. A partir de las operaciones de suma y producto, se pueden definir la resta y la división. En efecto, basta
definir a − b como a + (−b) y ab como a · (b−1 ) con b 6= 0.
Relación de orden en R. Además, está definida en R una relación de orden total llamada “menor o igual que” por lo
que se cumplen las siguientes propiedades de orden :

1. Reflexividad ∀a ∈ R a≤a
2. Antisimetría ∀a, b ∈ R se cumple que si a ≤ b y b ≤ a entonces
a=b
3. Transitividad ∀a, b, c ∈ Rse cumple que si a ≤ b y b ≤ c entonces
a≤c
∀a, b ∈ R se cumple a<b
4. Tricotomía exactamente una de las a>b
siguientes afirmaciones: a=b

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Cuadro 2: Propiedades de orden de los reales

Dada esta relación de orden entre los elementos de R, se afirma también que este conjunto tiene la propiedad de densidad ;
esto es, que dados a, b ∈ R si a ≤ b entonces existe al menos un elemento x ∈ R tal que a ≤ x y a su vez x ≤ b. Esta
propiedad es consecuencia directa de la definición de número real, el cual fue creado pensando en la necesidad de tener
nú́meros “suficientes” para explicar el mundo real. De hecho, el matemático alemán Georg Cantor demostró que R es un
conjunto infinito no numerable, lo que quiere decir que la cantidad de números reales es tan inmensamente grande que
no se puede contar. Esto tiene como consecuencia hechos tan sorprendentes que es difícil imaginarlo si lo dejamos a la
intuición. Por ejemplo, es verdad que la cantidad de números reales que hay entre el 0 y el 1 es tan grande como la cantidad
de números que hay desde −∞ hasta ∞.

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Problemas resueltos en clase


1. Consideremos el conjunto L definido por
L = {l : l es un libro de ejercicios de álgebra lineal}
y definamos para este conjunto la igualdad de libros:

Definición. Dos libros l1 y l2 del conjunto L se considerarán iguales si contienen los mismos ejercicios de álgebra lineal
(sin importar el orden en que éstos aparezcan).
De este modo, podemos comparar dos elementos de este conjunto simplemente analizando sus contenidos. Ahora,
para este conjunto, definamos la operación suma de libros:

Definición. Sean l1 y l2 dos elementos del conjunto L. Definimos la suma (+)


l1 + l2

como el libro de ejercicios de álgebra lineal que resulta al añadir el contenido del libro l1 al del libro l2 .
¿Qué propiedad o propiedades tiene la operación suma (+)?
Solución.
a ) Por cómo hemos definido la suma (+) en este conjunto, es muy claro que el resultado de hacer l1 + l2 da como
resultado un nuevo libro de ejercicios de álgebra lineal, por lo que es cerrada .
b ) Con base en la definición de igualdad de este conjunto, podemos darnos cuenta de que si añadimos el contenido
de l1 a l2 , obtendríamos un libro que sería considerado igual al que resultaría si añadimos los ejercicios del libro
l2 al libro l1 . Dicho de otro modo, la operación suma (+) cumple la propiedad

l1 + l2 = l2 + l1

por lo que la suma (+) es conmutativa .


c ) Si tomamos tres libros de este conjunto, l1 , l2 y l3 y componemos un nuevo libro con los problemas de cada
uno de ellos, no importa cuáles problemas tomemos primero, cuáles después y cuáles al final; es decir,
(l1 + l2 ) + l3 = l1 + (l2 + l3 )

por lo que la suma (+) es asociativa .


2. Para el conjunto L, la igualdad y la suma (+) definidas como en el problema anterior, ¿existirá un elemento neutro
aditivo ?
Solución. Lo que se pregunta es ¿existirá en L algún libro de ejercicios de álgebra lineal (llamémoslo l′ ) tal que, para
un libro cualquiera l,
l + l′ = l
y que además, l′ ∈ L? Es claro que no. En todo caso, por como hemos definido la suma (+), el candidato ideal
al neutro aditivo l′ sería un libro sin ejercicios de álgebra lineal, ya que sólo así se obtendría el mismo libro l al
sumarlo con l′ . Pero si l′ es un libro sin ejercicios de álgebra lineal, entonces no puede pertenecer al conjunto L, por
lo que dicho libro, el neutro aditivo, no existe en el conjunto. Como puede verse, la libertad que tenemos para
formar conjuntos de objetos en general y definir operaciones para sus elementos. Según las características de dichos
elementos y también de cómo decidamos definir las operaciones, éstas pueden presentar o no algunas propiedades.
Así, hemos visto que para el conjunto L de libros con ejercicios de álgebra lineal, la operación suma que definimos
cumple con algunas propiedades (asociatividad y conmutatividad) pero incumple con algunas otras (existencia de
elemento neutro e inverso).
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3. Para el conjunto L definido como


L = {x : x es un conjunto de hojas empastadas}
y la igualdad y la suma (+) definidas como en el problema anterior, ¿existirá un elemento neutro aditivo ?
Solución. La definición del conjunto L abre la posibilidad de que este conjunto contenga un libro en blanco por lo
que cabe la posibilidad de que exista un elemento neutro aditivo.

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Problemas de tarea.
1. Consideremos el conjunto L definido por
L = {l : l es un libro de ejercicios de álgebra lineal}
y definamos para este conjunto la igualdad de libros:

Definición. Dos libros l1 y l2 del conjunto L se considerarán iguales si contienen los mismos ejercicios de álgebra lineal
en el mismo orden.
Ahora, para los elementos de este conjunto, definamos la operación suma de libros:

Definición. Sean l1 y l2 dos elementos del conjunto L. Definimos la suma


l1 + l2

como el libro de ejercicios de álgebra lineal que resulta al añadir el contenido del libro l1 al final del libro l2 .
¿cuáles propiedades tiene la operación suma(+) y cuáles no?
Solución.

8 MDM. Ramón Torres - Alonso.

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