global se basa en la realización de transacciones internacionales en donde
las economías más importantes del mundo contribuyen en la economía mundial. Hablamos de transacciones comerciales como un intercambio de productos entre los diferentes países con la finalidad de generar acuerdos y alianzas que les permita fomentar la competitividad entre países en diversos mercados, proporcionar una base para el crecimiento económico mundial y mejorar la eficiencia y productividad en todos los países. De acuerdo con el último informe realizado por el Grupo Banco Mundial el crecimiento mundial se está desacelerando fuertemente y se pronostica que la economía crecerá un 1,7% en el 2023. También se advierte sobre una posible desaceleración de crecimiento generalizada, que puede arrastrar a la economía al punto de recesión. Este tipo de desaceleración afecta a más del 90% de las economías avanzadas y a prácticamente el 70% de mercados emergentes y economías que se encuentran en desarrollo, esto quiere decir que se van a presenciar mayores niveles de pobreza en las diferentes regiones. La realidad es que esta es una de las desaceleraciones más pronunciadas que hemos logrado evidenciar en las últimas cinco décadas, los que se resalta de este tipo de situaciones es que manejan una fuerte influencia en las economías avanzadas ya que han logrado anunciar recesiones mundiales. Si hablamos de cifras porcentuales para Estados Unidos se proyecta un crecimiento de 0,5% lo cual viene siendo algo muy débil para lo que en realidad significa la economía estadounidense, en el caso del euro el crecimiento será plano o sea cero y eso tampoco indica un buen resultado. En el caso de China se toma muy en cuenta el Covid - 19 puesto que es una epidemia que aparte de tener efectos negativos dentro de este país también logró trasladarse al resto del mundo. Si excluimos el caso del Covid – 19 el crecimiento de los mercados emergentes y las economías en desarrollo se hubiera desacelerado el 3,5% el año pasado al 2,7% de este año. Hace unos seis meses se tenía un pronóstico poco favorable ya que se estimaba que la economía mundial podría entrar en una fuerte desaceleración este escenario es un hecho en el 2023, principalmente porque el crecimiento mundial fue del 1,7%, una cifra bastante baja si se compara desde los principios de la década de 1990. La realidad es que existen muchos riesgos entre los cuales se puede desencadenar una recesión mundial, o no esos riesgos se basa en las tasas de interés teniendo en cuenta la inflación en la que se estima el poder moderarse. n la actualidad presenciamos unas tasas de interés del 5% a nivel global, pero si visualizamos un escenario en el que las tasas de interés aumentan un por ciento esto podría llegar a causar recesión, lo que llevaría que ese crecimiento mundial del 1,7% baje más del 1%, impactando también en el ingreso per cápita. La realidad es que existen muchos riesgos entre los cuales se puede desencadenar una recesión mundial, o no esos riesgos se basa en las tasas de interés teniendo en cuenta la inflación en la que se estima el poder moderarse. n la actualidad presenciamos unas tasas de interés del 5% a nivel global, pero si visualizamos un escenario en el que las tasas de interés aumentan un por ciento esto podría llegar a causar recesión, lo que llevaría que ese crecimiento mundial del 1,7% baje más del 1%, impactando también en el ingreso per cápita. Si analizamos un entorno de inversión, evidenciamos un crecimiento del 9% al 10% entre el año 2000 y 2009, para el 2010 y el 2019 o una reducción al 5% lo cual indica que la inversión en vez de crecer se redujo. Durante el transcurso de la pandemia del Covid - 19, el 70% de los mercados emergentes y las economías que se encontraban en desarrollo sufrieron diferentes efectos en cuanto a la inversión ya que se detuvo el crecimiento. A partir de ese momento la inversión ha ido intentando recuperarse, pero a un ritmo muy lento. La realidad es que no se estiman cifras muy altas en cuanto a la inversión ya que es muy complicado generar el crecimiento potencial, aumento de productividad y el cumplimiento de objetivos de desarrollo. En la actualidad estamos presenciando múltiples crisis que van a llevar a riesgos tanto a corto como a largo plazo. Lo importante es que los países sepan superar este tipo de desafíos implementando marcos sólidos en el contexto de la política fiscal, la política monetaria y la política financiera. En este tipo de políticas se debe tener claridad de acuerdo a la sostenibilidad de la deuda, al igual que con los ingresos y los gastos. De todas esas políticas que existen lo más importante es el hecho de que se implementen, la crisis proporciona una gran oportunidad para llevar a cabo este tipo de aplicaciones. Aunque la flexibilidad de las políticas es crítica, es importante ser flexible, resiliente y aprender a graduar las políticas a medida que surgen nuevas situaciones. Sin duda alguna ese tipo de situaciones trae consigo consecuencias muy negativas para las economías mundiales, y si lo comparamos con pequeños estados notamos que pues esos mercados emergentes y economías en desarrollo no manejan una base de producción diversificada, eso quiere decir que pues depende de un pequeño número de bienes entre los cuales encontramos lo que viene siendo el turismo; con lo que sucedió en los últimos tres años pues para ese tipo de economías surgió una tormenta ya que el turismo se desplomó entonces esta economía se contrajeron en un aproximado del 11% en el 2020, estos siendo siete veces más de lo que sucedió en un mercado emergente y una economía en desarrollo típico. Otro desafío grande es el cambio climático que trae consigo desastres naturales que se han ido haciendo más presente en los últimos años. Algo positivo de todo lo que está ocurriendo en la economía mundial es el hecho de que se ha ido reconociendo el problema de la inflación y es por ello que los bancos han actuado de una manera decisiva para poder avanzar en este problema. Se habló de la amenaza de la estanflación y se actuó formulando políticas por las que se cree que la inflación logrará moderarse. Otro aspecto positivo es que el sector financiero ha sido resiliente a pesar de que ha tenido diferentes dificultades, se reconoce mayormente la necesidad de los recursos para abordar el problema del cambio climático. Cuando se reconoce el problema y se reconoce la necesidad de enfrentarlo se han logrado llegar a avances satisfactorios. Se concluye que la inversión es el punto fundamental ya que la debilidad de las inversiones lleva a presenciar un panorama sombrío.