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Como activista, Berta Cáceres se enfrentó a una doble lucha, pues además
de ser mujer pertenecía a un pueblo originario, lo que aumentaba su
condición vulnerable. En este sentido, Cáceres declaró que no es fácil ser
mujer dirigiendo procesos de resistencias indígenas. En una sociedad
increíblemente patriarcal las mujeres estamos muy expuestas, tenemos que
enfrentar circunstancias de mucho riesgo, campañas machistas y misóginas.
Esto es una de las cosas que más puede pesar para abandonar la lucha, no
tanto la transnacional sino la agresión machista por todos lados.
La activista lenca se asumía como una feminista que luchaba contra el
capitalismo, el patriarcado y el racismo. Algunas personas especialistas
como Ochy Curiel consideran que Berta Cáceres fue una feminista
decolonial, dado que uno de los principios de esta corriente de pensamiento
pugna por la recuperación de saberes, experiencias, propuestas y prácticas
que cuestionan las jerarquías históricas producidas por sistemas de opresión
y dominación coloniales, algo por lo que Cáceres luchó toda su vida. Según
el planteamiento de Curiel, la dirigente hondureña comprendió cómo se
imbrican el racismo, el sexismo y el clasismo con las nuevas políticas
neocoloniales desde un punto de vista signado por su experiencia como
mujer perteneciente a una comunidad originaria, alejada de los privilegios
de clase, género y raza. Esta condición vital indudablemente permeó la
ideología y trayectoria de la activista, quien impulsó prácticas políticas
alternativas y defendió los derechos de las mujeres y de las personas
indígenas.
El 3 de marzo de 2016, varias personas no identificadas irrumpieron en la
casa de Berta y la asesinaron. El 30 de noviembre de 2018, el Tribunal
Penal Nacional de Honduras condenó a siete hombres por el asesinato de la
defensora de derechos humanos y determinó que éstos habían sido
contratados por ejecutivos de DESA, empresa que estaba construyendo una
hidroeléctrica en territorio indígena lenca.[7] Berta Cáceres se ha
convertido en un símbolo del activismo feminista latinoamericano y de
lucha incansable por los derechos ambientales, la defensa del territorio y la
equidad de género.