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Por poco Me Persuades a Ser Cristiano

 Definitivamente Pablo era objeto de gran interés de parte de las autoridades con las
que se relacionaba. Algunos tenían el deseo de matarlo, mientras que otros querían
oírle. Hechos 25:13-27; 26:24-32
INTRODUCCIÓN
 El adverbio de cantidad “por poco” es muy usado para mostrar la frustración de no haber
alcanzado algo, o también la satisfacción de que algo no haya sucedido.
 Es por eso que a veces usted puede oír: “Por poco me dan el trabajo”. Pero el asunto es
que no lo consiguió.
 Otros dicen: “Por poco nos casamos”. Pero la verdad es que no se casaron.
 El que busca dinero sin mucho esfuerzo, dice: “Por poco me gané la lotería”. Pero
resulta que el número se lo sacó otra persona.
 Y qué hay de aquellos que dicen: “Por poco tuve un accidente”. Qué bueno que no lo
tuvo.
 Algunos, ante cierta relación, dicen: “Por poco lo arruino todo”. Hizo bien en no
arruinarlo. Y así se dan a cada momento situaciones donde este adverbio o nos salva o
nos arruina.
 El rey Agripa dijo: “Por poco me persuades a ser cristiano”, lo cual puso en evidencia
que aunque fue impresionado, y a lo mejor movido de su asiento, al final no conoció al
Cristo con el que fue confrontado.
 “Por poco” es una cantidad incompleta. En las matemáticas divinas esta cantidad no
cuenta. No basta estar tan cerca de la salvación y al final perderse.
 En el infierno habrá mucha gente que “por poco” fue salvada, como el caso del joven
rico.
 Aunque vino con muchas cosas correctas, incluyendo la pregunta para su salvación, al
final no aceptó las demandas de Jesús.
 La mujer de Lot por poco se salvó, pero debido a la influencia del mal que ya poseía, se
convirtió en estatua de sal.
 Lo mismo pasó con el juez Felix. Se espantó al oír de Cristo, pero pospuso la salvación;
“por poco” se salvó.
 Ahora es Agripa, el rey que escuchó con mucha atención a Pablo, pero este hombre
prefirió los goces temporales que los eternos.
 Estuvo a punto de ser persuadido para pasar de “muerte a vida”, tanto así que Pablo le
encaró con su propio testimonio (v. 29).
 Por lo tanto, no viva usted “por poco”, decida hoy vivir por mucho. A la luz de esta
historia, consideremos cuál es la más grande tragedia de la vida.
QUE ES UNA PENA QUE ALGUIEN VEA TAN CERCA LA PRUEBA DE LA
SALVACIÓN Y NO SE CONVENZA
1. “Mandé traer al hombre” 25:17.
 Festo tuvo que haber visto muchos hombres que fueron traídos a su presencia para ser
enjuiciados por su culpabilidad.
 Ahora manda a llamar “al hombre”. Pero, ¿cuál era la diferencia que entre este “reo” y
los que comúnmente eran traídos delante de estos gobernantes?
 Bueno, que por más que Festo examinó a Pablo, como lo hizo Pilato con Jesucristo, no
encontró falta alguna para condenarle.
 Si bien los acusadores traían muchas pruebas y argumentos, ninguna de ellos pudo ser
probado. Este gobernador estaba bien informado de cuáles serían los cargos con los que
podía imputar a un prisionero, y en el caso de Pablo, ninguno de los presentados aplicaba
v. 18.
 El testimonio de Pablo era una evidencia que exigía un veredicto. Un buen testimonio es
la prueba más contundente que el evangelio tiene poder.
 Los hombres podrán burlarse del trabajo que hacemos; podrán cuestionar la doctrina y la
práctica de nuestra fe; podrán destruir los argumentos y los lugares donde nos reunimos,
pero jamás podrán negar la eficacia del evangelio al ver una vida transformada.
2. “Yo también quisiera oír a ese hombre…” v. 22.
 Definitivamente Pablo era objeto de gran interés de parte de las autoridades con las que
se relacionaba.
 Algunos tenían el deseo de matarlo, mientras que otros querían oírle. O a Pablo se le
odiaba mucho, o se le amaba intensamente.
 Su carácter y testimonio daba para encontradas pasiones. Pudo ser tratado como una
plaga, pero sus acciones decían otra cosa.
 Ahora es el rey Agripa que quiere verle. ¿Pero quién era este hombre que quería ver a
Pablo? ¿Qué tan parecido era al Felix que también le examinó?
 Su bisabuelo buscó para matar a Jesús al nacer; su abuelo asesinó a Juan Bautista; su
padre continuó la tradición de sus antecesores mandando a matar a Jacobo e intentar
hacerlo con Pedro.
 ¿Qué se podría esperar de este hombre, quien además estaba casado con su hermana
Berenice?
 Observe el derroche de vanidad con que se presentaron ante Pablo v. 23. Pero, ¿cómo
entró Pablo? Entró en escena como el judío, el pequeño fabricante de tiendas, con las
manos encadenadas.
 Sin embargo desde el momento que comenzó hablar, dominó la escena. Es verdad que
allí había hombres poderosos, pero cuando alguien tiene a Cristo en su corazón, y él
dirige su vida, tiene el secreto del poder. ¿A quién temerá, entonces? Aquí hay una
prueba irrefutable.
3. “Ninguna cosa digna… de muerte… ha hecho este hombre” 26: 31.
 ¡Qué reconocimiento! ¡Qué veredicto dio el rey y todos los “principales hombres de la
ciudad”! Ya este reconocimiento también lo había dado Festo (25:25).
 Pablo fue “pesado en balanza” y en todo fue hallado fiel. Hay algo que debe decirse acá.
 Si un tribunal humano es capaz de fallar a favor del acusado, debido al testimonio donde
no encuentran vestigios de culpabilidad, cuánto más será estar delante del tribunal de
Cristo donde le diría con todo gozo: “Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré”.
 ¿Qué cosa “digna de muerte o de prisión” podía haber hecho este hombre quien ha
contado su testimonio de lo que él era antes y lo que llegó a ser después?
 Agripa vio a un hombre con vestimenta de prisionero, pero que poseía un poder que
ninguno de los presentes, en sus distintas posesiones, tenía.
 Festo lo tildó de loco (25:24) por lo que oyó; y ahora Agripa admite que las palabras de
Pablo casi lo convierten al Señor.
 Pero qué pena que alguien haya estado tan cerca de la salvación y pase a la historia con
las palabras “por poco me persuades a ser cristiano”.
 Ojalá la palabra de Dios nos seduzca y nos rindamos a Cristo. Ojalá cada hombre pueda
ser como Pablo, libre a pesar de estar preso.
QUE ES UNA PENA QUE ALGUIEN OIGA EL CONTENIDO DE LA SALVACIÓN Y LO
MENOSPRECIE
1. Jesús vino para abrir los ojos a los ciegos (26:18ª).
 Agripa escuchó el testimonio de Pablo, pero sobre todo, escuchó una presentación
completa del evangelio.
 En un solo versículo (18) se nos ofrece la sustancia misma de lo que hace el poder del
evangelio.
 Pablo al presentar su testimonio le dice a Agripa que cuando uno conoce a Cristo, él hace
ver cosas que nunca habíamos visto antes.
 Él había sido comisionado para ayudar a los hombres a que abrieran sus ojos, llenos de
ceguera espiritual y lejos de la gracia de Dios, para que les resplandezca la luz del
evangelio; con el resultado que todos los hombres, incluyendo al rey en presencia de
quien está, volvieran su vista de las cosas terrenales a las celestiales.
 Que esos ojos llenos de vanidad, embriagados de las cosas que solo se ven, puedan mirar
con amor y compasión a otros a través de Jesucristo.
 Lo primero que hace el evangelio es abrir los ojos del entendimiento.
2. Jesús vino para que se conviertan de las tinieblas a la luz (26:18b).
 Esta palabra que Agripa oyó tuvo que levantarlo de su asiento. Jamás en su vida había
escuchado un mensaje con esta contundencia y demanda.
 En ese momento, él, su mujer y todos los que le acompañaban representaban a las
tinieblas. ¿Por qué se dice esto? Porque la palabra "tinieblas" describe la ignorancia, la
idolatría, las supersticiones, la vanidad y el poder humano.
 Ellos han mostrado una fuerte resistencia y eso es lo que hacen las tinieblas. Jesús vino
como la luz del mundo. Por lo tanto, la vida sin él está mal orientada.
 Agripa estuvo en presencia de la luz. Como quiera que haya sido, y debido a su reacción,
la luz penetró en su vida, pero al final le dio la espalda.
 Es un hecho que Cristo vino para revelar el camino al cielo, pero los hombres, entre los
que figura Agripa, amaron más las tinieblas que la luz (Jn. 3:19).
 El llamado del texto es para que haya una conversión de las tinieblas a la luz. No hay
salvación y vida eterna sin esta conversión.
3. Cristo vino para transferir del poder de Satanás al poder de Dios (26:18c).
 Cuando Agripa, Festo y toda la comitiva vinieron para conocer a Pablo, en ese momento
se manifestaron tres poderes: el que representaban los reyes, que era una delegación del
gobierno romano.
 El representado por Pablo, que al final era el mayor de todos. Pero allí estaba otro poder,
el de Satanás, pues cuando Pablo predicó y confrontó al rey Agripa, el negarse a ser
persuadido para que se convirtiera, es un fiel reflejo del domino que tiene Satanás sobre
las personas.
 Jesús vino para deshacer las obras del diablo, entre las que se cuenta el dominio que él
ejerce sobre los hombres. Cada vez que alguien se convierte, hay una transferencia del
poder del mal al del bien.
4. Para que reciban, por la fe que es mí, perdón de pecados… (26:18d).
 El otro gran mensaje que Agripa escuchó es que a través de Cristo él podía tener el
perdón de pecados. ¿Podía alguien como este hombre recibir perdón por sus pecados?
 Los antepasados de Agripa, desde su abuelo hasta él, eran hombres crueles y
sanguinarios.
 Los Herodes se caracterizaron por las atrocidades cometidas. Agripa no solo tenía el
fantasma de tales males, sino que al momento de presentarse ante Pablo estaba
cometiendo un incesto lo cual era condenado por la Biblia (Lv. 18:6, 12).
 Sin embargo Pablo trae ante él un mensaje que podía haberle cambiado y puesto fin a la
herencia que le estigmatizó por ser esclavos de maldad y del pecado.
 El mensaje de Cristo apunta hacia el perdón de pecado. Los hombres más perversos
pueden encontrar perdón. Nadie queda excluido del perdón de los pecados. Pero es
necesario ser persuadido para salvación.
QUE ES UNA PENA QUE ALGUIEN SEA CONFRONTADO CON LA VERDAD Y SE
PIERDA ETERNNAMENTE
1. “Por poco me persuades a ser un cristiano” 26:28.
 Agripa quiso ver a Pablo, y el encuentro con él no pudo ser más impresionante. Él se dio
cuenta que ese hombre no era ningún criminal, ni merecía estar preso.
 La forma cómo se dirigió a él fue muy respetuosa. No lo insultó ni lo mandó para el
infierno. En su testimonio Pablo habló con franqueza (26:29). No adornó su testimonio.
 Reconoció que hizo mucho mal a los cristianos (26:11). Pero también Agripa escuchó de
su cambio extraordinario (v.29).
 Vio a un hombre encadenado, pero libre. Preso, pero con una autoridad que superaba la
de ellos.
 La impresión de Agripa también tuvo que ver con el mensaje que Pablo predicaba acerca
de la resurrección de Cristo v.23.
 En esta firme presentación del mensaje, Pablo apeló a la propia formación que este
hombre tuvo como un judío, a través de la pregunta del versículo 27, y que él no podía
ignorar esto porque los profetas ya habían hablado acerca del Mesías prometido.
 Él conocía el Antiguo Testamento, por lo tanto al rechazar al evangelio tuvo mayores
consecuencias.
 Este rey fue confrontado con la verdad, pero qué pena, se perdió eternamente después de
haber estado tan cerca de la salvación “Por poco” es una cantidad incompleta. Es un
“casi” salvado, pero al final perdido.
2. “Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey… v. 30-32. Observe este texto.
 Bien pudo Pablo haber pensado: “¡Oh, genial! ¡Si ellos se levantaron es porque van a ser
salvos!”. Pero qué pena, la reunión fue para decir que Pablo era “buena gente” y que
podía ser puesto en libertad si no hubiera apelado a César.
 Pablo les predicó a todos, pero todos ellos se alejaron. Pudo más la vanidad, el orgullo y
la arrogancia.
 Sí, todos ellos tuvieron tan cerca de la salvación, pero al final se perdieron. Cuántos como
el rey Agripa, Berenice y los demás quedan impresionados, convencidos, tocados,
movidos, pero al final perdidos. Esta es una historia triste.
 Este rey fue convicto de pecado desde el versículo 28. Escuchó a Pablo sin interrupción.
 Uno como predicador podía ver el efecto del mensaje a su vida en la expresión de su
rostro.
 Pero este hombre aunque estuvo bajo convicción de pecado, permitió que su corazón se
cerrara a la invitación. La única cosa que dijo fue: “Por poco me persuades a ser
cristiano”. ¡Oh, qué pena, tan cerca, pero perdido! Usted no tiene que terminar igual.
Decídase hoy por Cristo.
CONCLUSIÓN:
 Dorothy McIntyre era una fiel cristiana, pero su marido Carl no lo era. Carl había ido a la escuela
dominical cuando era un niño, pero había dejado de ir a la iglesia cuando se convirtió en un adolescente.
 Dorothy buscaba que Carl asistiera a la iglesia con ella, pero él siempre tenía otras cosas que prefería
hacer los domingos. Las únicas veces que Carl fue visto en la iglesia fue para las bodas. Carl le
encantaba cazar y pescar, y si no estaba haciendo eso, él dormía los domingos y el resto del tiempo lo
pasaba en el restaurante local. Carl era un buen marido.
 Era honesto y un buen ciudadano. Aunque bebía cerveza, nadie podía decir que era un borracho. Un día
hubo un recital de piano de su nieta y Dorothy lo invitó. Al principio Carl se sintió un poco fuera de
lugar entre toda esa gente de iglesia, pero fue sorprendido por la forma en que le dieron la bienvenida. El
sermón que oyó fue acerca de la necesidad de salvación. El mensaje fue hecho a su medida.
 Carl había oído esas cosas en la escuela dominical cuando era un niño, pero él escuchó con mucha
atención el sermón. El predicador terminó su sermón pidiendo a los que querían ser salvados que
vinieran al altar mientras cantaban el himno de invitación “Tal como soy “. El pastor vio que Dios
estaba tratando con Carl. En ese momento oró para que Carl se levantara. Carl quería pasar, pero él
eligió quedarse. El servicio terminó y Carl salió de esa iglesia. El día lunes cuando Carl se dirigía a
trabajar estaba nevando. Las carreteras estaban resbaladizas.
 Cuando fue acercándose a la señal de stop en la carretera, Carl puso el pedal del freno, pero los
neumáticos no le respondieron. El auto se salió de la carretera y un gran camión que venía en sentido
contrario, golpeó auto de Carl con un estruendo ensordecedor.
 Carl murió en el acto. ¿Qué pasó con este hombre? Es difícil pensar que Carl está en el cielo después de
haber rechazado la invitación, pues al igual como Agripa que dijo “por poco me persuades a ser
cristiano”, él resistió la voz de Dios. No siga usted este ejemplo. Venga a Cristo hoy.
BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN
Lectura: Isaías 61:1-3
 Por favor cambia tu mente a la forma de la de un niño para que puedas entender la
Palabra que Dios tiene para ti hoy.
 Esta era la “escritura prohibida” que leyó Jesús muchos años después que Dios se la
revelara al profeta Isaías.
 Esta escritura mostraba al Mesías anhelado por los judíos y para ellos fue una completa
blasfemia que un carpintero de Nazaret leyera este poderoso fragmento, pero nosotros
sabemos bien que Jesús no es solo Hijo del Hombre, sino también Hijo de Dios.
 Es cierto que este texto hace referencia directa a la obra de Jesús y nosotros somos los
que llevamos su legado en el mundo así que esta escritura también puede hacerse realidad
en nuestras propias vidas, si es que trabajamos y vivimos para su Obra.
 El texto comienza con una frase: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí…” Nadie
puede servir en la obra de Dios si el Espíritu Santo no está en su corazón.
 Sin el Espíritu Santo nuestras palabras quedan vacías y sin significado, si abrimos nuestra
boca para realizar una clase de escuela dominical o compartir de la palabra su sentido
pasa a ser nulo.
 No importa cuánto nos esforcemos o cuanto nos dediquemos en nuestras fuerzas a ser
instrumentos útiles en la obra de Dios, sin el Espíritu Santo todo esfuerzo es
infructuoso, ya que Él, que es la marca del cristiano, es la base fundamental e
indispensable sobre la cuál se fundamenta la Iglesia y sin Él, sencillamente, somos
incapaces de hacer cualquier cosa.
 No podemos ser insensatos al ignorar nuestra inmensa dependencia de Él. ¡Te
necesitamos Espíritu Santo! ¡En verdad te necesitamos!

¿Cuál es la razón por la cual Dios deposita su Espíritu Santo en una persona? 
 Dios unge a las personas para el desarrollo de su Obra. En tiempos antiguos se ungía a
los reyes con aceite en su cabeza dando a entender que habían sido llamados a una vida
de grandeza y de responsabilidad.
 Ser ungido por Dios significa ser llamado por Él para ser reyes y sacerdotes, para
manifestar su gloria y su luz en el mundo. 
 Sin la unción (llamado) del Dios Vivo en nuestras vidas no podemos ser Luz en el
mundo y no podemos servir de verdad en su maravillosa Obra de Salvación.
 Esta unción que Dios da sobre la vida del creyente se manifiesta en tener al Espíritu
Santo en la vida propia y el Espíritu Santo nos guía a toda verdad. El Espíritu Santo
nos fortalece, nos anima, nos ayuda, nos corrige, nos da poder y autoridad para ser
testigos de Cristo.
 Ahora mencionemos y enumeremos las obras para las cuales el Espíritu Santo de Dios
nos capacita en la Obra del Padre:
1. Predicar buenas noticias a los abatidos:
 En su ministerio Jesús dijo que él no venía a sanar a los que ya estaban sanos sino a los
que estaban enfermos. No se impresione si algunas personas no aceptan la verdad de Dios
en su corazón pues esta verdad solo la acepta aquél que reconozca en su corazón que la
necesita.
 Solo los vacíos comprenden el valor de la llenura, solo los humildes comprenden el valor
de la grandeza, solo los enfermos comprenden el valor de la salud, solo los necesitados
comprenden el valor de la fe.
 Dios no nos ha llamado a predicar su Palabra a aquellos que piensan no necesitarla, pero
Él es poderoso para cambiar sus corazones y mostrarles la necesidad que tienen de Él
como ha hecho con todos nosotros; hemos sido llamados a predicar su verdad a los
abatidos que buscan solución y llenura.
 Si una persona no quiere escuchar la verdad de Dios, no interponga su esfuerzo en hacer
que esa persona crea pues solo un corazón que ha reconocido su necesidad podrá recibir
la salvación de Dios, y esta obra de tocar el corazón del hombre no la podemos hacer
nosotros sino que la hace el Espíritu Santo.
2. Vendar a los quebrantados de corazón:
 Las heridas más graves que tiene el ser humano no son las que se ven sino las que no se
ven. En el interior de los corazones de las personas residen miedos, inseguridades y
vicios causados por vacíos emocionales que se han creado a lo largo de su vida.
 Falta de amor de los padres, traiciones de las personas más cercanas, burlas por
condiciones físicas o culturales y demás elementos hacen que un corazón esté herido y
nosotros hemos sido llamados a vendar esos corazones heridos con el poder del Espíritu
Santo.
3. Publicar libertad a los cautivos:
 Muchísimas personas están esclavizadas en su corazón. Están llenos de vicios que se han
apoderado de ellos hasta el punto que su salud integral está comprometida.
 Hay personas llenas de ansiedad y depresión que buscan una solución a su agobiante
sufrimiento y muchos son engañados por el diablo para creer que en el suicidio tendrán la
solución final.
 Hemos sido llamados a traer libertad, libertad verdadera y sublime al corazón de aquéllos
que desde su interior gimen por ella.
4. Publicar a los presos apertura de la cárcel:
 Hay quienes intentan llenar los vacíos de su alma con vasijas rotas; intentan llenar sus
vidas con alcohol, drogas, videojuegos, religiosidad, fama, fortuna, entre otras; llenan su
vida con esto pero de a poco se van sintiendo vacíos y vuelven a sus vicios buscando
llenarse en un círculo vicioso que parece no tener fin.
 Solo hay una persona que puede poner fin a ese círculo de perdición y de muerte:
Jesucristo; y nosotros somos sus manos y su boca para publicar que existe una fuente de
agua viva a la cual pueden ir y saciar sus vidas vacías.
5. Proclamar el año de la buena voluntad de Jehová:
 Somos ungidos por Dios con su Espíritu para proclamar a las personas que en Dios hay
salvación y vida eterna; que ya la muerte no tiene domino sobre aquéllos que creen en el
nombre de Jesucristo y que existe una corona eterna que está guardada para los valientes
que decidan dejar de vivir conforme a lo que este mundo ofrece y vivir conforme a la
Palabra del Dios Vivo. Nuestra corona es estar junto a Jehová para siempre.
6. Proclamar el día de venganza de nuestro Dios:
 Pero también hemos sido llamados a proclamar que aquellos que decidan seguir con su
vida malvada y hacerse enemigos de Dios tendrán un castigo eterno por su incredulidad;
porque buscaron su propia gloria y no la gloria del Dios Eterno.
7. Consolar a todos los enlutados:
 Hemos sido llamados a traer consuelo a los corazones quebrantados y enlutados. Muchas
personas han vivido situaciones infortunadas como la muerte de parientes cercanos,
pérdida de una parte del cuerpo, enfermedades, discapacidades, pérdida de una amistad, y
toda clase de pérdidas que hacen que el corazón quede de luto por años y años.
 Hemos sido llamados a consolarlos, no como cuando se consuela a alguien solo por
cumplir una responsabilidad moral, sino que hemos sido llamados y ungidos por el
Consolador para traer felicidad a sus corazones desdichados.
8. Ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en
lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado:
 Nótese que toda esta es la Obra que Jesús hizo y sigue haciendo en los corazones de
todos aquéllos que acuden a Él como única fuente de vida que puede saciar la sed de su
alma; nosotros somos servidores de su Obra, privilegiados en ser llamados a continuar su
Obra y acercar a Él, por medio del Espíritu Santo, a todo aquél que reconozca su
necesidad de Dios.
 El Espíritu Santo nos capacita para ser instrumentos útiles a través de los cuales
Jesucristo pueda cambiar lo que una vez fue ceniza en gloria sin fin.
 ¡Qué maravilloso saber que tenemos el privilegio de cambiar la historia de niños,
adolescentes, jóvenes, adultos, personas de la tercera edad; de cualquier raza, color y
cultura! ¡Qué maravilloso saber que servimos a aquél que puede cambiar por completo la
vida de una persona y puede llenarla de gloria, gozo y alegría!
 Culmino este devocional con una maravillosa promesa destinada para todos nosotros, los
que amamos a Dios y buscamos su Reino. Espero que te llene de esperanza y te haga
saber que nuestro trabajo en el Señor no es en vano: “Y serás corona de gloria en la
mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.” Isaías 62:3
“La importancia de la Palabra de Dios en la vida del creyente”.

 Rodrigo Turra Morales    Análisis Bíblicos    10 julio, 2018  |  0

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión,

para la corrección, para la instrucción en justicia”. 2° Timoteo 3:16.


 

La Palabra de Dios es tan importante en la vida del cristiano, como lo es el alimento diario para
cada persona, es decir, de vital importancia, con la diferencia que las Sagradas Escrituras  nos
alimentan de forma espiritual. Si no nos alimentamos morimos, de esta máxima radica la
importancia de la revelación escrita de Dios en la vida del creyente.

Cada persona que ha nacido de nuevo debe estudiar la Palabra de Dios porque esta es la única
fuente verdadera  que reflejan las enseñanzas de nuestro Padre. Ciertamente esta revelación fue
escrita por hombres, pero fue completamente inspirada por Dios, así lo declara Pablo a
Timoteo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra”. (cfr. 2° Timoteo 3:16-17). Dios es la fuente de donde
vienen los escritos, ningún hombre la escribió por su propia inspiración, es por eso que
debemos confiar en ella. Su Palabra tiene autoridad, esto quiere decir, que nada fuera de ella
tendrá la autoridad que ella ostenta. Es inerrante, si es la Palabra de Dios es imposible que tenga
error. Es necesaria para el hombre, necesitamos de ella porque necesitamos de Dios. Es clara en
su contenido,  entendible para todo cristiano, y es suficiente, no se necesita otra revelación para
complementarla, en ella está todo lo necesario para que el cristiano conozca a Dios y camine en
la voluntad de Él por medio de la dirección del Espíritu Santo.

¿Por qué es tan importante Su Palabra?

 Lo primero que nos revela la Escritura es a Cristo, nos enseña quien es Él, que hizo por
nosotros, y como el pecador acercarse a Él mediante sus méritos.
 Recordemos el pasaje donde Jesús se les aparece a algunos de sus discípulos después de
su muerte, mientras estos caminaban a Emaús, desconociendo que iban junto al Señor,
tenían una discusión en cuanto a la muerte de Jesús y no entendían porque el Señor había
muerto, pero Jesús les declara lo siguiente: “Entonces él les dijo: !Oh insensatos, y
tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!  ¿No era necesario
que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde
Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que
de él decían”. (cfr. Lucas 24:25-27).

 La Santa Biblia siempre nos llevará a Cristo. Es importante conocer a Jesús por medio de
lo que las Escrituras declaran de Él. Existen muchas enseñanzas con respecto a quien es
Jesús, muchas de ellas heréticas, pero solo la Escritura nos dará a conocer quien es
realmente, su Divinidad, su humanidad y carácter.
 El creyente debe darle real importancia a la Biblia porque en ella se contiene la verdad
de nuestro precioso Salvador.

El segundo punto relevante que debemos conocer, es que la revelación escritural nos ayuda a
discernir las verdaderas enseñanzas de las falsas.
 Hoy es muy común escuchar nuevas y falsas doctrinas. La única forma de sopesar que es
de Dios y que no, es por medio de la revelación de la Palabra de Dios, esta nos mostrará y
enseñará cual es la verdad.
 Veamos que nos dice la Escritura. “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a
Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los
judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas
eran así.” (cfr. Hechos 17: 10-11).
 En la cita podemos divisar un ejemplo claro de cómo debemos ser en cuanto a nuestro
estudio de la Palabra de Dios, tenemos que ser receptores de ella, estudiarla diariamente
y  discernir que es bíblico y que no lo es.
 Solo la misma Biblia nos revelará que enseñanza viene de parte de Dios. No creamos a
todo lo que se dice, más bien estudiemos la Palabra para saber a qué debemos creer.
 Debemos conocer las doctrinas fundamentales para poder detectar de forma inmediata las
falsas doctrinas, todo esto debemos hacerlo con la humildad, mansedumbre y reverencia
que la misma Escritura nos exige.
 Si hay algo que el cristiano debe tener claro es que Jesús derrotó a Satanás en la gloriosa
Cruz. A través de Su sacrifico perfecto y Su sangre derramada  pagó por nuestra libertad,
y en Su resurrección la muerte fue vencida.
 Pero es de suma importancia estudiar su Palabra para no ser tentados y engañados por el
padre de la mentira. Imitemos a nuestro Salvador cuando fue tentado por Satanás, la
Palabra de Dios fue suficiente para vencerlo (cfr. Lucas 4:1-13).
 Hoy el mundo está siendo dominado por distintas filosofías humanistas, y la Palabra de
Dios ha sido pisoteada, intentando esconderla, para que no alumbre como verdad
absoluta. Este es el propósito de Satanás, engañar al mundo e incluso a creyentes.
 Para esto tenemos como defensa nuestra espada, la cual es poderosa, pues condensa la
voz de Dios, “…y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” (Efesios 6:17). 
 La única forma de combatir a Satanás es con la poderosa Palabra de Dios, de esta manera
podemos resistirle y huir de él, “…Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes,
y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.” (1° Juan
2:14). Esta es la tercera razón por la cual son tan importantes las Escrituras en la vida de
los creyentes.

 Sé que hay muchas más razones que denotan la importancia de la Palabra de Dios, y su
necesaria influencia en la vida de los creyentes, pero siento que estos puntos son
esenciales en nosotros.
 Todos necesitamos de la Palabra de Dios, sin ella es imposible vivir. Debemos crecer en
la gracia, pero esto solo se puede obtener, si elevamos el estudio de la Palabra de Dios a
nuestra única y exclusiva prioridad.
 Mientras más importancia le otorgamos a las Escrituras, más conoceremos de Dios. Pero
recuerda, es en este punto, donde debes pedirle a Dios la humildad necesaria para no
llenarte solo de conocimiento, sino más bien, llenarte de conocimiento para vivir en
sabiduría.
 Cuando logres esto comparte la importancia de la Palabra de Dios con tus hermanos, para
de esta forma, edificarse unos a otros, y así todos podamos crecer juntos en el
conocimiento del Dios verdadero

El poder de la Palabra
 En el pasillo de una iglesia conversaban cuatro hombres acerca de cuál versión de la
Palabra de Dios es la mejor. Uno dijo: “La Reina Valera, porque posee un lenguaje
bello y elocuente”. Otro prefirió la Nueva Versión Internacional.
 “Es literal —dijo— y fiel a los textos originales; por eso me da confianza”. El tercero
optó por la versión Dios Habla Hoy, por su forma coloquial y su estilo contemporáneo
más fácil de entender.
 El último, sin vacilación alguna y sin explicación adicional, dijo: “Yo prefiero la
traducción de mi jefe”.
 Los demás, intrigados, preguntaron: “¿Qué significa eso?” Uno de ellos agregó: “Tu jefe
solo es un supervisor de almacenes. ¡Cómo puede haber traducido la Palabra de Dios si
no sabe nada!”
 Con calma, el cuarto interlocutor respondió: “Mi jefe ha traducido las páginas de la
palabra de Dios en su vida. Él vive el mensaje. Su traducción es la más perfecta que
yo haya conocido”.

Un amigo me envió este relato por Internet. Él tiene que haberlo recibido de otro. Puede tener
variaciones como todas las historias que circulan en una charla entre personas. Pero, ¿pasa lo
mismo con las cosas que Dios dice? No; su Palabra es constante, siempre igual.

Ocurre con el Creador algo que no existe en la experiencia humana: Él sabe todas las
cosas. Las conoce antes de que sean y durante el tiempo que son, siempre. Además tiene
buena memoria. Nunca olvida nada; y como nada olvida, lo que dijo una vez lo volverá a
decir exactamente igual.

Su palabra escrita es una revelación de sí mismo: lo que es y lo que sabe. En ella encontramos
la verdad de su persona; la verdad sobre todo lo que existe, desde antes de su origen y hasta el
final; la verdad acerca de las personas y sus experiencias de vida, las buenas y las malas. La
verdad acerca del modo de superar las malas acciones, incluyendo la culpa, y la manera de
mejorar las acciones buenas. La verdad acerca de Cristo y el evangelio, de la salvación y la vida
eterna. La verdad de todo. En la verdad de Dios, su Palabra, existe un poder de vida: el mayor
de todos los poderes necesarios en la experiencia humana: “Y conoceréis la verdad —dijo
Cristo—, y la verdad os hará libres” (S. Juan 8:32). Libres del pecado. Como Cristo es la
verdad, Jesús pudo decir a sus enemigos: “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
(S. Juan 8:36).

¿Por qué posee este poder la Palabra de Dios?

Porque procede de Dios y él la revela por inspiración. Instruyendo al joven Timoteo sobre el
poder de la palabra divina, el apóstol Pablo dijo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16, 17; la letra
cursiva es agregada).

¿Cómo opera la inspiración para transmitir conocimiento y poder?

El apóstol Pedro, en una de sus cartas escritas para todos los cristianos del mundo entero, aclaró
este asunto: Dios utilizó “santos hombres”, quienes “hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo” (2 Pedro 1:21). La expresión “siendo inspirados” significa literalmente: su mente se
movió hacia los pensamientos que Dios quería revelar. Ese movimiento generado por el Espíritu
Santo es semejante al traslado de las hojas secas cuando el viento las sopla y las lleva de un
lugar a otro. El Espíritu Santo trasladó sus mentes hacia los contenidos de la revelación divina,
pero los santos hombres hablaron o escribieron esos contenidos con sus propias palabras. Eso
explica la diferencia de estilos literarios de los diferentes escritores bíblicos; y aclara también la
unicidad de contenido en toda la Biblia, a pesar de los diferentes ambientes y de las distintas
épocas en las que ellos escribieron, a veces con diferencias de siglos, aun milenios.

Los escritores inspirados son responsables por el lenguaje, Dios por el contenido. Por causa
del contenido revelador de Dios, en lugar de llamarse palabra de los profetas, la Biblia se llama
Palabra de Dios o Sagradas Escrituras: la revelación de la verdad y del poder divino. Las
Escrituras constituyen la expresión escrita de la voluntad de Dios y están revestidas de plena
autoridad divina. Son verdaderas y autoritativas. Cuentan la historia verdadera acerca del origen
de todas las cosas, comunican los inalterables principios morales de Dios, revelan la verdad
acerca del gran conflicto entre el bien y el mal, explican el contenido del evangelio y la
salvación por medio de Jesucristo. Cristo es el gran personaje de la Biblia.

Casi todas las personas pasan por momentos de depresión, aflicción o angustia, y aun de
sufrimiento intenso, cuando se preguntan dónde pueden encontrar a alguien o algo que las
oriente acerca de la forma de vivir una vida más agradable, feliz si fuera posible. Vivimos
tiempos de incertidumbre por la persistencia de las crisis financieras, por la expansión de los
disturbios sociales, por el aumento de la violencia y la inseguridad en las calles de las ciudades.
A esto se suma la confusión moral de la sociedad, las intransigencias políticas, las
discriminaciones de todo tipo. Además, el terrorismo que atemoriza al mundo entero.

¿Dónde encontrar orientación apropiada?

Hay una respuesta, y está muy a la mano. Casi todo el mundo conoce la historia de los
amotinados del Bounty, aquel barco inglés cuya tripulación se amotinó y se lo llevó a la isla
Pitcairn. La violencia se apoderó de ellos y poco a poco se fueron exterminando unos a otros.
Hasta que un día, uno de ellos encontró una Biblia entre las cosas del barco y comenzó a leerla.
Con el tiempo todos los sobrevivientes adoptaron los principios del evangelio anunciado en sus
páginas. A medida que iban asimilando la verdad de Cristo, la violencia iba mermando, hasta
que se detuvo la destrucción y la vida se tornó placentera para todos. La isla entera adoptó la fe
cristiana para felicidad de todos.

En el mismo día de la resurrección de Cristo, dos discípulos caminaban hacia una aldea cercana
a Jerusalén llamada Emaús, sin saber que el Señor había resucitado. De repente, un caminante
se unió a ellos. Los ojos llorosos de los discípulos y su espíritu agobiado por la muerte de su
Señor ocultaron la identidad del caminante. No lo vieron. Ni siquiera lo miraron. Pero él
comenzó a explicarles el significado de lo ocurrido. Les recordó las profecías bíblicas: “Y
comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían” (S. Lucas 24:27). Prácticamente les enseñó la Palabra de Dios
como si ellos no la conocieran.

¿Cómo estudiar la Biblia para entenderla y para que ejerza todo su poder en nosotros?

En primer lugar: estudiar todas las Escrituras. En ese tiempo, las Escrituras estaban constituidas
por todo el Antiguo Testamento: los escritos de Moisés, los primeros cinco libros maravillosos;
los escritos de los profetas, con las profecías referidas a Israel, al resto del mundo y al Mesías,
hoy casi todas cumplidas; los libros poéticos, como Job, Salmos, Proverbios, Cantar de los
Cantares y Eclesiastés. El Mesías, el Ungido o el Cristo es el personaje más destacado en las
profecías. Los cristianos incluimos el Nuevo Testamento en las Escrituras: los evangelios, las
epístolas de Pablo, las epístolas universales, el Apocalipsis. Todos cuentan acerca de Cristo y su
obra, mostrando el cumplimiento de las profecías antiguas acerca de él.

En segundo lugar, estar atento al poder convincente y transformador de la vida que emana de
las Escrituras. Cuando los dos discípulos que iban camino a Emaús reconocieron a Jesús, él ya
había partido. Entonces se decían uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras
nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (S. Lucas 24:32).

Ese ardor de vitalidad y fuerza provino del Espíritu Santo, el mismo que guió la mente de los
escritores bíblicos cuando recibieron la revelación divina.

Finalmente, permitir que Cristo mismo abra el entendimiento para comprender su Palabra.
Después de que los dos discípulos entendieron lo que había ocurrido en la cruz, volvieron
apresuradamente al aposento alto en Jerusalén, donde estaban los apóstoles con otros discípulos.
Cuando ellos contaban lo que les había ocurrido con Jesús el Cristo resucitado, como
corroborando sus palabras, apareció él mismo en persona y les dijo: “Estas son las palabras que
os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito
de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (S. Lucas 24:44). Y Lucas agrega:
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras (vers. 45).

Quienquiera que estudie así la Palabra de Dios y así la comprenda, recibirá todo el
beneficio intelectual de la verdad divina y se tornará testigo de todo su poder
transformador, con vida nueva, segura y útil.

Autor: Mario Veloso

EL PODER DE MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS


 PASAJE CLAVE: Salmo 19.14; 119.97-105 | LECTURA DE APOYO: Josué 1.9 | Salmo
86.11; 104.34 Mateo 7.7; 14.21-23 | Marcos 1.35 | Filipenses 4.19 | 1 Juan 1.9
INTRODUCCIÓN
 Quizás a todos nos haya pasado que, poco después de haber leído un pasaje bíblico, no
podemos recordar su contenido.
 Como sabemos que todos los cristianos debemos leer las Sagradas Escrituras, a veces lo
vemos como una tarea más en la lista de quehaceres y no como una valiosa oportunidad
para estar en comunión con Dios.
 Aunque una permanente lectura de la Biblia es importante, nuestra mente debe estar
comprometida y enfocada para beneficiarse de ello.
 En otras palabras, necesitamos aprender a meditar en la Palabra de Dios y no solo leerla.
DESARROLLO DEL SERMÓN
 Dios nos facilitó las Sagradas Escrituras para que pudiéramos conocerlo.
 Aunque nadie pueda comprender a cabalidad todo lo que fue escrito por Dios infinito, Él
nos ha dado la oportunidad a los cristianos de entender su Palabra.
 Sin embargo, esa comprensión no es la meta final. Para que podamos ser transformados
por la Palabra, también debemos practicar lo que nos enseña.
 Así que, mientras leemos, debemos meditar en su Palabra y ponerla en práctica al pedirle
al Señor que nos la aclare y nos muestre cualquier palabra de exhortación, de advertencia
o de su voluntad para nosotros.
 La meta no consiste solo en terminar un plan de lectura bíblica, sino que nuestra
meditación agrade a Dios (Sal 104.34).
 El Señor ha preservado su Palabra para que cada generación pueda leerla, escucharla y
aplicarla.
 Las Sagradas Escrituras deben ser tan preciadas para nosotros como lo eran para David,
quien dijo: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación” (Sal 119.97).
 La Palabra de Dios nos da sabiduría, visión, entendimiento y nos protege del pecado y de
los malos caminos.
 Es una lámpara a nuestros pies y una lumbrera que nos guía en nuestro andar diario (Sal
119.98-105).
 Si en verdad creemos todo lo que nos dice este Salmo, leeremos la Biblia en vez de llenar
nuestra mente con ideas que provienen de otras fuentes que nos desvían.
 Aquello que dejamos entrar en nuestra mente influencia nuestro comportamiento. Justo
eso es lo que las Sagradas Escrituras harán si sintonizamos nuestro corazón con sus
enseñanzas y no con las del mundo.
 ¿A qué nos referimos al hablar de meditación?
 La meditación es el proceso mediante el cual aprendemos a escuchar al Señor por medio
de su Palabra, a aplicar los principios bíblicos en nuestra vida y a observar cómo Dios
obra.
 Desde el momento que aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo
vino a morar en nuestra vida y nos selló como hijos de Dios, nos dio lo necesario para
vivir en rectitud y nos enseñó a creer y comprender su Palabra.
 Al meditar en las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo aplica sus enseñanzas a nuestra
vida, de acuerdo con nuestras necesidades momentáneas, para darnos la perspectiva
correcta y la dirección que necesitamos ante cualquier situación que enfrentamos.
 Las personas que no tienen a Cristo carecen de la guía del Señor y son semejantes a un
barco a la deriva en medio del océano, sin brújula ni mapa. Sin embargo, como cristianos,
tenemos acceso a la dirección divina de por vida.
 Al meditar pensamos en lo que nuestro Padre celestial ha dicho y oramos como David lo
hizo: “Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón
para que tema tu nombre” (Sal 86.11).
 ¿En qué consiste la meditación bíblica?
 En enfocarnos en Dios y dejar todo lo demás a un lado. La meditación requiere tiempo a
solas con el Señor, en su Palabra y en oración, sin distracciones.
 En escuchar más que hablar. Mientras tratamos de comprender su Palabra en silencio, el
Señor nos muestra verdades que debemos considerar.
 Es la actividad más importante en la vida de un seguidor de Cristo. El Señor mismo
demostró la necesidad que tenemos de pasar tiempo a solas con Dios.
 Después de haber alimentado a una multitud de más de 5000, los despidió, les dijo a sus
discípulos que se adelantaran en su travesía y subió al monte para orar a solas por varias
horas (Mt 14.21-23).
 En otra ocasión se levantó muy temprano de mañana, para ir a un lugar desierto con el
propósito de orar (Mr 1.35).
 Si el Hijo de Dios necesitaba tiempo a solas con su Padre, ¿cuánto más nosotros?
 ¿Cuáles son los resultados de la meditación bíblica?
 Calma nuestro espíritu. Cuando nos sentimos afligidos, la Palabra de Dios trae paz a
nuestro corazón, pues nos reafirma su fidelidad, amor y soberanía sobre nuestras vidas.
 Ilumina nuestra mente para que pensemos como piensa Dios. Necesitamos aprender a
pensar como el Señor. Eso solo es posible cuando comprendemos sus caminos y sus
planes tal y como lo revela en la Biblia. Al hacerlo, sentimos paz y confiamos en nuestro
Padre celestial.
 Aumenta nuestra energía. En momentos de debilidad encontramos fortaleza en la Palabra
de Dios. El Señor sabe lo que necesitamos, y proveerá conforme a sus riquezas en gloria
(Fil 4.19). Cuando nos sentimos incapaces, el Señor nos da su fortaleza.
 Purifica nuestro corazón. Al meditar en su Palabra el Espíritu Santo nos muestra los
pecados que debemos confesar para arrepentirnos y para que podamos ser limpiados y
perdonados por el Señor (1 Jn 1.9).
 Amplía nuestra percepción de Dios. Meditar en la Palabra de Dios revela aspectos de la
naturaleza del Señor que quizás no conocíamos antes.
 Su amor para salvar a los pecadores, su capacidad para perdonar a quienes no lo
merecemos, y su cuidado e interés hacia cada detalle de nuestra vida nos asegura que es
bueno y fiable.
 Aumenta nuestro amor por Dios. Mientras más conocemos al Señor por medio de su
Palabra, más crecerá nuestra devoción por Él. Algunos pasajes de la Biblia nos inspirarán
a amarlo más y se convertirán en recordatorios de su amor, cuidado y provisión para
nosotros.
 Nos hace más sensibles a la autoridad y al poder de Dios. Mientras nuestra perspectiva de
Dios aumenta, más nos damos cuenta de lo mucho que dependemos de Él y de cuán
humilde debemos ser ante su presencia en lugar de caminar en orgullo.
 Fortalece nuestra fe. Nuestra confianza en el Señor aumenta al aprender de su fidelidad
en su Palabra y experimentarla en nuestra vida, por medio de las oraciones contestadas.
 Nos hace más conscientes de la presencia de Dios. El tiempo a solas con el Señor nos
hace más sensibles a su constante presencia y a su obra en nuestra vida.
 Nos infunde gozo. Después de meditar en la Palabra de Dios sentimos gozo al reconocer
que está en control.
 REFLEXIÓN Al leer la Biblia, ¿dedica tiempo para pensar en sus enseñanzas y en la
manera en la que Dios desea que las aplique?
 De no ser así, ¿qué cambios puede hacer para ayudarle a meditar en la Palabra de Dios?
¿De qué manera la Biblia le ha exhortado, fortalecido, guiado o redargüido cuando dedica
tiempo para leerla y orar?
 ¿Qué otros beneficios ha experimentado de la meditación?

El evangelio es poder de Dios para salvación


John Piper
 Scripture: Romans 1:16    Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de
Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
SEA VITUPERADO, PERO NO AVERGONZADO
 Existe una diferencia entre sentirse avergonzado del evangelio y ser avergonzado por el
evangelio.
 Si usted es un cristiano fiel, será avergonzado por el evangelio. Es decir, será el blanco
del oprobio. Pero hay una buena razón por la que usted no debe avergonzarse cuando eso
suceda.
 Comparaba la razón de Pablo para no avergonzarse con la de Jesús cuando ambos fueron
avergonzados por el evangelio. Hebreos 12.2 dice, “por el gozo puesto delante de él
[Jesús] sufrió la cruz, menospreciando el oprobio”.
 El oprobio desarrollado contra Jesús era tan desagradable, cruel y humillante como pudo
llegar a serlo. Sin embargo, en lugar de dejarse dominar por el oprobio, de sentirse
avergonzado o de convertirse en alguien tan débil y desagradable como sus
avergonzadores, Él enfocó su corazón en el gozo puesto ante Él.
 En otras palabras, aseguró el triunfo de su muerte y resurrección para salvar a los
pecadores al fijar su mente en la vindicación de su rectitud y su vuelta a casa, para que
Dios le guardara de ser avergonzado o desobediente.
 Cuando fue tentado o avergonzado, se enfocó en el gozo puesto ante sí. Resistió el dolor
a corto plazo para garantizar la ganancia a largo plazo.
 Y Pablo actuó de manera similar. Dijo, “no me avergüenzo del evangelio”, - no me
avergüenzo del mensaje de la realidad del Cristo crucificado por los pecadores, levantado
con poder y que salva a todo aquel que cree en él. ¿Por qué? Porque “[el evangelio] es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”.
 Esta es la misma manera en que Jesús se sobrepuso a los sentimientos de vergüenza
cuando fue insultado por el evangelio. Jesús miró el triunfo gozoso de su cruz y
resurrección. Pablo miró el gozoso triunfo del evangelio en salvación eterna.
 No evitamos los sentimientos de vergüenza alterando el evangelio para hacerlo popular e
inofensivo (vea 1ra a los Corintios 1.18). Evitamos los sentimientos de vergüenza
recordando que el evangelio será vindicado al final.
 Nos recordamos a nosotros mismos que solo el evangelio trae a los pecadores a un gozo
supremo y eterno. Nada en el mundo puede hacer esto sino el evangelio de Jesucristo.
 El Judaísmo, el Budismo, el Hinduismo, el Islamismo –ninguno tiene un salvador que
pueda resolver el problema de la separación del Dios Santo por el pecado y traer
esperanza a los pecadores por gracia y no por obras.
 Solo un mensaje salva a los pecadores y los trae a salvo a la presencia de Dios: El
evangelio de Jesucristo. Solo este evangelio es poder de Dios para salvación.
 Por tanto, Pablo nos diría –Jesús mismo nos diría- sufran, sí. Sean malentendidos, sí.
Sean vituperados, sí. Pero no se avergüencen. Porque el mensaje de la obra salvadora de
Dios en Cristo es el único mensaje triunfante e importante en el mundo.
 Un breve dolor, una eterna ganancia. Por el gozo puesto delante de ustedes, por la
salvación que solo el evangelio puede lograr, tomen su cruz, sigan a Jesús y desprecien la
vergüenza.
EL EVANGELIO ES PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN
 Ahora, hoy quiero establecerme sobre las palabras, “porque [el evangelio] es poder de
Dios para salvación a todo aquel que cree”. Y voy a ocuparme de una sola pregunta:
¿Cuál es esta salvación que el evangelio tan poderosamente nos provee? A medida que
respondemos esto veremos como nuestra fe está relacionada al evangelio para traernos a
salvación.
 Tenemos otras preguntas cruciales, especialmente la pregunta de cómo el evangelio se
convierte en el poder para salvar. “El evangelio... es poder de Dios para salvación...
porque en él la justicia de Dios se revela por fe y para fe” –Es por eso que el evangelio es
poder de Dios para salvación.
 Así que la pregunta hoy es: ¿Cuál es esta salvación que el evangelio tan poderosamente
nos provee? “El evangelio es poder de Dios para salvación” ¿Significa esto que: “El
evangelio es poder de Dios para ganar convertidos”? Yo creo que sí, pero no creo que eso
sea lo que esta declaración significa.
 La razón por la que creo que es cierto que el evangelio convierte a las personas –los trae a
la fe del arrepentimiento- es que Romanos 10.17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios”.
 Y 1ra de Pedro 1.23-25 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios [...] Y esta es la palabra que por el evangelio os ha
sido anunciada”.
 Así que es cierto que somos nacidos y convertidos a Dios por escuchar la poderosa
Palabra de Dios, el evangelio.
 Y es cierto que esta conversión es llamada, en el Nuevo Testamento, “salvación”.
 Por ejemplo, Efesios 2.8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.”
 Por tanto la conversión a Cristo por fe es llamada “ser salvado” o “ser salvo”. Si usted es
un creyente en Cristo esta mañana, usted ha “sido salvado”.
 El libro de Romanos le debería ser precioso aun más allá de las palabras, porque como
ningún otro libro en la Biblia, él le descubre lo que ya ha sucedido en la salvación de
Dios para usted –su elección, su predestinación, su llamado, su justificación, su
santificación y la obediencia de la fe. Estas son todas partes de una salvación que ya es
real en usted a través de la fe.
EL TRIUNFO SUPREMO DEL EVANGELIO
 Pero ¿cuál es la salvación que Pablo tiene en mente en Romanos 1.16 cuando dice
“porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”? Creo que
él no piensa de primera instancia en el primer evento de la conversión, sino en el triunfo
supremo del evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eterno en la
presencia de un Dios Santo y Glorioso. 
 Hay cuatro razones por las que creo que esto es lo que quiere decir. Examinar estas
razones es la mejor manera de desglosar el significado del verso.
1. EL PODER DEL EVANGELIO ES LO QUE NOS LIBERA DE SENTIR VERGÜENZA
DEL EVANGELIO.
 La primera razón, es que el poder del evangelio para traer la salvación es lo que nos
libera de sentir vergüenza del evangelio. “No me avergüenzo del evangelio porque es
poder de Dios para salvación”. Pero si esto significa solo que el evangelio tiene el poder
para ganar convertidos, ¿por qué resolvería eso el problema de la vergüenza?
 Muchas religiones lo hacen. Muchas religiones y movimientos seculares diferentes ganan
a las personas para su fe. Cuando Pablo dijo que el evangelio tiene un efecto tan poderoso
que elimina la vergüenza que usted siente por él, ¿quiso solo decir que el evangelio hace
lo mismo que otras religiones: ganar conversos? No lo creo.
 Jesús triunfó sobre la vergüenza mirando el gozo puesto futuro puesto delante de él
mientras moría. Creo que esto es lo que Pablo, también, tiene en mente en Romanos 1.16.
 Usted no tiene que avergonzarse del evangelio porque éste no solo gana convertidos sino
porque literalmente los salva. El evangelio los trae a la seguridad suprema y el gozo que
siempre aumentará en la presencia de un Dios Glorioso y Santo por siempre y siempre.
 Esto es lo que nos hace atrevidos con el evangelio, no solo que pueda ganar convertidos.;
cualquier religión lo hace, sino que es la única verdad en el mundo que puede realmente
salvar a las personas para siempre y traerles a un gozo eterno con Dios.
2. LA “SALVACIÓN” ES ORIENTADA HACIA EL FUTURO EN TODOS LOS
ESCRITOS DE PABLO Y EL NUEVO TESTAMENTO
 La segunda razón por la que creo que la “salvación” en el verso 16 se refiere al triunfo
supremo del evangelio al traer a los creyentes a una seguridad y gozo eternos en la
presencia de un Dios Santo y Glorioso, es que la frase “para salvación” o “hacia
salvación” tiene esta misma orientación al futuro en cualquier lugar de los escritos de
Pablo o de otros escritores del Nuevo Testamento.
Por ejemplo, en 2da a los Tesalonicenses 2.13 Pablo dice: “Dios os haya escogido desde el
principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.
Entonces, aquí la salvación no es solo lo que sucede en la conversión y lo que nos lleva a la
santificación, sino lo que viene después “mediante la santificación”, y esto es futuro. En otras
palabras, la salvación es el triunfo futuro que trae a los santos a la presencia de Dios con gozo
eterno.
O en 2da a los Corintios 7.10, Pablo habla a los cristianos que ya han sido convertidos y
salvados, pero necesitan arrepentimiento fresco por sus pecados: “la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del
mundo produce muerte”. De nuevo, la frase “para salvación” aquí no se refiere a la conversión,
sino al estado supremo y futuro de seguridad y gozo en la presencia de Dios (vea también 2da a
Timoteo 3.15).
De manera similar, Hebreos 9.28 dice, “Cristo [...] aparecerá por segunda vez [...] para salvar a
los que le esperan”. Esta salvación suprema y completa sucede en la segunda venida. 1ra de
Pedro 1.5 dice que los creyentes son “guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” Esta
salvación esta “preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”. No es conversión, es la
última gran obra de Dios para rescatarnos y traernos a la seguridad y el gozo en su presencia por
siempre.
En Romanos 5.9-10, Pablo habla acerca de esta salvación futura como rescatados de la ira final
de Dios: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre [¡esa es la realidad presente de
la salvación!], por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados
con Dios por la muerte de su Hijo [¡de nuevo vemos aquí la realidad presente de la salvación!],
mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” En otras palabras, la
experiencia completa de la salvación en el pensamiento de Pablo, es todavía futura. Romanos
13.11: “ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”
Así que cuando Pablo dice en Romanos 1.16 que “[el evangelio] es poder de Dios para
salvación” pienso que quiere decir que el evangelio es el único mensaje en el mundo que
poderosamente puede traer a una persona no solo hacia la conversión, sino al gozo y seguridad
eterna en la presencia de un Dios Santo y Glorioso.

3. LA FE CONTINUA ES LA CONDICIÓN PARA ESTA SALVACIÓN.


La tercera razón por la que creo que “salvación” en Romanos 1.16 es el supremo triunfo del
evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios
Santo y Glorioso, es que la fe continua es la condición para esta salvación. Note que el vero 16
no dice, “El evangelio... es poder de Dios para traer la fe y la salvación.” Dice, “el evangelio es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree [tiempo presente en el griego, que significa
una acción continua]”. En otras palabras, el punto de Pablo aquí no es que el poder del
evangelio produce fe, sino que para aquellos que tienen fe, el evangelio trae la salvación. Así
que el punto no es que el evangelio es poder para conversión a la fe; el punto es que el
evangelio es poder para traer la salvación futura a través de una vida de fe.
El tiempo del verbo “cree” es crucial. Denota una acción continua, no solo el primer acto de fe
cuando usted se convirtió.: “el evangelio... es poder de Dios para salvación a todo aquel
que está creyendo” –quien continúa creyendo. Lo mismo pasa en 1ra a los Corintios 15.1-2
donde Pablo dice: “el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual
también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois
salvos, si no creísteis en vano.” La fe que no persevera es una fe vana y vacía- la que Santiago
llama ‘fe muerta’ (Santiago 2.17, 26).
Entonces el punto en Romanos 1.16 es que usted no tiene que sentir vergüenza del evangelio,
porque es la única verdad en el mundo en que, si usted se mantiene confiando día a día,
triunfará sobre cada obstáculo y le llevará a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un
Dios Glorioso y Santo.

4. PABLO DICE QUE EL EVANGELIO ES PARA CREYENTES, NO SOLO PARA


INCRÉDULOS.
La última razón por la que creo que esto es lo que “salvación” significa en el verso 16 es que el
verso es dado como la razón por la que Pablo quiere predicar el evangelio a creyentes (no solo a
incrédulos). Hemos visto esto, pero veámoslo de nuevo. En el verso 15 Pablo dice, “pronto
estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”. Él está pronto a
predicar el evangelio a ‘vosotros’ –creyentes- no solo a incrédulos. Entonces explica porqué:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel
que cree; al judío primeramente, y también al griego.”

Así que concluyo que la razón por la que Pablo no se avergüenza del evangelio es que esta es la
única verdad en todo el mundo que no le decepcionará cuando le entregue su vida por la fe. Ésa
le llevará por todo el viaje a través de la tentación, persecución, muerte y juicio hacia la
seguridad eterna y el gozo inmensurable en la presencia de un Dios Santo y Glorioso. Los otros
‘evangelios’ en el mundo que ganan tantos convertidos a la larga le fallarán. Solo uno salva de
la ira de Dios y guía hacia la plenitud de gozo en su presencia y delicias a su diestra para
siempre. Por tanto, no hay necesidad de avergonzarse de él, no importa lo que otros digan o
hagan. ¡Con cuánta prontitud deberíamos hablar de este evangelio a creyentes y no creyentes!

¿CÓMO ALIMENTAR EL EVANGELIO DÍA A DÍA?


Cierro con una inmensa implicación de lo que he dicho. ¿Alimenta usted su fe día a día con las
promesas de este evangelio triunfante? ¿Va usted, como creyente, al evangelio día a día y se
deleita en su poder en versos como Romanos 8.32, “el que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? El
evangelio es la buena noticia de que Dios nos dio a su Hijo, de manera que obtuviera para
nosotros todo lo que fuera bueno. Por tanto el evangelio es el poder que nos da victoria sobre la
tentación, la desesperanza, el orgullo, la avaricia y la lujuria. Solo el evangelio puede triunfar
sobre cada obstáculo y traernos el gozo eterno. No importa cuanto cueste, manténgalo, créalo,
aliméntelo, deléitese en él, téngalo como más precioso que la plata y el oro.

Amo contar la historia; para aquellos que la conocen mejor


Parecen hambrientos y sedientos de escucharla, como todos.
Y entonces, en escenas de gloria, canto la nueva, nueva canción,
Hasta que sea la vieja, vieja historia que tanto he amado.
Amo contar la historia,
Hasta que sea mi tema en la gloria
Contar la vieja, vieja historia
De Jesús y su amor

Palabras diarias de Dios | Fragmento 37 | "Todo se realiza por la palabra de Dios"

Dios realiza Su obra en todo el universo. Todos los que creen en Él deben aceptar Su palabra,
comerla y beberla; nadie puede ser ganado por Dios mediante la contemplación de señales y
maravillas manifestados por Dios. A lo largo de las eras, Dios siempre ha usado la palabra para
perfeccionar al hombre. Por tanto, no deberíais dedicar toda vuestra atención a señales y
prodigios, sino que deberíais buscar el ser perfeccionado por Dios. En la Era de la Ley del
Antiguo Testamento, Dios pronunció algunas palabras, y en la Era de la Gracia, Jesús también
habló muchas palabras. Después de que Jesús acabara de decir todo lo que dijo, los apóstoles y
profetas que vinieron después hicieron que las personas practicaran según las leyes y los
mandamientos establecidos por Jesús, e hicieron que experimentaran según los principios
hablados por Jesús. El Dios de los últimos días usa, principalmente, la palabra para perfeccionar
al hombre. No usa señales y prodigios para oprimir o convencer al hombre. Esto no puede
manifestar con claridad el poder de Dios. Si Él sólo mostrara señales y prodigios, sería
imposible dejar clara Su realidad y, por tanto, sería imposible perfeccionar al hombre. Dios no
hace al hombre perfecto con señales y prodigios, sino que usa la palabra para regarlo y
pastorearlo; después de esto se logra la completa obediencia del ser humano y su conocimiento
de Dios. Este es el objetivo de la obra que Él hace y de las palabras que Él pronuncia. Dios no
usa el método de la demostración de señales y prodigios para perfeccionar al hombre, sino que
usa palabras y muchos métodos diferentes en Su obra para tal menester. Ya sea el refinamiento,
el trato, la poda o la provisión de palabras, Dios habla desde muchas perspectivas diferentes
para hacer al hombre perfecto y darle un mayor conocimiento de la obra, de la sabiduría y la
maravilla de Dios. Cuando el hombre sea hecho completo en el tiempo en que Dios concluya la
era en los últimos días, estará cualificado para contemplar señales y prodigios. Cuando tengas
conocimiento de Dios y seas capaz de obedecerle, haga lo que haga, verás señales y prodigios,
porque no tendrás ningunos conceptos sobre la realidad de Dios. Por el momento, eres corrupto
e incapaz de obedecer por completo a Dios; ¿estás cualificado para ver señales y prodigios? El
momento en que Él muestra señales y prodigios es cuando castiga al hombre, y también cuando
se produce el cambio de era y, además, cuando la era concluya. Cuando la obra de Dios se lleva
a cabo de un modo normal, Él no muestra señales y prodigios. Mostrar señales y prodigios es
sumamente fácil, pero no es el principio de la obra de Dios ni tampoco el objetivo de la gestión
divina del hombre. Si este viera señales y prodigios, y si el cuerpo espiritual de Dios tuviera que
aparecérsele al hombre, ¿no creería todo el mundo en Dios? Ya he dicho antes que un grupo de
vencedores será ganado del Este, vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué
significan estas palabras? Quieren decir que estas personas que han sido ganadas sólo
obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y
de todo tipo de refinamiento. La creencia de estas personas no es imprecisa ni abstracta, sino
práctica. No han visto señales y prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas
incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y
un conocimiento verdadero de Su realidad. ¿Acaso no es más capaz un grupo así de dejar claro
el poder de Dios? Su obra durante los últimos días es obra práctica. Durante la era de Jesús, Él
no vino a perfeccionar al hombre, sino a redimirlo y, por tanto, manifestó algunos milagros para
hacer que las personas le siguieran. Y es que Él vino principalmente a completar la obra de la
crucifixión, y mostrar señales no formaba parte de la obra de Su ministerio. Aquellas señales y
prodigios fue algo que hizo para que Su obra fuera más eficaz; era trabajo extra y no
representaba la obra de toda la era. Durante la Era de la Ley del Antiguo Testamento, Dios
también mostró algunas señales y prodigios, pero la obra que Dios realiza hoy es obra práctica,
y desde luego no hará señales y prodigios ahora. Tan pronto como mostrara señales y prodigios,
Su obra práctica caería en el desorden, y Él sería incapaz de hacer alguna obra más. Si Dios dijo
que se usara la palabra para perfeccionar al hombre, pero también mostrara señales y prodigios,
¿quedaría claro que el hombre creyera de verdad en Él? Dios no hace, pues, tales cosas. En el
hombre hay demasiado de religión; Dios ha venido durante los últimos días a expulsar todos los
conceptos religiosos y las cosas sobrenaturales que hay en el hombre, y hacer que este conozca
la realidad de Dios. Ha venido a quitar una imagen abstracta y fantasiosa de Dios; en otras
palabras, una imagen que no existe en absoluto. ¡De modo que ahora, lo único valioso es que
tengas conocimiento de la realidad! La verdad lo supera todo. ¿Cuánta verdad posees hoy? ¿Es
Dios todo lo que muestra señales y maravillas? Los espíritus malignos también pueden hacer
señales y prodigios; ¿son todos ellos Dios? En su creencia en Dios, lo que el hombre busca es la
verdad, lo que persigue es la vida y no señales y prodigios. Este debería ser el objetivo de todos
los que creen en Dios.

La Gran Invitación: La Palabra Triunfal de Dios


John Piper
Scripture: Isaiah 55:10–11   
 El texto del que vamos a hablar hoy día funciona como una especie de cohete propulsor
de la carga útil de los últimos tres mensajes.
 Lo que más me ha ayudado en mi propia batalla de fe esta semana han sido las
conexiones que he visto entre estos dos versículos y lo ocurrido anteriormente en Isaías
55. Oro para que lo mismo sea verdad para vosotros.
 No quedan dudas acerca del tema que tratan estos versículos. Hablan de la Palabra de
Dios. En el versículo 11 Dios dice: “Así será mi palabra que sale de mi boca . . . ”
 Para ser fieles a este texto necesitamos referirnos a la Palabra de Dios.

TRES PERSPECTIVAS ACERCA DE LA PALABRA DE DIOS


 Quiero poner atención en tres cosas que este texto nos enseña acerca de la Palabra de
Dios. Al leerlo, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Por qué nos enseña estas cosas
aquí en Isaías 55? ¿Qué conexión existe entre lo que dicen estos versículos sobre la
Palabra de Dios y lo que hemos visto anteriormente en este capítulo?
 1. Lo primero que observo acerca de la Palabra de Dios en estos versículos es que se trata
de un PUENTE QUE UNE AL CIELO CON LA TIERRA.
 2. En segundo lugar, noto que se trata de una SEMILLA DE VIDA.
 3. Tercero, advierto que es SOBERANA y triunfal.
 Tres palabras clave: un PUENTE, una SEMILLA y SOBERANA.
 Dejen que intente guiarlos en el camino de estas tres ideas que presenta el texto. Y si son
creyentes, les ruego que orén para que en los próximos 25 minutos este mismo mensaje
se convierta en un puente entre el cielo y la tierra para aquellas personas aquí presentes
que se encuentran aislados del cielo y para que se convierta en la semilla de vida para
quienes se encuentran espiritualmente muertos y para que logre superar todo obstáculo a
la fe por medio de su poder soberano.

1. UN PUENTE ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA


 La Palabra de Dios es un PUENTE ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA.
 Regresemos al versículo 7 para poder comprender el trasfondo de lo que nos ocupa y para
que podamos ver la conexión entre la Palabra de Dios y nuestra situación.
Nuestra Difícil Situación
 En el V. 7 Dios dice que el impío debe abandonar su camino y el hombre inicuo sus
pensamientos.
 Así que nuestra situación es que nuestros caminos y pensamientos nos están causando
problemas. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué necesitan ser abandonados?
 La respuesta se nos ofrece en el V. 8. Dios dice que la razón por la que debemos
abandonar nuestros pensamientos y caminos es que no están a la altura de sus
pensamientos y de sus caminos. “Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, declara el SEÑOR.”
 Es por esta razón que nuestros caminos y pensamientos nos meten en problemas. Porque
no son los de Dios. Los pensamientos de Dios son puros y los nuestros son impuros. Los
caminos de Dios son justos y los nuestros son injustos.
¿Pero es que de verdad estamos tan mal?
 Claro que sí. Si nuestros caminos son impíos y nuestros pensamientos impuros, como
afirma el V. 7, y si, por ende, no son los caminos ni pensamientos de Dios, como dice el
V. 8, la conclusión es que existe una distancia gigantesca entre nosotros y Dios.
 El V.9 dice: “Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

El Abismo Infinito entre Nosotros y Dios


 Antes de que se inventaran los telescopios: ¿A qué nos hubiéramos referido para ilustrar
la distancia más grande que hubierais podido imaginar?
 Puede que hubiésemos mirado hacia abajo y dicho: “Entre este lugar y lo más profundo
del mar.” Porque nunca nadie había llegado a lo más profundo del océano ni se sabía
cuánta distancia había desde la superficie hasta ese punto.
 O también podríamos haber dicho: “Tan lejos como lo está Oriente de Occidente”.
 Porque es posible andar eternamente en direcciones contrarias. O también podríais haber
dicho: “Entre la tierra y los cielos.” El cielo, absolutamente inaccesible, en el que el sol,
la luna y las estrellas se mueven fuera del alcance del hombre.
 Cuando Dios dice que sus pensamientos sagrados están tan por encima de nuestros
pensamientos profanos y que sus caminos piadosos están muy por encima de nuestros
caminos egoístas, lo que quiere decir es que existe un abismo infinito entre él y su
santidad y nosotros y nuestros pecados.
 Cada vez que escuchen hablar sobre las ideas panteístas y difusas de la New Age,
pregúntense lo siguiente: ¿Contienen estas ideas la clara convicción de que el hombre y
su pecado y Dios y su santidad están separados y distanciados entre sí tanto como lo está
la tierra del cielo? Esta es una de los medidores bíblicos para comprobar si las voces de la
New Age están en armonía con Dios.
 La doctrina bíblica establece que Dios es santo y elevado y de impecable pureza pero el
hombre (todos los hombres, mujeres y niños) han pecado y no han estado a la altura de
este elevado Dios.
 Existe una separación entre nosotros. Estamos apartados de Dios. Y no existe esperanza
alguna de reconciliación de nuestra parte porque amamos demasiado el pecado y porque
jamás podríamos compensar por todos los errores que hemos cometido aunque fuésemos
capaces de cambiarnos a nosotros mismos.
 Allí estamos cuando concluye el V.9. Dios está en el santo cielo y nosotros en la tierra
pecaminosa y el abismo entre nosotros es infinito.

Dios Atraviesa el Abismo Infinito por Medio de Su Palabra


 Ahora les pido que escuchen atentamente a las palabras del V.10 cuando Dios comienza
a hablarnos acerca de su Palabra: “Porque como descienden de los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra . . . ” Detengámonos allí. ¿Pueden darse
cuenta de lo que Dios intenta decirnos con estas palabras?
 En el V. 9, hacía hincapié en la distancia existente entre el cielo y la tierra para
demostrarnos cuán desesperada es la separación que existe entre nosotros y Dios.
 Pero ahora en el V.10, Dios nos abre una puerta hacia la esperanza. Aunque el cielo está
muy por encima de la tierra, existe un descenso desde el cielo hasta la tierra.
 La lluvia y la nieve descienden. El cielo no siempre se encuentra alejado de la tierra en su
brillante, distante e inalcanzable gloria. A veces, se vuelve más terso gracias a las nubes,
se acerca, cubriendo la gloria enceguecedora del sol y se inclina para regar a la tierra.
 Y luego el V. 11 nos dice que así es Dios. No se encuentra al margen de todo, distante,
sino que su corazón se vuelve más afectuoso y tierno. Dios pone un velo para cubrir su
gloria arrolladora. Se acerca a los pecadores con nubes colmadas de compasión y
atraviesa la separación infinita entre el cielo y la tierra.

Jesucristo: El Puente Todo suficiente


 “Así será mi palabra que sale de mi boca.” La Palabra de Dios es un PUENTE ENTRE
EL CIELO Y LA TIERRA. Esto fue verdad cada vez que habló un profeta de la
antigüedad. Y se volvió realidad de la manera más maravillosa en Jesucristo.
 Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras
a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo. (Hebreos
1:1-2, LBLA)
 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios . . . Y el
Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:1, 14)
 Jesucristo, la Palabra hecha carne, es el puente todopoderoso entre el cielo y la tierra. La
lluvia y la nieve han descendido del cielo.

Un Puente Salvador
 Y, ¡cuan suavemente han llegado!. No con truenos y relámpagos. No con piedras de
granizo o aguanieve que rompen cañas quebradas y apagan mechas humeantes (Matthew
12:20).
 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi
yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS. Porque mi yugo es fácil y mi carga
ligera. (Mateo 11:28-30, LBLA).
Dios no es un Dios distante.
 Y aunque su palabra puede ser como un martillo que despedaza y como un fuego que
consume la roca (Jeremías 23:29), no se trata, principalmente, de una palabra de juicio.
 “Porque Dios no envió a su Hijo [¡a la Palabra!] al mundo para juzgar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por El.” (Juan 3:17, LBLA). La Palabra de Dios es un
puente, un puente salvador, entre el cielo y la tierra.
Cómo Dios se Acerca a Nosotros (V. 6)
 Observen cómo esto arroja luz sobre el versículo 6: “Buscad al SEÑOR mientras puede
ser hallado, amadle en tanto que está cerca.”
 ¿De qué manera se acerca Dios? ¡Se acerca por medio de su Palabra! Al igual que la
lluvia desciende desde el cielo trayendo con ella sus bendiciones para la tierra, así la
Palabra de Dios desciende desde el cielo trayendo las bendiciones de Dios cerca de
nosotros.
 Cuando leemos la Biblia, o cuando escuchamos un sermón sobre la Palabra de Dios, Dios
atraviesa un abismo para encontrarse con nosotros.
 Así, cuando Isaías dice: “Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado” no quiere decir
que Dios está jugando a las escondidas y escapándose de nosotros. Lo que significa es
que cuando escuchamos la Palabra de Dios, Dios está igual de cerca nuestro que la lluvia
que cae sobre nuestras cabezas o la nieve sobre las mangas de nuestra camisa. Y buscar a
Dios significa abrir los ojos y acogerlo, pasar tiempo con él, vivir con él, caminar junto a
él y tenerle confianza para seguirlo como guía.
 La palabra de Dios (la Palabra escrita y la Palabra viviente) es el puente salvador que
Dios envía desde el cielo hacia la tierra para que así sus pensamientos puedan convertirse
en nuestros pensamientos y sus caminos en nuestros caminos.

2. UNA SEMILLA DE VIDA


 La Palabra de Dios es una SEMILLA DE VIDA.
 Leamos el resto del versículo 10: “Porque como descienden de los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando
semilla al sembrador y pan al que come . . . ” Advertid la manera en que Dios menciona
cinco cosas que hace la lluvia luego de descender a la tierra:
 1. riega la tierra
 2. la hace producir
 3. la hace germinar
 4. da semilla al sembrador y
 5. da pan al que come.
 Entonces: ¿Por qué hace Dios esta comparación tan detallada antes de decir, en el
versículo 11: “Así será mi palabra que sale de mi boca”? Sin duda, Dios hace esta
comparación para que conozcamos y sintamos la verdadera razón por la que atraviesa la
distancia entre el cielo y la tierra con su Palabra.
Dios desea que Comamos su Palabra con Alegría y Esperanza
 En otras palabras, lo que Dios quiere hoy día es que cuando leamos estos dos versículos
creamos con todo nuestro corazón que su Palabra es SEMILLA DE VIDA.
 Cuando se acerca a nosotros con su Palabra, lo que desea es que podamos sentir lo mismo
que sentiría nuestro jardín cuando la lluvia comienza a caer sobre él.
 Dios quiere que nos sintamos como se sentiría una mata de maíz en la tierra en el
momento en que la humedad comienza a ascender desde la raíz para dar origen a
suculentos granos de maíz amarillo o como se sentiría el agricultor cuando hay abundante
maíz para alimentar el ganado y para la cosecha del año siguiente. Y desea que
recordemos esas mañanas frescas de otoño, rodeados del aroma de las arepas que
despiertan nuestro apetito al sentarnos a la mesa para desayunar.
 Dicho de otro modo, Dios desea que su Palabra sea consumida con alegría, esperanza y
satisfacción. Jesús venció al demonio con la siguiente convicción: “No solo de pan vivirá
el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Mateo 4:4, LBLA).
 Y cuando la gente empezó a apartarse de él porque sus enseñanzas eran demasiado
difíciles, el les preguntó a sus discípulos: “¿Os iréis vosotros también?” A lo que Pedro le
respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”

Comer la Palabra y Ganar la Vida


 Creo que el V. 10 está ahí para hacernos pensar de nuevo acerca de los versículos 2 y 3.
 Observen la relación entre ESCUCHAR (la Palabra de Dios) y comer lo que sacia y
ganar VIDA.
 ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia?
Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno, y se deleitará vuestra alma en la
abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma
 Entonces, el segundo punto acerca de la Palabra de Dios es que se trata de UNA
SEMILLA DE VIDA. Entonces, ¡inclinad vuestro oído! ¡Venid al Señor cuando está
cerca! Escuchad y vivirá vuestra alma. Y continuad escuchando y comiendo mientras
viváis. Esta es la única manera de superar la tentación de los encantos venenosos del
pecado.

3. SOBERANA Y TRIUNFAL
 La Palabra de Dios es SOBERANA y triunfal.
 V. 11: “Así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber
realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.”
 Este es el cohete propulsor que sostiene a todo lo demás que hemos mencionado. La
promesa de que la Palabra de Dios es soberana garantiza todo lo demás en este capítulo.
 Garantiza que el puente entre el cielo y la tierra no se derrumbará cuando estemos a mitad
de camino. Garantiza que la semilla de la vida nunca morirá. Garantiza que el pacto del
V. 3 será un pacto eterno. Las naciones mencionadas en el V.5 acudirán al llamado de los
misioneros. El pueblo de Dios será glorificado. El perdón del V. 7 será abundante y
rebosante.
 ¡Mi palabra logrará aquello que me propongo y prosperará en aquello para lo cual la
envié!
 Cuando la historia llegue a su fin y suene la trompeta de Dios y los creyentes muertos
resuciten y los elegidos de los cuatro puntos del planeta sean reunidos por Dios y las
cizañas incrédulas hayan sido arrojadas al fuego, Dios pasará la eternidad mostrándonos
que no se perdió ni la letra más pequeña ni una tilde de todo lo que se propuso por medio
de su palabra omnipotente.
 Nos mostrará personalmente a cada uno de sus hijos que cada frase que dijimos a partir
de su Palabra, en testimonio o exhortación, logró cosas que nunca nos imaginamos
incluso cuando pensamos que eran en vano.
¿Cómo lo sé? ¡Porque lo dice el versículo 11!
 Este es un llamamiento a la razón y a la fe. Les pregunto entonces: ¿qué otra cosa podría
decir Dios si es en verdad Dios? Lean el razonamiento expuesto en Isaías 46:9-10
(LBLA):
 Yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, que declaro el fin
desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho.
Yo digo: "Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré."
 La Palabra de Dios es soberana porque Dios es Dios y no hay otro. ¿Lo creen así?
 Para todos los creyentes, esta es nuestra respuesta a cualquier tipo de desánimo. Es
nuestra respuesta a las puertas supuestamente cerradas al evangelio. Y esta es nuestra
respuesta final a la película: La Última Tentación de Cristo.
 En las palabras de Isaías 40:8 (LBLA): Sécase la hierba, marchítase la flor,
mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre

Maneras en que el evangelio transforma nuestra productividad


JOSUÉ BARRIOS
 Definición: La productividad personal es la cantidad de trabajo útil que un individuo
puede sacar adelante en una unidad de tiempo.
 “Los cristianos improductivos e inestables contradicen al Dios creativo, decidido,
poderoso, y misericordioso al que amamos” —John Piper (No desperdicies tu vida).
 El propósito de Jesús al ir a la cruz no fue solo salvarte del infierno. También incluye
transformar toda tu vida… incluso la forma en que trabajas en donde Él te ha puesto
ahora.
 Dios está interesado en tu productividad. Pablo, guiado por el Espíritu, nos exhorta a usar
el tiempo de la mejor manera (Ef. 5:15-16).
 Jesús nos enseña que debemos tener nuestras prioridades bien definidas según la voluntad
de Dios (Lc. 10:41-42).
 El Padre es glorificado en que demos mucho fruto y seamos mayordomos fieles (Jn.
15:8; Mt. 25:21,26).
 “Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Ef. 2:10).
 Los Reformadores protestantes entendieron esto bien. Ellos hablaban de vivir y hacer
todas las cosas para la gloria del Señor (1 Co. 10:31; Ro. 11:36).
 Somos llamados a vivir coram Deo, en la presencia de Dios. Pero en la iglesia de hoy,
¿no es cierto que a veces no entendemos cómo el evangelio debe afectar lo que hacemos?
 ¿Te has preguntado cómo el evangelio transforma nuestra productividad? Déjame
compartir contigo al menos cinco maneras en que lo hace.

1. El evangelio redefine nuestro concepto de productividad.


 Jesús estuvo 30 años viviendo como un desconocido sin hacer cosas notorias, y eso no
significa que fue improductivo. Y aunque su ministerio terrenal duró tan solo alrededor
de 3 años y terminó en una cruz, eso fue más que suficiente para Dios.
 De nada sirve hacer un millón de cosas si no hacemos las cosas más necesarias que
Dios nos llama a hacer.
 Este hecho, por sí solo, sacude nuestras ideas más comunes sobre qué significa ser
productivo. Pensando en eso, el presente cuadro que realicé puede ayudarte a ver cómo el
evangelio redefine nuestro concepto de la productividad.
¿Puedes ver la diferencia que hace el evangelio?
 La productividad verdadera no se trata de lo que el mundo suele decirnos que se trata. Es
por eso que comparto esta definición muy práctica del pastor y bloguero Tim Challies:
 “La productividad es administrar efectivamente tus dones, talentos, tiempo, energía, y
entusiasmo por el bien de los demás y la gloria de Dios. La productividad te llama a
dirigir tu vida entera a este gran objetivo de glorificar a Dios haciendo el bien a los
demás.
 Este llamado involucra el uso de tus dones, los dones espirituales que recibiste cuando el
Señor te salvó; implica desplegar tus talentos, esas áreas de fuerza natural; se trata de
administrar tu tiempo, esas 24 horas que Dios le da a cada uno”.[1]
 Pero hay una mala noticia: debido a nuestro pecado, nadie es tan productivo como
debería serlo. Esto nos lleva al siguiente punto.
2. El evangelio nos consuela cuando no hemos sido productivos.
 El evangelio enseña que la vida eterna no es una recompensa para los productivos según
el estándar justo de Dios; es un regalo para los que se reconocen improductivos,
procrastinadores, y necios ante Él, y se arrepienten reconociendo que necesitan de su
gracia.
 Tu improductividad no es un obstáculo para la gracia de Dios. No hay nada que
podamos hacer para que Él nos ame más o nos ame menos.
 Cristo no vino a morir por gente eficiente en hacer la voluntad de Dios. Él vino a morir
por criminales que usaron todo lo que Dios les dio, no para Su gloria, sino para pecar. Y
la gran maravilla del evangelio es que en esto se muestra el amor de Dios:

“Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Porque
difícilmente habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por
el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros” (Ro. 5:6-8; cp. Jn. 3:16).

Tu improductividad no es un obstáculo para la gracia de Dios. No hay nada que podamos hacer
para que Él nos ame más o nos ame menos. Este es nuestro consuelo en los días en los que
hemos caído en las garras de las distracciones, la pereza, y nuestras malas decisiones. Esto nos
brinda paz y gozo, incluso mayor que la podemos sentir al creernos exitosos según el estándar
de este mundo.

Ahora ¿significa esto que tenemos permiso para ser improductivos? ¡Por supuesto que no! De
eso se trata nuestro siguiente punto.

3. El evangelio nos anima a ser productivos para el Señor.

La clave contraintuitiva que la Biblia revela para ser productivos es entender que no
necesitamos ser productivos para que Dios nos ame. Es su misericordia la que nos motiva a
glorificarle en todo lo que hagamos (Ro. 12:1-2).

Los cristianos amamos y obedecemos a Dios porque Él nos amó primero (1 Jn 4:19; Jn. 14:15).
Jesús “se dio por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Si un pueblo para
posesion Suya, celoso de buenas obras” (Tit. 2:14, énfasis añadido). Entender que Cristo murió
por nosotros nos conduce a vivir para Él, y si quieres ver un ejemplo de cómo esto puede lucir
en nosotros, te invito a leer mi biografía breve de William Wilberforce.

El gozo delicioso de tener nuestra identidad en Cristo y alegrarnos primeramente en lo


que Él hizo impacta nuestros corazones de manera que queremos ser productivos para Él.
 
El gozo delicioso de tener nuestra identidad en Cristo y alegrarnos primeramente en lo que Él
hizo impacta nuestros corazones de manera que queremos ser productivos para Él. Y no solo
aquí en la tierra. El evangelio es lo que nos impulsará a ser productivos en el siglo venidero,
cuando adoremos a Dios por la eternidad (cp. Ef. 1:5). A la luz de la majestad y el amor de
Dios, una de las cosas que más nos sorprenderán en el último día será lo poco que obedecimos a
Dios estando en este lado de la gloria, y lo mucho que desperdiciamos minutos en actividades
que no eran tan relevantes como creíamos.

Además de esto, el evangelio nos motiva al enseñarnos que todo lo que hacemos tiene
propósito, y este propósito está ligado a la resurrección de Jesús. Si Jesús resucitó, hay
esperanza más allá de la muerte. Si así no fuera, ¿por qué esforzarnos por hacer el bien y ser
productivos? En última instancia, no valdría la pena aprovechar el tiempo, obrar de la mejor
manera, y procurar la productividad en este mundo destinado solo a la muerte. Esa es una de las
conclusiones lógicas que el ateo debería afirmar pero que trata de ignorar.[2]

Es por eso que, luego de hablar sobre la resurrección de Jesús (pasada) y la nuestra (futura),
Pablo da gracias al Señor y nos recuerda que debido al evangelio nada de lo bueno que hacemos
es inútil:

“El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que
nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, mis amados hermanos, estén
firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor
no es en vano”, 1 Corintios 15:56-58.

La tumba vacía de Jesús es un adelanto de que su voluntad será consumada en esta tierra. Dios
ha triunfado sobre el pecado, la muerte, y la maldad. Pronto, todo el mundo lo verá. Esto nos
impulsa a ser constantes al trabajar en la obra del Señor, buscar el bien de nuestro prójimo, y
saber que todo esto no será una pérdida de tiempo. Jesús venció la muerte, y por eso ella no
podrá arruinar todo lo bueno que hagamos.

Jesús venció la muerte, y por eso ella no podrá arruinar todo lo bueno que hagamos.
 
En resumen, ser cristiano y pretender vivir de brazos cruzados es una contradicción. Sin
embargo, debido a nuestro pecado, necesitamos algo más que ser motivados por el evangelio:
necesitamos ser llenados de poder para ser productivos, como vemos a continuación.

4. El evangelio nos capacita para dar fruto y ser productivos.

Matt Perman, quien ha escrito sobre productividad centrada en el evangelio, lo explica así:

“La manera de volvernos productivos no es esforzándonos más, incluso si el foco de nuestros


esfuerzos es el desarrollo de nuestro carácter. El poder detrás de nuestra productividad proviene
de darse cuenta de que, a través de la fe en el evangelio, somos aceptados por Dios en Cristo
aparte de lo que hacemos. Esto pone el viento en nuestras velas y desata el poder del Espíritu en
nuestras vidas” (Gá. 3: 5).[3]

Los creyentes tenemos al Espíritu Santo con nosotros si hemos creído el evangelio (Gá. 3:2). El
fruto del Espíritu en nosotros incluye dominio propio para no distraernos en placeres y
actividades inferiores a las que Dios quiere que tengamos, y para enfocarnos en lo que Dios
quiere hagamos (Gá. 5:23). Por lo tanto, cuanto más satisfechos estamos en Dios y su salvación,
más productivos seremos en realidad para su gloria. La productividad es, en esencia,
consecuencia de tener al Espíritu Santo obrando en nosotros.[4]

El evangelio nos da poder para ser productivos, y como consecuencia nos mantiene
humildes cuando lo hemos sido.
 
La Palabra promete poder para los distraídos y procrastinadores, para que puedan vencer el
pecado del ocio y la injusticia de dar exceso de atención a lo que no debería tenerla, y también
promete poder de transformación para los que no son productivos a los ojos de Dios.

De esa manera, el evangelio no solo nos consuela cuando hemos fallado en ser productivos y
nos anima a ser productivos. También nos da poder para ser productivos, y como consecuencia
nos mantiene humildes cuando lo hemos sido. En última instancia, todo lo bueno que podemos
hacer es por la gracia de Dios (1 Co. 15:10).

El Dios que no escatimó a su propio Hijo, ¿cómo no nos va a dar la fortaleza para ser
productivos conforme a su voluntad? (Rom. 8:32).

5. El evangelio nos conduce a confiar en la soberanía de Dios.

Por último, nada puede ser más errado para cualquiera que conozca la ética de trabajo del
cristianismo protestante y conozca sobre la historia de la iglesia, que pensar que la confianza en
la soberanía de Dios nos vuelve perezosos.

Saber que Dios es soberano debe impulsarnos a ser más productivos para Él, entendiendo que
Él puede obrar para que lo que hagamos dé fruto para su gloria (cp. Fil. 2:12-13; 1 Cor. 15:10).

Los planes de Dios siempre son mejores que los nuestros, y la mayor muestra de eso es la
cruz del calvario.
 
Al mismo tiempo, la soberanía de Dios nos consuela cuando nuestra lista de tareas por hacer no
marcha según nuestros planes, por más que nos esforcemos y demos lo mejor de nosotros en
oración y diligencia. Esta doctrina preciosa también nos guarda de compararnos
innecesariamente con otras personas.
Dios es soberano para obrar como quiera con cualquiera de nosotros, y si Él nos impide hacer
algo que quisiéramos hacer, como cuando le impidió a Pablo predicar la Palabra en Asia (Hch,
16:6), lo mejor es confiar en sus planes. Siempre son mejores que los nuestros, y la mayor
muestra de eso es la cruz del calvario. El evangelio nos lleva a confiar en la soberanía de Dios.

Cuando todo lucía mal en aquel madero, Dios usó el asesinato de su Hijo para mostrarnos su
amor y darnos vida eterna junto a Él. Ante tal muestra de soberanía y buena voluntad para con
nosotros, ¿cómo no confiar más en Él en medio de nuestros esfuerzos y nuestras dificultades
por ser productivos para su gloria?

Seis funciones de la Palabra viva de Dios


Hebreos 4:12 dice: “La palabra de Dios es viva y eficaz”. Como tal, la Palabra de Dios es muy
activa. Funciona para hacer muchas cosas tanto para Dios como para nosotros. En esta entrada
veremos algunos versículos que muestran seis de las funciones principales de la palabra viva y
eficaz de Dios.
1. La Palabra de Dios da testimonio de Cristo.
Juan 5:39 dice: “Escudriñáis las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la
vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí”.
La primera función de la Palabra de Dios es dar testimonio de Cristo. De principio a fin, las
Escrituras revelan al Cristo maravilloso y Su obra redentora.
El Nuevo Testamento claramente da testimonio de Cristo, pero ¿qué tal del Antiguo
Testamento? ¿El Antiguo Testamento —con sus muchas historias, profecías, poemas y
genealogías— trata realmente de Cristo?
Después de Su resurrección, en Lucas 24:44, el Señor Jesús dijo a Sus discípulos: “Éstas son
Mis palabras, las cuales os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese
todo lo que está escrito de Mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”. Esto
significa que ¡todo en el Antiguo Testamento, que incluye los libros de la ley, los profetas y los
salmos, fue escrito acerca de Cristo!
Lo que esto significa para nosotros: Debido a que las Escrituras testifican acerca de Cristo,
deberíamos centrarnos en Él cuando acudimos a la Biblia a fin de obtener el máximo beneficio
de la Palabra.Antes de leer podemos orar: “Señor Jesús, quiero hallarte en Tu Palabra. Vengo a
Ti ahora mismo. Ayúdame a verte en cada página”.
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2. La Palabra de Dios hace al hombre sabio para la salvación.
En 2 Timoteo 3:15 dice: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales
te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.
Las Escrituras hacen al hombre sabio “para la salvación”, lo que indica que revelan el camino
de la salvación de Dios en Cristo y la senda que conduce a la salvación por medio de la fe. Es
por medio de Su Palabra que sabemos cómo ser salvos.
Lo que esto significa para nosotros: Este versículo fue escrito a un creyente joven llamado
Timoteo, quien supo las Escrituras desde su niñez. Deberíamos seguir su modelo. Ya sea que
seamos jóvenes o mayores, un cristiano recién convertido o un creyente maduro, nunca es
demasiado tarde para comenzar a leer la Biblia de forma regular. De esta manera las Escrituras
pueden hacernos sabios para la salvación día a día.
3. La Palabra de Dios hace que las personas sean regeneradas.
En 1 Pedro 1:23 dice: “Habiendo sido regenerados, no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre”.
La Palabra de Dios es una simiente de vida. Cuando las personas escuchan Su palabra, ésta
opera en ellos a fin de regenerarlos con Su vida. La nota 2 de este versículo en el Nuevo
Testamento Versión Recobro dice:
“La simiente contiene vida. La palabra de Dios como simiente incorruptible contiene la vida de
Dios. Por tanto, es viva y permanece para siempre. Nosotros fuimos regenerados por medio de
esta palabra. La palabra de vida de Dios, la cual es viva y permanece para siempre, transmite la
vida de Dios a nuestro espíritu para que seamos regenerados”.
Ser regenerados es volver a nacer con la vida de Dios. Esto es lo que nos pasó cuando fuimos
salvos.
Lo que esto significa para nosotros: si ya hemos sido regenerados, es importante darnos
cuenta de que la Palabra viva de Dios también puede generar vida en otros. Si nuestros amigos
incrédulos están abiertos y dispuestos, podemos leer la Biblia con ellos, no para enseñarles sino
para permitir que la palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre, entre en ellos. Al
orar por ellos, podemos pedirle al Señor que esta simiente de vida en ellos crezca, lo que hará
que lleguen a ser hijos regenerados de Dios.
4. La Palabra de Dios es la leche espiritual de los creyentes.
En 1 Pedro 2:2-3 dice: “Desead, como niños recién nacidos, la leche de la palabra dada sin
engaño, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado lo bueno que es el
Señor”.
Después de que los bebés nacen, su necesidad inmediata no es aprender sino ser nutridos;
necesitan leche para vivir y crecer.
La Biblia es la leche que nos puede hacer crecer espiritualmente. Después de que recibimos al
Señor, somos como niños recién nacidos; nuestra necesidad más importante es acudir
diariamente al Señor en Su Palabra y beber la leche espiritual. Entonces, así como un bebé crece
al comer bien, nosotros creceremos en la salvación de Dios. En el transcurso de nuestra vida
cristiana, deberíamos seguir teniendo hambre de y siendo nutridos por la leche saludable de la
Palabra de Dios.
Lo que esto significa para nosotros: Es una práctica saludable pasar tiempo en la Palabra cada
día simplemente para ser nutridos. Ciertamente podemos y deberíamos estudiar la Biblia, pero
es esencial que asimilemos la Palabra de Dios como nuestro alimento, especialmente cuando
somos nuevos creyentes. Esto nos hará crecer de manera normal y saludable.
5. La Palabra de Dios es el pan de vida de los creyentes.
En Mateo 4:4 Jesús dijo: “Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios’”.
La palabra de Dios no sólo es leche espiritual para nosotros; también es nuestro pan de vida
espiritual.
Nunca podemos graduarnos de comer la Palabra del Señor todos los días, así como nunca nos
podemos graduar de comer alimentos físicos cada día. Aun el Señor Jesús, mientras vivía como
hombre en la tierra, tomó la Palabra de Dios como Su pan. Así que no importa cuánto
crezcamos en la vida divina como creyentes, aún necesitamos ser nutridos diariamente de la
Palabra de Dios a fin de ser cristianos saludables y normales.
Lo que esto significa para nosotros: A medida que crecemos en el Señor, Satanás podría
tentarnos con el pensamiento de que ya nos hemos graduado de cosas tan sencillas como
disfrutar la Palabra de Dios cada día. Pero si sabemos que nuestra vida espiritual depende de
nuestra nutrición diaria procedente de la Biblia, acudiremos a Su Palabra para comerla y
beberla. Independientemente de lo que esté ocurriendo en nuestras vidas, Jeremías 15:16 puede
convertirse en nuestra experiencia: “Fueron halladas Tus palabras, y yo las comí; y Tu palabra
me fue por alegría y por gozo de mi corazón”.
6. La Palabra de Dios hace que los creyentes sean hombres cabales.
En 2 Timoteo 3:16-17 dice: “Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios
sea cabal, enteramente equipado para toda buena obra”.
La Palabra de Dios hace que los creyentes sean cabales, haciéndoles hombres de Dios
enteramente equipados, listos para toda buena obra.
Cuando leemos la Biblia con nuestro corazón vuelto al Señor, la Palabra opera en nosotros,
mostrándonos algo más de Cristo. Ver más de Cristo automáticamente nos enseñará, redargüirá,
corregirá e instruirá en justicia. A medida que esto sucede, llegamos a ser creyentes más cabales
y más equipados para toda buena obra.
Lo que esto significa para nosotros: Todos los días podemos progresar en y beneficiarnos de
la Palabra de Dios. Podemos orar: “Señor, no quiero pasar por alto lo que tienes para mí hoy en
Tu Palabra. Quiero que Tu Palabra me sea útil hoy. Por favor, mientras leo, muéstrame más de
Ti. Hazme un hombre más cabal hoy de lo que fui ayer”.
¡La Palabra viva de Dios es verdaderamente maravillosa! Es crucial para nosotros pasar tiempo
en ella todos los días. Si desea un Nuevo Testamento gratuito que le abra la Palabra de Dios,
puede hacer su pedido aquí
Los efectos físicos y mentales de la palabra de Dios
 Hemos visto que la palabra de Dios produce fe, y la fe, a su vez, se relaciona
directamente con la palabra de Dios porque la fe es creer y actuar según lo que Dios
ha dicho en su palabra.
 La palabra de Dios, recibida como la simiente incorruptible en el corazón de un creyente,
produce el nuevo nacimiento; una naturaleza nueva y espiritual creada dentro del
creyente y llamada en las Escrituras “el nuevo hombre’’.
 La palabra de Dios es el alimento espiritual que Dios asignó, al creyente para que
alimente con regularidad su nueva naturaleza, si es que espera crecer hasta ser un
cristiano saludable, fuerte y maduro.
Sanidad física
 La obra de la palabra de Dios es tan variada y maravillosa que proporciona no solamente
salud y fuerza espiritual para el alma, sino también salud y fortaleza física para el cuerpo.
 Vamos a los Salmos.
 Salmo 107:17-20 - Por causa de sus caminos rebeldes, y por causa de sus iniquidades,
los insensatos fueron afligidos. Su alma aborreció todo alimento, y se acercaron hasta
las puertas de la muerte. Entonces en su angustia clamaron al Señor, y El los salvó de
sus aflicciones. El envió su palabra, y los sanó, y los libró de la muerte.
 El salmista nos ofrece la descripción de hombres tan desesperadamente enfermos que han
perdido todo apetito por los alimentos y yacen a las puertas de la muerte. En su situación
extrema claman al Señor, y él les envía lo que piden: sanidad y liberación.
 ¿Por qué medio se las envía? Por su palabra. Porque el salmista dice: Él envió su
palabra, y los sanó, los libró de la muerte. Salmo 107:20
 Recordemos - Isaías 55:11: Así será mi palabra que sale de mi boca; No volverá a mí
vacía. Sino que hará lo que yo quiero, será prosperada en aquello para que la envié.
 De esta manera Dios garantiza absolutamente que él proveerá la sanidad mediante su
palabra.
 Esta verdad de sanidad física a través de la palabra de Dios se declara aun más
completamente en Proverbios 4:20-22, donde Dios dice: Hijo mío, está atento a mis
palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio
de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
 ¿Qué promesa de sanidad física podría ser más amplia que ésa? “Medicina a todo su
cuerpo.” En esa frase está incluida cada parte de nuestro organismo. No se omite nada.
 De esta manera Dios se ha comprometido a proporcionar sanidad y salud completas.
 Observe la frase de introducción al inicio del V.20: Hijo mío. Eso indica que Dios está
hablándole a sus propios hijos creyentes.
 Cuando una mujer sirofenicia vino a Cristo para pedirle la sanidad de su hija. Cristo le
replicó: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Mateo 15:26
 Con estas palabras Cristo indicaba que la sanidad era el pan de los hijos; dicho de otro
modo, es parte de la porción diaria que Dios ha destinado para todos sus hijos.
 No es un lujo por el que deberán hacer ruegos especiales y que pudiera o no serles
concedido. No, es su “pan”, parte de la provisión diaria asignada por su Padre celestial.
 Esto concuerda exactamente con el pasaje que leímos en Proverbios 4, donde la promesa
de Dios de perfecta sanidad y salud se la dirige a cada creyente hijo de Dios.
 Tanto en el Salmo 107 como en Proverbios 4, el medio en que Dios proporciona la
sanidad es su palabra. Este es otro ejemplo más de la verdad vital que hemos recalcado
antes: que Dios mismo está en su palabra y que es en ella que él viene a nuestra vida.
 En tanto examinamos el reclamo hecho en Proverbios 4:20-22 de que la palabra de Dios
es medicina para todo nuestro cuerpo, podemos llamar a estos tres versículos la gran
“botella de medicina” de Dios. Contienen una medicina, jamás preparada en la tierra; una
medicina que está garantizada para curar todas las enfermedades.
 Sin embargo, cuando un médico receta una medicina, normalmente se asegura de que en
la etiqueta estén claras las instrucciones para tomarla. Esto implica que no puede
esperarse una curación a menos que la medicina se tome regularmente, de acuerdo con
las instrucciones. Lo mismo sucede con la “medicina” de Dios en Proverbios.
 Las instrucciones están “en la etiqueta”, y no puede garantizarse la curación si no se sigue
el método prescrito. ¿Cuáles son esas instrucciones? Se especifican cuatro:
1.- Está atento a mis palabras.
2.- Inclina tu oído.
3.- No se aparten de tus ojos.
4.- Guárdalas en medio de tu corazón.
 Analicemos estas instrucciones un poco más de cerca. 
La primera es está atento a mis palabras.
 Cuando leemos la palabra de Dios, necesitamos prestarle atención detenida y cuidadosa.
 Necesitamos concentrar nuestro entendimiento en ella. Es preciso que le demos acceso
libre a todo nuestro ser interior. Con frecuencia leemos la palabra de Dios sin prestarle
toda nuestra atención.
 La mitad de nuestra mente está concentrada en lo que leemos; la otra mitad está ocupada
con lo que Jesús llamó “los cuidados de la vida.” Leemos algunos versículos, o quizás
incluso un capítulo o dos, pero al final no tenemos una idea clara de lo que hemos leído.
Nuestra mente divagaba.
 Recibida de esta forma, la palabra de Dios no producirá los efectos que Dios quiere.
Cuando leamos la Biblia, es preciso hacer lo que Jesús recomendó cuando habló de la
oración: que nos retiremos a nuestro rincón privado y cerremos la puerta. Debemos
encerrarnos con Dios y dejar afuera las cosas del mundo.

La segunda instrucción en la botella de medicina de Dios es inclina tu oído. 


 El oído inclinado indica humildad. Es lo contrario de ser orgulloso y altanero. Tenemos
que ser dóciles a la enseñanza. Debemos estar dispuestos a permitir que Dios nos enseñe.
 En el Salmo 78:41 el salmista habla de la conducta de los israelitas mientras vagaban por
el desierto entre Egipto y Canaán, y les acusa de que limitaron al Santo de Israel.
 Por su testarudez e incredulidad pusieron límites a lo que permitirían que Dios hiciera por
ellos. Hoy, muchos que profesan ser cristianos hacen lo mismo.
 No se acercan a la Biblia con una mente abierta o un espíritu dócil. Están llenos de
prejuicios o ideas preconcebidas —a menudo inculcadas por la secta o denominación en
particular a que pertenecen— y no están dispuestos a aceptar ninguna enseñanza o
revelación de las Escrituras que vaya más allá, o contradiga, sus propias creencias fijas.
 Jesús acusó a los líderes religiosos de su tiempo con esta falta: Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra tradición (…) Pues en vano me honran, enseñando
como doctrinas, mandamientos de hombres. Mateo 15:6,9
 El apóstol Pablo había sido un prisionero de las tradiciones y los prejuicios religiosos
pero, mediante la revelación de Cristo en el camino de Damasco, quedó libre de ellos.
 A partir de entonces en Romanos 3:4 lo encontramos diciendo: …antes bien sea Dios
veraz, y todo hombre mentiroso.
 Si queremos recibir todo el beneficio de la palabra de Dios, tenemos que aprender a
tomar la misma actitud.

La tercera instrucción en la botella de medicina de Dios es no se aparten de tus ojos.


 Donde el sujeto implícito son los dichos y palabras de Dios, El fallecido evangelista
Smith Wigglesworth dijo una vez: “El problema con muchos cristianos es que tienen
estrabismo espiritual: con un ojo miran a las promesas del Señor, y con el otro, miran en
otra dirección.”
 A fin de recibir los beneficios de la sanidad física prometida en la palabra de Dios, es
necesario mantener ambos ojos fijos sin desviarlos de las promesas del Señor.
 El error que cometen muchos cristianos es apartar los ojos de las promesas de Dios y
mirar al caso de otros cristianos que no han logrado recibir la sanidad. Cuando hacen eso,
su propia fe vacila, y ellos, a su vez, no reciben la sanidad.
 Santiago 1:6-8El que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa
alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
 En semejante situación es útil recordar Deut. 29:29 Las cosas secretas pertenecen al
Señor nuestro Dios; más las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros
hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.
 La razón por la que algunos cristianos no reciben sanidad sigue siendo un secreto, que
únicamente Dios conoce y no lo ha revelado al hombre. No tenemos que preocuparnos de
secretos como éste.
 Más bien necesitamos preocuparnos de las cosas que han sido reveladas: las
declaraciones y promesas claras de Dios, que nos han sido dadas en su palabra.
 Por consiguiente, las cosas reveladas en la palabra de Dios nos pertenecen a nosotros y a
nuestros hijos para siempre; ellas son nuestra herencia como creyentes; son nuestro
derecho inalienable.
 Y nos pertenecen “para que las realicemos todas”; es decir, que podamos actuar en base a
ellas por fe. Cuando lo hacemos, las probamos ciertas por experiencia propia.
 La primera instrucción habló de “atender”; la segunda, de “inclinar el oído”; la tercera, de
“fijar los ojos”. 
La cuarta instrucción en la botella de medicina de Dios se refiere al corazón, el centro íntimo
de la personalidad humana, porque habla de “guardarlas en medio de tu corazón”.
 En Proverbios 4:23 se recalca la influencia decisiva del corazón en las experiencias
humanas: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.
 En otras palabras, lo que está en nuestro corazón controla el curso completo de nuestra
vida y todo lo que experimentamos.
 Si recibimos las palabras de Dios con atención cuidadosa —si les damos entrada
regularmente, tanto a través de los oídos como de los ojos, para que ocupen y controlen
nuestro corazón— entonces descubrimos que son exactamente lo que Dios ha prometido:
vida para nuestras almas y salud para nuestro cuerpo.
 Anécdota de misionero Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras trabajaba con
los servicios médicos en el Norte de Africa, me enfermé con un problema de la piel y de
los nervios que la Medicina, en aquel clima y bajo aquellas condiciones, no tenía cura.
Pasé más de un año en el hospital, donde me aplicaron todos los tratamientos disponibles.
Por más de cuatro meses seguidos estuve confinado a una cama. Finalmente, se me dio de
alta en el hospital a petición propia, sin haberme curado.
 Decidí no buscar más tratamiento médico, sino poner a prueba en mi caso personal la
promesa de Dios en Proverbios 4:20-22. Tres veces al día me apartaba, encerrándome a
solas con Dios y su palabra, oraba y pedía a Dios que su palabra en mí fuera lo que él
había prometido que debía ser: medicina a todo mi cuerpo.
 El clima, la dieta y todas las otras circunstancias externas eran todo lo desfavorables que
podían ser. En realidad, muchos hombres sanos estaban enfermando a mi alrededor. No
obstante, mediante la sola palabra de Dios, sin recurrir a otros medios de curación de
ninguna clase, recibí una sanidad completa y permanente en corto tiempo.
 El poder de la ciencia médica tiene un límite; el poder de la palabra de Dios es ilimitado.
Para los que necesitan sanidad y liberación:
 Probad y ved que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se
refugia!. Salmo 34:8.
 ¡Pruebe esta medicina de la palabra de Dios por usted mismo! ¡Observe cómo obra! No
es como muchas medicinas terrenales, amargas y desagradables.
 Ni obra, como muchas medicinas modernas, aliviando un órgano del cuerpo, pero
causando una reacción que daña a algún otro órgano. No, la palabra de Dios es totalmente
buena, totalmente benéfica. Cuando se toma de acuerdo con su dirección, trae vida y
salud a todo nuestro ser.
Iluminación mental
 En el campo de la mente, también, el efecto de la palabra de Dios es único.
 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. Salmo 119:130
 El salmista habla de dos efectos producidos en la mente por la palabra de Dios:
“iluminación” y “entendimiento”.
 En el mundo de hoy la educación es mucho más apreciada y universalmente ambicionada
que en cualquier otro período de la historia del hombre.
 No obstante, la educación secular no es lo mismo que “iluminación” o “entendimiento”.
Ni es un sustituto para éstos. En realidad, no hay sustituto para la luz. Ninguna otra cosa
en todo el universo puede hacer lo que hace la luz.
 Así mismo es en la mente humana la palabra de Dios: nada puede hacer lo que ella hace
en la mente humana, ni nada puede ocupar el lugar de la palabra de Dios.
La educación secular es algo bueno, pero se puede usar mal. 
 Una mente sumamente educada es un instrumento precioso… igual que un cuchillo
afilado. Pero un cuchillo puede usarse mal. Un hombre puede empuñar un cuchillo
afilado y usarlo para cortar comida para su familia. Otro hombre puede empuñar un
cuchillo similar y usarlo para matar a otro ser humano.
 Lo mismo sucede con la educación secular. Es algo maravilloso, pero puede ser usada
indebidamente. Divorciada de la iluminación de la palabra de Dios, puede volverse
extremadamente peligrosa.
 Una nación o civilización que se concentra en la educación secular sin darle lugar a la
palabra de Dios está sencillamente forjando los instrumentos de su propia destrucción.
 Por otra parte, la palabra de Dios revela al hombre las cosas que él nunca sería capaz de
descubrir por su propio intelecto: la realidad de Dios el Creador y Redentor; el verdadero
propósito de la existencia; la naturaleza íntima del hombre; su origen y su destino.
 A la luz de este revelación, la vida toma un significado enteramente nuevo. Con una
mente iluminada así, un hombre se ve a sí mismo como una parte de un solo plan general
que abarca el universo.
 Al encontrar su lugar en este plan divino, alcanza un sentido de dignidad propia y logro
personal que satisfacen sus más profundos anhelos.
El efecto de la palabra de Dios sobre la mente, no menos que su efecto sobre el cuerpo, se ha hecho realidad
para mí por experiencia propia.
 Tuve el privilegio de recibir la más selecta educación que la Gran Bretaña podía ofrecer a mi
generación, culminada con siete años en la Universidad de Cambridge, estudiando filosofía antigua y
moderna. Todo el tiempo buscaba algo que le diera un significado y propósito real a la vida. Desde el
punto de vista académico, tuve éxito, pero en mi fuero interno permanecía frustrado, sin colmar mis
anhelos.
 Finalmente, como último recurso, empecé a estudiar la Biblia solamente como una obra filosófica. La
estudié con escepticismo, habiendo rechazado todas las formas de religión. Sin embargo, antes que
pasaran muchos meses, e incluso antes de llegar al Nuevo Testamento, la entrada de la palabra de Dios
me había impartido la luz de la salvación, la seguridad del perdón de los pecados, la conciencia de la paz
interior y la vida eterna. Había encontrado lo que había estado buscando: el verdadero significado y
propósito de la vida.
 Es oportuno terminar esta sección regresando a Hebreos 4:12.
 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones
del corazón.
 Esto confirma y resume las conclusiones a que hemos llegado con respecto a la palabra de Dios: no hay
dimensión de la personalidad humana que no penetre. Llega hasta lo más íntimo al espíritu y al alma, al
corazón y a la mente, e incluso hasta la esencia más profunda de nuestro cuerpo físico, las coyunturas y
los tuétanos.
 En perfecto acuerdo, hemos visto en éste y en el anterior capítulo, que la palabra de Dios, implantada
como una semilla en el corazón, da el fruto de la vida eterna. A partir de entonces proporciona alimento
espiritual para la nueva vida que así ha nacido. Recibida en nuestros cuerpos produce salud perfecta, y
recibida en nuestra mente, produce iluminación mental y entendimiento
El Efecto De La Biblia En El Creyente  

Scripture: Isaiah 40:6-8

1) Nos hace cristianos fuertes.

 Nadie quiere estar débil, ni física ni espiritualmente, Junto con la oración, la lectura de la
Biblia es la forma más eficaz de recibir fortaleza espiritual.

 Un gran número de las personas que fracasan en su vida espiritual, fracasan debido a la
ausencia de Palabra de Dios en su vida diaria.

 Se hubieran podido evitar esos fracasos si dichas personas se hubieran propuesto a leer y
estudiar la Biblia constante y disciplinadamente; la lectura diaria de la Biblia produce en
nuestra vida espiritual, lo que el alimento diario a nuestro cuerpo: vitalidad y fortaleza,
porque: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Lucas 4: 4

2) Nos da seguridad en cuanto a lo que creemos.

 Las primeras dificultades que afronta el nuevo creyente son las dudas en cuanto a lo que
creemos.

 Lo que se dice y promete a quien se entrega a Cristo es muy grande y maravilloso, tanto
que parecieran ser una fantasía.
 Es muy fácil que el enemigo siembre dudas en el corazón si no se conoce con certeza la
escritura. Cuanto más se conoce la palabra, más sólida se hace nuestra fe; cuanto más se
entiende la Biblia, mas se hace parte de nosotros.

 Si deseamos disfrutar de seguridad en cuanto a la salvación, la fe, el amor de Dios, su


perdón, su fidelidad, su misericordia, su ira y juicio, debemos comenzar a estudiar la
Palabra regularmente, ya que ella constituye la única fuente para obtener dicha seguridad.

3) Nos da confianza y poder en la oración.

 El Señor dijo: Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo
lo que queréis y os será hecho. Esto significa que el estudio de la Biblia nos da poder en
la oración, pues leyéndola, las palabras de Cristo permanecen en nosotros.

 La Biblia nos dice como orar, como hacerlo con éxito y de manera que Dios nos
responda.

4) Nos limpia de pecado.

 La Palabra de Dios tiene un efecto purificador en el creyente; Jesús oró diciendo:


Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

 De algún modo la Palabra de Dios limpia al creyente mientras pasa por su mente y su
corazón al leerla.

 Estos cobran conciencia de lo que es bueno y lo que no agrada a Dios, y como un proceso
automático sus mandamientos quedan grabados en lo mas profundo de nuestro
subconsciente; y este, al presentarse la oferta de pecar, la rechaza.

 Todo nuevo creyente necesita saber con claridad lo que es pecado y que no lo es, Dios no
nos ha dejado juzgar a nuestro propio criterio, sino al de su palabra. A la luz de su palabra
se aclara toda duda respecto la pureza de cualquier cosa de la que no estemos seguros.

 ¿Con qué limpiará el hombre su camino? Con guardar su palabra (Sal 119: 9) El que
estudia la Biblia, aprenderá a distinguir lo que es pecado y será limpio de su pecado; pues
al aprender a identificarlo podrá evitarlo.

 La Biblia nos aleja del pecado o el pecado nos aleja de la Biblia.

5) Nos da gozo.

 Una de las bendiciones de la vida cristiana es el gozo; pero con frecuencia los problemas
de la vida lo ahogan. Cristo dijo: Estas cosas os he hablado, para que mi gozo este en
vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. (Juan 15:11)
 La lectura de la Palabra de Dios trae gozo al corazón, cualesquiera que sean las
circunstancias. Jeremías dijo: Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me
fue por gozo y por alegría de mi corazón... Jeremías 15: 16

6) Nos informa de nuestros deberes como cristianos.

 La Biblia esta llena de mandamientos que Dios dejó establecidos para que su pueblo
guarde y obedezca.

 Estos mandamientos son para nuestro bien, y cada uno de ellos fue diseñado por el Señor
para evitarnos algún mal o sufrimiento; así que el obedecerlos nos prolonga la vida, nos
enriquece y lo que es mas, nos garantiza la vida eterna.

 El rey David dijo: Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el
precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Salmo 19: 8

 Dios dijo a Moisés: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto
delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos,
ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová
tu sanador. Éxodo 15: 26

7) Nos informa de lo que nos pertenece como hijos de Dios.

 La Biblia esta llena de promesas que nos pertenecen como hijos de Dios. De principio a
fin las escrituras están saturadas de bendiciones que El Señor promete a todos los que le
aman.

 A pesar de que el Señor nos promete tantas cosas, y que él tiene mas que darnos que
nosotros que pedirle, hay aún muchos que no las reciben ni las disfrutan simplemente
porque las desconocen.

 La lectura de la Palabra de Dios nos proporciona información acerca de todas las


bendiciones disponibles para sus hijos. Pablo dijo: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni
han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.1
Corintios. 2: 9

 Pedro dijo también: Nos ha dado (Dios) preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina... 2 Pedro 1: 4

 Quizás Dios ha prometido bendiciones que le pertenecen y usted no las esta disfrutando
por la simple y sencilla razón de que usted las desconoce; esto es realmente algo muy
lamentable. Descubra lo que le pertenece por designio de Dios leyendo la Escritura, no
desperdicie ni una sola bendición más por falta de conocimiento.

8) Nos muestra la voluntad de Dios.


 Dios tiene un plan y propósito para cada uno de sus hijos, a este plan y propósito la Biblia
lo llama “la voluntad de Dios”.

 En las paginas de la Biblia encontramos cual es la voluntad de Dios para nuestra vida. Si
queremos saber con exactitud lo que Dios desea hacer en nuestra vida, hogar, trabajo e
iglesia, debemos buscar diligentemente en oración la voluntad de Dios en la Biblia. Y el
mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan 2: 17

9) Nos orienta en decisiones de la vida.

 La Biblia es el mejor manual sobre el comportamiento humano que jamás se haya escrito,
pues contiene miles de principios prácticos, de utilidad y valor permanente para nuestra
vida diaria.

 Estos principios contienen un caudal de sabiduría divina la cual guía al creyente y lo


ayuda a programar su comportamiento por adelantado, de modo que, cuando llega el
momento de tomar decisiones, no hay necesidad de someterse a un angustioso proceso de
reflexión para tomar la decisión adecuada.

 Para el cristiano que conoce la Biblia, el problema de tomar decisiones se simplifica. La


Biblia nos ilumina. El rey David dijo al respecto: Lámpara es a mis pies tu palabra, y
lumbrera a mi camino. (Sal. 119: 105)

 Los consejos y principios de Dios nos sirven de guía, y alumbran nuestro entendimiento
al enfrentar y tomar decisiones en nuestra vida.

 Es muy bueno prepararse para vivir de acuerdo con los principios bíblicos, atesorándolos
en la mente por anticipado, antes que se presenten las crisis.

 La Biblia contiene pues, un sin numero de mandamientos, consejos y advertencias para


casi todas las situaciones que puedan presentarse en el transcurso de nuestra vida.

 Si diariamente llenamos nuestra mente con la palabra de Dios, ella iluminará las oscuras
sendas del futuro con la dirección y el consejo divino, y nos evitará tomar decisiones
equivocadas. David dijo: En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
Salmos 119: 11

10) Nos capacita para dar expresión a nuestra fe.

 Mucha de la gente que nos rodea, no conoce la palabra de Dios; y en muchas ocasiones
usted será la única persona que puede hablarles acerca de Dios, su amor y lo que él desea
hacer en la vida de él hombre.
 Usted es responsable de comunicar y transmitir lo que usted cree y ha recibido de Dios a
quien necesite escucharlo. Pedro dijo: Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y
estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo
el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 1 Pedro 3: 15

 La única forma de estar en condiciones de: Contestar al que tiene dudas, callar al que se
burla, u orientar al que sinceramente busca la verdad, será estando siempre preparados
leyendo y estudiando diariamente la Escritura.

 Si desea compartir en forma efectiva de Cristo con otros, es indispensable que tenga por
lo menos un conocimiento básico de la Palabra de Dios.

11) Nos garantiza el éxito.

 Todos anhelamos tener éxito en el campo de actividad que hemos elegido. La lectura de
la Biblia nos enseña como prosperar y como conducirnos para que todo nos salga bien.

 En la Biblia se nos revela el secreto de Dios para alcanzar el éxito. Por todas las paginas
de la Biblia yacen incrustados los más profundos y reveladores consejos de Dios para
llegar a la sima del triunfo.

 Nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él,
para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1: 8)

 Meditar o reflexionar diariamente en la palabra de Dios nos llevará a descubrir y descifrar


los consejos de Dios; y a la vez estos se mantienen siempre frescos en nuestra mente y
corazón, garantizándonos el éxito que todos buscamos.

 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de


pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está
su delicia, Y en ella medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará. (Salmos 1:1-3)

 Esta clase de productividad diaria es el resultado de alimentar la mente todos los días con
la palabra de Dios.

 Lamentablemente muchos creyentes creen que están demasiado ocupados como para
dedicar tiempo a la lectura de la Biblia y refrescar la mente cada día con la Palabra de
Dios.

 Si solo entendieran que un momento de recogimiento con Dios diario, le hará que su día
sea más productivo, le rinda mas y obtenga mejores resultados.
LO QUE LA PALABRA DE DIOS PUEDE HACER EN NUESTRA VIDA
Por: Diego Teh -Salmo 19:7-11; Hechos 8:29-37.
INTRODUCCIÓN: 
 Cuando hay sequia se ven pastos y arboles secos pero de pronto un ligero aumento de
lluvias que han hecho que germine mucho matorral cuyo verdor se puede apreciar desde
lejos en las laderas de las montañas.  El agua de la lluvia cumple su función al regar y
humedecer las tierras áridas. 
 Dios mismo dijo a su pueblo Israel por medio del profeta Isaías: “como desciende de los
cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y
producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, / así será mi palabra que sale
de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que la envié” (Isaías 55:10,11).
 Así como la lluvia, toda palabra que es de Dios siempre cumple su función.  En una
ocasión, a sus apóstoles, Jesús les dijo: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os
he hablado” (Juan 15:3). 
 La palabra de Dios que Jesús les predicaba, enseñaba, e interpretaba, no solamente
viajaba por el aire al oído sino que cumplía una función regeneradora. 
 Sin embargo, esta función eficaz no se daba solamente porque quien las pronunciaba era
Jesús el Hijo de Dios, pues cuando físicamente Jesús ya no estaba en la tierra para
predicar, sino que humanos salvados por la gracia de Dios eran los que predicaban la
palabra de Dios, el apóstol Pablo les explicó a los romanos “que la fe es por el oír, y el
oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). 
 La palabra de Dios siempre tiene que producir efectos para quien la escucha. En la
historia de Hechos 8, leímos que el evangelista Felipe explicó una porción de las
Escrituras a un etíope, y finalmente el etíope terminó diciendo: “Creo que Jesucristo es
el Hijo de Dios” (Hechos 8:37b).
 El salmo 19 especialmente en los versículos 7 al 11, es una porción en el cual el salmista
David describe muy variadamente la palabra de Dios como “ley de Jehová”, “testimonio
de Jehová” (v. 7), “mandamientos de Jehová”, “precepto de Jehová” (v. 8), “temor de
Jehová”, y como “juicios de Jehová” (v. 9). 
 Cada una de estas descripciones tiene su importancia, pero estas descripciones no van a
ser el tema de este mensaje. 
 Luego también observamos que David enfatiza las cualidades de esta palabra de Dios,
diciendo que “es perfecta”, y que “es fiel” (v. 7), que “es limpio” y que “son verdad” (v.
8), pero tampoco estas cualidades de la palabra de Dios serán el fundamento de este
mensaje. 
 El tema de este mensaje serán las palabras que David utiliza en estos mismos versículos
para presentar los efectos que la palabra de Dios puede hacer en la vida de una persona. 
 ¿Cuáles son los efectos que la palabra de Dios puede hacer favorablemente en la vida de
una persona?  Especialmente al final de cada una de las cuatro frases de los versículos 7
y 8 encontraremos algunos de tales efectos.
 El primer efecto que la palabra de Dios puede hacer en la vida de una persona, es que:

I.- CONVIERTE EL ALMA.


 Luego de la descripción de que la palabra de Dios es “la de Jehová”, y de que “es
perfecta”, el salmista indica “que convierte el alma” (v. 7a).  
 El sentido de la palabra convertir en este contexto consiste en cambiar toda fe y conducta
que no está enfocada en Dios para enfocarla en Él. 
 Todo ser humano tiene la necesidad de convertirse a Dios.  Este es el tema de muchos
mensajes a través de las Sagradas Escrituras, tanto en el Antiguo como en Nuevo
Testamento.  Pero llama la atención que la palabra de Dios convierte “el alma”.
 ¿Por qué “el alma”?  El alma, o el espíritu, o el corazón, entiéndase estos tres como lo
mismo en este contexto, es según todas las Escrituras, el elemento de donde por voluntad
propia proceden todas las malas decisiones y malas acciones del ser humano. 
 Es el alma el que por causa de la naturaleza pecaminosa del ser humano tiene la
inclinación a hacer primeramente lo que es malo, y rara la vez que quiera hacer lo que es
bueno. 
 Entonces, es allí donde el ser humano tiene que comenzar a ser transformado, pero
ningún poder humano ni filosofía humana puede cambiar el alma, sino solamente el
poder de Dios, mediante su Espíritu Santo, mediante Jesucristo, y mediante su Palabra.
 En la primera epístola a los Tesalonicenses 1:9, cuando el apóstol Pablo elogia a aquellos
creyentes de Tesalónica diciéndoles que: “os convertisteis de los ídolos a Dios”, resalta
que dicha conversión no ocurrió por la influencia de algún poder o recurso humano, sino
que les recuerda que su conversión inició “recibiendo la palabra” ( 1 Tes. 1:6). 
 Cuando las Sagradas Escrituras hablan de recibir la palabra no se refiere al acto externo
de solamente escucharla, sino del efecto interno de aceptarla para sí mismo, lo que
produce la conversión que ocurre más allá de los sentidos, en el corazón, en el alma,
donde está alojado el problema humano del pecado.
 Es por eso que todos necesitamos la palabra de Dios para que nuestra alma se convierta a
Dios, y pueda tener la capacidad que también procede de Dios para luchar en contra del
pecado que siempre está presente en nuestra vida.
 El segundo efecto que la palabra de Dios puede hacer en la vida de una persona, es que:

II.- HACE SABIO AL SENCILLO.


 Ahora, después de decir que la palabra de Dios es “el testimonio de Jehová”, y que “es
fiel”, dice que su efecto consiste en que “hace sabio al sencillo” (v. 7b). 
 La palabra “sencillo” que se usa en esta frase, hace referencia a una persona que no tiene
la capacidad de analizar, discernir, lo que es malo para que entonces pueda tomar la
decisión de no hacer lo que es malo. 
 Por más esfuerzo que haga esta persona, no puede darse cuenta de que lo malo es malo. 
 Es más, hasta puede llegar a pensar que aquello que es malo no tiene nada de malo.  Es
aquella persona que nadie la saca de su mente cerrada. 
 Así que sencillez en este contexto no significa una persona humilde, sino una persona
cuya opinión y necedad es su única verdad y realidad.
 Pero el efecto de la palabra de Dios es que “hace sabio”. ¿Cuánto nos hace falta ser
sabios, o tener sabiduría?  En este caso, ser sabio no significa que uno va a poder
acumular mucho conocimiento, aunque esto también pueda suceder, sino que ser sabio
significa que uno aprende a darse cuenta por la operación de la palabra de Dios que algo
es malo y que no se debe hacer, o que algo es bueno y eso es lo que se debe hacer. 
 Ser sabio, es la capacidad que da, produce, o genera la palabra de Dios para saber cómo
actuar correctamente. Pero especialmente, esta sabiduría, además de que es para la toma
de decisiones de la vida cotidiana, especialmente tiene que ver con la búsqueda de la
salvación eterna.
 Moisés, el profeta y caudillo de Israel, de alrededor de 1500 años a.C., en una de sus
oraciones que se encuentra registrada en el salmo 90, le dijo a Dios: “Enséñanos de tal
modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12). 
 Esta debe ser nuestro interés y ocupación de cada día: Querer ser sabios según la
sabiduría de Dios. 
 En la época del apóstol Pablo, como en el año 67 d.C., animando a Timoteo a que
persista en lo que había aprendido, y que persista en aquello que estaba persuadido, le
indica que el conocimiento de la palabra de Dios da buena sabiduría especialmente para
la salvación. 
 Pablo sabiendo que Timoteo desde niño tuvo el privilegio de aprender la palabra de Dios,
le dice recuerda con la aplicación correspondiente “que desde la niñez has sabido las
Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que
es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15).
 Amados hermanos, es así como la palabra de Dios hace sabio al sencillo, y sí que lo
necesitamos porque si no somos sabios para la salvación, viviríamos como queramos, y si
acaso tuviésemos un poco de interés por nuestra salvación, la estuviésemos buscando por
los medios incorrectos.  
 Hay quienes por no ser sabios por la palabra de Dios, andan buscando salvación en sectas
y hasta en iglesias, e incluso hasta en representantes religiosos.  Pero la “el testimonio de
Jehová” que es la palabra de Dios, la sabiduría de Dios “hace sabio al
sencillo” y “sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.  Por eso, es
importante que no dejemos de aprenderla durante nuestra vida.
 El tercer efecto que la palabra de Dios puede hacer en la vida de una persona, es que:

III.- ALEGRA EL CORAZÓN.


 Después de decir que la palabra de Dios son “los mandamientos de Jehová”, y que “son
rectos”, dice que su efecto consiste en que “alegran el corazón” (v. 8a). 
 No se puede negar que todo ser humano sufre por causa del pecado, sufre por las
circunstancias de la vida, pero sufre mucho más si uno no ha descubierto el propósito de
su vida. 
 Mucha gente vive con la ausencia de alegría en su vida, en su corazón.  Pero también los
que temiendo a Dios caen en las trampas del pecado, saben que uno sufre tristezas, pero
al mismo tiempo se desea recuperar el gozo.
 En la experiencia de David, un hombre que pecó contra Dios, contra su prójimo, contra
su propia familia, y aun contra sí mismo, cuando arrepentido acude a Dios le
dice: “Vuélveme el gozo de tu salvación,…” (Salmo 51:12a).
 No se puede vivir feliz cuando uno tras haber pecado no busca arrepentido a Dios.  David
no sentía el gozo de Dios, pues eso es lo que el pecado puede ocasionar en la vida de
cualquier persona, pero la palabra de Dios genera gozo en el corazón, gozo que el placer
de pecar no puede producir en ningún corazón.
 En el tiempo del profeta Jeremías, los babilonios destruyeron la ciudad y hasta el templo
de Jerusalén, pero no lograron destruir todas las copias de las Sagradas Escrituras, por lo
que tiempo después hubo un hallazgo importante.  Este profeta Jeremías, relata una
experiencia quizá por sueño o por visión, pero relacionada con el hallazgo de las
Escrituras, del cual dice: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me
fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16a). 
 Ese es el efecto real de la palabra de Dios que se recibe en el corazón.  Trae gozo y
alegría al corazón.
 Mis amados hermanos, no tenemos por qué ir en busca de gozo o alegría en otra fuente
que no sea Dios.  Cuando una persona va en busca de alegría por medio de los placeres
carnales, puede que su corazón se sienta alegre, pero será justa y solamente en ese
momento o cuando mucho por unas horas más.  No puede ser duradero. 
 Pero la palabra de Dios, “alegra el corazón”, porque nos conduce al Cristo de la alegría,
del cual se refiere el apóstol Pablo cuando a los Filipenses les dice: “Regocijaos en el
Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4).
 El cuarto efecto que la palabra de Dios puede hacer en la vida de una persona, es que:

IV.- ALUMBRA LOS OJOS.


 Y finalmente, después de decir que la palabra de Dios es “el precepto de Jehová”, y
que “es puro”, dice que su efecto consiste en que “alumbra los ojos” (v. 8a). 
Alumbrar los ojos es un modismo hebreo para decir que hace ver al ciego.
 Y este efecto es causado no por un cirujano u oftalmólogo sino por el poder
regenerador de la palabra de Dios.  Lo que esto significa es que la persona que acepta,
cree, y recibe la palabra de Dios, comienza a ver con toda claridad el camino que está
llevando hacia la eternidad.
 El apóstol Pablo en una defensa que hace ante autoridades romanas para defender su
llamamiento al apostolado, relata al rey Agripa que cuando Jesucristo le llamó le
dijeron que fue: “para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la
luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados“ (Hch 26:18). 
 En realidad no Pablo con sus habilidades y destrezas iba a abrir los ojos de los
pecadores que viven en ausencia de luz, ni era Pablo quien personalmente los
convertiría de la potestad de Satanás a Dios, sino que esta apertura de ojos se daría y ya
se estaba dando por la palabra de Dios que él estaba predicando tanto a gentiles como a
los del mismo pueblo de Dios.
 En su epístola dirigida a los Efesios, el apóstol Pablo les dice que aun siendo ellos ya
creyentes en Cristo, él estaba orando por ellos para que Dios les “dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, / alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento” (Efesios 1:17b-18a). 
 Esto aclara que los ojos a los que el salmista se refiere al decir que la palabra de Dios
como “precepto de Jehová” […] “alumbra los ojos”, no se trata de los ojos físicos,
sino que se trata de los ojos del entendimiento humano, que necesita ser alumbrado por
la palabra de Dios no solo para venir al conocimiento glorioso de la salvación, sino
también para seguir en el camino de la esperanza que el evangelio anuncia al pecador
que es salvado por Cristo.
 Amados hermanos, Dios ha sido bueno con nosotros al permitir que nuestro
entendimiento haya sido iluminado por su palabra. 
 Es por eso que pudimos creer en la obra que Dios inició desde la eternidad para darnos
salvación. 
 Esa misma palabra nos sigue iluminando para que durante nuestra vida nos sometamos
a la santa y sabia voluntad de Dios. 
 Y ahora, cada vez que leemos la palabra de Dios en nuestros hogares, solos o con la
familia, y cada vez que estudiamos la misma palabra en los salones de nuestra Escuela
de Formación Cristiana, y también cada vez que escuchamos que un predicador nos
exponga le mensaje de dicha palabra, seguimos recibiendo la iluminación que
necesitamos para caminar con Dios hasta el día glorioso cuando Jesucristo venga por
los que creemos en Él y en su palabra.

CONCLUSIÓN: 
 Mis amados hermanos, estos son algunos de los efectos que la palabra de Dios puede
hacer en nuestra vida. 
 El salmo 19, especialmente estos versículos 7 y 8, incluso el 9 que no fue parte de este
tema, son muy clarísimos y entendibles que a mi parecer aun sin ser predicados, su sola
lectura comunica poderosamente muchas verdades que se entienden inmediatamente. 
 Sin embargo, luego de haberlos leído juntos en este momento, y luego de haber
escuchado esta predicación, que quede claro en todos que la palabra de Dios “convierte
el alma”, “hace sabio al sencillo” (cf. v. 7), “alegra el corazón”, y “alumbra los
ojos” (cf. v. 8), por lo tanto, por esto y por más, no descuidemos aprovechar las
enseñanzas de dicha palabra que proporciona lo que todos nosotros necesitamos ya sea
como nuevos o hasta como antiguos creyentes. 
 Sirvan todos los esfuerzos de esta iglesia de enfatizar durante todo este mes la
importancia de aprovechar las Sagradas Escrituras de nuestra fe cristiana; sirva también
esta humilde predicación de vuestro servidor; pero sobre todo, sirva nuestro texto bíblico
que utilicé como fundamento de este mensaje, para animarnos a escuchar, leer, estudiar,
memorizar, y meditar la palabra de Dios.  Ella nos lleva a Cristo el Salvador.

No quisieron escuchar la palabra de Dios


(Zacarias 7:11-12)

 By Walter Cuadra  Sermones

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos  para no oír; y pusieron su corazón como
diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas
primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos”.

Zacarias  7:11-12

INTRODUCCIÓN

Hoy en día la palabra de Dios es predicada, ya sea en los templos cristianos, en plazas y campañas evangelísticas,
en las casas o a través de los diferentes medios de comunicación y redes sociales; pero cuantos de estos la escuchan y la
ponen por obra. Estos versículos nos muestran la realidad de muchas personas que no atiende el mensaje de Dios y las
consecuencias de no hacerlo.
No quisieron escuchar la palabra de Dios 

                        I.         LA REALIDAD DEL CORAZÓN DURO DEL HOMBRE.

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos  para no oír; y pusieron su corazón como
diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas
primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos”.

En estos versículos, Dios por medio de su profeta, les recuerda a los israelitas las consecuencias de no obedecer
su palabra, ya que sus antepasados le volvieron la espalda, taparon sus oídos para no oír y pusieron su corazón como
diamante, y como consecuencia, fueron castigados yendo a la cautividad. De igual forma este texto nos recuerda la
importancia de obedecer la palabra de Dios y no ser indiferentes a su llamamiento, ya que aquellos que lo han hecho, su
fin es trágico.

                      II.         EJEMPLOS DE AQUELLOS QUE NO QUISIERON ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.

  “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado
los fines de los siglos”.

1 Corintios 10:11
El apóstol nos dice que las cosas que están escritas en la Biblia fueron para que nosotros aprendamos de ellas y
no cometamos los mismos errores, y así uno puede ver cómo Israel no obedeció su palabra a pesar de que muchas
veces, a través de sus profetas, los amonesto a dejar el pecado y volverse a Él, pero no quisieron: “Jehová amonestó
entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos
caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres,
y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas. Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como
la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios”, (2 Reyes 17:13-14). Desde que Dios los saco de Egipto,
les enseño su palabra, tuvieron a Moisés, el gran legislador de Israel, el cual les dio la ley divina, luego tuvieron a Josué el
cual no solo los dirigió a la tierra prometida, sino los amonesto para seguir por el camino del Señor, también tuvieron
jueces que los liberaron de sus enemigos y les mostraron el camino de justicia, y a parte de esto tuvieron reyes como
David que gobernaron bajo la voluntad de Dios, y otros trajeron grandes reformas a la nación, como Zacarias y Josías, en
el reino del sur, y sus profetas no cesaron de amonestarlos para que se volvieran a Dios. Pero con todo esto, no
quisieron escuchar y como consecuencia Israel, el reino del norte, es llevado cautivo a Asiria, y años después, Jerusalén,
el reino del sur, es conquistado y deportado a Babilonia.

            También podemos recordar la necedad de Sedequías, el último rey del reino de Juda, el cual tuvo la oportunidad
de salvar su reino y su propia vida con tan solo obedecer la palabra de Dios; pero no obedeció. Esta historia bíblica la
tenemos allá en el libro de Jeremías: “Después envió el rey Sedequías, e hizo traer al profeta Jeremías a su presencia, en
la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: Te haré una pregunta; no me encubras ninguna cosa.  Y
Jeremías dijo a Sedequías: Si te lo declarare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no me escucharás. Y
juró el rey Sedequías en secreto a Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te
entregaré en mano de estos varones que buscan tu vida.  Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová Dios
de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad
no será puesta a fuego, y vivirás tú y tú casa. Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será
entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos. Y dijo el rey Sedequías a
Jeremías: Tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me
escarnezcan. Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás”,
(Jeremías 38:14-20). Es lamentable ver como este hombre pudo haber salvado su vida y su reino con tan solo escuchar y
obedecer la palabra de Dios; pero no lo hizo, y al final fue capturado, vio como mataron a sus hijos y a el le sacaron los
ojos y lo encarcelaron, mientras que Jerusalén fue destruida y quemada, todo porque no quisieron escuchar la palabra
de Dios.

            El mismo apóstol Pablo, predicando el evangelio se enfrento a la dureza de corazón de los judíos, los cuales, a
pesar de su fuerte persuasión, estos no creyeron: “Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los
cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús,
tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Y algunos asentían a lo que se decía, pero

otros no creían. Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu
Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis;
y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente,
y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo
los sane. Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y cuando hubo dicho esto, los
judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí”, (Hechos 28:23-29). Es triste ver como la historia de aquellos que no
escuchar la palabra de Dios para obedecerla se repite una y otra vez, y así como le paso al apóstol Pablo, les sucede a
muchos que predicando su palabra ven la indiferencia y dureza de corazones, el problema con esto es que al no atender
su consejo viene el desastre y condenación eterna.

                    III.         EL NO OBEDECER SU PALABRA NOS CONDUCE A LA CONDENACIÓN ETERNA.

“¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en
vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. Por tanto, en el juicio será más tolerable el
castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. Y

tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el
que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió”.

Lucas 10:13-16

En estos versículos, el Señor Jesús nos advierte del peligro de no escuchar y obedecer su palabra. En Corazín y
Betsaida, se hicieron grandes milagros y el mismo Jesús les predico, pero no escucharon y fueron incrédulos. En
Capernaum, Jesús anuncio el evangelio y realizo muchas señales, pero los hombres de esta ciudad endurecieron sus
corazones. Al final, nuestro Señor les dice que, si todo esto se hubiese dado en Tiro y Sidón, ciudades paganas, hace
ratos se hubiesen arrepentido, y por ello, su castigo sería peor. De igual forma, si nosotros no escuchamos su palabra y la
obedecemos, creyendo en Cristo, iremos rumbo a nuestra ruina a una eternidad de condenación.

 
CONCLUSIÓN.

En la Biblia encontramos muchos ejemplos de personas que no escucharon la palabra de Dios y la obedecieron,
y por tanto, se perdieron, pero nosotros debemos creer en esta palabra la cual a través de Cristo nos ofrece la vida
eterna, porque todo aquel que no la escucha va camino al fracaso y la condenación eterna

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