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Las células:

Las células son los componentes básicos del cuerpo. Todos los tejidos y órganos están formados por miles de millones de
células diferentes. El tamaño de las células humanas varía de unas a otras, pero todas son muy pequeñas. Incluso la
mayor de todas, el óvulo fecundado, es tan pequeña que no es perceptible a simple vista.
Todas las células del cuerpo de una persona son descendientes de dos células, el óvulo de la madre y el espermatozoide
del padre. Después de la unión del óvulo y el espermatozoide (fecundación), el óvulo fecundado es una única célula. Esta
célula, el cigoto, se divide muchas veces y, a medida que se divide, las células descendientes desarrollan diferentes
características y funciones. Estas células diferentes forman finalmente los distintos órganos (véase también Fases del
desarrollo del feto).
Son muchos y muy diversos los tipos de células que constituyen el organismo, y cada uno está dotado de una estructura
y una función propias. Algunos tipos de células incluyen
Células sanguíneas
Células musculares
Células cutáneas
Células nerviosas
Células glandulares
Algunas células, como las células sanguíneas, se desplazan libremente en la sangre y no están unidas unas a otras. Otras,
como las células musculares, están firmemente unidas entre sí.
Algunas células, como las células de la piel, se dividen y se reproducen con rapidez. Otras, como ciertas células
nerviosas, no se dividen ni se reproducen, salvo en circunstancias excepcionales.
Además de las células humanas, el cuerpo humano tiene células extrañas. Las células extrañas son microorganismos,
como bacterias y hongos, que viven en la piel y en las vías respiratorias, la boca y los tractos digestivo, reproductor y
urinario sin causar ningún daño. Los microorganismos que habitualmente ocupan un sitio corporal particular se
denominan flora saprófita o microbioma. Gran parte de la flora saprófita es realmente útil para las personas, por
ejemplo, ayudando a digerir los alimentos o al impedir el crecimiento de otras bacterias más peligrosas.
Los virus no son células Los virus contienen material genético (ADN o ARN), pero requieren una célula viva para
multiplicarse.
Unidad fundamental de los organismos vivos, capaz de reproducción independiente y formada por un citoplasma
rodeado por una membrana.
2. f. Grupo reducido de personas que funciona de modo independiente dentro de una organización política, religiosa,
etc.
Todas las células tienen en común tres elementos: la membrana celular, el citoplasma y el material genético. Elegí un
elemento de cada columna para armar las definiciones de esas tres partes. Escribí esas definiciones completas así
luego podés repasarlas.
Primera parte Segunda parte Tercera parte
La membrana celular contiene el ADN y contiene diferentes estructuras celulares.
El citoplasma protege la célula que está en el núcleo de la célula.
El material genético es un material líquido y regula la entrada y salida de diferentes sustancias.

Estructura de las células


Aunque a menudo se consideran la unidad más pequeña de un organismo vivo, están constituidas por elementos aún
más pequeños, cada uno de ellos dotado de una función propia.

Las células humanas tienen una membrana superficial (denominada membrana celular) que mantiene unidos los
contenidos. Sin embargo, esta membrana no es una simple envoltura, es un participante activo en la vida de una
célula. La membrana controla qué sustancias químicas y otras sustancias pueden entrar y salir de la célula. La
membrana también posee receptores que identifican la célula con otras células. Estos receptores reaccionan también
ante sustancias producidas por el organismo y ante fármacos introducidos en el mismo, y permiten que estas
sustancias o fármacos entren o salgan de la célula de forma selectiva (véase Receptores celulares). Las reacciones que
se producen en los receptores a menudo alteran o controlan las funciones celulares. Un ejemplo de ello es la unión de
la insulina a los receptores de la membrana celular para permitir que la glucosa entre en las células y ayudar para
mantener los niveles apropiados de azúcar en sangre.
Dentro de la membrana celular existen dos compartimentos principales:
El citoplasma
El núcleo
El citoplasma contiene estructuras que consumen y transforman la energía, y que realizan las funciones de la célula.
El núcleo contiene el material genético de la célula (genes y cromosomas), que contiene a su vez todas las
instrucciones sobre el funcionamiento de la célula y controla la división y la reproducción celulares.
Las mitocondrias son estructuras minúsculas situadas en el interior del citoplasma de todas las células que
proporcionan energía a la célula.
Interior de la célula
Si bien existen distintos tipos de células, la mayoría de ellas poseen los mismos componentes. Una célula tiene un
núcleo y un citoplasma, y está delimitada por la membrana celular que regula lo que sucede dentro y fuera de ella. El
núcleo contiene los cromosomas que constituyen el material genético de la célula, al igual que un nucléolo que
produce los ribosomas. Los ribosomas producen proteínas, que el aparato de Golgi compacta de modo que puedan
abandonar la célula. El citoplasma está constituido por un material fluido y por los orgánulos celulares, que pueden
considerarse los órganos de la célula. El retículo endoplasmático transporta materiales en el interior de la célula. Las
mitocondrias generan la energía necesaria para las actividades celulares. Los lisosomas contienen enzimas que
pueden descomponer las partículas que entran en la célula. Los centríolos participan en la división de la célula.
Función de las células
Algunas células, sobre todo las glandulares, tienen por función principal la producción de sustancias complejas como
las hormonas o las enzimas. Las hormonas son mensajeros químicos que controlan y coordinan las actividades a
través del organismo. Por ejemplo, la insulina es una hormona producida por ciertas células del páncreas para ayudar
a regular las concentraciones de azúcar en sangre. Las enzimas son proteínas complejas que controlan y llevan a cabo
casi todos los procesos y reacciones químicas del organismo. Otras células del páncreas producen enzimas digestivas
que descomponen los alimentos para que puedan ser absorbidos.
Algunas células producen otras sustancias útiles, como las células de la mama, que producen leche, las células del
revestimiento de los pulmones, que producen moco, y las células de la boca, que producen saliva.
Existen otras células cuya función primordial no es la producción de sustancias. Por ejemplo, las células musculares se
contraen, lo que permite el movimiento. Este es el caso, también, de las neuronas, que generan y conducen impulsos
eléctricos, permitiendo de este modo la comunicación del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) con el
resto del organismo.
Tamaño celular
El tamaño de las células se expresa en micrómetros (µm). Un micrómetro o micra es la milésima parte de un
milímetro (10-3 mm), es decir, la millonésima parte de un metro (10-6 m). Una célula eucariota típica mide entre 10 y
30 µm. Esto es cierto para las células que forman parte de un gusano y para las que componen un elefante. La
diferencia es que en el elefante hay más células. Para hacerse una idea de lo pequeñas que son las células
imaginemos que estiramos una persona que mide 1,70 metros hasta la altura del Everest, que mide unos 8500
metros. Las células estiradas de este gigante medirían 1,3 centímetros, más pequeñas que una moneda de un céntimo
de euro (sería un gigante formado por monedas de céntimo de euro).
La célula es la unidad estructural y funcional básica de todos los organismos. Tiene la capacidad de obtener y utilizar
energía, comunicarse con otras células, reaccionar ante estímulos, crecer, reproducirse, morir y autorregularse. Lleva
a cabo funciones específicas que se identifican con componentes estructurales y dominios determinados en ella. Las
células que son similares entre sí o que se relacionan de modo funcional o estructural se agrupan para formar tejidos.
TRANSPORTE CELULAR
El transporte celular resulta del continuo movimiento e intercambio de sustancias a través de la membrana
plasmática, que es una membrana semipermeable. El transporte es importante para la célula porque le permite
adquirir los nutrientes del medio extracelular (FEC), enviar mensajes químicos a otras células adyacentes, o expulsar
de su interior los desechos del metabolismo es decir de las reacciones químicas que se llevan a acabo para obtener
elementos o compuestos que las células aprovechan para su buen funcionamiento.
La membrana celular es un organelo que delimita todo el contenido de la célula, tiene un grosor aproximado de 10
nm (nanómetros = 10-9) y está formada por una doble capa de lípidos, siendo los fosfolípidos los que se encuentran
en mayor proporción.
Los componentes de la membrana no permanecen estáticos, están en constante movimiento, y estos movimientos
son generalmente laterales. Esto le brinda a la membrana celular la flexibilidad y el dinamismo necesario para poder
intercambiar ciertos compuestos y sustancias que son necesarios para la célula, como las sales, agua y gases como
oxígeno y dióxido de carbono por mencionar algunos. Pero no todas las sustancias pueden pasar libremente por esta
membrana celular, por lo que se dice que es: semipermeable porque deja pasar sólo ciertas sustancias en solución, y
selectiva, porque hay sustancias que penetran más fácilmente que otras.
Existen dos maneras mediante las cuales la célula puede transportar moléculas hacia fuera y hacia adentro de ella:

El transporte pasivo: Mecanismo por el cual las sustancias atraviesan la membrana celular a favor de sus gradientes de
concentración, por lo tanto no requieren de un aporte energético.

2. El transporte activo: Tipo de transporte en el cual las sustancias que atraviesan la membrana plasmática lo hacen
en contra de un gradiente de concentración y por ello necesitan el aporte energético del ATP.

El gradiente de concentración significa el número de sustancias que hay fuera o dentro de la célula; si el gradiente es
mayor afuera se dice que las sustancias ingresan a la célula fácilmente.

El transporte pasivo y el transporte activo presentan diferentes formas de ingreso a la célula.

Difusión simple: es el paso de una sustancia desde un sitio de mayor concentración a uno de menor concentración.

Difusión facilitada: es el paso de sustancias disueltas en agua que no pueden atravesar la capa de lípidos, pasan por la
membrana gracias a la ayuda de proteínas de tipo canal las cuales forman túneles a través de los cuales pasan las
moléculas.

Osmosis: Difusión que tiene lugar entre dos líquidos o gases capaces de mezclarse a través de un tabique o membrana
semipermeable. Este tipo de transporte puede ser:

Solución isotónica: Solución donde la concentración es igual que la célula, no hay ningún cambio.

Solución hipertónica: Es cuando está saturada la concentración de sal, es decir la célula se encoje tratando de equilibrar
sus niveles internos y externos.

Sustancia hipotónica: La sustancia tiene muy poca concentración de partículas disueltas en agua ejemplo cuando se
aplica suero la persona se hincha.
TRANSPORTE ACTIVO

Endocitosis: Es otro proceso de ingreso de sustancias a la célula a través de la membrana celular donde su característica
principal es permitir el paso de partículas grandes a la célula formando vesículas o vacuolas que son unas bolsas
membranosas en cuyo interior se encuentra la sustancia incorporada y pueden ser:

Fagocitosis: Es la entrada de partículas sólidas a la célula.

Pinocitosis: Es la captura de sustancias líquidas que la membrana no reconoce.

2. EXOCITOSIS: Expulsión de sustancias que la célula no necesita como exceso de sales a través del sudor.
Solución Isotónica, Hipertónica, e Hipotónica

En este artículo examinaremos tres tipos de soluciones: soluciones isotónicas, hipertónicas e hipotónicas.
Antes de hablar de los tipos específicos, primero vamos a repasar el escenario en el que existe la solución. Por ejemplo,
cuando hablamos de las soluciones anteriores, estas son soluciones fuera de una sustancia. Por ejemplo, digamos si
colocamos una célula en una solución, que es el ejemplo que usaremos para todas las diversas soluciones. La solución
fuera de la célula es a lo que nos estamos refiriendo cuando hablamos de isotónica, hipertónica o hipotónica. La solución
puede ser agua pura o la solución puede ser agua con un soluto disuelto en ella, o cualquier solución de este tipo.

Para los ejemplos siguientes, utilizaremos una célula que tiene una concentración de NaCl de 0,9%. Así que la
concentración de agua dentro de él es 99,1%.
Solución Isotónica
Una solución isotónica es una solución en la que la misma cantidad de soluto y solución está disponible dentro de la
célula y fuera de la célula. La solución y el porcentaje de soluto son los mismos dentro de la célula que en la solución
fuera de la célula. Por lo tanto, usando los números anteriores, una célula colocada en una solución de agua con NaCl al
0,9% está en equilibrio. Así, la célula permanece del mismo tamaño. La solución es isotónica en relación con la célula.
Solución Hipertónica
Una solución hipertónica es una solución que contiene más soluto que la célula que se coloca en ella. Si se coloca una
célula con una concentración de NaCl de 0,9% en una solución de agua con una concentración de NaCl al 10%, se dice
que la solución es hipertónica. Hyper significa más, lo que significa que la solución que la célula se coloca en contiene
más soluto que la solución dentro de la célula. Cuando la solución contiene más soluto, esto significa que contiene
menos agua. La solución fuera de la célula es 10% de NaCl, lo que significa que es 90% de agua. La solución dentro de
la célula es 0,9% de NaCl, lo que significa que es 99,1% de agua. Recuerde, la solución fluye de una mayor
concentración de agua a una menor concentración de agua. Esto es para diluir las áreas de mayores concentraciones de
soluto, por lo que se puede alcanzar el equilibrio. Siendo que la solución exterior es 90% de agua mientras que el interior
contiene 99,1% de agua, el agua fluye desde el interior de la célula a la solución exterior para diluir las áreas altas de
concentración de soluto. Por lo tanto, la célula pierde agua y se encoge.

De nuevo, cuando hacemos referencia a una solución para decir que es hipertónica o hipotónica, estamos haciendo
referencia a la cantidad de soluto presente en la solución en comparación con el soluto dentro de la célula que está en la
solución. Si la solución fuera de la célula tiene más soluto que la solución dentro de la célula, la solución es hipertónica.
Si la solución dentro de la célula tiene más soluto que la solución fuera de la célula, la solución es hipotónica. Si la
solución fuera de la célula contiene el mismo soluto que la solución dentro de la célula, la solución es isotónica.
Solución Hipotónica
Una solución hipotónica es una solución que contiene menos soluto que la célula que se coloca en ella. Si una célula con
una concentración de NaCl se coloca en una solución de agua destilada, que es agua pura sin sustancias disueltas, la
solución en el exterior de la célula es 100% de agua y 0% de NaCl. Dentro de la célula, la solución es 99,1% de agua y
0,9% de NaCL. El agua, de nuevo, va de una concentración más alta a una concentración más baja para disolver la
concentración de soluto para alcanzar el equilibrio. Así que el agua va desde la solución de agua destilada hasta el
interior de la célula para diluir la concentración de soluto dentro de la célula. Como consecuencia, la célula se hincha y
posiblemente estalla. Por lo tanto, poner una célula con soluto en una solución de agua destilada causará hinchazón y
posible ruptura de la célula.

La principal manera de recordar todo esto es que cuando hablamos de las diversas soluciones, estamos hablando en
referencia a la solución externa, no a la solución dentro de la célula. Luego, cuando hablamos de soluciones isotónicas,
hipertónicas e hipotónicas, podemos usar los prefijos y sufijos para determinar cuál es cuál. El sufijo -tónico está en
relación con la cantidad de soluto en la solución. Hiper significa más, hipo significa menos. Así que una solución
hipertónica es una solución que contiene más soluto que la solución dentro de la célula. Y una solución hipotónica es una
solución que contiene menos soluto que la solución dentro de la célula. Esta es la mejor manera de aprender esto.

Los tejidos están formados por la unión de células relacionadas. Las células de un tejido no son idénticas pero trabajan
juntas para desarrollar funciones específicas. Por ejemplo, el tejido muscular tiene células musculares, que se contraen
para hacer que el músculo se mueva. El tejido muscular también tiene células nerviosas, que envían señales para indicar
al músculo cuándo debe contraerse y relajarse. Cuando se analiza al microscopio una muestra de tejido (biopsia), se
observan diversos tipos de células, aunque el interés del médico se centre en un tipo específico.

El tejido conjuntivo es el tejido resistente y a menudo fibroso que tiene la función de mantener unidas las estructuras
corporales y proporciona resistencia y elasticidad. Se encuentra en casi todos los órganos y es uno de los componentes
principales de la piel, los tendones, las articulaciones, los ligamentos, los vasos sanguíneos y los músculos. Las
características del tejido conjuntivo y de los tipos de células que este contiene varían según su localización en el
organismo.

Cada órgano tiene una estructura reconocible (por ejemplo, el corazón, los pulmones, el hígado, los ojos y el estómago)
y es capaz de desarrollar funciones específicas. Un órgano está formado por diferentes tipos de tejidos y, por lo tanto,
diversos tipos de células. Por ejemplo, el corazón está formado por tejido muscular, que al contraerse produce la
circulación de la sangre; por tejido fibroso, que forma las válvulas del corazón, y por células especiales que controlan la
frecuencia y el ritmo del latido cardíaco. El ojo contiene células musculares que abren y cierran la pupila, células claras
que constituyen el cristalino y la córnea, células que producen el líquido intraocular, células fotosensibles y células
nerviosas que transmiten los impulsos al cerebro.

El tejido vivo está conformado por células. Existen muchos tipos diferentes de células, pero todas tienen la misma
estructura básica. Los tejidos son capas de células similares que cumplen con una función específica. Los diferentes tipos
de tejidos se agrupan para formar órganos.

Existen cuatro tipos básicos de tejido:

El tejido conectivo sostiene los otros tejidos y los une. Esto incluye tejido óseo, sanguíneo y linfático, además de los
tejidos que brindan soporte y estructura a la piel y a los órganos internos.

El tejido epitelial proporciona cobertura para las capas superficiales y más profundas del cuerpo. La piel y los
revestimientos de los conductos dentro del cuerpo, como el sistema gastrointestinal, están hechos de tejido epitelial.

El tejido muscular incluye tres tipos de tejido:

Músculos estriados, como los que mueven el esqueleto (llamados también músculos voluntarios)

Músculos lisos (también llamados músculos involuntarios), como los contenidos en el estómago y otros órganos internos
como el útero femenino

El músculo cardíaco, que conforma la mayor parte de la pared del corazón (también un músculo involuntario)

El tejido nervioso está compuesto de células nerviosas (neuronas) y se utiliza para transportar mensajes hacia y desde
diferentes partes del cuerpo. El cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos están compuestos de tejido nervioso.
Sabías que la piel, la sangre, los músculos, el cerebro, los riñones y el corazón se componen de tejidos? El cuerpo
humano cuenta con cuatro tejidos básicos que permiten que llevemos una vida normal y saludable. En el post de hoy, os
proponemos un viaje por estas agrupaciones de células que habitan nuestro organismo y unen esfuerzos, precisamente,
para realizar tareas específicas tan vitales como movernos, percibir estímulos del entorno o mantener los órganos en su
sitio.

Los cuatro tejidos a los que nos referimos son el tejido epitelial, el tejido conjuntivo o conectivo, el tejido nervioso y el
tejido muscular. Estos tejidos componen los órganos de nuestro organismo.

Tejido epitelial

El tejido epitelial cubre la superficie del cuerpo, en el caso de la piel y del cuero cabelludo, y el interior de órganos y
cavidades. Entre sus funciones destacan la protección de los órganos frente a elementos externos, la excreción de
desechos, la absorción de nutrientes y la captación de estímulos.

Tejido conjuntivo o conectivo

La sangre y los huesos se encuentran entre este tipo de tejidos. Las funciones del tejido conjuntivo van desde sostener,
reforzar y mantener los órganos en su sitio, hasta transportar nutrientes y oxígeno a través de la sangre, depositar las
reservas de energía o generar respuestas inmunes.

El tejido conjuntivo es uno de los más abundantes en el cuerpo humano. Mientras que su variedad más densa se
encuentra en los tendones, los ligamentos y la capa inferior de la piel, la más laxa sirve para dar soporte a los órganos.

Las fibras que forman el tejido conjuntivo están compuestas, principalmente, de colágeno. En este sentido, nuestra línea
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elasticidad a cabello, piel y uñas.

Tejido nervioso

El tejido nervioso está formado por neuronas y células de la neuroglia, que son la base del cerebro, la médula espinal y
el cerebro. Ante cualquier estímulo, este tejido es el encargado de transmitir impulsos nerviosos a otras neuronas, al
tejido muscular y a las glándulas. La propagación de estos impulsos es lo que permite a nuestro cuerpo percibir
sensaciones (por ejemplo, el sabor salado de un alimento o el frío al tocar la nieve) e iniciar reacciones motoras.

Tejido muscular

El tejido muscular tiene la función de mover los músculos a través de la contracción, así como mantener la postura y
generar calor. Cuenta con tres variedades: el tejido muscular liso, que se contrae de forma involuntaria y pone en
funcionamiento el estómago, la vejiga, los intestinos o los vasos sanguíneos; el cardíaco, también involuntario, que
impulsa la sangre a través del corazón, y el esquelético, que se une a los huesos por medio de tendones y es el que más
relacionamos con el ejercicio físico, ya que se contrae y relaja de forma voluntaria.
Tejido epitelial

Tejido adiposo
Tejido adiposo

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