Había una vez una rana llamada Renata que vivía en un estanque rodeado de árboles

frondosos y ores coloridas. A Renata le encantaba saltar de hoja en hoja y cantar

canciones alegres todo el día. Sin embargo, un día un zorro astuto llamado Zorro se
acercó al estanque en busca de comida.

Zorro era conocido por ser un cazador habilidoso y no tardó en descubrir qué Renata
sería una presa fácil. Mientras tanto, un loro sabio y bondadoso llamado Loro observaba
todo desde una rama cercana. Loro sabía que tenía que hacer algo para ayudar a Renata,
así que empezó a planear una estrategia.

Cuando Zorro se acercó sigilosamente al estanque, Renata notó su presencia y saltó

rápidamente al agua. Zorro intentó atraparla, pero no pudo alcanzarla en el agua.
Frustrado, Zorro decidió esperar en la orilla a que Renata saliera.

Mientras tanto, Loro voló hacia el estanque y habló con Renata. "Renata, tienes que ser
más astuta si quieres evitar que Zorro te atrape", dijo Loro. "¿Por qué no haces un truco
para engañarlo?"

Renata se sorprendió por la sugerencia de Loro, pero decidió con ar en él. "¿Qué debo
hacer?" preguntó Renata.

Loro le dio instrucciones a Renata para que saltara de hoja en hoja alrededor del
estanque, mientras él volaba en círculos encima de ella. Zorro, al ver a Renata saltando
de hoja en hoja, pensó que estaba jugando y decidió unirse a la diversión.

Cuando Zorro saltó a la hoja más cercana, Renata saltó hacia otra hoja. Loro, entonces,
emitió un fuerte grito, asustando a Zorro y haciéndolo caer al agua. Renata, agradecida
por la ayuda de Loro, decidió que sería su amiga para siempre.

Y así, Renata y Loro continuaron saltando y cantando felices en el estanque, mientras

Zorro decidió buscar comida en otro lugar. Desde entonces, los tres amigos se reunían
con frecuencia para jugar y disfrutar juntos de la naturaleza.
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