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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

Escuela de Filosofía
INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA
Prof.: Alexander Jiménez Matarrita
Estudiante: Samantha Salazar Carrillo, B66485
Fecha: 18 de junio de 2019

LA APOLOGÍA DE SÓCRATES

Sócrates defiende su verdad hasta la muerte como una forma de legitimarla. La


apología ilustra fielmente como procedió esta ejecución donde Sócrates sostiene cuales
fueron las acusaciones por las que fue condenado y cuán falsa era cada una de ellas. A este se
le acusaba de corromper a la juventud mediante sus enseñanzas y por no creer en los dioses
de la polis e inventar deidades nuevas a las cuales adorar. La ímpetu de Sócrates por defender
su verdad en lugar de defender su propia vida se podría definir como la prueba más fiable de
su inocencia antes los cargos por los que era acusado. Es decir, al aceptar su dolorosa muerte
estaba negando cualquier hecho o premisa que lo señalará como un ateo. También negaba el
supuesto desinterés que le tenía a sus jóvenes seguidores o la corrupción que se decía que este
inculca en ellos.

La única forma de probar su inocencia fue siendo condenado y omitiendo súplicas a


sus ejecutores. Sin embargo, antes de ser sentenciado con la cicuta, Sócrates se defiende a sí
mismo con un discurso que pretendía rescatar la diferencia de entre esclarecer la verdad y
entender lo que no es verdad, donde señala que todo se debe a tergiversaciones de sus
palabras y de sus acciones por parte de detractores (Meleto, Anito y Licón) que han surgido a
lo largo del tiempo por causa de sus investigaciones.
Si se deconstruye algunos de fragmentos que componen esta defensa, se podría entender
Sócrates buscar señalar que no es más sabio de lo que se le acusa y que para probarlo se
admite que es su dios el más sabio; de esta manera admite que es creyente en los dioses
celestes y supremos que imperan sobre las ciudades y que él como ser humano no es digno de
tanta sabiduría.
Si bien, la Apología de Sócrates no es totalmente explícita en cuanto a definir
conceptos y detalles sobre deidades, sabiduría o verdades es claro que parte de las
acusaciones ante este sabio anciano se le podrían atribuir a las avanzadas investigaciones de
Sócrates que de cierto modo suponen una racionalidad que atenta contra las estructuras
narrativas de la época que servían para implementar modelos de conducta en los ciudadanos,
motivo por el cual se le acusaba de corromper a los jóvenes con sus enseñanzas y además de
que lo hacía no por interés genuino, sino por las ganancias económicas que podría obtener de
estas prácticas.

En conclusión, La Apología nos deja una interrogante que hacer al respecto ¿La
ausencia de un referente de la máxima sabiduría entre los hombres corresponde a un mito de
que los dioses son más sabios o a la carencia de un mismo mito que pretenda que puede haber
dentro de la pólis una persona digna de sabiduría?

Para la época fue importante acabar con la persona que amenazaba estas estructuras,
por lo tanto se podría suponer que poseían un mito que defiende la idea de que nadie puede
ser más sabio que los dioses ¿O sí? En todo caso para los atenienses, la persona que más se
aproximó a gozar de una sabiduría digna de las divinidades no tenía el derecho ni la potestad
de ser mejor que los que gobiernan los cielos, por lo tanto su castigo sería el mismo ya fuera
posible que existiera alguien así o no. Es decir, se repite un discurso en cualquiera de las dos
posibilidades, ya que no podía haber nadie más sabio que su dios ya fuera posible o no, por
una idea de supremacía o jerarquía donde el ser humano no debía acceder a este don propio y
único de los dioses. En pocas palabras, los motivos religiosos convergen con la arista política
de estas antiguas sociedades.

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