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Desde ahora mis concepciones apuntan a una clara, aunque no ajena, diferenciación de
términos próximos que en algunas ocasiones han dado lugar a confusiones., e incluso han
usurpado el espacio semántico de la evaluación. Me refiero a la medición y la calificación.
Parece evidente que participan del mismo espacio semántico, pero en ningún caso lo
sustituyen. Por esta razón conviene distinguirlos, teniendo en cuenta que en este intento de
clarificación terminología subyacen puntos conceptuales de referencia que en algunos casos
hacen difícil, por no decir imposible, la reconciliación entre los campos definidos. La
misma falta de clarificación permite y legitima practicas muy distintas, al amparo de una
misma actividad de globalmente, y por conveniencia, se denomina evaluación.
Son dos tendencias básicas las que entran en esta perspectiva. Una que se inspira mas
directamente en el paradigma experimental y otra que sigue los lineamientos de la
pedagogía por objetivos. Enraizadas ambas en la tradición positivista, tienen en común la
racionalidad técnica que las abarca y desde la cual justifican sus planteamientos.
LA EVALUACIÓN DESDE EL PARADIGMA EXPERIMENTAL:
Como señala Levistrauss (1970) refiriéndose a las ciencias humanas en general, si aquello
que experimenta o se mide en las ciencias del hombre, en las que las ciencias de la
educación entran de lleno, será lo mas importante. “ Sin duda hay en nuestras disciplinas
muchas cosas que se pueden medir de manera directa e indirecta; pero no es evidente que
sean las mas importantes.
Justamente, de aquí nace la reticencia sobre el experimentalismo que preside los afanes de
cientificidad cuando se aplica este método a la evaluación educativa entendida como
evaluación del rendimiento académico de los alumnos o evaluación de los aprendizajes.
LA EVALUACIÓN OBJETIVISTA:
El principio general que refleja esta concepción podría quedar enunciado: “ primero defina
los objetivos educativos en términos operativos, mejor aun, en comportamientos de
conductas explicitas observables; y luego veluelos, es decir, compruebe su logro mediante
técnicas apropiadas”.