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DÍA A DÍA

E nn io Moltedo

EDIT ORIAL VERTIENTE

y,1 nad.a dt la prim era edición de Día a día, 1990.

-c:1
Día a día
(1990)
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Pt\ )\'ú 'l(\ 1.1 t'di1.:1on :\ll,m
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Día a día

Día a día crece ~te <raro sobre mí espalda que me sigue y me


t,,pera, que nunca olvido, que hace la.s veces de almohada
y IDeño, de: bosque, palacio o río, donde guardo senderos
desde la primera a la últíma revllelta del camino: marcas y
fechas; paseos, ínvíernos, galerías por el cielo o bajo tierra.
paredts de hojas secas, cantos de libros, de raíces y lámínas
y retratos hundidos donde emerge apoyada la hermosa 1..ou·.
Todos ellos repiten a destiempo palabras que me vuelven
a la memoria y que yo devuelvo a mí saco, con amor, para
poder 7 ÍVÍT.

• J.uc1 P.ndre;is Sab-mé, ,\füárla Retm,pectí·,ia;_

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¿Dónde est~ís'?

Se ha buscado en cada rincón. en todo lugar, hasta debajo de


las piedras. En las prüneras horas de la n1añana nos hemos
asmnado ~1 la avenida pálida y hen1os visto cómo te buscaban
entI-e desperdicios y en el interior ele los tarros de basura.

Triste tarea realizan hon1bres y 1nujeres que han salido


te1nprano para aprender de los perros.

Y no basta un pedazo de pan o cualquier resto de sorpresa.


Tienen la esperanza de encontrarte. Tú, que estás en todo
lugar. deberías estar aquí. Nada n1ás que aquí. Ellos han
delirado en los vacíos del han1bre y la vergüenza y bien
puedes aparecer y. de golpe -¿un n1ilagro?-, volverlos
otra vez a tu in1agen y sen1ejanza.

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Si quieres volar

Si quieres volar hazlo esta noche. Mientras eres joven. Si


revisas la historia -grande o pequeña- comprobarás que
siempre ha sucedido así en todo inicio de aventura.

En ca1nbio, el vuelo será peligroso si dejas pasar el tiempo.


Es dificil saltar limpiamente a través de la ventana. Esto
debido a falta de agilidad y decisión; debido a falta de con-
fianza en el manejo de los sueños. Es lamentable constatar
cón10 algunos tratan de intentarlo con aleteos grotescos.
Deberían enjaularlos con capa y todo.

Si quieres volar para saber de ti, para conocer la verdad y


que nada se te esconda, vete; parte esta noche, solo, lejos, y
no vuelvas jamás para no llorar de pena.

117
Un luo·ar
b

Un lugar que rne ~-xin1a de la ley: un lugar entre árboles


y pájaros: bastará un recodo del canuno y la son1bra que
ofrece el cartel de los neun1áticos con la ridícula sonrisa
suspendi da sobre el can1po.

Un lugar que m.e libere de los con troles, e.xán1.enes, pedales,


,ideos. besan1anos. Un lugar protegid o por manteles , bajo
mesas, en pensione s de invierno. Un lugar que no me
ob~aue a saludos. a palabras sobre el pecho, a poderes en
la frente. a motores de día y de noche.

Un lugar de sombra .iunto a la ventana del café, tras la


~

cortina pintada de yeso. donde pueda conversa r en silencio


de estampa s y resortes y n1ezclar letras y colores con amigos
que ,-uelYe n-por un rato- de la n1.uerte.

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Adiós·

Hemos despedido otro verano sin darnos cuenta. Un adiós


por partes o un recuerdo general desde el aire para que
nada quede olvidado en la arena. Deben1os recoger radios,
utensilios. trajes. Cayeron las lonas y cables de las carpas.
Se esconden los colores. El mar ya alisa la playa y la prepara
para el próxim o invierno. Indecisas vuelven las gaviotas a
caminar por la orilla. Llega la niebla y tras los postigos se
tomJ inventario. Todo rastro de huellas y recuerdos se guar-
da en maletas. Se borran palabras. números. promesas. Se
olvida la música y se hace girar la llave. ¡Hasta el próximo
a110! Gotas de humedad resbalan por los techos.

¿Dónde te e ncuentro?

n:c poema no estaba original.mente en este libro y fue incorporado por el


;.nnor <>n rJbra f!<'X'! tca (2005). (Nota del editor).

119
A pes ar

nozco no
A pesar de diversas oportunidades y consejos, reco
plación
hab er ejercido otra actividad que esta pur a conte1n
blo. He
aérea, de la que son testigos los vecinos del pue
dejar de
permanecido sien1pre aquí, jun to al n1ar, sin
paso de las
vigilar por un mom ento los cambios del cielo, el
gad ura s,
nubes, las forn1aciones de distintos péíjaros -en ver
del viento
velocidades, con duc tas- , siguiendo las figuras
los giros
entr e las plumas de las palmas y dele trea ndo
día de su
solitarios de la veleta del cerro Castillo, has ta el
vuelo infinito·.

. - -·-- ---- - . pre como un


~-El l.1aber nacid o .1·unro "... ¡ ma1. me gusta; me ha parea .do siem
. .
.
augu no de liber tad .y 0 ~ camb i' o-», l'ío B·,lfOJa.

l20
1 Boga r·

Iríamo s a bogar. Contro lábamo s el cielo y cada noche y cada


mañan a el mar. Pensáb amos en una madru gada brillan te
y calma, Nuestr o deseo era cruzar sobre las olas hacien do
volar el bote. Como un lápiz. Como aguja entre ondas. Los
remos a compá s, tocand o apenas la superficie. Le ganaría-
mos al tren. Daríam os la curva sin aplicar el timón. Cada
vez más rápido y el burbuj eo de la estela como un hilván
que se escurr e sobre el paño verde.

Ya no había motivo para compe tir o ganar. Era impos ible


detene r la embar cación al pasar por la meta. Queda rían
atrás la costan era y la casa de botes. Seguir íamos reman do
a pesar de los gritos y las mirada s incréd ulas. Seguir íamos
reman do hasta desapa recer en el horizo nte para siemp re.

Este poema no estaba originalmente en este libro y fue incorporado por el


autor en Obra poética (2005). (Nota del editor).

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Favor

Favor incluir a la muerte en el programa. Siempre se te


olvida. No es posible prescindir de ella, tratar de dejarla,
en fin, para más tarde, o fuera de los buenos momentos,
de la fiesta, cuando fluyen los poderes y el conjunto toca
notas recién nacidas como si ella -pobre- no fuera parte
de la vida.

Debemos acostumbramos-a incluirla en cada acto, desde


el circo al sacramento, desde el juego de las tablas al consejo
solemne -aunque sea una cita al paso, nada ostensible, tal
vez un asterisco-, como hago ahora, en estas líneas bajo
el sor

Así el tiempo permanecerá absoluto y veraz -hermoso


sin serlo- y ella avivará la marcha o se mecerá satisfecha
tanto por su lucimiento como por nuestra inteligencia.

Y así tantas veces como sea posible para que la felicidad sea
menos inhumana.

«Te vas sin mí, vida mía», Henri Michaux, La noche se agita.

122
Y qué haremos

¿Y qué haremos con todas nuestras penas acumuladas en


países lejanos?

123
Y contra todo

y contra todo lo que se crea, no vamos a recibir indicaciones.


Hemos dispuesto el reloj y ya nada variará el camino.
Puede tocar la banda y elevarse el globo. Pueden reproduc ir
cascadas de una altura equivalente a los numerale s acu-
mulados en el cielo y otorgarse premios oficiales según
el orden de llegada de los nativos alrededo r de la palma,
el sauce o el monolito de la plaza: estímulos de papel, de
cartón, de cobre.

No acepran1os invitaciones. No competin1os. No recibimos


dádivas; ni copihues ni latas de conservas. No entretene mos
a pescados muertos. No nos congraciamos con guardias.
Funcionarios o vendedores de fruta.

No aceptamos dulces para el perro, cupones o encuestas.


Los encargos verbales, por armonios os que parezcan , que
los escriban. Y jamás solicites favor alguno.

Dirígete a la orilla del mar y oirás cómo el agua suave se


retira y resuena la escollera. No hay autoridad que pueda
entrar donde yo estoy. Sé poderoso.

12.f
Como nunca

Como nunca, como no era. co,stumbre en el puerto, como


nadie lo había visto en su vida -pequeño es el mundo para
el (01ncrc.:ío, pero ínfínítos son los mares- , todo a la calle,
todo el país en venta: t n carretas, en sacos, en cartones;
coJccdoncs y zapatos en el suelo, en pasajes de mala
mue1tc: pobres luces, restos, pájaros y conejos detenidos
a la orílla del camino con sus precios colgados. Gritos, mú-
sica, y la niña se bambolea bajo el sol de la mañana repar-
tiendo trozos de pescados viejos. El interior vaóo. Todo al
aíre libre, como libre presa; el hombre entre mesones y
pisos y vasos. Grasientos o flacos o niños van enterrando
]os dedos. Carne, dulces, y la Mistral también detenida en la
vereda. Perros, sin tocar nada, cruzan cabizbajos y bostezan
frente "al mar.

Bajo el arco de triunfo del Congreso.

125
Libro

Eres el más nuevo de todos y vas vestido con las ropas más
pobres. Todo ha andado mal en estos años y no hay un
pedazo de papel decente donde escribir. poesía, tu nombre.

Mira a tus mayores: ¡hermosos libros! Y tú, con este traje


de tejido basto -bueno tan sólo para ser llenado con los
signos de la rotativa diaria- , debes salir ahora y mostrarte
al público.

Pequeño libro: te tocó nacer en época de ladrones. Ve,


confiado. hasta la casa de mi amigo Carlos; ofrécele mis
saludos y, no obstante su primera sorpresa, frente a él po-
drás lucir modesto y compartir tus palabras más puras.

126
Es tien1po

Es tie1npo de liquidar el tesoro, de abrir la caja y volcar


el contenido. Es el mo1nento - ¿no ves el horizonte con
sus manchas oscuras'?- de devolver riquezas: tierra, polen,
mapa con nrnr y con cielo, con red. Y la hoja vieja con su
n01nbre.

127
Hay que ver

Hay que' vt·r a r stos pájaros preparando sus alas, sus patas,
~us ,111t<·ojo-;, Treinta días después de cascar el huevo, aún
con brizna!\ de estopa en la cabeza, y ya se equilibran en
l.i l·orni1,,1 y 1:,us ojos penetran y miden la profundidad del
c·sp.td() p.11-.1 s,\lt;1r hacia el te mblor de la vida y el aire libre.
Salvoconducto

Déjenlo pasar

129
Por toda·

Por toda la ciudad yacen estas anclas y garfios que un mal-


hadado tempora l regó sobre avenida s y jardines como si se
tratara de huesos, espinas o peineta s.

Este pncma no l'Staba origi nnlnH'nl<' t'n l'Sll' lihro y rue incorpora do por el
:tutor c·n (1/m, J'"ctú 11 !200~). (Not;1 del ed itorl.

no
Ernesto

Es un ratón. Un rató n con chaleco. Lustrad


o, peinado, ti-
ran te hac ia atrás. En vez de com er queso -pa
ra un mejor
des arro llo- , perora. Es un rató n escurridizo
y leguleyo.
Luce carreras y artimañas propias de la especie.
Sonrosado,
con deditos pálidos, voz argentina, va en pun
ta de píes por
los pasillos y lleva la cola enroscada al brazo com
o príncipe
ena no.

Jamás se logrará su exterminio·.

«Ent re malos gatos pued e caer el ratón »,


Dante , •Can to XXlf..

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1 ./,

Elevamos

Ett~\-2..iilOS íos o_i05 er: bili.:a de ;,ina Ll.tfim¿_ e.speunn: m1:c...'1os


2.liwtt:S ri.ntados.

12~

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