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Historia
3° Año
Profesor Gabriel
Magni
ECONOMÍA
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El nacimiento de las sociedades industriales
María Inés Barbero
La industria fabril
Con la RI nació el sistema de fábrica: la centralización y mecanización
de la producción, el uso de energía inanimada y la presencia de trabajadores
asalariados sometidos a una estricta disciplina.
El rasgo dominante de la industria fue la difusión de las máquinas
accionadas por energía inanimada (primero hidráulica y luego del vapor) que
obligaron a sustituir las formas tradicionales de organización del trabajo y
dieron nacimiento al sistema de fábrica, ya que el tamaño y el costo de las
maquinarias hacían imposible que fueran propiedad de los trabajadores y
utilizadas en sus hogares.
Una de las innovaciones principales de la RI fue el acceso a nuevas
fuentes inorgánicas de energía calórica y mecánica, gracias a la paulatina
difusión de la máquina de vapor y el uso del carbón mineral como
combustible. La máquina de vapor de Watt (1769) fue perfeccionada en el s.
XIX, permitiendo su utilización en los medio de transporte. A partir de 1820
se construyeron los primeros ferrocarriles y barcos de vapor, que
revolucionaron las comunicaciones.
Con la fábrica se produjo en primer lugar una intensificación de la
actividad laboral, exigiendo a los trabajadores un horario estricto, una
actividad constante y un ritmo adecuado al de las máquinas. La nueva
disciplina no era fácilmente aceptada por los adultos, lo que en parte explica
que la RI haya recurrido tanto a mujeres y niños. La jornada laboral era
intensa y también muy extensa. A principios del s. XIX en el promedio de los
establecimientos sobrepasaba las 14 hs.
Una segunda característica de las fábricas fue la intensificación de la
división del trabajo. Se trata de una innovación organizativa, que no
necesariamente estuvo vinculada a la difusión de las máquinas, pero que
permitió grandes aumentos de la productividad mediante la reorganización
de la actividad laboral.
La innovación tecnológica
El predominio del carbón como recurso energético perduró hasta la
1ºGM. En Europa fue desplazado recién a mediados del s. XX por el petróleo;
en Estados Unidos, antes de la 2ºGM.
El acero se convirtió también en una de las principales industrias a
partir de 1860 con la aplicación del proceso Bessemer, los hornos de solera
abierta y otras innovaciones que permitieron elaborarlo en gran escala y
reducir su precio. Los niveles de inversión requeridos por este sector
condujeron hacia un fuerte proceso de concentración.
A pesar de que la máquina de vapor siguió siendo la principal
generadora de fuerza motriz, durante la 2ªRI se desarrolló un nuevo núcleo
tecnológico en el predominaron el petróleo, el motor de combustión interna,
la electricidad y la química.
El petróleo tiene mayor poder calórico que el carbón, es de más fácil
transporte y tiene usos mucho más amplios y diversificados. En 1859
empezó su explotación comercial en EU. Durante mucho tiempo el petróleo,
el gas y la electricidad se usaron fundamentalmente para la iluminación.
La paulatina difusión del motor de combustión interna y de los
automóviles transformó al petróleo en la principal fuente de energía para el
transporte. La industria automotriz se convirtió en el paradigma industrial
del s. XX.
La electricidad, gracias a la investigación científica e importantes
innovaciones desde 1860, se transformó con el tiempo en una de las fuentes
de energía más versátiles. Se la utilizó para la iluminación, para accionar
motores, para generar calor, y fue fundamental en los nuevos medios de
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comunicación.
La industria química adquirió también una proyección económica
inmensa. La innovación de mayor fuerza hacia mediados de siglo fue la de
los colorantes sintéticos. De esta industria se desprendieron nuevos
sectores como la industria farmacéutica, los explosivos, las fibras, el caucho
y las telas sintéticas, etc. Otra característica sobresaliente del sector
químico es el efecto multiplicador que sus innovaciones implicaron en otros
sectores.
El nacimiento de la empresa moderna
La segunda mitad del s. XIX vio el nacimiento de la empresa moderna:
la gran empresa con una organización burocrática, administrada por
gerentes asalariados, cuya forma jurídica más característica es la sociedad
anónima.
Las empresas modernas se distinguen de las tradicionales
fundamentalmente por sus dimensiones y las actividades que desarrollan, se
trata de grandes empresas que han integrado distintas funciones,
combinando la producción y la distribución en gran escala. Con la 2ªRI, las
nuevas industrias de punta exigieron mayor escala y dimensión a las
empresas.
Otro factor que contribuyó al desarrollo de la gran empresa fue la
ampliación de los mercados y por ende del volumen de producción
demandado. El tamaño también se amplió como consecuencia de las
estrategias de integración horizontal (generando empresas de mayores
dimensiones) y vertical (hacia atrás y adelante). Por último, la dinámica de la
expansión llevó a las empresas a diversificar su producción.
El segundo grupo de elementos que caracterizan a la empresa
moderna son las necesidades de una estructura burocrática, de una
administración crecientemente descentralizada y la dirección de gerentes
asalariados. El proceso de separación entre propiedad y gestión estuvo
estrechamente vinculado al incremento de los volúmenes de capital que las
grandes empresas requerían. Debieron recurrir crecientemente al crédito
bancario y al mercado de capitales mediante la emisión de acciones y
obligaciones.
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• Estandarización de las tareas.
La emigración transoceánica
Las migraciones internacionales fueron un fenómeno característico
entre 1815-1914, en el que aprox 50M de personas, en su mayoría
procedentes de áreas rurales, viajaron hacia América y otros destinos.
Muchos más se desplazaron dentro de Europa y dentro de cada país hacia
los nuevos núcleos industriales.
En conjunto, el movimiento migratorio transoceánico se desplaza de
oeste a este hasta afectar a todo el continente, aunque con fuertes
diferencias regionales. El retorno también fue muy elevado y desigual.
Estados Unidos fue el destino americano que recibió más inmigrantes
(32.6M), seguido por Argentina (6.4), Canadá (4.7) y Brasil (4.3).
Los movimientos migratorios no responden a una única motivación
económica sino a una compleja serie de causas:
1. Factores de expulsión de los países de origen (enfoque pesimista).
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2. Factores de atracción de los países de destino (enfoque optimista).
3. Cadenas migratorias.
4. Transformaciones demográficas. Duplicación de la población
europea. Etc.
5. Lecturas actuales: énfasis en la idea de emigración como estrategia
familiar para encontrar nuevas posibilidades en las economías de ultramar.
Estudiamos tres tipos de ciclos:
1- Ciclo Corto o Ciclo Juglar (toma el nombre del economista francés que los
determino): Duran de 7 a 10 años ó 12 años. Son aceptados por todos los
economistas.
2- Hay otros ciclos mas cortos que duran unos 40 meses (ciclo de Kitchin) que
estudia la relación entre la producción, las ventas y las existencias (Stock).
3- Ciclos de Kondratieff (K) o ciclo largo: son más discutidos porque duran entre
50 ó 60 años. Se utilizan como hipótesis interesante más que como concepto
aceptado por todos. Los utiliza sobre todo Schumpeter.
¿Por qué se producen estas oscilaciones?
• En el ciclo corto o Juglar se produce por el desajuste inevitable y periódico
entre oferta, producción, demanda e inversión. Se da en las economías
libres de mercado, pues la ecuación o relación entre las variables no esta
asegurada. ¿Cuánto hay que producir? Esa es la gran pregunta porque hay
desajustes y no se tiene un mercado asegurado o talvez el precio no es
adecuado, etc. Hay imponderables del consumo.
• Pero hay quienes hacen hincapié en variedad de causas, como ser:
- Decisiones políticas: es decir perturbaciones generadas fuera del ámbito de la
economía de mercado. Por ejemplo: la política monetaria, impositiva o fiscal,
de tasas o arancelamientos.
- Variaciones en el precio de la energía u otras materias primas.
Son fundamentales pero la misma Economía de Mercado las difunde. Es decir,
todo incide ene. Nivel de producción y precios, que repercute en la demanda.
En el ciclo largo: las causas son distintas, la baja del ciclo tienen que ver con el
agotamiento de un tipo de industria y de una tecnología.
En la primera etapa de la revolución Industrial Inglesa la encontramos hacia 1780
(Expansión) con las innovaciones en la industria del algodón.
La segunda etapa (recesión) la encontramos hacia 1815- 1825, donde nadie quiere
invertir.
En la tercer etapa la depresión (punto más bajo de la actividad económica) lo
encontramos hacia 1825, aunque dura hacia 1836.
Hacia 1840 todas las innovaciones en la industria del algodón ya se habían hecho,
ya se habían expandido por la mayoría de los mercados y los precios habían
bajado. Se invierte menos, hasta que la masa de capital se apuesta a nuevos
inventos con lo que se inicia una nueva etapa;
La cuarta etapa (recuperación o nueva expansión) la encontramos desencadenada
por una nueva fase económica de nueva expansión asociada al ferrocarril, al vapor
y la inversión de capital en el descubrimiento de nuevos inventos aplicados al
sistema productivo.
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En la fase 1 (expansión) y la 4 (Recuperación): ¿Qué nos dicen los indicadores
económicos?
Los precios, salarios, producción, ganancias, inversión, etc. Son positivos y están
en alza, en expansión. El empleo aumenta.
En la fase 2 (recesión) y 3 (depresión) sucede todo lo contrario, todo disminuye,
exceptuando el desempleo.
Características de los ciclos económicos:
- Periódicos, regulares.
- Vuelve a repetirse el ciclo (expansión, recesión, depresión y reexpansión o
recuperación) en las siguientes etapas, que se manifiestan en los ciclos.
- Desajuste entre lo que se consume, se invierte y produce.
- Pero el ciclo corto muchas veces esta relacionado con decisiones no económicas
sino políticas (precios de la energía, tasa, políticas monetarias y políticas fiscal).
Aún cuando las causas de un juglar no sean estrictamente vaivenes u
oscilaciones en una economía de mercado, siendo decisiones y causas que
exceden lo económico y se trasladan al subsistema económico.
- Los ciclos largos no son por todos aceptados.
- Los ciclos largos se asocian con innovaciones tecnológicas:
1º Kondratieff: Industria textil algodonera (se aplican nuevas técnicas y hay un
cambio en el sistema productivo). No fue un régimen parejo, se dio en algunas
regiones de las Islas Británicas y en otras no. Además en la mitad del siglo XVIII
encontramos la convivencia del sistema a domicilio e industrial fabril. Recién a
principios del siglo XIX encontramos la aplicación total.
¿Por qué se da esto?
_ Porque las máquinas van variando, pero no todas se adaptan al vapor
(pues primero eran hidráulicas).
_ Después se dan cambios en la metalurgia y energía.
En la época Contemporánea:
SISTEMA DE CAPITALISMO INDUSTRIAL ( s. XVIII- XXI) C-1) Capitalismo
Industrial Clásico o Liberal (dd 1760/1780. Auge: 1840- 1873) C-2)
Capitalismo Industrial Organizado o Reglamentado (fines de XIX al XXI) C-2-1:
C.I.O. Oligopólico (1890- 1918)
Se planifica y reglamenta la producción y distribución de Bienes y
servicios entre grandes compañías y el Estado. Surgen los Trust que son
una combinación de bancos con acciones o intereses en las actividades
industriales y los Holding que son la asociación de varias empresas.
C-2-2: C.I.O. de Bienestar (dd 1919-39. Auge: 1945-73. Continúa). C-2-3:
C.I.O. Transnacional (dd 1950/60. Continúa)
D- SISTEMA SOCIALISTA
D-1) Socialismo Burocrático o Estatista (dd. 1920…- 1987) Ej. URSS
D-2) Socialismo Autogestionado (dd mitad de los ’40- 1989/91) Ej.
Yugoslavia
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D-3) Socialismo de Mercado (dd fines de los ’70. Continúa) Ej. China
El aumento de la productividad
Las transformaciones técnicas
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La importancia de la innovación tecnológica durante el s. XX es
decisiva. Hasta los años ’70 el desarrollo económico estuvo impulsado por el
conjunto de transformaciones técnicas que constituyen el núcleo de la 2ªRI,
acompañadas por las nuevas formas de organizar el trabajo y por las
modificaciones en el sector empresarial. La economía se orientó hacia los
cambios técnicos de forma sistemática, incrementando significativamente la
inversión tanto estatal como privada en ese ámbito.
El dominio tecnológico de EU se manifestó de manera rotunda desde
1918 hasta el fin de la reconstrucción de Europa, disminuyendo
relativamente después por el desarrollo de los países avanzados de Europa y
de Japón.
Simultáneamente a la crisis comenzada en los ’70, el terreno técnico se
fue reestructurando hacia la electrónica, la biotecnología y, sobre todo, las
tecnologías de la comunicación, generando las condiciones para hablar de
una “3ª revolución industrial”. Sin embargo, este ciclo de innovación fue
acompañado por tasas de desocupación inéditas para el mundo desarrollado.
Aspectos económicos de la 1ª GM
La guerra interrumpió la fase de crecimiento iniciada en la década de
1890 y algunos elementos que habían caracterizado la economía del período
anterior nunca se restablecieron completamente, como los intercambios
multilaterales y el patrón oro. El estallido de la guerra dislocó las redes de
comercio internacional y ambos bandos establecieron una verdadera “guerra
de bloqueos”.
Las necesidades del conflicto obligaron a un esfuerzo importador, en
beneficio de los países neutrales, que además de proveer a los beligerantes,
pudieron sustituir importaciones e incluso abastecer mercados periféricos
con producción propia. Imaginada como breve, esta guerra fue la primera
que exigió de los Estados la intervención en aspectos vitales de la economía
como la disponibilidad de los factores de producción y la necesidad de
distribuirlos con los condicionamientos de deudas crecientes y restricciones
de importancia.
Los problemas de la distribución de materias primas y alimentos
exigieron de los gobiernos un accionar cada vez más amplio, tanto para los
soldados como para la población civil. Al, dada su situación de aislamiento,
debió recurrir a los controles de precios y al racionamiento; la situación
estuvo cerca de llegar a esos extremos en algunos países de la Entente.
Frente a las dificultades que planteó el comercio exterior, las autoridades
definieron las prioridades y fijando cupos de importación.
Para los Estados involucrados la guerra implicó un enorme aumento
del gasto público, por lo que se vieron obligados a diversificar y modernizar
la obtención de recursos. En teoría, las posibilidades eran 3: emisión de
moneda, aumento de la presión impositiva, y endeudamiento interno. Sólo la
Entente tuvo opción a una cuarta posibilidad: el endeudamiento exterior. En
cuanto a este último, In fue el primer banquero de sus aliados. Cuando las
dificultades se hicieron mayores, EU comenzó a prestar el dinero. Al finalizar
el conflicto, las deudas interaliadas alcanzaban los U$S 26.500M,
convirtiéndose en un serio problema en los años siguientes ya que EU insistió
en el pago de los U$S 12.000M de los que era acreedor.
El nuevo escenario internacional favoreció a EU. Al ser el único país
industrializado fuera de Europa, cubrió la demanda de los beligerantes y de
quienes antes compraban a ellos. La retirada de capitales británico, en AL
por ej., permitió consolidar la presencia de capitales privados
estadounidenses.
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Las consecuencias económicas de la guerra
El alivio que significó para todo el mundo el fin de la guerra fue
acompañado en Europa por la conciencia de los niveles de declinación
demográfica y de destrucción material. Exceptuando R, murió el 7% de la
población, equivalente al total del incremento natural en 1914-19. F y
Bélgica fueron los países con mayor destrucción material.
La situación relativa de Europa en el terreno económico sufrió un
sensible retroceso: su participación en la producción mundial pasó del 43 al
34% y en el comercio, del 59 a 50% (1913-23).
Tan o más significativo que este declive fue la irrupción de EU como
principal potencia financiera: poseía las mayores reservas de oro y era el
principal acreedor internacional.
Los gobernantes de las potencias vencedoras concretaron en los
tratados de paz la mayor remodelación que experimentó Europa. Algunos
objetivos fueron: la seguridad para evitar un nuevo conflicto, severas
sanciones para Al y sus aliados, y el respeto a las nacionalidades, postura
defendida por EU.
Los cambios más significativos ocurrieron en Europa C y E, dada la
desaparición de los 3 grandes imperios (Au-Hu, R y Turquía) y la pérdida de
territorios de Al. Surgieron 9 Estados nuevos:
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• Austria
• Hungría
• Polonia
• Finlandia
• Estonia
• Lituania
• Letonia
• Checoslovaquia
• Yugoslavia
• La
expansión de la colonización en África, con el consiguiente
aumento de la oferta de productos exportables.
• Aumento de la demanda de los países desarrollados, en especial de
productos tropicales (café, cacao, maní, caucho, etc.) que con el tiempo se
convirtieron en productos de consumo masivo.
• Crecimiento de la exportación de nuevas materias primas, como el
petróleo.
dado que las expropiaciones de las cosechas fueron resistidas por los
campesinos.
Asegurado el triunfo en la guerra civil, hacia fines de 1920 Lenin
propuso un cambio destinado a superar la caída vertical de los niveles de
producción. La estrategia se conoce como “Nueva Política Económica”, NEP, y
se sustentaba básicamente en:
• Resistir el aislamiento internacional.
• Restablecer la colaboración entre el Estado y los campesinos. •
Concretar la recuperación a partir del desarrollo de la agricultura.
La decisión crucial era estimular la producción agraria gracias a la
libre comercialización de las cosechas, el traspaso sin restricciones de la
tierra y la utilización de mano de obra asalariada. Se impulsaba un retorno
a las actividades propias del capitalismo. La industria podría incrementar
su producción gracias a la demanda de los campesinos. La idea era
disponer a mediano plazo de excedentes para montar una industria pesada.
Pasados 3 años, el éxito de la NEP se manifestó en un aumento
significativo de la producción agrícola y de la industrial, pero se ahondaron
las diferencias sociales entre los campesinos. Además, la recuperación de la
agricultura no se asentó en la mecanización.
Para los dirigentes bolcheviques, la NEP fue objeto de un profundo
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debate. Un sector la defendió: el apoyo a los campesinos significaría más
producción, más alimentos para las ciudades, más materias primas para la
industria, más exportaciones, mayor demanda de productos industriales. La
oposición, por su parte, sostenía que había que subordinar el desarrollo
agrario a las necesidades del crecimiento industrial. El triunfo de la corriente
liderada por J. Stalin marcó el rumbo a seguir: se aplicó la variante
propuesta por la oposición, en una variante extrema que implicaba el fin de
la propiedad privada y de la agricultura mercantil, reemplazadas por un
rápido proceso de colectivización y por el control estatal de los procesos de
comercialización. Esta drástica reorientación, componente crucial del
llamado “estalinismo”, dejó una profunda marca en el desarrollo económico
soviético.
La guerra y el mundo
El impacto producido por la guerra fue mucho mayor que el de la
primera, en tanto que el conflicto se extendió a casi todo el planeta. Hubo 2
consecuencias principales sobre el comercio internacional:
• Inversión en los términos de intercambio, en perjuicio de las
economías europeas desarrolladas, importadoras en gran escala.
• Disminución de los “ingresos invisibles” de los países europeos al
trasladarse el control de los mares a EU.
Como en la 1ª GM, se aceleró el desarrollo industrial en los países
importadores de manufacturas, pero el impacto fue más complejo ya que
también escasearon las maquinarias e insumos industriales. La
industrialización sustitutiva, salvo en Australia y Canadá, debió limitarse a
la implementación de desarrollo tecnológicos sencillos, sólo factible en la
actividad alimentaria, textil, etc.
POLÍTICO - IDEOLÓGICO
Restauración, liberalismo y nacionalismo (1815-70)
El eje que atraviesa este período es, en el plano político, el
antagonismo de 2 fuerzas:
• Una identificada con la idea de legitimidad, de poder teocrático,
sostenida por una burocracia, una nobleza cortesana y una iglesia, en la que
se manifiesta un extremo temor al desorden social.
• Otra identificada con la idea de libertad, de poder político limitado, de
garantías personales inviolables, y sostenida por elites más modernas cuya
legitimidad es la de la soberanía popular, y con una creciente aceptación del
conflicto normado.
La democratización de la política
Posibles sentidos de democracia en el período 1789-1914:
• Entre las transformaciones del período la que resulta más
significativa para los contemporáneos es que a lo largo del s. XIX la política
dejó de ser el horizonte de grupos más o menos limitados, para
transformarse en una práctica y un conjunto de ideas que, en forma
creciente, se involucró en la vida cotidiana [conciente y explícita] de amplios
sectores de la sociedad.
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En zonas alejadas a los centros urbanos (así como en Europa C y E) la
incipiente sociabilidad política de las comunidades campesinas se asocia
también con la llegada del ferrocarril. En muchos casos, fueron los mismos
partidos políticos los que, para recolectar más votos, introdujeron a
fracciones de la población en la experiencia electoral. El proceso se ve
particularmente acelerado desde fines de los ’70, cuando se produce una
masificación general de la política. Así entendida, la democracia no se limita
a la cuestión del sufragio sino que incorpora muchas otras prácticas, como
la participación en sindicatos y el surgimiento de la opinión pública.
• La comunidad política y la autoridad derivan su existencia y
legitimidad de una instancia contractual que involucra a todos los individuos
que la componen en tanto lo hacen en defensa de los propios derechos
individuales.
Los sectores conservadores reaccionaron con desconfianza, si bien de
modo dispar, no sólo por la participación en sí sino también por los riesgos
de una creciente autonomía política de sectores tradicionalmente
subordinados. A los liberales se les planteó la contradicción entre “razón” y
“número”. A parir de los ’70 el liberalismo quedó atrapado entre 2 extremos:
la defensa del principio de la soberanía popular, y el temor a la participación
de quienes no daban muestras de “racionalidad”. Los más temerosos se
acercaron al conservadurismo (que estaba experimentando una importante
evolución), mientras que otros dieron al liberalismo el tinte radical que lo
caracteriza durante los 30 años anteriores a 1914.
La impugnación revolucionaria
La década de 1890 también fue el marco de la consolidación y difusión
de la idea de revolución. Heredera en muchos sentidos de la tradición
revolucionaria francesa, durante la 2ºm.s. XIX comenzó a asociarse con la
clase obrera y el socialismo. La combinación de socialismo y reclamos
sociales fue suficiente para que muchos contemporáneos creyeran que la
lucha de clases era la cuestión fundamental de la política. Así se transformó
en uno de los argumentos para justificar la expansión imperialista.
El elemento común de quienes hacían política en nombre de la
revolución era el repudio por la sociedad burguesa y la creencia en un futuro
de redención social. En algunos casos, el protagonista de ésta se asociaba
con la clase obrera (partidos socialistas y sindicalismo), en otros con el
conjunto de los trabajadores o el pueblo (anarquismo), e incluso con las
viejas tradiciones comunales campesinas (narodniki y socialistas
revolucionarios rusos).
En cuanto a los partidos socialistas, el Partido Socialdemócrata
Alemán fue el que más éxitos consiguió, llegando a transformarse en la
corriente electoral más importante del Reich. Su dirigencia estaba compuesta
por intelectuales y trabajadores ilustrados que legitimaban su puesto por su
capacidad de manejar los más complicados debates. El reverso a la rigidez
ideológica del partido, era su misma tendencia a adaptarse a las reglas del
juego político electoral y parlamentario. El PSA, al tiempo que era modelo de
organización partidaria, generó fuertes críticas por su tendencia al
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“reformismo” y al abandono de toda práctica revolucionaria, como
denunciara R. Luxemburg.
En un contexto todavía más autoritario que el alemán, el Partido
Obrero Socialdemócrata Ruso fue fundado en Minsk en 1898 y al poco
tiempo tuvo que seguir sus actividades en el exilio. En el segundo congreso,
en 1903, el partido se dividió en “mencheviques”, seguidores de I. Mártov, y
“bolcheviques”, seguidores de Lenin. La revolución de 1905 no hizo más que
acentuar la división al aceptar los mencheviques participar del juego
electoral.
En la clandestinidad y el exilio, los bolcheviques fueron consolidando
un partido basado en la idea leninista de estructura pequeña de cuadros
activos, contrastando con la estrategia socialdemócrata de conformar un
partido electoral de masas.
En 1914 la postura revolucionaria parecía debilitada por las visiones
reformistas y por el avance imparable del nacionalismo. La guerra volvería a
darle un poderoso espaldarazo.
El giro de 1905 y la marcha hacia la guerra
A pesar de la creencia de algunos contemporáneos, el ascenso de la
derecha, la fiebre imperialista y la recuperación de la economía no sólo no
acabaron con las convulsiones sociales sino que provocaron a partir de 1905
un período de crisis y conflictividad crecientes.
En general, la nueva ola de protestas sociales acentuó la tendencia
hacia la polarización de las ideologías, que de hecho se encontraba presente
desde las crisis del liberalismo de los ’70. La causa general que impulsó esta
polarización fueron las distintas estrategias adoptadas para terminar con la
creciente conflictividad. Los más radicales ensayaron nuevas políticas de
seguridad social a escala mucho mayores.
La suma del temor por los conflictos sociales y la preocupación por el
avance de la actividad estatal de tinte radical contribuyeron a dar una nueva
unidad a la derecha. Por más que los objetivos de los conflictos sociales
fueran limitados, la sola movilización bastó para desatar la reacción
temerosa de las clases medias y altas, adquiriendo la forma de un
nacionalismo extremo. La política internacional dominada por la inminencia
de una guerra comenzó a determinar los movimientos internos. El
nacionalismo se acentuó y, donde fue posible (R, Al, Au-Hu), también el
autoritarismo. Los socialdemócratas no dudaron en aprobaron nuevos
aumentos en los gastos militares, que crecieron exponencialmente.
Frente a un panorama donde el irracionalismo parecía imponerse,
muchos comenzaron a ver en la guerra la posibilidad de una restauración de
la razón y la civilización asociadas a la propia grandeza nacional.
La forja de las ideologías de la modernidad
El mundo contemporáneo es deudor de cuantas ideologías y
movimientos políticos se gestaron en el s. XIX, ya como despliegue de la razón
humana o como ataque a esa misma razón desde posiciones de añoranza del
pasado o con propuestas de un futuro más completo. Es significativo que la
proclama universal de la razón dejara afuera a la mitad de las personas, las
mujeres, que, salvo excepciones, siguió estando fuera y se mantuvo como
parte de esa naturaleza que se subyuga con el conocimiento científico.
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El liberalismo: entre el individualismo y la justicia social
El liberalismo defiende la razón del individuo como fundamento para
organizar las relaciones entre los hombres y entre ellos y el mercado. En
política esto significa el contractualismo o constitucionalismo, con los
principios de representación ciudadana y separación y limitación de poderes;
en economía se traduce en la razón del libre intercambio y producción. En
ambos casos la clave es el derecho de propiedad, fruto del valor producido
por el trabajo. Por eso la propiedad es tan sagrada como la vida, es la razón
de ser del Estado y el elemento que confiere autonomía real a cada individuo.
En definitiva, el liberalismo era el sistema y la ideología que
garantizaba la libertad en todas sus dimensiones, e hizo del individuo el
centro de la sociedad, lo que se tradujo en las de declaraciones de derechos
y en el referente para la legitimidad del Estado y de la economía.
Con la difusión de la doble revolución se hizo necesario precisar las
posiciones del liberalismo. Ante todo, se pasó del cosmopolitismo de las
minorías ilustradas al nacionalismo de cada burguesía. La libertad en manos
de los radicales podía derivar en excesos. Por eso se repudia la democracia
como nueva tiranía. Siguiendo a B. Cosntant (1819), la libertad termina
significando disponer de la propiedad personal y ajustarse a leyes aprobadas
por representación de esos propietarios.
Frente a las desigualdades derivadas de la RI y de la economía de
mercado se plantearon nuevas soluciones. La de David Ricardo se
distanciaba necesariamente del optimismo liberal de A. Smith. En Principios
de economía política y tributación (1817) planteó la oposición entre los
intereses de las respectivas clases como parte de la lucha por la existencia,
partiendo de que la división del trabajo era la fuente del crecimiento y de que
la sociedad se regulaba a sí misma sin necesidad del Estado.
La tesis central era que el valor de las mercancías se establecía en un
mercado libre según la cantidad de trabajo incluido en su producción, y por
eso un intercambio libre de una cantidad de trabajo por otra equivalente
llevaba automáticamente a una distribución justa. Sin necesidad de
intervenciones (asistencia a los pobres por ejemplo) que sólo hubiesen sido
obstrucciones al libre juego de intereses individuales que siempre, a pesar de
su antagonismo, revertía en un mayor bien para la sociedad en su conjunto.
Desde el mismo principio de que la competitividad era lo fundamental
para la mejora social, J. Bentham atribuyó un papel decisivo al Estado para
que se cumpliera esa filosofía comercial de la utilidad. Su postura asocia la
felicidad del individuo con la del grupo, lo que justificaba la intervención del
Estado, quien, desde el principio de la utilidad, puede establecer la armonía
política según cálculos científicos para garantizar el máximo de libertad.
Su seguidor James Mill da un paso más y define como tarea de un
gobierno liberal la realización de los intereses comunes, propugna una
reforma educativa universalista y defiende el sufragio universal como
garantía para que coincidan los intereses generales con los de los
gobernantes. Sin embargo, este liberalismo no consideraba las desigualdades
surgidas del principio absoluto de la propiedad personal, de modo que su
hijo John Stuart Mill reformula el principio de justicia liberal, en la tradición
utilitarista, que ya no radicaría en la libertad de usar y abusar de la
propiedad sino en la división equitativa del trabajo.
Para J.S. Mill la libertad era un bien social y el estado debía establecer
las condiciones objetivas para lograrla. Sus obras Sobre la libertad (1859) y
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Consideraciones sobre el gobierno representativo (‘60) sentaron las bases de
una serie de reformas sociales catalogadas como “liberalismo radical o
humanitario”, con amplia influencia a fines de siglo, cuando resultaron útiles
al capitalismo frente al impulso revolucionario de los sectores relegados
organizados en partidos y sindicatos.
En el liberalismo clásico, de Locke a Tocqueville, se sacralizaba la
propiedad de tal forma que el sistema de libertades y de representación
política se organizaba desde los intereses de los propietarios, frente a la
aristocracia hereditaria y contra la democracia de las masas. Se prolongó en
lo que se ha llamado “liberalismo conservador” que, con E. Burke a la
cabeza, defendía la primacía del individuo sobre la masa, y valoraba la
experiencia histórica para definir las jerarquías sociales y la autoridad. El
liberalismo conservador le asigna al Estado un simple papel arbitral entre
individuos, siempre para garantizar el orden, nunca para instrumentar
mejoras sociales.
Frente a ello el liberalismo radical plantea la universalización de la
individualidad, entendida como el libre y pleno desarrollo de las
potencialidades de cada persona, para alcanzar esa justicia social que es la
tarea del Estado. No plantea al individuo como preexistente a la sociedad
sino como el ideal a desarrollar por esa sociedad. Esto fue planteado
temprana e influyentemente por T. Paine en EU, se prolongó con J.S. Mill y
se reformuló con el pragmatismo de J. Dewey, quien hizo de la educación el
requisito para crear individuos libres para la democracia. Este liberalismo
convergería con la socialdemocracia en las primeras décadas del s. XX para
sentar los principios del Estado de bienestar.
GEOPOLÍTICA
La Europa restaurada (1815-51)
En esta etapa no hubo guerra general entre las potencias europeas
pero se acentuaron los trastornos revolucionarios que, salvo contadas
excepciones, fueron sofocados. El último acto contrarrevolucionario culminó
con el golpe de Estado de Luis Napoleón en 1851.
El Concierto de Europa
Los acuerdos firmados resultarían insuficientes si no se ideaba un
mecanismo que lo sostuviera. La primera propuesta fue la del zar Alejandro I
para conformar la Santa Alianza. Esta logró la adhesión de la mayoría de los
Estados, excepto In, los Estados papales y Turquía. Sin ninguna obligación
internacional expresa, fue relegada por la iniciativa británica.
Se propuso el pacto conocido como Cuádruple Alianza para mantener
la paz en Europa. Se establecía así el Concierto de Europa o Sistema de
Congreso, que tampoco establecía compromisos formales aunque ligaba a los
firmantes por 20 años. In se opuso a la utilización de esta alianza para
intervenir en los asuntos internos de los Estados. Su objetivo había sido la
concertación para bloquear posibles revoluciones con poder militar y
bloquear cualquier acción unilateral, de R o F, que quebrara los términos
territoriales del CdV. Sin embargo, en el CdTroppau de 1820 Metternich
logró la aprobación del principio de intervención en los países
convulsionados por la revolución. El rechazo inglés marcó la primera fisura
del Concierto.
La unificación italiana
La península era desde 1815 un conglomerado Estados en donde sólo
el 2,5% de la población hablaba italiano.
• El reino de Piamonte, gobernado por la casa de Saboya (N).
La unificación alemana
Desde 1815 Au y Pr compartían su prestigio y poder sobre el conjunto
de reinos, ducados, principados y ciudades libres que integraban la
Confederación Alemana. En este mosaico de 39 Estados el Imperio
austríacos ejercía la preminencia como titular de la Confederación. En el
CdV además había sido recompensado con el control de It N. Sin embargo,
sufría grandes debilidades. Estaba rodeada de pequeños pero pretenciosos
vecinos, y tenía un ejército grande pero heterogéneo. Su vulnerabilidad no
era menor en el plano económico y, consecuentemente, en el militar.
Prusia era la menor de las GP europeas. Había sido beneficiada por el
CdV, incluso con territorios en la Renania. Desde el punto de vista
geográfico, estaba rodeada por vecinos más poderosos militarmente, y desde
el político, la supremacía austríaca era indiscutible. Sus ventajas procedían
del plano económico. En 1818 ya había suprimido las aduanas internas y
desde ’34 amplió la zona de libre comercio a los Estados del N (Zollverein).
Los intereses económicos, favorecidos por un rápido crecimiento, y la
actividad nacionalista configuraron el prestigio y la adhesión a Pr. También
en el ámbito educativo la superioridad prusiana era evidente, encabezando
en 1870 la lista de los países europeos en cuanto a cantidad de estduiantes
y establecimientos primarios y universitarios. Este desarrollo en la
educación fue, junto con la urbanización y la extensión del servicio militar,
un potente forjador del sentimiento nacional.
Hasta el nombramiento de Bismarck como presidente del consejo de
ministros de Pr la causa nacionalista fue parte del programa liberal. Cercano
primero a Viena, terminó convenciéndose de la inevitabilidad del
enfrentamiento con Au, llegando a hacer suya la causa de sus opositores.
Mejorada la preparación del ejército, estuvo en condiciones de usar la fuerza
después de asegurar acuerdos diplomáticos en el terreno internacional.
Sus primeras medidas fueron el aumento presupuestario para
reformar las fuerzas militares. Así consiguió un ejército numeroso luego de 3
años de preparación regular, cambios posibles por una educación primaria
que hacía más susceptible a la población para recibir una formación
acelerada. Un Estado Mayor preparado y eficiente supo incorporar los
adelantos tecnológicos en transporte, comunicaciones y armamento a las
necesidades de la guerra.
El plan del canciller para consumar la unificación consistió de alguna
forma en prepararse militarmente para enfrentar a Au en cualquier ocasión
favorable. La primera batalla fue diplomática (1864-66) y consistió en
desestabilizar la posición de Au en la Confederación, acudiendo incluso a
proponer la elección de la Dieta Federal mediante sufragio universal,
atrayendo así a la oposición liberal.
Paralelamente buscó asegurarse en Europa el aislamiento de Au.
Contó con la neutralidad rusa después de respaldar la represión en Polonia.
In se abstuvo de intervenir. El crucial, aunque precario, acuerdo de 1865
con N III consistió en la aceptación del dominio prusiano de la Alemania N a
cambio de una posterior compensación territorial. Al año siguiente Pr firmó
una
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alianza con It, su aliada natural contra Au.
La guerra estalló en 1866. Las consecuencias internas y externas
fueron enormes. El conservadurismo alemán más acentuado (los
Hohenzollern, el ejército y Bismarck) se apropiaron completamente de las
banderas del nacionalismo. Las implicancias futuras de la primacía
conservadora, junto con el debilitamiento del liberalismo, tuvieron un
impacto pernicioso en la cultura política alemana.
Por su parte, los Estados del S, aunque fuera de la nueva
Confederación, adhirieron al Zollverein y firmaron una alianza militar con Pr.
Con argumentos nacionalistas, Bismarck terminó rechazando las exigencias
francesas de la compensación territorial.
Una nueva coyuntura favorable en 1870 precipitó la unificación. Al
estallar el conflicto franco-prusiano, los cuerpos legislativos franceses se
apresuraron por votar la guerra, en medio de una creciente atmósfera
nacionalista. En Al, el agravamiento de las tensiones y la reacción de F
activaron también el sentimiento nacional, facilitaron la movilización popular
y la participación del S, hasta entonces renuente a incorporarse a una Al
unida. Las ventajas francesas no pudieron superar la rapidez, el
equipamiento más modernos, el mejor aprovechamiento de la red ferroviaria
y la pericia del Estado Mayor del ejército prusiano, que puso tras de sí a
todos los Estados alemanes, incluidos los del S. En pocas semanas, la
guerra daba fin a un imperio, nacía otro y se completaba la unificación
italiana.
Asia y América
En 1757 la East India Company conquista Bengala y en 1784 se le dio
a ésta estatuto colonial. En 1857 sucede el Gran Motín de los cipayos,
finalizando al año siguiente el gobierno de la compañía. En 1877 la reina
Victoria es proclamada emperatriz de la India.
En China, F e In se habían hecho presentes en sus puertos sin dejar
de presionar en el S y R en el N, mientras Al esperaba la ocasión. De la
derrota china en la guerra con Japón en 1894-95 surgió un reparto en
zonas de influencia que quedó reducido a una política de puertas abiertas y
de concurrencia en la penetración comercial. La rebelión de los boxers en
1900 mostró a su vez los límites internos de esa invasión pacífica que
resultaba en extremo ofensiva para los chinos.
En América, EU también se dejó llevar por la nueva corriente
imperialista, ya en los años ’90, si bien en la construcción de su territorio ya
había hecho uso de un “imperialismo interno” contra los pueblos originarios
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y contra México. Ahora mostraba interés por China, sin perder de vista para
ello a Filipinas, y por el control del Caribe, en parte por los intereses
radicados allí y en parte en relación con el canal de Panamá. El primer
afectado por esta estrategia fue el viejo imperio colonial español. Tras la
guerra de 1898, España perdía el control sobre Cuba, Puerto Rico y
Filipinas.
También es la época de la expansión rusa en Asia, llegando a
Samarcanda en ’65 y a Bujara en ’68.
La partición de África
En el s. XIX la ocupación del continente comenzó a ser un interés de las
GP, primero a través de mecanismos de penetración más informales, y luego
con plena incidencia de la ocupación política y administrativa. Esto se dio de
lleno en los años ’80, quedando en dos décadas los 30M km2 del continente
africano prácticamente repartidos entre las potencias.
F fue la pionera en el N de África ocupando Argelia en 1830 para
restaurar la visión exterior del país y alegando una razón trivial. En 1881 el
establecimiento del protectorado francés sobre Túnez simboliza el arranque
de la nueva explosión imperialista siguiendo pautas del CdBerlín ’78.
En ’82 In ocupó Egipto, dando lugar a un proceso de concurrencia y
simetría en el reparto, sólo perturbado por las ingerencias de terceros,
también legitimadas en el CdBerlín de ’85, y que concluiría con el
sometimiento de Marruecos en 1912.
Para Bélgica, combatir la trata, el paganismo y el canibalismo que
practicaban los nativos fue la justificación para adelantarse a franceses y
portugueses en el control del África C. En Berlín en ’85 se le reconocían los
derechos sobre el Congo. Para entonces ya no quedaban prácticamente
regiones costeras por colonizar.
En África E, la costa se había hallado expuesta a invasiones árabes y
portuguesas primero, y luego a las inglesas y alemanas. En este último caso,
las sociedades de colonización y los capitales de Hamburgo hicieron de
Zanzíbar una gran plataforma de exploración. El reparto de zonas de
influencia con In se hizo en ’86.
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