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Bachiller:
Emili Alvarez
C.I. V-29.774.255
Para entrar en contexto es importante definir primero que son estos reflejos
primitivos; Los reflejos primitivos son movimientos automáticos e involuntarios
gobernados desde el tronco encefálico (la parte más primitiva de nuestro cerebro)
y ejecutados sin mediación de la corteza, cuya finalidad es proteger al bebé desde
las primeras semanas de vida y ayudar en el proceso de desarrollo neuromotor
posterior. La actividad motora del feto depende de los reflejos primitivos y
constituyen el punto de partida del camino que debe de recorrer el ser humano. El
desarrollo motor del niño /a sigue una secuencia evolutiva que tiene su origen
dentro del útero materno con la aparición de los reflejos primitivos dando paso a
los reflejos posturales y el control voluntario de las habilidades motrices básicas, y
después con las habilidades motrices más específicas. Y cuando se habla de
reacciones automáticas son movimientos automáticos de ajuste que intervienen en
una determinada postura, existen cuatro tipos de reacciones automáticas, cada
una, gracias a la maduración del sistema nervioso, se van integrando dando lugar
a la aparición del otro: Reacciones de enderezamiento, Reacciones de control,
Reacciones de equilibrio y Reacciones de protección.
El cerebro Triuno tiene todos sus componentes cuando nacemos, pero aún no
funcionan juntos a la perfección. La estimulación de los sentidos y las experiencias
vividas a lo largo de la vida harán que se desarrollen redes neuronales y se
conecten entre sí. Al recordar los primeros reflejos del niño, podemos ver cómo se
integran gradualmente con la experiencia y la información sensorial para dar paso
a los reflejos posturales que permiten movimientos coordinados como caminar sin
tambalearse o dar saltos), adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades.
Tenemos en cuenta que los reflejos tempranos pueden resultar en
comportamientos y patrones de movimiento inmaduros si no se integran
adecuadamente a medida que el niño se desarrolla. Nos concentraremos en los
primeros reflejos que aparecen y que están ligados al desarrollo motor después de
entender cómo funciona el cerebro y el significado de los reflejos primitivos en el
desarrollo posterior: el reflejo anfibio, el reflejo de landau, el reflejo laberíntico, el
reflejo tónico del cuello, el reflejo espinal de Galant y el reflejo tónico laberíntico
del cuello. El reflejo anfibio es un reflejo postural que se desarrolla entre los 4 y 6
meses de edad. Al elevar la pelvis de un lado, se produce la flexión del brazo,
cadera y rodilla del mismo lado. Este reflejo se debe desarrollar antes de que el
niño repte, en el reflejo de landau al mes de vida el niño es capaz de alzar su
cabeza. A los 2 o 3 meses cuando levante su cabeza alzará también su pecho. A
los cuatro meses alzará su cabeza, pecho y estirará sus piernas. Cuando esto
esté integrado será capaz de realizar este alzamiento sin que sus piernas se
eleven del suelo. El reflejo laberíntico también conocido como posición del reflejo
tónico laberíntico anterior (RTLA), cuyo patrón es que los brazos y las piernas se
flexionan cuando la cabeza se inclina hacia delante. El reflejo tónico laberíntico
posterior (RTLP) se desarrolla en el nacimiento. En el RTLP el cuerpo entero se
extiende y el tono de los músculos extensores del cuello, la espalda y las piernas
aumenta cuando la cabeza se inclina hacia atrás. Se desarrollan semana 12 de
gestación. El anterior se inhibe a los 3-4 meses de vida y el posterior a los 3 años.
Nos encontramos también con el reflejo de galant que consiste en tocar el área
próxima a la columna el niño haciendo girar la cadera hacia el lado estimulado. Es
importante para la conducción de las vibraciones a lo largo del cuerpo y para el
desarrollo vestibular Este reflejo ayuda a bajar a través del canal del parto.
Aparece a las 20 semanas después de la concepción y debería estar integrado
entre los 3 y 9 meses. Si no se integra el reflejo anfibio permanecerá activo. El
reflejo simétrico el cuello se da cuando el niño está en cuatro puntos, al inclinar su
cabeza hacia atrás los brazos se extienden y las piernas se flexionan. Cuando la
cabeza se inclina hacia adelante los brazos se flexionan y los brazos se estiran.
Gracias a este reflejo los niños pueden ponerse en cuatro puntos desde la
posición de boca abajo. También se encuentra un reflejo muy importante para
preparar al niño para una marcha correcta y fisiológica y es el reflejo de babinski,
se obtiene cuando pasamos un objeto por la parte lateral externa del pie a lo largo
desde el talón hacia el dedo meñique, el dedo gordo se levanta y el resto de los
dedos se extienden, comienza en el primer año de vida y debería estar integrado a
los 2 años. Estos reflejos primitivos acabados de mencionar nos permiten llegar a
las reacciones automáticas y a otros movimientos voluntarios que se van a ir
obteniendo a medida que el niño crece. Pero existen otros que son indispensables
también como el reflejo de presión palmar o agarre que se puede evidenciar
cuando se presiona la palma y este la flexiona y agarra, nos encontramos con el
reflejo del moro que se da en decúbito supino y le dejamos caer la cabeza hacia
atrás, inmediatamente el niño debería abrir los brazos, extender los codos para
luego aproximare a la flexión, este reflejo desaparece aproximadamente a los 4
años.
Todos los bebés deben hacer estos movimientos rítmicos porque están
preparados para ello al nacer, de forma que a los 3-4 años ya tengan
prácticamente todos los reflejos primitivos integrados, es decir, ha realizado
suficientes movimientos rítmicos para adquirir una nueva habilidad motora hasta
convertirla en automática y que ya no aparezca el reflejo primitivo. Un momento
ideal para evaluar los reflejos primitivos es a los 5 años, antes de que el niño pase
a la etapa de primaria donde se le van a exigir posturas en el colegio que
necesitan de una integración correcta de los reflejos de bebé, como puede ser
permanecer sentados con la espalda apoyada, coger un lápiz y mover la muñeca
adecuadamente para escribir, mirar hacia abajo (posición de lectura) sin que el
resto del cuerpo dificulte esta posición. O incluso montar en bici, pues si un niño
no ha integrado bien sus reflejos primitivos es posible que le cueste aprender a
montar en bici o se vaya cayendo si mira a los lados pues no puede separar el
movimiento de su cabeza del de sus brazos.