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¿CÓMO SONARÍA ESTO?

Por todos los lados de internet, es normal de repente encontrarnos alguna foto de un evento
natural haciendo sugerencia a los símbolos musicales que conocemos. Hace algunos días Andrés
Quintero, un suscriptor, me contactó por Facebook y me mandó la siguiente foto. Yo, con esa,
como con otras tantas hubiese dicho: “sí, qué bonito, bueno, lo que sigue”, si no fuera porque
me hizo la siguiente pregunta: “¿Cómo sonaría esto?” En seguida observé la foto como nunca
antes y me dediqué a averiguar cómo sonaría.

Al verla con esos ojos, lo primero que me sorprendió fue que en efecto eran cinco los cables, tal
como las cinco líneas del pentagrama musical.

Sin embargo, a pesar de las cinco líneas que venían de maravilla, en seguida me topé con que no
había nada que sugiriera la clave. De las cuales existen tres: la de Fa para lo grave, la de Do para
lo medio y la de sol para lo agudo. Al ver que eran pájaros, lo lógico para mí fue pensar que en
dado caso sería la clave más aguda: la de sol.

Y antes de ir corriendo e interpretar las supuestas notas en puras teclas blancas, pensé, ¿y la
armadura? Entonces noté que en verdad los pájaros estaban sugiriendo una armadura.
Ciertamente podemos pensar que las aves detrás de la línea divisora son una armadura. Me
sorprendía que fuera real. Al parecer el fotógrafo en verdad se empeñó en lograr una foto que
se pareciera al máximo a una partitura. Y es que el acomodo, al menos, de los dos primeros
pájaros se ve claramente como una armadura de sostenidos en clave de sol. Que si bien no están
acomodados exactamente cómo debería, el número de pájaros hablaba de la armadura de Mi
Mayor, que tiene cuatro sostenidos. Y no sólo eso, sino que en verdad podemos pensar que el
primer pájaro es un fa, el segundo de un re, el tercero de un do y el último de un sol. ¡La
armadura de Mi Mayor pero desacomodada! Acabé de volverme loco cuando descubro que los
primeros pájaros en línea vertical en verdad hacían un acorde de Mi Mayor con séptima, y que
los siguientes hacen un V grado. ¡Pájaros tradicionales!

Todo cuadraba perfectamente, salvo que no había nada que indicara algún compás. Y eso sí,
tuve que quedarme sin saberlo, e interpretarlo tal cual. Cuando haya una fila de pájaros vertical,
se tocarán juntos y cuando haya un pájaro solo se tocará solo. Si hay mucho espacio entre un
conjunto de pájaros y otro, lo pensaremos como figuras de mayor duración.

Ahora sí, había llegado el momento de tocarlo y grabarlo para enviarle a Andrés un audio
respondiendo a su duda. Y ese audio sonaba así:

Emocionados los dos con el resultado, comencé a pensar: “esto es simplemente genial, no se
puede quedar aquí nada más”. Era tan sorprendente que empecé a dudar que la foto fuera real
de tan bien que funcionó. Y es que no sabemos si lo es en su totalidad, o parcialmente o si es
completamente falsa. Si quien la tomó tan sólo iba pasando y se paró a hacer la foto, o pasó algo
algo parecido, pero luego la alteró digitalmente con fines estéticos o incluso para encriptar una
melodía y que así alguien más la descubriera. Intrigado con todo ello me puse a investigar la
foto, y en seguida descubrí otras tantas que también capturaron el momento desde diferentes
ángulos sustentando que eso ocurrió realmente. También encontré al autor de la foto. Un
fotógrafo llamado Paolo Pinto. Pero no sólo eso, sino que descubrí que ya alguien había
intentado interpretar la foto: Se trataba Jarbas Agnelli, un músico y director de cine que una
mañana leyendo el periódico se encontró con ella, la recortó y la usó de inspiración para
componer.

Él, de igual forma la interpretó en clave de sol, pero los pájaros antes de la división sí fueron
notas. Todas ellas, teclas blancas del piano, ejecutadas con una misteriosa campana. Además,
armonizó toda la melodía y añadió repeticiones haciendo contrastes tímbricos gracias a los
diferentes instrumentos. Y su resultado fue algo así.

Una hermosa interpretación orquestal, variada, contrastante y majestuosa. Pues qué es el arte,
sino el poder de traducir lo existente, los eventos que suelen pasar desapercibidos, en una
creación humana que conecta a la gente con la naturaleza. Sí, sí, sí. Ahí está lo genial. En tomar
lo cotidiano y volverlo inmortal con ayuda del arte. Después de esta pequeña investigación,
ahora no volveré a ver el tendedero con pinzas de la misma forma. Es más, dejen voy a ver cómo
suena eso en el piano.

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