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1.

Jesús el mensaje y medio de comunicación del Padre

En el principio existía la Palabra (Jn 1,1) la comunicación está en el


principio de la creación, y es que la creación es en sí misma comunicación 1.
No es un tema nuevo en el cristianismo, entre otros argumentos porque el
cristianismo es una religión de comunicación que pone el énfasis
principalmente en el auto comunicación divina, la encarnación y la Iglesia
que se comunica en las diversas culturas.

Desde una lectura de la historia de la salvación en clave de fe, se puede


notar de este aspecto esencial del creador. La creación misma es el primer
acto comunicativo de Dios hacia la humanidad (Cf. Hb 1,1ss) todo el
resto de la actividad salvífica de Dios, hasta el momento culminante de la
encarnación de la Palabra (Cf. Jn 1, 1-18) desde esta perspectiva puede ser
interpretado como una sucesión de verdaderas comunicaciones de Dios.

Un principio en la teología trinitaria es que Dios se manifiesta tal como es,


y es tal como se manifiesta. En esta expresión se evidencia una realidad: La
Biblia dice que Dios es amor, comunicación, donación: es un absoluto de
comunicación. Si Dios es comunicación total, Si Dios es un absoluto de
amor, es el amor total, perfecto; el ama eternamente, se comunica
eternamente, habla eternamente, se refleja a si mismo eternamente. Y
comunica su vida trinitaria a la humanidad con la comunicación del Hijo y
del Espíritu. El primero que toma la iniciativa de revelarse es Dios, como
auto comunicación a la persona, convirtiendo al hombre en el evento de La
comunicación absoluta de Dios mismo. 2

Por ello el medio de comunicación de Dios por excelencia es la


encarnación del Verbo, es la mayor expresión del amor infinito del Padre,
es el medio de comunicación de Dios con su pueblo, a diferencia de los
profetas en el antiguo testamento en el que Dios daba instrucciones,
exhortaciones y oráculos al pueblo. En este sentido su medio de
comunicación era corrupto y con muchas debilidades pues eran hombres
sujetos a la inclinación del pecado. Jesús es el medio y el mensaje a la vez,
1
Apuntes de Clase, misterio de Dios, Fray José , tomada fecha.
2
Cf. Martinez, F teología y comunicación. revista studium, XL ( 2001) , 1-25
su mensaje de salvación ha penetrado en la mente y en el corazón de la
humanidad, tanto que los confines de la tierra han conocido su nombre y
diversos seres humanos han imitado su enseñanza, pues como dice el
salmo sin que hable, sin que pronuncie sin que resuene su voz, a toda la
tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje (Salmo
117) y en otro dice, él envía su mensaje a la tierra y su palabra corre veloz
(Salmo 147,15) .

1.1 El mensaje

Jesús, rostro de la misericordia del Padre3 ha revelado absolutamente


todo lo que tenía que decir Dios a la humanidad, su palabra creadora lo
hizo todo tanto que al fin de cada creación su palabra manifestó que lo
había hecho era bueno. Su palabra fue la que dio sentido a las vidas de
aquellos que se acercaban por un milagro, su palabra fue la que impulsó a
Pedro y a los demás apóstoles a echar las redes, a remar mar adentro. no ha
cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la
historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4),
cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo
nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor.
Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr. Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra,
con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios.4

1.2 El medio de comunicación


La palabra medio nos recuerda su característica principal: los medios son
canales para alcanzar un fin que establecer una relación de comunicación
entre un grupo de emisores y un grupo de receptores. Es así como Jesús
vino a señalar el camino de comunicación con el Padre. El mismo Cristo en
su vida se presentó como el perfecto comunicador. Por la encarnación se
revistió de la semejanza de aquellos que después iban a recibir su mensaje,
proclamado tanto con palabras como con su vida entera, con fuerza y
constancia, desde dentro, es decir, desde en medio de su pueblo. Sin
embargo, se acomodaba a su forma y modo de hablar y pensar, ya que lo
hacía desde su misma situación y condición 5 Durante la vida pública de
Jesús las muchedumbres se reunían para escuchar su predicación y su
3
Misericordia vultus, bula del papa Francisco.
4

5
Communio et progressio, 11: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 6
de junio de 1971, p. 3).
enseñanza (cf. Mt 8,1.18; Mc 2,2; 4,1; Lc 5,1, etc.); él enseñaba como
quien tiene autoridad (Mt 7,29; cf. Mc 1,22; Lc 4,32). Les hablaba del
Padre y, al mismo tiempo, los dirigía hacia sí mismo, explicando: Yo soy el
camino, la verdad y la vida  (Jn 14,6) y  el que me ha visto a mí, ha visto al
Padre (Jn 14,9). No perdió tiempo en discursos insustanciales o
justificándose a sí mismo, ni siquiera cuando fue acusado y condenado (cf.
Mt 26,63; 27,12-14; Mc 15,5; 15,61), pues su  alimento era hacer la
voluntad del Padre que lo había enviado (cf. Jn 4,34); y todo lo que decía y
hacía guardaba relación con esa voluntad.

A menudo la enseñanza de Jesús adoptaba la forma de parábolas y relatos


coloridos que expresaban profundas verdades con las palabras sencillas que
se usaban a diario. No sólo sus palabras, sino también sus obras,
especialmente sus milagros, eran actos de comunicación, que revelaban su
identidad y manifestaban el poder de Dios 6 . En sus comunicaciones
mostraba respeto por sus oyentes, solicitud por su situación y sus
necesidades, compasión por su sufrimiento (por ejemplo, véase Lc 7,13), y
firme determinación de decirles lo que necesitaban oír, de un modo que
debía atraer poderosamente su atención y ayudarles a recibir el mensaje, sin
coerción ni componendas, sin engaño ni manipulación. Invitaba a los
demás a abrir su mente y su corazón a él, sabiendo que éste era el modo de
llevarles hacia él y hacia su Padre (véase, por ejemplo, Jn 3,1-15; 4,7-26).

Jesús enseñaba que la comunicación es un acto moral: « De lo que rebosa


el corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro saca cosas
buenas; y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas. Os digo que
de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del
juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás
condenado  (Mt 12,34-37). Criticaba severamente a quienes escandalizaran
a los  pequeños, y aseguraba que a quien lo hiciera  era mejor que le
pusieran al cuello una piedra y lo echaran al mar  (Mc 9,42; cf. Mt 18,6; Lc
17,2). Era completamente sincero; un hombre de quien se podía decir que
en su boca no se halló engaño; y también: al ser insultado, no respondía con
insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de aquel
que juzga con justicia  (1 P 2,22-23). Insistía en la sinceridad y en la
veracidad de los demás, al mismo tiempo que condenaba la hipocresía, la
inmoralidad y cualquier forma de comunicación que fuera torcida y

6
cf. Evangelii nuntiandi, 12
perversa:  Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no", pues lo que pasa de aquí
viene del maligno  (Mt 5,37).

Jesús es el modelo y el criterio de nuestra comunicación. Para quienes están


implicados en la comunicación social —responsables de la política,
comunicadores profesionales, usuarios, sea cual sea el papel que
desempeñen— la conclusión es clara: « Por tanto, desechando la mentira,
hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los
unos de los otros. (...) No salga de vuestra boca palabra dañosa, sino la que
sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que
os escuchen » (Ef 4,25.29). Servir a la persona humana, construir una
comunidad humana fundada en la solidaridad, en la justicia y en el amor, y
decir la verdad sobre la vida humana y su plenitud final en Dios ha sido,
son y seguirán ocupando el centro de la ética en los medios de
comunicación.

La Iglesia como medio de comunicación del Hijo

Al instaurar el nuevo reino, el de paz y salvación para todos aquellos que


esperaban en la restauración de las conciencias y de humanidad fraterna,
Jesús funda la Iglesia como cuerpo místico de él mismo, y como manera
de comunicarse con los elegidos, para ello es necesario una teología de las
comunicaciones en el que consiste el estudio de como Dios provoca las
convicciones y compromisos conectados con la fe religiosa 7 así la
comunicación es parte de la eclesiología , pues el estudio de la Iglesia
abarca la extensión histórica de la fe en la vida de los miembros del
cuerpo de Cristo.

La Iglesia y los medios

La mayoría de los poderes religiosos y seculares, han legislado a lo largo


de la historia sobre la libertad de expresión que se sirve de los medios de
comunicación social prácticamente desde el inicio de la escritura, la
imprenta y la publicación, ; esta legislación se concreta sobre todo después
de la invención de la prensa con Gutenberg en 1454, años más tarde en el
campo eclesial es el arzobispo de la Maguncia, Bertoldo de Henneberg,
quien con tres edictos entre ellos: Etsi mortalem del 4 de Enero de 1486;
Experti scandalo del 10 de Enero de 1486 y experti sceletaratorum sin

7
ONG,Walter J. comunication media and the state of theology. Cross currents 19 ( 1969) 462- 480
fecha de día y mes, pero también de 1486 establece la primera comisión
diocesana para que hoy conocemos como el imprimatur.

Por consiguiente la constitución apostólica inter multíplices del 17 de


noviembre de 1487 publicada por el Papa Inocencio VIII fija las leyes
sobre la prensa para toda la Iglesia. Las disposiciones de esta constitución
apostólica quedan confirmadas por la homónima de Alejnadro V del de
Junio de 1501, también por la inter sollicitudines de León X del 4 de mayo
de 1515, retomadas y ampliadas por la institución del índice de los libros
prohibidos que datan del 26 de febrero de 1562 y cum pro munere de Pío
IV del 24 de marzo de 1564.

Por otra parte la disciplina de la Iglesia sobre la libertad de prensa la


afronta de manera directa la constitución de Benedicto XIV Sollicita ac
próvida del 9 de Julio de 1753 siglos más adelante, la constitución
officiorum ac munere de 25 de enero de 1898 de León XIII y el código de
Derecho canónico del 27 de mayo de 1917. Después el vaticano II con la
notificación Post litteras apostólicas del 4 de junio de 1966 de la
congregación para la doctrina de la fe establece: el índice sigue siendo
moralmente vinculante… pero al mismo tiempo ya no tiene fuerza de la ley
eclesiástica con sus censuras anejas.

Y el decreto de las misma congregación port editam notificationem del 15


de noviembre de 1966 precisa que cuanto está previsto por el canon 1399
del código del derecho canónico señala: por derecho son prohibidos
algunos libros, y por el canon 2318 del mismo código 17 dice: algunas
penas contra violadores de las leyes sobre la prohibición de los libros no
tiene ya valor la ley eclesiástica. Fruto de esta determinación, desde 1966
muchos libros de casas editoriales católicos que tratan problemas de
doctrina y de moral han ignorado el imprimatur.

El 19 de marzo de 1975 la congregación para la doctrina de la fe, publica


un decretum de ecclesia pastorum vigilantiam circa libros. Se trata de
nuevas normas sobre el imprimatur para libros que tienen por argumento la
doctrina y la moral, y que han sido tomadas casi por entero del código de
1983.

Es indudable que la situación de la Iglesia con respecto a los medios de


comunicación social dio un cambio radicalmente con el concilio vaticano
II. En él, no solo a través del decreto inter mirífica sino en otros
documentos conciliares los pudieron ver claramente el progreso y la
tecnología ya estaban transformando la faz de la tierra. Reconocieron
especialmente que el mismo desarrollo de la tecnología de las
comunicaciones con toda probabilidad iban a provocar reacciones en
cadena de consecuencias imprevisibles.8

Esto inevitablemente nos debe llevar a preguntar por el papel de la Iglesia y


de la Teología en esta sociedad tan interactiva que está surgiendo e por los
nuevos avances. En perspectiva teológica, el punto de referencia para
entender la relación entre Iglesia y medios de comunicación social viene
dado, en última instancia, por el hecho de que la Iglesia tiene como misión
el llevar a cabo la progresiva realización del Reino de Dios. Sólo desde
aquí debemos plantearnos este tema. Para el teólogo Ottmar Fuchs todo lo
que ayude a acrecentar la esperanza y la unidad entre los hombres, es ya en
sí mismo un trabajo por establecer el Reino de Dios en este mundo y por
ello compete substancialmente a la responsabilidad de la Iglesia 9

En contra parte no todos piensan igual; asi Metz cree que se debe acudir a
la disciplina del arcano, según la cual los primitivos cristianos se abstenían
de hablar de sus misterios, sobre todo de la Eucaristía, en los ámbitos
paganos donde se movían. Para este autor, la utilización de los medios de
comunicación social, por cuanto estos no son objetivos o asépticos
transmisores de información, no es forma adecuada para la transmisión del
misterio cristiano10 sin embargo en palabras de Hernando Bernandino en
su artículo Evangelio y televisión, no debemos ni actuar con desdén ni
sobrevalorar los medios de comunicación social, ni lo uno ni lo otro
constituye una buena medida de lo que debería ser la apreciación
evangélica de los llamados por la Iglesia medios de comunicación social11

Ciertamente la Iglesia valora y reconoce de que gozan de gran importancia


los medios de comunicación social, así lo manifiesta Juan Pablo II al
reconocer que con la llegada de los sistemas de participación informática a
8
Juan Pablo II mensaje para la XXXIV jornada mundial de las comunicaciones
sociales 27 de mayo 1990
9
Ottmar Funchs La relación entre la Iglesia y los medios de comunicación en revista
Concilium 250 diciembre 1993 pág. 113.
10
Johan Baptista Metz la trampa electrónica, notas teológicas sobre el culto religioso
en la televisión pág. 83.
11
Hernando Bernandino Evangelio y televisión una reflexión embarazosa sobre dos
buenas noticias revista misión abierta n.4 1990 pág. 69.
la Iglesia se le ofrecen nuevos medios para llevar a cabo su misión . Está
claro que la Iglesia tiene que utilizar los nuevos facilitados por la
investigación humana en la tecnología de computadoras y satélites para su
urgente tarea de evangelización. 12

La profecía de Pablo VI

De una forma profética, el Papa Pablo VI hablaba sobre el progreso


inmediato e indeterminante de los medios de comunicación y el verdadero
contenido de la evangelización anunciado por estos medios en el mensaje
que anuncia la Iglesia hay ciertamente muchos elementos secundarios, cuya
presentación depende en gran parte de los cambios de circunstancias. Tales
elementos cambian también. Pero hay una substancia viva, que no se puede
modificar ni pasar por alto sin desnaturalizar gravemente la evangelización
misma. 13

Por su parte, en el capítulo IV de este valioso documento le dedica a los


medios de comunicación social insistiendo en la evidente importancia del
contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios de
la evangelización 14 de manera incisiva quiere incluir en la conciencia del
cristiano y sobre en quienes se dedican a la evangelización de los
contenidos del mensaje de evangelización a interrogarse siempre del como
evangelizar

Este problema del como evangelizar es siempre actual, porque las maneras
de evangelizar cambian según las diversas de tiempo, lugar, cultura, por
eso plantean casi un desafío a nuestra capacidad de descubrir y adaptar.

A nosotros. Pastores de la Iglesia dice el Papa, incumbe especialmente el


deber de descubrir con audacia y prudencia, conversando la fidelidad del
contenido, las formas adecuadas y eficaces de comunicar el mensaje
evangélico a los hombres de nuestro tiempo entre ellos resalta Pablo VI: el
testimonio de vida pues para la Iglesia el primer medio de evangelización
consiste en un testimonio de vida autentica cristiana, entregada a Dios y al
prójimo. En segundo lugar la predicación viva, pues la palabra de Dios
permanece siempre actual, sobre todo cuando va acompañada del poder de

12
Juan Pablo II mensaje para la XXXIV jornada mundial de las comunicaciones
sociales 27 de mayo 1990.
13
Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi
14
Dios. Así mismo le sigue la liturgia de la palabra entre ellas la homilía
como instrumento válido y muy apto para la evangelización que debe
contar con estas características, clara, sencilla, directa, acomodada y
profundamente enraizada en la enseñanza evangélica. Le sigue la
catequesis

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