Estructura básica de la célula.

La teoría celular deja implícito que, aunque haya una gran diversidad morfológica entre células, todas ellas representan
una mínima estructura básica, formada por lo siguiente:

1. Un envoltorio que separa o comunica la célula del exterior y que regula el intercambio con el entorno.
Se conoce como membrana plasmática y es una lámina deformable formada por una doble capa de lípidos con
proteínas englobadas. Regula el paso de sustancias químicas.
2. El contenido celular, que es donde se llevan a cabo todos los procesos químicos, y es lo que se conoce como
citoplasma. El citoplasma está constituido por un medio acuoso, el citosol, y por varios orgánulos celulares. En el
citosol aparece también el citoesqueleto, que da forma a la célula y facilita el desplazamiento de los orgánulos.
3. El material hereditario (ADN), que codifica toda la información genética. La estructura básica del ADN es común en
todos los seres vivos y se puede encontrar en el núcleo o bien disperso por el citoplasma.

Forma y tamaño de las células: morfología celular

Especialización de la célula.

Como ya hemos dicho, las células son los constituyentes básicos de todos los seres vivos, pero  no todas las de un organismo
son idénticas. Cada célula se especializa en función determinada y esto a menudo ha comportado una morfología
celular particular.
En el cuerpo humano encontramos células muy variadas, como, por ejemplo:

Células esféricas (linfocitos)

Los linfocitos son un tipo de célula de nuestro sistema inmune, cuyo rol principal es identificar y eliminar los agentes patógenos
presentes en nuestro organismo.
Se llama agente patógeno a cualquier microorganismo que puede causar una enfermedad. Los linfocitos pueden entonces
luchar contra cualquier amenaza, es importante resaltar que pueden protegernos de células que han dejado de funcionar
correctamente, como las células tumorales.

Células estrelladas (neuronas, células óseas)

Se conoce como neurona (del griego neûron, “cuerva” o “nervio”) a un tipo altamente especializado de célula, que compone
el sistema nervioso, encargado de controlar las funciones voluntarias e involuntarias del organismo.
Las neuronas se caracterizan por su excitabilidad eléctrica, lo cual se traduce en la capacidad para conducir impulsos
nerviosos a lo largo de la inmensa red del sistema nervioso, transmitiéndolos además a otras células, como las musculares.
Células alargadas (células musculares)

Las células musculares son las que forman todo el tejido muscular del cuerpo. Son llamadas Miocitos células contráctiles. La
célula es altamente especializada que usa ATP, energía química para generar movimiento con la interacción de proteínas
como la actina y miosina.
Estas es una célula multinucleada o sincitio, cilíndrica y con capacidad contráctil. Esta última es la principal propiedad de la
célula y lo que la hace distinta, la contractilidad, lo que significa la capacidad de acortar su propia longitud.
Tipos y Características de las Células Musculares
Los tipos de células musculares son tres tipos, te los mencionamos aquí abajo:

 Cardíaco: Este tipo de las células Musculares están localizadas en las paredes del corazón, tienen apariencia estriada,
tienen bajo control involuntario.
 Liso: Estas células Musculares se encuentran localizadas en las paredes de los órganos viscerales huecos, excepto
en el corazón a pesar de ser hueco, al igual que las cardiacas tienen una apariencia estriada y también están bajo
control involuntario.
 Esquelético: Las células musculares esqueléticas se presentan en músculos que están adheridos al esqueleto, tienen
apariencia estriada y están al igual que las otras dos bajo el control voluntario.
Función de las Células Musculares
Para que el organismo tenga movimiento son necesarias las células musculares. Ellas controlan tanto los
movimientos voluntarios como involuntarios. Estas células mantienen la postura, generan el calor necesario para todos los
músculos, así como protección a otros órganos.

Células flageladas (espermatozoides)

El espermatozoide es la célula sexual masculina que se produce en los testículos del hombre a través del proceso conocido
como espermatogénesis.
Su principal función es permitir la reproducción sexual gracias a su unión con el óvulo femenino durante la fecundación.