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SESIÓN 09

Analizando mis debilidades en el ámbito emocional y de hábito.

FORO N°9

1- El trabajo es individual.

2- Realizamos un listado de nuestras debilidades en el ámbito emocional y de hábitos.

* Realizamos un listado de nuestras debilidades

1. Impaciencia

La impaciencia es uno de los principales obstáculos que nos mantienen separados de


nuestras metas. Los objetivos más ambiciosos requieren invertir muchos esfuerzos, tiempo y
recursos, y si la impaciencia toma el control de la situación, cualquier plan o estrategia que
se dirijan a esa clase de fines se tambaleará por la relativa falta de compensaciones a corto
plazo.

Por ejemplo, la decisión de gastar mucho dinero en un viaje y no es un proyecto personal


que habría tenido muchas posibilidades de prosperar es una muestra de cómo la
impaciencia puede llegar a hacer que nos estanquemos.
2. Egoísmo

El egoísmo puede llegar a ser positivo en situaciones puntuales, pero en una gran
cantidad de situaciones lo único que hace es llevarnos a cortar nuestros vínculos con la
sociedad.

Así, nos hace quedarnos solos poco a poco, no solo perjudicando a quienes nos rodean
a causa de las veces en las que les decepcionamos, sino además llevándonos a perder
capital humano a nuestro alrededor: menos gente dispuesta a ayudarnos y a esforzarse
por darnos apoyo cuando lo necesitemos.

3. Celos

Los celos nos llevan a sentir la necesidad de controlar la vida de otras personas por el
miedo a perderlas, lo cual es, paradójicamente, un hecho que daña significativamente
cualquier vínculo personal que pudiésemos tener con ella al no reconocer su
individualidad y libertad personal.

Por ejemplo, una persona que ve con malos ojos que su pareja quede con amigos o
amigas a solas, está cayendo en los celos e intentado que toda la vida social del ser
querido gire alrededor de ella.

4. Cobardía

La cobardía nos lleva a no tomar decisiones que, aunque son incómodas y suponen salir
de la zona de confort, son necesarias para que nuestras vidas o las de nuestra
comunidad o colectivo mejore.

Por ejemplo, no querer cortar con alguien para no exponerse a una situación llena de
lloros y frustración suele ser un ejemplo de cobardía que perjudica a al menos dos
personas (uno mismo incluido).

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5. Conformismo con la ignorancia

El conformismo no tiene por qué ser malo; a fin de cuentas, no todo el mundo vive en
una situación en la que pueda permitirse arriesgar constantemente con tal de aspirar a
objetivos diferentes. Sin embargo, el conformismo aplicado específicamente al
conocimiento si´ es una de las debilidades humanas. El motivo es que nos hace
quedarnos a ciegas en un mundo en el que el
conocimiento nos puede ahorrar muchos problemas.

Por ejemplo, la creencia de que no se necesita saber absolutamente nada de política


para crear una sociedad justa y funcional suele perjudicar no solo a la persona, sino a
toda la sociedad.

6. Resentimiento

Concentrarse en las viejas ofensas, ya sean reales o imaginarias, es otra de las


debilidades del ser humano que facilita la aparición de hostilidades injustificadas.

A veces, en ocasiones, el resentimiento puede llegar a hacer que toda la sociedad en


general cause antipatía por un vago sentimiento de ofensa causado por la idea de que
la vida nos ha quitado más de lo que nos ha dado. Pero, a la práctica, solo favorece el
aislamiento y las dificultades para crear vínculos sentimentales significativos: a poca
gente le gusta tratar con quien sostiene actitudes pasivo-agresivas.

7. Dependencia

Hay personas que se acostumbran a vivir según el modo en el que otros viven, imitando
sus valores, su manera de pensar y de actuar, e incluso su estética.

Con el tiempo, esto lleva a situaciones insostenibles, porque no es posible vivir


indefinidamente siguiendo un proyecto vital que no es el que uno mismo ha construído.
Y, cuando quien ha caído en esta dinámica de dependencia se da cuenta, a este
problema se le suma el sentimiento de haber perdido el tiempo durante meses o años.
Por eso, esta es una de las debilidades del ser humano con un poder mayor a la hora de
generar crisis existenciales.

8. Poca apertura a nuevas experiencias

El ser humano debería siempre enfocarse hacia nuevos retos, nuevas experiencias que le
permitan dar pasos adelante en su desarrollo personal. Conocer gente nueva, visitar
países y culturas, leer sobre temas interesantes... son hábitos que hacen que un
individuo crezca intelectualmente y esté más abierto a cruzar nuevos horizontes.
Las personas que no son capaces de abrirse a
nuevas experiencias, a menudo se estancan en realidades anodinas, con hábitos poco
edificantes y que les anclan a una realidad aburrida. Para intentar resolver esta situación
solo es necesario abrir la mente y estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort y
buscar cuáles son nuestras inquietudes.

9. Actitud controladora

La tendencia a querer controlar el comportamiento de grupos o individuos da paso a


muchas disfunciones en la vida social. De hecho, a veces facilita la aparición de violencia,
al usar la fuerza como método para demostrar poder y establecer dominancia. Por eso,
es uno de los aspectos en los que la calidad de vida de uno mismo y de los demás
puede verse dañada: genera confrontación.

10. Exceso de Ego

Las personas que se rigen excesivamente según códigos estrictos de honor y que no son
capaces de admitir sus errores a causa del orgullo presentan una de las debilidades del
ser humano que más dañan la vida social: el exceso de Ego. Esta puede llevar a
generarse enemistades de manera totalmente innecesaria, e incluso facilita que se
pierda la salud por la incapacidad de reconocer que se necesita ayuda.

11. Mala gestión de la ira

Las personas que no son capaces de controlar su ira creen que el mundo es un lugar en
el que cualquier afrenta hacia ellos debe ser corregida de inmediato, aunque solo sea
expresando el enfado y dañando a alguien con ello. De manera irracional, creen que en
el mundo hay un sistema de compensación por el cual si el que ha actuado mal no
puede compensar el daño, al menos puede ser el blanco de la furia de quien se siente
ofendido.

*Realizamos un listado de hábitos.

1. Enfócate en lo que sí tienes

2. Sonreír es buena terapia

3. Un buen día empieza con un desayuno nutritivo

4. Toma agua con limón

5. Haz ejercicio

6. Camina esos 10,000 pasos todos los días


7. Suplementos con vitaminas y minerales

8. Administra tu tiempo tan bien como administras tu dinero

9. Objetivos diarios, todos los días

10. Busca inspiración

*como mejor mis debilidades en el ámbito emocional y de hábitos.

1- Reconocen sus sentimientos y los de los demás

Tienen un amplio vocabulario emocional que les ayuda a saber expresar exactamente
cómo se sienten y ponerlo en palabras. Además, tienen lo que llamamos “empatía”,
ponerse en los zapatos de la otra persona y sentir lo que siente el otro. Reconocen las
expresiones y el lenguaje no verbal de las demás personas para interpretar qué es lo que
sienten.

2- Expresan correctamente sus emociones y sus pensamientos

Al reconocer las emociones y los sentimientos propios es más fácil que sepan qué tienen
que hacer o cómo tienen que comportarse. Así es que, expresan sus emociones y sus
pensamientos de una manera más honesta consigo mismos y con los demás. Son los
dueños de su expresión emocional.

3- Son fuertes y no se ofenden con facilidad

La personas con alta inteligencia emocional se caracterizan por tener una personalidad
firme y no tomarse demasiado a pecho los comentarios ajenos. No se llevan las
amenazas a lo personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las
críticas constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de
comentarios despectivos que sólo traen destrucción.

4- Reconocen cuando se equivocan y rectifican

Equivocarse es innato al ser humano y en todo proceso de aprendizaje. Las personas


con alta inteligencia emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas.
También saben pedir perdón cuando es necesario Piden perdón de corazón y
perdonan.

No se obsesionan con una idea, sino que están abiertos a nuevas ideas y opiniones
teniendo en cuenta que son ellos los que pueden estar equivocados.
5- No buscan la perfección

Saben que nadie es perfecto y que la perfección es una ilusión que lleva a tener
expectativas distorsionadas respecto de la realidad. No persiguen hacerlo todo bien a la
primera. Saben que todo forma parte del proceso de aprendizaje y que el error es
humano.

6- Se cuidan y saben lo importante que es la salud

Duermen lo suficiente, hacen deporte, se alimentan bien, mantienen relaciones sanas, se


alejan de los problemas, buscan el bienestar… Saben qué conductas les benefician y no
dudan en hacerlas. Toda persona con alta inteligencia emocional cuidará su cuerpo de la
misma manera.

7- Se enfocan en lo positivo, aun en la adversidad

Las personas altamente inteligentes emocionalmente son conscientes de su entorno y


no se centran demasiado tiempo en lo negativo. Mantienen el foco en lo positivo de
cada situación, Practican la disociación y ven la situación desde distintos puntos de vista
para encontrar una solución. No se agobian con los problemas y se hunden sino que
ponen todas sus energías en aquello que pueden hacer para resolver la situación,
aquello que sí depende de ellos y que tienen bajo control.

8- Se rodean de gente alegre y con buenas vibraciones

“Dime con quien andas y te diré quién eres” es algo que tienen claro las personas con
alta inteligencia emocional, por eso se relacionan con gente soñadora, personas
optimistas y con energía positiva. Se alejan de personas tóxicas . Al tener buenas
vibraciones y rodearse de gente positiva, ven el mundo desde una perspectiva más sana
y que favorece la creatividad.

9- Defienden su asertividad. Saben decir NO

Saber decir que NO es un paso de gigante si quieres aspirar a tener alta inteligencia
emocional. Estas personas ponen límites cuando es necesario y defienden sus valores
ante todo. La asertividad es saber decir aquello que sientes y quieres respetando tus
derechos y los de los demás.

10- Aprecian y valoran lo que ya tienen


No centran su atención en aquello que les falta
sino que valoran lo bien que están con lo que ya tienen. Las personas con alta
inteligencia emocional tienden a evaluar positivamente su vida, sus relaciones, su trabajo
y su estatus económico aunque no sea el que ellos querían. No sienten frustración por lo
que aún no tienen, se enfocan en lo que ya poseen. Valoran las experiencias que les da
la vida y que les hacen ser como son.

11- Saben pasar página y no anclarse al pasado

Han aprendido a cerrar etapas y a no revivir continuamente aspectos del pasado,


positivos o negativos. Viven en el presente y no preocupados por lo que pueda venir en
el futuro. Eso implica menos ansiedad y estrés. Ser inteligente emocionalmente requiere
saber cuándo ha terminado una etapa de tu vida y comienza otra, sin dejar de crecer por
el camino.

12- Conocen sus debilidades y sus fortalezas y se mejoran continuamente

Saben cuáles son sus virtudes y sus puntos fuertes, pero también cuáles son sus
debilidades . Esto viene de un proceso de autoconocimiento profundo (un conócete a ti
mismo en toda regla). Las personas con alta inteligencia emocional tratan de mejorarse
a sí mismos continuamente, manifiestan valores altos en resiliencia (la capacidad de
reponerse tras una caída).

13- No les asusta el cambio

Saben que cambiar forma parte de la vida y que negar el cambio es negar la vida misma.
Abrazan la incertidumbre y aceptan que hay cosas que no pueden controlar. Agradecen
las oportunidades que les brinda la vida para cambiar y reinventarse, siempre en un
proceso de mejora constante. Cambiar pensamientos, formas de actuar, creencias… todo
forma parte del desarrollo personal.

14- Son proactivos, no reactivos

Las personas con alta inteligencia emocional son proactivas, es decir, se mueven antes
de que la situación lo exija. Proponen planes, estrategias, se plantean objetivos, etc.
Tienen una mentalidad y una actitud de éxito y actúan en pos de sus objetivos
marcados.
15- Son dueños de su tiempo y deciden en qué emplean sus energías

Saben gestionar su tiempo de trabajo y su tiempo de ocio, su tiempo de estudio y su


tiempo de relax. Establecen horarios, planifican tareas y definen objetivos.Conocen
cuáles son sus valores y los riegan continuamente. Emplean su tiempo y sus días en
aquello que les apasiona

16- Saben autogenerarse momentos de felicidad.

La felicidad no es algo externo , la felicidad es una forma de ver la vida. Las personas con
alta inteligencia emocional manejan las emociones positivas. Manejan las emociones y
pueden elegir cómo sentirse en cada situación. De esta forma, saben generar emociones
agradables que le ayuden en vida diaria.

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