Constructora

La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el sector de la construcción en

todo el mundo, y Perú no ha sido una excepción. Durante los períodos de confinamiento y
restricciones, muchas obras de construcción se detuvieron o se ralentizaron debido a la falta de
mano de obra, suministros y la necesidad de implementar medidas de seguridad para prevenir la
propagación.

2.

Reto:

Disminución de la demanda: Durante la crisis pandémica y la crisis social, muchas empresas e

individuos han reducido sus inversiones en construcción debido a la incertidumbre económica y las
dificultades financieras. Esto ha llevado a una disminución en la demanda de proyectos de
construcción, lo que representa un desafío para las constructoras que dependen de nuevos
contratos para mantener su flujo de trabajo.

Conclusión

Adaptación: Las crisis pueden impulsar la necesidad de adaptación y reinvención en el sector de la

construcción. Las constructoras pueden explorar nuevas oportunidades de mercado, como
proyectos de rehabilitación y remodelación, desarrollo de infraestructuras de salud o adaptación
de espacios para cumplir con los protocolos de distanciamiento social. Aquellas empresas que
logren adaptarse y ofrecer soluciones innovadoras pueden aprovechar nuevas áreas de negocio.

3.

Flexibilidad : En un entorno cambiante, las constructoras deben ser capaces de adaptarse

rápidamente a nuevas condiciones y requerimientos.

Talento Humano Esto implica establecer estructuras de roles claras, ofrecer oportunidades de
crecimiento y desarrollo, y fomentar un ambiente de trabajo motivador y colaborativo.
4.

Mejora de la eficiencia operativa: La tecnología ha permitido a las pymes constructoras

automatizar y agilizar sus procesos operativos.

Herramientas de comunicación y colaboración: La tecnología ha permitido a las pymes

constructoras mejorar la comunicación entre cliente y empresa

5.

Reducción de costos: Durante una recesión, muchas empresas buscan reducir costos para hacer
frente a la disminución de la demanda y a las dificultades económicas, esto puede implicar la
necesidad de reestructurar la organización.

Flexibilidad y adaptabilidad: Durante una recesión, las constructoras pueden enfrentar cambios
rápidos y drásticos en el entorno económico y en las necesidades de los clientes