Actividad 2 – Ensayo sobre la Persona.

El hombre y ser persona son conceptos relacionados entre sí, por lo tanto, si el
hombre es el punto de partida y finalidad de la filosofía, también lo es la persona
humana. Para los griegos, el hombre es un “algo” y no un alguien, más bien veían
al individuo como un fenómeno de lo universal y no fue si no el cristianismo que
creó la noción de persona humana: es objeto del amor de Dios y está hecho a
imagen suya. Boecio posteriormente define a la persona como “sustancia
individual de la naturaleza racional”, esta definición es en sí muy buena; sin
embargo, la filosofía entra en conflicto al tratar de definir a la persona ya que
“definir” es conceptualizar de manera perfilada como un todo y teniendo en claro lo
que no es. Una persona, no se deja definir de esta forma.

Ahora bien, a pesar de lo establecido anteriormente, podemos decir cuatro cosas

de la persona: tiene un cuerpo biomolecular, tiene una sexualidad, es un individuo
indivisible y posee una conciencia reflexiva. A medida que el diálogo se le va
imponiendo gracias a su entorno, el individuo irá haciéndose de su “yo”; a través
del ámbito social contemplará su propia existencia y se diferenciará de los otros. A
pesar de que la persona es libre, se encuentra limitada en por su mismo cuerpo, el
psiquismo y la sociedad. La libertad se acompaña de responsabilidad y es esto lo
que hace a la persona digna. En pocas palabras la persona es el individuo capaz
de ser consciente de sus experiencias y de los otros, entablar comunicación con
sus pares y fijarse metas de vida y alcanzarlas.

Podemos “definir” a la persona desde varios conceptos o teorías y en diferentes

momentos de la historia, pero si nos quedamos con uno solo de esos conceptos,
caemos en el reduccionismo. Esto no significa que la manera en la que definen a
la persona esté mal, simplemente están explicándolo desde su especialidad y su
campo de estudio.

Podemos decir entonces, que el concepto de persona es un concepto abierto, con

esto no me refiero a que es un concepto vano, sino que ninguna definición o teoría
podrá lograr una explicación absoluta del fenómeno “persona”. No por fallas
argumentativas, sino por la riqueza del mimo objeto de estudio.