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Hechos 23:1-35
Tras enterarse de que Pablo era ciudadano romano, el capitán ahora tenía dos
problemas graves que resolver. Primero, necesitaba hacer saber al preso cuáles
eran las acusaciones oficiales en su contra, puesto que Pablo tenía ese derecho
como ciudadano romano. Segundo, también necesitaba alguna acusación oficial
para anotar en sus registros para informar a sus superiores. Estaba seguro de que
Pablo había hecho algo notorio, de otra manera, ¿por qué tantos querían matarlo?
Sin embargo, nadie parecía saber cuáles eran sus delitos.
Lo lógico era dejar que el propio pueblo de Pablo lo juzgara, así que, el capitán
hizo arreglos para una reunión especial con el concilio judío (Sanedrín). Este
grupo se componía de setenta (o setenta y uno) de los principales maestros
judíos, y el sumo sacerdote lo presidía. Era su responsabilidad interpretar y aplicar
la ley sagrada de los judíos a los asuntos de la nación, y juzgar a los que violaban
esa ley. Los romanos le habían dado a ese concilio permiso de imponer la pena
capital cuando la ofensa lo mereciera.
El capitán y su guardia llevaron a Pablo a la cámara del concilio y se hicieron a un
lado para observar el proceso. Sabiendo cómo los judíos habían tratado al apóstol
en el templo, Claudio se quedó allí en guardia para que no atacaran ni mataran al
preso. Ningún soldado romano podía darse el lujo de perder a un preso, porque
era lo mismo que perder su propia vida. La pérdida de un preso contra el cual los
cargos eran nebulosos sería especialmente bochornosa para cualquier oficial
romano.
La situación de Pablo se asemeja mucho a la de otro hombre de Dios: David.
A él también lo trataron injustamente y conspiraron en su contra, sólo para
experimentar una y otra vez la liberación providencial de Dios. Así como Pablo,
David tuvo que pasar mucho tiempo en angustia y desesperación, incluso estuvo
en riesgo su vida:
- David fue ungido como rey en lugar de Saúl.
- David comenzó a ganar fama luego de matar el gigante Goliat.
- Saúl comenzó a envidiar a David porque el joven comenzó a tener más
fama que él.
- Y durante el resto de su vida, Saúl trataría de asesinar a David, pero sin
éxito.
- Aun así, lo desterró, y no dejó vivir a David en el palacio.
- Con todo esto, David fue fiel a Saúl y a Dios y experimentó la protección
divina.
- Así como Pablo muchas veces estuvo angustiado en la celda, David
también lo estuvo y compuso el Salmo 56.
Este pasaje narrativo no contiene verdades doctrinales o exhortaciones prácticas,
sino que simplemente relata un suceso en la vida de Pablo. Aquí vemos la
providencia de Dios actuando
¿Qué es la providencia de Dios? Es el soberano control de Dios, y el
ordenamiento de las circunstancias naturales a fin de lograr su voluntad.
¿Cómo podemos ver la providencia de Dios y la protección que él brindó a Pablo
en tiempos de dificultad?
1. Dios permite que enfrentemos dificultades. (vv.1-10, 12-15)