Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INFLAMASOMA
Las células senescentes (células zombis) no están ni vivas ni muertas, sino todo lo
contrario. Se encuentran en una especie de fase de hibernación en la que han perdido
la capacidad de autodestruirse y dejan de dividirse y renovarse, pero no mueren. Por
eso se las conoce popularmente como células zombis. Su aparición está ligada al
desarrollo de enfermedades relacionadas con la vejez, como el cáncer y la diabetes
tipo II.
Las células jóvenes se auto-eliminan de forma natural a través de un mecanismo de
muerte celular programada llamado apoptosis. Este proceso permite a la célula
comprimir y reducir a su mínima expresión los residuos generados en el desarrollo de
sus funciones.
A medida que cumplimos años o nos exponemos a factores que aumentan el estrés
oxidativo, como la radiación ultravioleta, la contaminación ambiental o el consumo de
alcohol y tabaco, las células senescentes comienzan a acumularse de manera
progresiva. Al acumularse, las células senescentes comienzan a inflamarse,
contaminando las células sanas de alrededor, provocando también su senescencia; es
decir, su envejecimiento. La senescencia, por tanto, acelera la aparición de arrugas, la
pérdida de densidad, firmeza, elasticidad y luminosidad y el enrojecimiento cutáneo.