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1.4.

La escritura y el libro en Grecia y Roma


GRECIA
La civilización de la Grecia antigua se extendió por la Península Balcánica,
las islas del mar Egeo y las costas de la península de Anatolia (Asia Menor),
en la actual Turquía, constituyendo la llamada Hélade. Cronológicamente se
extiende desde el inicio del siglo VIII a. C. hasta la conquista romana.
Civilizaciones prehelénicas: civilizaciones anteriores a la Grecia Antigua. Son
la cultura cicládica, minoica y micénica.
-Minoica: cultura de la Edad del Cobre y del Bronce, desarrollada en la isla
de Creta. Los aqueos acabaron con ella. Su nombre procede de la relación
que establece su descubridor, Sir Arthur Evans , entre el palacio de Knosos,
el rey Minos y la leyenda del Minotauro.La cultura cretense puede definirse
como una talasocracia. Su actividad marítima sirvió a los cretenses para
conocer la escritura en los pueblos vecinos y adoptar un sistema de escritura
propio.
En las excavaciones de Knosos, Evans descubrió miles de tablillas de
arcilla,cocidas accidentalmente durante el incendio del palacio. Bautizó estas
escrituras como «jeroglífico cretense», «lineal A» y «lineal B».
El «jeroglífico cretense» no ha sido descifrado. En realidad no es un
sistema de escritura jeroglífica, sino que, parece que se trate de un silabario.
Se conocen unos 100 símbolos. Cuando aparece el Lineal A, en el sur de
Creta, el sistema jeroglífico se mantiene, principalmente, en el centro y norte
de la isla.
El «lineal A» es un sistema de escritura silábico y se lee de derecha a
izquierda. Sólo ha
podido ser descifrada en una pequeña parte gracias a su estrecha relación
con el Lineal B aunque algunos signos son desconocidos para este último.
La colección más amplia de tablillas en Lineal A proviene del palacio de
Hagia Triada, pero se han encontrado tablillas diseminadas por toda la isla,
por lo que podemos considerar que este sistema de escritura estaba
generalizado. Recientemente, Jan Best ha planteado que el lineal A es una
forma arcaica de idioma fenicio. Además de las sílabas, emplean signos
para las cifras numéricas y logogramas (signos compuestos por varias
sílabas) para representar
determinados productos (trigo, aceite,vino, etc.).
El «lineal B» es silábico. El sentido de la escritura de derecha a izquierda.
En 1952, el lineal B fue identificado como un tipo de griego antiguo. Las
tablillas de lineal B siguen siendo una fuente de información muy escasa.
Parece que, de alguna manera desciende
del Lineal A. Se usaba sobre todo para la administración. Las tablillas de
barro se guardaban en cestas de mimbre y, generalmente, se destruían al
final de cada año. Son textos cortos. Contienen datos económicos y
administrativos. No hay tablillas con inscripciones literarias y puede que
tampoco existieran.

Disco de Festos (o disco de Phaistos): disco de arcilla cocida con


inscripciones en ambas caras descubierto el 15 de julio de 1908 por el
arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación del palacio minoico de
Festos. La escritura del disco de Festos es minoica, pero no se trata ni del
lineal A ni de lineal B por lo que el disco podría ser la obra de un pueblo
cicládico o incluso un fraude.

Pueblo fenicio: uno de los más ubicuos de la antigüedad. Con su forma de


vida, basada en el comercio marítimo y el establecimiento de factorías,
contribuyeron a la creación de una koiné mediterránea (lengua resultado de
un proceso sociolingüístico por el que hablantes de distintas variedades
lingüísticas terminan formando un nuevo dialecto autónomo). Una de sus
más importantes aportaciones fue el alfabeto que fue adoptado por los
griegos. Hay inscripciones fenicias en Mesopotamia, Israel, Egipto, en las
islas del Mediterráneo, Anatolia, así como en el sur de Europa.
Soportes: piel curtida de oveja y cabra (textos largos), el papiro y la tela. Las
óstraca, (fragmentos de cerámica rota) fueron empleados como papeletas en
la Asamblea ateniense.
Instrumentos escriptorios: el junco y el cálamo (trazar las letras con tinta), y
el grafis (para escribir sobre tablillas o pínax.
Se conocen fundamentalmente por las fuentes iconográficas y
documentales.
Aparición del libro en Grecia: el Sistema de la democracia griega permitía
que cualquier ciudadano libre que supiera leer y escribir podía participar en
el gobierno.
A partir del siglo V a. C., aparece el mercado de libros que incrementó la
importancia de las bibliotecas particulares. Durante el periodo helenístico, el
libro escrito superó
definitivamente a la transmisión oral como medio de difusión. Esto provocó el
desarrollo exponencial del comercio del libro y la formación de grandes
bibliotecas como la de Alejandría, la de Antioquía o la de Pérgamo.Se crean
talleres para su producción y exportación.Los escribas copiaban del original,
si se copiaba un ejemplar, o al dictado si copiaban varios a la vez.
Esticometría: los escribas eran retribuidos en virtud del número de líneas
escritas. Por ello normalmente al final del volumen, en la última
columna, solía escribirse, además del título, el número de líneas del
manuscrito. Estas indicaciones esticométricas servían para calcular el
salario.
Escolios: una vez terminada la copia, el corrector procedía a revisar el texto
enmendándolo e incluso poniendo notas marginales y observaciones
críticas.
Colofón: datos que aparecen al final del texto, en los que se recogen
información sobre la obra o sobre el autor, literario o material.

ROMA
Roma surge en medio del mundo etrusco. La República iniciará una serie de
guerras de expansión que la llevará a dominar toda la Península Itálica.
Llegaron a convertirse en la gran potencia del Mediterráneo. Tras la batalla
de Corinto Grecia pasa a ser dominio de Roma, sin embargo en muchos
aspectos, Roma adoptó la cultura griega, por lo que se habla con frecuencia
de cultura grecolatina.
La cultura etrusca tuvo una gran influencia en Roma. Tomaron de ellos el
alfabeto. Los etruscos ocuparon la zona de Toscana en la Edad Antigua,
probablemente venían desde Anatolia, de ahí que conocieran el alfabeto. Se
llamaban a sí mismos rassena pero los griegos los llamaron tirrenos y los
romanos tusci o etrusci. Se conservan pocos textos y escasas inscripciones
en lengua etrusca que además no ha sido completamente descifrada. La
mayor parte de la información que poseemos procede de fuentes romanas
que consideraban muchas de sus costumbres licenciosas
Soportes etruscos: la escritura se aplicó a múltiples superficies entre los
etruscos, entre otras a los hígados de metal que los arúspices empleaban
para leer el futuro. También usaban tablillas de cera, como los griegos y,
luego, los romanos. El mejor ejemplo conservado es la Tablilla de Marsiliana.
Soportes romanos: en un principio fueron pieles, corteza de árbol, tela. A
partir del siglo II a. C. debido a la influencia griega, empezaron a usar
tablillas de cera y el papiro. En Grecia y en Roma el rollo fue el formato del
libro y el soporte, por tanto, de la escritura “definitiva”.
-Tablillas:
La tabula cerata fue el formato empleado para los usos de una escritura
“efímera” y cotidiana, podían ser de madera o marfil (en función del poder
adquisitivo) y se escribía con el stilus, un instrumento punzante de madera,
metal o hueso. La ventaja es que eran muy económicas, permitían un
borrado fácil y su reutilización, pero también eran voluminosas y frágiles. Las
tablillas se emplearon sobre todo para anotar textos que no tenían intención
de perdurabilidad. Fueron muy usadas como material escolar, soporte de
cartas, instrumento de contabilidad doméstica, borrador literario o
instrumento de trabajo en talleres.
Las tabellae defixionum (tablillas de maldición) eran inscripciones
realizadas en plomo en caracteres minúsculos y servían para lanzar
maldiciones y conjuros contra un enemigo. A veces se escribían al revés y
se enterraban para no ser descubiertas ni descifradas. También se usaban
para hacer conjuros de amor.
Las tablillas de madera estaban compuestas por finas hojas de madera
sobre las que se escribía con tinta. Se denominaron tilia, pues se obtenían
del tilo. Se han encontrado en lugares en los que era difícil conseguir papiro.
-Rollo:
En muchos aspectos la cultura libraria romana es una prolongación de la
griega, por lo que también adoptarán el rollo de papiro. Además, sus
relaciones comerciales con Egipto facilitaron su suministro. Las hojas de
papiro se llamaban plagulae y las columnas de texto paginae. Para facilitar
su manejo, las hojas se enrollaban en unas varillas de madera denominadas
omphalos o umbilicus, que podían estar adornadas con una borla. Estos
rollos escritos se llamaban tomos o volumen, debido a su forma cilíndrica. Se
escribía solo por la parte interior del rollo debido a que la parte exterior no
resultaba apta para la escritura ya que contenía los refuerzos de la unión de
las plagulae. Para la identificación del volumen se colgaba de la cornua una
etiqueta, llamada titulus o index con el nombre del autor y el título. El
volumen se cerraba con unas correas o lora. El rollo se guardaba en un
estuche de pergamino y luego en bolsas de cuero o en cajas cilíndricas que
se depositaban en arcas y armarios. El lector sujetaba el rollo con la
izquierda y lo desenvolvía con la derecha.
El rotulus era un rollo que se desenrollaba en sentido vertical. Su uso era
muy cómodo para listados largos, pero tenía los mismos inconvenientes del
volumen. Su uso se mantendrá en la Edad Media para la poesía y para
obras específicas. También algunos libros del Islam toarmarán este formato.
-Tela: el tejido de lino fue utilizado con profusión en el mundo romano como
soporte para textos de gran extensión, los llamados libri lintei que contenían
listas de magistrados, según la costumbre etrusca. La existencia de estos
libros de lino está avalada por numerosos testimonios escritos, pero no se ha
conservado ningún ejemplar.
-Pergamino: ofrecía ventajas sobre el papiro por lo que, tras varios siglos de
convivencia de ambos materiales, en el S. IV d.C tendrá lugar la sustitución
del papiro por el pergamino.
-Metales y madera

Instrumento escriptorio: el stylus o estilo poseía un extremo punzante para


incidir en la cera y otro con un acabado romo, con forma de espátula, para
borrar raspando la cera, que se aplastaba y alisaba.

La producción y el comercio del libro romano: la afición a la literatura llega


por
influencia griega en el siglo III a.C., y el comercio del libro en el siglo I a. C.,
cuando Roma se había convertido ya en una gran urbe y sus habitantes
estaban instruidos. La literatura romana aparece en el s. I. Eran frecuentes
las lecturas públicas organizadas por los autores o sus editores
Fue Augusto el impulsor de dos grandes bibliotecas públicas en Roma, la
Biblioteca
Octaviana y la Palatina. Muy importantes fueron también las bibliotecas del
foro de Trajano.
Editores y libreros: Los editores eran al mismo tiempo libreros. Disponían
de una tienda donde vendían los libros fabricados por ellos y por otros
editores que se anunciaban en listas colocadas en la puerta y fachada. Solía
haber también tertulias literarias. Los editores publicaban las obras
novedosas y las de constante demanda pero era muy difícil conseguir las
obras agotadas. La corrección del texto solía incrementar el precio.
Había esclavos especializados en memorizar libros para escribirlos y
venderlos, generalmente de origen griego, llamados servi litterati o servi
librarii. Si el dominus quería un libro de una biblioteca pública, o de la de un
amigo, podía hacérselo copiar a uno de sus esclavos o encargarlo a un
librero profesional que tenía a varios copistas trabajando para él.
La propiedad intelectual no estaba protegida, de modo que una vez
publicada la obra, pasaba a dominio público, aunque el plagio estaba mal
visto. Los libreros reproducían los libros sin el conocimiento del autor.
Había una estricta vigilancia en la moralidad de las obras, de modo que
podían ser perseguidos los autores, los libreros y hasta el comprador.
Estaban prohibidas las obras de magia y las contrarias a las costumbres de
Roma. Las obras políticas también eran problemáticas. Ovidio fue enviado al
exilio por Augusto a causa del erotismo de sus obras; otros afirman que tuvo
que ver con su conocimiento de la trayectoria amorosa de la hija del
emperador.
La ilustración del libro en Roma: el libro romano desde época temprana
empezó a incorporar ilustraciones. Las más antiguas fueron generalmente
retratos de los
autores. Además se ilustraron tratados científicos, obras dramáticas,
didácticas y narrativas. Casi todas las que nos han llegado pertenecen ya a
obras en formato códex. Destaca el Vergilius Romanus, un manuscrito
iluminado con 19 ilustraciones de dos artistas anónimos.
Códice purpúreo: obras con el soporte teñido con púrpura o con algún
pigmento que imitase sus tonalidades. La púrpura, obtenida del molusco
murex, es uno de los pigmentos más cotizados en la Antigüedad y en
ocasiones la Leyes suntuarias reservaron su uso para los altos magistrados
y sobre todo para el emperador. Posteriormente se empleó como el color
para las vestiduras de Cristo y la Virgen María. Es habitual además que
sobre el púrpura se escribiera con tinta de oro o
plata.
El paso del rollo al códice es uno de los fenómenos más importantes en la
historia del libro, con implicaciones de índole material, y también social y
cultural. Aunque su triunfo definitivo parece que se produjo en torno al siglo
IV-V, este formato ya existía en el siglo I. Por su bajo precio y facilidad de
transporte fue adoptado por las primeras comunidades cristianas para copiar
sus textos sagrados pues, además, carecía de las
connotaciones del formato rollo (literatura pagana y hebrea). No parece
probable, sin embargo, que se tratara de una invención “cristiana” sino más
bien de una adopción de un objeto práctico y económico. A finales del
periodo antiguo, el códex de pergamino acabó sustituyendo al rollo papiro
casi por completo.

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