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Seamos buen@s Anexo 1

Catequistas.

Objetivo: Trabajar el tema de la bondad como imagen y semejanza heredada de Dios y rechazar la
complicidad con todo lo que hace daño.

En la ficha número 1 del primer año vimos y trabajamos el tema de la creación. En el mismo texto
pudimos descubrir que el Dios de la Biblia es un Dios BUENO Y COMPASIVO. Que crea el
mundo y las personas por amor. De hecho, la creación y los seres humanos se parecen a él, sobre
todo cuando pueden vivir juntos en armonía y justicia. El libro del Génesis nos va diciendo que lo
creado era “bueno” y “muy bueno” (Gn 1,4.10.12.18.21. 31). La biblia y la Iglesia han defendido
esta idea de que el ser humano es bueno… como Dios que nos creó.
Pero entonces surge la realidad y la historia humana que está llena de situaciones de violencia,
traiciones, guerras, muertes, egoísmos de todas las calañas y sabores.
¿De dónde viene todo esto, si Dios hizo todo bien?

EN LA NARRACION DE NOÉ SE NOS ENSEÑA LA


EXTENSIÓN DEL PECADO, PERO SE ANUNCIA LA
SALVACIÓN QUE DIOS VA A REALIZAR POR
JESUCRISTO EN SU IGLESIA.

(Gen 6, 9).
Esta es la historia de Noé: Noé fue el varón más justo y cabal de su tiempo. Noé andaba con Dios.
10 Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. v11 La tierra estaba corrompida en la presencia de
Dios: la tierra se llenó de violencias. 12 Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque
toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido
acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí
que voy a exterminarlos de la tierra. 7, 5 Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado el Señor. 6
Noé era muy anciano cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra. 7 Noé entró en el arca, y
con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio. 7, 17 El
diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de
encima de la tierra. 18 Subió el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la tierra, mientras el arca
flotaba sobre la superficie de las aguas. 19 Subió el nivel de las aguas mucho, muchísimo sobre la
tierra, y quedaron cubiertos los montes más altos que hay debajo del cielo. , 6 Al cabo de cuarenta
días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca, 7 y soltó al cuervo, el cual estuvo saliendo y
retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra.
Este texto y el del Gen 3 de Caín y Abel que trabajamos nos ayudan a descubrir al mal como un
misterio que surge dentro del proyecto de Dios para su creación. (Pueden leer el Catic, catecismo de
la Iglesia católica, número 299 y los números 2850 al 2854).
En la antigüedad había grupos de personas, intelectuales que fueron pensando en el tema del bien y
del mal y muchos de sus planteos llegan hasta nuestros días. Los conocemos y los repetimos a
diario, pero sin saber de dónde vienen.
Unos decían que había dos dioses, uno bueno y uno malo. Por supuesto uno creó a los buenos y el
otro a los malos. Como las personas vivían juntas resulta que unas eran dañinas y otras soportaban
los daños. Pero en definitiva ni una ni otra tenía responsabilidades porque culpaban a los dioses de
manejar los destinos de la gente y de los pueblos. Lo que se podía a hacer era tratar de mantenerlos
tranquilos y contentos con ofrendas de todo tipo.
En el siglo IV vive San Agustín, nacido en una ciudad de África llamada Tagaste. Conoció a un
grupo religioso de esa época que seguían a un líder llamado Manes. Los seguidores eran llamados
maniqueos. Los maniqueos le enseñaron a Agustín su teoría del bien y del mal como está más
arriba. Hoy se diría de Dios y del Diablo como si fueran iguales. Pero después conoció a un obispo
en la ciudad de Milán que lo educó en la fe, es decir le enseño catequesis y Agustín descubrió al
Dios bueno de la Biblia. Ahí comprendió que el mal es AUSENCIA DE BIEN. Es ausencia de
Dios, del Dios del MOR. Escribió que había cuatro planos de lo que experimentamos como el mal:
El mal físico: Las enfermedades, los dolores y la corrupción física junto a la muerte.
El cosmos: No tiene mal.
El mal moral: Es una desviación de la persona del camino humano buscando egoístamente su
propio beneficio.
El pecado: El ser humano fue creado bueno, pero La voluntad humana está dañada. Tiene una
herida esencial, es un impulso de egolatría. Quiere hacer el bien, pero erra. Quiere ser feliz, pero se
equivoca una y mil veces.
Jesús nos muestra el camino del bien.
El Padrenuestro y el Sermón de la montaña nos muestran el Camino.
Soy parte de un mundo… cuando yo cambio y mejoro, el mundo es mejor.
Soy parte de una sociedad… cuando me comporto bondadosamente, ella es mejor.
Soy parte de una familia… cuando soy bueno en ella, las familias del mundo, son buenas.
Soy parte del Reino, cuando soy buen@, El Reino de Dios llega a donde voy.

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