Constructora

La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el sector de la construcción.

Durante los períodos de confinamiento y restricciones, muchas obras de construcción se

detuvieron o se ralentizaron debido a la falta de mano de obra, suministros y la necesidad de
implementar medidas de seguridad para prevenir la propagación.

2.

Durante la crisis pandémica y la crisis social, la empresa ha reducido sus inversiones en

construcción debido a la incertidumbre económica y las dificultades financieras. Esto ha llevado a
una disminución en la demanda de proyectos de construcción, lo que representa un desafío para
las constructoras que dependen de nuevos contratos para mantener su flujo de trabajo.

Las crisis pueden impulsar la necesidad de adaptación y reinvención en el sector de la

construcción. La constructora puede explorar nuevas oportunidades de mercado, como proyectos
de rehabilitación y remodelación, desarrollo de infraestructuras de salud o adaptación de espacios
para cumplir con los protocolos de distanciamiento social. Si la empresa logra adaptarse y ofrecer
soluciones innovadoras pueden aprovechar nuevas áreas de negocio.

3.

En un entorno cambiante, las constructoras deben ser capaces de adaptarse rápidamente a nuevas
condiciones y requerimientos.

Esto implica establecer estructuras de roles claras, ofrecer oportunidades de crecimiento y

desarrollo, y fomentar un ambiente de trabajo motivador y colaborativo.

4.

La tecnología ha permitido a la constructora automatizar y agilizar sus procesos operativos.

La tecnología ha permitido a la constructora mejorar la comunicación entre cliente y empresa

5.

Durante una recesión, la empresa busco reducir costos para hacer frente a la disminución de la
demanda y a las dificultades económicas, esto puede implicar la necesidad de reestructurar la
organización.

Durante una recesión, la constructora puede enfrentar cambios rápidos y drásticos en el entorno
económico y en las necesidades de los clientes