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FISIOLOGIA- SISTEMA ENDOCRINO

Procesos morfofuncionales

6. ¿Cómo se clasifican las hormonas?

Las moléculas hormonales pueden clasificarse según diversos criterios. Por


ejemplo, cuando se clasifican según su función general, se diferencian las
hormonas trópicas (que presentan como diana otras glándulas endocrinas y
estimulan su crecimiento y secreción), las hormonas sexuales (que presentan
como diana los tejidos reproductores), las hormonas anabólicas (que estimulan el
anabolismo en sus células diana) y otras muchas que cuentan con diferentes
calificativos funcionales. Otra forma útil de clasificar las hormonas es según su
estructura química.

7. ¿Cómo funcionan las hormonas?

Las hormonas transmiten una señal a las células al unirse a receptores específicos
en la superficie o en el interior de la célula. Según el mecanismo de «llave-
cerradura» las hormonas se unirán solo a moléculas receptoras a las que se
«ajusten» de forma exacta. Se dice que cualquier célula con uno o más receptores
para una hormona determinada es diana de esa hormona. Las células generalmente
presentan muchos tipos diferentes de receptores; por lo tanto, son células diana de
muchas hormonas diferentes. Cada interacción hormona-receptor diferente
produce distintos cambios reguladores en la célula diana en un proceso complejo
llamado transducción de señal. Estos cambios celulares generalmente se llevan a
cabo alterando las reacciones químicas en la célula diana. Por ejemplo, algunas
interacciones hormona-receptor inician la síntesis de nuevas proteínas. Otras
interacciones hormona-receptor desencadenan la activación o inactivación de
ciertas enzimas y, por lo tanto, influyen en las reacciones metabólicas reguladas
por dichas enzimas. Incluso otras interacciones regulan las células mediante la
apertura o cierre de canales iónicos específicos de la membrana plasmática.
Diferentes hormonas pueden funcionar juntas para intensificar mutuamente su
influencia sobre una célula diana. En el fenómeno llamado sinergismo, la
combinación de hormonas tiene un mayor efecto sobre una célula diana que la
suma de los efectos que tendría cada una de ellas por separado. Esta acción
combinada de las hormonas puede presentarse en lugar del fenómeno de
permisividad. La permisividad tiene lugar cuando una pequeña cantidad de una
hormona permite que una segunda tenga efecto pleno sobre una célula diana; la
primera hormona «permite» la acción completa de la segunda hormona. En el
fenómeno de antagonismo observamos un tipo común de las formas de acción
combinada de hormonas. En el antagonismo, una hormona produce el efecto
opuesto de otra. El antagonismo entre hormonas puede utilizarse para una
«regulación fina» de la actividad de las células diana con gran precisión,
transmitiendo las señales a la célula exactamente cuando tiene que aumentar o
disminuir un determinado proceso celular (y en la cantidad exacta). Aunque
nuestra explicación se centra solo en las acciones principales de algunas hormonas
específicas, los estudios que se están realizando dejan claro que las hormonas
generalmente desempeñan muchas funciones secundarias diversas en el
organismo. Por ejemplo, la prolactina (PRL) es una hormona con acciones
primarias en la regulación de la producción de leche (galactopoyesis) y la
reproducción, pero también tiene aproximadamente 300 acciones secundarias en
el cuerpo. La mayoría de los efectos secundarios de las hormonas modulan, es
decir, influyen en la actividad de otros mecanismos de regulación. En cambio, el
efecto primario de una hormona es un mecanismo regulador más directo. Como
se comentó anteriormente, las hormonas viajan hasta sus células diana a través del
torrente sanguíneo. Esto significa que todas las hormonas viajan por todo el
cuerpo. Sin embargo, puesto que solo influyen en sus células diana, los efectos de
una hormona determinada pueden limitarse a tejidos específicos del organismo.
Algunas moléculas hormonales se fijan a proteínas plasmáticas cuando circulan
en el torrente sanguíneo. Estas hormonas deben liberarse de la proteína plasmática
para salir de la sangre y combinarse con sus receptores. Puesto que la sangre lleva
hormonas prácticamente a todo el cuerpo, incluso donde no existen células diana,
no todas las moléculas hormonales producidas por las glándulas endocrinas
alcanzan realmente su diana. Generalmente, las hormonas no utilizadas se
excretan rápidamente por los riñones o se degradan por procesos metabólicos.

Células dianas: Una hormona solo actúa en las células que presentan receptores
específicos para ella porque la forma del receptor determina qué hormona puede
reaccionar con él. Este es un ejemplo del modelo llave-cerradura de las reacciones
bioquímicas.
8. Mediante la Tabla 18-3 (Patton & Thibodeau, 2013), realizar una comparación de las hormonas
esteroideas y no esteroideas.

• Hormonas esteroideas: Todas las hormonas secretadas por los tejidos


endocrinos pueden clasificarse en términos sencillos como esteroideas o
no esteroideas. Las moléculas hormonales esteroideas son fabricadas por
las células endocrinas a partir de colesterol, un tipo de lípido importante
en el cuerpo humano. Debido a que todas las hormonas esteroideas
derivan de una molécula común, el colesterol, presentan un grupo químico
característico en el centro de la molécula. Debido a que los esteroides son
lípidos solubles, pueden pasar fácilmente a través de la membrana
plasmática fosfolipídica de las células diana. El cortisol, la aldosterona, los
estrógenos, la progesterona y la testosterona son ejemplos importantes de
hormonas esteroideas.

• Hormonas no esteroideas: La mayor parte de hormonas no esteroideas se


sintetizan principalmente a partir de aminoácidos, en lugar de colesterol.
Algunas hormonas no esteroideas son hormonas proteicas. Estas hormonas
son largas cadenas plegadas de aminoácidos, una estructura característica
de las moléculas proteicas de cualquier tipo. Entre las hormonas proteicas
se encuentran la insulina, la hormona paratiroidea y otras. Las hormonas
proteicas que cuentan con grupos de hidrato de carbono insertados en sus
cadenas de aminoácidos se clasifican por separado como hormonas
glucoproteicas. Otro grupo fundamental de hormonas no esteroideas está
formado por las hormonas peptídicas. Las hormonas peptídicas, como la
oxitocina y la hormona antidiurética, son más pequeñas que las hormonas
proteicas. Están constituidas por una cadena corta de aminoácidos. Otra
categoría más de hormonas no esteroideas constituye las hormonas
derivadas de aminoácidos. Estas hormonas derivan de una única molécula
de aminoácido. Dentro de este tipo existen dos subgrupos principales. Uno
de ellos, las hormonas amínicas, se sintetizan por la modificación de una
única molécula de aminoácido, tirosina o triptófano. Las hormonas
amínicas como adrenalina y noradrenalina son producidas por células
neurosecretoras (las secretan como hormonas) y por neuronas (las secretan
como neurotransmisores). Otro subgrupo de derivados de aminoácidos son
las hormonas de la glándula tiroidea que se sintetizan añadiendo átomos
de yodo (I) a una molécula de tirosina.

9. ¿Cómo se regula la secreción hormonal?

El control de la secreción hormonal generalmente forma parte de un circuito de


retroalimentación negativa. Los circuitos de retroalimentación negativa tienden a
invertir cualquier desviación del medio interno desde su valor estable (el valor del punto
de ajuste). Es infrecuente que la secreción de una hormona esté controlada por un
circuito de retroalimentación positiva. Recuerde que en el control de retroalimentación
positiva, la desviación a partir del valor estable es exagerada en lugar de invertida. Las
respuestas resultantes de la acción de los circuitos de retroalimentación en el sistema
endocrino se llaman reflejos endocrinos, al igual que los reflejos nerviosos son las
respuestas a los circuitos de retroalimentación nerviosos (arcos reflejos). El mecanismo
más sencillo es el que actúa cuando una célula endocrina es sensible a los cambios
fisiológicos producidos por sus células diana. Por ejemplo, la hormona paratiroidea
(PTH) produce respuestas en sus células diana, las cuales incrementan la concentración
de C a++ en la sangre. Cuando la concentración de C a ++ en sangre excede el valor del
punto de ajuste, las células paratiroideas lo detectan y reducen su secreción de PTH de
forma refleja. La secreción de numerosas glándulas endocrinas está regulada por una
hormona producida por otra glándula. Por ejemplo, la hipófisis (específicamente la
porción anterior) produce hormona estimulante de la tiroides (TSH), que estimula la
liberación de hormonas por la glándula tiroidea. La hipófisis anterior responde a los
cambios en la variable fisiológica controlada y a los cambios de concentración
sanguínea de las hormonas secretadas por su glándula diana. A su vez, la secreción de la
hipófisis anterior está regulada por las hormonas liberadoras u hormonas inhibidoras
secretadas por el hipotálamo. La secreción hipotalámica responde a los cambios en la
variable controlada, así como a los cambios de concentración sanguínea de hormonas de
la hipófisis anterior y de la glándula diana. Aunque la glándula diana es capaz de ajustar
su propia secreción, los controles adicionales que ejercen los circuitos de
retroalimentación largos, y que implican a la hipófisis y el hipotálamo, permiten una
regulación más precisa de la secreción hormonal y, por lo tanto, una regulación más
precisa del medio interno. Otro mecanismo que influye en la secreción de hormonas por
una glándula son los impulsos del sistema nervioso. Por ejemplo, la secreción por la
hipófisis posterior no está regulada por hormonas liberadoras sino a través de aferencias
nerviosas directas del hipotálamo. Del mismo modo, los impulsos nerviosos simpáticos
que llegan a la médula de las glándulas suprarrenales desencadenan la secreción de
adrenalina y noradrenalina. Muchas otras glándulas, como el páncreas, también están
influenciadas por los impulsos nerviosos. El hecho de que el sistema nervioso actúe con
mecanismos hormonales para producir reflejos endocrinos pone de relieve la estrecha
relación funcional entre estos dos sistemas. Aunque el funcionamiento de los circuitos
de retroalimentación largos tiende a minimizar las amplias fluctuaciones de la
frecuencia de secreción, es característico que la emisión de varias hormonas aumente
para disminuir de forma llamativa en un corto período de tiempo. Por ejemplo, la
concentración de insulina —una hormona que puede corregir una elevación de la
glucemia— aumenta hasta un nivel elevado inmediatamente después de una comida rica
en hidratos de carbono. El nivel de insulina disminuye solo después de que la
concentración de glucosa sanguínea vuelve a su valor normal. Igualmente, los estímulos
amenazantes pueden causar un aumento súbito y espectacular de la secreción de
adrenalina por la médula suprarrenal como parte de la denominada respuesta de lucha o
huida.

10. Mediante la figura 19-5 y 19-6 (Patton & Thibodeau, 2013), describa la acción de las hormonas
hipotalámicas y el control mediante retroalimentación negativa.
11. Mediante la Tabla 19-1 y 19-2 (Patton & Thibodeau, 2013), describa origen, diana y acción
principal de las hormonas del hipotálamo y la hipófisis.
Aplicación a la vida cotidiana y a la clínica

Las siguientes situaciones, se plantean con la finalidad que se comprenda la importancia de reconocer las
estructuras (macroscopía y microscopía) y los procesos morfofuncionales para el diagnóstico clínico y su
aplicación a la vida cotidiana.
¿Qué es el gigantismo? ¿Qué es la acromegalia? ¿Qué es el enanismo hipofisario? ¿Qué cambios
hormonales se producen durante la menopausia?

GIGANTISMO:

Hipersecreción de GH antes de los 25 años de edad


Trastorno caracterizado por tamaño esquelético excesivo causado por un exceso de
anabolismo proteico durante el desarrollo esquelético

Acromegalia

Hipersecreción de hormona del crecimiento (GH) durante la vida adulta. Trastorno


metabólico crónico caracterizado por aumento de tamaño o elongación graduales de los
huesos faciales y las extremidades

Enanismo hipofisiario:

Hiposecreción de GH antes de los 25 años. Trastorno caracterizado por un tamaño


esquelético reducido, causado por disminución del anabolismo proteico durante el
desarrollo del esqueleto

MENOPAUSIA:

Durante la menopausia, el cuerpo de la mujer produce cada vez menos cantidad de


las hormonas llamadas estrógeno y progesterona. Esto suele ocurrir entre los 45 y
55 años de edad. La menopausia se produce cuando la mujer no tiene su período
menstrual por 12 meses seguidos.

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