Está en la página 1de 260

1

Este libro llega a ti gracias a:

IGNITE BOOKS

2
Créditos:
TRADUCCIÓN:

Juli

Karina

Evee Nehuen

CORRECCIÓN:

A.M

DISEÑO:

Ignite Books

Ina Epub

3
Sinopsis:
Se suponía que encontrar a mi familia era un sueño hecho realidad, pero solo trajo
más preguntas, más secretos y responsabilidades familiares forzadas.
Sorprendentemente, Hawk está a mi lado mientras lidia con la absoluta ridiculez que
nuestros padres me siguen presionando. Estoy aprendiendo a tener un hermano y creo
que en realidad podríamos gustarnos.

Mason, West y Beck han sido mi gracia salvadora, pacientes y amables. Todavía
distantes, Cam y yo estamos tratando de encontrar una manera de estar cerca el uno
del otro.

Pero justo cuando empiezo a sentir que tengo una vida que vale la pena vivir con mis
muchachos y mis nuevos amigos, mi miedo más profundo regresa para atormentarme.

Él lo sabe. Él sabe la verdad y dónde encontrarme.

Mis muros se están derrumbando y estoy aprendiendo a amar, pero mi pasado puede
arruinarlo todo.

Este libro es un romance de harén inverso oscuro, contemporáneo y nuevo para


adultos, lo que significa que el FMC terminará con más de 3 intereses amorosos.
Tengan en cuenta que hay advertencias desencadenantes de abuso emocional y físico
y agresión sexual, y contiene escenas de naturaleza violenta y gráfica.

4
Beyond Vengeance Playlist
Sober – Letdown

Astronaut in the Ocean – Our Last Night

Nightmare – Set it Off

I am Here – P!NK

Legends are Made – Sam Tinnesz

My Name Is... – Once Monsters

I Miss the Misery – Halestorm

The Rain Just Follows Me – Hawthorne Heights

Better Days – Dermot Kennedy

Karma – Letdown

Are You Listening – Wake Me

The Verdict – Dear Agony

Open Road – North of Nine

67 (Winchester) – Reyna Roberts

Empty Mirrors – Everyone Loves a Villain

Liar Liar – Christina Grimmie

Elizabeth – Monument of a Memory

Want You to Stay – Autumn Kings

…y mucho más.

https://open.spotify.com/playlist/5ZD1ZXczsZWLmGcDmpfA67?si=6e5af7455fbb43
29

5
Lista de capítulos:
Prólogo Capítulo 16
Capítulo 1 Capítulo 17
Capítulo 2 Capítulo 18
Capítulo 3 Capítulo 19
Capítulo 4 Capítulo 20
Capítulo 5 Capítulo 21
Capítulo 6 Capítulo 22
Capítulo 7 Capítulo 23
Capítulo 8 Capítulo 24
Capítulo 9 Capítulo 25
Capítulo 10 Capítulo 26
Capítulo 11 Capítulo 27
Capítulo 12 Capítulo 28
Capítulo 13 Capítulo 29
Capítulo 14 Epílogo
Capítulo 15

6
Antes de continuar, debo decir que este es el libro más oscuro de la serie hasta el
momento, así que tengan en cuenta las siguientes advertencias desencadenantes:
agresión sexual, abuso físico y psicológico gráfico, referencia a las ETS
(Enfermedades de transmisión sexual) en forma de bromas.

El libro también termina en un suspenso asesino. No soy responsable de los teléfonos


o kindles rotos, sin embargo, ofrezco un hilo de apoyo en mi grupo de lectores de
Facebook, Rachel's Rebel Rehab, si necesitan un lugar para despotricar o gritar.

7
Prólogo:
Lawrence
Muy astuta, Dove. Realmente muy astuta.

Has demostrado ser un reto mucho mayor de lo que esperaba. No me gusta tener que
perseguirte, pero he trabajado demasiado duro como para dejarte escapar ahora. Fue el
destino, la forma en que se dieron las cosas. Sólo te tenía cerca como un seguro, pero
en lugar de eso, me encapriché de ti. Viéndote crecer, con tu pelo rubio y tus rasgos
pequeños tan sorprendentemente parecidos a los de tu madre, supe que tenía que
tenerte. Contigo, por fin podría tener todo lo que siempre había codiciado, y esta vez
nadie te alejaría de mí.

El recinto era el lugar perfecto para esconderte. Soy el único que dirige todas las
operaciones diarias. Ninguno de ellos pasa tiempo allí. Prefieren esconderse en sus
oficinas y casas lujosas —pretendiendo que la tortura y el dolor necesarios para hacer
soldados fríos e incondicionales no ocurren—, pero yo vivo de ver a esos niños
convertirse en lo que quiero que sean.

Cuando eras más joven, tus ojos brillaban con tanta fiereza. Aceptabas cada castigo
que te infligía como un campeón, y eso sólo parecía hacerte más fuerte, más
desafiante.

Bueno, yo no podía tener eso. Te necesitaba quebrada y flexible para poder


convertirte en quien siempre debiste ser. Le di a tu madre demasiada libertad y me
dejó. Por él. No iba a dejar que eso sucediera de nuevo. Lo tenía todo planeado. Iba a
hacer las cosas bien contigo. Asegurarme de que nunca pudieras dejarme.

Que mataran a tu amiguito fue tu punto de quiebre. Debería haberlo hecho años antes,
pero más vale tarde que nunca. Ver la luz apagarse en tus ojos fue lo más grande que
he presenciado. No tienes ni idea de lo jodidamente duro que se me puso cuando
llegué para mi visita mensual y apenas eras una cáscara de lo que eras. Te habría
follado allí mismo, pero no era el momento. Necesitabas más trabajo, y yo podía
esperar.

Fui paciente. Fui amable. Te traje regalos y te felicité. Estaba dispuesto a esperar
hasta que tuvieras edad suficiente para ser completamente mía. Mientras esperaba,
dediqué años a entrenarte; a moldearte para que fueras mi esposa perfecta.

Y me lo agradeces huyendo unos meses antes de que todos mis planes se hicieran
realidad.

Pensé que lo tenía todo planeado. Que te había destrozado, pero me has estado
engañando todo este tiempo. Fingiendo ser lo que yo quería que fueras, mientras
planeabas tu fuga. Lo que no te das cuenta, sin embargo, es que no voy a dejarte ir.

Puede que hayas hecho un excelente trabajo ocultando el desafío en tus ojos, pero
ahora sé que tú también has estado planeando. Me pregunto qué clase de amigos has

8
hecho en esa escuela, que han sido capaces de protegerte no contra uno, sino contra
dos de mis hombres. Sean quienes sean, no serán suficientes para salvarte de mí.
Pagarán por sus transgresiones... y tú pagarás por las tuyas.

9
Capítulo 1:
Hadley
"Hawk, querido, ¿eres tú?", grita una voz femenina desde lo más profundo de la casa
cuando sigo a Hawk al interior de la mansión y cierro la puerta tras de mí, ignorando
mi corazón acelerado y mis palmas sudorosas.

Hawk ya está entrando en la elegante zona de asientos, sin molestarse en comprobar si


voy detrás de él.

"¿De qué va todo esto? Sabes que estamos o—"

La madre de Hawk —mi madre— se detiene cuando me ve merodeando torpemente


por el vestíbulo. Va vestida con un pantalón negro acampanado, muy elegante, y sus
tacones resuenan en el suelo de baldosas.

"Has traído a… una chica a casa", me dice sin más, con la cara desencajada,
diciéndome exactamente lo que piensa de mí. No me reconoce y no sé si me recuerda
de la fiesta del mes pasado.

Su mirada se posa en mis jeans de segunda mano y mi camiseta desgastada, y su cara


se arruga de disgusto. Ni siquiera tiene la decencia de ocultar que no le gusto.

"Sí, mamá, ella es Hadley. ¿Está papá? Tenemos que hablar", dice Hawk, desviando
la atención de su madre hacia él.

"Sí, sí, ya lo dijiste por teléfono". Su madre agita la mano, desestimando sus palabras.
"No entiendo de qué va todo esto".

"Pues cuando llegue papá te lo cuento", responde Hawk, irritándose.

"Ya estoy aquí, ya estoy aquí", grita un señor mayor mientras baja las escaleras,
abrochándose la chaqueta del traje, con aspecto de estar a punto de salir por la noche.

Al llegar al vestíbulo, casi me ignora mientras se acerca a su mujer y la besa en la


mejilla. Al verlos uno al lado del otro, me doy cuenta de que están a punto de salir. Es
imposible que vayan tan arreglados para la visita de su hijo.

Al verlos juntos, recuerdo los pocos detalles que sé de ellos y que he anotado en mi
cuaderno —El cuaderno. Maria y Barton Davenport. Casados desde hace treinta y un
años. Los dos, junto con Wilbert Warren, Lawrence Rutherford y Frank Hayes,
asistieron juntos a Pacific Prep, aunque no he podido encontrar información sobre si
ella fue o no una de sus chicas del mes, o como se llamara entonces. La primera
mención de que eran pareja, que pude encontrar, fue cuando estaban juntos en la
universidad.

"¿De qué se trata todo esto?" le pregunta el padre de Hawk.

10
Al verme de pie junto a la puerta, su padre me echa un vistazo, con una expresión
inexpresiva que no deja entrever lo que piensa de mí.

"¿Quién es?", pregunta, girándose para mirar a su hijo.

"Ella es Hadley", repite Hawk. "Vamos a sentarnos y te lo explicaré todo".

Con los labios apretados por el disgusto, Barton acompaña a su mujer a un sofá y,
cuando dudo en seguirle, Hawk me clava la mirada, haciendo un gesto con la cabeza
para indicarme que me mueva. A regañadientes, despego los pies del suelo, sigo a
Hawk y los dos nos sentamos frente a... ¿nuestros padres? Dios, qué raro suena eso.

Hawk vuelve a sentarse en el incómodo sofá, con las piernas abiertas, y parece
demasiado a gusto teniendo en cuenta la conversación tan jodidamente incómoda que
estamos a punto de tener. Mientras tanto, tengo la espalda recta como una flecha y me
siento en el borde del asiento, lista para huir en cualquier momento.

Los ojos de su padre se cruzan entre nosotros, con líneas en la frente mientras nos
mira con el ceño fruncido. "Creo que sé de qué trata esto". Su voz suena seria y niega
con la cabeza, frunciendo el ceño hacia Hawk, decepcionado.

Mis cejas suben por mi frente mientras mi mirada salta de él a Hawk, confundida.
¿Cómo es posible que sepa lo que está pasando?

Barton suspira decepcionado. "Creí que te había enseñado mejor, hijo. Queremos
evitar escándalos como éste". Con los labios fruncidos, mira de reojo a su mujer.
"Maria, tienes el número del Dr. Mitchell, ¿verdad?".

Su madre jadea y se tapa los labios con la mano. Estoy más que confusa en este punto,
no tengo ni idea de lo que están hablando.

"Madre mía". Me mira fijamente al estómago antes de contestar a su marido: "Sí. Sí,
lo tengo. Llamo ahora mismo. Él puede encargarse del, eh, problema".

¿Qué demonios está pasando ahora? ¿Qué tiene que ver un médico con todo esto?

"¿De cuánto estás?" Su tono es cortante y me lanza una mirada poco impresionada.

"Yo no—"

"¡Jesús, mamá!", exclama Hawk, indignado, dándose cuenta de lo que hablan sus
padres. "No está embarazada, mierda".

Debo de tener los ojos del tamaño de un platillo cuando los miro a los tres, incapaz de
pronunciar una frase. Hawk tiene la cara contraída y parece como si la idea le pusiera
físicamente enfermo.

Ya somos dos.

"Bueno, si no la has embarazado, ¿a qué viene todo esto?", exige su padre.

11
"Mierda", gruñe Hawk, inclinándose hacia delante en su asiento mientras se pasa la
mano por su corto pelo rubio. "Es mi puta hermana".

Bueno, así no es exactamente como los veía enterándose de la existencia de su hija


perdida.

El silencio reina mientras sus padres primero miran boquiabiertos a Hawk antes de
centrar su atención en mí, haciendo que me pique la piel mientras tiro del dobladillo
de mi camisa, mirando a todas partes menos a ellos.

"¿De qué estás hablando?", suelta su madre, mirándome críticamente.

Hawk se frota los ojos antes de responderle. "Hadley se matriculó en Pac este año.
Desde el primer día, había algo en ella que no podía identificar. Con su pelo rubio y
sus ojos del mismo color inusual que los míos, sentí que la conocía".

Supongo que nos estamos saltando toda la parte en la que nos odiábamos.

"No podía identificarlo", continúa Hawk, "así que hice una prueba de ADN".

Saca páginas del bolsillo trasero de sus jeans —los mismos informes que West recibió
de los laboratorios de ADN. Ni siquiera me había dado cuenta de que los había traído
consigo esta noche. "Han dado positivo".

Sus padres miran estupefactos las páginas cuando Hawk las pone sobre la mesita, pero
ninguno de los dos se acerca para levantarlas. En lugar de eso, las miran desde una
distancia prudencial, como si fueran una bomba a punto de estallar. Supongo que no
está lejos de la verdad.

"¿Qué…? Yo no—" La voz de su madre se entrecorta mientras sigue mirando los


ominosos trozos de papel. "Debe haber algún tipo de error".

Ouch.

Hawk suspira, clavando en sus padres una mirada de “déjate de tonterías”.

"Encontré las cosas en la caja fuerte de tu habitación", afirma sin rodeos, haciéndoles
saber que no se traga sus balbuceos de negación. Supongo que se refiere al certificado
de nacimiento y a las fotos que me enseñó.

La mirada de su padre se convierte en acero cuando frunce el ceño hacia Hawk.


"Sabes que no debes estar en nuestra habitación", le ladra.

¿En serio? ¿Esa es la principal preocupación ahora mismo? Hablando de putas


prioridades.

Hawk busca en silencio la mirada de su padre, pero yo estoy demasiado centrada en


Maria, que no ha dejado de mirarme. No puedo descifrar la expresión de su cara. Una
mezcla de confusión y duda, posiblemente.

12
Me dedica una mirada crítica. Mi aspecto es exactamente el mismo que cuando entré
por la puerta, y entonces no satisfacía sus elevados estándares, así que dudo que vaya
a encontrar algo en mí que le guste ahora.

"No creo que ese sea el problema", dice Hawk entre dientes apretados, con
pensamientos similares a los míos. "¿Cómo es que nunca me dijiste que tenía una
hermana, y mucho menos una gemela?".

Su padre —mierda, nuestro padre— no me ha mirado ni una sola vez desde que Hawk
me lo contó. Es como si estuviera haciendo un esfuerzo concentrado para fingir que
no estoy allí.

"¿Qué hay que contar?" María se encoge de hombros, sonando un poco a la defensiva.
"Un día estaba aquí y al siguiente ya no estaba. La buscamos por todas partes, pero
cuando nadie pudo encontrarla, tuvimos que aceptar que se había ido para siempre.
Después de tantos años, la dimos por muerta".

Lo dice con tanta indiferencia. Si yo fuera una persona más emocional, su indiferencia
me habría hecho sentir como si me hubiera arrancado el corazón y lo hubiera
pisoteado. La niña que solía llorar por su familia perdida habría sido un desastre
sollozando en el suelo, pero afortunadamente, aprendí a endurecer mi corazón. Lo he
envuelto cuidadosamente en alambre de espina y lo he colocado detrás de una valla
afilada donde nadie puede llegar.

El muslo de Hawk se pega contra el mío en un silencioso acto de consuelo, pero no


hace falta que se moleste. Aparte de una punzada de opresión en el pecho por sus
palabras crueles y despiadadas, no siento nada. La infancia de vallas blancas, con
padres sonrientes que me abrazan y me adoran, fue solo una fantasía. Algo que soñaba
en la oscuridad de la noche para mantener alejados a los demonios. Hace tiempo que
sé que nunca será mi realidad.

Aun no comprendo a mi padre, pero está claro que mi madre es una perra
confabuladora a la que sólo le importa su propia supervivencia. Sin embargo, sus
palabras me parecen una mierda. ¿El hijo de una familia rica desaparece y nadie hace
preguntas?

¿No hay investigación? Ya he hecho mi investigación. Sé que la policía nunca fue


contactada. Nunca se presentó un informe, nunca se llevó a cabo una búsqueda oficial.

Sea lo que sea lo que está pasando aquí —y seguro que pasa algo raro, mierda—, ella
y su marido están metidos hasta el cuello. Saben mucho más de lo que me pasó que de
lo que están dispuestos a compartir.

Barton mira su reloj, las líneas alrededor de sus ojos y su boca se tensan. "Mira,
tenemos que irnos", dice, mirando a Hawk. "Concertaré una cita para que la chica" —
ni siquiera puede decir mi nombre— "se reúna con nuestro médico esta semana.
Quiero que le haga otra prueba de ADN. Cuando tengamos los resultados, podremos
volver a hablar".

13
Sin esperar respuesta, se levanta y tiende una mano para ayudar a su mujer a ponerse
en pie. Con una última inclinación de cabeza hacia Hawk —que sigue ignorándome,
mierda— acompaña a su mujer fuera de la habitación.

"Vamos", prácticamente gruñe Hawk cuando nos quedamos solos. Sin esperar mi
respuesta, se levanta y se dirige a la puerta. Me apresuro a seguirlo, porque, bueno,
estoy jodidamente segura de que no quiero quedarme sola en esta casa con ninguno de
los dos.

"Me alegro de que me convencieras", me quejo cuando cierro la puerta, y Hawk me


mira con cara de pocos amigos mientras se acerca al coche. Siguiéndolo, subo al
asiento del copiloto. Nos quedamos en silencio un momento, mirando por el
parabrisas delantero la extravagante casa. Las luces del vestíbulo y del salón iluminan
el camino circular de grava y los cuidados arbustos del jardín.

"Saben más de lo que dicen", se queja Hawk. Arranca el motor, pone el coche en
marcha y nos alejamos de la casa.

Las manos de Hawk se flexionan una y otra vez alrededor del volante, y puedo sentir
la tensión que irradia desde mi lado del coche mientras se abren las puertas de la
residencia privada y él avanza a toda velocidad por el oscuro carril que serpentea a lo
largo del acantilado en dirección a la escuela.

Se queda quieto durante varios minutos mientras y yo lo espero, mirando fijamente el


cielo nocturno por la ventanilla del copiloto.

"No me lo puedo creer", me suelta, sacándome de mis pensamientos y volviéndome a


mirarlo. "Ni siquiera podía mirarte, y mi madre era una completa zorra". Sacude la
cabeza, mirando por el parabrisas delantero la oscura carretera que nos precede. "Ya
ni siquiera los reconozco. No sé si siempre han sido así de fríos y egoístas y yo nunca
me he dado cuenta, o si me he estado engañando a mí mismo todo este tiempo".

"Lo siento".

Hawk gira la cabeza para mirarme, con las cejas fruncidas.

"¿Por qué te disculpas?"

Me encojo de hombros. "Debe ser horrible, darte cuenta de que tus padres no son
quienes creías que eran". Se supone que son tus modelos a seguir, ¿no? Las personas a
las que acudes en busca de ayuda y consejo. No me imagino pidiéndole nada a
ninguna de las personas que conocí esta noche.

"Bueno, sí, pero tú eres la que tuvo que crecer sin padres". No lo dice de mala manera,
más bien como si no entendiera por qué me compadezco de él cuando, en su opinión,
a mí me tocó una mano peor.

"Puede ser, pero no puedes extrañar lo que nunca tuviste", le digo con facilidad,
siendo sincera. Claro que siempre me he preguntado quiénes eran y qué pasó, pero
haberlos conocido esta noche, sinceramente me alegro de que no estuvieran en mi

14
vida. No pueden decepcionarme ni defraudarme, porque nunca han estado ahí ni me
han mostrado una faceta diferente de sí mismos.

Le mando un mensaje a Beck cuando volvemos al campus, diciéndole que se reúna


con nosotros en el apartamento de los chicos. Cuando estamos todos juntos, Hawk
cuenta cómo ha ido la velada —que fue bastante tranquila—. Todos están enfadados
por la actitud indiferente de nuestros padres, pero ninguno parece sorprendido. En lo
único que todos estamos de acuerdo es en que saben más de lo que dicen.

***

El martes, Hawk me lleva a una lujosa clínica privada donde un médico me hace una
muestra del interior de la mejilla y me saca sangre. Entramos y salimos en menos de
media hora, y todo parece tan anticlimático teniendo en cuenta que el resultado lo
cambiará todo.

Sigo teniendo muchas reservas y, ahora que he conocido a mis padres, tengo aún más
dudas sobre si adentrarme más en este mundo. ¿Realmente importan tanto las
respuestas a mis preguntas sobre mi pasado? ¿Qué va a cambiar? Nada. En última
instancia, no importa cómo acabé en la vida que tengo. Estoy aquí, sobreviviendo y
haciendo lo mejor que puedo

Pero en el momento en que Hawk les dijo la verdad sobre ello, la opción de echarse
atrás de este plan descabellado fue erradicada. Claro, todavía podía correr. No puedo
negar que se me pasa por la cabeza varias veces al día, pero cada vez que me imagino
en otro lugar, viviendo una vida sin Emilia o los chicos, o incluso sin Hawk —lo sé,
no puedo creer que lo esté pensando—, siento una extraña opresión en el pecho, y sé
que no es tan sencillo como huir. Hay algún tipo de conexión entre los chicos y yo.
No sé cómo explicarlo, pero nos está uniendo a todos. Es una fuerza contra la que
sería imposible luchar y, sinceramente, no quiero hacerlo. Estoy harta de luchar.
Luchar por mi vida, luchar por la libertad, luchar por ser feliz. Sólo quiero vivir.
Disfrutar de los momentos fáciles con Beck, empaparme de la fuerza que me da
Mason y bañarme en la calma de West. No sé qué va a pasar con Cam, pero necesito
ayudarlo a encontrar de nuevo su luz. Necesito ver su sonrisa fácil y despreocupada y
asegurarme de que no lo he destrozado del todo.

Así que no, aunque huir pueda parecer la solución fácil, no es la respuesta.

Después de salir de la clínica, paso los días siguientes en vilo, esperando la llamada
que va a cambiar mi vida. Ya sé cuáles van a ser los resultados de las pruebas, pero es
la confirmación final que necesitan los Davenport antes de que ocurra nada más —
aunque no tengo ni idea de lo que vendrá después. De alguna manera, dudo que nos
sumerjamos directamente en cenas familiares y vacaciones juntos en las fiestas.

"¿Quieres hablar de lo que pasó con tus padres?" pregunta Beck en nuestra sesión del
jueves. Estamos tumbados en el sofá, que se ha convertido en nuestra posición
habitual durante esta hora cada semana.

15
"No especialmente", refunfuño.

Me rodea con su brazo tatuado y yo apoyo la cabeza en su pecho.

"¿Cómo fue cuando conociste a tu padre por primera vez?", le pregunto.

"Bueno, era solo un niño cuando lo conocí —después de que mi madre y yo nos
mudáramos de Black Creek— pero en cuanto lo vi supe que nunca iba a ser una figura
paterna. No es que se quedara lo suficiente como para intentar conocerme".

"La mayoría de los niños con los que crecí no tenían padres. Si no estaban en la cárcel
o muertos, estaban metidos hasta el cuello en la vida de las bandas, y esa era siempre
su prioridad por encima de sus propios hijos, así que nunca sentí que me estuviera
perdiendo gran cosa".

"Cuando apareció el año pasado, rápidamente se hizo obvio que me veía como un
peón. Alguien a quien podía manipular para que hiciera su voluntad. Que es
exactamente lo que pasó. Pensé que después de crecer en Black Creek, y todos los
delincuentes que conocí allí, sería capaz de manejar lo que quisiera a cambio.
Estúpidamente pensé que cualquier cosa que me pidiera valdría la pena". Suspira
abatido. "Pero las cosas se han vuelto tan jodidas".

Sí, puede decir eso otra vez

"¿Qué quiere de ti?"

Hay un momento de pesado silencio.

"Aún no estoy seguro". Su voz suena tensa, más tensa que hace un momento.

Lo miro a través de las pestañas, noto que frunce el ceño, y el verde musgo de sus ojos
parece más apagado que cuando entré. Es posible que el hecho de no saber lo que se le
va a pedir lo tenga nervioso —y por qué no iba a estarlo cuando sabe lo que hace—,
pero si es así, ¿por qué tengo la sensación de que está mintiendo?

"Quizá sólo te está utilizando para poder amenazar la vida de West", sugiero. He
estado tratando de pensar en ello, de averiguar qué utilidad podría tener Beck para la
empresa. Sinceramente, que le utilicen como herramienta para amenazar al resto es el
mejor de los casos, pero me preocupa que quieran hacer uso de las habilidades que ha
aprendido con su título, analizando a la gente y averiguando qué les mueve. Si ese es
el caso, nuestros padres podrían querer involucrarlo con los nuevos reclutas, de alguna
manera. Sé que Beck es duro, y que ha visto y hecho cosas jodidas en su juventud,
pero no sé lo bien que llevaría él —o los demás— saber que sus padres no se limitan a
ofrecer mercenarios a sueldo, sino que los entrenan, más o menos desde que nacen,
asegurándose de que cada niño se convierta en una máquina formidable. Algunos de
estos niños se alejan tanto de su humanidad que apenas ven a sus objetivos como seres
humanos.

"Sí, tal vez". El tono desesperado de su voz me revuelve el estómago, intensificando


la sensación de que hay algo que no me está contando. La preocupación por él me
recorre. Si Beck se viera obligado a idear formas nuevas y creativas de deshumanizar

16
a esos niños, o de diferenciar a los débiles de los fuertes, no creo que pudiera vivir
consigo mismo.

Tose y se aclara la garganta antes de cambiar de tema. "¿Cómo han ido las cosas entre
Hawk y tú?".

Por mucho que quiera saber lo que esconde, agradezco el cambio de conversación.
Confío en Beck lo suficiente como para saber que me lo dirá cuando esté preparado.

"Bien, creo". Me encojo de hombros. "No parece odiarme, lo que supongo que es una
victoria. Aunque las cosas siguen siendo incómodas. Ninguno de los dos sabe cómo
estar cerca del otro sin arrancarse la cabeza a mordiscos".

Se ríe suavemente. "Será más fácil con el tiempo. Al menos él parece intentarlo".

"Sí, aunque sigue siendo un imbécil la mayor parte del tiempo. Sobre todo cuando no
se sale con la suya. Realmente no entiendo cómo West se dio cuenta de que éramos
parientes. No soy ni de lejos tan exasperante como él".

Otra carcajada retumba en su pecho.

"¿Arreglaste las cosas con todos ellos después de San Valentín?".

"Sí, creo que sí. Bueno, West y Mason me explicaron que ninguno de ellos tuvo nada
que ver con la maniobra de Bianca. Y ahora que he tenido tiempo de pensarlo, Cam ha
estado tan ocupado golpeándose a sí mismo, que no veo que hiciera algo para herirme
o molestarme. Fue estúpido por mi parte creer lo de Bianca, yo sólo..."

"Después de todo lo que has pasado con ellos, es comprensible que no estuvieras
segura de qué creer. Lo principal es que lo solucionaste".

"Lo hicimos, pero sigue sin gustarme la confianza que he tenido que depositar en
ellos. Estamos siguiendo ciegamente su plan. ¿Y si nos explota en la cara, o se
vuelven contra mí?"

"Por desgracia, ellos saben más que nosotros sobre sus padres, así que no veo que
tengamos otra opción que escuchar sus consejos por ahora", dice Beck, expresando
mis propios pensamientos. "De todas formas, no creo que tengas nada de qué
preocuparte. Hawk ha estado diferente contigo últimamente. En cuanto a los otros
chicos, bueno, la forma en que te miran... no sé cómo toda la escuela no se ha dado
cuenta".

"¿De qué?" pregunto, confusa. Los cuatro Príncipes siempre me han observado de
cerca, pero están siempre atentos a su entorno, observando todo lo que ocurre a su
alrededor.

"De sus sentimientos por ti"

Lo dice como si fuera obvio. Algo que ya debería saber. Quiero decir, sé que les gusto
a Mason y West, pero no diría que hay algo obvio en la forma en que me miran. En
cuanto a Cam... bueno, no puedo negar la forma en que mi cuerpo se ruboriza cuando

17
siento sus ojos en mí, o cómo mi ritmo cardíaco se acelera cuando está cerca. Pero
independientemente de la reacción física de mi cuerpo, sólo somos amigos. Después
de todo lo que hemos pasado los dos, no veo cómo podríamos ser algo más.

"No digas tonterías", refunfuño, apoyándome en el codo para mirarlo con el ceño
fruncido.

"No lo hago", insiste con una pequeña risa, como si no pudiera entender cómo no veo
lo que él ve. "Me di cuenta el primer día que los vi contigo, cuando tuviste tu ataque
de pánico. Claro que se asustaron, pero estaban realmente preocupados por ti. Mason
ni siquiera se fue hasta que le aseguré que estarías bien".

Bueno, si mi bobo corazoncito no se pone empalagoso al oír eso.

"Y Cam está decidido a hacer lo que sea para compensarte. La firmeza en sus ojos la
noche que nos encontraron en el claro era más que obvia".

"Eso no significa que sienta algo por mí", argumento.

"Puede que no", razona. "Pero el hecho de que dijera que había acabado con la
tradición y utilizara a Bianca para burlarse de ti sí lo es".

No sé qué pensar de sus palabras mientras las medito. "Pero nada de eso significa que
sean de fiar".

"No", asiente con facilidad. "Pero nos ayudaron a deshacernos de un cadáver, así que
quizá merezcan el beneficio de la duda".

Hmmm, tal vez.

18
Capítulo 2:
Cam
"Tienes que quedarte aquí mientras estemos fuera", ordena Hawk con su habitual tono
serio. Uno pensaría que ya se habría dado cuenta de que esa no es la forma de tratar a
Hadley. En cuanto las palabras salen de su boca, la espalda de Hadley se endereza y lo
fulmina con la mirada.

"Ahora sé que no me has ordenado hacer algo", suelta, con el desafío brillando en sus
ojos.

Es tan jodidamente sexy cuando escupe fuego y está dispuesta a luchar. Estoy
acostumbrado a que la gente se acobarde y se pliegue a todos nuestros caprichos, pero
Hadley no acepta ninguna de nuestras estupideces. Nunca le ha importado nuestro
poder o influencia.

Acepté ser su amigo, así que mi pene no debería ponerse duro al verla enfrentarse a
Hawk, pero que me jodan. ¿Amigos? No tengo ni puta idea de cómo ser amigo de una
chica, y no hay forma de que Hadley y yo seamos amigos. No con la forma en que mi
pene se esfuerza por llegar a ella cada vez que estamos en la misma habitación.

Nunca he estado tan en sintonía con la presencia de alguien antes. Todo mi cuerpo
cobra vida cuando ella está cerca. Mi piel se calienta y mi pene se hincha, sin entender
que esta chica está fuera de mis límites. A pesar de la reacción de mi cuerpo ante ella,
mi cerebro no está en la misma página. No sé cómo comportarme con ella. Las
bromas fáciles que solíamos tener ya no existen, y en su lugar, nos quedamos
conversando incómodamente, ninguno de los dos seguros de cómo responder. Es
jodidamente agotador.

"No soy una maldita idiota", suelta Hadley, trayéndome de vuelta a su discusión con
Hawk. "No voy a ir a vagar por el bosque después de lo que ha pasado, pero estoy
perfectamente segura en mi habitación".

Hawk ha recibido hoy temprano una llamada de su padre. Aparentemente, todos


nuestros padres están exigiendo una reunión con nosotros. Suponemos que ya están
los resultados del ADN de Hadley y quieren discutir lo que eso significa para ellos y
para nuestro gobierno de la escuela.

Los cinco estábamos relajados en el apartamento; Hadley jugaba a un videojuego con


Mason mientras yo los miraba —bueno, a ella— y West jugueteaba con su portátil,
antes de que Hawk tuviera que abrir la bocaza y empezar esta discusión.

Parece dispuesto a estrangularla, mientras le lanza una mirada que hace que la
mayoría de los demás estudiantes se meen encima, dispuestos a hacer cualquier cosa
para que deje de mirarlos así.

Jesús, ¿se supone que los hermanos deben ser tan agresivos entre ellos? La única
diferencia entre ellos desde que se enteraron de que son gemelos es que la estupidez

19
de Hawk ya no proviene de un lugar de odio, pero todavía se hablan como si quisieran
arrancarse la cabeza el uno al otro.

"Tu habitación está en la planta baja", argumenta Hawk. "Cualquiera podría entrar".

Hadley levanta las manos, exasperada. "Estoy segura de que los asesinos pueden subir
escaleras", se burla. Su respuesta hace que Mason se pase la mano por la boca,
ocultando su risita tras la palma de la mano. La chica tiene una respuesta para todo.

"Podrías invitar a Beck, así estarían los dos aquí para cuando volvamos", sugiero,
ganándome una mirada fulminante de West.

Ambos hermanos se giran para mirarme. Hadley se queda pensativa antes de esbozar
una sonrisa astuta.

"Me parece bien", asiente con demasiada facilidad, y Hawk la mira con desconfianza,
probablemente tratando de averiguar su punto de vista.

Probablemente esté pensando en follarse a Beck en la cama de Hawk, sólo para


enfadarlo. Maldita sea, ¿por qué ese pensamiento tiene mi pene temblando?

***

Esa noche, nos recogen en un coche con chófer y nos llevan a la ciudad, al moderno
edificio de oficinas que alberga la empresa de nuestros padres. Nuestras familias
tienen propiedades por toda California, pero la base de sus operaciones está aquí. Este
edificio es el centro de poder de Nocturnal Enterprises.

Una hora más tarde, salimos del vehículo y entramos en el edificio, empujando la
puerta de cristal hacia el amplio vestíbulo, casi vacío. El rascacielos, de cuarenta
plantas, es alto y elegante, y está totalmente acristalado, lo que refleja el sol poniente
y provoca un resplandor que me quema los ojos.

Aparte del guardia de seguridad que vigila la puerta —que no pestañea cuando
pasamos junto a él— y de un par de mujeres sentadas en un mostrador de recepción,
la planta baja está vacía mientras nos dirigimos hacia los ascensores. Nadie nos
detiene ni dice nada. Todo el mundo aquí sabe quiénes somos, aunque rara vez
vengamos.

Ninguno de nosotros dice nada —nunca se sabe quién puede estar escuchando— y,
demasiado pronto, las puertas se abren hacia el piso treinta y siete. Nuestros padres
son los propietarios de todo el edificio, pero alquilan todas las plantas menos las tres
superiores. A partir del piso 37, todo es de Nocturnal Enterprises. Cuánto de eso es en
realidad de Nocturnal Mercenaries, no estoy seguro.

"Bienvenidos, chicos", saluda la recepcionista, con un ronroneo seductor en sus


palabras. Tiene caderas curvilíneas y se lame los labios con lascivia mientras sus ojos

20
rebotan entre nosotros cuatro, con las pupilas dilatadas por el deseo. En cualquier otra
visita, estaría en ello, pero mi pene ni se inmuta. Frustrantemente, sólo una rubia
ardiente obtiene algún tipo de respuesta de mí, a pesar de que se supone que no
debería estar pensando en ella de esa manera.

No es por falta de ganas, pero no importa cuántas veces me diga a mí mismo que no
puedo acercarme a Hadley, que he jodido tanto las cosas que debería estar agradecido
de que me hable, mi pene no capta el mensaje. Tampoco mi corazón, por la forma en
que se acelera cada vez que ella está cerca. Me resulta imposible estar cerca de ella,
pero no puedo evitar gravitar en su dirección. Supongo que soy un glotón para el
castigo.

La recepcionista nos acompaña a una gran sala de juntas. "¿Puedo ofrecerles algo de
beber? Sus padres llegarán enseguida".

"No, estamos bien", responde Hawk escuetamente, sin apenas dedicarle una mirada
mientras entramos en la sala.

Asintiendo con la cabeza, se da la vuelta para irse, pero no sin antes lanzarnos una
última mirada anhelante a cada uno de nosotros.

"Bueno, avísenme si necesitan algo". Su voz se vuelve ronca al decir "cualquier cosa"
y me pasa un dedo por el brazo antes de salir de la habitación y dejarnos solos.

Frunzo el ceño y me limpio inútilmente el brazo, como si su contacto me hubiera


dejado piojos o algo así. Mason resopla, sacudiendo la cabeza ante mis payasadas
mientras sigue a Hawk hacia la mesa.

Los cuatro tomamos asiento a un lado de la larga mesa de cristal, mirando por los
ventanales que ofrecen una vista espectacular del horizonte de la ciudad. Sólo nos
queda esperar un minuto antes de que lleguen nuestros padres —Maria y Barton
Davenport, Theresa y Frank Hayes, Wilbert Warren y, por último, pero no por ello
menos importante, Daddy Dearest. La madre de West está en Dios sabe dónde,
fingiendo que no tiene un hijo o un marido infiel y sórdido y, bueno, yo nunca conocí
a mi madre; no era más que una donante de óvulos.

Apenas puedo mirar a mi padre a los ojos cuando entra en la habitación, sin importarle
un carajo el mundo, y me cuesta todo lo que hay en mí no lanzarme al otro lado de la
mesa y matar al idiota aquí mismo. Hawk ya me ha dado una severa advertencia para
que no haga ninguna estupidez. Necesitamos el elemento sorpresa si queremos tener
alguna oportunidad de acabar con él. Él no lo sabe, pero es un hombre muerto
caminando, incluso si tengo que matarlo yo mismo. Nunca ha sido un padre para mí.
No hay amor perdido entre nosotros, e incluso si lo hubiera, nada podría negar sus
acciones. Lo que le ha hecho a Hadley es más que jodido, y claramente sabe dónde ha
estado todos estos años.

Por lo que dijo Hawk, sus padres también saben algo, pero no podemos estar seguros
de sí estaban involucrados en lo que sea que haya pasado, o si sólo están encubriendo
la razón de su desaparición. En cualquier caso, nuestros seis padres son muy
sospechosos.

21
No puedo apartar los ojos de mi padre mientras todos se sientan en el lado opuesto de
la gran mesa de la sala de juntas. Parece tan normal. Sí, tiene un aire sofocante de
arrogancia, pero no parece alguien que pudiera estar implicado en el secuestro y acoso
sexual de una niña. ¿No debería emitir algún tipo de señal enfermiza?

"Tenemos que hablar de esto con Elizabeth", dice el padre de Hawk, y sus palabras se
abren paso entre mis pensamientos. Suena muy raro oír que la llaman Elizabeth, y le
doy vueltas al nombre en mi cabeza. Sí, no me imagino llamándola así. Era Hadley lo
que yo llamaba cuando estaba muy dentro de ella. Hadley es lo que siempre será para
mí.

"¿Supongo que tienes los resultados del ADN?" Hawk pregunta.

"Los tenemos. Ella es quien pensabas que era".

Obviamente. ¿Quién carajo más iba a ser? Teníamos nuestros propios resultados de
ADN, pero por supuesto eso no era suficiente para ninguno de ellos.

"¿Qué le ha pasado? ¿Dónde ha estado todo este tiempo?" Hawk exige, mirando
fijamente a su padre.

"Lo estamos investigando".

Eso no me reconforta como debería.

"¿Qué significa eso? ¿Cómo desapareció en primer lugar?" La ira, como de


costumbre, saca lo mejor de Hawk y prácticamente gruñe las palabras, y los ojos de su
padre se entrecierran, no apreciando el tono de su hijo.

"Cuidado", gruñe Barton como advertencia.

Todos los demás nos observan atentamente, sin ninguna emoción en sus rostros. No
puedo evitar mirar repetidamente a mi padre, intentando captar cualquier indicio de
que está involucrado en todo esto. Tiene que estarlo, ¿no?

"Como te dijo tu madre el otro día, desapareció".

"¿Cómo?" Hawk está caminando por una línea peligrosa con su tono, no es que pueda
culparlo. Todos estamos ansiosos de respuestas; él y Hadley sobre todo.

"Estábamos celebrando una fiesta y ustedes dos estaban en su habitación. La niñera


los había acostado y dijo que no había oído nada en toda la noche. A la mañana
siguiente, cuando fue a buscarte, Elizabeth ya no estaba". Se encoge de hombros
despreocupadamente, como si ese descubrimiento no hubiera alterado su vida ni la de
su familia. "Interrogamos a todos los que estaban en la fiesta, pero nadie había visto ni
oído nada sospechoso, y cuando no pudimos encontrar ninguna pista, tuvimos que
aceptar que se había ido".

¿Eso fue todo? ¿Hicieron unas cuantas putas preguntas y luego se dieron por
vencidos? ¿Qué mierda le pasa a esta gente?

22
Necesito todo lo que hay en mí para contener la lengua y, por el rabillo del ojo, veo el
cuerpo de Mason enroscado, tan furioso como yo por las estupideces que salen de la
boca de Barton.

"¿Y no se te ocurrió ir a la policía?", argumenta Hawk.

"Sabes que no podíamos haberlo hecho. No con el trabajo que hacemos", dice el padre
de West despectivamente.

Cierto. Las autoridades no pueden enterarse de tu pequeño negocio mercenario. Es


mucho más importante que encontrar a tu hija desaparecida. Todos ellos están locos.

"Contratamos a un detective privado", dice Barton, como si eso fuera un compromiso


para no ir a la policía. "Pero no pudo encontrar ninguna pista".

Está claro que Hadley no significaba nada para ellos. No merecía la pena invertir
tiempo ni recursos en localizarla, y obviamente les importa una mierda dónde ha
estado viviendo o por lo que ha pasado en los últimos quince años.

"La preocupación más apremiante es qué hacemos ahora que ha aparecido", dice
Maria Davenport, que no parece aliviada en absoluto por haber recuperado a su hija.
En todo caso, lo hace sonar como si este nuevo acontecimiento —el regreso de su
maldita hija— fuera un inconveniente.

"¿Qué quieres decir?" pregunto, esforzándome por mantener el tono cortante.

"Necesitamos que la vigiles y averigües lo que puedas sobre ella".

"Ya hemos investigado su pasado", les informa Hawk. "Sólo es una chica de acogida
que consiguió una beca aquí. Pac es una de las escuelas más prestigiosas del país, así
que no es muy descabellado que acabara allí."

"Es bueno verte tomar alguna iniciativa, hijo", dice Barton, con un brillo orgulloso en
los ojos. "Lawrence ya ha confirmado lo mismo, pero no obstante, no podemos ser
demasiado precavidos. Especialmente ahora".

Vaya, no es una puta sospecha que mi padre haya confirmado sus antecedentes. ¿Y
qué mierda quiere decir con “especialmente ahora”?

"De acuerdo, nos quedaremos cerca de ella", acepta Hawk, sonando reacio. Aunque
todo es por aparentar. En todo caso, esto juega a nuestro favor.

"También hemos oído de padres descontentos que ustedes se negaron a elegir a una
chica el mes pasado", dice el padre de Mason, que parece furioso al sacar el tema.
"¿Qué demonios está pasando ahí?" exige, su tono agudo es suficiente para que
Mason se siente más recto en su silla.

Ese hombre ha jodido bien a su hijo. Mason hace todo lo posible por ocultarlo, pero
no se puede negar que su padre le ha hecho un infierno.

23
"Cuando nos enteramos de lo de Ha... Elizabeth, decidimos que era hora de cambiar
las tradiciones", explica Hawk con facilidad, como si no fuera gran cosa.

"¿Ahora?" Hay un gruñido de advertencia en la voz de Frank. "¿No crees que es algo
que deberías haber hablado con nosotros?".

La mandíbula de Hawk se tensa. "Creía que querías que te demostráramos que


podíamos controlar la escuela".

"Lo que Frank intenta decir", interrumpe Barton, "es que no entendemos su decisión
de acabar con una tradición que ha sido efectiva durante generaciones".

"Las chicas del último curso se han puesto muy necias con el tema. Han formado un
club y todo eso, y sólo sirve para que sea más difícil controlarlas. He pensado que
cambiar las cosas y que Elizabeth asuma el control de las chicas sería una buena
forma de comprobar si está hecha para ser una Davenport."

Nuestros padres guardan silencio mientras piensan en la propuesta de Hawk.

"Es una idea interesante", dice Barton, "pero sigamos con la tradición por ahora.
Veremos cómo lleva Elizabeth lo de salir del armario como una Davenport, y luego
seguiremos a partir de ahí".

"Elizabeth también debería incluirse en la tradición", interviene Maria. "Será bueno


ver cómo maneja a los buitres. Es bastante guapa. Podríamos conseguir algunos
contratos útiles para ella".

¿Qué mierda? ¿Es que esta mujer sólo ve a su hija como moneda de cambio? La
tensión se filtra en el aire, a ninguno de nosotros nos entusiasma la idea de que Hadley
esté involucrada en la tradición. Dirijo una sutil mirada a mi padre, que tiene los ojos
entrecerrados y la mandíbula apretada. No, a él tampoco le entusiasma la idea. Me
pregunto qué pensaría si supiera que tres de nosotros nos la hemos follado —cuatro si
contamos a Beck, que supongo que sí.

No es que le diría nada de eso. Es tan controlador que haría algo imprudente si se
enterara. Algo que sólo pondría a Hadley en mayor peligro.

"Sí, una buena idea", asiente Barton, a ninguno de los dos le importa una mierda el
hecho de que básicamente están prostituyendo a su hija con los chicos de último
curso. ¿Con qué fin? El objetivo de la tradición es que la próxima generación de
herederos varones pueda demostrar a sus padres que son capaces de dirigir un
conglomerado multimillonario algún día. Por supuesto, familias de todo el país
inscriben a sus hijos en Pac Prep con la esperanza de que puedan hacer amigos —o
más— con nosotros, y conseguir que sus familias tengan un pie en la puerta a la hora
de hacer negocios con nuestros padres. Pero, ¿qué ganan realmente nuestros padres
con todo esto? Pueden elegir las empresas con las que hacer negocios. ¿Es todo una
cuestión de control? ¿Una forma de parecer más importantes de lo que son?

Ninguno de nosotros puede protestar ni decir nada sobre involucrar a Hadley en la


tradición sin levantar alguna bandera roja que pueda hacer que nuestros padres se den

24
cuenta de que nos preocupamos por ella más de lo que aparentamos. En lugar de eso,
nos vemos obligados a asentir y estar de acuerdo con su estúpida idea.

No entiendo cómo diablos va a funcionar esto. Puede que no esté saliendo con Hadley
o algo así, pero ella sigue consumiendo cada uno de mis pensamientos. La idea de
meter mi pene en cualquier otra chica es muy poco atractivo. A pesar de que hace
siglos que no tengo sexo, mi pene ni siquiera se mueve ante la idea de tener un polvo
seguro. Todo lo que quiere, —todo lo que yo quiero—, es a Hadley, y la idea de ver a
un imbécil de la escuela con su brazo sobre ella, actuando como si fuera suya, me
enfurece.

"Bien, ahora que hemos resuelto eso, pasemos a las vacaciones de Pascua. Los cuatro
pasarán las vacaciones en la empresa, siguiendo a cada uno de nosotros y
aprendiendo. También se espera que asistan a nuestra jornada anual de puertas
abiertas a finales de año para que puedan hacerse una idea de la calidad de los
candidatos que tenemos. Luego, cuando se gradúen, empezaran a asumir algunas de
las responsabilidades menores".

"¿Y Beck?" West pregunta con voz tensa. "¿Cuál es su trabajo?".

"No te preocupes por él". Wilbert desoye su pregunta. "Ya está haciendo su trabajo".

Huh. No sabíamos eso. ¿Qué demonios está haciendo para ellos? Quizá sea hora de
que charlemos un poco con él, sobre todo si guarda secretos. Le hemos dejado entrar
porque es el hermano de West, por no mencionar el hecho de que está saliendo con
Hadley. Y parecía genuinamente conmocionado y horrorizado en Navidad cuando se
enteró de lo que hicieron nuestros padres, pero ¿qué mierda sabemos realmente de él?
Normalmente, West habría investigado a fondo a alguien nuevo en nuestras vidas,
pero ha enterrado completamente la cabeza en la arena cuando se trata de su hermano,
eligiendo fingir que no existe. Bueno, ya ha terminado con esa mierda. Si su hermano
está involucrado en cosas con nuestros padres, necesitamos saber de qué lado está. Y
si no es el nuestro, tiene que irse.

Después de haber hablado aparentemente de todo lo que necesitaban, nuestros padres


se ponen en pie.

"Oh, una cosa más", empieza Barton. "Esta noche anunciaremos el regreso de
Elizabeth a casa. Esperamos que todos estén allí. Háganselo saber".

Sin esperar respuesta, los seis salen y, una vez solos, los cuatro compartimos una
mirada cómplice.

"Aquí no", dice Hawk en voz baja cuando abro la boca para hablar. Asintiendo, los
cuatro salimos de la sala de juntas en silencio, ninguno de nosotros dice una palabra
mientras salimos del edificio y subimos al coche, en dirección al campus.

"¡Yo no!" Me apresuro a decir, levantando los brazos en el momento en que todos
estamos de vuelta en el campus, viendo el coche alejarse. "No se lo voy a decir". De
ninguna puta manera quiero ser yo quien le diga que no sólo West y Mason tienen que
seguir eligiendo a una chica cada mes, sino que ella también tiene que elegir a un
chico.

25
"Yo no", West y Mason se hacen eco rápidamente, haciendo que Hawk nos frunza el
ceño a todos.

"No se lo voy a decir, mierda", insiste. "Me arrancará las pelotas. Al menos ella tiene
interés en que conserves las tuyas".

"Lo siento, amigo". Me encojo de hombros. "Has perdido".

Aprieta los labios y murmura algo sobre que "yo no" es una forma estúpida de decidir
algo mientras se dirige a los dormitorios. Me reiría, pero estoy seguro de que se está
metiendo en su propio funeral.

26
Capítulo 3:
Hadley
"¡¿Qué diablos, Hadley?!" Hawk ladra. Oh genial, me encontró. Ahora puede gritarme
en persona, en lugar de por mensaje de texto.

Él y los demás regresaron hace varias horas, y recibí una serie de mensajes enojados
cuando descubrió que no estaba en su apartamento donde me ordenó que me quedara.
Sí, esa mierda nunca iba a volar.

"Calma tus tetas, grandullón". Sus ojos se estrechan hasta convertirse en rendijas
mortales, y tengo que tragarme la risa. "He estado aquí todo el tiempo. ¿Ves?" Agito
mi mano sobre mí misma, "totalmente bien".

Un jodido bastardo temperamental. Todo lo que hice fue venir a la biblioteca, donde
estoy rodeada de estudiantes. No es como si hubiera decidido ir a dar un paseo sola
por el bosque. Incluso si decidiera hacer eso, puedo manejarme totalmente. Aunque,
supongo que él no lo sabe, así que es justo. Aunque tengo todo el derecho a estar
enojada. No escapé de Lawrence y todo lo demás solo para que él, o cualquiera,
pudiera mandarme. Diablos no. No hay manera de mierda.

Cuando sigue frunciéndome el ceño, cambio de tema. "¿Qué pasó en la reunión?"

Suspirando, deja ir algo de su ira, sentándose a mi lado para que podamos susurrar en
voz baja sin preocuparnos de que algún estudiante entrometido cerca nos escuche.

"No mucho. Tenemos que pasar las vacaciones de Pascua con ellos, aprendiendo las
cuerdas". Arruga la nariz, no le gusta esa idea.

"Eso apesta", concordó. "Pero podría ser una buena oportunidad para ensuciarlos un
poco o para encontrar algo que podamos usar para ayudar a derribarlos".

Los ojos de Hawk recorren mi rostro por un segundo antes de responder: "¿Es eso lo
que vamos a hacer? ¿Destruirlos?"

A mi modo de ver, solo hay dos opciones. "Bueno, ¿quieres trabajar para ellos,
sabiendo la verdad de lo que hacen?"

"Diablos, no". Me mira con los ojos muy abiertos como si estuviera loca.

Me encojo de hombros. "Entonces, tenemos que derribarlos".

Después de un segundo, se ríe, sacudiendo la cabeza como si no pudiera creer lo que


está escuchando. "Haces que suene tan simple cuando va a ser todo lo contrario. No
solo tienen los medios financieros y el conocimiento para evadir el descubrimiento
todos estos años, sino que tienen un maldito ejército a su entera disposición".

27
Él tiene razón. Es una tarea hercúlea si alguna vez hubo una. Pero luego, escapar del
complejo también parecía imposible, y lo logré por mi cuenta. Entonces, ¿por qué los
seis no podemos lograr esto?

Dejando el tema por ahora, se recuesta en su silla, pasándose la mano por el cabello
mientras me mira de cerca.

"Nuestros padres van a dar una fiesta esta noche", espeta.

"Bueno." Me encojo de hombros, sin preocuparme por una fiesta sin sentido llena de
imbéciles ricos que piensan que son un regalo de Dios para la humanidad, mientras
vuelvo a centrar mi atención en mi tarea. "Diviértete con eso."

Es posible que los muchachos hayan tenido una reunión cara a cara hoy con los
padres, pero nadie me ha contactado desde que me hice la prueba de ADN. Aunque
Hawk aún no lo ha mencionado, parece que primero se está quitando las noticias
mundanas, supongo que los resultados se discutieron hoy, pero Dios, ¿es demasiado
pedir levantar el teléfono y hacérmelo saber también? Aparentemente sí. Supongo que
han estado demasiado ocupados planeando una fiesta para molestarse conmigo.

A pesar de mis quejas, estoy más que feliz de que me dejen en paz. Simplemente no
me gusta que se tomen decisiones sobre mí a mis espaldas, y estoy segura de que eso
fue lo que sucedió esta tarde.

"Estamos todos invitados. Tú también." Se me cae la parte inferior del estómago


mientras aparto los ojos de la tarea en la que estaba trabajando, dándole a Hawk toda
mi atención.

"¿Yo qué? ¿Por qué?"

"Los resultados del ADN están de regreso".

Qué carajo... Eso no explica nada.

Al ver mi mirada de total confusión, continúa: "Así es como se hacen las cosas en
nuestro mundo".

No, todavía no tiene ningún sentido.

Golpea un dedo contra la mesa de madera, inclinándose hacia mí. "Será mejor que te
pongas tus mejores joyas, porque esta noche saldrás como Davenport". Las palabras
de Hawk envían un ominoso escalofrío por mi espina dorsal. "Bienvenida a la familia,
Elizabeth".

***

28
West me entregó otro vestido para que me lo pusiera esta noche. El hecho de que mi
guardarropa consista principalmente en vestidos elegantes y caros no me sienta bien.
Soy una chica de jeans y camiseta. Toda esta mierda cara simplemente no soy yo.
Quiero abrir mi armario y ver la ropa que me quiero poner, algo que soy yo.

De todos modos, el vestido que me compró es hermoso. Es un profundo azul


medianoche, con un escote de joya alta (West una vez más asegurándose de que mis
cicatrices no estén a la vista para que todos los imbéciles se queden boquiabiertos) y
cae al suelo en la parte de atrás, con el frente levantado para que termine a la mitad.
Diamantes están cosidos en la tela a cada lado de mi cintura, luciendo como estrellas
titilantes contra el material oscuro cuando la luz los golpea.

Emilia una vez más me peina y me maquilla, su charla constante ayuda a aliviar las
oleadas de náuseas que siguen rodando por mi estómago, mientras el sudor cubre mi
frente y hace que mis palmas se vuelvan resbaladizas.

"Necesitas calmarte, chica" me advierte, viendo lo jodidamente estresada que estoy.


Se mueve para pararse frente a mí, inmovilizándome en el lugar con su expresión
seria. "Te has mantenido firme frente a Bianca y sus perras, y los Príncipes todo el
año. Tienes esto".

Es una charla decente de ánimo, y le doy una sonrisa débil en agradecimiento, pero
tratar con Bianca y los chicos no fue nada en comparación con lo que voy a enfrentar
esta noche.

No estoy lista. No quiero esto.

¿Por qué diablos dejé que esos idiotas me convencieran de esto?

Levanto la mano, jugueteando con el collar que West me regaló por mi cumpleaños,
cerrando los ojos mientras trato de sacar algo de calma de él.

Mi ritmo cardíaco comienza a calmarse, la agitación en mi estómago disminuye, pero


un golpe en la puerta me saca de mi ensimismamiento, y frunzo el ceño mientras
pisoteo hacia ella con mis talones.

Abriendo la puerta de un tirón, fulmino con la mirada a Hawk, enojada porque


interrumpió el zen que tenía, sin mencionar el hecho de que me convenció de esta
estúpida y medio equivocada idea. Realmente, estoy feliz de aferrarme a mi ira en
lugar de sentarme en la ansiedad enfermiza con la que he estado luchando desde que
me informó sobre esta noche.

Ignorando la mirada oscura que le doy, recorre con la mirada mi vestido y mis tacones
a juego.

"Supongo que funcionará", se lamenta, sin verse impresionado con mi conjunto.


Lanzo una risa medio histérica, encontrando algo de tranquilidad en su
comportamiento idiota. Solo espero que Emilia no lo haya escuchado. Tendrá un
ataque de perra porque sus horas de acicalamiento no fueron reconocidas.

29
Una pequeña sonrisa levanta un lado de su labio, y creo que es la primera vez que lo
veo sonreír. No es que realmente puedas llamarlo así. Es tan pequeño, apenas más que
un tic, y rápidamente se lo limpia de la cara.

"¿Dónde están los otros?" Pregunto, mirando más allá de él, medio esperando
encontrar al resto de los chicos parados en el pasillo detrás de él. Uno rara vez está
lejos de los demás.

"Ya están en camino hacia allá. Es mejor que lleguen por separado".

De verdad. No podemos dejar que ninguno de nuestros padres sepa lo cerca que nos
hemos vuelto en los últimos meses. Dios, las cosas se están poniendo tan complicadas.

Emilia elige ese momento para venir dando tumbos. "¿No se ve increíble? Ella no
tendrá problemas para encajar con ustedes, idiotas pomposos".

Las cejas de Hawk suben por su frente y mira boquiabierto a Emilia mientras otra risa,
más genuina, brota de mí. No creo que nunca la haya escuchado hablar con tanta
condescendencia sobre los Príncipes o la clase alta en general, pero me encanta el
hecho de que ya no tiene miedo de ser ella misma con ellos. No sé si ella piensa que
tiene inmunidad contra sus formas tiránicas debido a quién soy ahora, o porque
básicamente estoy saliendo con dos de ellos, pero sea cual sea la razón, no dudaría en
cortar una perra, incluso si esa perra es Hawk, si trataran de ponerla en su lugar.

"Diviértanse esta noche, chicos", se ríe, girándose hacia mí con una gran sonrisa en su
rostro que está totalmente fuera de lugar, considerando la tensión en el aire y los
nervios que todavía dan vueltas en mi estómago. "Recuerda, eres una perra ruda, y los
Davenport pueden irse a la mierda si no ven lo genial que eres". Todavía con esa
sonrisa cegadora en su lugar, mira a Hawk, antes de agregar con una voz dulce y
enfermiza: "Sin ofender, Hawk".

Hawk continúa mirándola con curiosidad, probablemente tratando de averiguar qué


diablos está pasando en este momento, mientras me muerdo el labio para sofocar mi
risa. Besándome en la mejilla, Emilia salta junto a él y baja por el pasillo hasta su
habitación.

"¿Hay algo malo con ella?" pregunta, finalmente encontrando sus palabras.

"No, imbécil". Lo empujo en el hombro mientras cierro la puerta detrás de mí, los dos
nos dirigimos por el pasillo.

"Entonces ella debe tener un deseo de muerte".

Tiro de la manga de su chaqueta, deteniéndolo.

"Si le haces algo, me convertiré en tu peor pesadilla viviente", amenazo en un tono


mortal. "¿Crees que recibir un puñetazo en la garganta fue malo? Tócala y te abriré el
estómago y usaré tus intestinos como una soga para colgarte".

"Mierda, Hadley". Pone los ojos en blanco como si estuviera siendo melodramático,
sin inmutarse por mi muy seria amenaza mientras me pone en movimiento de nuevo.

30
"No le voy a hacer nada. Simplemente no estoy acostumbrado a que nadie sea tan
indiferente si me molesta".

"No me importa si te hago enojar".

"Sí, y tú eres la primera persona en ser tan arrogante con su vida".

Eh ¿Qué es la vida, sino extraños momentos de paz entre mirar a la muerte a la cara y
darle un gran y viejo jódete?

Al salir de los dormitorios, la ligera brisa me aparta el pelo de la cara mientras


caminamos por el sendero. "Te das cuenta de que todos se quejan de ti a tus espaldas
de todos modos, ¿verdad?"

Los ojos de Hawk se estrechan y lanza una mirada letal a un estudiante al azar que
camina en la dirección opuesta, haciéndolos gemir mientras aceleran el paso,
prácticamente corriendo para alejarse de él. "Será mejor que no lo hagan", gruñe,
haciéndome poner los ojos en blanco. Llegamos al auto, ambos subimos y dejamos
atrás la escuela mientras conducíamos hacia la mansión de los Davenport.

Cuando llegamos, la fiesta estaba en pleno apogeo. La gente está dando vueltas por
todas partes, bebiendo champán caro y fingiendo que les importa una mierda mientras
se escuchan bromear sobre sus patéticas vidas.

Reconozco a muchos de los chicos de la escuela cuando se reúnen en grupos y pasean


con sus padres. Parece que casi todas las personas que los Davenport conocen o con
las que han hablado alguna vez han sido invitadas, y los nervios me revuelven el
estómago mientras Hawk y yo cruzamos el vestíbulo.

Apenas habíamos cruzado el pasillo cuando sentí unos ojos clavados en mí y volteé la
cabeza para encontrarme con la mirada amenazante de Lawrence mirándome
fijamente. Se ve más demacrado que la última vez que lo vi, en la oficina del director.
Bueno. Le sirve jodidamente bien.

A pesar de que la última vez que estuve en la misma habitación que él, estaba de
rodillas, después de haber vuelto a ser la niña asustada que solía ser cuando empujó su
pene en mi boca, enderecé mi columna vertebral mientras mis ojos se encontraban con
los suyos, mirándolo desafiante y negándose a dejar que me acobarde esta vez.

Es fácil cuando hay otras personas alrededor y sé que él no puede hacerme nada, pero
cuando me tenía acorralada, sola en esa oficina, era como cada vez que estaba cerca
de él. Me sentí asustada e impotente, congelada de terror. No importa que sea una
perra grande, mala y asesina. Cuando él está cerca, no soy más que una niña asustada,
dispuesta a hacer cualquier cosa para evitar sus castigos. Pero ahora me he opuesto a
él. He movido mi pieza de ajedrez, y aunque es posible que aún no lo tenga en jaque
mate, según las dagas que me está lanzando, definitivamente he hecho que el juego
sea más difícil de ganar para él. Sonrío antes de despedirlo, algo que sé que lo enojará.
Al idiota arrogante siempre le encantaba que toda mi atención se centrara en él.

Caminando junto a Hawk a través de la multitud, veo a los chicos esparcidos por la
habitación, atrapados en varias conversaciones. West me ve desde el otro lado de la

31
habitación mientras paso, lanzándome una sonrisa sucia antes de responder a quien
sea que esté hablando.

Beck está parado cerca, y sus ojos me rastrean a través de la habitación llena de gente
mientras asiente distraídamente con la cabeza a lo que dice la persona con la que está
conversando, su intensa mirada calienta mi piel. La iluminación de la habitación
enfatiza lo cansado que se ve, las bolsas debajo de sus ojos son preocupantemente
oscuras. Cada vez me preocupo más por él. La luz en sus ojos no es tan brillante como
cuando lo conocí, y no parece que duerma mucho, si es que duerme.

"Deberíamos encontrar a nuestros padres", murmura Hawk en mi oído, haciendo que


mi atención vuelva a la habitación. Sus ojos recorren a la multitud mientras los busca,
por lo que extraña la forma en que mi rostro se arruga ante sus palabras. Nuestros
padres. Nunca me voy a acostumbrar a eso.

Le doy a Beck una suave sonrisa, aparto mis ojos de él mientras Hawk y yo
continuamos abriéndonos paso entre los asistentes a la fiesta. Hawk es detenido varias
veces por hombres que le dan la mano y parecen deseosos de entablar una
conversación con él antes de que los despida cortésmente, y mujeres que lo miran
como si fuera un trozo de carne. Todos ellos me despiden rápidamente. Actualmente,
no soy nadie para ellos. No puedo hacer nada que los beneficie, así que a sus ojos, no
soy digna de su precioso tiempo.

Al ver a nuestros padres, nos encogemos, nos dirigimos hacia ellos. Maria Davenport
nos ve primero, sus hombros se encogen de alivio mientras nos hace señas para que
nos acerquemos, frunciendo el ceño a Hawk.

"Ahí estás", reprende. "Ya era hora de que aparecieras". Apenas dándonos una mirada,
se gana la atención de su marido. "Barton, están aquí. Empecemos con esto".

¿Empezar qué?

Antes de que pueda preguntar, Barton se excusa de su conversación con un viejo al


azar y asiente con la cabeza hacia su esposa, y se dirige hacia el frente de la sala
mientras Maria lo sigue obedientemente detrás de él.

Hawk tira de mi brazo en una clara indicación de que debemos seguirlo, y mis piernas
se vuelven más pesadas con cada paso que doy, hasta que siento que estoy caminando
penosamente por un pantano.

Mi mano aprieta la parte superior del brazo de Hawk, mis uñas se clavan en la
chaqueta de su traje. Mi agarre es tan fuerte que estoy segura de que debe ser
doloroso, pero él no se encoge de hombros, su rostro impasible cuando llegamos al
frente de la habitación.

Barton tose ruidosamente, golpeando el costado de su vaso con un cuchillo de


mantequilla, ¿de dónde diablos sacó eso?, hasta que el resto de la habitación se calma,
las conversaciones se detienen cuando todos se giran para mirarlo, hacia nosotros.

32
"Gracias a todos por venir esta noche", comienza cuando tiene la atención de todos.
"Los hemos reunido a todos aquí para compartir algunas noticias especiales con
ustedes".

Sería imposible saber por su expresión en blanco, que es espeluznantemente similar a


la de Hawk, si la “noticia especial” del regreso de su hija perdida hace mucho tiempo
es buena o mala. ¿Le importa una mierda que esté viva y bien? No me ha dedicado ni
una mirada, por no hablar de una palabra amable, así que no tengo ni idea.

"Hace quince años, nuestra familia fue golpeada por una terrible tragedia", comienza,
haciendo una pausa dramática mientras algunas personas susurran y jadean
sorprendidas. "No mucha gente sabe que cuando nació Hawk, Maria también dio a luz
a una niña. Nos la robaron, y aunque hemos dedicado muchos recursos con la
esperanza de encontrarla, nos temíamos lo peor"”.

¿Qué mierda es esta mierda que está soltando?

Miro a Hawk por el rabillo del ojo y le doy una mirada de “¿qué diablos?”, que me
devuelve con los ojos en blanco, claramente acostumbrado a que sus padres inventen
historias para adaptarse a su propia agenda.

"Pero estamos encantados de haberla encontrado finalmente, y esta noche, me gustaría


presentarles a todos a nuestra hija, Elizabeth Davenport".

Hacen que parezca que fueron ellos los que me encontraron y no al revés. No creo, ni
por un segundo, que hayan invertido tiempo o dinero en buscarme. He estado justo
debajo de sus malditas narices todos estos años, atrapada dentro de los confines de su
propia maldita organización.

Lawrence se aseguró de esconderme en las raras ocasiones en que los otros


benefactores, que ahora sé que son nuestros padres, vinieron al complejo, pero aun
así. Sin duda, debería haber sido lo suficientemente fácil de encontrar.

Mi padre extiende su brazo, señalándome a la multitud reunida, y de repente todos los


ojos están puestos en mí mientras los susurros estallan en la habitación. Mis mejillas
se tiñen de rojo bajo su escrutinio, y presiono conscientemente mi hombro contra el de
Hawk, como si él pudiera ocultarme de alguna manera de estos mirones hambrientos
de dinero que me observan como si fuera un eslabón débil en la fortaleza de
Davenport que podrían manipular su camino a través.

Los hombres dan un paso adelante para darle la mano a Barton, felicitándolo, como si
hubiera logrado algo.

"Ven." El tono agudo de Maria llama mi atención en su dirección, donde tiene una
sonrisa forzada en su rostro. Es dolorosamente falsa, solo enfatiza aún más que todo
esto es una farsa y que no hay una reunión familiar realmente feliz en mi futuro. "Hay
personas a las que debemos presentarte".

Mientras avanza, sus ojos se centran en cualquier imbécil rico que siente la necesidad
de forzarme, Hawk se mueve para seguirla, obviamente más acostumbrado a obedecer
ciegamente sus órdenes en estas cosas.

33
"Hawk, querido, no eres necesario. ¿Por qué no te mezclas con los otros invitados?"

Los labios de Hawk se aplanan, lo único que indica que no está contento con esa
orden, pero asiente de mala gana con la cabeza antes de clavarme una mirada,
diciéndome con sus ojos que me comporte.

¿Qué cree que voy a hacer? ¿Una escena? ¡Nunca! Simplemente no está en mi
naturaleza hacer tal cosa.

Lo observo desaparecer entre la multitud antes de perseguir a Maria de mala gana, con
los nervios agitándome en el pecho. Me arrastra por la fiesta y me presenta a personas
cuyos nombres olvido de inmediato, pero en la quinta presentación, noto una
tendencia. Todas las parejas que he conocido tienen derecho a verse como hijos de
puta, todos los cuales parecen tener mi edad o alrededor de ella.

Mientras nos alejamos de otra pareja cuyos nombres no me importa recordar, digo:
"Tengo que ir al baño". Ya he tenido suficiente de que me hagan desfilar como si
fuera una nueva obra de arte que han adquirido. Puedo sentir un dolor de cabeza
formándose detrás de mis ojos, y estoy más allá de toda la mierda falsa de la familia
feliz por una noche. Si tengo que escuchar a esta perra decirle a una persona más lo
jodidamente feliz que está de tener a su hija de vuelta en casa, aunque no me haya
hablado directamente en toda la noche, excepto para darme órdenes, perderé mi
oportunidad de Mierda amorosa.

Su rostro se tensa con desaprobación, como si estuviera siendo grosera, pero ¿qué
espera que haga? Si tengo que mear, tengo que mear.

"Bien", cede ella. "Pero date prisa, hay muchas otras personas que debes conocer esta
noche".

Sí, esa mierda no está sucediendo.

Dándole la espalda, me abro paso entre la multitud, sintiendo que todos me miran
boquiabiertos mientras avanzo. Ni siquiera sé adónde diablos voy; Solo sé que
necesito salir de aquí.

34
Capítulo 4:
Hadley
Mason debe ver la mirada asesina en mi rostro mientras me abro paso entre la
multitud boquiabierta, desesperada por alejarme de todos antes de que estalle y haga
algo de lo que me arrepienta. Como un jodido caballero blanco, viene a grandes
zancadas entre la multitud hacia mí. "Sígueme", murmura en voz baja antes de
despegar de nuevo, dejándome confundida mientras lo sigo.

Camina resueltamente a través de varias habitaciones llenas de invitados, su expresión


pétrea es suficiente para disuadir a cualquiera que parezca estar a punto de acercarse a
él, hasta que llegamos a una puerta que conduce al exterior. Una vez que estamos
solos, reduce la velocidad, esperando que yo lo alcance.

"Parecía que necesitabas un descanso".

"Sí, podrías decir eso. No sé qué esperaba, pero no era esto. Estoy bastante segura de
que mi madre solo estaba tratando de joderme".

"Oh sí." Él se ríe, como si no fuera gran cosa. "Te garantizo que lo estaba".

Mi cara se arruga. Que confirme mis sospechas solo me hace sentir peor. Nada de esta
noche fue diseñado para reunirnos como familia o conocerme. Todo fue un truco
publicitario, para que pudieran convertir mi llegada en algo que pudieran usar para
elevarse.

"¿A dónde vamos?" pregunto, cambiando de tema antes de que pueda preocuparme
aún más por todo el asunto. Ni siquiera estoy segura de si estoy herida, decepcionada
o simplemente enojada. Una mezcla de los tres, probablemente.

"La casa de la piscina. Es a donde vamos cuando necesitamos un descanso de todo lo


que hay allí", explica, señalando hacia la fiesta que dejamos atrás.

Dando la vuelta al costado de la casa, bordeamos una gran piscina antes de llegar a la
casa de la piscina. La puerta está abierta y entramos. Mason enciende una lámpara que
emite un brillo tenue, mostrando una habitación grande con un televisor de pantalla
ancha, varios sofás y sillas, y una pequeña cocina.

El lugar está vacío y Mason me jala hacia el sofá más cercano, dejándose caer en él y
arrastrándome a su regazo.

"No dejes que te afecten. Es lo mismo con todas nuestras familias. Todo se trata de
presentación. Todo es un espectáculo para otras personas. A ninguno de ellos le
importamos una mierda, más allá de lo que nos pueden usar".

"Niños obedientes que continuarán con su legado y se casarán con las familias
correctas, mejorando así su estatus y ganancias financieras", cita, como si alguien le
hubiera explicado repetidamente su propósito en la vida.

35
Sus ojos se encuentran con los míos, la mirada atrapada en ellos me derriba. "Harán
cualquier cosa para asegurarse de obtener lo que quieren. Recuerda eso."

Lo observo de cerca y me doy cuenta de que las sombras se aferran a él de la misma


manera que lo hicieron cuando lo vi con su padre en la fiesta de cumpleaños de Hawk.
Algo sobre estar en la presencia de ese hombre trae la oscuridad de Mason a la
superficie, y verlo tan deprimido no me sienta bien. Siempre está callado y apagado,
sus rasgos cuidadosamente se mantienen en blanco cuando está cerca de otros, pero
hay un lado completamente diferente de Mason Hayes que el mundo se está
perdiendo. A pesar de cualquier abuso que haya experimentado en el pasado, tiene un
gran corazón y un sentido del humor perversamente seco.

Queriendo ayudar a calmar sus demonios, paso mis dedos por su cabello oscuro,
apartando los mechones de su rostro. "Fueron tus padres, ¿verdad?" No necesito
elaborar más que eso. Sus ojos están envueltos en miseria mientras su agarre se
aprieta alrededor de mí.

"Sí, pequeña guerrera". Sus palabras son un suave suspiro, lleno de tristeza.

Me apoyo contra su pecho, respirándolo y esperando que mi presencia pueda levantar


parte de su carga emocional. "Se supone que los padres no deben tratar a sus hijos de
esa manera". Me desconcierta cómo la gente puede hacerle eso a su propia carne y
sangre. ¿Cómo puede alguien ser tan insensible? Me aseguraría de que mis hijos
supieran que son amados y apreciados en cada momento de cada día. Iría a los
confines de la tierra para protegerlos, y personalmente castraría a cualquiera que
pensara en causarles daño.

"No, no lo son, pero ¿quién los va a detener?"

Su tono abatido tiene ira ardiendo en mis entrañas. ¿Cómo se atreven sus padres a
intentar destruir a este gigante malvavisco de hombre?

La venganza ha corrido por mis venas durante tanto tiempo. Es una parte integral de
lo que soy. Durante años, mi objetivo ha sido vengarme de las personas que me han
hecho daño, las personas que mataron al único amigo que tuve mientras crecía. Los
padres de Mason, al igual que todos los nuestros, se han agregado a esa lista desde
entonces, pero ver cuánto intentaron golpear a su hijo y convertirlo en lo que querían,
me hace luchar contra el impulso de localizarlos y destriparlos.

Nos sentamos en silencio por un momento, cada uno de nosotros perdido en nuestros
propios pensamientos.

"Solía fingir que tenía una familia allá afuera", le digo, mis palabras apenas audibles.
"Padres que me querían, que me extrañaban, cuyas vidas habían cambiado por
completo en su búsqueda para encontrarme. Solía imaginarme cómo se desarrollaría
todo si nos reuniéramos. Definitivamente no se parecía en nada a la realidad".

Los ojos de Mason recorren mi rostro, y me gustaría saber lo que estaba pensando
cuando me mira con tanta atención, como si estuviera tratando de leer todo lo que hay
que saber sobre mí.

36
"¿Dónde estuviste todos estos años? Sabemos que no estabas en cuidado de crianza.
West revisó los antecedentes falsos que le diste a la escuela y no pudo encontrar nada
sobre ti. Es como si no existieras hasta que apareciste en Pac".

"No lo hice". Al menos, así es como se siente. Mi vida realmente no comenzó hasta
que obtuve mi identificación falsa y escapé del complejo. "Estaba atrapada en mi
propio infierno personal y no sabía cómo escapar de él. No pensé que podría. Fue solo
cuando descubrí lo de Cam que sentí que tenía el poder para luchar contra Lawrence.
Contra todos ellos".

Descubrir lo de Cam lo cambió todo. Estaba cayendo en un agujero oscuro de aceptar


mi destino sombrío, incapaz de ver ninguna salida a mi futuro cementado. Antes de
ese día, no sabía nada sobre Lawrence. No su nombre, quién era, o qué tenía que ver
con la organización mercenaria de la que de alguna manera me había convertido en
parte. Solo saber que una pequeña cosa sobre él me dio la fuerza para dejar de aceptar
la mano de mierda que me habían dado en la vida. De repente, no me sentí tan
impotente. No era mucho con lo que trabajar, pero era más de lo que sabía antes, y
estaba desesperada por averiguar todo lo que pudiera sobre Cam y su familia.

Sus ojos me devoran mientras suben lentamente por mi delgado cuerpo. Siempre tiene
una mirada carnal en sus ojos cuando me ve vestida con cualquier atuendo que haya
traído, generalmente algún tipo de vestido ajustado que resalta mis curvas recién
desarrolladas y levanta mis senos turgentes.

"Perfecta", respira. "Puedes usar ropa como esta todo el tiempo cuando vengas
conmigo. ¿No sería agradable?"

"Sí señor."

Ya he aprendido que no tiene sentido discutir con él. Es mejor si sonrío y soporto sus
visitas, asintiendo y estando de acuerdo con todo lo que dice.

Mientras coloca mi cabello detrás de mi hombro, su teléfono celular suena en su


bolsillo, haciéndolo fruncir el ceño. La llamada suena antes de comenzar de nuevo, y
él tira con fuerza de un mechón de mi cabello mientras la agitación se apodera de él.

Resoplando, mete la mano en el bolsillo, recupera su teléfono y se mueve hacia la


esquina de la habitación, alejándose lo más posible de mí para poder tener un poco
de privacidad antes de contestar la llamada.

"Sí", sisea, la rabia descarada es más que obvia.

Genial, voy a ser el que pague por esta intrusión con nuevos moretones en mi cuerpo.

Lentamente me acerco a él, con la intención de escuchar su conversación.

"Ahora no es un buen momento… Sí, entiendo que mi hijo se ha estado portando


mal".

Mis cejas se levantan con sorpresa. ¿Él tiene un hijo? Ha estado viniendo a verme
toda mi vida y no sé absolutamente nada de él. Ni siquiera sé su puto nombre.

37
Siempre ha insistido en que lo llame “Señor”, y nunca ha divulgado nada sobre quién
es. Estúpidamente asumí que no tenía familia. ¿Pero un hijo? Eso podría ser útil
saberlo. Una posible debilidad que podría usar contra él.

He sido entrenada para identificar los puntos débiles de las personas y para
pincharlos hasta que se conviertan en agujeros. El problema es que él nunca me ha
dado nada con lo que trabajar... hasta ahora.

"Bien", gruñe, después de que quien quiera que esté al otro lado de la línea haya
hablado durante varios momentos, con respecto a cualquier problema nuevo que
haya con su hijo. "Hablaré con Cam. No, no creo que sea necesaria una reunión con
el director."

Ahora tengo un nombre. No es mucho, pero es muchísimo más de lo que tenía esta
mañana.

Pasa otro momento en el que echa humo por lo que dice la persona del otro lado.
Repetidamente mira en mi dirección, como si esperara que simplemente desaparezca
o salte sobre él. Desearía poder hacerlo, pero el miedo me congela en el lugar cada
vez que pienso en enfrentarlo.

"Escucha aquí", gruñe, furioso por lo que sea que le digan. Solo por su tono, sé que
me espera una tarde difícil de bofetadas y comentarios degradantes mientras
descarga su enojo conmigo, pero en este momento, no me importa. Tomaré cualquier
cosa que me arroje si eso significa que finalmente puedo aprender algo que podría
usar contra él. "Pareces haber olvidado con quién estás hablando. Mi familia es una
de las familias fundadoras de Pacific Prep. Mi hijo puede hacer lo que le de la gana.
Él responde ante mí, y sólo ante mí. Si tiene algún problema con eso, estoy seguro de
que el Sr. Phister estará feliz de ayudarlo a encontrar un lugar de trabajo
alternativo".

Cuelga el teléfono antes de que quien quiera que esté al otro lado de la línea pueda
responder, girando sus caros mocasines para mirarme. Sus fosas nasales se
ensanchan mientras aprieta los dientes, la ira lo consume. Odio cuando es así. Él es
aterrador. Aspecto completamente demoníaco.

"¿Qué estás haciendo sola parado ahí?" gruñe, sobresaltándome para que entre en
acción.

"L... Lo siento". Me lamo los labios con nerviosismo mientras busco a tientas mis
manos, tratando frenéticamente de que dejen de temblar. "P... ¿Puedo traerte algo?"
Pregunto. "¿Quizás una bebida?"

Normalmente, si no estoy entrenando, estoy en mi habitación; pero en los días de


visita, me traen aquí, a esta habitación con una cama en la esquina, una pequeña sala
de estar y una pequeña cocina. No tengo idea de cómo cocinar, no es que a él parezca
importarle, pero le encanta cuando me ofrezco a prepararle una bebida. No entiendo
por qué, pero en este momento haría prácticamente cualquier cosa para controlar la
ira dentro de él y aliviar la avalancha de abuso que sé que se avecina.

38
Apenas he pronunciado las palabras antes de que se acerque a mí, cerrando
rápidamente la distancia entre nosotros hasta que su pecho se presiona contra el mío.
Su mano se envuelve alrededor de mi cabello y tira de él hacia atrás para que mi
cuello quede doblado en un ángulo incómodo.

"¿Crees que un trago va a resolver mis problemas?" Está tan cerca que me escupe en
la mejilla mientras me grita.

Sus ojos bajan por mi cuerpo, cerniéndose sobre mi pecho agitado. Con la forma en
que ha estirado mi cuello, mi espalda está arqueada, sacando mis senos en un gesto
de invitación.

Él gruñe mientras aprieta los dientes, su agarre en mi cabello se aprieta hasta el


punto del dolor, y muerdo el interior de mi mejilla para contener mi gemido.

"Solo hay una cosa que mejoraría esto, y tu inútil trasero no puede dármelo hasta que
todo esté en su lugar".

Tirando de mi cabello, me lanza al otro lado de la habitación y caigo al suelo, sin


entender de qué está hablando. Honestamente, la intención detrás de sus palabras es
muy clara, y cualquiera que sea la razón por la que se esté conteniendo, me importa
un carajo, siempre y cuando lo mantenga alejado de mí.

Esa conversación lo cambió todo. Cam no tiene idea, pero me salvó la vida ese día.
No sé qué hizo para instigar esa llamada telefónica, pero independientemente de lo
que pase entre nosotros, le estaré eternamente agradecido.

"Oye, ¿a dónde fuiste hace un momento?" pregunta Mason. No me había dado cuenta
de lo de cerca que me estaba mirando. Sus ojos están llenos de preocupación, y
rápidamente me sacudo los pensamientos del pasado. Lawrence sigue siendo una
amenaza siempre presente, pero tengo mucho más por lo que luchar ahora. Ya no
estoy atrapada y, lo que es más importante, ya no estoy sola.

Presiono mis labios contra los suyos en lo que pretendo ser un casto beso, un
agradecimiento por estar aquí. No sé qué tan temporal será lo que tengo con él y West,
pero por el momento, me alegro de tenerlos a los dos en mi esquina.

Responde de inmediato, su mano descansa en la parte de atrás de mi cuello y me


sostiene contra él mientras profundiza el beso, ambos nos perdemos en el sabor del
otro.

Mientras el calor sube en espiral por la parte inferior de mi vientre, me muevo en su


regazo, subiendo mi vestido mientras me muevo para sentarme a horcajadas sobre él.

Ahora bien, esta es una forma mucho mejor de pasar la noche.

Sus manos se deslizan por mis muslos y gime mientras me muevo contra su creciente
erección. Arrastrando mis manos sobre su camisa hasta que llego a la hebilla de su
cinturón, lo desabrocho hábilmente y bajo su cremallera, metiendo la mano en sus
bóxers. Envuelvo mi mano alrededor de su gruesa circunferencia, probando su peso en
mi palma. Necesito sentirlo dentro de mí... ahora. Me siento sobre mis rodillas,

39
flotando sobre él mientras empuja mis bragas hacia un lado, y no pierdo el tiempo
para bajarme sobre él, mi cabeza cae hacia atrás mientras él se desliza fácilmente
dentro, llenándome hasta el borde.

Ambos respiramos con dificultad mientras él se sienta por completo, y lo miro


profundamente a los ojos, la conexión entre nosotros más fuerte que nunca mientras el
aire crepita a nuestro alrededor. Mi coño se aprieta con una necesidad desesperada y
él gruñe de placer mientras me balanceo superficialmente contra él.

El chirrido de la puerta de la casa de la piscina me congela mientras aparto la mirada


de la expresión de felicidad de Mason para encontrar a West de pie en la puerta, con
las pupilas dilatadas al encontrarnos follando.

"No te preocupes por mí", ronronea con voz ronca, moviéndose para apoyarse contra
la pared, obviamente con la intención de mirarnos. Mierda, ¿por qué la idea de eso
hace que mi coño tenga espasmos? Mason gime de nuevo cuando prácticamente
estrangulo su pene, y sus manos se mueven para agarrar mis caderas, manteniéndome
quieta mientras empuja dentro de mí, marcando un ritmo más rápido. Gimo, mis ojos
se cierran cuando golpea ese lugar perfecto en lo más profundo de mí.

Ni siquiera lo escucho acercarse, pero en el siguiente segundo, siento un tirón en mi


cabello cuando mi cabeza se tira hacia atrás y mis ojos se abren de golpe, mirando
hacia los ojos verdes nublados por la lujuria de West.

"No cierres los ojos", gruñe, su voz áspera cubierta con promesas pecaminosas, solo
haciéndome más húmeda.

Suelta su agarre en mi cabello, moviéndose para desabrochar la cremallera en la parte


trasera de mi vestido hasta que pueda empujarlo por mis brazos, exponiendo mis
senos. La tela del vestido hacía imposible usar sostén con él, y mis pezones se erizan
cuando el aire frío los golpea.

Mason se inclina hacia adelante para succionar uno en su boca mientras la mano de
West una vez más se enreda en mi cabello, tirando hasta que mi cabeza está inclinada
hacia atrás y estoy mirándolo. El ángulo me hace empujar mi teta más adentro de la
boca de Mason, mi espalda se arquea, y el pene de Mason se desliza imposiblemente
más profunda cuando mis labios se separan, y un gemido lascivo se me escapa.

Mantengo mis ojos pegados a West mientras Mason acelera el paso, enviándome
rápidamente hacia el borde mientras palmea una teta con una mano, mientras chupa y
muerde la otra.

Mi cara está sonrojada cuando Mason empuja frenéticamente, cada jadeo es un


gemido entrecortado. Estoy tan perdida en mi placer que no escucho la puerta abrirse,
alguien nuevo llegando a la fiesta.

Sin embargo, West obviamente lo escucha, ya que sus ojos se abren para ver quién
entró. Mason no deja de golpear incesantemente y trato de girar la cabeza para mirar
al recién llegado, pero el agarre de West se aprieta, sosteniéndome en el lugar por un
segundo antes de usar su agarre firme para girar mi cabeza, para que pueda ver a Cam.
de pie con la boca abierta en la puerta, luciendo inseguro y excitado.

40
Mis ojos se posan en su entrepierna, notando el bulto notable, y me mierda. A pesar
de que acordamos ser solo amigos, la forma en que me mira y los pensamientos sucios
que tengo acerca de que él se una, son cualquier cosa menos amistosos.

Mi coño tiene espasmos cuando lo imagino cerrando la distancia y golpeando sus


labios contra los míos, oh, cómo he extrañado el sabor de él, y Mason gime.

"Mierda, bebé, voy a explotar si sigues haciendo eso".

Cam nos mira paralizado a los tres, congelado en la entrada.

"Bueno, ¿estás dentro o fuera?" West ladra con impaciencia.

Los ojos de Cam se abren con sorpresa, sin haber esperado la invitación, su mirada
rebota entre los tres, no es que Mason le esté prestando atención mientras lame mi
cuello, haciendo rodar mi pezón entre sus dedos mientras me empujo contra él. Entre
su pene mágico, su boca caliente y dedos talentosos; además, la naturaleza
controladora de West; y sintiendo los ojos de Cam sobre mí, estoy a punto de entrar
en combustión.

"Yo…"

Aunque sé cuál será su respuesta, todavía estoy atormentada por la decepción cuando
niega con la cabeza.

No tiene la oportunidad de rechazarme con palabras, mientras Hawk irrumpe en la


casa de la piscina a continuación, genial, ahora es una jodida fiesta, sus ojos se abren
como platos ante lo que ve.

"¿Qué carajo?" ruge, llevándose la mano a los ojos y dándose la vuelta rápidamente.
"Que alguien me diga que no vi lo que creo que vi", gruñe con furia.

Intento bajarme del regazo de Mason, pero West sigue agarrándome del pelo con
fuerza y, cuando intento moverme, las manos de Mason me agarran por las caderas y
me fijan en el lugar para poder seguir chocando contra mí, sin inmutarse por la
presencia de Hawk.

"Sal si no quieres verlo". Sus palabras salen en un chasquido de enojo, pero sin aliento
mientras mantiene su ritmo implacable, sin dedicarle a Hawk una segunda mirada,
muestra dónde está todo su enfoque en este momento.

Mason hace círculos con sus caderas, el movimiento lo hace frotar contra mi clítoris, y
mis ojos se cierran mientras me muerdo el labio para contener un gemido, bastante
segura de que Hawk no apreciará eso.

La voz de Hawk no es más que un ruido de fondo mientras despotrica antes de salir
furioso, y cuando abro un párpado, tanto él como Cam se han ido.

West dirige mi cabeza para que lo mire parado detrás de mí.

41
"Olvídate de él", dice en voz baja, refiriéndose a Cam, antes de sellar sus labios con
los míos en un beso que lo consume todo.

Los dedos de Mason se mueven para frotar mi clítoris y ese ligero toque es la gota que
colmó el vaso cuando me deshago en su pene, gritando mi liberación mientras miro la
lujuriosa mirada de West. Siento a Mason hincharse dentro de mí después de otro par
de embestidas, su semilla golpeando mis paredes internas.

"Tan hermosa", murmura West, sus labios rozando los míos.

Sabiendo que no pasará mucho tiempo antes de que alguien que no sea uno de los
muchachos venga a buscarnos, rápidamente nos limpiamos y arreglamos, y de mala
gana regresamos a la fiesta.

West y Mason desaparecen entre la multitud, dejándome sola mientras doy vueltas por
la habitación, sonriendo cortésmente a la gente antes de salir corriendo entre la
multitud en un vano intento de evitar ser arrastrada a conversaciones no deseadas.

No puedo encontrar a mi madre, lo cual me queda perfectamente bien, pero veo a


Lawrence en el otro extremo de la habitación, sus ojos siguen cada uno de mis
movimientos como rayos láser, haciendo que me pique la piel con la intensidad de su
mirada.

Temblando, me muevo lo más lejos posible de él, asegurándome de que haya


suficientes personas entre nosotros para que no pueda verme mientras me dirijo a la
barra, ordenando una coca cola con hielo. Me siento y observo la fiesta que se
desarrolla a mí alrededor, eligiendo a cada uno de los chicos, todos los cuales están
atrapados en varias conversaciones, luciendo tan aburridos como yo me siento.
Mientras tomo un sorbo de mi bebida, puedo sentir los ojos de todos sobre mí,
escuchar los susurros detrás de sus manos mientras especulan sobre dónde he estado
todos estos años.

Solo estoy a la mitad de mi bebida cuando ya no puedo soportarlo más. Quedarme en


un lugar es lo peor que puedo hacer. Es mejor si estoy circulando constantemente
entre la multitud. Al menos de esa manera, no sentiré tanto los ojos sobre mí.

Poniéndome de pie, me abro paso a través de la manada boquiabierta, ya que necesito


otro descanso de toda esta mierda. Justo cuando creo que las cosas no pueden
empeorar, Bianca se me acerca con una fea mueca en la cara. "No creas que solo
porque tu apellido es Davenport ya no eres basura", se burla. "Alguien como tú no es
digna de ese nombre".

"¿Y tú sí?" me río con frialdad.

Ella frunce el ceño. "No te lo mereces", se queja, como la perra con derecho que es.
"He estado haciendo todo lo que los Príncipes quieren durante años, ¿y tú
simplemente entras aquí y te dan todo por lo que he trabajado? ¡No es justo!"

Me sorprende que no patalee como una niña de dos años que tiene una maldita rabieta.

42
"La vida no es justa" le espeto, irritándome. ¿Ella piensa que solo porque se inclinó y
se tragó sus penes cuando le exigieron que merece que le den uno de sus apellidos?

Inclino mi cabeza ligeramente, pensando. "Eres una perra egocéntrica, y creo que ya
es hora de que alguien te recuerde tu lugar". Una sonrisa maligna juega en la comisura
de mis labios cuando me acerco a ella, mis tacones significan, por una vez, que
estamos cara a cara. "He querido quitarte esa maldita mirada pretenciosa de la cara
desde el primer día que nos conocimos" le digo en voz lo suficientemente baja para
que nadie cerca pueda escucharnos. Sus ojos se abren. ¿Está seriamente sorprendida
por mi admisión? "Y ahora tengo la inmunidad para hacerlo". Ella traga, y estoy
segura de que su rostro ha palidecido, no es que puedas verlo debajo de sus capas de
maquillaje. "Puedo ser basura, pero soy una basura que puede hacer lo que ella
quiera", le digo con dulzura, con una amplia sonrisa en mi rostro que estoy segura
parece maníaca.

Oh sí. Creo que podría haber encontrado un lado positivo en toda esta mierda del
nombre de Davenport.

***

Es más tarde esa noche, y estoy contemplando el atractivo del alcohol (Dios sabe que
necesitas algo para ahogar las conversaciones aburridas como la mierda) cuando
reconozco al padre de West cuando viene cojeando hacia mí, su barriga regordeta
tirando de los botones de su camisa. Tiene las mejillas enrojecidas por el exceso de
alcohol y el sudor se le pega a las sienes.

"Elizabeth, es un placer conocerte. Soy Wilbert, el padre de Westley". Sus palabras


me hacen pensar que no recuerda haberme conocido antes. Por supuesto, solo fui la
puta de su hijo esa noche, así que ¿por qué lo haría él?

"Eres una joven bastante hermosa, ¿no?" No extraño la forma en que sus ojos se
calientan mientras su mirada se detiene en mis tetas. ¿Qué pasa con todos estos idiotas
ricos siendo pervertidos de mala calidad?

Sin ninguna vergüenza, se lame los labios, acomodándose sutilmente en sus


pantalones. Jodidamente asqueroso. Me cuesta todo no arrugar la nariz con disgusto,
no es que su mirada se aventure más al norte que mi pecho, mientras continúa con su
conversación.

"El día que desapareciste fue realmente un día muy triste", continúa, asintiendo con la
cabeza en acuerdo consigo mismo. "Estábamos todos muy preocupados".

Sí, seguro.

"¿Qué pasó?" pregunto, decidiendo que también puedo tratar de sacarle algo de
información. Espero que el alcohol que puedo oler en su aliento afloje sus labios lo
suficiente como para dejar escapar algo que pueda ser útil.

43
"Oh, no podría decir". Se le forman arrugas en la frente cuando junta las cejas y
frunce el ceño. "Fue hace mucho tiempo."

"Por supuesto," estoy de acuerdo fácilmente. "Pero debe haber sido una sorpresa que
alguien pudiera ingresar a su propiedad bien protegida aquí y robar a uno de sus
propios hijos".

Sus ojos se abren. "Oh, sí, todos estábamos muy sorprendidos". Se ve como un
cabezón mientras asiente vigorosamente. "Nos tomó a todos por sorpresa". Saca un
pañuelo de su bolsillo, secándose el sudor a lo largo de la línea del cabello.

"¿Y nunca supiste quién lo hizo?"

"Oh, bueno, ya sabes cómo es. El rastro se enfrió y todo eso".

Sí, estoy segura de que el rastro se enfrió cuando no pusiste ningún recurso para
seguirlo.

"Realmente eres bastante impresionante", repite, su mirada una vez más cayendo de
nuevo a mis tetas. No es como si estuvieran empujadas hacia arriba o cayéndose de mi
vestido. No hay ni una pulgada de piel a la vista, pero no puede dejar de mirarlas
boquiabierto como si nunca antes hubiera visto tetas en su vida.

Noto a Beck entre la multitud y en silencio le suplico con mis ojos que venga a
salvarme de su padre. Como es un puto regalo del cielo, cambia de dirección y viene
hacia mí.

"Ah, este es mi otro hijo", explica el padre de West, al verlo. "Él es en realidad un
consejero en tu escuela".

"Encantado de conocerla." Actuando como si fuéramos completos extraños, el tono de


Beck no es más que cortés mientras me tiende la mano para que se la estreche.

"Concuerdo." Le sonrío inocentemente mientras deslizo mi palma en la suya, y su


mano aprieta la mía, sosteniéndola por un segundo más de lo socialmente apropiado
antes de soltarla.

El Sr. Warren mueve su mirada entre nosotros. "¿Tal vez ustedes dos se conocen?"

"No lo creo", respondo, dándole a Beck una mirada como si estuviera tratando de
averiguar si lo reconozco de alrededor del campus, cuando en realidad, me estoy
imaginando despojándolo de ese traje.

"Creo que recordaría a alguien como tú". Los matices seductores en la voz profunda
de Beck me ponen la piel de gallina. El calor brilla en sus ojos, y pasa su mano
lentamente por la longitud de su corbata, atrayendo mi atención hacia ella. Mis bragas
se humedecen cuando recuerdo cómo, la última vez que las usó, las metió en mi boca,
silenciando mis gritos mientras golpeaba mi coño mojado.

Sus pupilas parecen dilatarse, una sonrisa sucia revoloteando a lo largo de sus labios
mientras pensamientos sucios similares bailan en su cabeza.

44
Su padre se ríe, palmeando a su hijo en el hombro, sin darse cuenta del ceño oscuro
que Beck lanza en su dirección.

"Ella es una pieza bonita, ¿no es así?" le expresa a Beck, como si yo fuera una especie
de maldita posesión y no un ser humano parado aquí mismo escuchándolo.
Completamente inconsciente del tictac de mi mandíbula o el apretón de los puños de
Beck, el idiota arrogante continúa hablando. "Beck aquí recientemente entró en el
redil él mismo. Ni siquiera sabía que tenía otro hijo hasta el año pasado". El idiota se
ríe, mintiendo entre dientes. "Pero ha sido una gran adición a nuestra familia y ha sido
fundamental para aumentar la eficiencia de nuestro negocio".

Mis cejas se elevan en una pregunta silenciosa mientras miro a Beck con mi mirada
inquisitiva. ¿Qué diablos quiere decir tu padre con eso?

"¿Es eso así?" No puedo apartar mis ojos de Beck mientras sus labios se pellizcan, y
su padre parlotea, ajeno a la conversación silenciosa que tenemos entre nosotros.

"Oh sí. Ha sido muy útil, pero mis disculpas. Es de mala educación hablar de negocios
en una fiesta". Él ríe.

Le doy una sonrisa tensa.

"Si me disculpas, debería estar buscando a mis padres", le digo cortésmente, mírame
actuando como un maldito Davenport, sin esperar una respuesta antes de salir
corriendo del pasillo mientras las preguntas se arremolinan en mi cabeza. .

¡Mierda, sabía que Beck guardaba secretos!

Sabiendo lo que hago con la compañía de nuestros padres, lo que sea que tengan a
Beck haciendo es malo. En serio. Malditamente. Malo. El hecho de que su padre lo
haya señalado, en lugar de decir que él y West han estado ayudando, solo confirma
mis sospechas de que Beck ha estado más involucrado que los otros chicos.

Irrumpiendo afuera, puedo escuchar los pesados pasos de Beck golpeando contra el
suelo mientras me persigue. Cuando me alcanza, su gran palma se envuelve alrededor
de mi antebrazo, y usa su fuerte agarre en mi brazo para arrastrarme hacia su auto
estacionado, su mano libre abre la puerta del pasajero con más fuerza de la necesaria.

"Entra", gruñe entre dientes, empujándome hacia adelante y sin darme otra opción.
¿No sabe que quiero jodidas respuestas de él? No necesita arrastrarme. Maldito
estúpido hombre lleno de testosterona.

Mi trasero apenas ha tocado el asiento de nailon antes de que él cierre la puerta de


golpe, se dirija al lado del conductor y se suba. Su auto no se parece en nada al de
Hawk. Es viejo y está oxidado, el tablero está rayado y los asientos gastados, con
algún que otro desgarro aquí y allá. El motor chisporrotea por un segundo antes de
arrancar, y Beck arranca, los dos sentados en silencio por un rato mientras
conducimos a Dios sabe dónde. Todo lo que sé es que no es de regreso a la escuela.

"¿Qué te tienen haciendo?" exijo cuando ya no puedo guardar mis preguntas para mí,
mirándolo por el rabillo del ojo.

45
La mano que tiene en el volante se aprieta, mientras con la otra pasa irritado por los
ásperos pelos de su corta barba. Su mandíbula está apretada y el idiota testarudo niega
con la cabeza, negándose a responderme.

"Bien", espeto, lanzando mis manos al aire con exasperación. "¿Qué tal si, supongo, y
me avisas cuando lo tengas?"

Solo hay una razón por la que puedo pensar en por qué su padre lo buscó y lo arrastró
a toda esta mierda, y el pensamiento hace que me hierva la sangre, mi visión se vuelve
roja y borrosa por la necesidad de exigirle a Beck que cambie este auto para poder
regresar y rebanar a su padre desde el esternón hasta la ingle me cabalga duro.

Suspiro, una vez más sabiendo que voy a tener que renunciar a más de mí misma al
hablar de esto. Hablar de Lawrence era una cosa. Lo que hizo... eso fue algo que me
hicieron a mí. Además de hacerme ver como una víctima, algo que realmente odio
pensar en mí misma, era poco probable que afectara negativamente la forma en que
Beck, o cualquier otra persona, me miraría. Pero esto... esto es lo que soy. Una vez
que Beck sepa esto, todo cambiará. Él nunca me mirará de la misma manera, ¿y quién
podría culparlo?

No puedo mirarlo, mantengo mi mirada fija firmemente en la negrura de la ventana.


De alguna manera parece apropiado que estemos envueltos en la oscuridad mientras,
por primera vez, desvelo mis secretos. Similar a abrirme la piel y mostrarle cuán negra
corre mi sangre, está a punto de vislumbrar cuán desmoralizada estoy realmente.

"Te tienen psicoanalizando a los niños, ¿verdad? Ayudando a elegir reclutas y


convertirlos en soldados sin sentido". Mi voz es hueca, mi corazón se rompe cuando
acepto cuán profundo ha sido arrastrado Beck en todo esto. Hay una opresión en mi
pecho cuando pienso en el nuevo infierno por el que tienen que pasar los nuevos niños
que estos enfermos encuentran. ¿No es suficientemente malo lo que están haciendo?
¿Necesitan encontrar formas nuevas e inventivas para despojarles del alma a estos
niños inocentes también?

Otro momento de silencio, este lleno de tensión, el peso de nuestro tema de


conversación sofocante.

Beck se detiene en el arcén, reduce la velocidad del auto hasta detenerse, y los dos
miramos en silencio por el parabrisas, sin ver nada en la oscuridad. Estamos en medio
de la nada, rodeados de bosques y campos.

Eventualmente, se da vuelta para mirarme, tomándose un segundo para dejar que sus
ojos deambulen por lo que puede ver de mi rostro antes de preguntar: "¿Cómo sabes
sobre eso?" Su tono desinflado y dolorido me hace sospechar que ya tiene una idea de
la respuesta y, cuando me giro para mirarlo a los ojos, puedo ver la súplica en sus
ojos, rogándome que lo refute.

Dejando caer la última de mis barreras para que pueda ver en cada grieta oscura que
mantengo cuidadosamente oculta, lo miro fijamente, mostrándole cada pedacito de mi
sufrimiento. Le muestro cada tira de humanidad que me quitaron cada vez que
rasgaron mi piel y trataron de quebrarme. Le dejé ver cuánto me afectaba cada muerte,
incluso si estaba matando a personas tan corruptas y tortuosas como nuestros padres.

46
Le dejé ver cuánto me mataba retroceder y mirar mientras castigaban y torturaban a
otros niños, algunos de los cuales no tenían más de cinco o seis años.

Cuando ha visto todo lo que puede soportar ver, aparta su mirada de la mía, mirando
sin ver por el parabrisas mientras sacude la cabeza en negación, con las fosas nasales
dilatadas.

"No lo hagas", suplica.

Pero he llegado hasta aquí.

Tengo que decirlo.

"Porque yo era una de esos niños". Es apenas más que un susurro, pero en el auto
silencioso, las palabras son como un disparo, lo confirma sus peores temores.

47
Capítulo 5:
Beck
Porque yo era una de esos niños.

Esas palabras resuenan en mi cerebro, dándome un dolor de cabeza que golpea un


tambor constante contra mi cráneo.

Tengo muchas preguntas.

¿Cómo terminó allí? ¿Por qué? ¿Cómo no me di cuenta?

Tan pronto como pronunció las palabras, todo de repente tuvo mucho sentido. Las
cicatrices, su comportamiento cerrado, sus locas habilidades de lucha y cómo mató tan
fácilmente a ese mercenario. Después del ataque relámpago en Navidad, sé lo bien
entrenados que están. Son máquinas de mierda. Los cinco estábamos luchando para
luchar contra dos de ellos, así que no me gustan mucho mis probabilidades en una
batalla uno a uno.

Sin embargo, pensé que tuvo mucha suerte al sacar lo mejor de uno de ellos. Resoplé
solo de pensarlo. No hubo nada de suerte al respecto.

La verdad de sus palabras flota pesadamente en el aire entre nosotros, estrangulando


cualquier tipo de conversación. Ni siquiera sé qué carajo decir a eso. Estoy entrenado
profesionalmente para tratar con personas que han pasado por cosas jodidas, pero este
es el siguiente nivel. No es como si hubiera una clase que me enseñó la forma
apropiada de responder cuando la chica de la que me estoy enamorando me dice que
es una mercenaria entrenada.

Afortunadamente, me salvé de tener que pensar en una respuesta cuando Hadley


continúa. Centrándose en ella, sus ojos están nublados y su rostro retraído mientras
sus recuerdos la mantienen como rehén.

“Lawrence no quería que aprendiera a pelear como los otros niños, pero los
muchachos a cargo de nosotros no compartían sus opiniones. Cuando él no estaba
cerca, me arrojaban al ring y me trataban con el mismo entrenamiento agotador que a
todos los demás. Nos hacían trabajar hasta que nuestras piernas no podían sostenernos
y empezábamos a vomitar. Cualquiera que no pudiera hacerlo se convertía en un
ejemplo".

Su expresión se oscurece y hay tanto dolor en sus ojos, no sé cómo no se ahoga en


ello.

"Nunca les faltaron formas crueles e ingeniosas de torturarnos. Palizas, privación de


comida y sueño, aprovechándose de nuestros miedos".

Ella se estremece, retirándose más en sí misma. Quiero cruzar la corta distancia que
nos separa y arrastrarla a mi regazo, pero siento que no respondería bien a eso. Está

48
claro que se vio seriamente privada de un toque gentil mientras crecía, y donde sea
que esté en sus recuerdos en este momento, me temo que cualquier contacto físico
solo la provocaría más.

"Temores normales que cualquier niño tendría. Me encerrarían en la oscuridad, sola,


por lo que parecieron días. Lo odiaba." Su voz se quiebra y las lágrimas comienzan a
salir de sus ojos. "Era su elección de castigo, especialmente cuando nos acercábamos
a otra visita de Lawrence. No le gustaba cuando me tocaban, aunque siempre estuvo
de acuerdo con sus medidas para mantenerme a raya en su ausencia, siempre que no
se notaran las cicatrices". Ella gruñe la última oración, la ira quema la desesperación
en sus ojos mientras sus manos forman puños apretados.

"Después de la muerte de Meena, dejé de pelear. Nunca saldría de allí, entonces, ¿cuál
era el punto? Me convertí en lo que todos querían. Un soldado. Un luchador. Una
muñeca." Se le escapa una risa cáustica y desquiciada, y ella niega con la cabeza. "Lo
gracioso es que me convertí en un activo para ellos. Uno de los mejores luchadores
que tuvieron. En lugar de poner toda mi energía en luchar contra ellos, me convertí en
uno de ellos. Pero no pude apagar mi humanidad de la misma manera que lo hicieron
los demás".

"Cada muerte se me quedó grabada, incluso si era merecida. Fuimos contratados por
malas personas para torturar y matar a otras malas personas". Suspirando, vuelve a
negar con la cabeza. "Yo no quería. Cada vez que lo hacía, podía sentir una parte de
mí repugnante, gritándome que me detuviera. Pero yo estaba demasiado lejos.
Demasiado perdida dentro de mí misma para hacer otra cosa que seguir ciegamente
sus órdenes".

Se queda en silencio y cuando parece que no va a decirme nada más, pregunto en voz
baja: "¿Qué pasó?"

Levantando la mirada, me mira con ojos llorosos. "Cam lo hizo. Lawrence había
estado hablando cada vez más acerca de que me fuera a vivir con él. Me había cerrado
hace años. Yo era un mero caparazón de mí misma, pero sabía que lo que él había
planeado para mi futuro destruiría el último atisbo de quién soy. Yo... yo habría hecho
cualquier cosa para evitar eso".

No me gusta la forma en que habla, y solo me enfurece más con Lawrence por el
dolor que ha infligido. Como si robarla de su casa —porque no hay forma de que él no
estuviera involucrado— y esconderla en su propia compañía, lejos del resto de la
sociedad, garantizar que estaba aislada y sola no fuera suficiente, tenía que destruir
cualquier esperanza que ella podría tener en un futuro asegurándose de permanecer
encadenada a él para siempre.

Puedo sentir mi sangre hirviendo mientras corre por mis venas, exigiendo venganza.
Cada uno de esos idiotas enfermos pagará por lo que Hadley ha tenido que soportar.
Yo misma les arrancaré sus jodidas cabezas.

Mientras la adrenalina bombea a través de mi cuerpo, la ira crece como un tsunami


dentro de mí, abro la puerta del auto, apenas me desabrocho el cinturón de seguridad
antes de salir disparado del vehículo. El aire fresco de la noche no hace nada para
calmar el furioso fuego mientras me alejo del auto, deseando que la oscuridad me

49
absorba y borre mi cerebro de los últimos quince minutos. Ya era bastante malo saber
por lo que Lawrence la había hecho pasar, pero esto… Ni siquiera sé cómo lidiar con
esto.

Débilmente registro la puerta del auto abriéndose en algún lugar detrás de mí y antes
de haber pensado en la acción, estoy caminando de vuelta hacia el auto. Hadley está
sentada en el capó, luciendo como una especie de ángel de la oscuridad con su vestido
largo y oscuro, destacando en tal contraste contra su piel de alabastro mientras me ve
acercarme, su rostro ilegible.

Abro la boca para decir algo, lo que iba a decir, no tengo la menor idea, pero Hadley
se me adelanta.

Ella me mira con vulnerabilidad brillando en sus ojos. No obstante, sobresale la


barbilla, enderezando su armadura y preparándose para la batalla. Aunque no tengo
idea de qué guerra cree que tiene conmigo.

"Si esto cambia las cosas entre nosotros, lo entiendo".

Sus palabras me hacen detenerme mientras la miro confundido. Cuando no digo nada,
ella traga, lo único que muestra que está nerviosa, y continúa hablando.

"Lo entendería si, ya sabes, no quisieras que estemos juntos ahora. Saber lo que sabes.
Es, eh, mucho para asimilar, y, bueno, no sabías para qué te estabas registrando
cuando acordamos probar esto de las citas. Entonces, sí, yo, eh, entendería...
supongo".

Ella está divagando, y sería lindo, risible, en realidad, si no fuera por la pesadez de su
honestidad sentada como un globo de plomo en el aire entre nosotros. Incapaz de
pasar otro segundo sin sentirla en mis brazos, extiendo mi mano, envuelvo mi mano
alrededor de su muñeca y tiro de ella hacia mí.

Hundo mi otra mano en sus suaves y deliciosos rizos, aplastando mis labios contra los
suyos y tragando su grito de sorpresa mientras me ahogo en su sabor.

¿Cree que esto podría cambiar las cosas entre nosotros? Ella está tan malditamente
equivocada. Solo me hace quererla más. No solo su fuerza es impresionante, sino que
quiero ser yo quien le muestre lo que es el amor. Quiero ser quien la abrace cuando
tenga una pesadilla, que le haga sonreír en los días de lluvia, que disfrute de la luz que
es Hadley Parker cuando se ríe. Pero lo más importante, quiero estar a su lado cuando
obtenga la justicia que se merece. Irrumpiré en la batalla con ella, desangraré a todos
los hijos de puta y, cuando terminemos, quemaremos ese maldito compuesto hasta los
cimientos.

Sus pequeñas manos agarran mi camisa, acercándome imposiblemente mientras


nuestras lenguas chocan como armas, nuestro beso feroz y hambriento. Nunca podría
tener suficiente de ella

Apartándome lo suficiente para romper el beso, pero para poder sentir sus jadeos sin
aliento contra mis labios, miro fijamente sus turbulentos ojos gris azulados. Son
caóticos, agitados por tanta emoción, y sus pupilas están dilatadas mientras me mira

50
fijamente. Por primera vez, estoy viendo todo de ella, cada pequeña parte. No tiene
nada más que ocultar. Para mí, se ha quitado todas las capas que normalmente
mantiene cuidadosamente envueltas, revelando todas las partes sombrías de sí misma
que nunca deja ver a nadie.

La miro profundamente a los ojos, sintiendo como si estuviera viendo dentro de su


alma. "Te amo. No hay nada que puedas decir o hacer para hacerme cambiar de
opinión".

Sus ojos se abren con sorpresa, sus rasgos se suavizan a pesar de que parece insegura,
como si no creyera lo que estoy diciendo. Tengo la impresión de que nunca antes
había escuchado esas tres palabras, y ¿por qué lo haría? No tenía a nadie que le dijera,
que le mostrara lo que es el amor.

Después de un momento de vacilación, aprieta su agarre en mi camisa, tirando de mí


hacia ella, sus labios se cierran sobre los míos. Su beso es abrasador y mi cuerpo
cobra vida, reconociendo su toque. Es acalorado y desesperado, pero también es una
promesa. Mientras mi lengua se desliza sobre la de ella, puedo saborear todo lo que
siente, pero no sé cómo expresarlo con palabras.

"No estoy segura de saber lo que es el amor", susurra suavemente, haciendo que mi
corazón duela por ella. "Nunca lo había experimentado antes. No sé cómo se siente…
pero si alguna vez hubiera alguien de quien pensara que podría enamorarme, sería de
ti".

Tomando sus mejillas en mis manos, la beso con dureza, tomando todo lo que puedo
de este momento y quemándolo en mi memoria. Nuestro tiempo se está agotando.
Tendremos que regresar al campus pronto, y en el momento en que se lo diga, volverá
a erigir sus paredes. Quiero recordar cada segundo de este momento, cuando la tenía
toda.

Eventualmente termino el beso, apoyo mi frente contra la de ella, recordando lo


ferozmente hermosa que se ve en este momento, antes de murmurar: "Probablemente
deberíamos volver al campus".

De acuerdo, los dos regresamos al auto. Cuando abro la puerta, puedo escuchar mi
teléfono vibrando en su soporte en la consola central, y se apaga nuevamente cuando
enciendo el motor. Suspirando, ya sospecho quién está haciendo estallar mi teléfono
cuando lo levanto. Sí, como era de esperar, es Hawk, preguntándose dónde estamos.
Disparo una respuesta rápida, haciéndole saber que llevaré a Hadley de regreso al
campus. Tan pronto como se envía, aparece una notificación que dice que se ha leído
y aparecen puntos en la parte inferior de la pantalla. Genial. Ya tiene más que decir.

Hawk: Déjala en su puerta y encuéntranos en nuestro apartamento.

Un idiota tan exigente. Puedo entender por qué irrita los nervios de Hadley. Ella lo
negaría si le preguntaran, pero por mucho que su actitud mandón la moleste, creo que
en secreto le gusta el hecho de que él se preocupa lo suficiente como para mandarla.

"¿Todo bien?"

51
"Sí, bien. Los chicos solo se están registrando, preguntándose dónde desapareciste".

Ignorando la demanda de Hawk, devuelvo mi teléfono a su soporte mientras Hadley


pone los ojos en blanco. Arranco el motor, me río y los dos regresamos al campus.

Estamos a la mitad del camino cuando ella habla: "Nunca respondiste mi pregunta".
Su tono indiferente me dice que volvió a esconder cuidadosamente su corazón y
volvió a erigir sus paredes, tal como sabía que lo haría.

Dejo escapar una larga exhalación. Tenía la esperanza de evitar hablar de eso, pero
debería haber sabido que ella no lo dejaría pasar.

"Me tienen revisando perfiles y diciéndoles qué niños creo que podrían moldearse en
lo que quieren y cuáles no lo harán".

Miro brevemente a Hadley por el rabillo del ojo y veo que su mandíbula está apretada
con fuerza. Su pierna rebota de irritación.

"¿Cómo sabes eso?" pregunta, con un tono curioso en su voz.

"Realmente no lo sé Para algunos de los niños mayores, puedo ver su historia. Si han
sido detenidos por la policía por pelear o agredir o algo por el estilo, pero en su mayor
parte, solo se trata de ver qué tan mala ha sido su educación y tratar de averiguar si
eso es suficiente para ayudarlos a sobrevivir lo que son nuestros padres, y lo que les
van a hacer."

La forma en que lo digo, sin emoción en mi voz, hace que suene tan clínico. En los
últimos meses, he logrado alejarme de la realidad de lo que estoy haciendo. He
aprendido a dejar de lado lo incorrecto de lo que me piden cuando mi padre me
entrega esos perfiles todas las semanas y me dice que elija los mejores. Las primeras
veces, la culpa casi me devora viva. Apenas comí ni dormí durante semanas. Tuve que
aprender a vivir con las jodidas decisiones que me obligaban a tomar. No era solo mi
vida la que dependía de ello, sino también la de West. Puede que no confíe en mí,
diablos, ni siquiera me conoce, pero de donde vengo, la familia importa. Ya sea la
familia en la que naces o la que creas para ti, significa algo. Mucho más de lo que sea
que “familia” signifique para los idiotas ricos aquí; no les importa una mierda nadie
más que ellos mismos.

"Quieren que vaya al recinto y comience a evaluarlos cara a cara", digo con tristeza,
notando cómo Hadley se tensa a mi lado. "Tengo que ir. Le harán daño a West si no lo
hago".

Le doy una mirada rápida y ella asiente bruscamente con la cabeza, entendiendo por
qué tengo que irme, pero no me pierdo su expresión tensa cuando vuelvo mi mirada al
camino oscuro frente a nosotros. Para ser justos, no sabemos con certeza si dañarían a
West. Tal vez todo sea un engaño, y realmente no lastimarían a uno de sus propios
hijos. Pero, ¿vale la pena correr el riesgo de probarlos para ver qué hacen? Diablos no.

Conduciendo hacia el campus, estaciono mi auto en el estacionamiento del personal y


acompaño a Hadley a su dormitorio. Hay muy pocas personas alrededor. La mayoría
de ellos probablemente todavía estén en esa fiesta sin sentido, y cualquiera que se

52
quede en el campus tiene mejores cosas que hacer que merodear fuera de los
dormitorios un sábado por la noche.

"Cierra la puerta con llave cuando entres".

Ella me da una sonrisa apaciguadora que está llena de actitud. Sí, sí, sé que puede
cuidarse sola. Sin embargo, no significa que no me vaya a preocupar. Poniendo los
ojos en blanco, empujo suavemente su hombro, empujándola hacia el edificio.

"Entra ahí, peste".

Ella se ríe, saludándome por encima del hombro antes de desaparecer detrás de la
puerta.

Cuando se pierde de vista, me dirijo hacia los dormitorios de los chicos, subo las
escaleras hasta el cuarto piso y llamo a la puerta.

Con un ceño fruncido perpetuo en su rostro, Hawk responde. "Deberías haberle dicho
a uno de nosotros que te ibas", gruñe antes de que haya llegado a su apartamento. En
serio, ¿qué está tan permanentemente alojado en su trasero que ni siquiera puede
saludarme antes de destrozarme?

"No fue exactamente planeado", digo arrastrando las palabras con desdén mientras
paso junto a él hacia la sala de estar y la cocina de planta abierta y veo a los otros tres
mosqueteros tirados en los sofás.

"¿Qué pasó?" Hawk exige, ganando la atención de los demás mientras sus ojos me
fijan en mi lugar.

"Nada. Nuestro padre la estaba matando de aburrimiento" respondo con calma,


mirando a West. Sus rasgos se tensan, pero lo ignoro, volviéndome a mirar a Hawk.
"¿En qué diablos estaban pensando tus padres al meterla en esa fiesta esta noche?"

"Creo que la mejor pregunta es ¿qué estás haciendo por nuestros padres?". West salta
detrás de mí, haciéndome girar para enfrentarlo.

"¿De qué estás hablando?"

"Tuvimos una reunión con nuestros padres hoy, y muy amablemente nos informaron
que ya estabas trabajando para ellos. Entonces, ¿qué diablos has estado haciendo que
no pensaste en contarnos?"

Aprieto los dientes. "No puedo decírtelo".

West se burla. "Por supuesto que no. Eso es tan sospechoso como la mierda. ¿Cómo
sabemos que estás de nuestro lado? Podrías ser un topo, informando todo lo que
decimos y hacemos".

"¿En serio?" Después de toda la mierda que he tenido que hacer en los últimos meses,
mierda que poco a poco me ha carcomido el alma, todo para mantener con vida su
desagradecido trasero, ¿y me acusa de esto?

53
Antes de darme cuenta, he cerrado la distancia entre nosotros. Envolviendo mi mano
alrededor de la parte delantera de su camisa, me devuelve la mirada desafiante
mientras le siseo: "Todo lo que he hecho ha sido para protegerte. No tienes ni puta
idea de lo que he tenido que hacer para mantenerte a salvo. Para mantenerte con vida".

La vacilación y la confusión parpadean en su rostro, pero desaparecen en un instante.

"Nunca te pedí que hicieras eso", muerde, enfureciéndome aún más.

"¿Por qué harías eso?" Mason pregunta, interrumpiendo la mirada fija entre mi
hermano y yo.

"Porque de dónde vengo, la familia significa algo". Doy un paso atrás de West, pero
mantengo mi mirada en la suya. "Puedes estar enojado conmigo todo lo que quieras,
pero somos familia, y eso significa algo para mí".

"¿Qué es lo que sabes acerca de la familia?" West se burla, pero hay un tono curioso
en su voz, que es la única razón por la que no lo golpeo.

"Perdí lo más cercano que he tenido a una hermana, y no mucho después, a mis
hermanos. He estado de luto por su pérdida todos los días durante años, así que no me
digas que no sé nada sobre la familia". Las palabras no son más que un gruñido
furioso, y prácticamente estoy gritando cuando termino.

No debería ser tan jodidamente difícil. Después de sentirme solo durante tanto tiempo,
solo quería tener la oportunidad de conocer a West, tal vez encontrar un lugar al que
pertenezco. Ya que tenemos la misma sangre corriendo por nuestras venas, me
preguntaba si se sentía tan perdido y confundido en este mundo como yo, pero es
obvio que no es así. A diferencia de mí, se las arregló para aferrarse a la familia que
construyó a su alrededor, y ha dejado dolorosamente claro que no busca aumentarla,
no en la forma de un hermano de todos modos.

Sin embargo, la idea de cortar y huir, y dejarlo en esta jodida mierda, nunca cruzó por
mi mente. Tal vez sea porque sé que también dejaría a Hadley, o tal vez sea la
necesidad de proteger a West, sin importar cuán idiota sea para mí. Puede que no me
quiera como hermano, pero en mi corazón, él siempre ha sido mío, así que
independientemente de si me quiere o no aquí, me quedo.

El sonido de la puerta principal abriéndose hace que todos nos giremos para mirar al
intruso, todos en alerta y listos para entrar en acción.

Mis ojos se abren cuando observo los casi seis pies de Hadley de pie en la puerta,
mirando con el ceño fruncido a Hawk y los chicos. Se ha quitado el vestido y se ha
puesto un par de pantalones cortos y una camiseta holgada. Su cabello está recogido
en la parte superior de su cabeza, con mechones sueltos que ya caen de él. No debería
parecer intimidante, pero con la mirada oscura en su rostro y el brillo en sus ojos que
tiene la intención de disuadir a cualquiera que piense en cruzarse con ella, tiene un
aspecto jodidamente aterrador. ¿Por qué encuentro que eso es tan jodidamente
excitante?

54
Su aparición abrupta e inesperada rompe la tensión en el aire y afortunadamente evita
que cualquiera de estos imbéciles me haga más preguntas personales.

"¿Qué…?", murmura Cam, mirándola con el corazón en los ojos. Patético. Le doy una
semana antes de que se dé cuenta de que nunca podrá ser solo su amigo y haga su
movimiento.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Hawk ladra.

"Vi a Beck venir hacia aquí, y sé cómo son ustedes cuatro idiotas, siempre unidos y
atacando a todos. Pensé que si al menos ibas a hacerle pasar un mal rato por no decirte
que nos fuimos, lo menos que podía hacer era estar aquí para que tuviera a alguien de
su lado.

"Nosotros no estábamos—", comienza Mason, ganándose una ceja levantada de


Hadley.

"¿Cómo entraste aquí?" Hawk exige, ignorando su pequeño discurso. Sin embargo,
tengo que decir que se siente un poco bien que ella haya venido a respaldarme. No es
que me importe una mierda lo que estos imbéciles tengan que decir, pero aun así, ha
pasado mucho tiempo desde que tuve a alguien de mi lado.

Ella se encoge de hombros, dándole una mirada burlona. "¿Quién no sabe cómo forzar
una cerradura en estos días?"

Hawk gruñe por lo bajo, algo acerca de que la gente normal no sabe cómo hacer la
mitad de la mierda que ella puede hacer, pero no tiene idea de lo lejos que está Hadley
de la normalidad. Ella es excepcional.

Poniendo los ojos en blanco, cierra la puerta de golpe detrás de ella, cruzando el
espacio hacia nosotros con toda la actitud del mundo.

"Bueno, supongo que ya que estamos todos aquí, tenemos, eh, algunas noticias",
declara Hawk, luciendo reacio a abordar lo que sea que necesite discutir mientras pasa
la conversación a un nuevo tema, gracias a la mierda. Se frota la nuca y mira a todos
lados menos a Hadley, su comportamiento me pone nervioso. ¿Qué carajo podría
tener que decirnos?

Mirando a los otros tres, se ven igualmente incómodos.

Siento que el brazo de Hadley roza suavemente el mío en un acto silencioso de


tranquilidad, probablemente también porque se dio cuenta de la repentina tensión en
la habitación.

"Nuestros padres quieren que continuemos con la tradición de la chica del mes",
suelta Hawk rápidamente, como si se quitara una curita.

Hadley abre la boca para protestar, pero Hawk vuelve a hablar antes de que pueda
decir nada.

"Y han insistido en que tú también participes".

55
¿Y ahora qué? No hay forma de que Hadley esté a punto de salir públicamente con un
idiota rico y pomposo con una erección permanente. Diablos no. Basándose en las
diversas miradas de disgusto e ira en los rostros de los otros chicos, están de acuerdo.

Hay un momento de silencio mientras todos esperan con la respiración contenida,


como el silencio antes de la tormenta. Sabes que la mierda está a punto de estallar,
pero no puedes hacer nada más que esperar a que llegue.

"¿Qué?" La palabra es un chasquido agudo, pero su voz suena un poco más alta de lo
normal. "Tendrás que repetir eso. Estoy segura de que te escuché mal, porque no hay
manera de que me ponga de pie y elija uno de esos lamentables sacos de mierda para
una “cita falsa”".

Se ve completamente asqueada por la idea mientras usa sus dedos para hacer comillas
en el aire.

"A nosotros tampoco nos gusta la idea", tranquiliza Mason, "pero ya han amenazado
la vida de West si no hacemos lo que dicen".

"Sí, pero eso es para el negocio, ¿verdad?" Los ojos de Hadley saltan entre los cuatro.
"No lo matarían solo porque te niegas a salir con una chica en la escuela".

Todos los chicos se miran entre sí, se produce una comunicación silenciosa entre ellos
de la que ni yo ni Hadley somos conscientes.

"Honestamente, no lo sabemos". Hawk suspira, pasándose la mano por el pelo corto y


rubio con irritación, despeinándolo.

"He estado pensando en eso", dice West, con el ceño fruncido por el pensamiento. "Y
no creo que lo hicieran. Soy su única moneda de cambio. Si me mataran, no habría
nadie más con quien amenazarlos a todos".

"Tal vez sea así, pero eso suena como un riesgo demasiado grande para tomar". Por
mucho que no quiera que Hadley tenga que actuar para un idiota rico, o verla molesta
por tener que ver a los chicos hacer lo mismo, tampoco quiero que West termine
herido o muerto solo porque deciden empujar los límites de lo que pueden y no
pueden salirse con la suya.

"Es tu decisión, hombre", le dice Mason a West. "Es tu vida la que está en juego.
Todos haremos lo que quieras".

Hawk y Hadley asienten con la cabeza, el movimiento extrañamente sincronizado y


extrañamente similar en un extraño momento gemelo.

La mirada de West se enfoca en Hadley, los dos comparten algún tipo de momento
antes de que él extienda su mano para que ella la tome. Deslizando su mano en la de
él, tira de ella hacia él para que quede justo frente a él.

"A la mierda con ellos", afirma con confianza, sin apartar los ojos del rostro de
Hadley. "Dirijamos la escuela a nuestra manera".

56
Le toma un segundo, sus ojos saltan de un lado a otro entre los de él, como si
estuviera comprobando si él está seguro de su decisión, pero debe ver la
determinación en sus ojos cuando una sonrisa brillante divide su rostro. Su decisión de
ir en contra de nuestros padres me preocupa. No tengo idea de lo que podrían hacer en
represalia, pero puedo entender que ninguno de ellos se siente capaz de seguir
cumpliendo las órdenes de nuestros padres con toda esta estúpida tradición.
Especialmente si Hadley ahora va a estar involucrada.

Envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, ella le da un beso rápido antes de que
él la gire en sus brazos, su espalda pegada a su pecho, sus manos descansando
posesivamente sobre su cadera y abdomen.

"Está bien, entonces", está de acuerdo Hawk. "A la mierda con ellos".

57
Capítulo 6:
Hadley
"No". Sacudo la cabeza, inflexible, no voy a dejar que Hawk me intimide para que
haga lo que él quiere. "No me sentaré en tu mesa".

Hawk me fulmina con la mirada, como si le estuviera poniendo las cosas difíciles a
propósito. "Tienes que hacerlo".

"No tengo que hacer nada", le respondo.

"Tenemos que presentar un frente unido. Si todos ven que te hemos aceptado en el
rebaño, te tratarán con el mismo temor y respeto con que nos tratan a nosotros."

"No me importa lo que ninguno de esos idiotas ricos tengan que decir de mí".

Hawk levanta las manos exasperado. "No tienes ni idea de cómo va a ser. Ahora
mismo estás viviendo la fantasía de todas las chicas, y los chicos van a estar encima
de ti, esperando que seas su ticket de comida".

Arrugo la nariz, pero las palabras de Hawk no me asustan.

"Puedo arreglármelas sola. Después de todo, maté a un mercenario", digo con una
sonrisa diabólica, haciéndole poner los ojos en blanco.

"Sí, por accidente".

Se me borra la sonrisa de la cara y la sustituyo por una mirada letal mientras aprieto
las manos y contengo las ganas de demostrarle de lo que soy capaz. No fue un puto
accidente —igual que el otro mercenario que maté.

"¿Has olvidado que te partí la cara sin mucho esfuerzo?". Mi voz es enfermizamente
dulce y la remato con una sonrisa mortal, que le hace fruncir el ceño, no gustándole el
recordatorio. Bueno, mala suerte. Es algo que con gusto le pondré en la cabeza para
burlarme de él cuando se porte como un imbécil, que es casi todo el tiempo.

"Es la mesa de los príncipes", le digo. "Significa que es sólo para chicos. Obviamente,
ninguna hija anterior de las familias fundadoras ha sido obligada a sentarse allí".

"Eso es porque ninguna hija ha venido nunca a Pac", replica.

"¿Qué?" Me quedo boquiabierta, sorprendida. "¿Por qué? ¿Adónde van?".

"A algún colegio de señoritas". Se encoge de hombros. "Mason podría decírtelo. Su


hermana está en uno".

"¿Su qué?" Mi cabeza da vueltas con toda esta nueva información. "¿Mason tiene una
hermana?"

58
"Sí. Es un par de años más joven que nosotros. No la he visto desde que éramos niños.
Estoy bastante seguro de que Mason sólo la ha visto un par de veces".

"¿No viene a casa para las vacaciones?"

"Tal vez un poco durante el verano."

¿Qué demonios? Tengo tantas preguntas, pero está claro por las vagas respuestas de
Hawk que no va a ser capaz de darme ninguna respuesta real.

"¿Vas a elegir a una chica este mes?", pregunto, pasando a otro tema. Sé que lo
discutimos anoche, pero en realidad no hay razón para que él —o Cam técnicamente,
pero se me revuelve el estómago violentamente cuando pienso en eso— en que no
elijan a alguien, y al menos tenga contentos a sus padres. Sin embargo, si cree que voy
a sentarme en esa mesa y ver cómo se enrolla con una zorra mientras intento
desayunar, se está buscando otra cosa. Ya era bastante nauseabundo tener que
presenciarlo desde el otro lado del pasillo.

"¿Qué quieres decir?"

"Sé que Mason y West acordaron no elegir más chicas, pero eso no significa que no
puedas elegir a alguien".

"Ninguno de nosotros elegirá chicas". Debe ver la expresión de sorpresa en mi cara


mientras me explica: "Nos mantenemos unidos. Si uno de nosotros decide algo, todos
le seguimos la corriente".

"Creía que eso solo se aplicaba al acoso escolar", digo con sorna.

Sí, todavía estoy un poco molesta por eso.

No entiendo ese nivel de lealtad, de seguir ciegamente las órdenes de otra persona
porque tienes un vínculo muy estrecho con ella. Para mí no tiene sentido. Creo que es
más que estúpido la facilidad con la que los demás se alinearon con Hawk sólo porque
yo no le agradaba. De cualquier manera ¿De qué mierda iba todo eso?

Pone los ojos en blanco. "Se aplica a todo. Eso es la lealtad".

"¿Lealtad es que todos sean unos auténticos idiotas porque decidieron sin motivo que
no les caía bien?".

Siento cómo se me calienta la sangre al recordar lo imbéciles que eran todos —Hawk
negándose a darme una botella de agua, los demás sin plantarle cara ni decirle lo
idiota que estaba siendo, el puto vídeo estúpido que él y Cam enviaron por correo
electrónico a todo el mundo, el pomelo.

"Es cubrirse las espaldas unos a otros", réplica. "Es entender que, pase lo que pase,
alguien siempre va a estar de tu lado, —aunque te equivoques. Es saber que no estás
solo. Cuando creces sin poder confiar en nadie, saber que tienes a tres personas que te
apoyarán en cualquier cosa que decidas... hace la vida más llevadera".

59
Un silencio pesado cae entre nosotros, tejido con tensión, pero debajo de él, hay un
resquicio de similitud. Ambos crecimos sin poder confiar en la gente que nos rodeaba.
Sin saber en quién podíamos confiar y quién sólo nos utilizaría para su propio
beneficio. La diferencia es que Hawk nunca tuvo que sobrevivir a nada de eso por su
cuenta.

"No lo sabría." Hay una pesadez en mi voz mientras me pregunto cómo de diferentes
podrían haber sido las cosas. "No tenía a nadie en quien confiar".

La rabia se desvanece en su rostro, las líneas tensas se suavizan hasta que me mira
suavemente. Lo que parece arrepentimiento relampaguea en sus ojos, pero desaparece
tan rápido que me pregunto si me lo he imaginado. Lo más probable es que solo haya
visto lo que quería ver.

Suspira y se acerca a mí, acortando la distancia que nos separa. "Sé que he sido un
idiota contigo". La declaración del año. "Pero las cosas son diferentes ahora".

"Porque soy tu hermana", digo, deletreándolo. La cosa es que no quiero que las cosas
sean diferentes sólo porque estoy emparentada con él. Tal vez sea estúpido, pero
quiero agradarle de verdad. Que quiera ser mi amigo. No quiero que sólo me aguante
porque compartimos el mismo ADN, y los chicos le han obligado a ello.

"Supongo que me estás cayendo bien", refunfuña con una pequeña sonrisa que apenas
se dibuja en un lado de sus labios. "Como un moho no deseado".

Resoplo, rompiendo la tensión entre los dos, antes de que su expresión se serene de
nuevo.

"Hablo en serio. Siento que hayas tenido que vivir sola, pero ya no es así. Pase lo que
pase entre tú y los chicos, seguiré estando aquí para ti".

Bueno, mierda, este gruñón hermano mío puede que tenga corazón después de todo.

***

"Así que…" Empiezo a dudar, mordiéndome el labio inferior. Es temprano por la


noche y estoy acurrucada en la cama de Emilia con ella. Lleva todo el día
insistiéndome para que la ponga al día de lo ocurrido en la fiesta de anoche. Después
de haberle contado todos los detalles poco emocionantes, ahora estoy tratando de
abordar el tema de que me sentara en la mesa de los príncipes.

Sí, el maldito imbécil me hizo comer con ellos. Los otros tres imbéciles estaban de
acuerdo con Hawk, por supuesto, y yo estaba totalmente en inferioridad numérica, sin
ningún argumento real de por qué no quería sentarme en su mesa, aparte de que
simplemente no quería.

Emilia me mira impaciente con una ceja arqueada.

60
"Tengo que empezar a sentarme en la mesa de los príncipes", suelto, con las palabras
mezcladas por la prisa.

Sus ojos se abren de par en par mientras intenta comprender lo que acabo de decir.
"Tú, ¿qué?

Hago una mueca y repito: "Tengo que empezar a desayunar en la mesa de los
príncipes".

"Sí, me lo imaginaba", comenta con tristeza antes de esbozar una sonrisa.

"Lo siento". Le tomo la mano y se la aprieto. "Prefiero sentarme contigo a que me


miren".

Su sonrisa se vuelve sincera. "Sé que lo harías, pero ninguna chica en su sano juicio
rechazaría desayunar con todo ese atractivo".

No puedo evitar reírme. Tiene razón.

"Además, podemos comer juntas los días que no estés ocupada, ¿no?".

"Por supuesto", le prometo.

"Y seguiré teniendo a Michael por las mañanas".

"Mierda. Michael. Debería explicarle todo esto antes de que se entere mañana, ¿no?".
Mis ojos se abren de par en par al darme cuenta. "Probablemente ya lo sepa. Casi todo
el colegio estaba allí anoche".

Emilia se encoge de hombros. "Puede que no. Los chicos becados rara vez escuchan
los chismes del colegio. Pero depende de ti. Podrías decírselo cuando lo veamos más
tarde".

Esta noche hemos quedado con Michael para ir al cine. Normalmente lo hacemos los
viernes o los sábados, pero los últimos días han sido un poco ajetreados y he tenido
que posponerlo. Supongo que esta noche es tan buena como cualquier otra para
decírselo.

Varias horas más tarde, los tres estamos tumbados en el cine con nuestras palomitas
mientras Emilia se pregunta qué película quiere ver. No sé por qué es una decisión tan
importante, siempre puede elegir la otra película la próxima vez que le toque decidir a
ella, —o lo más probable es que me engañe para que la elija yo.

En el lado positivo, me da la oportunidad perfecta para abordar todo el tema


Davenport con Michael. Emilia es la única otra persona a la que se lo he contado, y
soy un manojo de nervios mientras intento encontrar las palabras para decírselo. Es
extraño, porque no me sentí así cuando se lo conté a Emilia. Claro que estaba
nerviosa, pero sobre todo porque no quería volver a perderla, pero con Michael es
diferente. Aunque no estoy segura de por qué.

"Uh, Michael. ¿Podemos hablar un segundo?"

61
Levanta la vista de donde estaba tecleando en su teléfono, a mi lado, y noto que
Emilia me dedica una sonrisa alentadora desde su otro lado antes de volver a centrarse
en sus elecciones de película, intentando darnos cierta apariencia de privacidad. Lo
hemos hablado antes y se ha ofrecido a quedarse fuera esta noche si quería tiempo
para hablar a solas con Michael, pero me siento más segura con ella aquí. Si no, me
habría acobardado.

"Claro, ¿qué pasa?"

Me muerdo el labio inferior y trago saliva por el nudo que se me hace en la garganta
antes de continuar: "Mañana van a salir a la luz algunas cosas sobre mí, pero quería
que te enteraras antes por mí"

"Bien", dice vacilante, alargando la palabra mientras me mira con confusión


cautelosa.

"Eh..." Jugueteo con un mechón de mi pelo, apartando la mirada de él. "Es algo difícil
de decir, y yo me enteré hace solo unas semanas, así que lo entiendo. A mí también
me costó hacerme a la idea. Honestamente, todavía estoy llegando a un acuerdo con
todo..."

"Hadley". Su tono es agudo pero suave, detiene mis divagaciones y pone una mano
sobre la mía. "Sólo escúpelo."

"Soy una Davenport".

Sus ojos se abren de par en par antes de fruncir las cejas, confusión obvia en sus iris
marrones.

"¿Qué?

"Soy una Davenport", repito. "Hawk es mi hermano".

"Yo no... ¿Cómo?".

Le explico las locuras de las últimas semanas, saltándome muchos detalles y


omitiendo cualquier cosa que pudiera hacer saltar las alarmas sobre el hecho de que
estoy saliendo con dos de los Príncipes —definitivamente no necesita saberlo todavía.

"Vaya, es una locura", murmura cuando termino, todavía intentando asimilar todo lo
que le he contado.

"Sí, puedes repetirlo". Suelto una risita incómoda.

"¿Por eso han estado más amables últimamente?". Frunce el ceño. "Pero han estado
actuando diferente contigo todo el semestre. ¿Cuánto hace que lo sabes?"

"Bueno, los chicos lo sabían antes de decírmelo", suelto. No sé por qué miento.
Supongo que no quiero que sepa que lo sé desde hace dos meses y que se lo digo
ahora. Al fin y al cabo, se supone que somos amigos, pero no hay otra explicación
para el comportamiento de los chicos.

62
"Y tenían que hacer las paces después de la mierda que hicieron el semestre pasado",
añade Emilia.

Michael asiente como si todo eso tuviera sentido y se queda en silencio mientras
reflexiona.

"Vale, pues El Diario de la Princesa", proclama Emilia entusiasmada, habiendo


tomado por fin una decisión. Gruño internamente. Genial, otra comedia romántica.

***

A la mañana siguiente, cuando entramos en el comedor, reina un silencio sepulcral.


Las miradas nos siguen mientras nos acercamos a la mesa de los príncipes— ¿es
posible que aún se llame así? Casi todos los imbéciles que hay aquí estuvieron en la
fiesta, y los rumores han corrido como la pólvora durante todo el fin de semana, así
que incluso los otros chicos becados probablemente sepan ya quién soy.

Llego a la mesa y me coloco junto a Hawk, con Mason a mi izquierda, Cam a su lado
y West en el extremo opuesto.

"Estoy seguro de que todos ustedes han oído a estas alturas", comienza Hawk, su voz
retumbando a través de la sala de otra manera silenciosa como todo el mundo se aferra
a cada una de sus palabras. "Hadley es mi hermana perdida, Elizabeth".

Otra jodida cosa más a la que no me acostumbro. Al parecer, el cambio de nombre no


es negociable. La escuela ya ha actualizado su sistema, y ahora todo dice “Elizabeth
Davenport”. Incluso me han ofrecido la última planta de la residencia de chicas para
que haga lo que me plazca, —una oferta que rechacé rápidamente, para sorpresa de la
administradora, que no entendía por qué quería mantener mi habitación en la misma
planta que la de las becarias.

"Eso significa que es una de nosotros. Nadie debe meterse con ella". Mira fijamente a
Bianca, que me fulmina con la mirada, prácticamente saliéndole vapor por las orejas
mientras vibra de rabia silenciosa. Supongo que hoy se siente más segura de sí misma,
rodeada de sus amigos y compañeros. "O se las verán con nosotros".

Mierda, hace que parezca que yo no podría encargarme de ninguno de esos idiotas
mimados, y tengo que contener una mirada de asombro ante sus palabras. Lo juro,
pongo tanto los ojos en blanco por la mierda que sale de su boca que un día se me van
a quedar pegados a la nuca.

Pero no he terminado con Bianca. Después del abuso que me ha lanzado durante todo
el año, por no mencionar la mierda que hizo en el baile de San Valentín, haciéndome
dudar de Hawk y de los chicos, este semestre le va a doler mucho. El hecho de que
ahora sea prácticamente invencible hace que se me dibuje una mueca en la comisura
de los labios mientras le sonrío sombríamente, haciendo que sus ojos se abran un
poco. Eso es, zorra. Será mejor que duermas con un ojo abierto, porque voy a por ti.

63
"¿Y la tradición de la chica del mes?", dice alguien.

"Sí, ¿va a poder elegir a un chico?"

La sugerencia provoca murmullos y tengo que forzar la expresión de mi rostro para


mantenerme neutral y no revelar lo poco atractiva que suena la idea. No hay ni un solo
idiota llorón en este infierno que estaría dispuesta a aguantar durante un mes entero.

"No", gruñe Mason, mirando en dirección a quienquiera que haya hablado. Por las
expresiones de enfado de los chicos la otra noche, no les gustaba la idea de que me
incluyeran en su estúpida tradición más que a mí, pero no habíamos tenido la
oportunidad de discutirlo —parecía redundante, ya que habíamos decidido mandar a
la mierda toda la tradición. Sin embargo, el gruñido sexy de Mason deja claro lo
mucho que odia la idea, y aprieto los labios para contener la sonrisa de satisfacción
que me produce su naturaleza posesiva. Qué puedo decir, sus celos me hacen sentir
todo tipo de sentimientos ñoños y femeninos.

"No habrá más tradición de la chica del mes", continúa Hawk, hablando por encima
de ellas y provocando un alboroto de desacuerdo entre las chicas del pasillo.

"¿Por qué?", grita alguien.

"Esto es ridículo, no se puede ignorar la tradición", clama una voz enfadada, y varias
más asienten con la cabeza antes de que Hawk levante las manos.

"La decisión es definitiva", ladra, mirando a la multitud con ojos de acero, desafiando
a cualquiera que le cuestione. "Las cosas van a cambiar aquí". Se oyen murmullos en
la sala y los alumnos se miran unos a otros, inseguros. "Todo el mundo parece haber
olvidado que estamos al mando. Somos los Príncipes, y lo que decimos es ley".

Mientras suena la campana para que todos se den prisa y vayan a clase, su mirada
penetrante recorre el aula, su fría expresión basta para acallar cualquier otra queja.

"Vayan a clase", ladra Mason en un tono amenazador que hace que todo el mundo se
ponga en acción.

El pasillo es un caos de ruido, los estudiantes murmuran y se quejan entre ellos,


especulando sobre el giro de los acontecimientos mientras se levantan de sus mesas y
se dirigen a clase.

"Bueno, ha sido divertido. Me alegro de que me hayas metido en todo esto", refunfuño
con sarcasmo, y mi actitud me hace ganar una mirada de Hawk que ignoro
rápidamente, centrándome en Cam y Mason. "¿Inglés?"

"Ustedes vayan, yo los alcanzo". Mason me guiña un ojo, y no puedo decir si está
tratando de darnos a Cam y a mí algo de tiempo a solas, o si realmente tiene algo que
hacer antes de clase. No se puede negar que las cosas han estado tensas entre Cam y
yo últimamente. Todavía no hay ninguna de sus antiguas bromas coquetas y su
conversación fácil, que extraño demasiado. En su lugar, todo parece sofocado e
incómodo, pero al menos ya no me evita, así que supongo que eso es bueno.

64
"De acuerdo, nos vemos luego". Cam toma su mochila y, con un último saludo a los
demás, salimos del comedor.

Mientras nos dirigimos a clase, todo es un completo giro de 180 grados a como era la
semana pasada. Chicas que ni siquiera reconozco me saludan por mi nombre —por
supuesto, el nombre equivocado— y los chicos me miran descaradamente,
sonriéndome coquetamente al pasar.

"¿Qué demonios?" Le susurro a Cam. "¿Qué está pasando ahora?

Resopla, sacudiendo la cabeza. "Bienvenida a la cima de la cadena alimenticia. Ahora


todo el mundo quiere ser tu mejor amigo, o salir contigo".

Arrugo la nariz. "No, gracias".

"Hola, Elizabeth", me grita un tipo cuando llego a la puerta del aula, saludándome con
el típico gesto de levantar la barbilla.

"¿Quién mierda es?" le pregunto a Cam, confusa.

"Una de las muchas sanguijuelas que saldrán de la nada e intentarán pegarse a ti".

"Qué asco. Haz que paren", gimo, tomando mi asiento habitual y sacando mi cuaderno
y mi tablet. Ya no me gusta toda esta atención extra.

Cam se ríe de mí, pero estoy hablando en serio.

"No puedo hacerlo", canta sin ayuda mientras se sienta a mi lado, disfrutando
demasiado de mi dolor. "Todo forma parte de ser un Davenport. Será mejor que te
acostumbres, Elizabeth".

"No me llames así", gruño, mi tono cortante le hace enarcar las cejas.

"Es sólo un nombre".

"Me llamo Hadley". Pronuncio las palabras para que le queden perfectamente claras.
"Independientemente de cualquier otro nombre que estos idiotas me llamen, ese es mi
nombre. Es el nombre que elegí. Hadley es quien soy. No Elizabeth, o cualquier otra
cosa. Had-ley". Se lo deletreo alto y claro mientras él me mira desconcertado. No lo
entiende, y por qué iba a entenderlo. Nunca ha tenido que vivir su vida como alguien
que nunca quiso ser. Yo crecí siendo D. Una puta letra. Igual que todos en el recinto.
No sé si la D era de Davenport, o la D de Dove, o si simplemente era la siguiente letra
del alfabeto cuando entré por la puerta. Ni siquiera importa lo que representa porque
la D es mi pasado.

D es la niña asustada que lloraba hasta dormirse cada noche. D es la asesina que tuvo
que matar a gente para asegurar su propia supervivencia. D ya no es quien soy. Y
seguro que yo tampoco soy Elizabeth. Después de que me hayan negado tantos
derechos, lo mínimo que merezco es elegir mi maldito nombre. Elegí Hadley. Soy
Hadley. El resto de estos imbéciles pueden llamarme como les salga del culo, pero
Cam, y los demás, me llamarán por mi maldito nombre.

65
Levanta ambas manos en señal de rendición. "Bien. Lo siento. Solo estaba
bromeando. Hadley te queda mucho mejor de todas formas".

Cuando me mira como si estuviera loca, me doy cuenta de que probablemente me he


pasado un poco. Después de todo, sólo estaba bromeando. La culpa es del estrés de los
últimos días y de lo complicado que me siento por llevar tantas identidades diferentes.
Después de todo lo que ha pasado esta mañana en el desayuno, y de toda la atención
no deseada que he estado recibiendo, su bromita me ha sacado de quicio.

El resto del día es igual. Juro que hoy hay más gente intentando entablar conversación
conmigo que desde que llegué a Pac Prep. Para cuando llega la hora de comer, estoy
agotada.

No presto atención mientras pido comida en el quiosco y tomo asiento en mi mesa


habitual. La mesa de los Príncipes siempre está libre, pero estoy más que feliz de
sentarme allí sólo cuando es necesario. Ya he tenido suficiente gente mirándome hoy;
no necesito que todos se queden embobados mirándome mientras me meto comida en
la boca.

Dejo la bolsa en la silla de al lado, me tumbo en el asiento y cierro los ojos, necesito
un momento para mí. Apenas llevo unos segundos con los ojos cerrados cuando oigo
que alguien se sienta frente a mí y suelto un suspiro. Asumo que es Hawk, abro los
ojos y le miro con el ceño fruncido, pero me toma por sorpresa encontrarme a otro
bicho raro que no conozco encorvado en una silla de mi mesa con una sonrisa
arrogante en la cara, actuando como si su sitio estuviera aquí.

"¿Quién mierda eres?" le digo.

Sí, he perdido totalmente el control sobre mi compostura. ¿No puedo comerme un


puto sandwhich en paz?

Sus ojos se abren de par en par ante mi tono cortante, pero mi expresión cerrada y mis
evidentes ganas de joder no bastan para que se largue.

"Deberías venir a la fiesta conmigo este fin de semana, nena". El tipo me mira de tal
forma que es obvio que está pensando en todas las cochinadas que me haría en la
fiesta —está claro que tiene ganas de morir.

Finjo que estoy considerando su oferta y dejo que mis ojos recorran su cara antes de
bajar a contemplar su ancho pecho y sus musculosos bíceps. Es atractivo, pero el
hedor a arrogancia que desprende es asfixiante. Sé que Mason, West y Cam tienen el
mismo aire, pero de algún modo resulta sexy y dominante. En este tipo, solo lo hace
parecer un imbécil pretencioso.

Arrugo la cara, haciéndole saber que no me impresiona lo que veo, y me pavoneo


internamente cuando sus facciones se tensan y su mandíbula hace un tic.

"No, no lo creo. Acabar la noche insatisfecha no es mi idea de una noche de viernes


divertida".

66
Su cuerpo se tensa y se inclina hacia delante en su asiento, perdiendo su fachada fría y
tranquila cuando su mano, que estaba apoyada en la mesa, se cierra en un puño. Se
levanta de la silla hasta asomarse por encima de la mesa en un intento de acobardarme
y gruñe en tono amenazador: "¿Qué acabas de decir?".

Sin inmutarme, me reclino en la silla. El pobre debe de tener un problema de oído,


quizá tenga que hablar más alto.

"He dicho", empiezo en un tono mucho más alto, atrayendo el interés de los alumnos
de las mesas cercanas, "que ni en tus sueños, tu diminuto pene podría hacer que una
chica se corriera".

Los alumnos de las mesas cercanas ríen entre dientes mientras nos observan. La cara
del chico se enrojece de rabia y parece a punto de lanzarse a través de la mesa cuando
una gran mano le golpea el hombro, anclándolo en su sitio.

"¿Qué está pasando aquí?" exige Mason, con su habitual expresión impasible mientras
sus ojos se posan en nosotros. El único indicio de que está enfadado es el peligroso
tono grave de su voz mientras lanza al tipo sin nombre una mirada lo bastante fría
como para que su corazón se detenga.

"Este tipo estaba intentando que fuera a la fiesta con él este fin de semana, y no
pareció gustarle mi respuesta". Me encojo de hombros inocentemente.

"Estabas siendo una zorra", protesta el tipo.

Se estremece cuando Mason le aprieta el hombro hasta el punto de dolerle; el


movimiento es una exigencia silenciosa para que el idiota cuide su tono.

"Estabas siendo un imbécil arrogante", le replico. "La próxima vez, intenta conocer a
una chica durante cinco segundos primero. Y por el amor de Dios, pídeselo, en vez de
actuar como un engreído de mierda".

"Vete a la mierda, Joshua, y no vuelvas a hablar con ella", le suelta Mason, apartando
al tipo de la mesa de un empujón.

Tropezando con los pies, nos mira a los dos con el ceño fruncido antes de marcharse
furioso, sin atreverse a enfrentarse a un Príncipe.

"¿Por qué siempre haces enfadar a la gente?". Mason resopla, sentándose en la silla
vacía frente a mí.

"¿Yo? Él fue el que vino aquí y me estuvo molestando. Además, si hubieras tenido el
día que yo he tenido, también te enfadarías con algún idiota".

Sonríe. "Puede que tenga algo que te anime". Sus palabras me despiertan la
curiosidad. Tendría que ser algo jodidamente espectacular para sacarme de mi mal
humor.

"¿Qué es?"

67
Se inclina hacia delante en su asiento para que nadie a nuestro alrededor pueda oírle.
"Mañana hay una noche de lucha. Pensé que te gustaría venir".

La emoción se apodera de mí. ¡Claro que sí! Darle una paliza a unos idiotas es
exactamente lo que necesito.

"Pero no puedes pelear", añade, echando un jarro de agua fría sobre la luz de felicidad
que empieza a encenderse en mi interior ante la idea de estampar mi puño contra la
cara de algún idiota.

"Eso no es divertido". Hago un puchero.

"Nena". Se ríe. "No hay forma de que ninguno de los chicos de aquí pelee contigo
después de la última vez. Y no podemos dejar que pelees con nosotros delante de
ellos".

Me golpeo la barbilla con el dedo y se me ocurre una idea.

"¿Y si tuviéramos nuestra propia noche de pelea después?".

Veo el segundo en que malinterpreta mis palabras, la lujuria se enciende en sus ojos
mientras se dilatan. "¿Quieres que te inmovilice debajo de mí y te folle hasta dejarte
sin cerebro, Pequeña Guerrera?", gruñe en un tono sexy que hace que se me
humedezcan las bragas.

"No voy a decir que no". Una sonrisa tímida se dibuja en mis labios mientras me
inclino hacia él, cruzando las piernas de tal forma que mi pie recorre deliberadamente
su pantorrilla por debajo de la mesa. "Pero eso no es exactamente lo que estaba
pensando. Los seis podríamos tener nuestro propio club exclusivo de lucha después de
que todos los demás se hayan largado. Así, nadie podría presenciar cómo una chica les
patea el culo a ninguno". Sonrío, encogiéndome de hombros inocentemente, como si
no me importara que dijera que no. Pero no va a negarse

Le brillan los ojos de alegría, más que dispuesto a aceptar el reto que acabo de
plantearle. "¿Nosotros seis?"

"Beck también. Suele venir a ver los combates. Estoy bastante segura de que incluso
podría darte una carrera por tu dinero", bromeo.

"Ja, me gustaría ver al viejo intentarlo". Se ríe, haciéndome sacudir la cabeza. Beck
sólo tiene tres años más que nosotros. Ciertamente no es viejo bajo ninguna
definición.

"¿Así que te apuntas?" Pregunto, con placer en mi voz ante la promesa de violencia.

"Pequeña guerrera, estaría de acuerdo sólo por ver cómo le das otro puñetazo en la
garganta a Hawk. Eso no tuvo precio".

Una sonrisa me ilumina la cara mientras me río. Sí, ha sido jodidamente épico.

"Hablando del idiota, ¿dónde está?"

68
"Ah, normalmente comemos en nuestra casa, lejos de miradas indiscretas, así que
pensé en venir a buscarte".

Cuando llega mi comida, tomo una caja para llevar y los dos dejamos atrás las
miradas inquisitivas del comedor mientras nos dirigimos a comer tranquilamente con
los demás.

69
Capítulo 7:
Hadley
Siento un zumbido bajo la piel y estoy nerviosa, rebotando sobre las puntas de los pies
mientras nos dirigimos hacia el claro del bosque. Sangre y violencia es exactamente lo
que necesito después de los últimos días en los que me han mirado como a un puto
animal de zoo. Echo de menos ser una puta don nadie. Me he sentido sofocada,
asfixiada bajo la atención de todos y esta nueva fama. Pero no es nada que una pelea
sudorosa no pueda rectificar.

"Tienes la misma cara de emoción que otras chicas cuando encuentran el par de
zapatos perfecto". Cam se ríe.

"Hace demasiado tiempo que no me meto en una pelea, y golpear una bolsa no ha
hecho nada para quitarme el fastidio de los últimos días". Me balanceo sobre las
puntas de los pies mientras caminamos en silencio por el bosque.

"Acabas de matar a un mercenario la otra semana", argumenta Hawk.

"Sí, pero he tenido que aguantar tu actitud de mierda", bromeo. "Haría que cualquier
persona cuerda deseara dar salida a toda su agresividad contenida". Resopla como si
estuviera siendo melodramática, pero no es como si le hubieran hecho un trasplante de
personalidad. Puede que ya no me odie, pero es tan cascarrabias e imbécil como
siempre. "Da gracias de que aún no me haya desquitado contigo", le digo dulcemente,
con toda la intención de cambiar todo eso esta noche.

Refunfuña algo en voz baja que estoy segura de que no haría más que molestarme,
pero me distraigo cuando entramos en el claro. West se pone a trabajar colocando
linternas, espaciándolas para que formen un gran círculo, mientras Hawk y Mason se
estiran.

"¿Cómo empezó todo esto?" pregunto, mirando alrededor del círculo. El resplandor de
las linternas le da un aspecto inquietante y siniestro, y un escalofrío de expectación
me recorre la espalda. "¿Es otra tradición?"

"Cuando empezamos en Pac, nuestros padres nos dejaron claro que teníamos que
demostrar que podíamos controlar a los demás alumnos. Una especie de estupidez
sobre demostrar que somos capaces de sustituirles cuando nos graduemos", empieza
Cam. "Técnicamente, esa es la tradición. Nuestros antepasados iniciaron la tradición
de la chica del mes para controlar a las chicas y mantenerlas a raya, y se han utilizado
varios métodos con los chicos."

West toma el relevo mientras camina de vuelta hacia nosotros, habiendo colocado
todas las linternas alrededor del claro. "Decidimos que programar noches de peleas
regulares en las que los chicos resolvieran sus problemas entre ellos sería lo mejor
para nosotros".

"¿Y si alguien se salta las normas?"

70
Hay una sonrisa maliciosa en la cara de Hawk. "Se pelean con nosotros". La oscura
emoción de su voz me dice que le excita infligir dolor tanto como a mí. Me pregunto
si eso es cosa de Davenport, o de “chicos con vidas jodidas”.

"¿Como con Deke? Cuando te llamó en esa fiesta, y luego Mason peleó con él en el
ring".

"¿Cómo sabías eso?" pregunta Hawk, mirándome desde donde está doblado por la
cintura, estirando los músculos y la parte baja de la espalda.

"Fue el primer combate que me escapé para ver. Hacía un calor del demonio".

Mason sonríe sombríamente, lanzándome un guiño sucio que empapa inmediatamente


mis bragas.

"Exacto", asiente West, volviendo al tema. "Solo hicieron falta unas cuantas peleas en
primer año para que el resto de los chicos se dieran cuenta de que no querían estar al
otro lado de los puños de Hawk o Mason".

"Inteligente", elogio. "Y las chicas hacían lo que tú querías, porque pensaban que
podrían tener la oportunidad de ser la chica del mes cuando llegara el último año",
digo pensativa, expresando mis pensamientos en voz alta.

"Sí". Cam confirma mi línea de pensamiento.

"¿Qué van a hacer con ellas ahora, entonces? Las chicas no están contentas después de
tu discursito de ayer. No pasará mucho tiempo antes de que tengan un levantamiento
en sus manos. Y supongo que cualquier queja entre los estudiantes llegará a sus
padres".

"¿Nosotros?" Hawk ríe sombríamente. "Oh, no. Nosotros" —con el dedo se señala a sí
mismo y a los demás— "estamos a cargo de los chicos. Tú te encargas ahora de
acorralar a las chicas".

"¿Yo?" exclamo "Debes de estar jodidamente loco. No tengo ni idea de cómo


mantener a esas zorras pretenciosas bajo control".

Hawk —el puto idiota exasperante— se encoge de hombros, evidentemente sin


importarle una mierda.

"Me parece justo", dice. "Todo el mundo tiene que demostrar su valía. Y si nuestros
padres creen que puedes ser útil, es menos probable que tomen represalias por nuestra
pequeña rebelión".

Mierda, tiene razón.

"Bien, las chicas pueden tener una noche de pelea también. Estoy más que feliz de
darle una paliza a Bianca y su pandilla de princesas".

"Mierda, sí", dice Cam. "Todo el mundo tiene que llevar bikinis y tendremos una
piscina de barro".

71
"A no ser que tú también lleves bikini y te revuelques en el barro, entonces es un no
rotundo", ironizo, poniendo los ojos en blanco.

"Quiero decir, si eso es lo que te gusta". Me guiña un ojo. Es lo más bromista que he
sacado de él en mucho tiempo, y es estupendo verlo comportarse como antes. Sigue
siendo incómodo cuando estamos los dos solos, pero con los demás casi puedo fingir
que no hay tanta tensión entre nosotros.

"No hay forma de que eso funcione con las chicas", argumenta Hawk, destrozando mi
fantasía de darle una paliza a Bianca. Aguafiestas.

Se me ocurre una idea menos excitante pero igual de satisfactoria. "¿Guardan trapos
sucios de los otros estudiantes?", pregunto.

"Claro que sí". El tono de “duh” de Hawk me pone de los nervios, haciéndome fruncir
el ceño. "¿Por qué?"

"Tengo una idea. Aunque necesito ver lo que tienes".

"Sí, vale. Te los traeré más tarde", promete West mientras el ruido de los estudiantes
que se acercan empieza a impregnar la noche, por lo demás tranquila.

No tarda en formarse una multitud alrededor del improvisado ring. Parece que todos
los chicos de la escuela están aquí, y no me pierdo las miradas confusas que me
dirigen. No creo que estén acostumbrados a ver a una chica presente en estas cosas. El
claro se queda en silencio mientras todos nos miran a los cinco —bueno, a los cuatro
chicos— expectantes por... algo. ¿Tocan una campana o tocan un tambor o algo así
como señal de comienzo?

"Se supone que esto es sólo para chicos", grita Deke, glotón de castigo.

"Ella es una de nosotros", afirma Hawk en un tono no negociable. "Ella tiene tanto
derecho a estar aquí como nosotros".

"Si hemos terminado con las preguntas estúpidas", dice West, "estamos aquí para
luchar. Así que alguien suba al ring".

Todos dudan un momento antes de que un novato dé un paso al frente. Llama a otro
estudiante de primer año, explica su problema con él —al parecer, el otro tipo se
acostó con su novia. Personalmente, yo tendría problemas con la novia, pero da igual.
Entonces empieza la pelea. Todo es bastante... civilizado.

Son novatos delgados como palos, sin carne en los huesos ni músculos para dar
puñetazos, así que la pelea es patética. Conozco a niños de diez años que podrían
dejarlos inconscientes en segundos. Aun así, el ambiente mientras los otros chicos les
animan es suficiente para aliviar un poco el zumbido que tengo bajo la piel.

La pelea no dura mucho antes de que empiece otra, y así sucesivamente. Me dejo
llevar por la emoción. En ver cómo se derrama la sangre al partirse los labios, en el
enrojecimiento que sube a la superficie de la piel al magullarse cualquier parte
accesible del cuerpo. No se parece en nada a las peleas rápidas, atléticas y mortíferas

72
que estoy acostumbrada a ver, pero es suficiente para calmar parte de la sed de sangre
que ansío.

Estoy tan ensimismada viendo cómo un tipo agarra a otro en una llave de cabeza que
podría romperse fácilmente que casi me pierdo un destello de movimiento en los
árboles de enfrente. Mi cuerpo se tensa, sospechando de inmediato que podría tratarse
de otro mercenario al acecho en la oscuridad, pero me relajo cuando diviso a Beck,
oculto justo detrás de la línea de árboles. Está absorto en la escena de violencia que se
desarrolla frente a nosotros, observándola con ojos de halcón.

Necesita esta noche tanto como yo, —tal vez más. Todo lo que ha tenido que manejar
por sí mismo durante los últimos meses le ha pasado factura, pero esta noche puede
dejarlo todo. Puede exorcizar sus demonios y expulsar toda su rabia sobre Mason y
Hawk. Esta noche debería ayudarlo a aclarar su mente y estabilizarlo un poco, para
que podamos trabajar en nuestro próximo movimiento, porque no hay una maldita
manera de que deje que ninguno de nuestros padres continúe usándonos y abusando
de nosotros de esta manera.

Me he sumido tanto en mis propios pensamientos, absorbida por la idea del


derramamiento de sangre y la venganza, que ni siquiera me doy cuenta de que las
peleas han llegado a su fin y los chicos se están separando, algunos de los cuales
empiezan a dirigirse hacia la arboleda.

Los cinco nos quedamos mirando cómo, uno a uno, o en pequeños grupos, los demás
alumnos desaparecen entre los árboles. Cuando el sonido de sus voces se desvanece
en la distancia y todos los demás regresan a los dormitorios, Beck sale de entre los
árboles.

Por el rabillo del ojo, veo a West tenso, y hago ademán de pasar a su lado para saludar
a Beck. Los dos —bueno, West en particular— tienen que arreglar sus cosas.

"Compórtate", le gruño al oído, sin darle la oportunidad de responder mientras cierro


la brecha entre nosotros y Beck. Me reúno con él en el otro extremo del ring con una
sonrisa en la cara mientras le rodeo el cuello con los brazos y le beso.

"Bien, pongamos en marcha este espectáculo", grita Hawk, haciéndome sonreír contra
los labios de Beck.

"Sí, veamos lo que tienes, viejo", se burla Mason.

Beck jadea indignado. "¿Cómo acaba de llamarme?", murmura en voz baja, sólo yo
puedo oírlo.

Me río entre dientes y me vuelvo hacia los chicos. Mason está ahora de pie en el
centro del ring, mirando descaradamente a Beck, mientras los otros tres siguen
alineados a lo largo del borde.

"No, yo primero", grito a través del espacio abierto, caminando de nuevo hacia ellos,
sintiendo que Beck me sigue detrás. "Entonces puedes dejar que Beck te patee el
culo".

73
Sonrío dulcemente cuando me encuentro con Mason en medio del ring, y él se burla,
con cara de ofendido ante mi sugerencia. Supongo que pronto lo sabremos.

"Muy bien, pequeña guerrera, ¿a quién piensas romperle las pelotas esta noche?".

Sonrío malvadamente a Hawk. Obviamente, iba a ser él. Definitivamente quiero


probar mis habilidades contra Mason algún día, pero lo necesito bien y fresco para su
pelea con Beck.

Hawk sonríe con confianza mientras da un paso adelante. "No hay problema, bebé
Davenport. Deja que te demuestre que lo de la última vez fue casualidad".

Beck resopla detrás de mí antes de que él y Mason se muevan para colocarse junto a
West y Cam en el borde del improvisado ring. "Cinco dólares a que le gana", oigo
decir a Beck.

"Pfft, de ninguna manera voy a tomar esa acción", replica Mason, sacudiendo la
cabeza. "Todos la vimos la última vez. Es imposible que la golpee".

Mi sonrisa no hace más que crecer ante sus amistosas burlas, aunque Hawk no parece
impresionado mientras les lanza una mirada sucia por encima del hombro antes de
quitarse la camisa y lanzarlo hacia las afueras del ring.

Yo hago lo mismo con la sudadera que llevo puesta, dejándome en sujetador


deportivo y mallas de lycra. Con este atuendo, tengo mucha flexibilidad para
moverme y, con el pelo recogido, nada puede interponerse en mi camino. Esta noche,
Hawk es todo mío.

"Nada de golpes de pene", anuncia Hawk, haciéndome poner los ojos en blanco.

"Bien, pero nada de golpes de teta entonces. Esa mierda duele".

"Tampoco golpes en la cara", dice West. "No necesitamos que todo el instituto
especule sobre lo que han estado haciendo".

Maldita sea. Tiene razón, pero aun así me está quitando la diversión. No hay nada más
satisfactorio que ver a tu oponente caminando con un moretón que tú le has hecho.

Cuando Cam llama a la pelea, nos rodeamos, ambos tanteando el terreno con golpes
de refilón. Luchamos de un lado a otro. De vez en cuando, uno de los dos asesta un
golpe contundente en el pecho o el abdomen del otro, pero no es suficiente para tener
un impacto duradero.

Me doy cuenta de que Hawk está mucho más concentrado esta vez. Aunque entró en
el cuadrilátero con una actitud confiada, no hay la misma arrogancia en sus
movimientos, lo que me hace mucho más difícil encontrar un hueco para derribarlo.

Tardo un poco, pero cuando va a darme un puñetazo en los riñones, recibo el golpe
que estaba esperando. Hawk suelta el brazo, sólo un poco, pero es suficiente para que
yo le golpee en la cabeza, seguido rápidamente de una patada en la pierna. Se mueve
para intentar agarrarme de la pantorrilla, en un intento de tirarme al suelo, dejando su

74
cabeza y su pecho completamente expuestos. Le doy dos golpes más en la cabeza,
desorientándolo.

Por reflejo, levanta los brazos para cubrirse la cara, lo que me deja una abertura, y yo
me abalanzo sobre él, asestándole dos rápidos golpes en los riñones y el estómago que
le dejan sin aliento y le hacen doblarse.

"Mierda", resopla.

Le quito las piernas de encima, cae al suelo y yo salgo victoriosa, de pie sobre él, con
una sonrisa de satisfacción en la cara.

Así de fácil.

"Yo gano", canto mientras Hawk tose y chapotea en el suelo.

"No me jodas, la próxima vez puedes pegarle a Mason", me dice, haciéndome reír.
Estiro el brazo, choca su mano con la mía y le ayudo a levantarse del suelo.

"Lo has hecho bien. Mucho más concentrado y menos engreído que la última vez".

"Recuérdame otra vez dónde aprendiste a luchar así", me pregunta, aún sonando
dolido.

"Algo que aprendí por el camino". Me encojo de hombros despreocupadamente, antes


de gritar "Mason y Beck a continuación", en un débil intento de cambiar de tema y
distraerlo mientras los dos nos dirigimos hacia los demás.

Beck va vestido de manera más informal de lo que probablemente los chicos le hayan
visto nunca. Lleva un par de pantalones cortos de baloncesto de color oscuro y una
camiseta a juego que muestra sus grandes y musculosos bíceps y sus brazos
tonificados, dándome una buena vista de la manga de su tatuaje. Su pelo,
normalmente peinado, tiene un aspecto más desordenado, lo que le da un aspecto más
rudo, sobre todo con la barba corta que lleva. En conjunto, es una imagen bastante
irresistible.

Uy, ¿se me ha caído la baba? Me limpio sutilmente la comisura de los labios y veo
cómo el espectáculo mejora aún más cuando Mason y Beck se quitan las camisas. Oh,
sí, por favor. Ambos están hechos a la perfección. Aunque Mason es más ancho que
Beck y tiene más músculos, Beck es más delgado y definido, pero no por ello menos
poderoso, mientras camina hacia el centro del cuadrilátero con Mason siguiéndolo de
cerca.

"Las mismas reglas que la última vez", dice West.

"Sí, hombre, no me pegues en las tetas", bromea Mason, haciendo que la comisura del
labio de Beck se levante mientras yo suelto una carcajada.

Los dos se enfrentan en lo que es mi sueño húmedo favorito hecho realidad, y cuando
Cam da el pistoletazo de salida, no hay una lenta preparación como la que hubo con
Hawk y yo.

75
Los dos hombres se lanzan el uno contra el otro, yendo directamente a por ataques
brutales mientras golpean cualquier parte de su oponente que puedan alcanzar. Es
violento y feroz, y tan jodidamente caliente. Tengo las bragas mojadas. Puede que a
otras chicas les excite que sus chicos sean dulces y cariñosos, pero esto, esta batalla de
poder y brutalidad, es lo que me excita.

Es una lucha trepidante y, en la mayoría de los casos, es imposible saber quién lleva la
delantera. Los dos están igualados, bloquean los golpes del otro y se propinan
puñetazos sin piedad, sin que ninguno de los dos se contenga.

Justo cuando empiezo a pensar que no habrá un ganador —a menos que pasemos toda
la noche aquí de pie, lo que no suena muy atractivo ahora que el aire frío golpea mi
piel cubierta de sudor y mi estómago empieza a gruñir—, Beck hace una maniobra tan
elegante y rápida que apenas la veo. Lo siguiente que sé es que tiene a Mason en una
llave de cabeza, con el brazo apretándole el cuello.

Mason lucha contra él como un animal rabioso, retorciendo y girando el torso y


golpeando cualquier parte de Beck a la que pueda llegar, pero Beck se mantiene firme
alrededor de su garganta hasta que me preocupa que Mason vaya a desmayarse, —es
un idiota pesado para llevarlo todo el camino de vuelta a los dormitorios.

Ni siquiera me doy cuenta de que he dado un paso adelante, hacia el ring, hasta que
noto que Mason golpea su mano contra el brazo de Beck, la señal de que está
haciendo tapping.

"¡Woohoo!" Grito, corriendo hacia los dos mientras Beck suelta su agarre alrededor
del cuello de Mason. Mason se agacha, apoyando las manos en las rodillas mientras
tose y balbucea, y Beck, después de darle una palmada en la espalda, se vuelve hacia
mí con una sonrisa en la cara. "Los no favoritos ganan" grito, riendo, mientras me
lanzo a sus brazos abiertos y él me hace girar.

Es un momento de despreocupación poco frecuente y aprovecho cada segundo,


porque nunca se sabe cuándo las cosas pueden empeorar. Un segundo puedes estar
disfrutando de la vida y al siguiente, todo a tu alrededor se ha derrumbado. Así que sí,
asimilo cada aspecto de este momento —desde los dientes blancos de Beck cuando se
ríe hasta la forma en que sus brazos me rodean la cintura. Cómo Mason esboza una
pequeña y extraña sonrisa en la comisura de los labios, y la sensación de los ojos de
los otros chicos mientras nos miran. En esta fracción de segundo, Lawrence no existe.
No crecí aislada, en un recinto, donde me golpearon y torturaron para convertirme en
una máquina de matar. No me robaron la oportunidad de conocer a mi hermano. No.
En lugar de eso, soy una adolescente normal, que se siente satisfecha en los brazos del
chico del que se está enamorando, mientras siente las miradas acaloradas de sus otros
tres enamorados que la calientan por dentro. Como he dicho, —normal.

Beck me rodea la cintura con un brazo y se vuelve hacia Mason, tendiéndole la mano.
"Buen combate, hombre", elogia en un acto de deportividad.

Con una risita derrotada, Mason niega con la cabeza, chocando su mano con la de
Beck. "Sí, tú también, viejo. No sabía que lo llevabas dentro"

76
Cam se acerca rebotando. "Vaya, vaya, nunca pensé que vería el día en que le
patearan el culo a Mason", exclama. "Hombre, serás golpeado por el bebé Davenport
a continuación si no tienes cuidado."

Se ríe, y Mason le golpea en la cabeza. "Cállate, imbécil."

"¡No me llames así!" Argumento.

"¿Por qué no?" Cam hace un puchero. "Hawk lo hizo".

"Él tampoco me va a llamar así. Soy varios segundos más joven que ese imbécil; y no
soy un bebé. Soy una guerrera fuerte y feroz".

"Sí, lo eres, nena". Mason se abalanza sobre mí, me pasa el brazo por encima del
hombro y me atrae hacia él, plantándome un beso en la sien. Por supuesto, Beck se
niega a mover el brazo, así que acabo atrapada entre sus pechos sudorosos. Sus pechos
desnudos y sudorosos que parecen tan calientes y lamibles.

"Creo que esto merece una celebración", grita Cam. "¡Bebidas en nuestra casa!"

"Me parece bien", grita Hawk antes de decirle algo a West que no podemos oír. West
no parece contento, pero tampoco discute, así que supongo que eso es un progreso.

"Amigo, he perdido", dice Mason, mirando a Cam con desconcierto.

"Exacto". Cam le dedica una sonrisa de idiota. "Estamos celebrando tu primera


derrota. Es el fin de una era, hombre".

Me río de sus payasadas mientras Hawk y West empiezan a recoger las linternas y se
reúnen con nosotros en el centro del ring. Entregamos una linterna a Cam y otra a
Mason, y los seis nos dirigimos a través del oscuro y silencioso bosque hacia los
dormitorios para empezar las celebraciones.

77
Capítulo 8:
West
Los seis nos apilamos en el apartamento, extendiéndonos en los sofás y las sillas. Me
acomodo en el sofá, me recuesto y apoyo el brazo en el reposabrazos mientras Mason
se desploma del costado de Hadley para tomar cervezas del refrigerador y repartirlas a
todos.

Agarrando la mano de Beck, Hadley camina hacia mí, dándome una suave sonrisa
antes de sentarse a mi lado. Su muslo presiona contra el mío y tengo que resistir el
impulso de envolver mis brazos alrededor de ella y arrastrarla a mi regazo. Ese
impulso solo aumenta cuando Beck se sienta a su otro lado, y tengo que empujarlo
hacia abajo, tomando un trago de cerveza para distraerme de su tentador aroma. Los
habituales tonos sutiles de vainilla y miel de su champú están envueltos en el almizcle
de su lucha, y el embriagador aroma se ha ido directamente a mi pene, haciendo que
se presione incómodamente contra la cremallera de mis jeans mientras me muevo
torpemente en mi asiento, intentando para no llamar la atención sobre mí.

Después de que nuestros padres insinuaran que Beck estaba trabajando para ellos, y su
arrebato la otra noche sobre cómo había perdido lo más cercano que había tenido a
una hermana, investigué un poco. No es que haya encontrado mucho más allá de los
registros habituales de la universidad y la escuela.

No hay evidencia de una hermana real, ni de ningún otro hermano, pero no esperaba
que la hubiera, y cuando busqué posibles muertes en el área de Black Creek para ver
si podía encontrar a esta “hermana” de la que estaba hablando, fue como buscar una
aguja en un pajar. La cantidad de personas cada año que son atropelladas, disparadas
directamente o asesinadas al estilo de un asesinato, es impactante. Incluso cuando
busqué chicas adolescentes, suponiendo que esa era probablemente la edad que tenían
Beck y sus amigos cuando sucedió lo que sucedió, encontré demasiados casos
potenciales.

Honestamente, me enfermó ver a tantos niños asesinados sin sentido, todo en nombre
de las guerras de pandillas. Niños alcanzados por balas perdidas mientras jugaban, o
asesinados a tiros en su camino a casa desde la escuela. Incluso si tenían la suerte de
superar su infancia, por lo que pude ver, terminaron muriendo por la pandilla a la que
habían jurado lealtad. Todo parece una pérdida de vida sin sentido. Sin embargo,
parece que la policía se ha dado por vencida con la ciudad, sacando a sus hombres y
recursos de ella, y dejando que sus ciudadanos se las arreglen solos.

¿Así creció Beck? ¿Con muerte y peligro en cada esquina? No podía fingir la cruda
emoción que brotaba de él la otra noche cuando lo acusé de no saber el significado de
la familia. Nunca he experimentado una verdadera pérdida, pero solo tuve que mirarlo
a los ojos para ver que lo había hecho. Quienquiera que fuera su familia hecha a sí
misma, lo eran todo para él. ¿Es por eso que siguió buscándome cuando apareció por
primera vez? ¿Me vio como una especie de curita emocional que podría reducir el
dolor que estaba sintiendo? Simplemente no entiendo por qué vendría aquí, si no fuera
por dinero. Dice que fue para conocerme, pero no entiendo cómo podría ser así. No

78
soy nadie especial o importante. Entonces, ¿por qué se engañaría a sí mismo para
convertirse en un peón de nuestro padre solo para estar cerca de mí? No tiene sentido.

Sin embargo, viéndolo ahora mientras inclina la cabeza hacia atrás y se ríe de algo que
dice Mason antes de mirar a Hadley con lo que parece mucho amor en sus ojos,
parece relajado. Más él mismo de lo que nunca lo he visto. Sin sus trajes cargados y
lejos de la personalidad falsa que usa en el campus, se parece mucho más a uno de
nosotros.

Debe sentir que lo miro fijamente mientras mira por encima. Nuestras miradas se
encuentran por un segundo antes de separarme, tomando otro trago de mi cerveza,
pero en esa fracción de segundo, podría haber jurado que vi algo. Un raro momento de
vulnerabilidad o apertura. No estoy muy seguro, pero, ya sea que tuviera la intención
de mostrarme tanto o no, fue lo más abierto que ha sido conmigo. Por lo general, se
mantiene vigilado y cerrado, rara vez deja que alguien vea detrás de la máscara que
mantiene cuidadosamente. Hadley parece ser el único que lo ha visto de verdad.

"West." Cuando Cam me llama por mi nombre, me saca de mis pensamientos y me


enfoca de nuevo en la habitación y en lo que sea que estén hablando. "Diles cuánto te
gusta ir a nadar al lago en la cabaña".

Gimo, dando un falso escalofrío de horror mientras todos los demás se ríen. "No
podrías pagarme para volver a ese lago".

Siempre odié el lago. Odiaba el hecho de que no tuvieras idea de lo que estaba
nadando en el agua turbia debajo de ti. Podría haber cadáveres o cualquier cosa
simplemente descomponiéndose allí abajo. ¿Por qué alguien estaría de acuerdo con
nadar en eso?

Cam acercándose sigilosamente a mí y tirando de mí bajo la superficie fue la gota que


colmó el vaso. Juro por Dios que pensé que una anguila o algo se había apoderado de
mí y que iba a ahogarme y perderme para siempre en el sucio lecho del lago. Nunca
he estado más aterrorizado en mi vida. Extrañamente, nunca volví a poner un pie en el
lago después de ese día, y ahora recibo costillas sin piedad por ello.

"¿Qué pasa con el momento en el primer año en el que pensaste que tenías herpes?"
Sonrío, haciendo que la cara de Cam se enrojezca de vergüenza mientras me mira con
el ceño fruncido.

"Pensé que acordamos no volver a hablar de eso nunca más", sisea.

Me encojo de hombros mientras me río. Fue jodidamente divertido. Estaba


convencido de que su pene se iba a caer en cualquier momento. Teniendo en cuenta el
hecho de que era el primer año y las chicas acababan de empezar a mostrar interés en
todos nosotros, bueno, sobre todo en ellos, estaba jodidamente asustado.

Hadley jadea, su rostro se arruga con disgusto. "¿Tienes una ETS? ¡Eww, Cam, eso es
asqueroso!"

79
"No, no lo hizo", admito, viniendo a su rescate. "Resulta que tenía hiedra venenosa en
toda la basura de follar con una chica en los arbustos junto al edificio de
administración".

Todos se echan a reír. No importa cuántas veces mencionemos esta historia, sigue
siendo jodidamente divertida.

"Oh amigo, eso debe haber sido doloroso". Beck se ríe. "¿Estás seguro de que todo
sigue funcionando bien?"

"No te preocupes, viejo, todo está como nuevo", dice Cam, adoptando el apodo de
Mason para él. Se pone de pie y camina hacia nosotros. Levantando sus manos, abre
el botón superior de sus jeans. "¿Quieres verlo por ti mismo?"

Beck lanza sus manos para tratar de evitar que se acerque más. "Dios, no, te tomaré la
palabra".

La mirada de Cam cae sobre Hadley, la arrogancia arrogante cae de sus hombros
mientras el calor florece en sus ojos. Puedo sentir el cuerpo entero de Hadley tenso a
mi lado, reaccionando a cualquier momento que los dos estén compartiendo. No dura
más de unos segundos antes de que Cam tosa y baje la mirada, rompiendo cualquier
conexión que haya entre ellos. Sin embargo, no hay forma de que todos no
sintiéramos la tensión sexual calentando la habitación. Es solo cuestión de tiempo
hasta que follen y se reconcilien. Y, sorprendentemente, estoy de acuerdo con eso.

"¿Tienes algún recuerdo divertido de la infancia, Beck?" Hawk pregunta mientras


Cam regresa a su silla y se derrumba en ella, pareciendo de repente más retraído que
hace un minuto.

"Umm". Beck toca la etiqueta de su cerveza mientras reflexiona sobre la pregunta de


Hawk. Después de unos segundos, una sonrisa afectuosa crece en su rostro y se ríe.

"Hubo una noche en que mis amigos y yo logramos tener en nuestras manos uno de
los alijos de licor de nuestros padres. Solo teníamos once o doce años, así que nos
jodimos con media lata de cerveza".

Todos los chicos se ríen, todos hemos estado allí.

"Cain, siempre estaba haciendo cosas imprudentes. Estoy bastante seguro de que
pensó que estaría muerto antes de los veinticinco años". Hay una tristeza en su tono,
pero rápidamente se la sacude. "De todos modos, estábamos caminando por el
vecindario, pensando que éramos una mierda genial cuando Cain vio a un viejo
mercedes estacionado en la acera. Su padre acababa de enseñarle esa semana cómo
desactivar la alarma en uno y encender el motor para poder robarlo, y quería probarlo
por sí mismo. Por supuesto, ninguno de nosotros tenía ni puta idea de cómo conducir.
Un problema que no consideramos hasta que entramos y nos metimos con los cables".

"Estábamos los cuatro sentados en el auto, discutiendo qué hacer cuando se encendió
una luz dentro de la casa a nuestro lado. Bueno, estoy bastante seguro de que me
cagué en los pantalones". Todos se ríen de nuevo y tengo que admitir que estoy
bastante atrapado en la historia. Está a un millón de millas de distancia de la vida que

80
tuvimos mientras crecíamos. Claro, los chicos y yo nos teníamos el uno al otro y nos
metimos en alguna mierda, pero nunca nada ilegal. Fue lo único que nos inculcaron
desde pequeños: no involucrar a la policía en nuestras vidas. Pensamos que nuestros
padres simplemente no querían la mala publicidad, pero obviamente era más que su
posición social lo que les preocupaba.

"Así que me sumergí en el asiento delantero, prácticamente sentado en el maldito


regazo de Cain, mientras trataba de averiguar qué pedales hacían qué y rápidamente
salí corriendo por la calle. Menos mal que era automático o no habría tenido ni idea.
No es que fuera de mucha ayuda cuando apenas podía ver por encima del tablero.
Todavía no había tenido un crecimiento acelerado y una vez que Cain salió de debajo
de mí, estaba haciendo bien en ver por encima del volante. Estábamos dando vueltas
por todos lados, todos asustados de que quienquiera que estuviera en la casa nos
persiguiera".

"Recorrimos un par de calles antes de que accidentalmente rozara una motocicleta.


Entonces estábamos realmente jodidos. Menos de cinco minutos después, hubo un
rugido ensordecedor detrás de nosotros cuando una docena de motocicletas nos
persiguieron por el camino, disparándonos. Mierda, ya nos estábamos cagando en los
pantalones. No sabía qué carajo hacer. ¿Parar? ¿Seguir conduciendo? Estoy bastante
seguro de que estaba llorando como un bebé". Él se ríe. "Eventualmente golpearon
una de nuestras llantas y el auto giró, perdiendo el control. Todavía estábamos
aturdidos cuando arrancaron la puerta del auto y nos pusieron sus armas en la cara,
pero, mierda, la mirada de sorpresa cuando se dieron cuenta de que había un grupo de
niños en el auto. Creo que pensaron que era una pandilla rival tratando de enojarlos".

Hadley jadea mientras el resto de nosotros nos reímos. "¿Qué pasó?"

Beck se encoge de hombros. "Nos hicieron prometer que si alguna vez buscábamos
entrar en la vida, iríamos con ellos. Creo que quedaron impresionados con nuestra
imprudencia".

"Mierda, eso es una locura". Cam se ríe, mirando a Beck con lo que parece respeto, o
al menos una pequeña cantidad de admiración. No me sienta bien la facilidad con la
que los muchachos parecen dejarlo entrar en nuestro círculo. ¿Qué pasó con no
confiar en él? ¿Hemos terminado con eso en serio porque afirma que todo lo que está
haciendo es para protegerme?

Los seis hablamos un rato más, antes de que el cansancio comience a hacer efecto. Me
inclino, mi hombro roza el de Hadley mientras le susurro al oído: "Quédate conmigo
esta noche"

Nunca le he pedido a una chica que pase la noche conmigo, pero las cosas han estado
caóticas últimamente y ahora que está tan cerca, sentada a mi lado, no puedo soportar
la idea de que se vaya a dormir sola a su propia cama.

Sus ojos recorren mi rostro y una pequeña y tímida sonrisa cruza su rostro mientras
asiente. "Claro que lo haré".

Maldita sea, bueno, ahora que fui y le pregunté, terminé con el resto de esta noche. No
creo que nunca haya estado más listo para terminar el día e irme a la cama, pero la

81
idea de tener sus suaves curvas presionadas contra mí toda la noche hace que mis
pensamientos se dirijan por un camino sucio. Afortunadamente, no es mucho más
tarde cuando Beck se levanta para irse.

"Me quedaré aquí esta noche", explica Hadley cuando la mira.

Espero ver algo de celos o enojo por eso. La mayoría de las personas no estarían de
acuerdo con que su novia duerma en la casa de otro chico, especialmente cuando él
sabe muy bien que ella dormirá en la mía o en la cama de Mason, pero en cambio, casi
parece aliviado de escuchar eso.

"Bueno. Te veo el jueves."

Se inclina para darle un beso rápido antes de decirnos buenas noches al resto de
nosotros y salir.

Los otros muchachos comienzan a ordenar, colocando las botellas vacías junto al
fregadero.

"Bien, bueno, me voy a la cama", dice Hawk. "No uso audífonos ni escucho música
mientras duermo, y no voy a comenzar". Nos mira mal a cada uno de nosotros antes
de pasearse por el pasillo hacia los dormitorios. Cam se demora en el espacio entre la
sala de estar, donde Hadley y yo todavía estamos sentados, y el pasillo, mirando de un
lado a otro, sin saber qué hacer mientras Mason se une a nosotros en el sofá,
sentándose en el lugar vacante de Beck. Después de un tenso momento de incómodo
silencio mientras Cam debate qué hacer, toma una decisión, murmura un apresurado
buenas noches y pasea por el pasillo detrás de Hawk.

Hadley se muerde el labio inferior mientras lo ve desaparecer en su habitación. "¿Está


bien?" pregunta en voz baja después de escuchar el clic de la puerta de su habitación
cerrándose detrás de él.

"En realidad ha estado mucho mejor", le aseguro. "Ha dejado de beber y ha estado
yendo más a clase".

Parte de la tensión desaparece de sus hombros. "Él ya no sabe cómo actuar a mi


alrededor".

"Parecía estar bastante bien esta noche", agrega Mason.

"Cuando estamos todos juntos, él no es tan malo, pero cuando estamos solo nosotros
dos, es… incómodo". Ella suspira pesadamente. "Hablar con Cam solía ser tan fácil.
Lo extraño."

Entrelazo mis dedos con los de ella mientras Mason coloca su brazo sobre su hombro,
tirando de ella contra él.

"Volverás a eso", le prometo.

Por la forma en que me mira a los ojos, puedo decir que quiere creerme.

82
"Lo harás", está de acuerdo Mason. "Está en la forma en que te mira. Está luchando
consigo mismo porque no sabe cómo manejar la forma en que se siente, pero es una
batalla perdida. Solo dale algo de tiempo".

Hadley apoya la cabeza en su hombro y los tres nos sentamos en un cómodo silencio
por un momento, cada uno de nosotros perdido en nuestros propios pensamientos
hasta que Mason bosteza, sobresaltándonos mientras Hadley y yo bostezamos por
reflejo.

"Bueno, me voy a la cama", anuncia Mason, mirando a Hadley. "¿Con cuál de


nosotros te quieres acostar?"

"Iba a acostarme con West, ¿está bien?" De repente se ve nerviosa y no me gusta ver
esa expresión en ella. No tiene por qué estar nerviosa. No es que Mason o yo
realmente hayamos hablado de eso, pero nuestra dinámica con Hadley se siente bien.
Así es como siempre tuvo que ser.

Mason mete su dedo debajo de su barbilla, levantándolo para que ella lo mire a los
ojos. "Por supuesto que está bien, Pequeña Guerrera. Nunca tienes que avergonzarte
de pasar tiempo con uno de nosotros o con Beck". Él le da un beso en los labios y sus
manos suben para deslizarse por su cabello, sosteniéndolo contra ella mientras lo
profundiza.

Probablemente sea espeluznante que esté sentado aquí viendo a mi mejor amigo y a
mi novia chupándose la cara, pero hace demasiado calor como para apartar la mirada.
Verlos perderse el uno en el otro es cautivador.

Ambos están sin aliento cuando se separan, sus labios hinchados.

"Buenas noches, pequeña guerrera", murmura Mason antes de ponerse de pie y


sonreírme antes de salir de la habitación.

"¿Lista para dormir?" pregunto, incapaz de apartar los ojos mientras la lengua de
Hadley se extiende para lamer su labio inferior, probablemente saboreando los últimos
restos de Mason en su piel.

Maldita sea, eso no debería estar caliente. Tengo curiosidad por saber a qué sabe él,
mezclado con ella, y antes de que pueda dudar de mí mismo, me inclino hacia
adelante y capturo su labio inferior con mis dientes, chupándolo en mi boca. "Mmm."
Suelto su labio con un chasquido, observo cómo sus pupilas se dilatan y sus ojos se
agrandan, sus mejillas y su pecho sonrojados por la necesidad.

"Vamos, Luciérnaga, hora de dormir". Tomando su mano en la mía, la llevo al


dormitorio. Vacilo fuera de la puerta, la idea de llevarla a mi espacio personal me pesa
más de lo que pensaba. Es estúpido. Sé que ha estado aquí antes cuando se coló en
nuestro apartamento, pero de alguna manera, esto se siente diferente. Nunca he traído
a otra chica a mi habitación. Nunca invité a nadie más que a los chicos de aquí. No es
que sea algo especial o particularmente personal, pero es mi espacio, donde vengo a
desconectarme del mundo. Érase una vez, mi habitación era el único lugar al que
podía ir y sentirme cómodo en mi propia piel. Donde mi padre no me juzgaba por no
ser lo suficientemente fuerte, lo suficientemente hombre, lo suficientemente

83
aficionado. A pesar de saber que puedo ser quien quiera ser en esta escuela y nadie se
atrevería a decir nada, mi habitación sigue siendo ese espacio seguro para mí, y dejar
entrar a alguien nuevo es desconcertante.

Ella aprieta suavemente mi mano en la suya en un gesto reconfortante, y tomo un


poco de fuerza de eso, giro la manija y abro la puerta de mi santuario.

Encendiendo la luz, ilumina una habitación verde bosque. Tengo un escritorio grande
que cubre una pared, con varias pantallas de computadora cubriéndolo, junto con
varias piezas de hardware y otros elementos técnicos. Una gran cama tamaño king
está en el medio de la habitación, ocupando la mayor parte del espacio, y tengo un
librero, una silla de lectura y otro escritorio con todas mis cosas escolares esparcidas
al otro lado de la habitación.

Una gran ventana, frente a la cama, da al bosque que corre a lo largo de la parte
trasera de los dormitorios y el comedor. Me acerco, tiro las persianas, ordeno el
escritorio y cualquier otro desorden que pueda meter en los cajones (probablemente
debería haberlo ordenado antes de pedirle que se quede a pasar la noche) hasta que
siento una cálida palma en mi espalda.

Con el libro en la mano, me vuelvo para mirar a Hadley. Se ve tan hermosa, de pie allí
solo con su sostén deportivo y sus mallas ajustadas.

"¿Puedo tener un top o algo para dormir?" ella pregunta.

"Sí, por supuesto." Dejo caer el libro en mi mano y cruzo la habitación hacia mi
cómoda, sacando una camiseta y entregándosela. No sé por qué me siento tan
incómodo. No es que no hayamos estado solos antes. La he visto desnuda y
corriéndose sobre mi pene y el de Mason por el amor de Dios, ¿pero no puedo
soportar que esté en mi habitación? ¿Qué demonios es lo que me pasa?

Ella sonríe suavemente mientras toma la camiseta de mi mano extendida antes de


girarse y moverse hacia la cama. De espaldas a mí, se quita el sostén ceñido a la piel
mientras yo me quedo deslumbrado como un jodido idiota hasta que se quita la
camiseta por la cabeza y me corta la vista.

Enganchando sus pulgares debajo de la parte superior, mueve su trasero de una


manera tentadora que hace que mi pene se endurezca, hasta que sus mallas se
despegan de sus piernas. Se quita las desgastadas zapatillas deportivas, se las quita y
me mira por encima del hombro. "¿Nos metemos en la cama o qué?"

Cuando no respondo, incapaz de hacer nada más que mirarla parada allí, usando solo
mi camiseta que casi llega a la parte superior de sus muslos, brindándome una vista de
primera fila de sus piernas largas y tonificadas, un pequeño sonrisa adorna sus labios.

"West", ella persuade suavemente, "¿de qué lado de la cama duermes?"

"Oh." Aparto mis ojos de sus piernas, levantando lentamente mi mirada hasta que
estoy mirando su rostro. "El lado derecho."

84
Quita las sábanas del lado izquierdo y se desliza entre las sábanas, luciendo como
todos los sueños húmedos que he tenido sobre ella en mi cama.

"Bueno, ¿vas a unirte a mí o simplemente te quedarás de pie y me mirarás toda la


noche?" Sus palabras y su sonrisa tentadora me empujan a la acción mientras
rápidamente me quito la blusa y los jeans y, usando solo mis bóxers, me subo a su
lado.

"¿Por qué estás tan nervioso?" pregunta, acercándose más a mí hasta que la piel
desnuda de sus brazos y piernas se presiona contra la mía. El calor se irradia desde
donde nuestros cuerpos se tocan, haciendo que se me ponga la piel de gallina. ¿Cómo
es que ella tiene tal efecto en mí? Nunca antes había estado tan nervioso o incómodo
con una chica. Me gusta ser el que está a cargo. Si me acuesto con una chica, entonces
soy yo quien hace las reglas y le dice qué hacer, pero no siento nada de mi confianza
habitual en este momento.

"No lo sé", admito. "Nunca he tenido una chica aquí antes".

Poniéndose de rodillas, levanta su pierna sobre la mía, hasta que está sentada en mi
regazo y, mierda, se siente fantástica con su cálido y húmedo coño presionando contra
mi pene tenso, nada más que la fina tela de sus bragas y mis calzoncillos
separándonos.

"Me gusta eso", murmura, arrastrando sus dedos sobre mi pectoral. No tengo nada del
músculo que tienen Mason o Beck, o incluso Cam. Soy mucho más delgado, y solo
puedo imaginar lo que está pensando cuando me mira.

Levantando la mirada, me mira a los ojos. "Me gustas tal como eres."

"¿No desearías que yo fuera más un luchador como Mason?" Medio bromeo, de
repente sintiéndome cohibido. No solo estoy construido de manera completamente
diferente a Mason, sino que también pienso y me comporto de manera diferente a él.
Probablemente no podríamos ser más opuestos.

"Te pareces más a Mason de lo que crees". Sus palabras me toman por sorpresa, y
debe verlo en mi rostro cuando explica: "Donde Mason usa sus puños, tú usas tus
palabras para destripar a tu oponente. Veo en ti la misma oscuridad que en Mason;
simplemente se manifiesta de manera diferente. Sin embargo, eso es bueno, significa
que la gente te subestima. Creen que no eres capaz de destruirlos, pero no se dan
cuenta de que tu lengua afilada puede hacer más daño que una patada giratoria".

Mi mano se desliza en su cabello mientras me inclino hacia adelante, presionando mis


labios contra los suyos. Puedo sentir sus uñas clavándose en la carne suave de mi
pecho mientras tiro de su cinta para el cabello hasta que su cabello cae sobre sus
hombros en mechones largos y ondulados.

Mi otra mano se desliza debajo de su camiseta, deslizándose por la suave y cálida piel
de su espalda y presionándola más firmemente contra mí. Ella se muele contra mi
pene y yo gimo en su boca mientras ella suspira, nuestras lenguas se deslizan una
sobre la otra. Sabe a todo lo que nunca supe que necesitaba, y no puedo tener
suficiente de ella.

85
Eventualmente, la empujo hacia atrás, rompiendo nuestro beso a pesar de que mi pene
empieza a protestar, y Hadley me mira confundida.

"No te pedí que te quedaras a dormir para que pudiéramos tener sexo. Solo quería
pasar la noche contigo".

Ella sonríe seductoramente. "Le pateé el trasero a Hawk esta noche, por segunda vez",
dice, confundiéndome sobre por qué está mencionando a su hermano en este
momento.

"¿Sabes lo que me gusta hacer después de una pelea?" Se muerde el labio


seductoramente, arrastrando sus dedos por mi pecho. "Me gusta follar".

86
Capítulo 9:
Hadley
En el momento en que las palabras salen de mi boca, mi visión se inclina, y lo
siguiente que sé es que estoy boca arriba con el cuerpo delgado de West encajado
entre mis muslos y su erección presionada perfectamente contra mis bragas mojadas
mientras se cierne sobre mí.

"Tú lo pediste, Luciérnaga", gruñe en un tono oscuro y seductor que me tiene


moliendo descaradamente contra él. "Sin embargo, vas a tener que estar callado, a
menos que quieras que tu hermano entre aquí antes de que pueda hacerte ver las
estrellas. ¿Puedes hacer eso?"

Me inmoviliza con una mirada seria. Este es West al que le gusta tener el control. El
que manda a puerta cerrada. Verlo volverse todo alfa y tomar el control solo me pone
más húmeda mientras asiento con la cabeza, mordiéndome el labio inferior. Ya estoy
reprimiendo un gemido y él apenas me ha tocado.

Obtiene una mirada feroz en sus ojos ante mi obediencia antes de recorrer lentamente
su mirada sobre mi cuerpo, como si tratara de decidir por dónde debería empezar.
Tirando de mi blusa, me incorporo un poco para que pueda quitármela, y él hace lo
mismo con mis bragas, hasta que quedo desnuda en la cama para que él se deleite con
la vista.

Su lengua corre a lo largo de su labio inferior mientras sus pupilas se dilatan, y sus
manos se arrastran por mis caderas y mi estómago antes de agarrar mis tetas,
empujándolas y apretándolas.

Mi cabeza cae hacia atrás y se me escapa un pequeño gemido, ya que me olvidé de mi


promesa de guardar silencio.

Una fuerte bofetada en mi pezón me hace jadear, y miro fijamente a West. Me da una
mirada de amonestación mientras masajea el lugar que acaba de abofetear, y aunque
se suponía que era un castigo, no puedo evitar la forma en que mis ojos se ponen en
blanco cuando la punzada de dolor va directo a mi clítoris.

"Tendré que parar si no puedes quedarte callada", gruñe en advertencia.

Mierda, no. Él no puede parar.

Muerdo mi labio inferior, más que dispuesta a hacerme sangrar si eso significa que
seguirá haciendo que mi cuerpo cobre vida bajo su toque. Sus manos se deslizan por
mi torso y sobre mis muslos antes de empujarlos más lejos.

"Mierda, ya estás goteando sobre mis sábanas, Luciérnaga".

Tan pronto como sus dedos tocan mi clítoris, salto de la cama, ya tan sensible y
ansiosa por él.

87
Se ríe sombríamente, complacido con mi reacción. Con una mano presionada contra la
parte inferior de mi abdomen, inmovilizándome en mi lugar, su otra mano se arrastra a
través de mi humedad antes de insertar dos dedos en mí, haciendo que mi espalda se
arquee mientras aprieto las sábanas y me muerdo el labio con más fuerza.

Prácticamente estoy vibrando con la necesidad de correrme mientras él lentamente


desliza sus dedos dentro y fuera de mí, volviéndome salvaje mientras me empujo
contra él. Se necesita todo en mí para quedarme quieta, solo aumentando mi deseo.

Cuando presiona su pulgar contra mi clítoris, exploto como una bomba. La sangre
inunda mi boca mientras perforo la piel con mis dientes, pero apenas siento el escozor
mientras el placer atraviesa mi cuerpo, mis piernas ya tiemblan.

West no me da la oportunidad de recuperarme, y todavía estoy sintiendo las réplicas


de mi orgasmo cuando empuja sus bóxers por sus piernas y, en un movimiento rápido,
se estrella contra mí.

Puedo sentirme espasmódica a su alrededor y mi boca se abre cuando toca fondo, la


punta de su pene golpea contra mi cuello uterino. "Ohh", gimo, perdiendo cualquier
tipo de control que tenía sobre mi capacidad para permanecer en silencio. Mi cerebro
está confuso con la oleada de hormonas de mi clímax, y todo pensamiento racional ha
abandonado el edificio.

Desafortunadamente, West no ha olvidado las reglas, y tan rápido como su jodido y


asombroso pene se me clava, se retira, dejándome con una sensación de vacío.
Gimoteo ante la repentina pérdida, abrasándolo con una mirada suplicante.

"Si no puedes quedarte callada Luciérnaga, tendré que parar", amenaza, mientras pasa
la cabeza de su pene arriba y abajo por los labios de mi coño, untando mis jugos y
provocándome. "¿Quieres que me detenga?" Presiona la punta de su pene contra mí ya
altamente sensible clítoris, y no puedo hacer nada más que negar con la cabeza. "¿Te
vas a quedar callada?"

Asiento con la cabeza esta vez, rogándole en silencio con mis ojos que empuje su
pene dentro de mí y me haga desmoronarme.

"Buena chica", ronronea, moviendo ligeramente sus caderas para provocarme antes de
empujar su camino de regreso. Nunca rompe el contacto visual conmigo, su intensa
mirada me mantiene como rehén mientras acelera el ritmo, persiguiendo su liberación.
Envuelvo mis piernas alrededor de su estrecha cintura, mi talón se clava en su trasero,
incitándolo mientras corro hacia la luz.

Mi coño se contrae y mi espalda se arquea mientras empuño las sábanas. Puedo


sentirlo, ese intenso endurecimiento en la parte inferior de mi vientre, y sé que, a pesar
de mi promesa de guardar silencio, no voy a poder hacerlo.

West también debe sentirlo, mientras su mano se cierra sobre mi boca, silenciando mi
grito mientras una onda expansiva explota desde mi centro, corriendo a través de mis
nervios hasta los dedos de mis pies.

88
Jadeando pesadamente, apenas puedo moverme, cuando de repente soy arrojada sobre
mi estómago, sus uñas se clavan en la suave piel de mis caderas mientras las levanta
de la cama, alineándome antes de que se estrelle contra mí. Entierro mi cara en la
almohada, silenciando mis gemidos mientras él me golpea a un ritmo implacable,
enviándome rápidamente hacia mi tercer puto orgasmo de la noche.

Esta vez, se lanza desde el acantilado conmigo, gruñendo su liberación cuando su


semen golpea mis paredes internas, antes de empujarme hacia la cama junto a él.

"Mierda", jadea sin aliento mientras me toma en sus brazos. Él planta un beso feroz en
mis labios, su lengua se abre paso a través de mis dientes, y lo chupo con avidez en mi
boca mientras nuestras lenguas chocan entre sí.

A pesar de lo agotada que estoy, puedo sentir mi cuerpo preparándose para la segunda
ronda cuando él se separa, saltando de la cama para tomar algunos pañuelos y toallitas
húmedas para que podamos limpiarnos. Tirando los pañuelos usados a la basura,
vuelve a meterse en la cama, colocando sus anteojos en la mesita de noche antes de
volver a envolver sus brazos alrededor de mí para que pueda descansar mi cabeza en
su hombro, nuestras piernas entrelazadas. Una felicidad cansada y nublada por el sexo
nos rodea mientras el sueño me sumerge, arrastrándome hacia el olvido.

***

Me despierto temprano a la mañana siguiente, como de costumbre, exactamente en la


misma posición en que me quedé dormida; los dos debemos haber dormido como
muertos.

Mirando a West a través de mis pestañas, todavía está fuera de combate. Su rostro está
relajado, sin la habitual dureza marcando sus rasgos. Se ve tan tranquilo, como si no
tuviera ninguna preocupación en el mundo. Desearía que ese fuera el caso.

Con cuidado, me desenredo de él y salgo de entre las sábanas, tirando de la camiseta


desechada que me dio anoche antes de salir de la habitación.

Lo sorprendente de dormir aquí, y lo mismo en lo de Beck, es que no tengo que


hacerme parecer semihumano antes de cafeinar mi sistema, por lo que no importa que
mi cabello se parezca al de una medusa o que tenga una sensación aterradora
descansando a primera hora de la mañana.

En todo caso, Mason parece encontrarlo divertido, ya que se ríe entre dientes cuando
entro en la cocina, para nada disuadido por el ceño oscuro que lanzo en su dirección.

"¿No eres un espectáculo para los ojos por la mañana?" Él ríe.

Está sentado en los taburetes de la barra, bebiendo su propia taza de café recién hecha,
pero antes de que pueda arrojarle algo a la cabeza, se levanta y me agarra una taza,
llenándola para mí mientras tomo asiento a su lado.

89
"Mmm", gimo mientras envuelvo mis manos alrededor de la taza caliente y tomo un
sorbo de la fuerza vital caliente que contiene.

"¿Te divertiste anoche?" pregunta con una sonrisa de complicidad, lanzándome un


guiño sucio mientras pongo los ojos en blanco.

"Yo no beso y digo".

Él se burla. "Estoy bastante seguro de que estabas haciendo mucho más que solo
besarte anoche".

Lanzándole una mirada sucia, gruño: "¿Qué estabas haciendo, parado en la puerta
escuchándonos?"

Él echa la cabeza hacia atrás y se ríe. "Ojalá, nena. Si hubiera escuchado esos dulces
gemidos provenientes de tus labios, no habría podido evitar convertir tus dos caminos
en tres".

Maldita sea. Habría estado totalmente de acuerdo con eso.

"En cambio, me conformé con masturbarme con la idea de esa boca caliente tuya
subiendo y bajando sobre mi pene".

Mierda, va a tenerme mojada y necesitada incluso antes de que haya desayunado.

Su mirada se concentra en mis labios mientras mi lengua sale sin darse cuenta,
haciéndolo gemir.

"Sal de la cuneta, pequeña guerrera", murmura, como si yo fuera la única cuyos


pensamientos se habían desviado a un lugar sucio. "Tu hermano estará aquí en
cualquier momento. Vamos al gimnasio, ¿quieres venir?"

Tomo otro sorbo de mi café mientras pienso en su oferta. Anoche logré satisfacer mis
impulsos por ahora, y honestamente, todavía estoy un poco adolorida por la pelea, sin
mencionar el delicioso dolor entre mis muslos de West anoche. "No, estoy bien. Creo
que me quedaré aquí, ¿si está bien?"

"Por supuesto. Puedes venir en cualquier momento. Te daría una llave, pero
aparentemente puedes entrar tú misma".

Hawk entra tranquilamente en la cocina, todavía con ojos cansados con su equipo de
gimnasia. "Buenos días", se queja mientras se sirve un café y se sienta en el lado
opuesto de la isla.

"Es bueno ver que te ves tan mal por la mañana como yo". Sonrío dulcemente,
sintiéndome más viva ahora que he terminado mi primera taza del día.

Masón se ríe. "Ja, ¿crees que Hawk es un malhumorado gruñón durante el día?
Deberías ponerte en su lado malo a primera hora de la mañana".

90
"Cállate, idiota", gruñe Hawk, tomando un gran sorbo de su café. "Es una maldita
hora impía del día para estar despierto. ¿Por qué vas al gimnasio tan temprano? "

"¿Por qué aceptaste venir entonces?" Mason responde, sin inmutarse por lo que
supongo que es la típica naturaleza cascarrabias de Hawk por la mañana. "Podrías
haber dicho que no".

"Debo haber estado borracho. Todavía está jodidamente oscuro afuera. Ningún ser
humano debería levantarse antes que el sol".

Alguien claramente no es una persona mañanera. Puede parecer que la muerte se


calentó a primera hora de la mañana, pero definitivamente soy madrugador como
Mason. Me encanta levantarme antes que los demás y ver cómo el mundo cobra vida a
mi alrededor. Tal vez sea porque pasé tantos años encerrada en el complejo, apenas se
me permitía experimentar gran parte del mundo exterior, pero ahora que soy libre de
hacer lo que me dé la gana, quiero absorber cada segundo.

Comparto una mirada con Mason mientras pone los ojos en blanco ante la actitud
enojada de Hawk.

"Asegúrate de obtener toda la información que necesites de West hoy", me recuerda


Hawk. "Ahora que hemos anunciado el segundo mes de no elegir chicas, van a estar
en busca de sangre".

"Genial", gruño sarcásticamente.

Supongo que tendré que mostrarles a las chicas mimadas de Pacific Prep exactamente
cómo van a funcionar las cosas bajo mi reinado.

Es probable que haya suciedad en cada chica aquí, solo es cuestión de encontrarla.
Espero que quien sea que los muchachos obtengan su información tenga suficiente
para que yo logre esto, de lo contrario, me quedaré sin ideas. No tengo la primera idea
de cómo hacerme amigo de estas chicas, o hacer que hagan lo que digo, así que no
hay posibilidad de que pueda ganarme el cariño de ellas para que acepten que la
tradición de la chica del mes ha terminado.

Dejo escapar un suspiro de frustración cuando Hawk continúa mirándome fijamente.


"Lo haré", le aseguro.

Puede que sea un trabajo que me importe una mierda, pero haré lo que sea necesario
para parecer útil a nuestros padres y evitar cualquier reacción violenta contra
cualquiera de los chicos.

Aparentemente satisfecho, asiente, bebiendo lo último de su café antes de ponerse de


pie.

"Bien, ¿nos vamos?" le pregunta a Mason.

"Seguro."

91
Mientras Hawk camina hacia la puerta, Mason entra, plantando un beso rápido y
abrasador en mis labios, dejándolos hormiguear cuando los dos salen del apartamento.

Una vez que estoy sola, giro lentamente en mi taburete, observando mi vista de la
cocina y la sala de estar desde aquí mientras reflexiono sobre qué hacer conmigo
misma. Todavía tenemos varias horas antes de bajar a desayunar. No sé a qué hora se
levantan West o Cam, pero supongo que Cam es el tipo de persona de última hora. Me
imagino que a West le gusta tomarse su tiempo, por lo que probablemente estará
despierto en una hora más o menos.

Me levanto, refresco mi café de la cafetera y me dirijo a la sala de estar y me acurruco


en un extremo del sofá frente al televisor. Tomando el control remoto, navego por
algunos canales antes de encontrar algo que parece medio decente para ver.

Ni siquiera podría decirte la última vez que me senté y me desplacé a través de varios
canales de televisión. Ver televisión no era algo que tuviéramos la oportunidad de
hacer en el complejo. Ocasionalmente ponían una película como recompensa, pero era
una vez al año en el mejor de los casos. Después de que logré escapar, viví
principalmente en las calles durante las pocas semanas antes de comenzar aquí. Hubo
un par de noches en las que busqué un motel que a veces venía con un televisor, pero
la mayor parte del tiempo tenía que conservar cada centavo que tenía. Me tomó más
de un año ahorrar ese dinero y poner todo en orden para mi gran escape. No podía
simplemente tirarlo por el bien de una cama dura y llena de bultos por una noche.

Recostándome contra los cojines, todo mi cuerpo se relaja mientras me sumerjo en un


programa policiaco en el que una mujer ha sido asesinada y los detectives corren en
círculos tratando de averiguar quién lo hizo. Es dolorosamente obvio que el tipo mató
a su esposa; cómo la policía no puede ver eso está más allá de mí.

Aunque, quienquiera que sea el productor del programa, claramente no sabía nada
sobre lo que sucede cuando le cortas la garganta a alguien. La mejor manera es
pararse detrás de la persona. De esa manera, tienes la fuerza necesaria para atravesar
su garganta con el cuchillo. No es un trabajo fácil cortar toda esa piel, músculo y
cartílago, especialmente si quiere estar seguro de que se desangrarán rápidamente y no
obtendrán una segunda oportunidad de vida durante el tiempo suficiente para llamar a
la policía después de que se haya ido. Además, evita que te satures completamente de
sangre, lo que siempre es una victoria.

Pero por lo que parece, el tipo de este programa de televisión apenas rozó a la mujer
muerta, y el ángulo de la herida no está bien para alguien de su altura. Es ridículo lo
inexacto que es todo.

Mi estómago gruñe cuando el programa llega a su fin media hora más tarde:
finalmente atraparon al tipo, pero lo que me tomó dos minutos reconstruir les tomó
todo el episodio de cuarenta y cinco minutos para averiguarlo.

Cuando mi estómago gruñe de nuevo, me doy cuenta de que no voy a poder esperar
hasta el desayuno, y decido que es necesario hacer una redada en la despensa de los
chicos. Ya es bastante malo que tenga que sentarme y que me miren boquiabierto
todas las mañanas mientras desayuno. Si entro allí con hambre y alguien me molesta,
solo causará más problemas que ninguno de nosotros necesita.

92
Capítulo 10:
Cam
Tal vez sea saber que Hadley está durmiendo a pocos metros de mí; que solo una
delgada pared me separa de ella, pero estoy despierto al culo del maldito amanecer.
Doy vueltas y vueltas por un rato antes de finalmente rendirme y decidir que mejor
me levanto, poniéndome un par de sudaderas y una camiseta antes de salir de mi
habitación.

Mientras camino hacia la cocina, me detengo, observo a Hadley mientras se agacha


para alcanzar algo del armario, su trasero firme en el aire, actuando como una bandera
roja para un toro mientras mi pene se endurece con mi sudor.

Me quedo de pie y la observo, algo que se ha convertido en mi norma, incapaz de


apartar los ojos de ella. No importa si ella solo está sentada y estudiando,
interactuando con los chicos o si se la folla. Aparentemente, me he convertido en un
jodido pervertido y la veré hacer casi cualquier cosa.

He perdido la cuenta de la cantidad de veces que me he masturbado con la imagen de


Mason follando mientras West estaba detrás de ella, tirando de su cabello. Es lo más
caliente que he visto desde que la vi correrse sobre mi pene, el segundo video más
reproducido en mi banco de azotes.

Ella no se da cuenta de mí mientras levanta un tazón de la alacena, poniéndose de pie.


Lo único que lleva puesto es una camiseta de gran tamaño que apenas cubre su
trasero, muy probablemente de West, si el golpe de su cabecera contra nuestra pared
contigua es una indicación de con quién pasó la noche.

Estoy feliz por él. Sé que West ha tenido problemas en el pasado cuando se trata de
chicas y sexo, así que si puede encontrar a alguien con quien pueda ser él mismo en el
dormitorio, entonces eso es genial, pero eso no significa que no esté celoso.

La forma en que la parte superior se adhiere a las curvas de su culo la hace ver
absolutamente follable, y a pesar de que me reprendo mentalmente para calmarme, es
tan duro como una piedra en mis pantalones. No es raro que ocurra cuando Hadley
está cerca, pero seguro que no es cómodo, y masturbarse con la imagen de ella es un
sustituto de mierda para la cosa real.

Ni siquiera recuerdo haberme movido, pero lo siguiente que sé es que estoy de pie
junto a la isla en la cocina, lo suficientemente cerca como para que su abrumador
aroma me inunde, inundando mis sentidos. La combinación de vainilla, miel y sexo es
embriagadora, y se me hace agua la boca al pensar en saborearla de nuevo, mi pene se
contrae para recordarme su presencia y asegurarme de que no me haya olvidado de él
y sus necesidades.

Como si pudiera olvidar lo jodidamente mucho que quiero que me entierren las bolas
profundamente en ese apretado coño, que grite mi nombre mientras sus jugos gotean
por mi pene.

93
Al sentir a alguien detrás de ella, se da la vuelta para mirarme, con los puños
apretados con fuerza como si estuviera a punto de golpearme. ¿Por qué eso solo hace
que mi pene se esfuerce más para llegar a ella? Estoy a punto de correrme en mis
pantalones como una puta virgen.

Sus ojos se abren con sorpresa y deja caer los puños.

"¿Qué estás haciendo arrastrándote sobre mí?" ella chasquea, pero no hay calor detrás
de sus palabras.

"Lo siento", murmuro distraídamente, mi atención se centró en donde sus pezones se


asomaban a través de su camisa. ¿Está tan excitada como yo en este momento?

No sé si ella puede leer algo en mi expresión, o ver la evidente erección en mis


pantalones, pero sus pupilas se dilatan.

"¿Cam?" Su voz es entrecortada. Hay tanta confusión, vacilación y calor en esa sola
palabra. No puedo culparla por estar confundida e insegura. Desde que abrí mi boca
gorda y dije su nombre en el comedor, todo ha estado tan jodido. No puedo creer que
haya sido tan estúpido como para pensar que eso no cambiaría las cosas. ¿Cómo no vi
que eso es lo último que ella hubiera querido? Estaba tan ocupado pensando en
reclamarla públicamente y presumirla para que todos los demás imbéciles en este
lugar supieran mantener sus manos alejadas de ella, que no pensé en lo que ella
quería.

Su lengua sale para correr a lo largo de su labio inferior. No hay forma de que ella no
sienta lo que sea que es esto entre nosotros, ¿verdad? Incluso cuando estaba furioso
con ella, queriendo enterrarla tres metros bajo tierra, pensando que se estaba tirando a
mi padre, todavía no podía ignorar lo mucho que la deseaba.

Pero a pesar de lo intensa que es esta química entre nosotros, ella todavía no debería
querer tener nada que ver conmigo. Después de lo que le hice... Lo que mi padre le ha
hecho. Por mis venas corre la misma sangre que por las suyas. Ya no es rojo brillante
y fluido, sino negro y lento, como el alquitrán. Está enferma y contaminada,
envenenada por generaciones de odio malicioso y codicia. La sangre de Rutherford
está infectada. Estoy infectado. Enfermo hasta la puta médula. Debería venir con una
maldita señal de peligro.

"Basta", dice bruscamente, de alguna manera capaz de decir que mis pensamientos
están fuera de control. "Estoy harto de verte ahogarte en el odio hacia ti mismo".

"Tú también lo harías si tu familia fuera tan atroz como la mía".

Ella da un paso hacia mí, cerrando la distancia entre nosotros.

"No puedes ser responsable de las acciones de nadie más que de las tuyas". Su tono es
suave pero insistente, y puedo ver la verdad de sus palabras en sus ojos. "En cuanto a
tus propias acciones… tienes que aprender a vivir con ellas. Ya te he perdonado, pero
tienes que perdonarte a ti mismo".

94
"Yo no…" me interrumpo, suspirando mientras niego con la cabeza. "¿Cómo?" No sé
cómo seguir adelante con lo que hice. No entiendo cómo puede perdonarme. Por lo
que puedo decir, no hay nada dentro de mí digno de perdón.

"He hecho cosas mucho peores de las que puedas imaginar", murmura. "Las razones
detrás de tus acciones son lo que importa. El tuyo vino de un lugar de dolor; los míos
eran para sobrevivir. Hacemos lo que tenemos que hacer, para arañar algún tipo de
existencia para nosotros mismos, y esperamos poder vivir con las consecuencias de
nuestras decisiones. Necesitas aprender a aceptar todo lo que ha sucedido y seguir
adelante con tu vida. No te hace ningún bien a ti, ni a nadie más, ahogarte en todo
esto".

Si bien hay tristeza en sus ojos, está claro que, sea lo que sea que haya hecho, no se
arrepiente de sus acciones. Aunque me resulta imposible creerle. Claro,
probablemente tuvo que hacer algo jodido para salir adelante, ¿y quién puede
culparla? Pero no hay forma de que sea tan malo como en lo que están involucrados
nuestros padres; lo que mi padre le ha hecho. Al igual que no creo completamente que
ella vino aquí para matarme. Son solo palabras que dijo para tratar de hacerme sentir
mejor, para tratar de aliviar mi culpa, y aunque aprecio su esfuerzo, no es necesario.

Extiende la mano, entrelazando nuestros dedos, su palma descansando en el dorso de


la mía. "Puedo pensar en cosas mucho mejores que podríamos estar haciendo con
nuestro tiempo, en lugar de odiarnos unos a otros", susurra en un ronroneo bajo y
seductor, mirándome a través de sus pestañas, una sonrisa tímida bailando a lo largo
de sus labios deliciosos.

Lentamente dirige nuestras manos hacia el dobladillo de su camisa, usando su agarre


para colocar mi mano sobre su coño para que lo ahueque.

Gimo al encontrarla desnuda y mis dedos se curvan instintivamente, deslizándose a


través de su humedad, provocando un gemido desde el fondo de mi garganta. Ya está
jodidamente empapada, y no recuerdo haber necesitado nunca a alguien de la forma
en que sufro por ella. Mis bolas están azules y listas para caerse, no me impresiona en
lo más mínimo que me hayan negado su dulzura durante tanto tiempo.

Ella empuja contra mis dedos hasta que los enrosco hacia arriba, tanto sus dedos como
los míos deslizándose en su apretado canal. Sus labios se separan en un jadeo
entrecortado, y miro paralizada el brillo de la humedad en su labio inferior mientras
me deslizo más profundamente en ella, sintiendo sus paredes espasmódicas a nuestro
alrededor.

Quiero esto, ella, tanto, pero la incredulidad de que ella pueda quererme después de
todo hace que mis dedos se detengan dentro de ella, incluso cuando mi pene
prácticamente grita en mi oído por poner fin a esto cuando estaba tan cerca de llegar a
donde ha estado muriendo por ir durante meses.

"Ya tienes los otros. ¿Por qué me necesitarías?"

Sus ojos van y vienen entre los míos, una rara vulnerabilidad se apodera de sus rasgos.
Camina con paredes tan altas y gruesas que nada podría atravesarlas, pero en este
momento me está dejando ver una parte de sí misma que no le muestra a mucha gente.

95
De hecho, cuando recuerdo su actitud cautelosa y de alambre de púas cuando llegó
por primera vez a Pac, no estoy seguro de que dejara que alguien se acercara a ella
antes de que apareciera aquí.

"Ninguno de ellos eres tú", dice en un susurro silencioso, mirándome profundamente a


los ojos y dejándome ver cuánto quiere decir lo que dice. "Constantemente me
recuerdas por lo que he estado luchando. Cuando encontré la fuerza para escapar de
Lawrence, todo mi enfoque estaba en la supervivencia, pero me mostraste lo que es
vivir. Las noches que pasamos en el comedor, cuando me contaste todo lo que tú y los
chicos solían hacer cuando eran niños, me hizo darme cuenta de lo que me había
estado perdiendo toda mi vida. Anhelaba ese sentido de pertenencia, de tener
amistades y sentir esa lealtad profundamente arraigada que ustedes cuatro comparten".

"Fuiste el primero en verme. Para hacerme reír y olvidar el pasado oscuro del que huía
y el futuro incierto al que me dirigía. Contigo, pude simplemente vivir el momento y
disfrutarlo".

"Extraño eso. Te extraño. Extraño la forma en que tu toque quema mi piel y enciende
un fuego en mi alma. Quiero sentir eso de nuevo. No quiero pasar otro día sin ti."

Bueno, fóllame en carne viva y mea en mi tumba. ¿Qué diablos se supone que debo
decir a eso?

No hay nada que pueda decir. No puedo hacer nada más que darle exactamente lo que
quiere. Con mis dedos aun profundamente en su coño, los flexiono, presionando
contra su sensible manojo de nervios. Eliminando la última distancia entre nosotros,
mi pecho empuja contra el de ella mientras envuelvo mi mano alrededor de su nuca,
atrayéndola hacia mí.

Inclino mis labios sobre los de ella, tragando su gemido de placer cuando presiono mi
pulgar contra su clítoris. Sus pequeñas manos aprietan la parte delantera de mi
camiseta mientras bombeo mis dedos dentro y fuera de ella, deslizándome
repetidamente sobre su punto G hasta que siento que se aprieta a mi alrededor, sus
suaves gritos me conducen.

"Cam", jadea en medio de una súplica, medio gemido justo antes de encontrar su
orgasmo, sus jugos corren por mi mano mientras sigo follándola con los dedos hasta
su orgasmo.

A medida que su aroma impregna el aire que la rodea, me pierdo en mis necesidades
básicas. El hambre carnal toma el control mientras envuelvo mis manos alrededor de
sus muslos, levantándola hacia la isla.

Jadea cuando su culo desnudo golpea el mármol frío y agarro la parte inferior de su
camiseta, sacándola por la cabeza y exponiéndola a mí. Sus pezones se endurecen en
el aire fresco de la habitación, y bajo mi cabeza, lamiendo su areola antes de chupar su
pezón en mi boca, mordiendo juguetonamente la piel sensible.

Empujo contra su pecho hasta que está tumbada en la isla, mirándome con los ojos
entrecerrados y las pupilas dilatadas por el deseo. Sus respiraciones vienen en jadeos

96
rápidos que hacen que sus tetas reboten hacia arriba y hacia abajo de la manera más
tentadora.

Mierda, quiero meter mi pene entre ellas y correrme por todo su pecho.

Pero quiero saborearla más. He estado soñando con comerla de nuevo. Lo juro,
algunas mañanas me he despertado con el sabor persistente de ella en mi lengua.

Apartando sus muslos, lamo mis labios mientras devoro su brillante coño rosado con
mis ojos. Está tan jodidamente mojada, la evidencia de su último orgasmo aún cubre
sus pliegues.

Levantando sus piernas para que descansen sobre mis hombros, bajo mi cabeza entre
sus muslos lechosos, mordisqueando la piel suave hasta que ella se retuerce debajo de
mí.

Solo cuando ella prácticamente está rogando por eso, empujo mi lengua entre los
labios de su coño mojado, gimiendo contra su piel mientras lamo sus jugos. Cuando
coloco mis labios sobre su clítoris, chupándolo con mi boca, sus manos se enroscan en
mi cabello, frotando mi cara contra su coño, e inhalo su aroma. Huele como el mejor
sueño húmedo. Todo sexo sucio y deseo carnal.

"Mierda, Cam", gime, frotándose contra mí mientras deslizo mi lengua por su apertura
hasta que la empujo dentro de ella.

Con una mano envuelta alrededor de su muslo, uso la otra para desabrochar el cordón
de mis pantalones, empujándolos junto con mis bóxers por mis muslos hasta que
puedo liberar mi pene. Agarrando mi longitud, le doy unas cuantas bombas rápidas,
gimiendo de placer y haciéndola gemir por la vibración.

Sus manos se aprietan en mi cabello y tira de los mechones, tirando de mi cabeza


hacia atrás.

"Eres jodidamente increíble en eso", jadea, "pero necesito tu pene dentro de mí.
Ahora."

Sí, señora.

No pierdo ni un segundo quitándome los pantalones y los bóxers, mientras me saco la


camiseta por la cabeza.

La altura de la isla tiene su coño hinchado alineado perfectamente con mi pene


palpitante, y me importa una mierda lo antihigiénico que es todo esto mientras empujo
dentro de ella.

La sensación de ella envuelta alrededor de mí hace que mis bolas hormigueen y ya


estoy cerca de derramar mi carga, pero no hay forma de que me corra tan pronto. Me
concentro en recitar los meses del año hacia atrás hasta que la sensación desaparece, y
solo entonces me atrevo a retroceder hasta que solo quede la punta de mi pene dentro
de ella.

97
Puedo sentir cómo se aprieta, como si tratara de evitar que me retire, y le sonrío
mientras ella me mira en una neblina de felicidad antes de que me estrelle
completamente.

Su boca se abre en un jadeo silencioso cuando golpeo repetidamente ese punto mágico
dentro de ella hasta que siento un espasmo a mi alrededor, y su cabeza se inclina hacia
atrás, provocando un grito de ella.

Espero que Hawk no esté cerca para escuchar eso, ¡aunque vale la pena!

Continúo embistiéndola mientras ella brota por todo mi pene, hasta que mis bolas se
contraen y encuentro mi propia liberación, gruñendo mientras me corro.

"Mierda, eso fue mucho mejor de lo que recuerdo" gimo, inclinándome y besándola
mientras ella se ríe entre dientes contra mis labios.

"No esperemos tanto para hacerlo de nuevo". Su voz es ronca, sus mejillas sonrojadas
y se ve realmente follable. Solo mirarla hace que mi pene se estremezca dentro de
ella, y ambos gemimos antes de que me retire de mala gana. Dudo que tengamos una
segunda ronda ininterrumpida. Me sorprende que nadie nos haya molestado ya, y
realmente no quiero que Hawk me rompa las bolas por follarme a su hermana en el
mostrador de la cocina.

Le estoy dando a Hadley su camiseta y subiendo mis sudaderas cuando la voz de West
nos toma por sorpresa.

"Ya era hora", bromea, apoyándose contra la puerta de la cocina con su uniforme
perfectamente planchado. ¿Cuánto tiempo estuvo ese imbécil observándonos? No
puedo obtener una lectura de su expresión mientras empuja el marco de la puerta,
palmeándome en el hombro mientras pasa. Moviéndose frente a Hadley, le planta un
beso acalorado en los labios. No parece estar molesto en lo más mínimo por el hecho
de que me acabo de follar a su novia.

Hadley sonríe en su beso.

"Buenos días", murmura contra sus labios, sonando como un idiota cursi. ¿Qué mierda
nos ha hecho esta chica a todos nosotros?

"Buenos días." Ella le sonríe antes de saltar del mostrador. "Voy a ir a la ducha". Con
una mirada final y persistente en mi dirección, ella sale de la habitación, dejándome
sintiéndome jodidamente incómodo mientras ignoro descaradamente la mirada de
West perforando un lado de mi cabeza.

"Entonces, eso sucedió".

"Sí", respondo con desdén, tomando comida de la nevera para hacer tortillas para el
desayuno y preparando una taza de café recién hecho para todos. Soy el único que
sabe cocinar. No había exactamente mucho que hacer mientras crecía y cuando no
estaba con los chicos, me aburría muchísimo. Un día, accidentalmente encendí el
canal de cocina y pensé que sería divertido intentarlo. Después de activar la alarma de
humo y de alguna manera lograr encender un pequeño fuego en la sartén, nuestra ama

98
de llaves accedió a ayudarme, siempre y cuando prometiera nunca intentar nada
cuando ella no estuviera cerca.

Después de ese comienzo difícil, rápidamente descubrí un placer en el proceso. Era


una gran distracción cuando mi padre estaba siendo aún más idiota de lo habitual, o
cuando ninguno de los chicos estaba libre.

No cocino a menudo, no hay mucha necesidad cuando el comedor está justo al lado de
nosotros y puedes pedir comida para llevar, pero de vez en cuando, me gusta
sumergirme en él y olvidarme de los problemas que tenemos, o distraerme de
preguntas incómodas y opiniones no deseadas de West.

"Me alegro, hombre. Ya es hora de que dejes de estar deprimido".

Mis cejas se juntan. "No he estado deprimido", argumento.

"Bueno, como quieras llamarlo, será bueno recuperar la vieja Cam".

Me aprieta el hombro antes de levantar dos tazas y llenarlas con café mientras yo
corto las verduras y hago el desayuno para todos con un poco más de energía en mis
pasos de lo que he tenido recientemente. Nada como el sexo matutino con la chica en
la que no puedes dejar de pensar para ponerte de buen humor.

"Mmm, algo huele bien", afirma Hadley mientras entra en la habitación, vestida con la
sudadera con capucha y las mallas de anoche, con el cabello húmedo enmarcando su
rostro.

Agarrando una taza de la que debe haber estado bebiendo antes, la vuelve a llenar
antes de sentarse en la isla.

"¿Dónde está Hawk? ¿Aún no se ha levantado?" pregunto, sacando platos y cubiertos


para nosotros.

"Fue al gimnasio con Mason", nos informa Hadley.

"Más para nosotros entonces" le sonrío antes de servir la comida y colocar los tres
platos en la isla, y poner un plato para Mason y Hawk en el horno para cuando
regresen.

"Mmm, esto es delicioso", suelta Hadley con la boca llena de comida. Come como un
salvaje medio hambriento, metiéndose la comida en la boca lo más rápido posible. Es
como si temiera que si no lo come lo suficientemente rápido, alguien se lo quitará.
¿Qué tipo de infancia tienes que soportar para crecer con esa mentalidad?

"No hubieras dicho que sabías cocinar", dice mientras termina los últimos restos y
aparta su plato. West y yo estamos apenas a la mitad de nuestras comidas, y lo noto
mirándola de cerca por el rabillo del ojo, probablemente notando el mismo
comportamiento que yo.

"Estoy lleno de sorpresas". Le doy un guiño sucio a través de la isla, haciéndola reír.

99
"Oh, ¿puedo obtener cualquier información que tengas sobre los otros estudiantes?"
pregunta, volviéndose hacia West.

"Claro, lo juntaré todo y te lo daré esta noche".

"Gracias." Ella le sonríe como si él hubiera colgado la luna para ella en lugar de
simplemente agarrar un montón de carpetas de su habitación. "Bueno, eso estuvo
delicioso, pero será mejor que regrese a mi dormitorio antes de que alguien piense que
estoy haciendo el camino de la vergüenza". Ella se ríe de su propia broma mientras se
desliza de su taburete. "Nos vemos en el desayuno", dice por encima del hombro antes
de salir por la puerta.

100
Capítulo 11:
Hadley
He pasado las últimas noches revisando los archivos que me dio West, completamente
absorbida por todo el drama que ha estado ocurriendo aquí en los últimos cuatro años.
Chicas engañando a chicos, chicos engañando a chicas. Amigos saboteando amigos.
Es francamente vicioso. Y eso antes de empezar con el chantaje a los profesores para
mejorar las notas y las amenazas a otros estudiantes para que cumplan sus órdenes.

Luego está la mierda ilegal. Aquí es donde las cosas se ponen seriamente jodidas. Al
parecer, nuestro profesor de química de cincuenta y cinco años tiene pluriempleo
como traficante de drogas de la escuela. Lo mejor es que ofrece planes de pago
flexibles a sus clientes. ¿No puedes pagar la coca o el Ritalin? No te preocupes, acepta
el pago en forma de sexo con menores. Y lo mejor es que no le importa si es un pene
o un coño. Este tipo no es sexista.

Lo malo es que la mayoría de estos chicos no se dan cuenta de que están siendo
grabados mientras realizan estos actos sexuales, y basándonos en los vídeos de la
cuenta OnlyPorn del profesor, los está subiendo y vendiendo como porno joven.
Jodidamente asqueroso.

En realidad me molesta que ninguno de los chicos haya puesto fin a esto. ¿De verdad
les parece bien que este tipo se salga con la suya? Mierda, espero que no; tenía
mayores expectativas de ellos. Todos hemos estado muy ocupados con las tareas
escolares y asegurándonos de que los Príncipes sigan controlando la escuela, así que
aún no he tenido la oportunidad de llamarles la atención sobre nada de esto, pero
puedes estar seguro de que pronto hablaremos.

Por ahora, me concentro en el material que puedo usar contra las chicas. Los susurros
y rumores se han extendido durante toda la semana mientras las chicas especulaban
sobre la razón del cambio de comportamiento de los Príncipes. He oído de todo, desde
lo verosímil hasta lo absurdo, pasando por lo hilarante. Juro que oí a un tipo decir a
sus amigos que estaba seguro de que todos los chicos estaban juntos en una gran
relación gay, —y me partí de risa.

Por supuesto, muchos de los rumores me implican a mí. Es demasiada coincidencia


que yo aparezca este año y los chicos cambien de repente las cosas. Por suerte, nadie
parece haber descubierto la verdad. No sé si es porque Hawk es mi hermano y los
chicos dan la impresión de que lo hacen todo juntos, lo que hace que la gente no se dé
cuenta inmediatamente de que me acuesto con dos, bueno, —ahora tres de ellos—,
pero sea cual sea la razón, me alegro. Lo último que necesito es que las chicas me
respiren en la nuca o que nuestros padres se enteren de lo nuestro. La teoría más
popular parece ser que nuestros padres han exigido el cambio debido a mi repentina
reaparición, —una teoría con la que todos estamos de acuerdo.

Sea cual sea el motivo, las chicas no están contentas. Ninguna lo ha hecho todavía,
pero es sólo cuestión de tiempo. El descontento flota en el aire. Está en cada mirada
conspirativa que comparten. Está en las miradas dolidas, furiosas y confusas que

101
lanzan a los chicos, y en las burlas y miradas desdeñosas que me dirigen a mí.
Ninguna de ellas está contenta, y no pasará mucho tiempo antes de que hagan saber su
objeción.

Bianca ha mantenido las distancias desde la fiesta, pero me he dado cuenta de que me
observa, como si estuviera midiéndome y tratando de decidir si soy una amenaza. Si
aún no se ha dado cuenta de que lo soy, no hay esperanza para ella. Ya debería
saberlo, soy el lobo feroz. Puedo parecer inocente, pero mis garras están afiladas y me
gusta morder. Si me molesta un poco más, la haré pedazos, y lo disfrutaré.

Pero entonces, porque soy una perra enferma, en realidad quiero que venga a mí.
Llevamos enfrentándonos desde el primer día y la tensión no hace más que aumentar.
Estoy esperando a que se me presente la oportunidad perfecta para derribarla y
enseñarle a todo el instituto lo que pasa si se meten conmigo.

He pasado las últimas noches familiarizándome con toda la información que tengo
sobre posibles chantajes, intentando averiguar quiénes son las personas y recordar sus
nombres por si tengo que recordar algo de esta mierda sobre la marcha. Ha sido la
distracción perfecta para las nauseabundas mariposas que dan volteretas en mi
estómago. Cam me ha preguntado si quería quedar con él en el comedor esta noche,
como en los viejos tiempos. Desde que acepté, tengo un nudo en el estómago. No sé
qué demonios me ha pasado. Se trata de Cam. No hay nada que me preocupe. Hemos
hecho esto una docena de veces antes.

Recojo las carpetas y separo la estantería de la pared lo suficiente para poder dejarlas
caer en el agujero que he hecho. Parece que ha pasado una eternidad desde que Cam y
yo mantuvimos una de nuestras charlas nocturnas, y me alegra ver que intenta
acercarse. Me preocupaba que se sintiera incómodo después de lo que pasó el otro día.
Fue inesperado, pero sinceramente, creo que es lo que necesitábamos para seguir
adelante.

Me cubro la cabeza con una sudadera con capucha, meto los pies en las botas y tomo
la llave mientras salgo por la puerta, intentando ignorar el hecho de que me siento
como alguien que va a tener su primera cita —al menos, así es como me imagino que
me siento.

Con las manos sudorosas, abro la puerta del comedor, pero el agudo gemido de la
jodida Bianca me hace dudar en el umbral. Muevo el cuerpo para ocultarme tras la
puerta y la entreabro para espiar. Lo sé, no debería estar escuchando, pero tengo
curiosidad por saber de qué están hablando y, bueno, supongo que quiero oír lo que
Cam tiene que decir. Después de sus idas y venidas con ella todo el año, ¿quién puede
culparme?

"No entiendo lo que está pasando", oigo rezongar a Bianca. "¿Por qué han cambiado
las cosas de repente?"

"Bianca". Cam suena cansado, lo que me hace preguntarme cuánto tiempo lleva
molestándolo. "Las cosas cambian. Acéptalo".

"¿Pero por qué?"

102
Dios, suena como una niña de dos años.

"¿Por ella?", se burla, el veneno se oye claramente en su tono.

"No tiene nada que ver con ella", suelta Cam bruscamente, haciéndome estremecer. Sé
que solo intenta librarse de ella y que no puede dejar que piense que hay algo entre
nosotros, pero maldita sea, eso duele.

"Pero solíamos estar tan bien juntos". Puedo imaginarme el puchero en su cara
mientras cambia de dirección, adulándolo. Asomo la cabeza por la puerta y veo que se
ha acercado a él. Tan cerca que su pecho roza su brazo, haciéndome enrojecer
momentáneamente. Una vocecita en mi cabeza gruñe, "Mío", y aunque técnicamente
no es cierto, me parece de puta madre.

"Incluso tengo esto para ti", dice levantándose las tetas. Sería jodidamente imposible
no ver sus dobles D, tan desproporcionadas con el resto de su esbelto cuerpo. "Porque
sé lo mucho que te gustaba follártelas".

¡Eww! Sep, esa lasaña que he cenado no sabe tan bien al volver a subir.

Cam hace una mueca. "No deberías haber hecho eso, B. Sólo era sexo. Nada más".

"¿Y qué, ahora eres un puto célibe?", suelta ella, abandonando al instante el acto de
“pobre de mí” mientras su temperamento se enciende. "No me jodas, Cam. Si no lo
obtienes de mí, lo obtienes de otra persona. ¿Qué la hace tan jodidamente especial,
eh? Sabes que cuando la escuela se entere —y se enterarán— la crucificarán".

Cam suelta las manos y la agarra por los brazos, sacudiéndola bruscamente. La
expresión de su cara no se parece a nada que le haya visto antes. Incluso cuando
quería matarme, siempre había esa chispa en sus ojos que me decía que nunca llevaría
las cosas demasiado lejos, pero hoy esa chispa ha desaparecido. Su mirada es
jodidamente fría, sus ojos no son más que un vacío en blanco mientras se eleva sobre
ella.

"Ten cuidado, Bianca", gruñe amenazador. "Amenazas como esa te meterán en serios
problemas algún día".

En el segundo siguiente, la aparta de un empujón, encogiéndose de hombros con


indiferencia mientras se mete los dedos en los bolsillos delanteros de los vaqueros,
con un aspecto totalmente distinto al de la gárgola que parecía hace un segundo.

"De todas formas, te equivocas. No hay ninguna chica. Nos graduamos de la escuela
—pasamos a cosas más grandes y mejores. Los cuatro ya hemos superado todo eso de
las zorras desesperadas. Queremos a alguien con más... esencia. Con un poco de
agallas. No una zorra chillona".

Habiendo escuchado suficiente —y admitiendo que me siento un poco engreída


después del pequeño discurso de Cam— empujo la puerta, anunciando mi entrada
antes de que Bianca pueda empezar otro ataque no deseado.

103
Bianca está casi de espaldas a mí, así que Cam me ve primero. Un brillo malvado
entra en sus ojos.

"Me preguntaba qué era ese olor". Mi voz resuena en el vestíbulo, por lo demás vacío,
mientras arrugo la nariz con asco y hago una mueca.

Bianca se gira sobre sus altísimos tacones y me mira mal. "¿Qué olor?", suelta
irritada.

"El hedor de la desesperación que sale de ti. Puedo olerlo desde los dormitorios".

Cam suelta una carcajada helada mientras Bianca entrecierra los ojos y frunce los
labios.

"Vete de aquí, basura. Cam y yo estamos ocupados".

Me burlo. "Sí, no lo creo".

"Vete a la mierda, Bianca. Y deja de mandarme fotos detu coño. No quiero ver esa
mierda", se burla Cam, poniéndose en plan Príncipe idiota.

Sus mejillas se tiñen de vergüenza o rabia —probablemente ambas— y nos mira mal a
cada uno, pero no me pierdo el dolor en sus ojos.

"Un consejo, chica. Si no quieres que te traten como a una idiota andante y parlante,
no actúes como tal". Puede sonar duro, pero es una lección de vida que claramente
necesita aprender. Aunque por la mirada asesina que me lanza, no aprecia el consejo.

Bueno, no puedes ayudar a la gente que se niega a ayudarse a sí misma.

Con un gruñido venenoso, incapaz de reaccionar, se pone en pie y se marcha a lo


Bianca.

"¿Fotos del coño?" me río cuando se ha ido.

Cam se encoge de hombros. "Como una foto de un pene pero femenino. Voy a
necesitar terapia si tengo que seguir mirándolas".

"Deja de mirarlas", replico, poniendo los ojos en blanco.

"¡¿Crees que miro esa mierda?!" Se ríe fingidamente. "Mierda, no. La imagen aparece
automáticamente en la parte superior de mi pantalla cuando recibo una notificación.
Eso es más que suficiente para que me den ganas de arrancarme los globos oculares,
por no hablar de mirarla a pantalla completa". Se estremece, con cara de asco.

No puedo evitar reírme de su dramatismo, aunque, sí, probablemente yo también


sentiría la necesidad de arrancarme la imagen de los ojos si tuviera que ver esa
mierda.

"En fin, basta de hablar de ella. No estaba seguro de si querrías café o helado, así que
nos he traído un helado con sabor a café para compartir, si te parece bien".

104
Su comportamiento ha cambiado por completo respecto al imbécil con el que se
comportaba delante de Bianca. Ahora parece nervioso mientras se frota torpemente la
nuca, inseguro.

Le sonrío tranquilizadoramente. "Un helado de café suena genial". La tensión


desaparece inmediatamente de su cara y me devuelve la sonrisa mientras acorto la
distancia entre nosotros y me siento en una silla frente a él. Ninguno de los dos habla
mientras él destapa el envase, me da una cuchara y los dos empezamos a comer.

El envase está casi vacío cuando mi estómago grita en señal de protesta y me reclino
en la silla para ver cómo Cam se lo termina.

"He echado de menos esto", digo en voz baja, como si la verdad de las palabras fuera
demasiado si las dijera más alto.

Deja el envase vacía sobre la mesa junto con la cuchara y me mira. Sus ojos se
enternecen y una sonrisa triste se dibuja en sus labios.

"Sí, yo también".

Una tensión incómoda quema el aire entre nosotros hasta que Cam se ríe tímidamente.
"Ahora no sé cómo comportarme contigo. No tengo ni idea de lo que vamos a hacer.
¿Volvemos a ser como antes? ¿Es eso posible?"

"No lo sé", admito, mordiéndome ansiosamente el labio inferior. "¿Qué quieres que
pase?

Se toma un segundo para pensar su respuesta, pero una resolución acalorada entra en
sus ojos.

"Quiero todas las cosas contigo". Su voz ha adquirido un tono más grave. Una
aspereza hambrienta que hace que mi vagina se despierte y preste atención de repente.
"Quiero lo que teníamos antes, y mucho más".

Mis ojos se abren de par en par ante su admisión. Maldita sea. Esperaba que fuera eso
lo que quisiera. No puedo explicarlo, pero esta atracción entre nosotros es irresistible.
Luchar contra ella es agotador. Esperaba que volviera a intentar poner distancia entre
nosotros, y aunque lo respetaría si es lo que quiere, sinceramente estoy cansada de
todo el odio y la ira. Si él está dispuesto, quiero ver lo increíbles que podrían ser las
cosas entre nosotros.

Me levanto de la silla, rodeo la mesa y me deslizo sobre su regazo. Sus manos se


posan al instante en mis caderas, como si no pudiera soportar pasar ni un segundo más
sin tocarme.

"Yo también quiero todo eso", murmuro mirándole a los ojos, justo antes de que
apriete sus labios contra los míos y los dos nos perdamos el uno en el otro. Mis dedos
se enredan en los mechones de pelo aún húmedos de su nuca, Cam probablemente
viene directo de una sesión de entrenamiento en la piscina. No deberíamos estar
haciendo esto aquí, donde cualquiera podría entrar y vernos, pero el calor entre

105
nosotros es una fuerza imparable. Somos como dos imanes que se atraen mutuamente.
No hay forma de detener la inevitable colisión.

Demasiado pronto, nos separamos.

"Ven conmigo". Se levanta a toda prisa y me arrastra con él.

"¿Qué... por qué? ¿Adónde vamos?"

Da un paso hacia mí, su cercanía aumenta la atracción magnética entre nosotros. "Si
nos quedamos aquí, no podré abrazarte. No podré besarte ni hacerte nada de lo que
quiero hacerte".

Bueno, cuando lo dice así. "Guíame".

Una sonrisa brillante ilumina su cara, una reminiscencia del viejo Cam que tanto he
echado de menos. Me encanta ver esa sonrisa en su cara y haría casi cualquier cosa
para asegurarme de que nunca pierda esa felicidad.

Salimos del comedor y nos adentramos en la oscuridad de la noche. Es casi


medianoche, así que no hay mucha gente, pero debemos tener cuidado.

"¿No vamos a tu dormitorio?" le pregunto cuando empieza a caminar en dirección


contraria. Había supuesto que era allí adonde íbamos.

"Si te llevo allí, tendré que compartirte con West y Mason". Inclinándose, me susurra
al oído, "Te quiero para mí solo un rato". El cosquilleo de su aliento contra mi oreja y
el tono sexual de su voz me hacen reprimir un escalofrío mientras mi coño se aprieta,
ya hambriento de él.

Casi corre mientras me arrastra tras él, y yo me río mientras atravesamos el bosque en
dirección al lago. Seguimos a paso apresurado, pasando por delante del cobertizo para
botes hasta llegar a la línea de árboles en la orilla opuesta del lago. Nunca había
estado en esta parte del campus. Está tan lejos de todo que supuse que no había nada,
pero escondida entre los árboles hay una pequeña cabaña y un corto paseo que se
adentra en el agua.

Caminamos hasta el final del paseo y Cam se quita la chaqueta y la deja sobre las
tablas de madera. Se sienta y palmea el espacio libre a su lado. Sigo sus órdenes en
silencio y aprieto mi muslo contra el suyo, con las piernas colgando sobre el agua
oscura.

Ninguno de los dos habla. En lugar de eso, nos sentamos y escuchamos la ligera brisa
que silba entre los árboles mientras contemplamos el lago cavernoso.

"Así que", empieza Cam, volviendo a su torpeza inicial, "mi padre está intentando
atraparte para que seas su novia zorra".

Resoplo. Por supuesto, Cam tiene que convertir toda esta jodida situación en un
chiste.

106
"Supongo que eso me convierte casi en tu puta mamá".

Pone cara de asco antes de soltar una carcajada. "Mierda, eso habría sido súper raro".

"Ya lo creo", le doy la razón.

Los dos nos reímos entre dientes antes de que las facciones de Cam se vuelvan serias.
"¿Y cómo conseguiste escapar de él?".

Desvío la mirada, observando el lago mientras contemplo la respuesta a su pregunta.


"Me escapé". Es difícil. No puedo darle muchos más detalles sin contarle
directamente el resto de mi jodido pasado. No estoy del todo segura de por qué se lo
estoy ocultando a los chicos. Se lo dije a Beck después de todo. Pero de todos ellos, él
fue el más fácil para abrirse. No porque los otros me hayan hecho sentir que no puedo
ser honesta con ellos. Supongo que es porque están más cerca de sus padres, y
herederos directos de la empresa. Eso hace que sea mucho más difícil ser
completamente abierta con ellos.

"¿Por qué ahora? ¿Por qué no te escapaste hace años?".

Suspiro. Es una buena pregunta. "¿Alguna vez te han consumido tanto tus miedos que
te han inmovilizado?".

"¿Como los terrores nocturnos?".

"Sí, pero cuando estás despierto. Así me sentía cada vez que tu padre estaba cerca de
mí. Quería defenderme, pero el miedo me congelaba. Era lo más aterrador de mi
universo, y eso es mucho decir. Con los años, me convenció de que nunca podría
escapar de él. Juró que nunca me dejaría ir. Oír eso una y otra vez te altera. Las
palabras se te meten en la cabeza y te hacen creer que son reales. Tardé mucho tiempo
en darme cuenta de que sus palabras eran sólo eso —palabras".

"Un día, cuando estaba conmigo, recibió una llamada de la escuela... sobre ti. Habías
hecho algo que obviamente había justificado que le llamaran. Hasta entonces, no sabía
nada de ese hombre que me visitaba una vez al mes y me traía regalos indeseados. Me
sentía impotente, lo que reforzaba aún más la influencia que tenía sobre mí".

"Pero ese día dijo tu nombre y el nombre de tu escuela. Sé que no era mucho, pero era
suficiente para mí para trabajar. Suficiente para sentir que tenía algo de control; algo
que podía usar para contraatacar".

"¿Así que hiciste un plan para escapar?"

Asiento con la cabeza. "Más o menos".

"¿Y venir a Pac?"

Vuelvo a asentir.

"Para matarme".

107
No es una pregunta, y por el tono de su voz me doy cuenta de que no me cree, ni cree
que sea capaz de hacer algo así. Ya me ha visto pelear dos veces, así que sabe que
tengo las habilidades para hacerlo, pero hay una gran diferencia entre ser físicamente
capaz de dominar a alguien y ser lo bastante fuerte mentalmente como para quitarle la
vida. Si supiera que puedo hacer ambas cosas. Pero a pesar de la oscuridad que vive
dentro de él y que le gusta asomar su fea cabeza de vez en cuando, Cam es todo luz y
felicidad. Sinceramente, es el que más me preocupa a la hora de contarles mi verdad.
No creo que Mason se escandalice tanto, y creo que West será capaz de racionalizarlo.
Hawk, aún no estoy segura, pero Cam... me preocupa que sea demasiado para él.

"Sí. Sé que suena descabellado—"

"En realidad no", admite, sacudiendo la cabeza. Está sumido en sus pensamientos, con
arrugas en la frente. "Eres físicamente capaz y has demostrado que puedes entrar y
salir de nuestro apartamento sin que nos demos cuenta. Si hubieras querido,
probablemente ya lo habrías hecho diez veces".

Más bien cincuenta, pero quién lleva la cuenta.

"¿Y por qué no lo hiciste?"

Parece realmente confundido y eso me rompe un poco el corazón. He visto el


verdadero mal. La he mirado a la cara día tras día durante años, así que sé que Cam es
cualquier cosa menos malvado. Sí, tiene una oscuridad furiosa dentro de él, pero
¿quién no la tiene? Este mundo intenta derribarte cada maldito día. Es sólo cuestión
de tiempo hasta que toda esa ira y resentimiento encerrados tomen forma propia. A
todos nos gusta pensar que no somos capaces de hacer cosas horribles, pero en las
circunstancias adecuadas, con el incentivo adecuado, somos capaces de cualquier
cosa. Todos llevamos demonios dentro, sólo que algunos son más viles y bárbaros que
otros.

Me pongo de rodillas y me siento a horcajadas sobre él, necesito que vea la verdad en
mis ojos. Ya se lo he dicho antes, pero tengo la impresión de que no me escuchaba o
no creía lo que le decía, así que ahora quiero que me escuche de verdad.

Con mi cara ocupando todo su campo de visión, aprieto mis palmas contra sus
mejillas para que no tenga más remedio que mirarme. "Porque no te pareces en nada a
tu padre". Veo la protesta formándose en sus labios y rápidamente me inclino hacia él,
apretándole un casto beso para que se calle. "Eres la luz del sol en un día oscuro, el
arco iris cuando diluvia, el faro en una tormenta. Eres mi luz del sol. Mi arco iris. Mi
faro. Apenas estaba viva cuando aparecí aquí, pero me ayudaste a aprender a respirar.
Me hiciste ver que la vida es algo más que sobrevivir. Te necesito en mi vida,
haciéndome reír y recordándome los buenos momentos cuando las cosas van mal. Así
que, por favor, por favor, no dejes que todo ese odio hacia ti mismo y esa culpa que
arrastras te engullan, porque no sé qué haríamos ninguno de nosotros sin ti".

Se le escapa una lágrima por el rabillo del ojo y corre por su mejilla, enganchándose
en el borde de mi pulgar antes de que se la quite de un manotazo. No sé cómo
describir la forma en que me mira. Es casi como reverencia. Nunca nadie me había
mirado así, como si fuera una especie de ángel enviado para guiarlos.

108
Su mano me rodea la nuca y sus dedos se enredan en mi pelo mientras me atrae hacia
sí. Sus labios chocan con los míos, hambrientos y ansiosos. Pero es algo más que una
necesidad carnal. Por la forma en que me besa, es como si yo fuera su salvavidas. Lo
único que lo mantiene vivo en este momento.

Le devuelvo el beso con el mismo fervor, necesitándolo tanto como él a mí. Nuestras
manos están por todas partes mientras nuestros cuerpos arden. Nos arrancamos la ropa
y Cam no pierde el tiempo y se hunde en mí de la forma más deliciosa posible. No
tardamos en llegar a la cima y grito mi liberación al cielo nocturno.

"Espero que sepas que nunca te dejaré marchar", me dice al oído.

Me parece perfecto. No tengo intención de irme a ninguna parte.

109
Capítulo 12:
Hadley
Irrumpo en la sala de ordenadores, haciendo que la puerta golpee contra la pared
mientras fulmino a cualquiera que se atreva a mirar en mi dirección con una mirada de
muerte.

Sabíamos que las chicas harían algo, pero esto tiene las sucias huellas de Bianca
escritas por todas partes. Voy a arrancarle los putos ovarios y alimentarla a la fuerza.

"Vaya, ¿por qué parece que quieres asesinar a alguien?" pregunta West, arqueando
una ceja mientras me dejo caer en el asiento de al lado.

"¿Has visto esto?" gruño, abriendo mi tablet para que la vea. Navego hasta la página,
se la pongo delante de las narices y veo cómo sus ojos se abren de par en par y sus
rasgos se tensan, con el ceño fruncido.

Esa puta muerta ha creado una página web en la que cualquiera puede ver ese
estúpido vídeo que Cam y Hawk publicaron el semestre pasado. Hago una nota mental
para romperles el culo cuando acabe la clase.

"Mira el número de visitas". Prácticamente vibro de rabia en mi silla. "¿Y ves lo que
dice de mí? Esa zorra incluso tiene en sus manos historiales médicos falsos que dicen
que he estado en una puta unidad psiquiátrica todo este tiempo. Tiene a toda la escuela
pensando que soy jodidamente inestable. Nadie me mirará hoy. Un chico casi se mea
encima cuando se cruzó accidentalmente delante de mí".

Enarca una ceja. "Pensaba que odiabas que todo el mundo intentara llamar tu
atención".

"Eso no significa que quiera que piensen que estoy a punto de volverme loca".

Sé que está a punto de responder con otra réplica estúpida, pero ve mi mirada
inexpresiva y se lo piensa mejor —chico listo. Vuelve a concentrarse en la tableta
durante unos segundos antes de dejarla en el suelo, abrir la misma pantalla en su
ordenador y dividirla en pantallas junto con uno de sus programas de código
incoherente.

"¿Qué estás haciendo? pregunto con curiosidad. "¿Puedes quitarlo?

"Mejor", me asegura con una sonrisa de suficiencia, mientras sus dedos vuelan
furiosamente sobre el teclado.

Quiero saber qué quiere decir con eso, pero no quiero distraerlo cuando está ocupado,
así que me siento y observo, sin tener la menor idea de lo que está haciendo.

Al cabo de unos quince minutos, me devuelve la tablet. "Bien, actualiza la página y


reproduce el vídeo".

110
"¿Qué? West, no necesito volver a ver eso. Ya sé cómo es mi cuerpo, gracias".

Pone los ojos en blanco como si estuviera siendo deliberadamente lenta. "Pon el
maldito vídeo, Luciérnaga".

"Bien", suspiro dramáticamente y hago lo que me pide.

Solo estoy mirando a medias mientras empieza a reproducirse el vídeo, pero en cuanto
me doy cuenta de que no me estoy viendo a mí misma, sino la cabeza de Bianca sobre
un cuerpo que se menea mientras baila una especie de extraño baile desnuda, echo la
cabeza hacia atrás y suelto una carcajada. Mierda, es increíble.

"¿Cómo lo has hecho?" exclamo, con una enorme sonrisa en la cara. Mierda, qué
ganas tengo de besarlo ahora mismo. "¿Y qué hay de lo otro?".

Me devuelve la sonrisa con un brillo perverso en los ojos, antes de concentrarse en la


pantalla, con la esperanza de deshacerse del puto artículo que afirma que mis
cicatrices son autoinfligidas y la razón por la que he estado encerrada en una unidad
psiquiátrica todos estos años. Son los historiales médicos falsos los que me enfurecen.
Parecen jodidamente reales, y afirman sin rodeos que soy un peligro para mí misma y
para los demás, y que me sacaron del centro en contra del consejo médico. La maldita
zorra va a pagar por esto.

"He borrado todo lo demás de la página web", confirma West. La tensión cae de mis
hombros de inmediato mientras me derrumbo en la silla. "En cuanto al vídeo, es
bastante fácil, la verdad. Lo he hecho antes, así que no me llevó nada de tiempo
recrearlo".

"¿Lo has hecho antes? ¿A quién?"

"Leíste todos los archivos que te di, ¿verdad?"

"Por supuesto". Me aseguré de leerlos todos la noche que me los entregó, y desde
entonces los guardo a buen recaudo, revisándolos cada vez que tengo ocasión.

Asiente con la cabeza, esperando esa respuesta. "Así que sabes lo de nuestro profesor
de química".

"Sí, quería hablarles de eso".

De nuevo, asiente con la cabeza y abre la cuenta de OnlyPorn del profesor de química
en el ordenador. Supongo que ha sido capaz de saltarse todas las restricciones de sitios
web que tiene la escuela. De algún modo, dudo que les parezca bien que sus alumnos
tengan fácil acceso a esos sitios durante las horas de clase.

"¿Has visto los vídeos que ha subido?"

"¡¿Qué?! No. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Por qué demonios no los has quitado todavía,
si tienes tanto talento?", argumento.

111
La mirada de suficiencia que me lanza me hace saber que lo he subestimado. Me pasa
un auricular para que pueda oír el sonido mientras hace clic en el vídeo. En lugar del
porno de menores que esperaba encontrar, tengo el horrible placer de ver al señor
Dillman, nuestro profesor de química, atado como un pavo de Acción de Gracias,
mientras una mujer dominante le azota el culo y él grita como una niña. West hace
una pausa justo cuando la mujer saca un consolador monstruoso —realmente no hay
otra palabra para describir el pene negro de diez pulgadas que está alineada con su
culo, sin lubricante—.

"¿Qué?", tartamudeo, agitando la mano hacia la pantalla en señal de protesta. "Se


estaba poniendo buena".

West se ríe mientras sale del sitio.

"¿Cómo te las arreglaste para hacer eso?".

"Me costó mucho trabajo y necesité que Cam le diera un susto de muerte para poder
grabar ese grito de niña que has oído".

Me río. "Mierda, es increíble. Necesito una copia de eso".

"¿En serio pensabas que habíamos dejado esos vídeos ahí arriba para que los viera
cualquiera?", pregunta, con cara de dolor. Su expresión me hace estremecerme.

"¿Por qué no se han deshecho de él? Eso está muy bien", digo señalando el monitor,
"pero sigue aprovechándose de alumnos vulnerables".

West aprieta los dientes. "Lo sé", escupe. "No hemos podido deshacernos de él. Está
en el bolsillo de nuestros padres, junto con varios otros miembros del personal.
Tenemos una montaña de pruebas contra él, pero si lo llevamos ahora a la policía,
nuestros padres se limitarán a librarlo y el colegio lo esconderá bajo la alfombra.
Estamos esperando hasta la graduación para hacerlo público. Pensamos que para
entonces a nuestros padres ya no les importará tanto quién está en nómina en la
escuela".

Bueno, eso tiene sentido, y ahora me siento mal por pensar lo peor de los chicos.

"Lo siento", hago una mueca.

West suspira y mueve la silla para que nuestras rodillas queden juntas. Sus dedos
suben y me aprietan firmemente la barbilla con una fuerza dominante que me impide
mirar a otro sitio que no sea a él.

"No pasa nada. Sé que te cuesta confiar en la gente y sé que aún no confías
plenamente en nosotros. Puede que seamos idiotas, pero no aprobamos lo que él o
nuestros padres están haciendo". Me suelta la barbilla y me toma la mano entre sus
grandes palmas. "Hawk nos contó lo que le dijiste, lo de acabar con nuestros padres y
la empresa".

Asiento con la cabeza.

112
"Estamos todos de acuerdo. Estamos hartos de que nos controlen. Estoy harto de que
me tengan como palanca sobre las cabezas de todos".

Lo miro boquiabierta. "¿Quieres ayudar a acabar con ellos?"

"Sí, Luciérnaga. Vamos a destruirlos, de una vez por todas".

***

El truquito informático de West con Bianca fue bastante alucinante, y desde luego se
ha convertido en el chisme del instituto. El vídeo corrió como la pólvora hasta que
Bianca se encerró en su habitación, negándose a salir. Eso fue hace más de una
semana y nadie le ha visto ni un pelo desde entonces. Pero no es suficiente. La gente
sigue murmurando sobre mí. No me malinterpretes, me encanta cómo se les va el
color de la cara cuando entro en una habitación, pero quiero infundirles ese miedo,
porque saben de lo que soy capaz, no porque un documento falso diga que soy
mentalmente inestable. Es importante que ejerza mi control sobre las chicas, y la
única forma de hacerlo es dejando perfectamente claro que soy yo quien tiene todo el
poder aquí.

Así que por eso he reunido a todas las chicas en el comedor esta tarde. Bien, tuve que
hacer que los chicos corrieran la voz de que eran ellos los que querían hablar con las
chicas, para aclarar todo el asunto de la chica del mes —estoy bastante segura de que
nadie habría aparecido si hubieran pensado que era yo la que pedía la reunión—, pero
en cualquier caso, el método funcionó. Al entrar en la sala, miro a la multitud y veo
que están todas las chicas del último curso. Excelente.

Con la cabeza bien alta, la falda de la escuela se balancea alrededor de mis muslos
mientras mis botas de combate golpean el suelo de madera, silenciando a la multitud
mientras me dirijo a la parte delantera de la sala. Los chicos querían acompañarme,
pero si lo hago sola, la declaración será mucho más potente.

Cuando llego a la mesa de los Príncipes, saco una silla y levanto el pie sobre ella antes
de subirme a la mesa para situarme por encima de la multitud.

"¿Dónde están los Príncipes?", grita alguien.

"¿Están reinstaurando la tradición?".

Jesús, ¿es sexo con los Príncipes todo en lo que piensan estas chicas?

"No, la tradición no se va a reinstaurar", ladro con más dureza de la necesaria.

"¿Entonces por qué estamos aquí?"

Oh, mira quién salió de su escondite para unirse a nosotros hoy.

113
"Ah, Bianca. Es genial que estés aquí", le digo con voz dulce y azucarada, rematando
con una sonrisa de cereza.

Rompo el contacto visual con ella y miro a las chicas reunidas.

"Como todas saben, esta semana se ha creado una página web con acusaciones
difamatorias y un vídeo comprometedor. Un vídeo que no he consentido. Ahora, si la
persona que lo hizo da un paso al frente y confiesa lo que hizo, entonces esto puede
resolverse tranquilamente". Se oyen murmullos entre la multitud. Sé que Bianca lo
hizo, y Bianca sabe que lo hizo, pero supongo que la mayoría de los demás no saben
quién podría ser la principal sospechosa.

"Si la parte culpable no reconoce sus actos, todas saldremos perjudicadas", digo
amenazadoramente. Sinceramente, no espero que Bianca lo admita nunca, pero
infundir el temor de Dios en el resto de las chicas hará que se lo piensen dos veces
antes de pasarse de la raya.

"¿Qué significa eso?", pregunta una voz nerviosa cerca del fondo de la sala.

"Excelente pregunta. ¿Qué significa eso? Bueno, supongo que significa que los
secretos que todas tienen y que no quieren que todo el mundo conozca empezarán a
salir a la luz".

Otra ronda de murmullos mientras las chicas jadean y conspiran frenéticamente con la
persona que tienen al lado.

Sin embargo, no me pierdo la burla de Bianca ni la forma en que pone los ojos en
blanco. "¿Tienes algo que decir, Bianca?". Le sonrío amablemente, como si tuviera
todo el tiempo del mundo.

Resopla, cruza los brazos sobre su amplio pecho y ladea la cadera. "Por favor, acabas
de empezar aquí y has sido una paria todo el año. No sabes nada de ninguna de
nosotras".

Unas cuantas inclinaciones de cabeza y murmullos de acuerdo se esparcen entre la


multitud y mi sonrisa cortés se vuelve positivamente viciosa cuando dejo caer el acto
y les dejo ver cada parte de la depredadora que soy.

"¿Ah, sí? A ver". Me doy golpecitos con el dedo en el labio al compás del golpeteo de
mi bota contra el tablero de la mesa. "Sé que Tiffany tiene clamidia sin tratar desde
hace más de un año". Se oye un grito ahogado en algún lugar del lado izquierdo de la
habitación.

"¿Cómo te atreves?", grita Tiffany, sonando ofendida.

"¿Me equivoco?" le pregunto con una ceja levantada. "¿Quieres que te enseñe las
pruebas?".

Saco el teléfono del bolsillo de la chaqueta y me encojo de hombros como si no pasara


nada, porque no pasa nada. Al pulsar un par de botones, el zumbido de un correo
electrónico que se envía resuena por toda la sala —vale, West se ha pasado más de

114
una hora enseñándome cómo adjuntar un documento a un correo electrónico y
enviarlo en masa, pero eso no viene al caso ahora— y, unos segundos después, las
tablet y los teléfonos de todo el mundo se encienden.

Hay otra ronda de jadeos y susurros mientras todos leen el correo electrónico que
envié. Adjunto está la última carta enviada por el ginecólogo de Tiffany, instándola a
ponerse en contacto con él inmediatamente en relación con su resultado positivo de
clamidia de hace más de un año. También enumera las consecuencias a largo plazo de
la enfermedad, y créeme, esa mierda es desagradable. No entiendo por qué mierda no
se hace tratar.

Tiffany empieza a gritarme una letanía de improperios, pero yo le devuelvo una


sonrisa de megavatio, sintiéndome totalmente en mi elemento ahora mismo mientras
pongo a todas estas zorras a raya.

Noto un movimiento en la esquina trasera de la habitación y mi atención se centra en


la puerta que da a la cocina, que está ligeramente entreabierta. Tengo que contener la
mirada cuando veo a Mason y Cam entrecerrando los ojos por la rendija. Qué idiotas.
Tenían que ver lo que estaba haciendo, ¿no? Al notar que los miro, Cam me hace un
gesto de ánimo con el pulgar y Mason guiña un ojo. Ignorándolos, vuelvo a centrarme
en las chicas que tengo delante. Están mucho más apagadas que cuando entré por
primera vez en el vestíbulo.

"Muy bien", grito por encima de Tiffany, que sigue gritando como una loca. "¿Quién
sigue?"

"No sabemos quién filtró ese vídeo", grita una chica cerca del frente.

"¿No?" Giro la mirada por la sala antes de posarla en Bianca. Está más pálida que
antes, pero se mantiene firme —hay que reconocerlo. "¿Ninguna de ustedes tiene ni
idea?

Todas niegan con la cabeza.

"¿Bianca?" pregunto. "¿No tienes ni idea de quién lo hizo?"

"No", suelta, pero no se me escapa el temblor de su voz.

Suspiro decepcionada, sacudiendo la cabeza mientras pulso otro botón del teléfono, a
lo que unos segundos después le sigue una ráfaga de notificaciones por toda la
habitación.

Después del susto inicial, me he quedado especialmente sorprendida por esta


revelación y ni siquiera la he sacado del montón de chantajes de West. No, descubrí
esta pequeña belleza por mí misma, cuando tuve que orinar en medio de la clase de
historia. Es increíble... Los chismes que oyes mientras estás sentada en el baño.

Mi mirada se clava en Bianca mientras los susurros van en aumento a nuestro


alrededor. Durante un largo rato, me devuelve la mirada, negándose a bajarla, pero al
final la necesidad de saber exactamente qué bomba he soltado que destruirá su vida se

115
apodera de ella, y baja la vista hacia su teléfono. Se le va el color de la cara y le
tiemblan las manos. Mira nerviosa a las chicas que la rodean, todas boquiabiertas.

"¿Es verdad?", escucho que le pregunta alguien.

Con lágrimas en los ojos, gira sobre sus talones y sale corriendo de la habitación, con
el eco de la puerta cerrándose tras ella.

"Tómenlo como una advertencia", grito, asegurándome de que todo el mundo me oye
alto y claro. Ahora que he soltado la gran bomba, estoy deseando acabar con esta
mierda de espectáculo. "No me traicionen. No traicionen a los Príncipes. No. Se.
Pasen. De. La. Línea. Te estoy observando, y con gusto revelaré tus más profundos y
oscuros secretos al resto de la escuela. Ahora hay una reina en el trono, y no hará
prisioneros". Clavo en cada una de las chicas una mirada feroz que les demuestra lo
jodidamente en serio que hablo. "Y ahora, largo de aquí", ladro en mi mejor imitación
de Hawk y Mason.

Todas se ponen en movimiento, ansiosas por alejarse de mí lo antes posible. Mientras


las chicas salen a empujones por la puerta, yo me bajo de la mesa y caigo de pie.

"Mierda, nena, ha sido increíble", elogia Mason, una vez que estamos solos en el
pasillo, abriéndose paso a través de la puerta de la cocina, con Cam pisándole los
talones. Me toma en brazos y me gira, haciéndome reír.

"Verte ponerte como un demonio con sus culos ha sido jodidamente excitante". Cam
rebota sobre las puntas de los pies mientras espera impaciente a que Mason me suelte
y me besa acaloradamente en cuanto lo hace.

"¿Sí? ¿Crees que lo he dejado claro?"

"Creo que hiciste que se mearan en los pantalones, Pequeña Guerrera". Mason se ríe,
extrañamente orgulloso. Su elogio me hace sonreír, aunque sea un poco enfermizo y
retorcido. "Pero tienes que contarnos, ¿qué trapos sucios tenías sobre Bianca?".

Sonrío. "Tiene un bebé secreto".

Cam me mira con los ojos muy abiertos, y puedo ver las ruedas agitándose en su
cabeza.

"Ella, ¿qué?" exclama Mason. "¿Cómo te has enterado?"

"La oí discutiendo con su madre un día en el baño. Hice que West indagara un poco y
descubrimos el certificado de nacimiento".

"No es mío, ¿verdad?", pregunta Cam con voz ahogada, con sudor en la frente.

"No", le aseguro, acercándome para apretarle la mano. "No lo es".

"Menos mal", exhala, aliviado.

116
Mierda, eso habría sido una catástrofe. Pero no hay forma de que Bianca lo haya
mantenido en secreto. Ha estado intentando enganchar a Cam todo el año —y ahora
creo que sé por qué—, pero si él era el padre del bebé, se habría asegurado de usarlo
para encerrarlo bien. Gracias a Dios por los condones, ¿verdad?

La noticia se extiende por el campus como un incendio y, al final del día, todo el
mundo sabe lo del bebé no tan secreto de Bianca y lo de la clamidia no tratada de
Tiffany. Esta última hace rápidamente las maletas y escapa del campus entre un
montón de chicos enfurecidos.

"Mierda, chica. ¿Tienes idea del caos que has desatado?", se ríe Emilia esa noche.
"Ahora todo el mundo te tiene terror".

"Deberían". Me río.

"No entiendo por qué tuviste que hacerlo", interviene Michael, con cara de confusión.
"¿O por qué los chicos ya no eligen chicas?".

"Tenía que ejercer mi dominio", explico despreocupadamente. "Cuando los chicos


llegaron a primer año, tuvieron que demostrar que eran los mejores o nadie los
tomaría en serio, así que ahora yo tengo que hacer lo mismo. Al acabar con la
tradición que tenían con las chicas, significa que soy la única que las controla. Me
hace parecer más poderosa si lo hago por mi cuenta en lugar de ir a su sombra".

Yo tampoco entendía muy bien por qué tenía que hacerlo, pero ahora que lo he hecho,
y he comprobado por mí misma lo eficaz que era para conseguir que todo el mundo se
pusiera a mi altura y me viera como la nueva reina del Pac, puedo admitir que ese
subidón de adrenalina que te da saber que eres la zorra más grande y más mala del
lugar es embriagador. Creo que estoy un poco eufórica por el poder.

"¿Y ahora qué?" pregunta Emilia.

"No estoy segura. Supongo que no tengo que hacer nada a menos que alguien se pase
de la raya".

"Entonces". A Emilia se le enciende un brillo de emoción en los ojos. "El bebé de


Bianca..."

Pasamos el resto del día especulando sobre quién es el padre del bebé. No había
nombre en el certificado de nacimiento, y al parecer Bianca desapareció todo el
verano pasado. Le dijo a todo el mundo que era porque se estaba operando las tetas —
cosa que parece que también hizo—, pero la razón principal por la que no estaba en
ninguna de las fiestas de verano era porque iba a tener un maldito bebé.

Por supuesto, cuando oí por primera vez a Bianca en aquel baño, mi preocupación
inicial fue que Cam fuera el padre —qué puto desastre habría sido eso—, pero West y
yo pudimos remontarnos a la fecha del certificado de nacimiento. Calculamos que
debió de quedarse embarazada en octubre o noviembre, y West me aseguró que Cam
no empezó a acostarse con ella hasta la primavera pasada, cuando ya estaba
embarazada. La zorra afortunada debía de tener un bulto diminuto para conseguirlo.

117
Me importa un bledo quién sea el padre de su bebé. Aunque supongo que no es rico ni
de la “clase adecuada”, ya que ella no está poniendo un anillo de compromiso de
diamantes en la cara de todo el mundo, y en su lugar está persiguiendo a mi asqueroso
novio rico.

118
Capítulo 13:
Hadley
Todo encaja después de mi pequeño espectáculo en el comedor. Las chicas, con razón,
me miran con miedo cuando paso, siempre sin decir nada o balbuceando un saludo
cortés antes de irse corriendo.

Los chicos siguen siendo molestos como el infierno, tratando de coquetear conmigo
en cada oportunidad. El hecho de que ninguno de ellos supiera mi nombre antes de
que toda esta mierda de Davenport saliera a la luz muestra que solo me persiguen por
mi supuesto dinero y estatus. Es repugnante, y no tengo tiempo para ellos. Sin
embargo, tienen la audacia de pensar que soy la grosera cuando les digo que se vayan
a la mierda. ¡La arrogancia de algunas personas!

Durante la próxima semana, trato de estar al día con mi tarea, y fallo miserablemente,
y puedo pasar tiempo con mis amigos y los chicos, tanto en grupo como en forma
individual. La vida realmente se siente bien en este momento, excepto por la nube
oscura que son nuestros padres que se ciernen constantemente sobre nuestras cabezas.

Estoy sentada en mi habitación, tratando de acabar con parte del trabajo pendiente que
tengo cuando el timbre de mi teléfono interrumpe mi concentración.

Nadie llama nunca, así que me sorprendo cuando veo el nombre de Hawk parpadear
en la pantalla.

"Oye, ¿está West contigo?" suelta antes de que pueda decir algo. La tensión inusual en
su tono me pone instantáneamente en alerta cuando dejo caer mi bolígrafo y me
concentro en la llamada.

"UH no. ¿Por qué?"

"Mierda", maldice. "Ninguno de nosotros ha sido capaz de encontrarlo".

"¿Qué quieres decir?" Trato frenéticamente de recordar cuándo lo vi por última vez.
Estaba desayunando esta mañana, pero no teníamos ninguna clase juntos, y hoy
almorcé con Emilia y Michael, así que no lo he visto desde entonces. "¿Revisaste la
biblioteca y el laboratorio de computación?"

"Sí." Puedo escuchar la preocupación en su voz, y solo hace que entre más en pánico.

"¿Has hablado con Beck? ¿Quizás está con él? Es una posibilidad remota, pero es la
única idea que tengo en este momento".

"No, no lo he hecho".

"Lo llamaré ahora".

Sin esperar su respuesta, cuelgo y llamo a Beck. Contesta al segundo timbre.

119
"Hola cariño, ¿qué pasa?"

"¿Has visto a West?" Dejo salir, sonando aterrorizada mientras voy directo al grano,
una sensación de malestar se asienta en mi estómago.

"Uh, no, por qué, ¿qué está pasando?"

"Nadie lo ha visto en todo el día. Esperábamos que pudiera haber estado contigo".

Puedo escuchar un crujido de fondo y la ráfaga de movimiento antes de que el sonido


de una puerta se cierre de golpe.

"Él no lo está. Estoy yendo ahora".

"Está bien, nos vemos en la habitación de chicos".

Cuelgo, meto mis pies en mis botas y salgo corriendo por la puerta mientras mi
cerebro trata frenéticamente de pensar dónde podría estar. Estoy desesperadamente
poniendo excusas para mí misma porque se ha quedado atrapado en sus cosas de
computadora o algo así y ha perdido la noción del tiempo. Cualquier cosa que me
impida pensar en la alternativa: que algo le ha pasado.

Tomo las escaleras al piso de los chicos de dos en dos, golpeando mi puño en la
puerta.

"¿Algo?" Pregunto con esperanza cuando Hawk responde.

"¿En los últimos dos minutos? No."

Ignorando su actitud enojada, paso junto a él, todos estamos un poco estresados en
este momento, y digo: "Él no está con Beck. Viene a ayudar".

Cam y Mason están sentados en la isla. Cam está escribiendo en su tablet y Mason
suspira mientras cuelga su teléfono. "Su celular va directamente al correo de voz".

"Él tampoco responde ninguno de mis mensajes", agrega Cam.

"¿Alguna vez ha hecho esto antes? ¿Es posible que solo esté trabajando en un
proyecto y haya perdido la noción del tiempo?" Mi voz está teñida de esperanza,
aunque sé que es inútil.

"No. Él contestaría su teléfono", insiste Cam. "Él debe tener alrededor de veinte
llamadas perdidas de nosotros por ahora".

Asiento con la cabeza distraídamente mientras contemplo dónde más podría estar.
"¿Hay algún lugar en el campus al que le guste ir que aún no hayas revisado?"

"No. Ya hemos buscado en todos los lugares donde suele pasar el rato".

Solo llevo unos minutos en el apartamento cuando llaman de nuevo a la puerta.

120
"¿Que está pasando?" Demanda Beck, sonando un poco sin aliento por su prisa por
llegar aquí mientras entra al apartamento con su ropa de entrenamiento, una expresión
seria en su rostro y una opresión alrededor de sus ojos.

"Todavía no lo sabemos", responde Hawk. "Vimos por última vez a West durante el
almuerzo. Tenía física y biología esta tarde, pero ninguno de nosotros está en esas
clases con él".

"Son las siete en punto. ¿Cómo te das cuenta ahora de que está desaparecido?" Beck
gruñe enojado, haciendo que Hawk mire en su dirección.

"No es que lo sepas, porque no sabes nada sobre él” ", gruñe Hawk, clavando el
cuchillo en el pecho de Beck, "pero por lo general va a la biblioteca o al laboratorio de
computación después de clase. Fue solo cuando no apareció en la cena y ninguno de
nosotros supo nada de él que sospechamos que algo no estaba bien".

"Chicos", espeto. "Esto no está ayudando. Necesitamos trabajar juntos."

"Deberíamos dividirnos y registrar el campus", insiste Beck.

Hawk frunce el ceño, pero asiente con la cabeza. "Estoy de acuerdo. Entre nosotros,
deberíamos poder cubrir la mayor parte con bastante rapidez. Mason, revisa el centro
recreativo y deportivo. Cam y Beck, ambos deben revisar los edificios principales de
la escuela, luego, cuando terminen, reúnanse con Mason y extiéndanse para buscar en
el bosque en ese extremo del campus. Hadley y yo buscaremos en el bosque detrás de
los dormitorios y nos dirigiremos hacia el lago".

Todos asienten y rápidamente se ponen de pie.

"Toma, toma esto". Mason nos entrega linternas a cada uno de nosotros. En caso de
que oscurezca antes de que lo encontremos.

Su voz es tensa, sus palabras dejan un ominoso escalofrío en el aire que ninguno de
nosotros quiere reconocer.

"Todos mantengan sus teléfonos en ellos, verifiquen cada media hora y avísennos al
resto si encuentran algo", ladra Hawk antes de que todos salgamos por la puerta.

***

"Realmente estoy empezando a preocuparme", admito a regañadientes una hora más


tarde. Hemos buscado en la mayor parte del bosque y no ha habido señales de él.
Aunque, sinceramente, no estoy segura de si eso es algo bueno o no. Quiero decir,
¿qué diablos estaría haciendo todo el camino hasta aquí? Aquí es donde tomarías un
cadáver para tirarlo. Ese es el pensamiento que sigue repitiéndose en mi cabeza, y
cuando el sol comienza a ponerse, haciendo que las sombras se alarguen, cada tronco
caído y montón de hojas que parece un cadáver me hace temblar de miedo mientras

121
las náuseas se agitan en mi estómago, congelándome en el lugar por un segundo antes
de que pueda reunir mi ingenio y convencerme de que no es más que follaje.

"Es más fuerte de lo que parece", asegura Hawk, sonando como si estuviera tratando
de convencerse a sí mismo tanto como a mí. Los dos estamos a unos seis pies de
distancia, recorriendo el suelo y el bosque circundante a nuestra izquierda y derecha
con cada paso que damos.

"Lo sé, pero todo lo que sigo pensando es en qué pasaría si nuestros padres lo
atraparan. Si enviaran a alguien tras él, no tendría ninguna posibilidad contra ellos".

"Él está bien", gruñe Hawk, negándose a creer nada más.

Seguimos caminando en silencio durante otro segundo, hasta que el crujido de algo
escondido en las hojas debajo de mi bota nos tiene congelados a los dos y mirando al
suelo.

Hawk corre hacia mí mientras levanto mi bota, revelando un teléfono ahora roto. Se
agacha para levantarlo, pero todo lo que puedo hacer es mirarlo. Esto tiene que ser un
mal presagio, ¿verdad?

"¿Es suyo?" gruño.

Lo mira antes de intentar encenderlo, pero no es más que un ladrillo negro.

"No lo sé." Suelta un suspiro de frustración.

Quiero decir que tiene que ser suyo. No mucha gente se adentra tanto en el bosque, y
cualquiera que deje caer su teléfono lo buscaría. No se marcharían y lo dejarían.

Guarda el teléfono en su bolsillo. "Vamos, sigamos buscando". Sus ojos recorren el


área, buscando otras pistas antes de fijar su dura mirada en mí. "Esto no nos dice nada.
Puede que no signifique nada. Tenemos que seguir buscando".

La agudeza de sus palabras es lo que me llega y bloquea el enjambre descontrolado de


emociones que estoy sintiendo en este momento, obligándome a entrar en el espacio
mental en el que he tenido que entrar tantas veces cuando estaba en un viaje de
trabajo. Las emociones no tienen lugar cuando necesitas mantener la cabeza y pensar
racionalmente, por lo que todo este miedo y preocupación no me hará, y ciertamente
no le hará ningún bien a West. Empujando todos esos sentimientos inútiles en una
caja, asiento con la cabeza, lista para continuar.

Después de otros quince minutos de búsqueda, llegamos al borde del bosque junto al
lago. El sol ya se ha puesto y el cielo oscuro hace que las aguas profundas se vean
más siniestras de lo que jamás recuerdo. Una profunda enfermedad me recorre
mientras miro hacia el agua y siento a Hawk tensarse a mi lado mientras él hace lo
mismo. Los dos sabemos que el mejor lugar del campus para deshacerse de un
cadáver es ese lago.

Alumbramos con nuestras antorchas sobre la orilla de guijarros mientras caminamos a


lo largo de ella hacia el cobertizo para botes.

122
"¡Por ahí!" Señalo hacia donde algo brilla a la luz de mi linterna un poco más abajo en
la playa. "¿Qué es eso?"

Los dos corremos hacia él; Espero que sea una pista y temo que sea algo malo que
lucha por el primer lugar dentro de mí.

Jadeo mientras patino hasta detenerme en las piedras. "Son..." Mi voz es tensa, la
emoción me asfixia cuando me inclino para levantar el par de anteojos rotos. Falta el
cristalino de un ojo y puedo ver pequeños fragmentos del cristal en el suelo. Debe
haberse metido en una pelea.

Frenéticamente, hago brillar la luz a nuestro alrededor, esperando desesperadamente


que nos muestre otra pista. Algo. Cualquier cosa. Debe estar cerca. No habría podido
llegar muy lejos sin esto.

Al no ver nada, entrecierro los ojos en la oscuridad, apenas distingo el contorno


oscuro en el otro extremo de la playa.

Hawk jadeo. "El cobertizo para botes".

Compartimos una mirada antes de despegar, corriendo a toda velocidad hacia la


pequeña choza, sin tomarnos más tiempo para buscar a medida que avanzamos. Él
tiene que estar ahí.

Le gané a Hawk allí por meros segundos y respiré para tranquilizarme, mentalmente
tratando de prepararme para lo que sea que podamos encontrar al otro lado. Alerta por
cualquier sonido que pueda indicar una emboscada, abro la puerta y nos asomamos al
oscuro interior. No hay nada más que silencio que solo me hace sentir más nerviosa
cuando entramos, nuestras linternas barren las tablas desgastadas del piso.

"Oh, Dios mío", jadeo, cuando el haz de la antorcha de Hawk baña un par de piernas,
un par de piernas muy quietas e inmóviles. Me apresuro hacia adelante, Hawk justo
detrás de mí mientras mueve su linterna para mostrarnos el cuerpo y la cara maltratada
de West.

Su uniforme está desgarrado y ensangrentado, y su rostro luce como si hubiera sido


usado como saco de boxeo.

"West" grito, cayendo de rodillas a su lado. Mis manos se ciernen sobre él, sin saber
qué hacer o cómo puedo ayudarlo sin causarle más dolor.

Cuando no responde, vuelvo a gritar: "¡West!"

Hawk se agacha a su otro lado. "West, hombre", grita, sacudiendo su hombro. "Soy
yo. Vamos, tenemos que sacarte de aquí".

West gime y yo dejo escapar un suspiro de alivio. ¡Gracias a la mierda que está vivo!
El estrés de las últimas horas desaparece, siendo rápidamente reemplazado por
preocupación mientras trato de evaluar qué tan graves son sus heridas.

"West", grita Hawk, sacudiéndolo bruscamente de nuevo.

123
Otro gemido y un débil movimiento de su mano mientras intenta desalojar la mano de
Hawk de su hombro.

"Eso es todo, hombre. Vas a estar bien" le asegura Hawk antes de mirarme. "Quédate
con él, llamaré a los demás. Entonces tenemos que intentar sacarlo de aquí".

Asiento distraídamente con la cabeza, sin apartar la mirada del rostro de West ni una
sola vez mientras Hawk se pone de pie y se dirige al exterior para hacer su llamada.
Sin embargo, deja la puerta abierta para que aún podamos vernos.

Me inclino para que nuestras caras estén a centímetros de distancia. "¿West?"


Murmuro suavemente, pasando mis dedos por su cabello, ignorando cómo los
mechones se sienten húmedos y pegajosos.

"Luciérnaga", susurra tan bajo que apenas lo escucho. "No es seguro."

"Está bien", le aseguro. "Hawk y yo estamos aquí. Quienquiera que te haya hecho esto
se ha ido".

Intenta asentir con la cabeza, gimiendo por el dolor que le causa ese pequeño
movimiento. Presiono mi frente contra la suya, sin importarme una mierda que esté
sudoroso y ensangrentado.

"Lo siento mucho", murmuro. "Todo esto es mi culpa." Mi voz se quiebra y las
lágrimas caen sobre sus párpados cerrados, haciéndolos revolotear.

"Shhh", me tranquiliza, haciendo una mueca mientras levanta su brazo, ahuecando la


parte posterior de mi cuello. Se las arregla para abrir los ojos y le toma un segundo
enfocar su mirada en mí.

El dolor que veo en ellos solo aumenta mi culpa. "Esto no fue culpa tuya", insiste con
voz tensa, que suena ronca por la falta de uso.

"Lo es. Yo fui la que dijo que deberíamos ir contra ellos. Mira lo que te hicieron" —
grazno. "Te dieron una paliza. Te rompieron las gafas". Se me escapa un sollozo
entrecortado y él deja escapar una risita de dolor, que rápidamente se transforma en un
gemido cuando se estremece. "Tengo un par de repuesto, no te preocupes por ellos,
solo bésame".

Presiono mis labios contra los suyos, necesitando estar lo más cerca posible de él para
asegurarme de que realmente está vivo. Con la intención de mantenerlo rápido,
sabiendo que él no está exactamente en las condiciones adecuadas para un beso sucio
y prolongado, voy a retirarme, pero su mano en la parte posterior de mi cuello me
mantiene en el lugar mientras profundiza el beso.

Un resoplido detrás de mí nos hace separarnos y miro hacia atrás por encima del
hombro.

"Él no puede estar tan malo si es capaz de besarte así". Hawk se burla, luciendo
disgustado mientras viene hacia nosotros. "Bien, hombre, vamos a levantarte. Los
demás están en camino".

124
West asiente levemente, y entre nosotros, Hawk y yo logramos ponerlo de pie.

"Mierda, todo duele", se queja West. "¿Por qué diablos tú y Mason hacen esto para
divertirse? Me supera".

Hawk da una pequeña risa. "Bueno, por lo general no vamos tan duro".

West gruñe y empezamos a movernos. Toda conversación cesa cuando nos enfocamos
en dar un paso a la vez. El sudor gotea de la frente de West cuando llegamos al otro
extremo del cobertizo para botes. Incluso antes de que hayamos llegado al borde del
bosque, Hawk y yo estamos soportando casi todo su peso, haciendo que mis muslos
ardan.

El susurro y el sonido de los pasos tensa mi cuerpo mientras Hawk trata torpemente
de proteger a un West más o menos desmayado con su cuerpo ancho. Los dos
compartimos una mirada rápida mientras esperamos ver quién está aquí con nosotros.

Cuando Mason, Cam y Beck salen de los árboles, dejo escapar un suspiro de alivio.
No sé qué habríamos hecho si los mercenarios que golpearon a West todavía
estuvieran por aquí. No estoy segura de cuántos podría tomar a la vez, y con la
condición de West, necesitamos recuperarlo y revisarlo para ver si tiene lesiones
internas.

Al vernos, los ojos de los tres se agrandan al ver el estado de West.

"Mierda, ¿estás bien?" pregunta Cam, mirándolo.

"Vivirá", responde Hawk bruscamente. "Pero tenemos que llevarlo de regreso al


dormitorio".

Mason da un paso delante de mí, obviamente, con la intención de aliviarme del peso
de West que estoy soportando, pero dudo y miro a Beck. La misma preocupación está
en sus ojos que en los demás, y puedo ver que quiere ayudar, pero se está
conteniendo, inseguro de lo que West querría.

Saliendo de debajo del brazo de West, Mason toma mi posición, y él y Hawk logran
llevar a West a través del bosque, con los tres siguiéndolos en silencio. Sintiendo el
caos de nervios que tengo mientras me preocupo por el alcance de las heridas de
West, Cam se acerca y envuelve su mano alrededor de la mía, dándole un apretón
tranquilizador. Sosteniéndolo, entrelazo nuestros dedos y me aferro a su pequeño acto
de consuelo mientras caminamos lentamente de regreso al apartamento de los chicos.

Hawk y Mason tardan una eternidad en subir las escaleras mientras llevan a West casi
desmayado entre ellos, pero finalmente, todos lo logramos y los dos acomodan a West
en el sofá.

Cam sale corriendo a buscar su par de anteojos de repuesto mientras yo me siento a su


lado. Deslizando mi palma en la suya, me consuela un poco la calidez de nuestro
toque, un sólido recordatorio de que la sangre todavía fluye por sus venas, diciéndome
que está vivo.

125
"¿Deberíamos llamar a un médico?" Hawk le pregunta a Mason, los dos mirando a
West críticamente. Está sentado con la cabeza apoyada en el respaldo del sofá, los
ojos cerrados y solo abre un párpado cuando Cam regresa y le entrega las gafas. Al
ponérselos, sus ojos se cierran de nuevo, su rostro se arruga ante un estallido de dolor.

"No lo sé." Mason frunce los labios.

"Por supuesto que deberíamos", argumento. ¡¿Cómo podrían pensar lo contrario?!

"Sería el médico de nuestros padres", explica Hawk, haciéndome dar cuenta de su


indecisión.

"No", se queja West, abriendo los ojos a medias. "Estaré bien."

"Claramente no estás bien", espeta Beck. Su expresión es sombría y enojada, pero


puedo sentir la preocupación saliendo de él en oleadas mientras se cierne inseguro
detrás de Hawk y Mason, observando a West como... bueno, como un halcón.

Piensa en algo por un segundo antes de ponerse al lado de Mason. "De ninguna
manera estoy capacitado médicamente, pero he visto y curado una buena cantidad de
heridas de batalla. Puedo echar un vistazo... si quieres". Agrega las últimas palabras,
revelando lo inseguro que se siente. Por lo general, actúa duro y confiado con los
muchachos, pero en este momento quiere estar aquí para su hermano, para ayudar de
alguna manera, pero no tiene idea de cómo o si West querría su ayuda. El estado
rocoso de su relación me rompe el corazón. Los dos se necesitan más de lo que creen.
West necesita darse cuenta pronto antes de que Beck deje de intentarlo por completo y
se pierda lo que podría ser una relación bastante increíble.

West duda y le doy un apretón en la mano, pidiéndole en silencio que lo intente. Por
su bien y el de Beck.

"Sí, está bien", cede con un suspiro, sonando demasiado cansado para discutir.

Le doy a Beck una pequeña sonrisa tranquilizadora y ayudo a West a quitarse los
restos andrajosos de su camisa mientras Beck le pregunta a uno de los muchachos si
tienen un botiquín de primeros auxilios y que se lo consigan.

Jadeo cuando se revela el cuerpo de West. Los moretones comienzan a formarse sobre
sus costillas y abdomen, y hay algunos cortes superficiales a lo largo de su pecho, las
líneas rectas revelan el hecho de que fueron tallados con una cuchilla. Voy a asesinar
a cualquier hijo de puta que pensó que podía salirse con la suya.

Es obvio que las heridas son superficiales. Tenía la intención de hacer una declaración
en lugar de causar un daño real y, sinceramente, he visto daños mucho peores en
algunos de los niños después de que salieron del ring en el complejo. La diferencia es
que me importaba una mierda ninguno de esos niños. Claro, empaticé con ellos; Me
sentí mal por ellos, pero no tenía ni una pizca de los sentimientos que tengo por West.

Aparte de Meena, nunca he tenido que ver a alguien que me importa salir lastimado, y
mientras observo a West hacer una mueca, su respiración superficial mientras trata de
no inhalar demasiado profundo y provocar una llamarada de dolor, el asesino sediento

126
de sangre dentro de mí grita en busca de retribución. Es una parte degradada de mí
misma que normalmente mantengo encerrada, solo la dejo salir a jugar cuando estoy
en un trabajo o mi vida está en peligro. Desde que dejé el complejo, no he tenido que
convertirme en esa persona, aparte de cuando acabé con esos dos mercenarios, pero en
este momento, doy la bienvenida a la frialdad que se filtra en mis venas a medida que
mis instintos más bajos salen a la superficie, tanto embotados como aumentando mis
emociones mientras quemo los nombres desconocidos de los hijos de puta en el
músculo alrededor de mi corazón, prometiéndome su muerte en mis manos.

Me hago a un lado y le doy a Beck espacio para que evalúe a su hermano mientras se
acerca con el botiquín de primeros auxilios. Su mirada recorre a West, evaluando el
daño, su rostro contraído cuando ve un parche descolorido de aspecto particularmente
desagradable sobre su riñón izquierdo.

Todos observamos cómo Beck toca y pincha a West, inspeccionando sus cortes para
asegurarse de que sean tan superficiales como parecen.

"¿Estás seguro de que sabes lo que estás haciendo?" West gruñe cuando se estremece
por quinta vez bajo el toque de Beck, gruñendo cuando el movimiento le causa dolor.

"Sí, estoy seguro." Beck gime frustrado, se irrita por la falta de confianza de West en
él y lo mira con una mirada que dice #deja de ser un bebé”. "Mis amigos y yo nos
remendábamos constantemente cuando éramos niños. No es como si pudiéramos ir a
un hospital con todos los huesos rotos o cortes profundos posibles. Nadie en Black
Creek podía pagar la atención médica, y la vida de pandilla no es una carrera que
viene con un seguro médico, por lo que rápidamente aprendiste los conceptos básicos
para examinar, desinfectar y coser cualquier tipo de lesión".

A pesar del evidente dolor que siente, West observa a Beck de cerca, examinando
cada uno de sus movimientos. "¿Y si fuera una amenaza para la vida?"

Beck se encoge de hombros con indiferencia. "Entonces probablemente moriste antes


de que alguien pudiera hacer algo. Tal vez un amigo o alguien te hubiera llevado al
hospital, pero si tuvieras la suerte de vivir después de eso, tendrías que pagar una
factura considerable que solo te empujaría a tomar mayores riesgos para la pandilla en
la que estabas trabajando. Riesgos que finalmente harían que te mataran más adelante
de todos modos". Beck pinta una imagen tan dura y sombría de Black Creek que me
hace sentir lástima por los niños que tienen que crecer en ese entorno. Me enviaron
varias veces cuando estaba en un trabajo, y he hecho un par de contactos allí, pero no
es un lugar al que me apresure a visitar en el corto plazo. La gente allí está endurecida
por las cosas que han tenido que ver y hacer. Sus almas son negras, o varios tonos de
gris en el mejor de los casos. Siempre me daban escalofríos cuando estaba allí. Esa
sensación de asco cuando demasiados ojos no deseados observan cada uno de tus
movimientos. Incluso con mi cara descarada de “déjame en paz”, nunca detuvo a los
engreídos que pensaban que eran todo eso porque portaban un arma y usaban tatuajes
especiales de pandillas de acercarse a mí, pensando que felizmente caería sobre su
pene solo porque pensaban que era genial estar en una pandilla. Honestamente, en su
mayor parte, todos allí son un montón de niños, jugando a ser rudos y peleando por el
territorio como si fuera su juguete favorito. Todos ellos necesitan jodidamente crecer.

127
"Algunas de las tripulaciones más grandes, como The Feral Beasts o Antonelli,
habrían tenido un médico bajo su control que podría resolver cualquier herida
retorcida, pero cualquiera que no fuera parte de su tripulación, o cualquier pandilla en
absoluto , solo tenía que esperar que ninguna lesión fuera demasiado grave".

Es la forma en que Beck dice todo esto tan casualmente, como si así fueran las cosas,
como si fuera normal, eso es lo más devastador, pero todo está increíblemente jodido.
No sé qué sucedió que resultó en que su madre finalmente los sacara a rastras de allí,
pero me alegro de que lo haya hecho. Basado en las líneas de preocupación que se
forman en su frente y la forma en que mira su tatuaje de Reaper Rejects en su
antebrazo con una mirada abatida en sus ojos, sé que lo que sucedió fue algo malo.
Algo que ha llevado consigo, solo, durante demasiado tiempo.

Mientras Beck dice todo esto, continúa presionando cuidadosamente a West, mientras
ignora los ojos de West mientras examinan su rostro. La forma en que West lo mira,
con una mirada triste y pensativa en sus ojos que noté la última vez que Beck se abrió
y compartió algo de su infancia con nosotros, tiene una chispa de esperanza
encendiéndose dentro de mí. Espero que algún día estos dos puedan superar sus
diferencias.

"Bueno, ¿cuál es el veredicto?" Hawk pregunta mientras Beck se pone de pie y


termina con su evaluación.

"Los cortes son todos superficiales. Solo necesitan ser limpiados y vendados para
asegurarse de que no se infecten. Tiene las costillas y el riñón magullados, pero no
creo que tenga nada roto. Estará rígido y dolorido durante algunas semanas, pero
estará bien".

"Bueno." La voz de Hawk es áspera, y si no fuera por conocerlo mejor, o ver cuánto
se preocupa por estos tipos, pensaría que no le importa una mierda, pero su aspereza
está llena de emoción. No conoce otra forma de expresarse.

Tomando el kit de Beck, me deslizo en mi asiento al lado de West y empiezo a


limpiarlo mientras los chicos hablan a mí alrededor.

"Entonces, ¿estamos todos pensando que estos fueron nuestros padres?" Mason
comienza, tomando asiento en la silla frente a mí mientras Cam trae cervezas para
todos antes de sentarse a mi otro lado.

Afirmaciones rotundas provienen de todos excepto de West, que sisea cuando el


antiséptico que estoy usando toca su corte.

"Definitivamente lo fue", nos asegura, luciendo un poco más alerta de lo que estaba
antes mientras mira a todos alrededor de la habitación. "Había tres tipos. Llevaban
máscaras para que no pudiera verles la cara, pero la forma en que se movían era
similar a la de los tipos que nos atacaron en Navidad. Estaban tan coordinados, y el
nivel de precisión…" Se calla, sacudiendo la cabeza, sonando impresionado por sus
habilidades y molesto por haber saltado. "Era obvio que estaban altamente capacitados
y acostumbrados a trabajar en equipo".

128
Aprieto los dientes y me concentro en evitar que mi mano tiemble de ira mientras
paso a limpiar otro corte justo debajo de su pectoral. Voy a destripar a cada hijo de
puta que lo tocó, luego iré por los psicópatas intrigantes que se hacen llamar nuestros
padres.

El rugido en mis oídos mientras trato de controlar la ira que me consume ahoga la
conversación que continúa a mi alrededor, y solo salgo de ella cuando el fuerte tono
de llamada de un teléfono que se apaga penetra a través de la neblina roja que cubre
mi mente.

Todos miran a Hawk, cuyos labios están apretados mientras mira fijamente el teléfono
antes de contestar. Inmediatamente lo pone en el altavoz para que el resto de nosotros
lo escuche, nos lanza una mirada a cada uno de nosotros para que nos callemos.

"Estoy decepcionado, hijo". La voz de Barton sale claramente a través del altavoz
mientras suspira. "Pensé que te dijimos que continuaras la tradición con las chicas,
¿pero tuvimos que descubrir a través de otra fuente que nuestros propios hijos nos
estaban desafiando?" Gruñe las últimas palabras. Es la primera vez que lo escucho
sonar algo más que indiferente, y es el primer indicio de la oscuridad que yace dentro
de él, la misma oscuridad controladora que está en todos nuestros padres.

"Queríamos…" comienza Hawk.

"No me importa lo que querías", grita Barton por teléfono. "Harás lo que te decimos.
Todos ustedes volverán a la vieja tradición con las chicas".

Espera en silencio a que Hawk esté de acuerdo, pero Hawk duda, mirando a cada uno
de los chicos en busca de confirmación.

"Esta noche fue solo una advertencia", amenaza Barton cuando Hawk tarda
demasiado en responder. "Podemos hacerlo mucho peor. Y no solo a Westley".

Suspirando en silencio, Hawk está de acuerdo, no es como si tuviera otra opción.

"Bueno. Reanudaremos la tradición de nuevo".

"Bueno. Y Elizabeth también se unirá, por ahora. Te avisaremos cuando eso cambie".

¿Qué carajo se supone que significa eso? Los cinco compartimos miradas
confundidas, preocupadas y enojadas; nadie está seguro de qué quiere decir
exactamente Barton con esas palabras crípticas.

Hawk me mira, como si esperara mi confirmación de que estoy de acuerdo con eso,
pero, al igual que él, no tengo otra opción, así que asiento de mala gana con la cabeza.

"Está bien", responde Hawk a su padre.

"Bueno. Elige a alguien para ella. Ya sabes quién es adecuado. Toma esto como una
advertencia, hijo. La próxima vez, hazlo mejor".

129
Con eso, Barton cuelga, dejándonos a todos mirándonos abatidos, averiguando qué
carajo se supone que debemos hacer ahora.

130
Capítulo 14:
Hadley
Paso la noche con West, los dos durmiendo a ratos. Da vueltas y vueltas toda la
noche, luchando por estar cómodo con sus heridas, y su inquietud me mantiene
despierta.

A las cinco de la mañana, me rindo y salgo de la cama, agarrando un par de sudaderas


para ponerme debajo de la camiseta demasiado grande que tomé prestada anoche
antes de escabullirme por la puerta. Me arrastro por el pasillo, no queriendo molestar a
ninguno de los otros tan temprano. Eran más de las dos antes de que todos nos
fuéramos a la cama, el cansancio nos venció después de los eventos del día. Sin
embargo, parecía que no teníamos nada resuelto anoche, la conversación daba vueltas
y vueltas en círculos mientras discutíamos qué íbamos a hacer con esta estúpida
tradición y, en última instancia, cuál era nuestro plan para deshacernos de nuestros
padres, porque se ha vuelto muy claro que no podemos seguir viviendo bajo sus reglas
y restricciones. Me niego a permitir que alguien más dicte mi vida por mí nunca más,
y no dejaré que arrastren a los muchachos más profundamente en su mierda, o
empañen aún más el alma de Beck con el horrendo trabajo que le han pedido que
haga.

Me detengo en el umbral hacia la cocina abierta y la sala de estar, estudiando a Beck


mientras duerme en el sofá vestido solo con sus bóxers. Su manta está en el suelo, ya
que la pateó en algún momento durante la noche. Se negó a irse anoche y,
afortunadamente, nadie discutió con él, los demás entendieron su necesidad de estar
cerca de su hermano después de todo lo que había sucedido. Incluso si hubieran tenido
problemas con eso, no lo habría dejado salir de aquí. Necesitaba saber que todos
estábamos a salvo anoche, y la única manera de estar segura de eso es si estamos
todos juntos.

En lugar de dirigirme a la cocina por un café, me desvío del rumbo y me muevo con
pasos silenciosos hacia Beck que ronca suavemente. Con cuidado de no molestarlo,
coloco mis rodillas sobre los cojines a cada lado de sus caderas y me coloco sobre él.
Mis ojos se desvían hacia su tatuaje Reaper Rejects mientras me pregunto una vez
más qué pasó en su infancia. Ha aludido a la pérdida de alguien cercano a él, pero
nunca ha ofrecido más información y nunca se lo he preguntado. No me presiona para
que le diga nada con lo que me sienta incómoda, así que no le haré eso. Confío en que
cuando esté listo para compartir, me dejará entrar y, con suerte, a los demás también.

Girando alrededor del tatuaje hay varios diseños tribales negros, que se extienden
hasta la muñeca y hasta el hombro, entrelazados con otros diseños más pequeños que
tienen una pizca de color, lo que los hace resaltar. Desde este ángulo, puedo distinguir
una brújula con las palabras "mantente fiel" garabateadas debajo, una imagen de un
árbol sin hojas y otra de un reloj de arena con la mayor parte de la arena corrida.

Siguiendo los diseños hasta que mi mirada aterriza en su rostro nuevamente, no puedo
evitar mirarlo. Es deslumbrante cuando está despierto, toda una hermosura robusta e
intenciones malvadas, pero es hermoso cuando está dormido. Las líneas tensas que

131
con demasiada frecuencia estropean su rostro se desvanecen, dejando traslucir su
verdadera edad. Es mucho más joven de lo que pensarías cuando lo miras
inicialmente. Su pasado, sus experiencias de vida, lo han endurecido, tanto por fuera
como por dentro, pero no es mucho mayor que el resto de nosotros. Sin embargo, él
está tratando de tomar el peso de todo esto sobre sus hombros para que los muchachos
y yo no tengamos que hacerlo. Sé que por eso nunca mencionó lo que nuestros padres
le obligan a hacer. Está dispuesto a arriesgarse a que los muchachos no confíen en él
si eso significa que puede dejarnos a todos ser niños un poco más. Realmente es
desinteresado, pero ¿cuánto le costará soportar esa carga solo? Estoy agradecida de
que se haya abierto conmigo la otra semana y, con suerte, ahora sabe que no está tan
solo como pensaba.

"Buenos días, enredadera". Su voz profunda está llena de sueño y todavía no abre los
ojos, pero sus manos se deslizan por mis muslos, se apoyan en mis caderas y tiran de
mí hacia abajo para que quede tumbada sobre él.

"No fue mi intención despertarte" murmuro contra la suave piel de su cuello.

"Entonces probablemente no deberías haber estado trepando sobre mí".

De acuerdo, punto justo, pero se veía tan tranquilo que tenía que mirarlo más de cerca.

"¿Cómo está el West?"

"Él está bien. No durmió bien, así que lo dejaré descansar un poco más".

Él asiente con la cabeza, sus ojos todavía cerrados mientras sus dedos trazan círculos
perezosos en mi espalda.

"¿Cómo estás?" Sé que anoche lo afectó, independientemente de lo bien que trató de


ocultarlo.

Suspira, finalmente abre los ojos y me mira con una suave sonrisa. Besa la coronilla
de mi cabeza antes de descansar su cabeza sobre la almohada y mirar el techo sobre
nosotros.

"Estaba tan preocupado por él", admite. "Acabo de encontrarlo, y él todavía me odia.
La idea de que algo malo le suceda antes de que tengamos la oportunidad de
conocernos…" Se calla, pero no necesita terminar esa oración. Sé lo que quiere decir.
Hawk me vuelve jodidamente loca, pero recién estamos comenzando a conocernos, ¿y
la idea de perderlo ahora, justo cuando las cosas comienzan a ir bien para nosotros?
Bueno, no puedo soportar pensar en eso.

"No sé cómo mejorar las cosas entre nosotros". La tensión de sus dedos en mi cadera
me dice cuánto le está afectando la fricción entre él y West. "He intentado abrirme
sobre mi infancia, para que pueda conocerme, pero ni siquiera quiere pasar tiempo
conmigo. No sé qué más puedo hacer".

Paso mis dedos por su cabello, con la esperanza de que le quite algo de la tensión que
tiene su cuerpo tan tenso. Él resopla ante lo que sea que esté pensando, sacudiendo la
cabeza ante sus pensamientos internos. "Estúpidamente pensé que admitir por qué

132
estaba haciendo lo que hacía por nuestros padres, y por qué no podía contárselo a
nadie, lo ayudaría a entrar en confianza conmigo. Pensé que si supiera que lo estaba
haciendo todo por él, para mantenerlo con vida, marcaría la diferencia. No porque
quiera que me deba o porque me sienta obligado a hacerlo, sino porque quiero estar en
su vida y quiero que tengamos un futuro en el que tengamos la oportunidad de
conocernos".

"Entonces, ¿realmente solo lo estás haciendo por mí?"

Beck y yo saltamos. Mis ojos se lanzan hacia arriba para mirar a West parado en la
puerta con los pantalones de su pijama, mirando a Beck con ojos llorosos, y con
cuidado me bajo de Beck para que pueda sentarse.

Su mirada nunca deja a West cuando responde: "Sí".

"¿Qué pasa con el dinero? ¿Y el trabajo elegante y mejores perspectivas de carrera?"

"No me importa nada de eso. Cada centavo que me ha dado nuestro padre está en una
cuenta bancaria. Nunca lo he tocado y no planeo hacerlo. En cuanto al trabajo, no
puedo negar que no es una oportunidad increíble que espero me beneficie algún día,
pero no habría aceptado su oferta turbia solo por esa razón".

Los ojos de West se mueven rápidamente entre los de Beck, tratando de determinar la
verdad en sus palabras. "Entonces, ¿por qué lo tomaste? Tenías que saber que vendría
con hilos que no querrías tirar".

Beck asiente lentamente con la cabeza. "Lo hice, pero después de perder el contacto
con mis hermanos hace tantos años, la oportunidad de conectarme contigo, mi
verdadero hermano, fue más de lo que podía dejar pasar. No es como si hubiera
esperado que fuéramos amigos ni nada, pero quería tener la oportunidad de conocerte.
Ver que estabas bien y, sí, esperaba que tal vez pudiéramos tener algún tipo de
relación algún día". Se encoge de hombros casualmente como si no fuera gran cosa,
pero esto es un maldito gran problema, y prácticamente puedo sentir el estrés
irradiando de él mientras espera escuchar lo que dice su hermano a continuación.

Los ojos de West saltan hacia mí y le imploro en silencio que le dé una oportunidad a
Beck. No tiene idea de lo jodidamente que valdrá la pena.

Volviendo a mirar a Beck, se toma unos segundos más para reflexionar antes de
asentir con la cabeza.

"Está bien", está de acuerdo lentamente. "Dejaré de congelarte".

Ya sin poder contener mi sonrisa, aprieto el brazo de Beck con emoción.

"Pero si resulta que algo que me estás diciendo, o cualquiera de nosotros, es una
mierda, te irás de aquí tan jodidamente rápido que todo se sentirá como un recuerdo
lejano. No volverás a verme a mí ni a Hadley".

De acuerdo, no aprecio que tome decisiones como esa por mí, y dejo en claro con el
ceño fruncido que apunto en su dirección, mi mirada lo suficientemente aguda como

133
para perforar un agujero en el frente de su frente, justo entre sus ojos. Pero lo dejo
pasar porque sé que eso no sucederá. Entiendo que todavía no confía plenamente en
él, y yo, de todas las personas, puedo apreciar eso.

"Está bien, ahora que todos hemos acordado que estamos en el mismo equipo,
siéntate", le digo a West en un tono sensato, poniéndome de pie. "Te traeré algunos
analgésicos. Realmente deberías estar todavía en la cama, descansando".

"Estoy bien", me asegura, caminando lentamente hacia uno de los sillones y


sentándose con cuidado para no empujar ninguno de sus muchos moretones. A la luz
del día, y ahora que la sangre ha tenido tiempo de subir a la superficie de su piel, se ve
jodidamente horrible. Todavía caliente como el pecado, por supuesto, pero es
dolorosamente obvio que fue puesto a prueba anoche.

A pesar de su insistencia en que está bien, no discute conmigo cuando le doy los
medicamentos y un vaso de agua, los bebe rápidamente y se relaja en su silla mientras
voy a preparar un poco de café para todos. Tengo la sensación de que lo vamos a
necesitar.

***

Ninguno de nosotros va a clase por el resto de la semana. Dado que West no es un


luchador como Mason o Hawk, su repentina aparición magullada solo generará
preguntas no deseadas, y con el guante colgando sobre nuestras cabezas, el resto de
nosotros debemos elaborar una estrategia sobre nuestros próximos movimientos. Así
que los cinco nos encerramos en su departamento, confiando en los chismes de Emilia
y Beck para mantenernos al tanto de lo que sucede en el resto de la escuela.

La única vez que salimos es para ir a la competencia de natación de Cam el sábado.


Está en los campeonatos regionales, lo que no significa nada para mí, pero es algo de
lo que está orgulloso y todos queremos estar allí para apoyarlo. Ha estado en la
piscina cada minuto libre que ha tenido, que es cierto que no es tanto como
probablemente le hubiera gustado teniendo en cuenta todo lo que hemos tenido. Con
una sudadera con capucha sobre su cabeza, ocultando los últimos moretones en su
rostro, West pudo unirse a nosotros, y vemos a Cam mientras patea traseros una vez
más, y se ve jodidamente derritiendo las bragas haciéndolo.

Por supuesto, Lawrence no puede dejar pasar la ocasión sin una visita, y esta vez,
mientras está de pie junto a la piscina, su mirada permanece fija en mí, donde estoy
sentada en las gradas junto a Hawk. Hago todo lo posible por ignorarlo, pero sus ojos
me queman como un láser. Tengo que reducir mi entusiasmo por la victoria de Cam,
no quiero alertar a Lawrence de mis intensos sentimientos por su hijo, pero cuando
Cam entra al vestidor y los muchachos se ponen de pie a mí alrededor, no puedo
evitar mirarlo. Instantáneamente me arrepiento, mientras la comisura de su labio se
curva hacia arriba en una mueca confiada, inmovilizándome momentáneamente.

134
"Ignóralo", susurra Hawk en mi oído, con el ceño fruncido grabado en su rostro
mientras empuja suavemente mi hombro, empujándome hacia adelante. Apartando los
ojos de Lawrence, sigo a los muchachos fuera de las gradas, pero juro que, incluso
después de que regresamos a nuestro dormitorio y Lawrence se fue hace mucho
tiempo, todavía siento sus ojos en mí.

El lunes por la mañana, nuestras máscaras están firmemente colocadas cuando


abrimos las puertas del comedor y nos dirigimos a la mesa de los Príncipes en medio
de los murmullos del resto del año. Tomando nuestros asientos, hago lo mejor que
puedo para ignorar los susurros boquiabiertos y obvios mientras se sirve el desayuno.
Los cinco comemos en silencio, no es que pueda comer mucho con el plomo
cubriendo mi estómago, y una vez que terminamos, Hawk nos da la señal y todos nos
ponemos de pie.

"Entendemos que ha habido problemas con respecto a los cambios recientes en la


tradición de la chica del mes". La voz de Hawk resuena en la habitación, alta y clara
para que todos la escuchen.

Mis manos se aprietan con fuerza alrededor del borde de la mesa de madera, odiando
que tengamos que hacer esto, pero lo hemos discutido en profundidad durante los
últimos días y ninguno de nosotros puede ver la forma de evitarlo. No todavía al
menos. No sin poner a West, y a todos nosotros, en riesgo.

"Cuando descubrimos por primera vez que Elizabeth era una Davenport, detuvimos la
tradición ya que ella necesitaba la oportunidad de ser ella misma aquí en la escuela.
Ahora que eso se ha logrado, ha accedido a unirse a nosotros con la tradición
mensual".

Aprieto los dientes mientras susurros emocionados estallan en la habitación tanto de


chicos como de chicas. Se necesita todo en mí para contener la verdad que
desesperadamente quiero dejar escapar. Es todo un montón de tonterías, pero no
podemos permitir que la escuela piense que nos están obligando a hacer esto.
Necesitan pensar que estamos a cargo, y esta fue la mejor excusa que se nos ocurrió
después de una semana de pensarlo.

"Entonces," grita Hawk, atrayendo la atención de todos hacia nosotros. "A partir de
hoy, los cinco elegiremos una chica o un chico para el mes. Se aplican las mismas
reglas que antes".

Sin más preámbulos, Hawk señala a una chica, y sigue la misma canción y baile que
siempre. Los otros chicos hacen lo mismo y, a pesar de que apenas le dedican una
segunda mirada a cualquier chica al azar que elijan, cada vez que eligen a alguien, me
hierve la sangre. Las imágenes mentales de mí apuñalando a nuestros padres
revolotean en mi mente mientras hago una promesa silenciosa de que algún día esos
pensamientos serán una realidad.

Demasiado pronto, es mi turno. Cuando Hawk me mencionó por primera vez que
participaba en esta tradición arcaica, asumí que elegiría a Michael, pero después del
pequeño discurso de Barton de “ya sabes quién es el adecuado”, todos estuvimos de
acuerdo en que no podía ser un estudiante becado.

135
Los muchachos me dieron algunos nombres de familias que nuestros padres
considerarían “adecuadas” que no eran unos idiotas totales, pero mirando a la multitud
ansiosa, no sé quiénes son.

Mientras recorro con mis ojos el resto del salón, juego mentalmente “Tin marín de dó
pingüé” con cada uno de los nombres que me dieron; parece una forma tan buena
como cualquier otra de elegir uno.

Hawk tose, un gesto sin palabras diciéndome que me dé prisa y termine con esto, y
después de maldecirlo mentalmente en mi cabeza, grito el último nombre que estaba
pensando.

"Daniel".

Los rugidos brotan de una mesa en el medio de la habitación y los chicos le dan una
palmada en el hombro a un niño que parece nerd mientras sus orejas se ponen rosadas.
Al menos parece más probable que mantenga sus manos quietas. Meh, incluso si no lo
hace, puedo simplemente romperlas. Eso le enseñará a no tocar sin permiso.

Después del desayuno, las chicas elegidas se apiñan alrededor de los chicos, y en
lugar de tener que mirar esa mierda, me alejo para encontrar a Daniel. Se acerca a mí
a través de la multitud, luciendo arrogante e inseguro al mismo tiempo.

"Está bien, Daniel", empiezo antes de que pueda decir algo que solo hará que me
disguste más. "Así es como esto va a ir. En público, tenemos que hacer que parezca
que estamos saliendo, pero no me toques. No me beses. No habrá sexo. ¿Entendido?"
Su rostro cae con cada orden que ladro, y asiente con la cabeza abatido. "Ah, y
tampoco puedes tener sexo con nadie más durante el mes".

Lo sé. Apuesto a que está muy feliz de ser el elegido ahora, pero no puede correr la
voz de que mi cita falsa está follando con otras chicas mientras se supone que él debe
estar conmigo. Socavaría todo lo que he pasado las últimas semanas logrando aquí.

"Qué—"

"Esas son las reglas", afirmo, interrumpiéndolo. "Es demasiado tarde, no puedes
echarte atrás o cambiar de opinión. Y si rompes alguna de ellas, tendrás el claro placer
de conocer mi lado malo. Advertencia justa, ella puede ser una verdadera perra. Solo
pregúntale a Tiffany y Bianca".

Se aprieta los labios, luciendo molesto, no es que pueda culparlo, pero acepta mis
términos de mierda, no obstante.

"Bien." Pongo una sonrisa falsamente brillante en mi cara. "Puedes acompañarme a


clase entonces".

El resto del día no está tan mal. Creo que puse el temor de Dios en Daniel, ya que no
hace nada más que rozar mi hombro mientras me lleva a mi primera clase, y estoy
bastante segura de que es por accidente porque cada vez que lo hace, salta una milla y
murmura una disculpa. No lo veo por el resto del día después de eso, y los chicos
también logran deshacerse de sus chicas, así que los seis nos escondemos en su

136
dormitorio para almorzar. Beck comenzó a unirse a nosotros para almorzar la mayoría
de los días, y ha sido genial tenerlos a todos juntos. Incluso he notado que él y West
hablan un poco. No es mucho, pero es un comienzo increíble.

El martes, el buen humor que me quedaba de ayer se me va cuando entramos al


pasillo y las chicas prácticamente se tiran encima de mis chicos. Ninguno de ellos se
ve feliz por el asalto físico y se liberan rápidamente, pero aun así, verlo me molesta.
Solo empeora cuando todos nos sentamos y escucho a la chica de Hawk diciéndole la
jodida mierda que puede hacer con su boca. Los ojos de Hawk se llenan de lujuria
mientras se acomoda debajo de la mesa, completamente ajeno a la peligrosa agitación
en mi estómago. A mi otro lado, la chica de Mason está empujando sus tetas contra su
brazo, tratando de llamar su atención mientras él casi la ignora, echándole el desayuno
como si fuera una carrera. Es un poco divertido, pero sigue siendo molesto como el
infierno.

"Entonces" digo bruscamente, volviendo mi atención a Daniel en un intento por


distraerme de volverme loca frente a todos. "Háblame de ti."

Daniel pasa el resto del desayuno parloteando sobre sus esperanzas y sueños. Para ser
justos, no parece un completo imbécil, y la tensión desaparece de sus hombros con
cada minuto que pasa sin que le rompa uno nuevo.

Cuando suena la campana de clase, todos nos ponemos de pie y les doy a los chicos
una sonrisa melancólica mientras dejo que Daniel me lleve fuera del pasillo. Ha vuelto
a estar nervioso mientras caminamos hacia el edificio principal, y puedo ver sus
pensamientos corriendo a una milla por minuto mientras reflexiona sobre algo. Sin
importarme lo que está pasando en su cabeza, lo dejo pasar mientras seguimos
caminando.

"Mira", finalmente suelta. "No sé cuál es tu problema". Estoy a punto de desgarrarlo


cuando sale corriendo, "Y no me importa. Eres atractiva, y si estuvieras interesada,
sería increíble, pero no lo estás... ¿verdad?"

"No", afirmo sin rodeos.

"De verdad." Él asiente como si esperara esa respuesta. "Entonces, si todo esto es para
mostrar, entonces debe parecer legítimo". Reflexiono sobre lo que está insinuando y,
al darme cuenta de que estoy abierta a escuchar lo que tiene que decir, continúa:
"Viste la forma en que las chicas son con los chicos".

Le doy una mirada poco impresionada, disparándole una respuesta sarcástica. "No
necesito que me toques toda, gracias".

Se ríe nerviosamente. "Eso no es exactamente lo que estaba pensando. Pero la gente


esperará que tenga mi brazo alrededor de tus hombros, o que lleve tus cosas. Ese tipo
de cosas."

Arrugo la nariz. "No necesito que cargues mi mierda; Tengo dos brazos perfectamente
buenos para llevarlas yo misma".

137
Se encoge de hombros. "Es lo que los chicos hacen por las chicas con las que están
saliendo. No me refiero a besarse en el pasillo ni nada por el estilo, pero hay algunas
pequeñas cosas que podríamos hacer para evitar que la gente haga preguntas que
supongo que no quieres que hagan".

Huh, tal vez él no es un imbécil en absoluto.

"¿Y qué sacas de eso?" Pregunto.

Se encoge de hombros. "No busco nada. Claro, si algún día en el futuro quisieras
apiadarte de mí y darme un trabajo en la empresa de tus padres o algo así, no diría que
no, sino que lo llamaría un gesto de buena voluntad".

"¿No vienes del dinero? Estoy segura de que puedes encontrar tu propio trabajo o
tener tu propia empresa que dirigirás algún día"

"Mis padres tienen dinero, pero es mi tío quien ha hecho popular nuestro apellido. Él
es el que pagó para que viniera aquí, pero dirige un viñedo y yo soy más una persona
de interior. Prefiero trabajar con computadoras y dispositivos que con personas".

Eh. "Está bien, Daniel. Tienes un trato".

Una enorme sonrisa ilumina su rostro y, con cautela, pasa su brazo por encima de mi
hombro. Me tenso por el contacto, no estoy acostumbrada a que nadie más que mis
chicos o Emilia me toque, pero me relajo lentamente mientras me habla sobre su
universidad y sus planes futuros y nos dirigimos a clase.

138
Capítulo 15:
Beck
Una semana después del encuentro de West con los mercenarios de nuestros padres,
me subo al asiento trasero de un SUV oscurecido, de camino a mi primera visita al
complejo. Mi primera visita debería haber sido hace semanas, pero por alguna razón
mi padre se olvidó de compartirlo conmigo, sigo estando retrasado, no es que me esté
quejando. Secretamente esperaba que hubiera cambiado de opinión. Es el último lugar
en la tierra en el que quiero estar, especialmente sabiendo lo que hago con Hadley.

Decir que estoy nervioso sería quedarse corto. No sé cómo coño estoy. Soy un vórtice
giratorio de emociones. Estoy preocupado por lo que voy a ver y encontrar aquí,
enfermo al pensar en lo que se espera de mí, y alimentado por la rabia fundida de
saber que todo lo que veo hoy fue toda la vida de Hadley hasta hace poco.

El viaje en automóvil dura dos horas, pero finalmente, llegamos a una puerta
tripulada. He estado mirando por la ventana la mayor parte del camino, catalogando
mentalmente cualquier señal útil que pueda ayudarnos a guiarnos de regreso aquí, en
caso de que lo necesitemos. La última ciudad que pasamos fue hace casi una hora, y
realmente, llamarla ciudad es un tramo. Era un lugar deteriorado, un remanso de la
calle que parecía que apenas tenía más que una estación de gas y listo.

Desde entonces, todo ha sido campo abierto intercalado con pequeños recortes de
silvicultura, con apenas una casa a la vista.

Saliendo de la carretera principal, nos desviamos hacia una estrecha pista de tierra que
parece que conduce a nada más que más campos. Supongo que ese es el punto.
Después de tropezar a lo largo de él durante otros cinco minutos, una larga línea de
cerca aparece de la nada, llena de señales de advertencia que indican que se trata de
propiedad privada y que está prohibida la intrusión.

Una amplia puerta con alambre de púas enrollado alrededor de la parte superior y aún
más señales de advertencia adheridas bloquea el camino hacia adelante frente a
nosotros, y dos guardias vestidos con uniformes de combate negros hacen guardia a
ambos lados de la carretera.

Mientras el conductor habla con el más cercano a nosotros, el otro guardia hace una
inspección del automóvil, revisa el maletero y agita algún dispositivo debajo del
vehículo. Ambos guardias están armados con pistolas atadas a sus fundas, y su
profesionalismo minucioso y la forma en que se comportan hace obvio que no son
aficionados. Estos no son los perezosos aspirantes a policías que se sientan en casas
de guardia fuera de las propiedades de los ricos, viendo la televisión en lugar de hacer
su trabajo. Se presentan como soldados altamente entrenados y dedicados.

El conductor dice algo que no puedo distinguir a través del divisor, y un minuto
después las puertas retroceden y entramos en el complejo.

No hay vuelta atrás ahora, supongo.

139
Nos topamos con la pista durante unos minutos más hasta que llegamos a una colina,
en la parte inferior de la cual hay un edificio grande y bajo, con forma de hexágono.
Varios otros edificios grandes están repartidos por todo el lugar y, más allá de eso, sus
campos hasta donde alcanza la vista. Realmente estamos en el culo del mundo.

Bajando al edificio hexagonal principal, el auto se detiene fuera de la entrada donde


un hombre musculoso y de hombros anchos, que parece más como si perteneciera a
Black Creek con los matones y pandilleros, está esperando. Se golpea el pie con
impaciencia mientras salgo de la parte trasera del coche y me dirijo hacia él. Está
vestido con un equipo táctico similar al del tipo en la puerta, las armas en su cinturón
inmediatamente atraen mi mirada.

"¿Beck?", pregunta, bueno, suena más como una demanda.

"Así es."

Él asiente bruscamente mientras extiende su mano para que la sacuda, y de mala gana
golpeo mi palma contra la suya. "Bienvenido a Mercenarios Nocturnos. Soy el Mayor
Bowen. Estoy a cargo de este lugar cuando el Sr. Rutherford no está cerca".

Le doy una sonrisa apretada y un gesto profesional de mi cabeza a cambio.

"Sígueme". Se gira sobre su talón y se dirige al edificio, sin dejarme más remedio que
seguirlo incluso cuando mi estómago se llena de plomo, y trago bruscamente
alrededor de mi garganta seca.

"Tengo que disculparme. Deberías haber estado aquí hace semanas, pero tuvimos una
brecha de seguridad que necesitaba ser resuelta primero".

"Por supuesto, lo entiendo", respondo tranquilamente, manteniendo adentro mis


preguntas sobre lo que me sucedió.

"He reservado una sala de interrogatorios para que la uses. Yo, eh, no estaba seguro de
todo lo que necesitarías, pero puedes hacérselo saber a uno de mis hombres y haremos
todo lo posible para acomodarte", explica en un tono suave, sin darse cuenta de que su
uso de las palabras “sala de interrogatorios” en referencia a los niños pequeños tiene
bilis arrastrándose por la parte posterior de mi garganta.

Incapaz de hablar, doy un fuerte movimiento de cabeza mientras me conduce por un


pasillo brillantemente iluminado.

"Este edificio alberga el gimnasio, los círculos de boxeo, el comedor y las salas de
interrogatorio. Los reclutas se dividen en equipos según su competencia y edad, y se
alojan en los edificios circundantes que probablemente viste en tu viaje".

"¿Equipos?" Pregunto, sabiendo que necesito decir algo. No puedo seguir asintiendo
con la cabeza como una imbécil cada vez que abre la boca y vomita más palabras que
me pican la piel para salir de aquí.

"Sí. Cuando llegan por primera vez, los lanzamos a todos juntos, pero a medida que
avanzan en su entrenamiento y los débiles son eliminados, los ponemos en equipos, en

140
los que permanecen cuando salen a trabajar, etcétera. Comen juntos, trabajan juntos,
duermen juntos. De esa manera, pueden aprender a trabajar cohesivamente como un
equipo, y pueden llevarse bien entre sí en espacios confinados, si eso es necesario para
el trabajo". Se ríe, pero no veo lo que le parece tan divertido. "No siempre son
asesinatos elegantes y escapadas emocionantes como en las películas. Hay muchos
replanteos aburridos y largas horas dedicadas a seguir un objetivo. Es importante que
cada equipo pueda superar cualquier desafío que puedan enfrentar para hacer el
trabajo".

"¿Los equipos interactúan mucho durante su entrenamiento?"

"En realidad no. Celebramos una noche de desafío mensual donde los equipos se
enfrentan entre sí. Consideramos que es una forma saludable de competencia entre
ellos, y nos permite comparar sus habilidades e identificar cualquier problema. Aparte
de eso, se mantienen bastante separados".

"¿Dónde, eh, están todos los reclutas?" Pregunto. No hemos pasado a una sola
persona, niño o de otro tipo.

Se ríe antes de explicar: "Este pasillo rodea todo el edificio y es solo para el personal.
Hay una entrada separada para reclutas en la parte posterior, con un pasillo seguro que
conduce al centro del edificio, donde está el área principal de entrenamiento".

Al llegar a una puerta gruesa de acero, el tipo golpea una tarjeta contra un lector, la
luz se vuelve verde antes de abrir la puerta.

"Cada sección del edificio está subdividida por razones de seguridad", explica.

Razones de seguridad, mi culo. Más como medidas de seguridad para garantizar que
nadie escape. El hecho de que Hadley lograra salir de este lugar es un milagro en sí
mismo.

Entrando en otro pasillo similar, seguimos caminando. "Entonces, por lo que explicó
el Sr. Rutherford, vas a evaluar qué niños son los mejores candidatos para el
entrenamiento y cuáles son fallidos". El tipo lo dice con una indiferencia tan casual,
como si estuviéramos hablando del maldito clima, intensificando aún más mi disgusto
por él.

"Así es." Esa es la única respuesta que puedo escupir, sabiendo que si digo algo más,
no podré mantener el borde de la ira fuera de mi voz.

"Genial. Eso sería útil. Invertimos mucho tiempo y esfuerzo en encontrar niños que
sean adecuados, pero no siempre lo hacemos bien. Actualmente, uno de cada cinco de
los niños que creemos que podría hackearlo, terminan lavándose".

¿Por qué tengo la impresión de que cuando dice “lavarse”, no es como en la


universidad cuando los niños abandonan y deciden hacer algo diferente con sus vidas?
No, la forma en que lo dice hace que suene mucho más permanente, y tengo que
reprimir mi escalofrío de repulsión.

141
"¿Cómo encuentras a estos niños y determinas cuáles valen la pena?" Aunque tengo
curiosidad, no estoy convencido de querer una respuesta a esa pregunta, pero
probablemente se espera de mí que tenga algunas preguntas, especialmente sobre la
fase de reclutamiento, ya que es por eso que estoy aquí.

"Tenemos vigías en las calles y contactos en el sistema de crianza y en los hogares de


niños que nos informan si encuentran a alguien que creen que sería adecuado. Alguien
sin familia, problemas de ira, propenso a meterse en peleas, que actúa como un matón,
ese tipo de cosas. Luego les ponemos vigilancia y establecemos incidentes en los que
podemos probarlos para ver cómo reaccionan. Si no cumplen con nuestras
expectativas, seguimos adelante. Y si lo hacen, entonces nos acercamos a ellos o los
tomamos."

"Cuanto más jóvenes podemos conseguirlos, más fácil es. No podemos probarlos de la
misma manera que los niños mayores, pero aprenden rápidamente aquí que es un
entorno de supervivencia o muerte. Hemos descubierto que la mayoría de los niños, si
son más pequeños, se adaptarán más rápido y nos cuestionarán menos".

Lo que quiere decir es que los niños más pequeños son más fáciles de acondicionar.
Probablemente porque no recuerdan cómo era la vida fuera de estas paredes
manchadas de sangre. Los niños mayores, incluso si vinieron voluntariamente al
principio, lo más probable es que se arrepientan de esa decisión, o al menos pasen por
una fase en la que quieren recuperar su libertad.

"Honestamente, creo que su ayuda sería más adecuada durante la etapa de vigilancia,
antes de traerlos, pero el Sr. Rutherford quiere que mire el último grupo de reclutas
que recogimos hace unas semanas".

"¿Cuántos niños tienen aquí?" Le pregunto, cambiando el tema antes de que pueda
profundizar demasiado en lo que voy a hacer. Honestamente, no tengo idea de qué
coño voy a hacer cuando me coloquen cara a cara con un niño manchado de lágrimas
y me pidan que decida su futuro.

"Treinta". Hay un tono de orgullo en su voz, como persuadir y secuestrar a niños


pequeños y obligarlos a una vida que la mayoría de la gente no elegiría
voluntariamente, es algún tipo de logro. Se necesita todo en mí para no arremeter y
arrojarlo contra la pared. "Tenemos muchos adultos a los que también entrenamos",
continúa, sin darse cuenta de la rabia hirviente que se acumula dentro de mí. "Tipos
que han sido dados de baja del ejército, o de la seguridad privada, que están buscando
un nuevo y lucrativo concierto. La junta solo comenzó a reclutar niños hace unos
veinte años. Ahora tenemos tres equipos activos, y el resto todavía están en
entrenamiento, pero hasta ahora, han demostrado ser mucho más efectivos que los que
vienen a nosotros como adultos".

Nos detenemos en otra puerta y después de otro golpe de la tarjeta, entramos en una
sección diferente.

"Muy bien, estas son las salas de interrogatorio", dice, llevándome a una puerta a la
derecha. Escaneando su tarjeta de acceso, la puerta emite un pitido y se desbloquea
para permitirnos entrar en otro pasillo. Esta es una yuxtaposición completa a la que
dejamos atrás. Está oscuro, iluminado por una iluminación tenue e intermitente, y no

142
estoy segura de sí es mi imaginación o no, pero juro que puedo oler la orina y el
miedo a mi alrededor. Es potente, activa mi reflejo nauseoso, y lucho por bloquear esa
mierda.

Las gruesas puertas de acero se colocan a intervalos a ambos lados de la pared, y no


echo de menos las escotillas en cada una de ellas, una a la altura de los ojos y otra más
grande más cerca del piso. Toda el área se asemeja a lo que imagino que es la sección
de confinamiento de una prisión.

Bowen se detiene frente a una de las puertas donde un guardia llama la atención. "Te
hemos instalado aquí", dice mientras lo sigo a la habitación sin ventanas. Una sola
bombilla cuelga del techo, proporcionando un brillo espeluznante que solo se suma al
pozo premonitorio en mi estómago. Tal vez sea lo mejor que ya no puedo distinguir
de la habitación. El olor a orina es más fuerte aquí, combinado con un olor a óxido
ácido que conozco muy bien. Sangre. Sabía basándome en lo poco que Hadley ha
compartido conmigo que vería algo de mierda aquí, y pensé que me había preparado,
pero cada instinto en mí me está gritando que corra, que me vaya de aquí y nunca
regrese.

Hay una pequeña mesa en el centro de la habitación con dos sillas colocadas a cada
lado. Aparte de eso, la habitación está vacía.

"No estaba seguro de todo lo que necesitaría para hacer su evaluación, pero el oficial
Gordo estará en el pasillo. Si necesitas algo, pregúntale".

Asiento con la cabeza. No soy físicamente capaz de hacer nada más que eso en este
momento.

"Tenemos cinco niños para ti hoy. Ya los hemos examinado desde un punto de vista
físico, así que supongo que estás aquí para ver si pueden soportar los aspectos
psicológicos del entrenamiento. Honestamente, realmente no entiendo qué es lo que
harás, pero si puedes evitar que perdamos nuestro tiempo vigilando y entrenando
lavados, entonces no me importa". Se ríe de su propia broma. "Está bien, conseguiré
que alguien traiga al primer niño, agárrate fuerte".

Él sale, cerrando la puerta detrás de él. Un fuerte ruido resuena alrededor de la


habitación oscura y deprimente cuando la puerta se cierra de golpe y un cerrojo se
desliza en su lugar, cerrándola. El sonido es tan final, como la tapa que se cierra en un
ataúd, enviando un escalofrío de miedo deslizándose por mi columna vertebral. Si
tengo miedo, solo puedo imaginar el terror absoluto que sienten esos pobres niños
cuando son arrastrados aquí de mala gana.

Justo cuando estoy empezando a alcanzar mi límite de incomodidad y estoy


debatiendo golpear la puerta y exigir que la abran, escucho la rejilla del cerrojo que se
abre y la puerta se abre.

El tipo que maneja la puerta, Gordo, lleva a un niño a la habitación. Dándome un


breve asentimiento, dice: "Avísame cuando estés lista para el siguiente". El niño
mantiene la cabeza en alto, negándose a ser acobardado. Hay una determinación dura
en sus ojos, pero salta cuando el guardia cierra la puerta de golpe, dejándonos a los

143
dos solos en la habitación, y no me pierdo la forma en que sus ojos se mueven
nerviosamente alrededor del espacio oscuro. Mierda, este va a ser un largo día.

Un dolor de cabeza está golpeando un tambor contra el interior de mi cráneo, y estoy


agotado física y mentalmente cuando termino y el Mayor Bowen viene a
acompañarme.

Sin embargo, en lugar de llevarme de vuelta por el camino que vinimos, me dirige
más profundamente en el complejo. Caminamos por una habitación tras otra donde los
niños están siendo sometidos a ejercicios agotadores, los entrenadores gritan y los
amenazan, incluso cuando los niños se estremecen de terror y gritan de agotamiento.

Odio admitirlo, pero llega al punto en que trato de no mirar, en lugar de intentar
bloquearlo todo hasta que finalmente me dirigen de regreso al pasillo inicial y puedo
dejar escapar un suspiro silencioso de alivio. Hay una opresión en mi pecho, y la
adrenalina en mi cuerpo me está empujando a regresar y ayudarlos. Ser testigo de eso
y no poder hacer nada al respecto, ni siquiera tratar de detenerlo, va en contra de mi
propia naturaleza. Pero no hay nada que pueda hacer en este momento para ayudar a
ninguno de ellos. En cualquier caso, cada vez que veía a un guardia golpeando o
gritando a un niño pequeño, todo lo que podía imaginar era a Hadley. Cómo demonios
soportó este lugar y no se convirtió en algo frío y distante está más allá de mí. Es un
verdadero testimonio de su fuerza. La mayoría de la gente se rompería eventualmente.
Solo puedes aferrarte a la esperanza durante tanto tiempo, y una vez que esa llama se
apaga, todo lo que te rodea es oscuridad.

Cuando finalmente estamos de vuelta fuera del edificio, me despido apresuradamente


de la mierda enferma disfrazada de Mayor, tragando con avidez el aire fresco. Ya sé
que estaré quemando esta ropa y saltando a la ducha tan pronto como llegue a casa.
Puedo sentir el miedo y la desesperanza que envuelve este lugar aferrándose a mí
como una segunda piel no deseada. Una que no va a ser fácilmente lavado.

***

El vapor sale del baño detrás de mí cuando regreso a mi habitación con nada más que
una toalla envuelta alrededor de mi cintura después de una ducha larga y caliente que
no hizo nada para eliminar la suciedad que se aferraba a mi piel de hoy. Hago una
pausa, encontrando a Hadley descansando en mi cama, un sitio para los ojos doloridos
en sus pantalones cortos y camiseta. Sonrío suavemente cuando ella capta mi mirada.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

"Quería verte después de hoy". Sus ojos sondean contra mi piel, y sé que está tratando
de leerme, para medir el impacto duradero del horror que tuve que presenciar. Ella se
desliza sobre la cama mientras yo me siento en el extremo de la misma, apoyando su
cabeza en mi hombro.

144
"No sé cómo sobreviviste todos esos años, apenas podía soportar estar allí por una
tarde".

Siento que se encoge de hombros, fingiendo indiferencia. "Creo que te vuelves


indiferente a todo. Es la única vida que recuerdo".

Dejé escapar un largo suspiro, cerrando los ojos mientras me sumergía en la sensación
de ella presionada contra mí. "No podía dejar de imaginarte allí, imaginando cómo
debe haber sido para ti..."

"No puedes pensar así", reprende ella, extendiendo la mano y envolviendo su mano
alrededor de la mía. "Estoy aquí ahora, contigo, y eso es todo lo que importa".

***

El viernes, llamo a la puerta del apartamento de los chicos durante el almuerzo. Desde
que West fue atacado y todos tuvieron que volver a la estúpida tradición, se ha
convertido en la norma para todos nosotros pasar el rato aquí en el almuerzo. Tengo
que admitir que es mejor que comer solo en mi oficina o tener una conversación
sofocada con los otros miembros de la facultad en la sala de profesores, y me ha dado
más oportunidades de pasar el rato con West.

Me complace decir que se ve un poco mejor cada día, y los moretones se han
desvanecido considerablemente. Fiel a su palabra, ha dejado de congelarme, pero las
cosas son incómodas como la mierda entre nosotros.

La puerta se abre, el hombre mismo de pie en la puerta.

"Hola", saludo, pasando junto a él hacia el apartamento. Mirando a mi alrededor, no


veo a nadie más.

"Oye, todos los demás deberían estar aquí en unos minutos. Los chicos solo están
agarrando comida".

"Suena bien." Sentado en uno de los taburetes de la barra, escaneo mis ojos sobre él.
"¿Cómo estás?"

"Mucho mejor. Todavía me duele un poco las costillas, pero nada como lo que era".
Se sienta en el lado opuesto de la isla y nos miramos torpemente el uno al otro,
ninguno de los dos está seguro de qué decir.

"Esto que tienes con Hadley", comienza. "¿Es serio?"

"Tan serio como es entre tú y ella". Sé, solo por la forma en que la mira, cuánto
significa para él, para todos nosotros.

"¿Y no te importa que esté saliendo con otros tres chicos?"

145
"No es exactamente lo que había imaginado para mí", admito. No creo que mucha
gente planee terminar en una relación poliamorosa, y ciertamente cualquier fantasía
pre-Hadley que hubiera tenido sobre la idea incluía más mujeres que hombres en la
relación, pero Hadley es una mujer más que suficiente para todos nosotros. "Pero ella
merece ser feliz. Si ustedes la hacen feliz, entonces no voy a interponerme en el
camino de eso". Dudo antes de continuar: "He pasado la mayor parte de mi vida
adolescente y adulta sintiendo que no encajo en ninguna parte, pero con Hadley,
siento que estoy exactamente donde se supone que debo estar".

Me mira fijamente por un largo momento. "La amas".

No es una pregunta, pero respondo de todos modos. "Sí."

No rompemos el contacto visual, y golpeo mi dedo pensativamente contra la encimera


mientras reflexiono sobre mi pregunta, antes de finalmente soltarla: "¿Cómo te sientes
al compartir?"

"Se siente natural con Mason y Cam. Nunca hemos compartido una chica antes, pero
con Hadley, se siente bien".

Se me forma un nudo en la parte posterior de la garganta. Soy dolorosamente


consciente de que no comentó sobre compartir Hadley conmigo y, bueno o malo,
necesito saber cuáles son sus pensamientos al respecto. No voy a ir a ninguna parte,
independientemente de lo que diga, pero todavía necesito saberlo. "¿Y conmigo?"

No dice nada por un momento, los nervios me hacen sudar las palmas de las manos.
Es ridículo que, como un maldito adulto, quiera ser aceptado, por él, por los demás,
pero maldita sea, siento que estoy tan cerca de encontrar un lugar al que realmente
pertenezca.

"Pensé que sería extraño... Te vemos con ella. Pero veo la forma en que ella está
contigo. Fue por ti que ella dejó caer sus barreras y nos dejó entrar después de todo lo
que le hicimos". Él duda. "Probablemente debería estar agradeciéndote, viejo". Un
lado de sus labios se retuerce en una sonrisa fácil, la tensión cae de sus hombros
cuando me río a carcajadas. Maldita sea, nunca me desharé de ese estúpido apodo,
¿verdad?

El tintineo de las llaves en la cerradura nos notifica de la llegada de los demás y corta
cualquier otra cosa que West pudiera haber dicho. Hadley entra con una gran sonrisa
en su rostro cuando nos encuentra a los dos sentados aquí, con todas nuestras
extremidades todavía unidas, y no, por una vez, gritándonos el uno al otro.

"Oye", ronronea, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello mientras la atraigo


hacia mí.

"Hola, cariño". Planto un beso rápido en sus labios antes de que se libere para ir a
saludar a West. Observo cómo él enrolla sus brazos alrededor de su cintura,
reconociendo la mirada en sus ojos mientras le sonríe. Él también la ama.

146
***

"Mira esa mierda engreída", gruñe Mason, tirando dagas a Daniel. Me sorprende que
no pueda sentir nuestras miradas enojadas perforando el costado de su cabeza
mientras se ríe de algo que dice Hadley.

Me dirigía a mi oficina cuando me encontré con Mason apoyado casualmente contra


los casilleros en el pasillo, mirando la puerta de un aula más abajo en el pasillo. Todo
tenía sentido cuando dijo que estaba esperando que terminara la clase de Hadley.

"Cree que puede caminar con su brazo alrededor de nuestra chica".

Por supuesto, cuando la puerta se abrió y Hadley salió, Daniel estaba justo a su lado,
con su brazo sobre su hombro. Ella se ha sentido más cómoda con su cercanía a
medida que avanza la semana, y aunque confío en ella, eso no me impide querer
arrancarle la cabeza al imbécil cada vez que lo veo tocarla. Rara vez entro al edificio
principal de la escuela, eligiendo mantenerme alejado de la mayoría del cuerpo
estudiantil, así que solo tengo que lidiar con los estudiantes que me envían, pero
durante toda la semana, no he podido evitar deambular por los pasillos solo para poder
revisarla y asegurarme de que la pequeña mierda, Daniel, no está sobrepasando su
marca. Hadley es como un soplo de aire fresco en este lugar, así que no confío en que
no se encapriche tanto con ella como nosotros.

Puedo sentir la rabia que sale de Mason, sus celos alimentan los míos.

"Señorita Davenport", ladro en un gruñido amenazante que hace que varios


estudiantes se detengan y miren en mi dirección. Congelada, Hadley se vuelve hacia
mí, el brazo de Daniel cae de su hombro. "Una palabra".

Mira con los ojos muy abiertos a los otros estudiantes, con una expresión impasible en
su rostro. Ella asiente con la cabeza, susurrándole algo a Daniel antes de acercarse a
nosotros.

"¿Sí?" Aunque esa palabra suena educada y paciente, el fuego que arde en sus ojos me
dice que no está contenta de que la llamen frente a todos. Pero no me importa. Estoy
harto de ver a esa mierda pegada a su lado cada vez que camino por aquí.

"En privado. Mi oficina. Ahora."

Sus labios se aplanan mientras los presiona juntos.

"¿Vienes?" Pregunto, volviéndome hacia Mason. Está mirando a Hadley con una
mezcla de necesidad carnal y rabia celosa, pero aprieta los dientes y sacude la cabeza
ante mi pregunta.

"No puedo. Tengo clase".

147
Con una última mirada anhelante a Hadley, él despega, y yo giro sobre mi talón,
caminando por los pasillos vacíos con Hadley detrás de mí, hasta que llegamos a mi
oficina.

"Qué demonios", comienza tan pronto como la puerta de la oficina se cierra detrás de
ella, pero corté sus palabras, golpeando mis labios contra los de ella y chupando su
lengua en mi boca.

"¿Tienes alguna idea de lo difícil que es verlo contigo todo el día, todos los días?"
Gruñí, mi cuerpo presionado contra el de ella, sujetándola a la puerta.

Parte de la ira se desvanece de su expresión.

"Eso todavía no significa que puedas actuar como un hombre de las cavernas y
mandarme".

Inclino la cabeza una fracción, mirando sus fascinantes ojos gris-azul que me
absorben como un vórtice. "Te gusta cuando West lo hace". Mi voz es una cáscara
baja mientras muelo mi erección contra su núcleo, amando la forma en que suspira,
sus manos apretando mis hombros mientras la lujuria se apodera de su cuerpo.

"Eso es diferente". La calidad de su tono revela cuánto la estoy afectando. Bueno.


Espero afectarla incluso la mitad de lo que ella me consume a mí. Ella se ha infiltrado
en cada uno de mis pensamientos, en cada una de mis acciones. Los pensamientos de
ella dominan cada minuto libre en mi día, y todavía no es suficiente. Simplemente no
puedo tener suficiente de ella.

Mis labios se encuentran hambrientos con los suyos, nuestras lenguas chocan mientras
cedemos a nuestra necesidad el uno del otro, ninguno de los dos sale a tomar aire
hasta que hayamos saciado nuestros impulsos.

"Lamento que tengas que verme con él", dice veinte minutos después, cuando nos
volvemos a vestir y en nuestra posición habitual en el sofá. "Me siento de la misma
manera cuando veo a las chicas sobre los chicos".

Bueno, ahora me siento como un imbécil. Por supuesto, esto es tan difícil para ella
como lo es para mí. Todos estamos luchando.

Apoyada en sus codos, me mira fijamente a los ojos. "Sin embargo, no es justo para ti.
Ni siquiera eres parte de la estúpida tradición, y todavía tienes que ver todo eso". Una
suave sonrisa adorna sus labios. "Un día, va a ser tu brazo alrededor de mí en público
mientras caminamos por la calle, o vamos al teatro, o salimos a comer. Todos sabrán
que eres mío".

"¿Es eso así cariño?" Agarro sus mejillas firmemente con ambas manos, arrastrándola
encima de mí. "¿Y eres mía?"

Ella se inclina, su cabello ondulado cae a nuestro alrededor, escondiéndonos del


mundo. Con sus labios a un pelo del ancho de los míos, susurra: "Siempre". Hay una
segunda vacilación, antes de que ella agregue: "Te amo".

148
No necesitaba escuchar las palabras para saber que ella se sentía así por mí. Puedo
verlo cada vez que me mira. Está en cada una de sus acciones, pero el hecho de que
ahora sepa cómo se siente y haya tenido el coraje de decir las palabras en voz alta,
muestra lo lejos que ha llegado desde que llegó aquí. Mi corazón se hincha de orgullo
cuando cierro la distancia entre nosotros, ambos nos perdemos el uno en el otro por el
resto del período.

149
Capítulo 16:
Hadley
Es viernes, lo que significa que hay una fiesta. Una al que todos tenemos que asistir
con nuestras estúpidas citas tradicionales. Odio las fiestas tal como son, así que ya no
estoy deseando que llegue esta mientras golpeo la puerta de los chicos.

Los ojos de Mason instantáneamente se llenan de calor cuando responde. Su mirada


recorre mi camiseta negra ceñida y mis jeans ajustados negros con rasgaduras a lo
largo de los muslos. Combinado con mis botas de combate negras y mi cabello rubio
suelto sobre mis hombros, parezco una perra sexy y ruda.

"Maldita sea, Pequeña Guerrera, seguro que sabes cómo vestirte para tu novio falso",
bromea, con un toque de celos debajo de su tono humorístico.

"Cállate, imbécil". Pongo los ojos en blanco mientras trato de empujarlo a un lado
para entrar, pero el bastardo inamovible se queda allí.

"¿No sabes que tienes que pagarle al portero antes de poder entrar?", bromea, con un
brillo sucio en los ojos.

"¿Es eso así?" Ronroneo, siguiéndole el juego mientras paso mi dedo por su camisa
azul marino hasta que llego a la hebilla del cinturón de sus jeans oscuros. Se ve
caliente como la mierda, todo vestido para esta noche. "¿Y cuál es el precio de la
entrada?"

"Hmm, todavía no estoy seguro. Puede ser más de lo que puedes pagar. Creo que
tendrás que tentarme para que te deje entrar".

Con una sonrisa juguetona, doy un paso hacia él, mi cuerpo pegado al suyo mientras
presiono los dedos de mis pies, asegurándome de que mis senos rocen su pecho.
Envolviendo un brazo alrededor de su cuello, arrastro mi otraa por su pectoral y sobre
cada cresta de su paquete de seis.

Con mis labios a centímetros de los suyos, exhalo, "¿Es así?" antes de frotar mi mano
sobre su creciente erección.

Él gime cuando aprieto su eje. Sumergiéndose para cerrar la distancia, sus labios
chocan contra los míos en un húmedo, acalorado y descuidado beso que
instantáneamente me eleva a alturas vertiginosas. Sus manos agarran grandes puñados
de mi culo, sosteniéndome en el lugar mientras muele su ahora duro pene contra mi
coño vestido con jeans.

"Puedes ir a la fiesta con ese imbécil", gruñe, "pero te correrás sobre uno de nuestros
pene antes del final de la noche".

Mierda, la forma en que dice eso es tan caliente, y estoy tan aquí para venirme sobre
todos sus penes esta noche. Quiero decir, ¿por qué elegir, verdad?

150
Con otro beso sucio y suficiente molienda para tener mis bragas empapadas y mi coño
apretándose en el aire, me deja ir, y con las mejillas sonrojadas, entro en su
apartamento.

Daniel se reunirá conmigo aquí, y los seis nos dirigiremos a la fiesta juntos. Los
chicos nunca llegan con sus citas, pero al parecer se esperaría que yo llegara con la
mía. Es jodidamente sexista, eso es lo que es. Todo esto es ridículo. Los chicos se
salen con la suya tratando a sus chicas como basura, y se espera que toda la tradición
no sea más que follar por el mes, pero como chica, tengo un estándar más alto. No
puedo pretender usar a Daniel como un juguete para follar como ellos pueden. No,
tengo que actuar como si estuviera saliendo con él. Como dije, es una mierda ridícula
y sexista.

Antes de que pueda dejarme atrapar demasiado por mi ira por todo el asunto, Mason
me arrastra hacia el sofá, empujándome hacia abajo para que me siente a horcajadas
sobre su cintura. Sus labios descienden sobre los míos y sus manos vuelven a apretar
mi trasero, los dos nos besamos como los adolescentes calientes que somos mientras
olvido dónde estoy, todo el tiempo frotándome descaradamente contra él.

Estoy completamente perdida en su sensación, más que lista para desnudarlo y


subirme a su pene cuando hay un tirón en mi cabello, rompiendo nuestro beso
mientras mi cabeza se tira hacia atrás hasta que estoy mirando a West boca abajo.

Sonriendo, se inclina para besarme, sus suaves labios acolchados contra los míos. Su
beso no es menos posesivo que el de Mason mientras saquea mi boca con su lengua.
Soy vagamente consciente de las manos de Mason pasando por debajo de mi blusa,
levantándola.

Jadeo en la boca de West cuando Mason baja la copa de mi sostén, exponiendo mi


pezón al aire fresco de la habitación. Pasa el pulgar por el pico antes de pasar la
lengua por él mientras sigo apretando más fuerte contra él. Los flashbacks de la última
vez que estuvimos en esta posición me llevan más alto, y mis ojos se cierran hasta que
West tira de mi cabello, obligando a mi cabeza a inclinarse para mirar a Cam. Está
parado en la entrada, mirándonos con un bulto obvio presionando contra sus
pantalones. Me lamo los labios tentadoramente y él se acerca, cerrando rápidamente la
distancia cuando viene a unirse a nosotros.

West se hace a un lado, manteniendo su agarre firme en mi cabello mientras los labios
de Cam reemplazan el dolor que West dejó atrás. El beso de Cam es más vacilante al
principio, pero cuando muerdo su labio inferior, lo que hace que gima, deja de
contenerse y me da todo lo que tiene, follando mi boca con salvaje abandono mientras
Mason deja de acariciarme las tetas y en cambio, se mueve para desabrochar el botón
de mis jeans, metiendo su mano dentro hasta que sus dedos presionan contra la tela
empapada de mis bragas.

"Jesús", gime. "Estás jodidamente empapada. Te encanta que todos te adoremos,


¿verdad, cariño?"

No puedo hacer nada más que gemir en la boca de Cam mientras West baja el tirante
delgado de mi top, exponiendo mi hombro para que pueda lamerlo, chuparlo y

151
mordisquearlo. Mierda, tener a los tres tocándome no se parece a nada que haya
experimentado antes. Es demasiado y no es suficiente a la vez.

"Mejor date prisa y haz que se corra, hombre, antes de que Hawk muestre su rostro",
le gruñe West a Mason.

"Ella está jodidamente lista para explotar", le asegura, empujando sus dedos dentro de
mí.

Él no está equivocado. Ya puedo sentir el hormigueo revelador en mis dedos de


manos y pies. Mason establece un ritmo rápido y áspero, su otra mano se abre camino
debajo de mis jeans para jugar con mi clítoris. Me toma solo unos segundos antes de
que me apresure hacia el acantilado, gritando en la boca de Cam cuando West me
muerde el hombro.

Cam no deja de besarme de inmediato, sino que reduce lentamente el ritmo antes de
separarse.

"Eso fue lo más caliente que he visto en mi vida", dice, mirándome con las pupilas
hinchadas y los ojos llenos de lujuria.

Mason me arregla las bragas en su lugar y me vuelve a abotonar los jeans, y me bajo
de él para que pueda ir a lavarse las manos mientras me arreglo el sostén y la camisa.
Para cuando aparece Hawk, todos estamos sentados casualmente en los sofás como si
nada hubiera pasado.

Un golpe en la puerta significa la llegada de Daniel, y me levanto para abrir, pero


Mason, con sus piernas estúpidamente largas, se las arregla para llegar antes que yo,
bloqueando la puerta con su gran cuerpo mientras mira con furia al pobre hombre. Es
una buena cabeza más alto que Daniel, pintando una imagen intimidante mientras se
cierne sobre él.

Decir que ha sido difícil equilibrar la estúpida tradición con nuestra relación sería
quedarse corto. Ha habido celos en ambos lados, y he perdido la cuenta de la cantidad
de veces que uno de los chicos me ha llevado a un rincón oscuro de la escuela y me ha
dado un beso estúpido, recordándome que no importa lo que pueda parecer a los
demás, soy de ellos, como si pudiera olvidar, especialmente cuando se arrodillan y me
hacen ver las estrellas. Pero todos estuvimos de acuerdo en que la única forma de
superar esto era si confiábamos unos en otros y discutíamos si alguno de nosotros no
estaba contento en algún momento. No es que haya mucho que podamos hacer
realmente, pero la comunicación abierta y honesta puede resolver muchos problemas.

"Déjalo entrar, imbécil" resoplo, empujando a Mason en un intento inútil de que se


haga a un lado.

Con una última mirada amenazadora, se hace a un lado, dejando entrar al apartamento
a un Daniel ligeramente aterrorizado.

"Ignóralo" lo aplaco, tratando de tranquilizarlo con una sonrisa. Sin embargo, no


funciona porque, tan pronto como Mason cierra la puerta, aparece Hawk y, junto con
West y Cam, los cuatro imbéciles forman una pared de ladrillos detrás de mí.

152
"Mantén un ojo en ella toda la noche", comienza Hawk amenazadoramente,
haciéndome poner los ojos en blanco mientras levanto las manos con exasperación. A
veces no puedo con estos chicos. "No le des alcohol, ni la pierdas de vista. Si vuelve
aquí con un rasguño, eres hombre muerto, ¿entendido "

"S-Sí."

"Sin tocar y seguro como la mierda sin besar", gruñe Cam.

"Ningún p-problema". En este punto, la cabeza de Daniel se balancea hacia arriba y


hacia abajo como un cabezón. Estoy bastante segura de que aceptaría un sacrificio de
sangre si eso significara que lo dejarían en paz.

"Chicos, dejen de ser idiotas", espeto, mirando con el ceño fruncido a cada uno de
ellos. "Planeo sentarme en mi asiento junto al fuego toda la noche, con ustedes, así
que no sé qué creen que va a pasar".

Esta noche va a ser la primera prueba verdadera de si todos podemos sobrevivir a esto
o no. Una cosa es verse con otra persona en el desayuno, pero en una fiesta, donde hay
alcohol y baile y las chicas especialmente van a tener expectativas, va a ser
exponencialmente más difícil.

No mucho después, cuando el departamento está tan lleno de tensión que apenas
puedes moverte, todos salimos al aire libre de la noche.

"Mierda", Daniel exhala a mi lado. "Pensé que daban miedo desde la distancia, pero
son mucho peores de cerca".

No puedo evitar reír.

"Lo lamento. Normalmente no son tan malos. Esta es una situación un poco jodida"
explico vagamente, incapaz de decirle nada más.

Él resopla. "Me sorprende que mis bolas todavía estén pegadas a mi cuerpo. Estás
saliendo con los tres, ¿verdad?"

Me doy un latigazo con la rapidez con la que mi cabeza gira para mirar en su
dirección, con los ojos muy abiertos mientras lo miro boquiabierta. Se ríe de mi
expresión de asombro. "Fue obvio tan pronto cuando llegué esta noche".

Él debe ver el miedo en mis ojos mientras rápidamente avanza. "No te preocupes. No
creo que nadie más se dé cuenta. Ni siquiera lo sospeché hasta esta noche. Supuse que
tal vez estabas saliendo con alguien, pero no tenía idea de quién. Pero todo el asunto
alfa dominante que estaban haciendo, sí, eso fue un claro indicio".

"No puedes decirle a nadie", le imploro, todavía preocupada por el hecho de que
alguien más ahora sabe sobre nosotros.

"Oye", lo tranquiliza. "No lo haré. Es una promesa. No es asunto mío. Y después de lo


que vi esta noche, no hay manera en el infierno de que me enoje voluntariamente con

153
esos tipos". Cuando lo miro con el ceño fruncido, con razón agrega: "O tú. Tú también
das bastante miedo".

"Te haré saber, puedo hacer que cualquier cosa que te hagan parezca un juego de
niños". Hay una nota apremiante en mi tono y una sonrisa amenazadora en mi rostro,
y puedo decir que él no sabe si tomarme en serio o no.

"Entonces, Daniel." Cam lanza su brazo sobre su hombro en una extraña cosa de
hermano que estoy bastante segura de que no está haciendo por amistad, tirando de él
ligeramente hacia un lado mientras le susurra algo al oído que no puedo escuchar.
West se desliza entre nosotros, el dorso de su mano ocasionalmente roza el dorso de la
mía mientras seguimos al resto de la multitud hacia los crecientes ruidos de la fiesta
en el lago.

En su mayor parte, la fiesta no es tan mala. Michael y Emilia llegan poco después que
nosotros y se unen a nosotros alrededor del fuego y, si ignoro a las chicas medio
desnudas frotándose contra mis chicos y tratando constantemente de llamar su
atención, es una noche bastante decente. Todos nos sentamos en círculo alrededor del
fuego, hablando, y el resto de la escuela nos evita como de costumbre.

A mitad de la noche, Daniel se va para reunirse con sus amigos. Desafortunadamente,


las chicas se niegan a alejarse de los chicos y, a medida que el alcohol comienza a
recorrer sus sistemas, se vuelven cada vez más audaces acerca de sus intenciones.

Cuando una de las zorras le dice a Cam que no puede esperar a que él le dé de comer
su pene gigante y coloca su mano sobre su entrepierna, llegué al límite de lo que
puedo manejar. Me pongo de pie de un salto cuando Cam le quita la mano, sin poder
ocultar su disgusto.

"Voy a dar un paseo", digo bruscamente, sin esperar a escuchar sus protestas mientras
salgo corriendo entre la multitud. Ni siquiera sé a dónde voy, pero necesito largarme
de aquí antes de romperle el brazo a esa perra.

Cuando llego a la línea de árboles, escucho pasos que me persiguen y Cam me alcanza
justo cuando me deslizo hacia el bosque. Fuera de la vista de los asistentes a la fiesta,
tira de mi brazo, girándome para mirarlo y envolviéndome con sus brazos. "Lo
siento", murmura contra mi oído, pero no hizo nada malo. Solo está haciendo su parte,
muchísimo mejor que yo.

"Esto es tan difícil", murmuro en su camiseta, descansando mi cabeza en su hombro


mientras respiro su loción para después del afeitado de manzana y agua, tratando de
sacar algo de consuelo de ello.

"Lo sé, pero nada de eso es real. Quería cortarle la mano cada vez que me tocaba, y sé
que los demás sienten lo mismo".

Suspiro con cansancio. "Lo sé, pero no evita que me duela". Me lamo los labios con
nerviosismo, retrocediendo para poder mirarlo a los ojos. "Nunca me sentí de esta
manera antes."

154
Una tierna sonrisa adorna sus labios mientras me mira. "Yo tampoco", admite. Con su
palma en mi mejilla, se inclina para colocar un suave beso en mis labios. Es lento y
constante, pero no menos apasionado que sus otros besos mientras transmite lo poco
que significa para él esa zorra junto al fuego.

"Vamos." Él tira de mi brazo, empujándome hacia lo más profundo del bosque.

"¿A dónde vamos?"

"Si mi niña no es feliz, tengo que encontrar la manera de ponerle una sonrisa en la
cara". Me lanza un guiño sucio que hace que mis bragas se derritan. Hmm, puedo
pensar en algunas formas en que puede mejorar mi noche.

Media hora más tarde, ambos nos estamos arreglando la ropa antes de regresar a la
fiesta a regañadientes, cuando escucho un crujido en los árboles.

"¿Qué fue eso?" susurro, girando la cabeza en la dirección en la que juro que acabo de
oír el chasquido de una ramita.

"Probablemente solo un animal". Se encoge de hombros, imperturbable.

Entrecierro los ojos en la oscuridad entre los árboles por otro momento, pero no veo ni
escucho nada más. Sí, probablemente tenga razón. Solo estoy siendo paranoica.

Sacudiéndonos, los dos regresamos a la fiesta, e ignoro el ceño fruncido en el rostro


de Hawk mientras recupero mi asiento.

"¿Dónde están Emilia y Michael?" no le pido a nadie en particular.

"Emilia está allí". West señala hacia donde Emilia está moliendo con un tipo, ambos
lucen lo suficientemente borrachos como para arrepentirse de sus decisiones en la
mañana. "Michael fue a buscar un trago. ¿Estás bien?"

"Todo está bien." Pongo una sonrisa alegre exagerada, aunque las chicas ya están tan
borrachas que probablemente podría follarme a West frente a ellas y no lo recordarían.

Afortunadamente, todo el mundo lo llama una noche no mucho más tarde y los chicos
dejan a sus citas en su mayoría desmayadas en sus dormitorios mientras Daniel me
acompaña al apartamento de los chicos. Puedo ver las preguntas en sus ojos, pero
sabiamente se las guarda para sí mismo, me deja y me da las buenas noches antes de
desaparecer por las escaleras.

West es el primero en regresar, y puedo sentir lo cerca que está de perderlo en el


momento en que entra al apartamento. Esta noche fue dura para todos nosotros, y
tengo la impresión de que se siente particularmente fuera de control en este momento,
un sentimiento que sé que odia.

Su personalidad alfa tiene el control total en este momento mientras se precipita hacia
mí, agarrándome firmemente por la muñeca y arrastrándome detrás de él mientras
camina hacia su habitación. Tengo que trotar para seguir el ritmo de sus largas
piernas, maldito hombre alto.

155
En el momento en que la puerta se cierra de golpe detrás de él, sé que me espera una
noche divertida de ver a West en su elemento y orgasmos maravillosos.

Me hace ver las estrellas tres veces antes de presionar un último beso abrasador en
mis labios. "Te amo", murmura. En el segundo en que las palabras se derraman, su
cuerpo se tensa. Sigo pasando mis dedos por su cabello mientras lo beso, tirando de él
hacia esa nociva nube de pasión hasta que se relaja una vez más.

"Yo también te amo."

Colapsando en la cama a mi lado, deja sus anteojos en la mesita de noche y envuelve


sus brazos alrededor de mí, y los dos caemos en un sueño pacífico.

La primera vez que le dije esas palabras en voz alta a Beck, mi corazón estaba
golpeando mis costillas. Antes de eso, nunca había dicho las palabras en voz alta a
otro alma viviente, pero desde que me las dijo hace varias semanas, lo he estado
pensando mucho, tratando de ponerle un nombre a este sentimiento que tengo por
cada uno de los chicos, y he llegado a la conclusión de que tiene que ser amor. No hay
nada más que pueda ser. Ninguna otra palabra se siente lo suficientemente grande
como para abarcar todos estos sentimientos complicados que tengo por cada uno de
ellos.

***

"¡Ahhh, mira! ¡Mira!" Emilia grita, agitando una página en mi cara mientras salta a mi
habitación. Ni siquiera llamó antes de irrumpir, haciéndome saltar de la cama,
pensando que un loco la perseguía.

"¿Qué es?"

Le arrebato la página de su mano extendida mientras mi ritmo cardíaco vuelve a la


normalidad.

"¡Dios mío, Emilia, esto es increíble!" exclamo. "¡Felicidades!"

Ella me sonríe, una sonrisa auténtica y brillante que muestra lo verdaderamente feliz
que es en este momento. Y así debería ser ella. Acaba de obtener una beca completa
para una de las universidades más competitivas del estado.

Salta a mis brazos y felizmente le devuelvo el abrazo, dejándola exprimirme casi hasta
la muerte en su emoción.

"No puedo creerlo. Quiero decir, sé que para eso han sido los últimos cuatro años. Por
qué me he estado partiendo el culo, pero no puedo creer que sea real. Que realmente
está sucediendo".

"Créelo, chica. Eres increíble, por supuesto que te mereces esto".

156
Tomando la carta de vuelta, cae sobre mi cama con un suspiro soñador, mirando la
página como si fuera una carta de amor. Supongo que para ella, lo es.

"¿Cuáles son tus planes después de la escuela?" pregunta, mirándome.

Me muevo para sentarme frente a ella en la cama. "Eh, no estoy seguro. Realmente no
lo he pensado mucho".

"¿Qué? ¿Cómo? ¡Es tu futuro!" Ella se queda boquiabierta. Ninguno de nosotros ha


hablado realmente sobre el futuro con mucha profundidad, bueno, nunca he hablado
sobre el futuro. Lo sé todo sobre los planes prospectivos de Emilia. Significan todo
para ella, pero así como tener un plan factible es importante para ella, no tener idea de
lo que me depara el futuro y solo ver lo que sucede en el camino es importante para
mí. Al menos significa que tengo un futuro que es todo mío. Toda mi vida ha sido
trazada por otras personas, pero ahora puedo decidir qué hacer con mi vida. Todavía
no he resuelto el “qué”, pero el hecho de que tengo opciones lo es todo.

"Lo sé, simplemente no he decidido qué hacer con ello todavía". Me encojo de
hombros mientras sigue mirándome con los ojos muy abiertos.

"Simplemente asumí que te habías postulado en algún lugar y lo mantuviste en la


licencia de manejar hasta que tuviste noticias de ellos".

"No." Niego con la cabeza, pero toda esta charla sobre el futuro me hace preguntarme,
¿quiero ir a la universidad? No soy exactamente académica. Si no fuera por mis
transcripciones falsas, no estaría aquí en absoluto. Apenas estoy pasando el año, pero
¿no es la universidad como una de esas cosas que tienes que experimentar? No es que
tenga idea de lo que quiero hacer con mi vida, por lo que la universidad podría ser el
lugar perfecto para descubrir quién soy y qué me gusta.

Igualmente, probablemente me he perdido todos los plazos de solicitud. No sé si


siquiera puedo permitirme ir a la universidad, y no puedo ver a mis padres aceptando
que me vaya y decida mi propio futuro. Siento que me estoy olvidando de otra razón...
Oh, sí, el hecho de que Lawrence está tratando de arrastrar mi trasero de vuelta al
recinto y estamos en medio de tratar de averiguar cómo acabar con todos nuestros
padres y sus jodidos compañía.

Sí, los planes universitarios podrían tener que esperar.

157
Capítulo 17:
Hadley
Emilia, Michael y yo estamos ordenando el almuerzo en el quiosco cuando Daniel y
sus amigos entran detrás de nosotros. Sonríe cuando nos ve. "Hey."

"Hola" saludo torpemente. Aparte del desayuno y las fiestas, realmente no


interactuamos mucho, y rara vez con otras personas en las que tenemos que fingir ser
algo que no somos.

"Amigo", sisea su amigo, clavándose el codo en las costillas. Pídele que se siente con
nosotros.

"Oh, cierto, ¿quieres, eh, sentarte con nosotros?" Se frota la nuca con evidente
vergüenza.

"Suena genial", responde Emilia por mí, ganándose una mirada de “qué carajo”. Ella
sabe que todo esto es para el espectáculo.

Cuando sus cejas se mueven hacia arriba y hacia abajo un par de veces, me doy cuenta
de lo que está tratando de decir en silencio. Básicamente, que los chicos están buenos
y que sería un amigo horrible si le robara esta oportunidad.

"Seguro." Suspiro, dándole a Daniel una sonrisa tensa.

Rápidamente hace su pedido y lo seguimos hasta su mesa mientras sus amigos


solicitan el almuerzo.

"Lo siento", susurra en mi oído mientras tomamos asiento.

"Está bien." Sonrío para que sepa que hablo en serio. En realidad ha estado bien pasar
tiempo con él. Si no estuviéramos ocupados fingiendo que estamos en una relación
falsa, sería divertido. Es un tipo genuinamente agradable y fácil de tratar.

Todos sus amigos se unen a nosotros y Daniel los presenta. Todos sus ojos rebotan
inquisitivamente entre yo, Emilia y Michael.

"Oh, ellos son Emilia y Michael".

"¿No son ustedes estudiantes becados?" pregunta un idiota.

"¿Entonces?" Le espeto, mirándolo amenazadoramente, desafiándolo a decir una mala


palabra.

Levanta las manos en señal de rendición. "No quise decir nada con eso. Es solo que
los Príncipes no se juntan con los becarios".

"¿Me veo como si tuviera un pene balanceándose entre mis muslos? No soy un
Príncipe, y seré amigo de quien yo quiera ser amigo".

158
"Eso es genial. Como dije, no quise decir nada con eso", insiste el tipo, asintiendo con
la cabeza frenéticamente.

El resto del almuerzo transcurre sin problemas, pero atrapo a Michael mirándome con
curiosidad varias veces durante la hora, especialmente cuando Daniel toca mi hombro
con el suyo y me susurra al oído, haciéndome reír.

"¿De verdad estás saliendo con él, o es solo para aparentar?" Michael pregunta más
tarde esa tarde mientras nos dirigimos a la biblioteca.

"¿Por qué?"

Se encoge de hombros. "Te veías cómoda hoy en el almuerzo. Rara vez eres así".

Supongo que me divertí. Estoy aprendiendo a bajar un poco mis paredes, y todos los
toques frecuentes de los muchachos me han ayudado a sentirme más a gusto con los
demás.

"Fue divertido, pero no, apenas conozco al tipo".

"¿Estás saliendo con alguien?"

Dudo, preguntándome cuánto decirle, y por qué me pregunta eso. Sé que estaba
enamorado de mí cuando llegué por primera vez, pero pensé que eso había terminado
hace mucho tiempo. Quiero decir, somos amigos, ¿verdad?

"Eh, no. Las cosas han estado un poco agitadas, con todo el lanzamiento de la bomba
de Davenport y adaptarse a eso, sin importar el hecho de incluir un novio en la
mezcla". Me río tensamente.

Cualquiera que sea la extraña tensión que había en sus hombros desaparece. "Bien."
Antes de que pueda preguntarle por qué de repente está interesado en mi vida
amorosa, continúa: "Deberíamos pasar el rato y hacer algo divertido pronto. Han
pasado años desde que nos pusimos al día".

"Sí, deberíamos", estoy de acuerdo, sintiéndome mal. Claro, los tres pasamos mucho
tiempo juntos, pero no he pasado mucho tiempo a solas con Michael y, al igual que
Emilia, renunció a los únicos otros amigos que tenía cuando aceptó ser mi amigo. Así
que realmente necesito hacer un mayor esfuerzo.

"Podríamos reservar una sala de cine para esta noche. Nos traeré un poco de helado y
café".

Dudo por solo un segundo, pensando en los chicos, pero no soy esa novia necesitada
que tiene que estar con ellos cada minuto libre del día, así que rápidamente me castigo
y acepto esta noche.

Pasamos el resto de la tarde en la biblioteca trabajando un poco, y esa noche paso por
la habitación de Emilia, queriendo saber su opinión sobre la conversación que tuve
con Michael antes, antes de ir a reunirme con él. Todavía me cuesta navegar por estas

159
amistades recién descubiertas, y no puedo descifrar si Michael se fue antes o si solo
estoy leyendo demasiado.

"Hmm, parece que todavía siente algo por ti", me dice Emilia inútilmente,
haciéndome gemir.

"¿Qué se supone que debo hacer al respecto?" Ahora me siento súper incómoda y ni
siquiera sé si debería reunirme con él esta noche.

"Nada. No lo estás engañando. Es un adolescente, lo superará".

"¿Así que crees que aún debería pasar el rato con él esta noche?"

"Absolutamente." Ella asiente con la cabeza. "Sigues siendo su amiga, y


probablemente esté confundido acerca de todo lo que está pasando contigo
últimamente, porque pasas mucho tiempo con los chicos, y ahora con Daniel. Podría
sentirse inseguro de que ya no tienes tiempo para él. Con suerte, esta noche lo
tranquilizará".

Sintiéndome tranquila, me dirijo al centro de recreación para reunirme con él. La


noche es realmente muy divertida, y me recuerdo a mí mismo hacer un mayor
esfuerzo para pasar tiempo con él. Mientras los créditos de la película aparecen en la
pantalla, Michael se vuelve hacia mí.

"¿Cómo estás lidiando con todo lo que sucedió recientemente?" él pide.

Suspirando, apoyo mi cabeza contra el asiento. "Ha sido mucho para asimilar, pero
estoy bien".

"¿Y te llevas bien con Hawk y los chicos? Has estado pasando mucho tiempo con
ellos."

"Sí, en realidad han sido geniales". Tengo que reprimir mi sonrisa mientras pienso en
ellos. "Ha habido mucho por trabajar con Hawk, pero ahora estamos dando un giro, y
los demás realmente me han aceptado en su redil".

Una mirada que no puedo ubicar cruza las facciones de Michael, pero parpadea y
desaparece. Estudiándolo por un segundo más, se ve como antes, así que lo descarto.
Probablemente por la forma en que las tenues luces de aquí se reflejan en su rostro.

"¿Entonces eres como amigo de todos ellos ahora? A pesar de que te intimidaron el
primer semestre".

Hay tensión en su voz, y no aprecio el tono acusador que está usando cuando me
vuelvo para mirarlo directamente.

"Las cosas son diferentes ahora", espeto. Sí, suena débil para mis oídos, y no puedo
culparlo por pensar que estoy loca, pero él no sabe todo lo que está pasando, o con lo
que hemos tenido que lidiar.

160
Suspiro, haciendo mi mejor esfuerzo para dejar ir mi ira. "Es complicado, pero se han
disculpado y estamos trabajando en ello", le digo.

Reuniendo nuestras cosas, comenzamos a regresar a los dormitorios.

"Deberíamos hacer esto de nuevo", dice. "¿Noche de domingo?"

" Las cosas han estado agitadas recientemente, y solo quiero asegurarme de que no
hay tonterías de Davenport con las que deba lidiar". Sé que estoy siendo una perra al
rechazarlo, pero tengo mucho en mi plato en este momento, y el domingo está a solo
unos días de distancia, además todavía tenemos nuestra noche de cine estándar del
sábado por la noche con Emilia, así que realmente no veo la necesidad de hacer dos.

"Oh, sí, seguro".

***

Estoy sentado en la biblioteca, con Daniel a mi lado y sus amigos ocupando el resto
de los asientos en la mesa, cuando entra Mason, con su puta del mes encima. Han
pasado tres semanas desde que volvimos a poner en marcha esta estúpida tradición, y
todavía no me acostumbro a ver a ninguno de los chicos con uno de ellos. Una rabia
incontrolable se apodera de mí cada vez que tengo que verlos con una de sus zorras.
Es un milagro que nadie haya recibido un cuchillo en el ojo o un tenedor en la mano
todavía.

Claramente no está teniendo un buen día, si la mirada furiosa en su rostro es un


indicador, pero si parecía enojado cuando entró, no es nada comparado con la
expresión de su rostro cuando me ve sentada con Daniel y sus amigos. Parece que su
cabeza está a punto de salirse de sus hombros, y no puedo hacer nada más que
disculparme en silencio con mis ojos mientras se precipita hacia una mesa cercana y
golpea su bolso contra la superficie, sin importarle una mierda que esté molestando a
todos a su alrededor.

No es mi culpa. Estaba sentada aquí ocupándome de mis propios asuntos cuando


Daniel y sus amigos entraron. Lo vi tratar de convencerlos de ir a otra mesa, pero no
estaban dispuestos a nada y prácticamente lo arrastraron aquí para sentarse conmigo.
Así que ahora estamos atrapados jugando a fingir mientras hacemos todo lo posible
para concentrarnos en nuestro trabajo escolar.

Por supuesto, ahora que Mason está aquí, no se realizará ningún trabajo. Observo
cómo su pequeña zorra lo sigue hasta la mesa, ajena a su ira mientras trata de sentarse
en su regazo, riéndose como si fuera una especie de juego cuando él la aparta de él.

Trato de ignorarlo, concentrándome de nuevo en mi libro de trabajo y mi tablet, pero


puedo sentir sus ojos furiosos como rayos láser quemando un lado de mi cabeza.
Renunciando a tratar de ignorarlo, decido que lo mejor que puedo hacer es darle una

161
salida para toda esa rabia. Mordiéndome el labio inferior mientras pienso, decido
jugar un juego peligroso con la furiosa bestia mirándome.

Inclinándome, le susurro al oído de Daniel: "¿Juegas un juego conmigo?" Lanzo una


mirada en dirección a Mason, y él acepta vacilante. "Pon tu brazo alrededor de mí"
susurro, aplastando mi sonrisa.

Haciendo lo que le digo, se inclina, pasando su brazo por el respaldo de mi silla, sus
dedos colgando sobre mi hombro. Fingiendo concentrarme en mi trabajo, lo miro a
través de mis pestañas, observo cómo las facciones de Mason se tensan, su mandíbula
se aprieta mientras estrangula su lápiz óptico, ajeno a la chica que bien podría estar
haciendo saltos de estrella desnuda a su lado.

Daniel se inclina para susurrarme al oído, y para cualquier otra persona, parecería que
dos amantes comparten un secreto. "Vas a hacer que me maten", dice, medio en
broma. Dejo escapar una risita femenina, batiendo mis pestañas hacia él como si
acabara de decir la cosa más dulce.

Poniendo los ojos en blanco, continúa con su dramatismo: "Él va a enterrar mi cuerpo
en el bosque. Dile a mi familia que los amo. Asegúrate de que mi hermano reciba mi
colección de cromos de béisbol". Él suspira. "Nunca tuve la oportunidad de decirle a
Wendi lo increíbles que pensaba que eran sus tetas". Esta vez, mi risa es real mientras
continúa con la teatralidad.

"Vaya, ¿quieren ustedes dos una habitación ya?", grita uno de sus amigos, sus
palabras lo suficientemente fuertes como para llegar a la mesa cercana de Mason.

Es la gota que colmó el vaso para Mason cuando se pone de pie de un salto, haciendo
que su silla se estrelle contra el suelo y se precipita hacia nosotros, arrastrándome
fuera de mi asiento.

Mirando hacia atrás sobre mi hombro, ignoro las miradas sorprendidas de los otros
chicos en la mesa mientras le doy a Daniel un guiño conspirador, y él niega con la
cabeza mientras me mira con los ojos en blanco.

Mason tira de mí detrás de él hasta que llegamos a la parte de atrás de la biblioteca


donde están las salas de estudio privadas. Irrumpiendo en uno con gente dentro, grita:
"Fuera", mirando con el ceño fruncido a todos mientras recogen sus cosas
apresuradamente y salen corriendo de la habitación como si sus traseros estuvieran en
llamas.

Cierra la puerta de golpe detrás de ellos, usando su gran cuerpo para empujarme
contra la puerta.

El fuego brilla en sus brillantes ojos azules, mezclado con la necesidad y el deseo
carnales. Empujando su mano entre mis muslos, ahueca mi coño. Curva sus dedos
debajo de la tela de mis bragas antes de arrancarlas en un movimiento que me deja
jadeando.

Sujetando mi coño mojado y goteando en su mano, gruñe: "Este coño es mío". Desliza
sus dedos a través de mi resbaladiza humedad, cubriéndolos antes de deslizarlos más

162
hacia atrás, presionando la punta de su dedo contra el apretado anillo de músculo.
"Este culo es mío". Sus ojos bajan rápidamente a mis labios, el pulgar de su otra mano
se abre camino entre mis dientes. Lo chupo en mi boca, lamiendo su pulgar con mi
lengua. "Esa sucia boca tuya es mía".

Él mira extasiado mientras chupo su pulgar antes de retirarlo lentamente con un pop.
Su mano se mueve para tomar la mía, colocándola sobre su erección dura como una
roca. "Al igual que este pene es tuyo". Aprieto su eje, y él gime, sus caderas empujan
involuntariamente en mi agarre.

La mirada en sus ojos se suaviza, y usando su agarre en mi mano, la aparta,


deslizando lentamente mi palma por su camisa hasta que descansa sobre su corazón.
Puedo sentir su ritmo constante bajo mi mano y no puedo apartar la mirada de la
inusual vulnerabilidad que veo en sus ojos. "Este corazón es tuyo. Soy todo tuyo."

Trago el nudo de emoción en mi garganta.

"Eres perfecta para mí, Pequeña Guerrera. Siempre estuvimos destinados a estar
juntos. Eres mía, no porque me pertenezcas, sino porque eres dueña de cada parte de
mí".

Bueno, jódeme. Dale a este hombre una ovación de pie, porque fue una gran
declaración.

Mi voz es ronca mientras lamo mis labios secos. "Tú también me perteneces por
completo" admito, enroscando mi mano en su camisa y usándola para tirar de él hacia
mí.

Nuestro beso es brutal. Todo dientes y posesión violenta mientras nos atacamos unos
a otros. Mis manos recorren frenéticamente su pecho, tirando y tirando de su ropa
hasta que se separan, y en un abrir y cerrar de ojos, me tira contra la puerta y me
empuja hacia mí, haciendo que mis ojos se pongan en blanco.

Su mano se cierra sobre mi boca, silenciando mis gritos. El sexo es rudo e intenso,
pero con nuestras caras a centímetros de distancia, nuestros ojos nunca se apartan el
uno del otro, es íntimo y rebosa de pura emoción. Demasiado pronto, lo siento
hincharse dentro de mí, y cuando su semen golpea mis paredes internas, me
desmorono, mi éxtasis amortiguado detrás de su mano.

Cuando terminamos, quita su mano de mi boca, descansa su frente contra la mía y me


mira profundamente a los ojos.

"Te amo" jadeo, amando cómo sus ojos se suavizan y una sonrisa juvenil adorna sus
labios.

"Te amo, cariño. Tú eres mía y yo soy tuyo. Así será siempre". Me besa en la frente y
los dos compartimos un momento de feliz satisfacción antes de que vuelva a hablar.
"En realidad vine aquí para buscarte. West encontró algo".

"¿Él lo hizo? ¿Qué?"

163
"Todavía no lo sé. Quería esperar hasta que todos estuviéramos juntos".

Satisfechos y con un propósito renovado, rápidamente nos arreglamos y salimos de la


sala de estudio, y rápidamente recogo mis pertenencias, soltando una excusa a Daniel
y sus amigos antes de salir corriendo de la biblioteca con Mason.

Para cuando llegamos al dormitorio de los chicos, todos los demás están allí,
esperando con impaciencia.

"Ya era hora", se queja Cam. "¿Qué te tomó tanto tiempo? Este imbécil no nos dirá
nada".

"Lo siento. Estamos aquí ahora. ¿Qué está sucediendo?" pregunto, saltándome el
motivo de nuestra tardanza y acomodándome en el espacio del sofá entre él y Hawk.

Cuando todos estamos sentados, miramos con impaciencia a West, esperando que
comparta lo que ha encontrado. Está sentado frente a nosotros, con una computadora
portátil abierta frente a él en la mesa de café.

"Entonces, he estado monitoreando las cámaras de seguridad tanto en la oficina de


nuestros padres como en sus hogares. Todo ha sido bastante aburrido, pero hoy estaba
revisando las imágenes de la semana pasada y me encontré con esto de hace unos
días". Le da la vuelta a la computadora portátil y todos nos juntamos para poder ver la
pantalla mientras presiona reproducir.

El metraje es de la cocina en una de las casas de nuestros padres. Al principio, es solo


una habitación vacía, pero después de un segundo, una mujer con un vestido revelador
y tacones altísimos entra en el cuadro. No podemos escuchar lo que se dice, pero
según sus gestos frenéticos con las manos, está molesta. No la reconozco, pero
reconozco al hombre que entra en la habitación a continuación: Frank Hayes. Su
rostro es atronador, y parece que le está gritando a la mujer. Se produce una discusión,
y jadeo cuando él le da una bofetada en la cara lo suficientemente fuerte como para
hacer que se tambalee de lado contra el mostrador de la cocina.

Ella lo mira conmocionada, acunando su mejilla escocida en su mano, pero Frank está
en racha ahora. Él corre hacia ella, sus mejillas enrojeciendo mientras le grita en la
cara. Puedo ver el terror en sus ojos mientras trata de dar marcha atrás, encogiéndose
y probablemente disculpándose con él. Sin embargo, el imbécil no está escuchando
nada de eso, demasiado perdido en su ira mientras su mano agarra con fuerza
alrededor de su brazo, arrojándola fácilmente al otro lado de la habitación.

La mujer sale volando y se estrella contra el suelo de baldosas. Ella se enrosca sobre
sí misma, pero Frank aún logra meter el pie mientras la patea sin descanso, sin
importarle con qué parte del cuerpo se conecta.

Se siente como si continuara durante años y, según la forma en que los músculos de la
mujer se relajan, debe desmayarse en algún momento. Pero eso no es suficiente para
evitar que el bastardo enfermo la golpee. Tengo que apartar la mirada, incapaz de
mirar más, y mis manos tiemblan mientras lucho por recuperar recuerdos enterrados
hace mucho tiempo. Mi mirada aterriza en la dura de Mason. Su cuerpo está tenso, sus
puños apretados mientras observa a su padre golpear hasta la mierda a una mujer

164
inocente. Solo puedo imaginar el alcance de la paliza que recibió cuando era niño.
Solo por esa razón, el hijo de puta del video tiene que pagar.

Cuando la mujer está ensangrentada y sin vida en el suelo, Frank finalmente detiene
su asalto. Jadeando pesadamente, se pone de pie y la mira fijamente con una mirada
vacía en sus ojos. No hay remordimiento por el hecho de que acaba de matar a
alguien. Sin culpa. Nada.

Mientras sale corriendo del marco, dejando a la mujer tendida en el piso frío, West
detiene la grabación. "Esto fue hace tres días".

"¿Él la mató?" Ciertamente parece que está muerta, pero necesito estar segura.

"Sí, lo hizo. Consiguió que algunos muchachos de su organización vinieran a limpiar


su desorden".

"¿Quién era ella?"

"Lacee Hamilton", agrega Mason, mirando al vacío. "Su familia es propietaria de una
cadena de joyerías de lujo". Aprieta los dientes, luciendo a punto de explotar mientras
se levanta de su asiento, caminando de un lado a otro por la sala de estar.

"¿Cómo tienes esto?" pregunta Hawk. "¿Seguramente habría borrado las cintas?"

"He estado descargando todas las imágenes de seguridad en mis propios discos
seguros, por lo que incluso si eliminan algo, aún tendremos una copia".

"Entonces, ¿qué hacemos con esto?" Cam pregunta, mirando a Mason por el rabillo
del ojo.

Mason gira sobre sus talones para mirarnos. Sus rasgos son oscuros y aterradores
mientras lucha por lidiar con lo que acaba de presenciar. "Usamos esto para alejar a
ese maldito enfermo para siempre".

165
Capítulo 18:
Hadley
Hawk: Nos han convocado para cenar esta noche. 7pm.

Gimo, ya prediciendo lo mala que va a ser esta noche. Si las últimas dos veces que vi
a mis padres son un indicador, será bastante sombrío. No los he visto desde la noche
de la fiesta, ni les he hablado. Lo cual está totalmente bien conmigo. He decidido que
es mucho mejor si puedo eludir, acechando en la periferia de su conciencia. No estoy
segura de que sepan qué hacer conmigo todavía, pero no tengo ninguna duda de que
están contemplando cómo pueden sacar el mejor provecho de mi llegada inesperada.

El problema de tratar de mantener la mayor distancia posible con ellos es que no estoy
más cerca de averiguar qué me pasó o si están involucrados. Quiero decir, tienen que
estar en algún nivel, ¿verdad? Incluso si no lo son, son padres de mierda por no
canalizar todos sus recursos para encontrarme y, en cambio, anteponer las prioridades
de su empresa.

Suspirando, le doy una respuesta poco entusiasta a Hawk mientras me recuesto en mi


cabecera, tratando de pensar en una manera de obtener la información que necesito de
mis padres. No van a salir y decirme la verdad sobre lo que pasó.

Paso el resto del día yendo y viniendo entre la tarea y pensando en todos nuestros
padres y qué demonios vamos a hacer. West descubre que las imágenes de Frank nos
permiten finalmente contraatacar. Es un pequeño paso, pero un paso adelante al fin y
al cabo. West envió una copia a la policía local, a la policía estatal y otra a la familia.
También ha guardado una copia segura para nosotros, lo que podría ser útil. Ahora
todo lo que tenemos que hacer es esperar y dejar que las fichas caigan donde puedan.

En cuanto a los otros padres, los seis hemos lanzado algunas ideas, pero necesitamos
sentarnos y pensar en una estrategia real sobre cómo abordarlos a ellos y a la empresa.
El final del año escolar se acerca rápidamente y tengo la sensación de que las cosas
solo empeorarán una vez que los muchachos se gradúen y trabajen a tiempo completo
para ellos. Ni siquiera sé, o quiero saber, cuáles son sus planes para mí después de la
graduación. Puedo aventurarme a adivinar que el futuro que han trazado para mí no es
el de la libertad que imaginé cuando escapé del complejo.

Cuando Hawk llama a mi puerta esa noche, estoy vestida con un par de jeans y una
camiseta. Hice lo mejor que pude para alisar mi cabello e incluso le pedí prestado otro
par de zapatos a Emilia, ¡mírame haciendo un esfuerzo!

"¿Lista?" me pregunta cuando abro la puerta.

"No", me quejo. "¿Qué quieren esta vez?"

"No tengo idea, supongo que lo descubriremos pronto".

166
Salimos del dormitorio y seguimos el camino hacia el estacionamiento, antes de que
hable de nuevo. "West me dijo que todos quieren salir de debajo de los pulgares de
sus padres".

"Sí", él está de acuerdo. "Obviamente, nunca hemos querido entrar en la empresa.


Inicialmente esperábamos que al menos pudiéramos convencerlos de que nos dejaran
ir a la universidad primero, para que pudiéramos ganarnos algunos años más de
libertad y tiempo suficiente para idear una mejor estrategia de salida, pero ahora…"
Sacude la cabeza. . "Ninguno de nosotros quiere tener nada que ver con lo que están
involucrados. Quieren que pasemos un tiempo en la empresa, siguiéndolos durante las
vacaciones de Pascua, pero, sinceramente, no puedo imaginar nada peor. Después de
la forma en que los muchachos fueron tratados mientras crecían y las amenazas que
nuestros padres nos han estado empujando por la garganta este año, no puedo soportar
estar en la misma habitación que cualquiera de ellos".

"¿Incluso tus propios padres?" Pregunto con cautela, sabiendo que su relación con sus
padres no se parece en nada a lo que los otros chicos tuvieron que soportar.

"Ellos sobre todo", gruñe. "Sí, a los otros chicos les costó más crecer, pero al menos
sabían que sus padres eran padres de mierda. Pensé que los míos estaban bien. No
eran demasiado cariñosos ni estaban muy cerca, pero nunca me hicieron daño ni me
hicieron sentir como un fracaso. Pero este último año, han sido completamente
diferentes. Nada como los padres que tuve cuando era niño. Me hace dudar de todo lo
que pensé que sabía mientras crecía, y odio eso. Odio cómo no puedo confiar en
ninguno de mis recuerdos, y que estoy dudando cada segundo que pasé con ellos",
gruñe con frustración. "Probablemente suene como un imbécil. En comparación con
Mason o West, o mierda, no tengo nada de qué quejarme. Al menos tuve esos años en
los que las cosas iban bien con mis padres, ¿verdad?"

Choco mi hombro contra el suyo. Esto es lo máximo que se ha abierto conmigo, y


aunque es un tema difícil y enrevesado, estoy chillando en silencio como una niña por
dentro por el nuevo nivel que hemos alcanzado en nuestra relación.

"Tienes derecho a sentir lo que sea que estés sintiendo", le aseguro. "No importa cuál
sea el pasado de los demás. Eso no niega lo que experimentó o lo que siente con todos
estos nuevos desarrollos recientemente".

"Puedo entender de dónde vienes. Te sentiste más sorprendido que los demás porque
no creías que tus padres fueran tan malos como los de ellos. Los demás tuvieron
tiempo de prepararse, por lo que, si bien todo el descubrimiento de los mercenarios
podría haber sido un shock, el hecho de que sus padres estuvieran involucrados en esa
mierda no fue una completa sorpresa".

"Exactamente." Suspira, sumiéndose en el silencio cuando llegamos al auto y


enciende el motor, conduciéndonos hacia las puertas del campus.

Cuando entramos en la casa, Maria avanza hacia nosotros. "Ahí estás", me regaña,
como si llegáramos tarde, pero sé a ciencia cierta que llegamos exactamente a tiempo.
El reloj del coche marcaba las siete en punto cuando salimos. "Peluquería y
maquillaje te están esperando, Elizabeth".

167
¿Y ahora qué? ¿Por qué diablos necesito que me peinen y maquillen?

"¿Qué está pasando, mamá?" pregunta Hawk.

"Vamos a tener un par de invitados esta noche. Es importante que todos se vean lo
mejor posible" responde vagamente, pasando su brazo por el mío mientras me aleja de
Hawk.

Miro por encima de mi hombro, rogándole con mis ojos que me saque de esto, pero él
se encoge de hombros, sin mostrar signos de venir a rescatarme. Maldito imbécil.

Suspirando derrotada, acepto mi destino mientras subimos las escaleras. Mientras


tanto, Maria divaga sobre una u otra mierda. La mujer sinceramente me desconcierta.
En este momento, casi está actuando como si fuéramos amigas, pero apenas me ha
dicho más de un puñado de palabras antes, y la mayoría de ellas han estallado en
irritación, supongo que sé de dónde saca Hawk su personalidad de mierda.

Dirigiéndome a un dormitorio donde dos mujeres están esperando, Maria levanta una
bolsa de ropa de la cama. "Ponte esto", me ordena, empujando la bolsa contra mi
pecho y dejándome sin otra opción que atraparla antes de que caiga al suelo.

No se molesta en darse la vuelta mientras me quito la ropa, sino que desvía la mirada,
como si eso fuera a servir de algo. Me importa un carajo lo que esta perra piense de
mí y mis cicatrices, así que si quiere mirar, está bien. Me deslizo en el vestido ceñido
a la piel que tengo que estirar sobre mis pechos. Se aferra a mis caderas, el material
negro puro apenas cubre mi trasero.

Maria abandona toda pretensión de pretender no mirar, mirándome abiertamente con


los labios apretados mientras me evalúa.

"Nada mal." Ella golpea su dedo índice contra su labio mientras piensa. "Sin embargo,
es posible que tengamos que hacer algo con ese tatuaje. Es indecoroso. Gracias a Dios
que el vestido lo cubre todo para esta noche". Antes de que pueda decirle que no está
haciendo una mierda con mi tatuaje, gira su dedo en el aire. "Giro de vuelta."

Al no ver que tengo otra opción, me muerdo la lengua y hago lo que dice,
escuchándola jadear cuando nota las cicatrices que cubren mis hombros y mi espalda.
Si me miras de frente, apenas puedes notarlos. Solo hay unas pocas líneas blancas
tenues a lo largo de la parte superior de mis hombros y mi clavícula, pero cuando
miras mi espalda, sería imposible pasar por alto las líneas blancas obvias que
estropean la piel.

"Oh, Dios mío", ella respira.

Uno pensaría que este podría ser el momento en que ella se ablande hacia mí, ahora
que se da cuenta de las dificultades que ha tenido que enfrentar su hija. Pero no existe
tal bondad o compasión en este duro caparazón de mujer.

"No podemos tener eso ahora. Concertaré una cita con mi cirujano plástico".

168
"No", ladro bruscamente mientras me doy la vuelta para mirarla. "No hay
absolutamente ninguna maldita forma en que deje que alguien se acerque a mí con un
bisturí. Mis cicatrices son parte de lo que soy. Sí, pueden ser una monstruosidad, pero
cualquiera que no pueda soportar verlos puede mirar hacia otro lado".

Sus labios se fruncen y entrecierra los ojos en señal de advertencia por mi arrebato,
pero no insiste en el asunto, por ahora.

"Stella, asegúrate de que su cabello cubra esa... atrocidad en su espalda".

Aprieto los dientes, mordiéndome la lengua contra las palabras desagradables que
quiero decir, sabiendo que no hará más que irritarla más.

"Sí, señora", responde una mujer, asintiendo con la cabeza.

Feliz con ese reconocimiento, Maria sale de la habitación y me deja sola con las
mujeres que me llevan a una silla colocada frente a un espejo del piso al techo. No
puedo hacer nada más que dejar que me mimen como mamás gallinas, demasiado
abrumadas con todo para decirles que se detengan.

"Tienes rizos tan gruesos", arrulla la que arregla mi cabello mientras pasa sus dedos
por mis gruesos mechones antes de atacarlos con un cepillo, mientras otra mujer
limpia mi cara y comienza a aplicarme maquillaje. Entre ellas, tiran de mi cabello y
me indican que cierre los ojos y empuje los labios hasta que están satisfechas con mi
apariencia.

"Mucho mejor", elogia Maria cuando entra en la habitación casi una hora después. Su
mirada recorre mi vestido demasiado corto, mi cabello arreglado y mi maquillaje
exagerado. Nunca he estado tan arreglada en toda mi vida, y no lo digo en el buen
sentido. Parezco una especie de prostituta cara y de alto nivel.

"Ponte esto". Sus palabras son una orden aguda mientras me entrega un par de tacones
altos negros con punta abierta. Me balanceo peligrosamente mientras lucho por poner
mis pies en ellos, sin ver el punto de discutir con ella. Dios sabe que mi incapacidad
para usar tacones solo le dará otra razón para que no le guste. Antes de que me ponga
de pie con mis zapatos nuevos, ella ya me está sacando de la habitación, luciendo
impaciente. "Vamos, nuestros invitados están esperando".

Se forma cemento en mi estómago ante sus palabras mientras trato de averiguar qué
demonios está pasando. Ingenuamente pensé que esta noche todos nos sentaríamos y
discutiríamos lo que sucedería ahora que yo soy una Davenport. Esperaba finalmente
obtener algunas respuestas a lo que me sucedió, pero con cada segundo que pasa, eso
parece cada vez menos probable.

Cuando entramos al comedor, Hawk, Barton y dos hombres que no reconozco están
sentados alrededor de la mesa del comedor. Los cuatro se detienen en medio de la
conversación cuando entramos, su atención se vuelve hacia nosotros.

Los ojos de Hawk se agrandan y sus labios se presionan mientras lucha por contener
la risa. Sí, apuesto a que me veo jodidamente ridícula, como una niña de cinco años
que se metió en el maquillaje de su madre.

169
"Accidentalmente" golpeo mi codo contra la parte posterior de su cabeza cuando paso
por su asiento, y él me mira con furia cuando me siento en la silla vacía a su lado,
observando al tipo sentado frente a mí. Parece que tiene más o menos nuestra edad,
con cabello castaño ondulado y despeinado. Tiene una barbilla ancha y se le forman
hoyuelos en las mejillas cuando me sonríe. Es una sonrisa sucia que, combinada con
sus ojos color miel que brillan con picardía, me hace saber que sus pensamientos están
en la cuneta.

Hay algo salvaje en la mirada de sus ojos. No es del todo normal, pero no puedo
señalar qué es. Encogiéndome de hombros, dirijo mi mirada a un hombre mayor de
complexión similar con tintes grises en su cabello y líneas alrededor de sus ojos y
labios que está sentado a su lado, mirándome atentamente. La forma en que me mira
hace que me pique la piel, como si estuviera tratando de determinar mi medida.

Aparto rápidamente la mirada de él, pero sigo sintiendo sus ojos en mí mientras Maria
toma asiento al final de la mesa, sentada frente a su esposo.

"Benjamin, conoce a nuestra hija, Elizabeth", introduce Barton, apenas mirándome,


como se ha convertido en su costumbre. No sé qué hay en mí que él no puede soportar
mirar. ¿Quizás es la culpa comiéndolo vivo?

"Ella es ciertamente algo, ¿no es así?" el tipo, Benjamin, dice, solo aumentando el
factor de fluencia.

Miro furtivamente a Hawk por el rabillo del ojo. Su cara es su habitual máscara
impasible, y no puedo leer lo que está pensando o qué diablos está pasando aquí.

"Entiendo que ha estado desaparecida durante bastante tiempo", continúa el chico, sus
ojos pequeños y brillantes aún me observan demasiado de cerca para mi gusto.

"Sí, así es. Fue secuestrada cuando era una niña pequeña y de alguna manera terminó
en el sistema de acogida bajo un nuevo nombre, razón por la cual no pudimos
encontrarla todos estos años. Fue una coincidencia afortunada que ella terminara en la
escuela con Hawk este año, y se hizo la conexión sobre quién era ella realmente".

Dado que mi supuesto padre nunca me ha preguntado sobre mi pasado, supongo que
ha puesto sus manos en mis registros falsos y ha elaborado sus propias teorías, que
ahora está haciendo pasar por un hecho.

Los del servicio traen comida para cada uno de nosotros, cortando su extraña
conversación. Un plato de algo pequeño y elegante se coloca frente a mí, y solo
entonces me doy cuenta de que hay tres juegos diferentes de cuchillos y tenedores a
cada lado del plato. ¿Qué diablos, qué hay de malo en usar los mismos utensilios para
cada plato?

Una vez que todos han sido servidos y estamos nuevamente solos, sutilmente echo mi
mirada alrededor de la mesa, mirando para ver con qué juego de cubiertos comienzan
todos los demás. Me siento tan lejos de mi profundidad en este momento y, aunque en
su mayoría no me importa una mierda, una pequeña parte de mí quiere encajar con
esta gente. ¿Por qué me importa tanto lo que piensen estas personas cuando
claramente no se preocupan por mí?

170
Sin darme cuenta capto la mirada del hijo de Benjamín, cuyo nombre todavía no sé.
Debe haber estado observándome y se dio cuenta del hecho de que no tengo idea de lo
que estoy haciendo mientras señala el juego de cubiertos más pequeño que está más
alejado del plato, haciéndome saber en silencio que es lo que debería usar para este
curso.

"Wilder se unirá a ustedes en Pac por el resto del año", nos informa Barton, bueno,
está mirando a Hawk, por lo que sus palabras realmente son para él.

"Es un poco tarde en el año para transferirse, ¿no?" Hawk responde, mirando entre su
padre y Wilder.

Wilder tiene una amplia sonrisa en su rostro que lo hace lucir como su tocayo: salvaje.

"Sí, bueno, creo que conocerlo mejor a él y a su familia será muy fortuito para todos
nosotros", responde crípticamente mi padre. Las cejas de Hawk se juntan mientras
continúa lanzando su mirada de un lado a otro entre los dos hombres, como si de
alguna manera pudiera leer telepáticamente sus pensamientos y descubrir qué está
pasando si solo mira fijamente sus cabezas.

El resto de la comida continúa. Barton y Benjamin hablan sobre cosas de trabajo


mundanas que me cuesta seguir, mientras ignoro la mirada de Wilder en mi cabeza y
la tensión que irradia Hawk a mi lado. Es seguro decir que no fue la comida más
divertida que he tenido, incluso si la comida era bastante decente.

"¿Por qué no dejamos que los niños se conozcan mientras repasamos los detalles más
finos del contrato?", sugiere Maria después de que todos hemos terminado de comer.

"Sí, qué excelente idea, cariño. Hawk, ¿te encargarás de que Wilder te siga de vuelta
al campus cuando hayas terminado?"

Barton lanza a Hawk con una mirada que deja en claro que su pedido no es opcional.

"Claro", Hawk acepta a regañadientes. Benjamin y Maria se levantan de la mesa y, sin


mirar atrás, abandonan la habitación, pero Barton duda, como si tuviera algo más que
decir. Su boca se abre y se cierra en silencio antes de decidir no decir nada y sigue en
silencio a los demás.

En el momento en que estamos solos, Hawk frunce el ceño a Wilder. Debo admitir
que es bueno no estar del otro lado de esa mirada amenazante por una vez.

"¿Qué estás haciendo realmente aquí?" él exige

Wilder se recuesta en su silla, colocando casualmente su servilleta sobre la mesa. Su


otra mano juega con un cuchillo que dejó después de la cena, y distraídamente pasa el
pulgar por la punta afilada y baja por la hoja afilada. Hay un brillo en sus ojos
mientras le sonríe con complicidad a Hawk, disfrutando de enseñorearse del hecho de
que él sabe algo que nosotros no.

"¿Quieres decir que aún no lo has descubierto?"

171
Los ojos de Hawk se reducen a rendijas. "Puedo arriesgarme a adivinar", gruñe.

Mis ojos se mueven entre los dos, sin tener idea de lo que están hablando.

"Uh, ¿alguien de ustedes quisiera iluminarme entonces?" Gruño, molesta por


quedarme en la oscuridad.

Wilder enfoca su intensa mirada en mí mientras una sonrisa loca divide su rostro. Este
tipo definitivamente está loco. No hay forma de que esté bien de la cabeza. Parece un
psicópata trastornado en este momento.

"Sunshine, tú y yo nos vamos a casar".

Se me escapa una risa ahogada.

Quiero decir, obviamente está bromeando. Él tiene que estarlo... ¿verdad? Está tan
metido en su locura que está hablando como loco.

Un gruñido parecido a un animal suena en el pecho de Hawk y golpea su mano contra


la mesa, poniéndose de pie de un salto. La silla chirría contra el piso de madera
cuando es empujada hacia atrás.

"No, no lo estás", gruñe.

"Bueno, no, todavía no", dice Wilder casualmente, nada intimidado por el hecho de
que Hawk parece listo para sacarle los ojos. "Estoy seguro de que nuestros padres
querrán resolver la letra pequeña primero".

Estoy medio esperando que Hawk se lance por encima de la mesa, así que me
sorprende cuando, en cambio, extiende la mano y casi me pone de pie de un tirón.

Casi me las arreglo para bajarme el vestido, asegurándome de no darle a Wilder un


espectáculo gratis mientras Hawk me arrastra fuera del comedor. Tengo que correr
sobre mis talones, lo cual es jodidamente difícil, para poder seguir sus grandes
zancadas. Está gruñendo por lo bajo, pero no puedo entender lo que está diciendo.

"Hey", grita Wilder detrás de nosotros, y escucho que empujan su silla hacia atrás
antes de que el sonido de sus zapatos golpeando contra el piso nos persiga por el
vestíbulo. "Se supone que debes mostrarme el camino de regreso al campus".

Hawk lo ignora, abre la puerta principal con más fuerza de la necesaria y, todavía con
un fuerte agarre en mi brazo, me tira hacia la puerta y escaleras abajo. ¿No sabe que
tengo tantas ganas como él de escapar del loco que nos sigue?

Dos autos están estacionados al pie de los escalones. Uno es el SUV negro de Hawk y
el otro es un Mustang convertible clásico de color verde oscuro. Se ve hermoso, y no
puedo evitar admirarlo a medida que nos acercamos.

Hawk se detiene, saca las llaves de su bolsillo, lo que le da tiempo a Wilder para
alcanzarnos.

172
"Sube al auto, Hadley", gruñe Hawk.

"La esposa probablemente debería venir conmigo". Wilder lanza su brazo sobre mi
hombro antes de que pueda apartarme de su camino, actuando como si fuéramos los
mejores amigos y él no es un bicho raro que acabo de conocer. "Necesitamos algo de
tiempo para “conocernos”".

"Creo que sé todo lo que necesito saber" gruño, golpeándolo en las costillas con mi
codo—fuertemente.

El psicópata solo se ríe mientras se dobla de dolor y lo empujo.

"Sunshine, me vas a dar una erección frente a mi nuevo cuñado. No es genial".

Hawk y yo compartimos miradas similares de “¿qué diablos está haciendo este tipo?”,
lo ignoro mientras doy la vuelta al auto, me subo y Hawk se sube detrás del volante,
enciende el motor y sale por el camino.

173
Capítulo 19:
Hadley
"¿Quién demonios era ese tipo?" pregunto mientras Hawk se precipita por la carretera,
conduciendo temerariamente en su intento de alejarse de la casa de sus padres y del
psicópata desquiciado que nos acecha.

"Su padre es Benjamin Clearwater", afirma Hawk, como si eso explicara algo.

Me irrito cuando no da más detalles y le digo, "¿Se supone que tengo que saber quién
es?".

"Su empresa fabrica chalecos antibalas. Provee a la policía y al ejército de gran parte
de su equipo". Hawk se lo piensa un momento antes de continuar, "Hace poco se
anunció que se iba a dedicar a la fabricación de armas. Supongo que él y nuestros
padres quieren hacer negocios juntos". Gira la cabeza para mirarme. "Y tú eres la
moneda de cambio".

Se me revuelve el estómago. "¿Qué significa eso?" pregunto, sin querer una respuesta.
Ya puedo adivinarlo por mí misma.

"Si lo que dijo Wilder es cierto, te están casando con él a cambio de cualquier negocio
que Benjamin aceptara hacer con ellos".

"Pero, no lo entiendo." Me avergüenza decir que mi voz sale más aguda de lo que me
gustaría, pero creo que es perfectamente aceptable que esté alucinando ahora mismo.
"Querían que me involucrara en toda su estúpida tradición, ¿por qué iban a hacerlo si
sólo iban a casarme con un cualquiera?".

Hawk se encoge de hombros, sin tener una respuesta para mí. "No tengo ni idea. Pero
Benjamin es un pez gordo. Llevaría a la empresa a un nivel completamente nuevo si
lo trajeran a bordo. Sé que tenían un negocio entre manos con él hace años, pero algo
pasó y se frustró". Golpea rápidamente el volante con el dedo, mientras sigue
conduciendo como un puto maníaco por la oscura carretera. "No van a dejar que este
trato se caiga". El tono sombrío que emplea no hace más que exacerbar mi malestar
mientras conducimos en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. ¿Qué
carajo voy a hacer ahora? No pienso casarme con ese lunático, ni con ningún otro.

Ya casi hemos llegado al campus cuando Hawk rompe el pesado silencio del coche.
"No sé dónde está el club de striptease más cercano, pero seguro que puedo encontrar
uno, si quieres ganarte unos dólares con ese atuendo".

"Ja, ja". Me río sarcásticamente, dándole una palmada juguetona en el brazo. "Parezco
una prostituta de mierda y me he dejado toda la ropa en nuestra prisa por salir de allí".

Hawk se ríe. "Oh sí, probablemente ya las habrán quemado".

Gruño. "Ni siquiera eran mis zapatos".

174
"Pues cómprate un par nuevo". Hawk se encoge de hombros, como si no fuera para
tanto.

"No todos estamos hechos de dinero, imbécil. Algunos sabemos lo que cuesta un
dólar".

Desvía la mirada de la carretera, enarcando una ceja hacia mí. "Te das cuenta de que
ser un Davenport viene con algunos beneficios, ¿verdad? Como una cuenta bancaria
con más dinero del que probablemente hayas visto nunca".

"¿Qué? No."

Se ríe, sacudiendo la cabeza. "Yo tengo una, así que tú también deberías. Hablaré con
papá esta semana y te lo prepararé".

"No necesito su sucio dinero", gruño.

"No", admite, "pero podrías sacar algo de esta situación de mierda".

Bueno, algo de razón tiene.

Aparca el coche en el aparcamiento de estudiantes y Hawk envía un mensaje rápido al


chat del grupo, diciendo a todo el mundo que necesitamos una reunión. Genial, este
nuevo y jodido desarrollo va a ser super divertido de explicar a los chicos.

Sin esperar a que Wilder nos encuentre, nos dirigimos rápidamente al apartamento de
los chicos.

"¿Qué está pasando?" suelta West en cuanto Hawk y yo entramos en el apartamento,


donde ya están los cuatro. Las botellas de cerveza están sobre la mesa, alguien ya se
imaginaba que iba a ser una de esas charlas. "¿Y qué demonios llevas puesto?"

Ah, claro, se me olvidaba que parezco una vulgar prostituta.

Me quito los tacones, me acerco al lavabo y me echo agua en la cara para quitarme la
mugre que parece obstruirme los poros. Sigo estando ridícula con este vestido, pero al
menos mi cara no grita “paseante nocturna”.

Me siento un poco mejor y me siento en el sillón libre. Todas las miradas se posan en
mí mientras suspiro, repentinamente agotada tras los acontecimientos de esta noche.
"Uh." Dudo, insegura de cómo explicar las rarezas de esta noche mientras observo a
cada uno de mis chicos. "¿Creo que estoy comprometida?" Si sueno confundida, es
porque lo estoy.

"¿Qué estás qué?" Mason ruge, poniéndose en pie de un salto, con la cara como un
trueno.

"¿De qué demonios estás hablando?" Beck exige, la ira recubre sus palabras.

"¿Tú crees?" pregunta West.

175
"Es más o menos un hecho". Hawk suspira, frotándose los ojos antes de agarrar una
cerveza, ignorando la mirada asesina que le lanza Mason.

"Explícate", escupe Mason entre dientes apretados, volviendo a sentarse lentamente


en su silla. Me siento en su regazo, intuyendo que necesita algo de consuelo, y él me
rodea rápidamente con los brazos, apretándome contra él. Apoyo la cabeza en su
hombro, mis dedos trazan círculos relajantes a lo largo de su antebrazo mientras Beck
me sube los pies a su regazo y me masajea. Mierda, qué bien me sienta eso después de
tenerlos metidos en tacones las últimas horas.

"¿De qué demonios está hablando?" Beck dispara a Hawk.

Hawk le explica lo que ha pasado después de que nos presentáramos en casa de


nuestros padres esta noche, y noto que la tensión aumenta en la habitación hasta el
punto de que parece que bastaría encender una cerilla para prender fuego a todo.

"Absolutamente no", insiste Beck. "De ninguna puta manera se va a casar con nadie
que no sea uno de nosotros. Y menos con él, suena jodidamente inestable".

Mis ojos se abren de par en par. ¿Qué era eso ahora? ¿Casarse con uno de ellos? ¿Se
lo ha planteado? Tengo tantas preguntas, pero ahora no es el momento de hacer
ninguna y, sinceramente, pensar en su respuesta me pone un poco nerviosa.

Los otros chicos asienten con la cabeza. Ninguno de ellos parece estar teniendo el
mismo susto interno por las palabras de Beck que yo estoy experimentando en este
momento.

Mason debe de notar la tensión que se apodera de mis músculos y me da un beso en la


oreja. "No te lo pienses demasiado", susurra.

Lo miro confundida y veo la risa en sus ojos. El muy idiota está disfrutando viéndome
retorcerme y asustarme.

Unos fuertes golpes en la puerta hacen que todos miremos hacia ella antes de mirarnos
unos a otros y encogernos de hombros. Cam, que es el que está más cerca, se levanta
para abrir.

"Hermano, no está cool", grita Wilder, empujando a un aturdido Cam. Hawk se


levanta de un salto y yo me tiro sin miramientos sobre los cojines del sofá, mientras
Mason y Beck se levantan también de un salto. "Una conducción de locos, sin
embargo. Tendrás que enseñarme a hacerlo algún día. No tenía ninguna esperanza de
seguirte el ritmo".

"¿Qué demonios estás haciendo aquí?" Hawk gruñe mientras me pongo en pie,
abriéndome paso alrededor de Mason incluso cuando intenta mantenerme fuera de su
vista a sus espaldas. No sé qué cree que va a hacer Wilder; no es una amenaza
inmediata.

"Tenía que asegurarme de que mi Esposita llegará a casa sana y salva".

176
Un coro de gruñidos brota de cada uno de mis chicos, haciendo reír a Wilder. Si antes
tenía alguna duda sobre su cordura, ahora estoy segura —de que está loco de remate.
Ninguna persona en su sano juicio se reiría cuando tiene a cinco bestias gruñendo y
mirándole con intenciones asesinas en los ojos.

"Oh, esto se acaba de poner más interesante". Su mirada salvaje se centra en mí,
donde todavía estoy medio secuestrada detrás del cuerpo de ladrillo de Mason. "Bien
por ti, cielito. No sabía que lo llevabas dentro". Me guiña un ojo. Guiña el ojo, como
si todo esto fuera una broma graciosa y no estuviera a segundos de ser arrancado parte
por parte y arrojado al lago.

Ignorando las miradas asesinas que recibe, se acerca al sillón que yo he dejado libre
en favor del regazo de Mason, se sienta y toma una cerveza de la mesa.

Mira a cada uno de los chicos. "Supongo que ustedes cuatro son los temibles Príncipes
de los que he oído hablar", dice, señalando con un dedo a Hawk, Cam, West y Mason
—qué mierda, lleva aquí como cinco minutos— antes de posar su mirada en Beck.
"¿Y tú eres?"

"Creo que la mejor pregunta es, ¿quién demonios eres tú?" gruñe Beck.

Wilder jadea y se agarra el corazón con la mano. "Disculpe mis modales, muy grosero
de mi parte. Me llamo Wilder Clearwater, futuro marido de mi cielito". Hace un gesto
en mi dirección antes de tenderle la mano a Beck mientras todos nos miramos con
cara de “qué mierda”. No esperará en serio que Beck le dé la mano, ¿verdad?

Beck se burla de su mano extendida antes de apartarla de un manotazo.

"Deja de fingir," Hawk gruñe. "¿Qué es lo que quieres? Porque a pesar de lo que
piensen nuestros padres, no te vas a quedar con mi hermana".

Wilder se encoge de hombros, se echa hacia atrás en la silla y me mira con ojos
críticos. No siento el mismo picor bajo la piel que cuando su padre me mira. Inclino la
cabeza y lo miro con curiosidad. Es imposible comprenderlo, su comportamiento es
demasiado errático para tener una base estable, pero a pesar del brillo loco de sus ojos,
no creo que sea ninguna amenaza

"Meh, las rubias no son realmente mi tipo, de todos modos. Sin ofender, Esposita,
estoy seguro de que podríamos haberlo pasado genial".

Salgo de detrás de Mason y me paro frente a él, ignorando su resoplido de frustración.

"Entonces, ¿por qué haces lo que quiere tu padre? ¿Por qué quiere tu padre que te
cases conmigo?"

"Cree que una esposa me ayudará a mantenerme a raya". Resopla, pero no paso por
alto la oscuridad que nubla sus ojos. No estoy segura de que nadie más lo haya
notado, y ha desaparecido tan rápido como apareció, pero definitivamente estaba ahí.
"En cuanto a por qué estoy de acuerdo con esto... tengo mis razones", responde
vagamente. "Igual que estoy seguro de que tú tienes las tuyas".

177
"¿Qué quiere tu padre de este trato?", pregunta Hawk.

"No lo sé. Estaba indeciso hasta hace una semana, luego algo cambió". Antes de que
nadie pueda preguntar, añade, "No sé qué. Pero de repente, estaba más que dispuesto a
firmar el contrato".

Todos intercambiamos miradas incómodas.

***

El lunes por la mañana es el comienzo de un nuevo mes, lo que significa que todos
tenemos la alegría de elegir nuevas personas con las que estaremos atascados para las
próximas cuatro semanas. Hawk recibió una llamada de nuestro padre anoche,
informándole que yo debía elegir a Wilder. Obviamente, era pedirle demasiado que
me llamara y me lo dijera él mismo —aunque dudo que le hubiera gustado mi
colorida respuesta.

A pesar de que los chicos montaron un escándalo, no discutí demasiado. No tenía ni


idea de a quién iba a elegir, y al menos Wilder ha admitido que no tiene ningún interés
en estar conmigo. Además, sabe lo mío con los chicos, así que probablemente sea
mejor que le vigilemos de cerca hasta que podamos averiguar sus motivos.

Después del desayuno, empieza la rutina habitual, cada uno de los chicos elige a una
chica. Veo que Wilder se escabulle en el pasillo mientras Cam toma su turno, se
apoya en la pared junto a la puerta y me guiña un ojo cuando me atrapa mirando.
Tengo que admitir que le queda bien el uniforme —bueno, lo que lleva puesto del
uniforme. Le falta la corbata, lleva la camisa medio desabrochada y remangada, y no
hay americana a la vista. Le miro los pies y contengo la risa. En lugar de los
mocasines negros o marrones que llevan todos los demás, lleva unas Air Jordan
multicolores que desentonan totalmente con el uniforme del colegio.

Cuando llega mi turno, grito rápidamente el nombre de Wilder, ignorando los


murmullos y las miradas confusas del pasillo, todos preguntándose quién demonios es
Wilder mientras los cinco nos largamos de allí.

"Esposita, estoy conmovido", dice Wilder dramáticamente, pasando su brazo por


encima de mi hombro. "Me elegiste a mí, entre todos los depravados de este lugar".

"Que no se te suba a la cabeza", refunfuña Cam desde el otro lado de Wilder, con cara
de enfado por la forma en que me rodea con el brazo. "Ella no tuvo elección".

"Entonces, ¿qué pasa en esta pequeña tradición?" Wilder pregunta, ignorando a Cam.
"¿Podemos besuquearnos en el pasillo y tocarnos en las fiestas del colegio?". Mueve
las cejas sugestivamente, haciéndome reír. No sé qué le pasa, pero a pesar de su
coqueteo constante, no puedo tomármelo en serio. Las bromas coquetas no se cruzan
con sus ojos y sé que todo es para aparentar, para dar cuerda a los chicos, o quizá
porque cree que eso es lo que la gente espera de él. No estoy segura.

178
"Sólo si quieres que te rompa los dientes", gruñe Mason.

"Básicamente, desayunas conmigo y me acompañas a clase, y vamos juntos a fiestas.


Eso es todo". Me encojo de hombros. "La gente solo tiene que pensar que somos
falsos novios".

"Falso prometido", corrige él, ganándose otro ceño fruncido de los chicos.

"Todavía no", le recuerdo.

"Suena bastante aburrido. Pensé que sería mucho más sucio que eso".

"Quiero decir, solía serlo". Me encojo de hombros.

"Antes de que todos empezaran una gran gangbang".

"Qué asco". Lo golpeo en la costilla con mi codo. "Hawk es mi hermano".

"Cierto, eso sería un poco incómodo, lo siento, hermano". Frunce el ceño, y me doy
cuenta de que Hawk no sabe qué responder, y prefiere ignorarlo.

"Bueno, supongo que debería llevar a Esposita a clase entonces". Wilder sonríe,
bueno, salvajemente, ganándose más de una mirada de los chicos. "No quiero que
llegue tarde".

El resto de la semana pasa como un borrón. Entre enseñarle el oficio a Wilder,


ponerme al día con Michael y Emilia, hacer la tarea y dedicar tiempo a cada uno de
mis chicos, es difícil encontrar un momento de paz.

Tengo que admitir que Wilder me cae bastante bien. Definitivamente es un tipo raro, y
la mayoría de la escuela parece desconfiar de él. Es difícil no serlo cuando se pasa la
mayor parte del desayuno con los pies sobre la mesa, girando un cuchillo en sus
manos como un loco de remate, pero, no sé, le habla a una parte más profunda de mí
que he mantenido cuidadosamente enterrada desde que escapé del recinto.

Por supuesto, todos los chicos lo odian con pasión. No ayuda que Wilder se salte tanto
la línea de lo que los chicos toleran que haga conmigo, que no es más que un borrón
distante. Mientras que Daniel sólo hacía lo mínimo que se esperaba de él, Wilder se
ha abierto camino rápidamente en mi grupo de amigos con Emilia y Michael,
uniéndose a nosotros para comer la mayoría de los días e incluso invitándose a sí
mismo a nuestra noche de cine semanal este fin de semana.

"¿Por qué cree tu padre que una esposa te mantendría a raya?" Le pregunto a Wilder.
Estamos sentados en la sala de cine, esperando a que lleguen Emilia y Michael. He
intentado abordar el tema un par de veces esta semana, pero cada vez que menciono a
su padre o su pasado, se cierra de golpe. Puedo verle haciéndolo ahora mismo,
cerrándose de golpe. Es una sensación que conozco muy bien, cuando alguien se mete
en la mierda que no quieres que vea.

179
Espero que vuelva a rechazarme, que eluda mi pregunta con alguna frase falsa, pero
me sorprende abriéndose de verdad. "El año pasado me vi envuelto en una mierda;
murieron amigos míos".

Eso es algo muy duro de tratar. Su mandíbula tensa y la culpa en sus ojos demuestran
lo mucho que le cuesta aceptar lo que pasó.

"Mi única amiga murió cuando éramos niñas", le digo. "Después de su muerte, me
rendí. Más o menos me di por muerta. Pasó mucho tiempo hasta que recordé que
seguía viva".

Me mira pensativo. "Sí, pero apuesto a que no la mataste".

Tan rápido como apareció, la vulnerabilidad de sus ojos desaparece. En el espacio de


un parpadeo, ha bajado las persianas y se ha encerrado en sí mismo. Una sonrisa
maníaca le parte la cara. "Cuéntame, cielito. Hay algo que siempre me he
preguntado... ¿A las chicas les gusta el sexo durante la regla, o es sólo un fetiche de
los chicos?".

Lo miro con los ojos muy abiertos, confundida, cuando Emilia entra dando saltitos y
Michael la sigue.

"Hola, chicos. ¿Qué pasa?"

Me separo de Wilder, ignorando su inoportuna pregunta, y sonrío a Emilia. "Hola.


Nada."

Michael nos lanza miradas furtivas a Wilder y a mí antes de deslizarse en el asiento de


mi otro lado, evitando por poco ser aplastado por el culo de Emilia cuando se cuela
detrás de ella para robarle el asiento.

Ella hace un puchero y luego se ríe, ocupando el asiento del otro lado mientras Wilder
pone la película que ha elegido. Técnicamente es mi turno, pero nunca sé qué elegir, y
si Emilia me engaña para que elija otra comedia romántica, voy a echar la bronca. Por
suerte, Wilder tuvo el sentido común de elegir una película de acción.

"Hola", susurra Michael, sonriendo.

"Hola".

"Deberíamos tomar un café esta semana, los dos solos."

"Claro, suena bien".

180
Capítulo 20:
Hadley
Una semana después de enviar las imágenes a las autoridades, recibimos la noticia que
estábamos esperando.

"Han arrestado a papá", anuncia Mason al irrumpir en el apartamento. Yo estaba


pateándole el culo a Hawk en algún juego de disparos, mientras Cam le mostraba a
Beck vídeos en su teléfono y West jugueteaba con su portátil.

Todos dejamos inmediatamente lo que estábamos haciendo, sentándonos y prestando


atención a Mason. "¿Qué? ¿De verdad?" exclama Cam.

"Sí". Agarrando el mando a distancia, Mason cambia a la televisión y pone un canal


de noticias local.

"—Noticias del día, Frank Hayes, uno de los fundadores de Nocturnal Enterprises,
una empresa de seguridad privada de alto perfil, ha sido detenido hoy, por el asesinato
de Lacee Hamilton, de la joyería Hamilton. La policía aún no ha revelado ninguna
información sobre el caso, pero..."

"Mierda, ¿esto está pasando de verdad?" Cam jadea mientras todos miramos atónitos a
la tele. Quiero decir, esto es lo que queríamos, pero no estoy segura de que ninguno de
nosotros pensara realmente que sería tan fácil. Sí, es sólo una familia de los cuatro
fuera de la ecuación, pero es un comienzo.

Suena el teléfono de Hawk, y desvío mi atención de la imagen de Frank Hayes siendo


escoltado a la comisaría esposado en la televisión, para mirarlo mientras lo saca del
bolsillo, y Mason silencia la televisión.

"Hijo, seguro que ya has oído las noticias". La voz de Barton suena fuerte y clara por
el altavoz.

"Sí, acabamos de verlo en la tele".

Suspira cansado. "Sí, es un desastre. No es lo que necesitamos ahora. Pero tenemos


abogados, todo saldrá bien. Necesitaremos que todos ustedes den un paso adelante en
ausencia de Frank". No hay emoción en la voz de Barton. Aparte de sonar estresado,
no parece que le moleste lo más mínimo el hecho de que su amigo y socio esté en la
cárcel por asesinato. "Especialmente Mason. Tendrá que empezar a asumir algunas de
las responsabilidades de su padre. Lo discutiremos todo cuando vengas a la oficina
para las vacaciones de Pascua".

Cuelga antes de que Hawk pueda averiguar cómo responder a nada de eso.

"¿Qué quiere decir con que todos tendrán que dar un paso adelante? ¿Qué van a tener
que hacer?". Miro fijamente a Hawk antes de girar la mirada hacia los demás, pero
ninguno de ellos parece tener las respuestas a mis preguntas.

181
"Ni idea. Supongo que lo averiguaremos en Pascua".

***

West me arrastra por el pasillo hasta su dormitorio, me arrima a su cama y sus labios
se pegan a los míos. Su lengua entra en mi boca mientras gimo. Retrocede, me empuja
hacia el colchón y yo reboto antes de que él se suba encima de mí y vuelva a fundir
sus labios con los míos. Sus dedos se deslizan sobre mi ropa, por debajo de la falda,
hasta que me frota el clítoris en círculos, haciendo que se enciendan fuegos artificiales
detrás de mis párpados.

Realmente no tengo tiempo para esto. Tengo que irme y prepararme para esta noche,
pero sé que los chicos han estado estresados últimamente por toda esta situación con
Wilder, así que si West necesita este momento de consuelo, para recordarle que soy
toda suya, que así sea. Estoy segura de que no voy a decir que no cuando ya me tiene
volando hacia el olvido.

Me aparta las bragas y desliza los dedos por mi humedad, hundiéndolos en mi interior
mientras me estira perfectamente. "Siempre tan jodidamente preparada para mí,
¿verdad, Luciérnaga?".

Gimo mientras cabalgo sobre sus dedos, acercándome rápidamente al límite. Justo
cuando siento que me aprieta, los saca y gimo cuando suelta una risita sombría y se
aparta de mí para acercarse a la mesilla.

Su cuerpo bloquea lo que sea que esté haciendo, pero un segundo después oigo cómo
se cierra el cajón y él vuelve, separándome los muslos mientras se arrodilla al final de
la cama, con la boca a escasos centímetros de donde realmente lo necesito.

Sin dejar de mirarme a los ojos, se inclina hacia mí y me pasa la lengua desde la
apertura hasta el clítoris antes de volver a meterme los dedos, iniciando de nuevo el
ascenso hacia el cielo. No tardo en perderme en sus caricias cuando siento que me
introduce algo en el coño.

"Mierda", grito cuando la cosa empieza a vibrar. La estimulación extra me tiene al


borde del orgasmo, y justo cuando espero que West me haga saltar por los aires, se
retira, me vuelve a poner las bragas en su sitio y me baja la falda, deteniendo las
increíbles vibraciones.

Lo miro con ojos de borracha de amor, intentando descifrar mis pensamientos para
saber qué está pasando.

"¿Por qué has parado?

Me sonríe, con una mirada desviada y malvada.

182
Me apoyo en los codos y le miro con desprecio mientras él se inclina sobre mí, con
cuidado de no tocarme.

"No pensaste que merecías una recompensa justo antes de salir con otro hombre,
¿verdad?".

"¡¿Así que me mandas ahí fuera excitada y necesitada?!"

"Exactamente." Su voz es un ronroneo petulante y seductor. Levanta un pequeño


mando negro y pulsa un botón, y las vibraciones vuelven a sonar, haciendo que mi
cuerpo se estremezca mientras gimo. "Y cada vez que esto suene en tu apretado y
pequeño coño, será mejor que pienses en mí y recuerdes exactamente quién es tu
dueño. Quizá, si te portas bien y no te tocas en toda la noche, te deje correrte cuando
llegues a casa".

Gimo, increíblemente excitada por su tono dominante y por el pequeño aparato


vibrador que tengo dentro y que me está haciendo cosas locas en el coño.

Al pulsar otro botón, las vibraciones cesan y puedo volver a regular la respiración
mientras salgo de la cama. "Ahora será mejor que vayas a prepararte, no querrás llegar
tarde a tu cita". Con una palmada en el culo, me empuja hacia la puerta con una risita
malvada, y yo maldigo su nombre en mi cabeza durante todo el camino de vuelta a mi
habitación.

Una hora más tarde, estoy duchada, vestida y sentada en una mesa de un restaurante
de lujo con Wilder y su padre. El vibrador no se ha encendido desde que salí del
apartamento de los chicos y estoy en vilo cada segundo que pasa, esperando a que se
ponga en marcha. No tengo ni idea de cómo voy a evitar ponerme en ridículo cuando
lo haga.

"Así que se han estado conociendo", pregunta su padre. No me gusta nada este
hombre. La forma en que cataloga cada uno de mis movimientos hace que se me
ericen los pelos de la nuca, y cada vez que miro mi cuchillo de carne, me imagino
clavándoselo en el cuello.

"Sí, soy su chico del mes", responde Wilder mientras bebo un sorbo de mi vaso de
agua. Ojalá esta noche se diera prisa y acabara ya. Si hubiera tenido algo que decir, no
estaría aquí, pero claro, no lo he hecho y, como no quiero enojar a nuestros padres
más de lo que ya lo hemos hecho, no me queda más remedio que sonreír y
aguantarme.

"Yo no fui a Pacific Prep", explica Benjamin, mirándome —sus ojos rara vez me han
dejado en toda la noche— "así que no entiendo esta tradición suya. Me parece
castrante". Refunfuña lo último en voz baja y, de algún modo, dudo que dijera lo
mismo si yo fuera la chica del mes de Wilder.

Wilder se encoge de hombros, sin importarle una mierda si es castrante o no. No sigue
las reglas ni le importan una mierda las normas sociales. Sigue su propio camino en la
vida, sin importarle si molesta a los demás.

183
Doy un respingo cuando el vibrador de mi coño cobra vida, murmuro una disculpa
mientras bebo otro sorbo de agua e ignoro los ojos de los dos hombres que me
observan atentamente.

Por suerte, llegan los entrantes y, aunque comer es lo último en lo que pienso,
agradezco la distracción mientras los dos hablan de algo —estoy demasiado ocupada
apretándome los muslos y deseando escabullirme al baño para tocarme como para
prestar atención a lo que dicen.

La comida continúa y, poco a poco, me excito más y más cada vez que el aparato se
pone en marcha. El sudor me cubre la piel y he bebido casi medio litro de agua para
intentar contener los gemidos de placer que me suben por la garganta. Mis bragas
están empapadas y nunca había agradecido tanto un sujetador, ya que mis pezones
rígidos rozan la tela. Voy a matar a West en cuanto llegue a casa —después de que me
haya hecho correrme al menos cinco veces.

"¿Eres virgen, Elizabeth?" La pregunta de Benjamin surge de la nada y hace que me


atragante con la bebida.

"¿Cómo dices? No creo que eso sea asunto tuyo", replico.

"Bueno, lo es si voy a firmar un contrato que te convierte en parte de mi familia.

"Papá", sisea Wilder. "Hoy en día todo el mundo tiene sexo antes de casarse".

Los ojos asquerosos y brillantes de su padre se centran en mí. "¿Con cuántos chicos
has estado?".

Aprieto los dientes y me niego a contestar mientras lo fulmino con la mirada.

"Papá", vuelve a sisear Wilder, pero sus palabras caen en oídos sordos.

"Es sólo un número. ¿Uno, dos, cinco? ¿Cuántos?"

"No lo sé". Me encojo de hombros despreocupadamente. "He perdido la cuenta".

En sus ojos se enciende una chispa que hace que se me ponga la piel de gallina, pero
desaparece tan deprisa que no sé de qué se trata.

"Entonces pediré una prueba de detección de ETS y un test de embarazo antes de la


boda", responde su padre con indiferencia. Sin embargo, no puedo deshacerme de lo
que sea que vi en sus ojos.

A excepción de ese extraño parpadeo, el resto de la cena transcurre sin incidentes.


Benjamin apenas me dedica más que una mirada de pasada y habla con su hijo
durante la mayor parte de la comida.

"Perdona, voy a refrescarme", digo después del postre, sonriendo amablemente


incluso cuando el demonio que vibra en mi coño vuelve a ponerse en marcha. Mierda,
nunca había estado tan desesperada por correrme en toda mi vida. Juro por Dios que

184
no volveré a dejar que West se corra sin ponerle el dedo encima durante una puta
hora.

Al entrar en el baño, mi mano serpentea bajo la cintura de mis vaqueros y se cierne


sobre mi clítoris palpitante. Me debato entre tocarme o no, y finalmente gimo cuando
decido que West probablemente se daría cuenta y me haría pasar toda la noche sin un
orgasmo en condiciones.

Frustrada, excitada y harta de esta estúpida cena, abro de golpe la puerta del baño, que
rebota contra la pared, pero apenas la oigo mientras me quedo helada.

¿Qué carajos pasa? ¿De verdad estoy tan excitada que no he oído a este imbécil
seguirme hasta aquí?

"¿Qué haces aquí?" exclamo, inmediatamente a la defensiva cuando Benjamin


Clearwater se apoya despreocupadamente en la pared frente a la puerta del baño, con
los brazos cruzados sobre el pecho mientras bloquea mi salida con su cuerpo.

"Tú y yo sabemos por qué estoy aquí". Me mira con asco. "Llevas toda la noche
deseándolo".

Abro la boca para protestar, pero me corta, "Ja, no hace falta que mientas. Has estado
retorciéndote en tu asiento toda la noche, pensando en mi pene".

Apenas contengo el resoplido, sabiendo que golpear su ego solo empeorará diez veces
la situación. Segura que no he estado pensando en su pene toda la noche.

"Eres un poco mayor para mi gusto, pero no soy quién para decepcionar a alguien tan
guapa como tú".

¿Soy un poco vieja para su gusto? ¿Qué mierda significa eso? Apenas soy legal, y él
parece tener cuarenta y tantos.

"Además, estabas destinada a ser mía hace tantos años, así que es justo que pruebe ese
coño. Es lo menos que merezco por el tiempo que he tenido que esperar".

"¿Qué?" balbuceo, con la cabeza dándome vueltas por toda la confusa información
que me está dando.

"Bueno, técnicamente, siempre estuviste destinada a acabar con Wilder, pero deberías
haber sido mía primero".

Mientras la bilis me sube por la garganta, la cabeza me da vueltas con todo lo que está
diciendo y decido que ya he terminado oficialmente con esta conversación enfermiza.
Me obligo a quedarme quieta mientras él merodea hacia mí. Conozco su mirada, la he
visto más veces de las que puedo recordar. Si me resisto o lucho, solo conseguirá
inmovilizarme, y necesito tener los brazos y las piernas libres para escapar de él.

El estúpido demonio de mi coño elige ese momento para ponerse en marcha de nuevo
y juro que es más intenso que antes, haciéndome gemir mientras el puto enfermo que

185
tengo delante me agarra dos puñados de las nalgas con las manos, usando su agarre
para apretarme contra su patético medio pene.

"Sí, cuando te miré supe que eras una sucia zorra", me gruñe al oído, apretándome el
culo hasta hacerme doler.

Dejando atrás las sensaciones confusas entre su mugrienta presencia y el puto


vibrador, engancho la pierna sobre su cadera. Por desgracia, eso me abre más la
pelvis, dándole más espacio para frotarse contra mí, y tengo que contener el vómito
que tengo en la boca mientras me inclino hacia él, rozándole las tetas con la camisa
para meter la mano en las botas y sacar la navaja, —ven, por eso nunca hay que ir
desarmado a ningún sitio, ni siquiera al baño.

Está gimiendo en mi oído, pero el crédulo imbécil está tan loco pensando que estoy
tan metida en esto como él que no se espera mi repentino movimiento. Rápido como
un rayo, le agarro la muñeca y la golpeo contra la pared del baño. Sin darle un
segundo para soltarse, le clavo el cuchillo en la palma de la mano hasta la
empuñadura, incrustándolo en la pared.

Empieza a gritar como un loco y sé que tengo que salir de aquí cuanto antes.

"Maldita zorra. ¿Qué me has hecho? Mi mano", grita.

"No toques lo que no es tuyo, enfermo de mierda", gruño, me paso rápidamente las
manos por el grifo para lavarme la sangre y limpio el cuchillo antes de volver a
meterlo en la bota y salir a toda prisa del cuarto de baño.

Intentando no levantar sospechas, me muevo lo más rápido que puedo entre las mesas
de vuelta hacia Wilder.

"Tenemos que irnos", me apresuro a decir, con un toque de urgencia en el tono.

"Papá está pagando—"

"No, no está—

Un grito agudo seguido de un profundo bramido resuena por todo el restaurante, y mis
ojos se abren como platos. "Vámonos".

Sin necesidad de más explicaciones, Wilder salta de su asiento. Saca la cartera y deja
caer sobre la mesa un montón de billetes de cien dólares —mucho más de lo que ha
costado la comida— y los dos salimos corriendo por la puerta.

"¿Qué sabes del viejo trato que se cerró entre tu padre y los míos?", le pregunto
mientras subimos a su precioso mustang verde oscuro.

Me mira como si estuviera loca, lo cual es un cambio de papeles interesante. Sale del
aparcamiento y se dirige hacia el campus. "¿Vas a contarme qué ha pasado ahí
dentro?".

"Sólo si respondes a mi pregunta".

186
Se ríe, sacude la cabeza antes de ponerse serio.

"No sé mucho al respecto. Sé que algo pasó por parte de tus padres que hizo que se
cancelara".

"¿Cuándo fue el trato?" pregunto, con un nudo en el estómago.

"No lo sé". Se encoge de hombros. "¿Hace quince o dieciséis años?

"Más o menos cuando desaparecí", murmuro.

"Supongo que sí, ¿por qué?".

"Algo que dijo tu padre", respondo vagamente, sabiendo que pronto tendré que darle
más detalles, pero no esta noche. Mi cabeza está hecha un lío con todo, y mientras las
estúpidas vibraciones vuelven a empezar en mi coño, lo único en lo que puedo pensar
es en darle un buen uso a la lengua de West cuando llegue a casa.

Suspiro y me reclino contra el reposacabezas, cerrando los ojos hasta que Wilder
resopla.

"Déjame adivinar, West". Mueve las cejas, dejando bastante claro a qué se refiere.

"¿Qué...?" balbuceo. "¿Cómo?"

Se burla. "A ese chico le gusta demasiado el control, claro que no iba a mandarte a
salir esta noche sin asegurarse de que pensaras en él toda la noche".

"¿Tan obvio?" Puedo sentir mis mejillas ardiendo, y no es por lo excitada que estoy.

"Oh, sí. No podías quedarte quieta cada vez que empezaba, y apenas comías nada. Me
siento a tu lado en el desayuno. Sé lo mucho que te gusta comer".

No puedo discutir eso.

Se detiene en el aparcamiento de estudiantes y salimos del coche.

"¿Me vas a contar lo que ha pasado esta noche?".

Suspiro. "¿Podemos hacerlo mañana? No es nada que no pueda esperar".

Su mirada recorre mi rostro en un raro momento de seriedad. "Sí, claro.


Probablemente no puedas pensar con todas esas hormonas flotando en tu cabeza".

Cuando entro en el piso de los chicos, la necesidad de liberarme me consume por


completo. No puedo pensar en otra cosa, y cuando veo a West y Beck sentados,
hablando en el salón, me recorre un deseo tan potente que se puede saborear en el aire.

Si no estuviera tan excitada, estaría eufórica al verlos sentados charlando entre ellos,
pero tal como están las cosas, sólo puedo pensar en la boca caliente de West sobre mi
cuerpo mientras el pene de Beck me taladra.

187
West debe saber dónde están mis pensamientos, porque me sonríe sucio. "¿Te lo has
pasado bien esta noche?", bromea, con el calor brillando en sus ojos.

"Te juro, West, que si no haces que me corra ahora mismo, lo haré yo misma".

Gruñe mientras la cabeza de Beck rebota entre nosotros, con la confusión y el deseo
cruzando sus rasgos.

"Al dormitorio, ahora", ladra West, su tono dominante que reserva para el dormitorio
sorprende a Beck mientras las cejas le suben por la cabeza.

Dudo, miro a Beck y me pregunto si va a unirse a nosotros. West debe de haberse


dado cuenta de mi vacilación, o de que necesito a los dos, porque se vuelve hacia
Beck.

"¿Quieres venir a ver lo mojada que está nuestra chica de pensar en nosotros toda la
noche?".

Los ojos de Beck se oscurecen y sonríe. "Ve delante, hermano".

Oh, mierda, estoy a punto de ser el relleno de un sandwich de hermano super caliente.

Todos nos amontonamos en la habitación de West, y juro que siento como si mi piel
estuviera a punto de derretirse por la forma en que ambos me miran.

"Quítate esa ropa, Luciérnaga. Muéstranos cuánto nos necesitas".

Bueno, no hace falta que me lo digas dos veces. Mis movimientos son desesperados,
me quito las botas de una patada y me despojo de la ropa, hasta quedar desnuda ante
ellos.

"Recuéstate en la cama. Abre las piernas".

Hago lo que me dice y me tumbo, abriendo las piernas al máximo para que puedan ver
con claridad mi coño húmedo y reluciente mientras goteo sobre las sábanas de West.

"Mierda, está empapada", gruñe Beck con voz ronca, ajustándose los vaqueros.

Ya estoy jadeando con fuerza, pero mi cabeza cae hacia atrás y gimo hacia el techo
cuando West vuelve a poner en marcha el aparato demoníaco, poniéndolo a una
velocidad más intensa que en el restaurante.

"¿Pensabas en nosotros cada vez que querías correrte?". La voz sedosa de West fluye
sobre mí, haciendo que mis pezones rechinen.

"Sí", gimo.

"¿Te has tocado?".

"No".

188
"Luciérnaga", gruñe en tono de advertencia, prometiéndome castigo si le miento ahora
mismo.

"No lo hice", gimo. "Lo pensé, pero no lo hice".

"Buena chica". Su elogio me hace jadear más fuerte. Voy a autoexplotarme si no me


corro ahora mismo. Siento una lengua húmeda deslizándose por mis pliegues, que casi
me hace saltar de la cama por la excitante sensación, y desvío la mirada entrecerrada
del techo para observar a Beck mientras lame y chupa hasta llegar a mi clítoris. Su
barba roza el interior de mis muslos y me pone al borde del abismo.

"No te corras todavía", gruñe West a mi lado, como si percibiera lo cerca que estoy.

"West", le suplico.

Beck me lame el clítoris y mis piernas tiemblan por la necesidad de correrme. Justo
cuando creo que ya no voy a poder aguantar más, West ladra, "Córrete, nena", y unas
luces brillantes iluminan mi vista mientras grito, y la excitación me provoca uno de
los orgasmos más intensos que he tenido nunca.

Me tumbo contra el colchón mientras Beck sigue lamiendo y chupando mis jugos y
West hace rodar lentamente el vibrador a través de los ajustes, aliviándome de mi
liberación, hasta que finalmente lo apaga, y Beck lo recupera de mi coño
excesivamente sensible.

"Luciérnaga". La voz ronca de West me hace apoyarme en los codos, lista para el
segundo asalto, aunque no estoy segura de que mis piernas puedan sostenerme.

Levantando el dedo, me hace señas para que me acerque. "Ven aquí".

Temblorosa, me levanto y me acerco a él, que me empuja para que me arrodille frente
a él. Lentamente, se desabrocha los vaqueros y se los baja junto con los calzoncillos
hasta las caderas, de modo que su pene sale, balanceándose delante de mi cara. Me
relamo los labios, conteniendo las ganas de lamerle hasta que él me lo dice.

Agarra su largo pene y lo acaricia. La punta se llena de semen y me lo frota por los
labios antes de introducirlo en mi boca. Me mira con los ojos entornados mientras lo
absorbo hasta que llega al fondo de mi garganta. Se mantiene ahí un segundo antes de
retroceder, repitiendo el movimiento una y otra vez mientras acelera lentamente.

Giro la lengua a lo largo de su cabeza y bajo por su pene con cada movimiento,
haciéndole gemir mientras el calor se acumula entre mis muslos. Intento tocarme, pero
unos dedos me rodean la muñeca y me apartan la mano.

"Mío", gruñe Beck, acercándose a mí. Siento su piel contra la mía. Debe de haberse
quitado la ropa en algún momento. Sus dedos rozan mi clítoris y gimo alrededor del
pene de West.

Beck me levanta un poco, alineando su pene con mi entrada antes de empujar dentro
de mí, y él y West rápidamente encuentran un ritmo que nos hace corrernos a los tres
hacia el borde del acantilado.

189
Una vez limpios, los tres nos desplomamos sobre la cama. Siento que se me caen los
ojos de cansancio.

"Duérmete, Luciérnaga", murmura West.

"Me debes al menos tres orgasmos más", refunfuño, medio dormida.

Siento que Beck se ríe detrás de mí.

"Tendrás tiempo de sobra por la mañana, cariño".

Bueno, de acuerdo entonces.

190
Capítulo 21:
Hadley
Una conmoción a la mañana siguiente me saca de mi sueño profundo y me molesta al
instante que quienquiera que esté hablando tan alto esté perturbando mi tiempo de
tranquilidad con West y Beck. Definitivamente he decidido que mi nuevo lugar feliz
es acurricarte entre estos dos.

"¿Dónde está ella? ¿Ella está aquí?" Escucho a alguien gritar desde otra parte del
apartamento. "¡HADLEY!"

Oh, demonios. Ese es Wilder.

"¿Qué está sucediendo?" West murmura mientras Beck bosteza.

Salgo rápidamente de entre los dos, agarrando las primeras prendas que encuentro, la
camiseta de Beck y los pantalones de chándal de West, antes de abrir la puerta y
correr por el pasillo, para encontrar a Wilder enfrentándose a Hawk y Mason,
luciendo francamente furiosos.

"Es el crack del amanecer", se queja Cam, saliendo tambaleándose de su habitación,


todavía luciendo medio dormido. "¿Qué están haciendo ustedes dos?"

"¿Pusiste un cuchillo en la mano de mi padre?" Wilder ladra cuando me ve, haciendo


que todos los demás miren en mi dirección mientras West y Beck salen de la
habitación y se unen a la fiesta.

"Para ser justos, él puso sus manos sobre mí primero". Me encojo de hombros.

"¿Él qué?" varias voces gritan, tonos furiosos volando por todo el lugar.

"¿Cuándo ibas a decirnos esto?" Hawk chasquea.

Esta mañana, después de haber tomado café.

"Deberías haber dicho algo anoche" argumenta West, obligándome a mirarlo mal. Tal
vez lo habría hecho, si no estuviera tan loca por la necesidad, la necesidad que él
causó.

"Sentémonos todos y podemos hablar de esto", racionaliza Beck, dando un paso a mi


alrededor y moviéndose entre Wilder y Hawk, mirando a Hawk y Mason hasta que
dan un paso atrás. Cam se acerca a la cafetera y la llena mientras los demás ocupan
sus asientos. Mason se asegura de arrastrarme a su regazo, frunciendo el ceño por
encima de mi cabeza a Wilder, quien rápidamente lo ignora.

"¿Finalmente obtuviste la liberación que necesitabas anoche, Sunshine?" Wilder me


guiña un ojo, haciendo que Mason gruña detrás de mí.

191
"Todavía me faltan algunos lanzamientos", admito. "Alguien interrumpió esta
mañana". Le frunzo el ceño y él me pone una cara de oops, es literalmente la única
forma en que puedo describir la mirada que luce.

Cam pone una bandeja de tazas en la mesa de café para que todos se sirvan.
Levantando dos, coloca una taza en mis manos, me besa en la frente y murmura un
"buenos días" antes de sentarse junto a Mason y a mí.

"Entonces, ¿quieres explicar lo que pasó anoche?" Hawk se dirige a mí cuando


estamos todos sentados y debidamente cafeinados.

Los cuento los eventos de la noche anterior, y solo tengo que detenerme cada pocas
palabras cuando uno de ellos maldice una tormenta. Finalmente lo superamos, y todos
se quedan en silencio, pensando en las diversas gotas de información.

"¿Tienes un cuchillo en la bota?" pregunta Cam, sonando sorprendido, habiendo


captado lo que habría clasificado como una de las cosas menos significativas que dije,
pero lo que sea.

"Sí. ¿Por qué, dónde guardas el tuyo?"

Simplemente me mira como si no supiera si tomarme en serio o no, antes de


murmurar algo sobre no mantener un cuchillo en su persona.

Hmm, tendremos que arreglar eso. ¿Qué idiota anda desprotegido?

"¿Entonces supongo que hablaste con tu papá hoy?" Pregunto, mirando a Wilder.

"Sí", se queja, sin verse impresionado. "Me llamó cuando le dieron de alta del hospital
esta mañana, a las cuatro de la mañana". Él me frunce el ceño, probablemente no
contento de que la llamada telefónica haya perturbado su sueño reparador. Ups.
"Continuando sobre cómo podría necesitar cirugía".

Me burlo. "Por favor, era apenas más que una herida superficial".

Wilder arquea una ceja. "Atravesaste su mano y salió por el otro lado". A pesar del
tono duro de sus palabras, suena muy impresionado. Al menos, creo que lo hace. Voy
a fingir que lo hace a pesar de todo.

"¿Es por eso que siempre insistes en usar esas botas?" Preguntas de Cam, claramente
todavía atascado en todo el asunto del cuchillo en la bota.

"Una de las razones."

"¿Cuáles son los otros?"

"Son cómodas y sé cómo moverme en silencio con ellas".

"Así que parece que nuestros padres acordaron que te casaras con Wilder cuando
éramos niños", teoriza Hawk, con el ceño fruncido mientras piensa.

192
"Sí, después de que él tuvo su turno conmigo primero". Me estremezco de disgusto,
hundiéndome más profundamente en el pecho de Mason mientras él aprieta su agarre
a mí alrededor. Me consuelan las suaves vibraciones en su pecho mientras gruñe
profundamente en su garganta.

"¿Sabías sobre eso?" Hawk espeta, fijando a Wilder con una mirada intensa y asesina.

Levanta las manos en señal de rendición. "Todo lo que sabía era que había un contrato
redactado y fracasó. No tenía idea de que nos incluía a Hadley o a mí, o cualquier otra
cosa".

"¿Y qué, le gustan los niños pequeños?" Cam arruga la nariz hacia arriba, su rostro
palideciendo ante la idea.

Todos miramos a Wilder en busca de confirmación.

"Honestamente, es una novedad para mí si lo hace".

"¿Cómo es que no sabes?" Hawk espeta, haciendo que Wilder levante una ceja hacia
él.

"¿Sabes todo sobre tus padres?"

Bueno, él tiene un punto allí. Hawk parece estar de acuerdo mientras rápidamente
cierra la boca.

"Entonces, ¿qué pasó esta mañana?" Le pregunto a Wilder.

"Nada en realidad. No creo que busque pasar mucho tiempo con su nueva nuera".

"¿Él no va a romper el acuerdo?" Pregunto.

"No. Ni siquiera lo mencionó. Lo que sea que esté sacando de esto debe valer la
pena". Mueve las cejas. "Por cierto, estoy a favor de jugar con cuchillos en el
dormitorio, Esposita". Él guiña un ojo, incluso cuando los chicos le fruncen el ceño y
lo maldicen, riendo como el idiota loco que es antes de ponerse serio una vez más. "Él
está firmando el contrato hoy". Sus palabras se asientan en mi estómago como plomo
mientras miro nerviosamente a los demás. "Supongo que está a punto de ser oficial,
Esposita. Nos estamos casando".

***

Tres días después, tres malditos días, y estoy usando un vestido estúpido, está bien, es
cierto, es otra pieza hermosa seleccionada por West, entrando a la casa de Davenport
para mi fiesta de compromiso.

193
Mi vestido es de un gris azulado pálido largo hasta el suelo que combina
perfectamente con el color de mis ojos, y se levanta alto en la espalda, una vez más
asegurando que mis cicatrices estén cubiertas de miradas indiscretas.

Mi brazo está enlazado con el de Wilder, justo cuando Hawk, Mason, Cam y West
forman un círculo protector a nuestro alrededor, luciendo tan nítidos como siempre
con sus trajes. Cada uno tiene algo que combina con mi vestido, ya sea la corbata, el
pañuelo, los gemelos o, en el caso de Cam, los cordones de los zapatos. Es su forma
silenciosa de hacerme saber que están aquí para mí, y mi corazón tartamudeó hasta
detenerse cuando los vi a todos alineados. Sé que Beck también está aquí en alguna
parte, apoyándome a su manera discreta.

"Pongamos este espectáculo en marcha", resopla Hawk, alisándose la chaqueta del


traje antes de alejarse, abriéndose paso entre la multitud mientras se dirige al bar.

Los otros chicos se separan, van a mezclarse mientras se aseguran de mantenerme en


la mira.

"Bien", comienza Wilder, su mirada recorriendo la habitación antes de enfocarse en


mí, "qué grupo de padres de mierda deberíamos marcar primero en la lista. ¿El tuyo o
el mío?"

Uf, qué mala elección para elegir. "Estoy segura de que mi encantadora madre nos
perseguirá bastante rápido".

"Bar es entonces".

Me río mientras me escolta a través de la multitud. La gente constantemente nos


detiene, deseándonos felicitaciones, iniciando una conversación con Wilder y
felicitándome por mi vestido, y nos lleva una eternidad llegar a nuestro destino.

Eventualmente lo logramos, y Wilder pide un whisky escocés para él y un agua para


mí. Estoy bebiendo la bebida, saboreando la sensación del líquido frío en mi boca,
cuando siento ojos en mí. Sabía que era solo cuestión de tiempo hasta que me buscara,
y me aseguro de que mi máscara de indiferencia esté firmemente en su lugar cuando
giro la cabeza, buscando a Lawrence entre la multitud; solo que no es Lawrence quien
me está mirando. Es Barton. ¿Qué carajo? Apenas me ha echado una mirada o me ha
dicho una palabra desde que regresé, entonces, ¿qué pasa con el espeluznante acecho
ahora?

Acabábamos de terminar nuestras bebidas cuando mi madre nos ve, atravesándome


con una mirada severa, como si supiera que la estaba evitando deliberadamente,
mientras marcha hacia nosotros. "¿Qué estás haciendo? Deberías habernos encontrado
tan pronto como llegaste", me dice al oído antes de pararse en toda su altura y poner
una dulce sonrisa. "Wilder, querido, no te ves tan guapo como siempre".

Wilder, el imbécil de la alta sociedad que es, se ríe simpáticamente. "Vaya, gracias,
señora Davenport, pero es todo obra de su encantadora hija. Ella me hace lucir bien".

194
La sonrisa de mi madre se tensa, sin confirmar ni negar su declaración. "A mi esposo
le gustaría decir algunas palabras, si ambos me siguen", dice cordialmente, guiando el
camino hacia el frente de la sala.

Al vernos acercarnos, Barton gana la atención de la sala y comienza su discurso.

"Damas y caballeros, me siento honrado de tenerlos aquí esta noche. Tenemos algunas
noticias trascendentales para compartir con todos ustedes. No solo somos afortunados
de tener a nuestra bendita hija de vuelta en nuestras vidas, sino que ella ha encontrado
el amor verdadero en Wilder Clearwater".

Toso, ocultando mi resoplido mientras Wilder me da un codazo en las costillas,


pareciendo igualmente divertido. Estoy segura de que los chicos están en algún lugar
cercano, gruñendo por lo bajo.

"Los dos se conocieron en una reunión familiar y fue amor a primera vista". La
audiencia arrulla y asombra, ¿son en serio tan jodidamente crédulos? "Esta noche, me
siento muy honrado de presentarles a mi futuro yerno, el prometido de mi hija, Wilder
Clearwater". La sala estalla en aplausos y vítores mientras Wilder prácticamente me
arrastra para pararme al lado de mi padre.

"Aún no hemos fijado una fecha para la boda, pero los dos están emocionados por un
breve compromiso"—¡¿Qué estamos ahora?!— "así que estoy seguro de que
tendremos una cita para todos ustedes muy pronto."

De alguna manera, en medio de todo este caos, olvidé que habría una boda real. Me
imaginé que estaríamos comprometidos durante al menos un año. Quiero decir, eso es
lo que hace la mayoría de la gente, ¿verdad? Definitivamente pensé que sería
suficiente tiempo para que pudiéramos salir de esto antes de que ocurriera, pero mi
padre lo hace parecer como si estuvieran a semanas, meses como máximo, de
distancia.

Estoy bastante seguro de que estoy luciendo un aspecto de “ciervo atrapado en los
faros” mientras Wilder me maniobra de regreso a la multitud, rápidamente engañando
a todos mientras me saca de la habitación.

"Wilder" susurro-siseo, aferrándome a su brazo como si fuera mi vida. "No me caso


contigo".

"Oh, Sunshine, me hieres. Ahí pensé que estábamos enamorados". Trato de mirarlo
con furia, pero todo el asunto de los ojos en pánico lo arruina, y él se ríe de mi pánico.
Me dirige a una cocina trasera, echa rápidamente a los pocos miembros del personal y
me toma un vaso de agua mientras me derrumbo en un taburete.

No soy alguien que se asuste. Por lo general, estoy bastante tranquila frente a
situaciones desafiantes. Dame un cadáver sorpresa cualquier día, y me ocuparé
felizmente de él, pero este es un territorio desconocido. Realmente nunca he pensado
en el matrimonio. Crecer de la forma en que lo hice, no es algo que pensé que tendría
el lujo de experimentar, a menos que fuera con Lawrence, en cuyo caso, mierda, no,
pero ahora que es una posibilidad de la vida real que me mira directamente a la cara,
Me estoy volviendo loca.

195
"¿Qué le pasa a ella?" Mason grita, irrumpiendo en la cocina.

"Ella está bien, enfría tus nueces". Wilder pone los ojos en blanco. "Ella solo se está
volviendo loca un poco".

"¿Por qué se está volviendo loca? ¿Qué le hiciste?"

"No creo que ella realmente esperara una boda real", dice con demasiada indiferencia.
¡¿Cómo no se está volviendo loco tanto como yo?!

Lo siguiente que sé es que Mason apartó a Wilder de un empujón y me quitó el vaso


de agua de las manos, dejándolo sobre la mesa. Tomando mi rostro entre sus manos,
enfoca mi mirada en sus ojos.

"Hey, Pequeño Guerrera". Su voz tranquilizadora me inunda y sonríe cuando ve que


lo estoy mirando.

"Mason, no puedo casarme con él", susurro.

"No vas a hacerlo, cariño. Es todo para el espectáculo, ¿recuerdas?"

"Pero Barton hizo que pareciera que nos casaríamos en unas pocas semanas o unos
meses". El tono de mi voz sube con cada palabra.

"Estas cosas toman tiempo para planificar, y no vamos a dejar que eso suceda, ¿de
acuerdo?"

Quiero creerle, pero no lo hago. Debe verlo en mis ojos, mientras los suyos se
endurecen, y mueve su mano para pellizcarme la barbilla.

"Si te vas a casar con alguien, será uno de nosotros, ¿entendido?"

La resolución de acero en su tono rompe mi pánico y asiento con la cabeza. Al ver que
confío en lo que está diciendo, se sumerge, sellando sus palabras con un beso
abrasador que puedo sentir hasta los dedos de mis pies.

"Bien, ahora vuelve y monta un espectáculo para poder arrancarte ese vestido más
tarde y hacer que te olvides de toda esta noche".

Él va a alejarse, pero envuelvo mi mano alrededor de su corbata gris azulada,


atrayéndolo hacia mí. Busca en mis ojos mientras repito las palabras que me dijo en la
biblioteca. "Tú eres mío y yo soy tuya."

Sus ojos se suavizan y planta otro beso en mis labios. "Soy tuyo, y tú eres mía, bebé.
Hasta el final."

"Verdaderamente conmovedor", dice Wilder cuando nos separamos. "¿Armadura en


su lugar, Esposita?"

Le doy un firme asentimiento.

196
"Excelente." Una sonrisa brillante se extiende por su rostro, un destello travieso
entrando en sus ojos. "Vamos a enloquecer a algunos imbéciles conservadores".

Volviendo a la fiesta, damos una vuelta por la habitación. Wilder es en realidad la


persona más divertida con la que estar en uno de estos eventos engreídos. Convierte
todo en un juego. Pasamos la siguiente hora tratando de averiguar quién está
engañando a quién, mientras trabajamos para ver qué tan rápido podemos hacer que
las mujeres agarren sus perlas con nuestras extravagantes historias.

"Este era yo en Italia el año pasado", explica Wilder, mostrando a una señora de
mediana edad sus fotos de Europa. "Y este soy yo junto a la Torre Eiffel". Deslizando
la pantalla de su teléfono a la siguiente imagen, la mujer inclina la cabeza mirando el
teléfono confundida y Wilder finge conmoción. "Oh, ups. Culpa mía. Creí sentir algo
extraño en mi saco de bolas. Un ángulo tan difícil de conseguir una foto".

La mujer jadea, dando un paso atrás de nosotros, mientras Wilder continúa


murmurando para sí mismo. Ya no puedo contener mi risa mientras ella se apresura a
encontrar una excusa para irse. Cuando se me sale un poco de orina de tanto reírme, sé
que no puedo aguantar más mi descanso para ir al baño y me excuso para ir a buscar
uno en esta casa ridículamente enorme.

Refrescada y con la vejiga ahora vacía, abro la puerta del baño, pero antes de que
pueda salir, me empujan de nuevo dentro, el pánico estallando cuando miro la cara
fría y dura de Lawrence mientras cierra la puerta de golpe detrás de él, chasqueando la
cerradura. De alguna manera, en toda la diversión que estaba teniendo con Wilder,
olvidé que este cara de imbécil estaba al acecho. Nunca se me acerca abiertamente
frente a ninguno de nuestros padres, mostrando nada más que un interés pasajero en
mi llegada, pero por supuesto aprovecharía la oportunidad, fuera de la vista de los
demás asistentes a la fiesta, para arrinconarme.

"Haz sido una mujer difícil para poder tener un momento privado contigo, Dove".

"¿Estás aquí para felicitarme?" Lucho por evitar que mi voz tiemble, incluso cuando
mis manos tiemblan y mi ritmo cardíaco se dispara.

Su mano se abre, envolviéndose con fuerza alrededor de mi cuello, y mi mente se


queda en blanco mientras el terror absoluto me consume. Si él fuera cualquier otra
persona, estaría tranquila y serena en este momento, elaborando estrategias y
trabajando en mi mejor movimiento para salir de esta situación, pero debido a que es
él, estoy congelada por el miedo, incapaz de moverme mientras él se eleva sobre mí.

Es jodidamente ridículo. Estuve en una situación similar con Benjamin, y pude luchar
para salir de ella sin pensarlo dos veces, pero reemplaza a esa persona con Lawrence,
y me reduce a esa niña asustada que solía ser.

Su cara es cosa de pesadillas, abarcando todo mi campo de visión. "¿Crees que te voy
a felicitar?", se burla con disgusto. "¿Has olvidado a quién perteneces, Dove?"

Su mano se aprieta alrededor de mi garganta, la otra tira de mi cabello, así que me veo
obligada a mirarlo. No sé cómo es posible, pero de alguna manera, sus rasgos logran
oscurecerse. "¿Ya te ha follado?"

197
Su mano se desenreda de mi cabello mientras tira bruscamente de mi falda, sin
importarle que la esté rasgando en su prisa.

"¿Él lo ha hecho?" ladra, ahuecando bruscamente mi coño y apretándolo. Su fuerte


voz hace eco en el pequeño baño, haciéndome saltar.

"N… No."

Pasando los dedos por debajo de la tela, me arranca las bragas.

Debería estar contraatacando, pateándolo o golpeándolo, haciendo algo, pero todo mi


cuerpo se siente entumecido cuando empuja dos dedos dentro de mí.

"¿A quién pertenece este coño?" Sus palabras son un gruñido posesivo, sin dejar
dudas de a quién cree que le pertenece.

Cuando no respondo lo suficientemente rápido, me quita el agarre de la garganta y me


golpea en la cara.

"¡Respóndeme!" grita.

"T…tú."

"¿Y alguien más ha probado?"

"No", respondo de inmediato, haciendo que una sonrisa maligna ilumine su rostro de
la manera más amenazadora. Es una mirada que perseguirá mis pesadillas en los años
venideros.

Curva sus dedos con fuerza dentro de mí, solo lastimándome más, antes de finalmente
sacarlos y olerlos.

"Bien. Será mejor que siga así. Me estoy impacientando, Dove. Has hecho amigos en
esa escuela, ¿no? ¿Los becarios? Puede que tenga que pedirle a uno de mis hombres
que les haga una visita si no te alineas pronto".

Las lágrimas caen por mi rostro mientras casi me encojo frente a él, mi estado débil
solo refuerza su confianza mientras se pavonea.

Envolviendo su mano alrededor de mi garganta una vez más, presiona sus labios con
fuerza contra los míos, sus dedos se clavan en mis mejillas hasta que me abro para él,
permitiéndole empujar su lengua en mi boca. Toma y toma hasta que está satisfecho.
Finalmente, dejándome ir, se burla de mí, "Límpiate".

Se da la vuelta, sale de la habitación y me desplomo en el suelo, las lágrimas fluyen


libremente mientras me golpeo por ser tan débil a su alrededor.

Se supone que debo ser una perra ruda. Puedo destripar a la gente sin pensarlo dos
veces. Cortar sus gargantas, clavar cuchillas en sus cabezas, lo que sea. ¿Pero no
puedo enfrentarme a un mísero cretino de hombre? Soy patética. Completa y
jodidamente patética.

198
No sé cuánto tiempo me siento allí antes de encontrar la fuerza para ponerme de pie.
Mirándome en el espejo a mi cara manchada de lágrimas y las horquillas que una vez
sostuvieron mi cabello en su lugar, ahora colgando inútilmente de los mechones
sueltos, decido que no hay manera de que vuelva a esa fiesta.

Con manos temblorosas, levanto mi teléfono de donde lo guardé entre mis senos, y le
envío un mensaje de texto a Cam para que se reúnan conmigo en el costado de la casa.
Espero que sea el menos probable que haga preguntas y me lleve a casa.

Abriéndome camino afuera, noto que Cam viene hacia mí.

"Oye", dice en voz baja, manteniendo la voz baja. "¿Qué está sucediendo? ¿Está todo
bien? Ooh, ¿es esta una llamada de botín?" Casi puedo distinguir sus cejas
moviéndose en la oscuridad, y lanzo una risita llorosa que inmediatamente hace que la
sonrisa tímida se desvanezca de su rostro mientras se apresura a cerrar la distancia
entre nosotros.

Su mano ahueca mi rostro suavemente y sus ojos se oscurecen cuando observa la


huella roja de la palma que me escoce en la mejilla. "¿Qué pasó?" gruñe

Me libero de su agarre. "¿Podemos ir al coche, por favor?" Me declaro.

Él no se mueve. Su cuerpo prácticamente vibra de rabia. "¿Mi padre hizo eso?"

No necesito responder esa pregunta; él puede ver la verdad en mis ojos mientras me
suelta, alejándose antes de caminar hacia mí, luciendo como una bestia contenida
mientras lucha por desatar toda su ira reprimida.

"Cam" suplico. Esa sola palabra es suficiente para sacarlo de sus pensamientos
asesinos y se congela frente a mí.

"Bien, sí, vamos, bebé". Pasa un brazo por encima de mi hombro, atrayéndome hacia
él mientras me lleva al auto.

Me sorprende cuando, en lugar de abrir la puerta del pasajero delantero para que yo
suba, abre la trasera y se desliza detrás de mí. Cerrando la puerta, me jala hacia su
regazo y entierro mi cabeza en el espacio entre su cuello y su hombro, inhalándolo.
Frota círculos relajantes a lo largo de mi espalda, ninguno de los dos dice nada
durante mucho tiempo.

"Necesito saber qué pasó, bebé", eventualmente murmura.

"¿No podemos simplemente irnos a casa?" Lo miro a través de mis pestañas,


implorándole con mis ojos.

Él hace una mueca. "Todos nos reunimos, así que tenemos que esperar a los demás".

"Oh." Eso es todo lo que soy capaz de decir. Ni siquiera creo que me importe. Aparte
de querer quitarme este vestido arruinado y meterme en la cama, me siento cómoda
aquí con Cam, fingiendo que el resto del mundo fuera de nuestra pequeña burbuja de
autos no existe.

199
"Cuéntame qué pasó", repite con más insistencia.

Suspirando, repaso lo que pasó con su papá en el baño, sintiendo la creciente rabia
dentro de él con cada palabra que sale de mi boca. Para cuando termino, estoy sentada
tensa en su regazo, esperando que se vuelva completamente loco, pero me sorprende
enterrando su rostro en mi cabello.

"Lo siento mucho", murmura con la voz entrecortada. Todavía puedo sentir toda esa
rabia saliendo de él, pero más que eso, puedo sentir la devastación que siente por lo
que tuve que soportar, por no estar ahí para mí, y sobre todo por el papel que siente
que juega en todo esto por estar relacionado con ese monstruo. "Voy a matarlo algún
día. No dejaré que te atrape de nuevo".

Lo hago callar, pasando mis dedos por su cabello dorado. No porque no le crea, sino
porque la muerte de su padre es la mía. No sé cómo, cuando ni siquiera soy capaz de
mover un dedo en su presencia, pero de alguna manera, algún día, va a morir de una
muerte lenta y dolorosa en mis manos.

200
Capítulo 22:
Hadley
No sé cuánto tiempo Cam y yo nos sentamos en el auto, mayormente en silencio,
ocasionalmente intercambiando alguna palabra extraña, antes de que la puerta trasera
se abra de golpe.

"¿Por qué ustedes dos se esconden aquí?" pregunta West. Cuando abrió la puerta del
auto, se activó la luz del techo, y cuando se deslizó en el asiento junto a nosotros, mis
ojos hinchados y mi vestido desgarrado lo dejaron inmóvil mientras sus ojos me
revisaban frenéticamente, sus rasgos se endurecieron.

Su mirada se dirige a la de Cam antes de volver a posarse en mí, y rápidamente sube


al asiento trasero, cerrando la puerta detrás de él y bañándonos en la oscuridad una
vez más. "¿Qué pasó?" Su voz es un gruñido bajo y amenazador. No tengo ganas de
repasarlo todo de nuevo, así que dejo que Cam explique lo esencial; sin duda, será
necesario volver a mencionarlo con todos en el dormitorio.

Inclinándose, West presiona su frente contra la mía. "Lo hiciste muy bien,
Luciérnaga".

Me burlo "Fui patética. Soy tan débil a su alrededor. Solo tiene que mirarme, y me
convierto en una niña pequeña otra vez. ¿Cuál es el punto de saber cómo pelear
cuando estoy congelada en el lugar cada vez que él está cerca?"

"No eres débil", me asegura. El fuego en su voz casi me hace creerle. "Tienes tanto
poder en ti que ni siquiera te das cuenta de lo fuerte que eres. Ha sido tu monstruo
debajo de la cama durante tanto tiempo que no sabes cómo vencerlo, pero ya no estás
sola. Nos tienes. Solo somos un arma más en tu arsenal contra él".

Cuando lo miro confundida, explica.

"Cree que estás sola. Él cree que te ha lavado demasiado el cerebro para dejar entrar a
alguien más, que estás demasiado rota para amar a alguien, pero has demostrado lo
equivocado que está. Él cree que es dueño de cada parte de ti, pero tú eres quien
decide a quién te entregas. Ninguna parte de ti es suya".

"Todo de mí es tuyo", susurro, captando lo que está diciendo.

Él niega con la cabeza. "Es todo tuyo, Luciérnaga. Tu corazón, tu cuerpo, tu mente, tu
alma… cada parte de ti es tuya para dársela a quien tú elijas, cuando tú elijas".

"Te lo di todo", murmuro, dándome cuenta de que en varios intervalos durante los
últimos meses, le he dado a cada uno de estos muchachos, mis muchachos, pequeñas
partes de mí. Tanto que, colectivamente, ahora poseen lo suficiente como para poder
destruirme, sin embargo, ni por un segundo, creo que lo harían. Mirando a Cam,
agrego, "Ustedes cuatro. Soy toda de ustedes."

201
"Y nosotros somos tuyos", ambos repiten.

"Lawrence no sabe que tienes un ejército de muchachos listos para lanzarse a la


batalla por ti. Ya no estás sola en esto, Luciérnaga. Decidas lo que decidas hacer,
estaremos a tu lado".

Cam asiente con la cabeza de acuerdo con el sentimiento de West. "Cada paso del
camino."

Sonrío suavemente, relajándome de nuevo en el toque de Cam. Cuando llegue el


momento, no sé si estos muchachos se quedarán. Enfrentarse a nuestros padres, al
complejo y a Lawrence es una gran batalla, pero por ahora, me consuelan sus palabras
y el hecho de que están aquí conmigo.

West saca su teléfono, envía un mensaje de texto y, unos minutos después, recibe una
respuesta.

"Los muchachos están recibiendo un aventón a casa con Wilder". Se vuelve hacia
Cam. "Vamos a llevar a nuestra chica a la cama".

***

A la mañana siguiente, me despierto encajada entre dos cuerpos deliciosamente


calientes. Me quedé dormida entre Cam y West anoche, así que cuando abro los ojos
para encontrar un brazo muy grueso y musculoso que definitivamente no pertenece a
ninguno de mis chicos más delgados, ahuecando mi teta, me doy cuenta de que Mason
debe haberse metido en la cama con nosotros cuando llegó a casa, y probablemente
empujó a Cam fuera del camino para robar su lugar. Una leve sonrisa adorna mis
labios ante el pensamiento. Ni siquiera escuché que ninguno de ellos regresara
anoche. Después de la descarga de adrenalina de los eventos de la noche, me
derrumbé tan pronto como mi cabeza tocó la almohada.

Apartando la mirada del amplio brazo de Mason, mis ojos recorren el rostro pacífico y
dormido de West. Se ve tan diferente sin sus anteojos. Los usa todo el tiempo, incluso
durante el sexo, por lo que es raro que tenga la oportunidad de mirarlo sin ellos.

Apartando la mirada de su rostro, reprimo una risita cuando veo un brazo ancho y
tatuado sobre su cadera.

Beck está acurrucado contra la espalda de West, su brazo colgando sobre él, el dorso
de sus dedos rozando mi estómago.

"Hacen una linda pareja, ¿no?" Mason murmura somnoliento en mi oído. Su mano
masajea lentamente mi seno, haciendo que mi espalda se arquee y empujando mi
trasero contra su madera matutina.

202
"Mmm." Es la única respuesta que puedo dar, tanto a su pregunta como a la forma en
que está haciendo que mi cuerpo cobre vida lentamente.

Desliza sus dedos por mi abdomen, deslizándose debajo de mi camiseta, y gime


contra la piel sensible de mi cuello cuando descubre que no llevo bragas. Después de
que Lawrence me despojara de las mías anoche, decidí como un comando cuando
llegué a casa, sin ver realmente la necesidad de ponerme un par nuevo solo para
acostarme.

Enganchando mi muslo sobre su pierna, empuja hacia abajo sus bóxers, deslizando su
gruesa longitud a través de mis pliegues antes de empujar dolorosa y lentamente su
camino dentro de mí. Muerde el lóbulo de mi oreja, haciéndome gemir suavemente
mientras empujo hacia atrás contra él, los dos empujando en un ritmo lento, fácil,
temprano en la mañana que es tan tentador como una buena y caliente cogida.

Su mano se sujeta sobre mi muslo, manteniéndolo en su lugar, y mis ojos están


cerrados mientras me pierdo en la sensación de él estirándome, así que me sobresalto
cuando otra mano comienza a frotar mi clítoris al mismo tiempo que los empujones
perezosos de Mason. Mirando hacia abajo, la mano de Cam me trabaja lentamente, y
mientras jadeo y me muevo, persiguiendo mi orgasmo, atrapo a West mirándome, con
un brillo salvaje en sus ojos.

Empuja mi parte superior hacia arriba, exponiendo mis tetas. Mis pezones ya
endurecidos se ponen rígidos cuando él los pellizca y tira de ellos, volviéndome loca
con todos sus toques burlones.

Me estoy acercando al borde, cuando siento que otra mano se desliza hacia abajo
sobre mi vientre, y sé que el último de mis muchachos se ha unido a la diversión,
trayendo una sonrisa de satisfacción a mi rostro mientras Mason acelera su ritmo,
finalmente dando lo que necesito.

Deslizándose sobre mi clítoris, donde Cam me está frotando furiosamente ahora, Beck
empuja dos dedos dentro de mí, junto con el pene de Mason, estirándome un poco
más que me envía catapultando al borde y al olvido.

"Maldita sea, deberíamos despertarnos así todas las mañanas", dice Cam mientras
Mason reduce la velocidad y se retira. Todavía está duro como una roca, haciéndome
saber que se las arregló para esperar su propio lanzamiento. Manteniendo un agarre
férreo en mi muslo, vuelve a deslizar su pene a lo largo de mi apertura. Cada vez que
empuja hacia adelante, la cabeza de su pene choca contra mi sensible clítoris,
haciéndome gemir.

West me está mirando de cerca y debe ser capaz de ver la necesidad que todavía me
quema, mientras sonríe maliciosamente.

"Creo que te debo algunos orgasmos más". Hay una cáscara oscura en su voz que hace
que mi coño llore de inmediato.

"Creo que lo haces". Mi propia voz está llena de lujuria, la idea de tener a todos mis
chicos juntos me pone caliente y necesitada.

203
En un movimiento rápido, Mason se coloca sobre su espalda, llevándome con él, así
que estoy tumbada encima de él, con la cabeza apoyada en su hombro. Cuelga mis
muslos sobre los suyos, abriéndome para que los demás lo vean.

"Tan bonita, rosada e hinchada", ronronea Beck mientras se mueve entre mis muslos,
aplanando su lengua y dándome una larga y lánguida lamida que me hace gemir y
retorcerme contra el duro cuerpo de Mason.

Poniendo sus manos debajo de mí, Mason abre mis nalgas, pasando su pene por mis
jugos, asegurándose de que esté resbaladizo antes de empujar lentamente más allá del
apretado anillo de músculo.

Jadeo y me tenso ante el ligero ardor, pero Beck vuelve a crear magia con su lengua, y
todo mi cuerpo se relaja bajo su delicioso toque.

Mason se desliza hasta el fondo, llenándome, antes de dar algunos empujones de


prueba superficiales.

"Mierda." Me muevo, presionando mi cabeza contra su hombro.

"¿Eso se siente bien, Pequeña Guerrera?"

"Tan llena", me quejo.

"Solo espera, cariño, estás a punto de sentirte tan jodidamente llena", gruñe Beck
posesivamente antes de golpear su pene completamente dentro de mí en un fuerte
empujón.

Grito, casi corriendo allí y entonces. "Oh, Jesús", gimoteo. "Necesito correrme tan
mal".

"Todavía no, Luciérnaga", exige West. "Todavía tienes dos penes más para tomar".
Sus sucias palabras me hacen gemir de nuevo, mi coño se contrae ante la idea de
tenerlos todos a la vez. Tanto Mason como Beck maldicen cuando estrangulo sus
penes.

"Mierda, ella está brotando sobre mí. Le encanta la idea de tenernos a todos, ¿no es
así, cariño?" La voz de Beck revela cuánto se está excitando con esto también
mientras lucha por contenerse, empujándose imposiblemente más profundo en mí.

Mirando hacia West, señala con la cabeza a Cam, quien rápidamente viene a sentarse
detrás de Mason y de mí. Me ajusto para que mi cabeza caiga del hombro de Mason,
poniéndome en el ángulo perfecto mientras abro la boca y relajo la mandíbula, lo que
permite que Cam se deslice más allá de mis labios y baje por mi garganta.

Mierda, nunca he estado tan llena en toda mi vida, y cuando los tres comienzan a
moverse en un ritmo coordinado, sé que no duraré mucho, pero todavía falta alguien
y, cuando Cam se retira, Miro a West por el rabillo del ojo, tendiéndole la mano en un
gesto silencioso.

204
Él sonríe, viniendo hacia mí de rodillas y levantando su pesado pene, sopesándolo en
su palma antes de dejarme envolver mi mano alrededor de él. Tiro y tiro de él
mientras Cam golpea repetidamente la parte posterior de mi garganta, derramando
suaves maldiciones cada vez, y Mason y Beck me taladran, la multitud de sensaciones
me vuelve loca de éxtasis. Así debe ser estar drogada. Ese sentimiento embriagador
que lo consume todo, como si no pudiera soportar más, pero aun así no es suficiente.

Cam se viene primero, derramando su semen en mi garganta antes de besar mis labios
y moverse para acostarse a mi lado. Sus dedos acarician mi piel resbaladiza por el
sudor, pellizcando y haciendo rodar mis pezones mientras West toma su lugar. A
diferencia de Cam, él no espera a que yo abra. Tan pronto como se ha acomodado,
empuja la punta de su pene contra mis labios, untando la gota de líquido preseminal
en mis labios mientras silenciosamente exige la entrada.

Se abre paso dentro, gimiendo cuando mis dientes rozan su piel, hasta que golpea la
parte posterior de mi garganta, bloqueando mis vías respiratorias. Se detiene,
manteniéndose quieto hasta que mis pulmones se sienten como si estuvieran a punto
de estallar, antes de retroceder, dejándome tragar una gran bocanada de aire antes de
hacerlo de nuevo.

La falta de oxígeno solo aumenta las sensaciones y rápidamente lo pierdo, mis


gemidos vibran sobre el pene de West mientras baja por mi garganta, y mi coño se
aprieta, haciendo que los otros dos pierdan el último control que tenían mientras se
corren dentro de mí.

Después de recibir besos sucios y apasionados de Beck y Mason, los cinco


colapsamos en una pila sudorosa sobre la cama. Mason se quita de debajo de mí y me
dejo caer sobre el pecho de Cam, saciada y contenta, sin importarme una mierda que
todos estemos acostados en sábanas sucias.

Justo cuando estoy a punto de volver a dormirme, un fuerte golpe en la puerta me


despierta.

"Levántate, reunión familiar". Hawk ladra.

"Uf", me quejo.

"El imbécil en serio necesita echar un polvo", se queja Cam, desenvolviendo sus
brazos alrededor de mí y saliendo de la cama.

Mientras los demás toman ropa y toallas para ir a la ducha, me inclino hacia West.
"¿Por qué normalmente usas tus anteojos durante el sexo?"

Sus dedos se deslizan tiernamente sobre mi rostro. "Quiero ver todo el placer que te
hago sentir".

Planta un rápido beso en mis labios antes de levantarse. Maldita sea, hay algo tan
candente en su necesidad de control.

205
Media hora más tarde, y todos estamos en la sala de estar con tazas de café. Hawk,
Beck y Mason me miran expectantes, así que supongo que aquí es donde debo repasar
una vez más lo que sucedió anoche.

Suspirando, me recuesto en mi asiento y levanto mis rodillas, acomodándome en la


esquina del sofá antes de explicarles todo lo que pasó.

Para cuando he terminado, Hawk está pisoteando el lugar como un oso enojado,
parece que Mason está a punto de cazar a Lawrence y matarlo él mismo, y Beck me
mira con una mirada triste en sus ojos, como si esto de alguna manera es todo su
culpa.

Refunfuñando por lo bajo, Hawk pisotea hacia donde estoy sentada. Agachándose
frente a mí, apoya su mano en mi rodilla. "¿Él hizo…?" No puede terminar la oración,
su boca se cierra con fuerza en la negativa a pronunciar las palabras.

"No tan mal como la última vez" susurro, pero West, tan astuto como siempre
mientras se sienta estoicamente a mi lado, me escucha.

"¿Qué quieres decir con la última vez?" gruñe, su tono negro es suficiente para atraer
la atención de los demás hacia nosotros.

Hawk y yo compartimos una mirada, y él se da cuenta de mi súplica silenciosa de que


sea él quien se lo cuente a todos los demás.

Suspirando derrotado, asiente, poniéndose de pie en toda su altura y mirando a cada


uno de los chicos.

"El día que Lawrence vino al campus y encontré a Hadley a solas con él en la oficina
del director…"

"Dijiste que estaba bien", ladra Mason, interrumpiendo a Hawk, ya capaz de decir que
el final de esta historia no es bueno. "Que no pasó nada".

"Lo sé." Hawk suspira. "Mentí." Puedo verlo en sus ojos. Todavía se está castigando a
sí mismo por no haber llegado antes.

"Yo le pedí que lo hiciera". Miro fijamente a cada uno de ellos para que no empiecen
a gritarle a Hawk por mentirles. Él sólo estaba haciendo lo correcto por mí.
Mirándome, puedo ver la sorpresa en sus ojos. Ambos sabemos que eso no es lo que
sucedió. Se ofreció a no decírselo a los chicos. Me puso primero, por encima de las
personas con las que ha sido amigo toda su vida. No es algo que vaya a olvidar
pronto.

Ahora que he hablado, mis cuatro muchachos me miran. "¿Qué hizo él?" El profundo
tono de barítono y el gruñido amenazador en la voz de Mason envían un escalofrío
que me recorre la columna vertebral. Si yo fuera Lawrence, correría muy lejos,
jodidamente rápido, antes de que Mason tenga la oportunidad de destriparlo como un
pez.

206
"Intentó que le chupara el pene", espeto, negándome a mirar a ninguno de ellos. No
quiero ver nada de lástima o disgusto en sus rostros.

"¿Cuán lejos?" Mason no parece capaz de decir nada más, pero no necesita hacerlo.
Su significado es bastante claro.

Hawk suspira. "Estaba en su boca cuando entré".

Cierro los ojos contra la avalancha de lágrimas que amenazan con salir, enterrando mi
cara en mis manos. Salto cuando algo choca contra la pared.

"¡Cam!" West llama antes de que la puerta principal se cierre de golpe. El sonido de
Cam alejándose rompe lo último de mi contención mientras las lágrimas caen de mis
párpados cerrados a mis palmas.

Amplios brazos me envuelven y respiro el aroma de madera de cedro y eucalipto de


Beck. Por lo general, me calma, pero hoy me hace sentir más perdida mientras me
entierro más profundamente en su pecho, enloqueciendo internamente sobre cómo
este nuevo desarrollo podría cambiarlo todo. Acabo de recuperar a Cam. ¿Y si esto lo
rompe? ¿Qué pasa si los demás ya no quieren estar conmigo, sabiendo lo que hice?
Quiero decir, eso es una especie de trampa, ¿verdad? Nuestra ya complicada relación
todavía es demasiado nueva para poder sobrevivir a esto, y estoy demasiado atrofiada
emocionalmente para saber cómo salvarla.

Escucho a los demás susurrar cerca, pero Beck simplemente se sienta y me abraza,
meciéndose hacia adelante y hacia atrás mientras me acaricia el cabello. No mucho
después, escucho la puerta principal abrirse y cerrarse de nuevo. Probablemente
alguien fue a ver a Cam.

El silencio envuelve el apartamento mientras mantengo mi cabeza firmemente


presionada contra el pecho de Beck.

"Lo siento", murmuro en su camiseta, cuando finalmente encuentro mi voz de nuevo.

Deja de mecerse y sus dedos limpian los rastros de lágrimas en mi mejilla,


deslizándose debajo de mi barbilla y obligándome a mirarlo.

La mirada devastada en sus ojos casi me rompe de nuevo.

"No te arrepientas". Hay una cáscara en su voz, que revela las emociones abrumadoras
que está experimentando, pero la severidad en su tono es muy real. "No hiciste nada.
Todo esto está en él. Lo lamento. Lamentamos no haberte contactado a tiempo". Hay
un brillo de lágrimas en sus ojos y nunca lo había visto tan emocionado. "Te
fallamos".

"¿No estás enojado porque no te lo dije?"

Él niega con la cabeza. "Sí, por supuesto. Pero entiendo por qué no lo hiciste".

"Quería fingir que nunca sucedió".

207
Él asiente, comprendiendo.

"Amenazó a West si... si no lo hacía".

Aprieta los dientes, sus fosas nasales dilatadas por la ira, pero sigue acariciando mis
mejillas con los pulgares con reverencia.

"No dejaremos que se salga con la suya", promete. Hay tanta hostilidad y
determinación en su tono que no puedo creerlo.

Mirando alrededor de la habitación, me doy cuenta de que estamos solos.

"¿Los otros fueron tras Cam?" pregunto, mordiéndome el labio inferior.

"Sí, y para darnos un tiempo a solas".

Asiento con la cabeza distraídamente, apoyándome contra él.

"¿Crees que estará bien?"

"Solo necesita algo de tiempo. Él estará de vuelta."

Eso espero. No puedo hacer nada de esto sin él.

No nos quedamos mucho tiempo en el sofá antes de que Beck me llevara de vuelta a
la habitación de West y se acostara conmigo. Después de todo lo que sucedió en las
últimas veinticuatro horas, no pasó mucho tiempo antes de que me durmiera.

Cuando vuelvo en mí, el sol está bajo en el cielo, el rojo brillante brilla a través de la
ventana. Beck se ha ido, y Cam está acostado de lado, con la cabeza apoyada en su
mano mientras me mira con ojos tristes y rotos.

"Hola," grazno, mi voz seca y espesa por el sueño y la emoción. Sus dedos rozan los
míos y los entrelazo. "¿Estás bien?"

Sus ojos se elevan hacia los míos. "Debería estar preguntándote eso".

Cerrando la distancia entre nosotros, envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y


cae sobre su espalda, llevándome con él.

"Ese fue el primer día en que Hawk dio un paso al frente y me cubrió las espaldas" —
le digo—. "Odio que tuviera que verme así" —las yemas de los dedos de Cam se
clavan en la piel de mi cadera— "pero fortaleció nuestra relación diez veces.
Entonces, en lugar de pensar en lo que sucedió en esa habitación, cuando pienso en
ese día, recuerdo a Hawk abrazándome y la forma en que me miró, como si
finalmente se diera cuenta de que éramos uno. Debido a lo que pasó, ahora sé lo que
es tener un hermano y, en su mayor parte, ha sido bastante increíble".

Cam me sube a su cuerpo para que mi cara quede a centímetros de la suya. "Eres
increíble", murmura, asombrado.

208
Me encojo de hombros. "Cuando estás acostumbrada a que te sucedan cosas horribles,
aprendes a concentrarte en los aspectos positivos".

209
Capítulo 23:
Hadley
Cuando Cam y yo salimos de la habitación de West, Mason y West me abrazaron y
me aseguraron que me querían. Incluso Hawk me dio uno de sus raros abrazos, y
todos nos sentamos por fin a discutir lo que Lawrence dijo en la fiesta de compromiso.
Todos estuvimos de acuerdo en que el hecho de que amenazara a los becarios
significa que no sabe lo unida que me he hecho a los chicos, lo cual es bueno.

También discutimos el plan para las vacaciones de Pascua. Mason, Hawk, Cam y
West estarán toda la semana en el edificio de oficinas de sus padres. Aunque todos no
estamos seguros de las nuevas responsabilidades que tendrán que asumir,
especialmente Mason, ahora que Frank está fuera de escena, todos hemos acordado
que es la mejor oportunidad que vamos a tener para sacar a relucir los trapos sucios de
todos ellos. Tendrán fácil acceso para husmear y, con suerte, encontrar algo que
podamos usar no sólo para acabar con nuestros padres y destruir la empresa, sino para
liberarnos de las vidas que han planeado para cada uno de nosotros.

Beck transmitió todos los detalles que pudo sobre sus visitas al recinto, sin revelar el
hecho de que nuestros padres están entrenando a niños. Él y yo hemos hablado mucho
últimamente sobre las cosas que ha visto y tenido que hacer allí. A medida que nos
involucramos más en todo esto, me anima cada vez más a decirles la verdad a los
chicos. No dejo de dar vueltas al asunto. Una parte de mí —bueno, la mayoría—
quiere ser sincera con ellos, pero tengo miedo. No creo que muchas relaciones puedan
sobrevivir cuando una persona descubre que su pareja es un asesino despiadado que
ha matado, mutilado y torturado a gente. Creo que me estoy acercando a la hora de
decírselo. Cuanto más tiempo paso con ellos y aprendo a confiar en ellos, más ganas
tengo de hacerlo. Pero aún no lo he conseguido. Los chicos se van al final de la
semana para las vacaciones de Pascua, así que creo que lo contaré cuando vuelvan —
lo sé, soy una niñita. Beck mencionó que es posible que nuestros padres les digan a
los chicos lo que realmente está pasando en el recinto durante las vacaciones de
Pascua —tienen que hacerlo en algún momento, ¿verdad?— pero estoy pensando que
sería mejor que tuvieran algún tiempo para reflexionar sobre esa pequeña revelación
antes de que yo añada aún más a sus platos. Sí, básicamente estoy poniendo excusas.

Desafortunadamente, ninguno de nosotros sabe qué hacer con Lawrence. Ha


mantenido las distancias desde que se anunció al mundo que soy la hija perdida de los
Davenport, pero todos estamos un poco preocupados de que la noticia de mi repentino
compromiso sea suficiente para ponerlo nervioso. Si lo de anoche es un indicador de
lo que está por venir, va a ir a por mí. Aparte de estar en alerta máxima y no ir a
ninguna parte sola, no estoy segura de qué más puedo hacer. Si manda más
mercenarios a por mí, no hay problema, yo puedo con los míos. Pero si viene a por mí
él mismo, es un juego totalmente diferente. No sé cómo superar mi miedo cuando se
trata de él. Es completamente irracional dado que podría agarrarlo fácilmente, pero
eso no lo hace menos real. Es como la gente que tiene miedo a las arañas. Sabes que
eres el depredador en la habitación, que puedes aplastar fácilmente a la araña bajo tu

210
bota, pero eso no impide que tu cuerpo se bloquee cuando la maldita cosa corretea por
el suelo.

Avanzo por el pasillo hacia el despacho de Beck cuando oigo abrirse la puerta del
director y sale una chica con uniforme escolar.

No me mira mientras se alisa el pelo y se baja la falda, pero cuando mi bota chirría
contra el suelo de madera, levanta la cabeza, mira en mi dirección y me doy cuenta de
que la chica no es otra que Bianca.

Tiene las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, parece recién follada.

Mis ojos van de un lado a otro entre ella y la puerta del director, y sumo fácilmente
dos más dos mientras mis cejas se elevan por mi frente y una sonrisa de satisfacción
cruza mis labios.

"Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?". Canto alegremente, deleitándome con la expresión
de sorpresa y pánico de su cara.

Jadeo y me tapo la boca con la mano, fingiendo dramatismo. "Dios mío, ¿es el padre
de tu bebé?".

Bianca se ha mantenido alejada de mí desde que anuncié su pequeño secreto a todo el


instituto, pero eso no significa que haya dejado de vigilarla.

En lugar de contestarme como suele hacer, mira rápidamente hacia la puerta antes de
salir corriendo. Enarco una ceja al verla desaparecer. Qué raro. Pensaba que habría
hecho falta algo más que anunciar un mísero secreto para ponerla en su sitio.

Me encojo de hombros y me olvido rápidamente de ella mientras giro el picaporte y


entro en el despacho de Beck.

"¿Por qué estás tan contenta hoy?", me pregunta Beck levantándose de la silla,
mientras cierro la puerta tras de mí. Camina alrededor de la mesa, se acerca a mí y me
planta un beso en los labios que me derrite las bragas.

"Acabo de atrapar a alguien haciendo algo —bueno, con alguien— que no debería
haber hecho", digo crípticamente.

Cuando se separa, extiendo la mano, le pongo la palma en la mejilla y le obligo a


mirarme mientras mis ojos recorren su rostro, observando las ojeras. No hay la luz
habitual en sus ojos y su sonrisa es tensa.

Cuando le paso la yema del pulgar por debajo del ojo, se me forman arrugas de
preocupación en la frente. "Anoche llegaste tarde".

"Sí, me tuvieron revisando todas sus cintas de vigilancia en busca de sus próximos
objetivos. Me llevó horas".

Aprieto los labios. Va a acabar en una tumba temprana si tiene que seguir yendo al
recinto y haciendo lo que está haciendo.

211
"Vamos, sólo quiero abrazarte".

Me arrastra hasta el sofá, me acurruco a su lado y le rodeo la cintura con los brazos.

"¿Cuándo tienes que volver?"

"Hasta dentro de unas semanas".

Qué bien. Para entonces los chicos habrán vuelto de las vacaciones de Semana Santa.
"Quizá tengamos algo útil para entonces", digo esperanzada.

"Sí, tal vez".

Odio el tono abatido de su voz. Siempre está muy decaído cuando vuelve de visitar el
recinto. No es que pueda culparlo, pero odio verlo así. Siempre parece tan fuerte,
como si nada pudiera con él, pero bajo su áspero exterior, es tan vulnerable como el
resto de nosotros.

"¿Sabes lo que es raro?", reflexiona. "Me pareció ver al padre de Wilder allí".

"¿En el recinto?"

"Sí. Lo recuerdo de la fiesta de compromiso, y estoy seguro de que era él. Pero, ¿qué
estaría haciendo allí?"

"¿Cómo sabe siquiera del recinto?"

Nos quedamos en silencio y siento que algo tira de mi cerebro, un recuerdo que no
puedo sacar a la superficie. Pensando en el escaso contacto que he tenido con
Benjamin Clearwater, recuerdo la noche en que Wilder y yo quedamos con él para
cenar. Él bloqueándome en el baño. Lo que dijo.

Jadeo mientras me apoyo en el pecho de Beck. "¿Y si el trato que hizo con mis padres
fue para poder tener acceso a los reclutas?".

Beck me mira confundido, sin seguirme. Cierto, probablemente necesite explicarlo


mejor.

"La noche que Wilder y yo quedamos con él para cenar" —los ojos de Beck se
oscurecen y su mandíbula se aprieta, recordando exactamente lo que pasó aquella
noche— "dijo que yo era mayor que sus preferencias habituales".

Beck frunce el ceño en señal de disgusto, pero empieza a comprender. "¿Crees que
exigió acceso a los reclutas menores de edad como parte del contrato comercial?".

"¿Por qué iba a estar allí si no? No creo que sea fácil conseguir chicas menores de
edad, pero nuestros padres tienen un montón de ellas en el recinto. Nadie se preocupa
por ellas. Nadie va a venir a salvarlas. Demonios, la mayoría de los guardias
probablemente ya han tenido su turno, así que por qué no pasarlas a una persona más".

Se me revuelve el estómago incluso mientras lo digo, y la mirada abatida de Beck me


confirma que tengo razón sobre los guardias. "He oído algunas cosas en mis visitas",

212
verifica con voz hueca. Estoy bastante segura de que la única razón por la que no me
violaron de tal manera fue por Lawrence. No es que pueda estarle agradecida por esa
pequeña misericordia, teniendo en cuenta que estoy bastante segura de que fue él
quien me metió en esa prisión olvidada de Dios en primer lugar.

"Bueno, al menos ahora entendemos sus motivos". Suspira.

Es verdad. Es un nombre más que añadir a la lista de idiotas que quiero ver arder.

***

"Entonces", pregunta Emilia, moviendo las cejas. "¿Cómo es ser una mujer
comprometida?"

Estamos en la sala de cine, en nuestra habitual sesión semanal. Wilder decidió


escaparse esta noche. Creo que se dio cuenta de que yo necesitaba un poco de tiempo
con mis amigos, aunque no le he dicho la verdad a Michael, y tras hablarlo con los
chicos, acordamos que cuanta menos gente lo sepa, mejor. Nadie fuera de nosotros
seis, Wilder y Emilia sabe que el compromiso es falso, y ninguno de los dos tiene
intención de llevarlo a cabo. Desafortunadamente, eso significa que estoy atrapada
fingiendo ser una feliz futura novia esta noche.

"Exactamente lo mismo que no estar comprometida, salvo que tengo que cargar con
esta pesada roca", bromeo, agitando la mano delante de su cara.

Casi me muero cuando Wilder me lo regaló esta tarde. Vale más que cualquier cosa
que haya tenido y pesa una puta tonelada. Por otro lado, haría mucho daño si decidiera
golpear con mi mano izquierda la cara de algún idiota. Pequeñas victorias, supongo.

"¿En serio te vas a casar con él?" se burla Michael, con cara de asco. Wilder y él no se
llevan muy bien, pero creo que Michael está celoso. Está acostumbrado a ser el único
chico de nuestro grupo, y si todavía está un poco enamorado —cosa que Emilia cree
que sí— la repentina aparición de Wilder no le va a gustar nada.

Me encojo de hombros. "Es sobre todo un acuerdo de negocios, pero se me ocurren


personas peores con las que casarme".

"Definitivamente está bastante bueno", coincide Emilia. "Y rico. Aparte de ser un
poco raro, es el paquete completo". Suspira. Claramente, ha pensado demasiado en la
idea de casarse con él.

"Creía que no te importaba el dinero".

Miro a Michael confundida. "No me importa. Ya te lo he dicho, es sobre todo un trato


de negocios".

213
"¿Por qué te importa aceptar un trato de negocios? Has odiado a los Príncipes y a
todos los idiotas ricos de este lugar desde el primer día, ¿y ahora de repente te los
follas y te casas con alguien igual que ellos?".

Se podía oír caer un alfiler en la habitación mientras Emilia y yo mirábamos


boquiabiertas a Michael, sorprendidas por su arrebato.

"No es asunto tuyo lo que decida hacer", replico.

Él se burla, con cara de asco. "Entonces no tengas sexo donde alguien pueda verte".

Me rompo la cabeza tratando de imaginarme con quién podría haberme visto, pero
maldita sea, he tenido sexo en un espacio público tanto con Mason como con Cam.
Podría ser cualquiera de ellos, o los dos.

Haciendo memoria, recuerdo la noche de la fiesta cuando Cam y yo nos escabullimos


al bosque. Estaba segura de haber oído a alguien entre los árboles esa noche, y cuando
volvimos, Michael se había ido.

Jadeando, exclamo: "¿Eras tú, aquella noche en el bosque? ¿Nos estabas vigilando?"

"¿Qué demonios, Michael?" Emilia se queda boquiabierta.

"Eres como todas las demás aquí", grita Michael, "una zorra con dos caras".

Me quedo boquiabierta y lo miro atónita, con los puños apretados a los lados. "No sé
qué he hecho para enfadarte", empiezo, intentando con todas mis fuerzas mantener la
calma. "Y lo siento si te he hecho daño, pero no tienes derecho a hablarme así".

Sin esperar a que siga cavando más en el hoyo, salgo furiosa de la habitación.

"No puedo creerlo", dice Emilia cuando me alcanza en el camino de regreso a los
dormitorios. "¿Y te vio con uno de ellos? ¿Sabes con quién?"

"Creo que fue Cam". Suspiro. "Pero eso fue hace semanas".

"¿Y nunca dijo nada?", jadea.

"Nop." Hago saltar la “p”, completamente desconcertada de que carajo acaba de pasar
ahí dentro.

"Mierda".

Algo en el tono de Emilia me hace mirarla. "¿Qué?

Hace una mueca. "Bueno, debe de estar dolido y confuso. Ha estado enamorado de ti
todo el año, luego te atrapa acostándote con alguien a quien te has pasado medio año
odiando, y ahora estás “felizmente comprometida con otro”".

Mierda, la chica tiene mucho sentido a veces.

Suspiro pesadamente, frotándome los ojos con los dedos.

214
"La he cagado, ¿no?".

"Puede que un poco, pero esta noche él la ha cagado enormemente. Debería haber
hablado contigo".

Si el imbécil quiere disculparse y dar explicaciones mañana, vale, pero si no, que se
joda.

***

Al día siguiente, los chicos se van de vacaciones de Pascua. Se quedarán en casa de


sus padres durante la semana siguiente, ya que está más cerca de las oficinas. Ninguno
de nosotros está contento de estar separados, pero espero que esta sea la oportunidad
perfecta para ganar algo de influencia. Tiene que serlo, de lo contrario no tengo ni
idea de lo que vamos a hacer.

"No vayas a ninguna parte sola", reitera Hawk como por nonagésima vez. "Y no
salgas en la oscuridad". Pongo los ojos en blanco a sus espaldas mientras levanta la
mochila de la cama. "De hecho, pasa todo el tiempo con Beck. No tendrá sesiones, así
que podrá entretenerte".

"Te das cuenta de que no soy un cachorro ni una niña, ¿verdad?".

"Hablo en serio", suelta, clavándome una mirada mortal.

"Yo también". Como sigue mirándome mal, suspiro. "Bien, lo prometo. No me pondré
ni un tampón sin decírselo a Beck".

Su cara palidece. "Qué asco", refunfuña.

Sonrío alegremente, salto hacia él y lo rodeo con los brazos. "Te voy a extrañar,
hermano mayor".

Duda un segundo antes de devolverme el abrazo. "Yo también te extrañare,


hermanita", murmura, parece reacio, pero sé que es todo una actuación. Hemos
avanzado mucho en las últimas semanas y voy a extrañar mucho a ese idiota
intratable.

Tardo una eternidad en despedirme de los demás —sobre todo porque Cam se niega a
dejarme marchar—, pero con un último beso, todos se marchan y, cuando la puerta se
cierra tras ellos, se me caen los hombros.

"Nada de eso", me reprende Beck, tirando de mí contra él. "Tenemos todo el


apartamento para nosotros. Apuesto a que no podemos tener sexo en todas las
habitaciones antes de que vuelvan".

Riendo, me doy la vuelta en su abrazo. "¿Ah, sí? Acepto la apuesta".

215
Me pongo de puntillas y junto mis labios a los suyos, preguntándome en qué
habitación deberíamos empezar esta apuesta. Hmm, el sofá es el más cercano, así que
al salón.

A pesar de mis burlas a Hawk, paso casi toda la semana siguiente con Beck. Los
chicos se registran con frecuencia y me envían un montón de mensajes sexuales y
fotos de penes que utilizo como combustible para ganar mi apuesta con Beck. No
hablamos mucho de sí han conseguido encontrar algo útil o no, preferimos esperar a
estar todos juntos en persona para hablar de ello, pero a medida que se acercan las
vacaciones, la emoción de volver a verlos a todos y de poder dar algún paso real en el
plan para acabar con nuestros padres me hace saltar como una loca.

Estoy en el apartamento de los chicos —donde básicamente me he aislado durante la


última semana, por orden de los chicos— con Wilder. Intentamos ver una película,
pero no puedo quedarme quieta.

"Sol", se queja. "Me estás volviendo loco".

"Lo siento. Es que estoy harta de estar en este apartamento, y los chicos vuelven esta
noche, y parece que ha pasado una eternidad".

Se ríe, sacudiendo la cabeza hacia mí. "Ah, estar enamorado".

"Cállate", gruño, dándole un puñetazo lo bastante fuerte como para dejarle el brazo
muerto.

Apaga la tele y se vuelve hacia mí. "Bueno, si no vas a dejarme ver mi película, al
menos puedes enseñarme a manejar el cuchillo".

Levanto una ceja. "¿Quieres aprender a apuñalar a tu padre en la mano?"

"O a cualquiera que se me cruce". Pone esa oscura mirada psicótica en sus ojos, que
probablemente debería ser una advertencia para no enseñarle a usar armas afiladas,
pero, bueno, estoy aburrida y hace siglos que no juego con mi cuchillo.

Me paso el resto de la tarde enseñándole a sujetar bien un cuchillo y las mejores partes
del cuerpo a las que apuntar, si quieres hacer el mayor daño posible. La garganta es
bonita y sangrante, pero no tiene por qué ser sucio. Un corte bien dirigido a través de
las costillas es relativamente libre de sangre y perforará los pulmones de un idiota. Se
ahogarán en su sangre en poco tiempo. Del mismo modo, un corte en el bazo hará que
la sangre se vierta en su abdomen tan rápido que ni siquiera sabrán lo que ha pasado.
La arteria femoral es otra buena, aunque el chorro de sangre es tan impresionante
como el de la carótida. No todo tienen que ser golpes mortales. Un tajo en el tendón
de Aquiles de tu oponente hará que caiga al suelo, incapaz de caminar. Del mismo
modo, si le atraviesas la parte posterior de la rodilla, puedes romperle los ligamentos y
destrozarle la pierna. Si quieres causar un daño duradero en la parte superior del
brazo, atraviesa la axila y destruye el plexo braquial para que pierda la sensibilidad y
la función de ese brazo. Hay muchas maneras de golpear y matar a tu oponente con un
cuchillo. Por eso es mi arma favorita.

216
Colocamos una diana contra una pared y le hago practicar el lanzamiento. Es mucho
más difícil de lo que parece, y las primeras veces —a pesar de su actitud arrogante—
lo lanza todo mal y el mango acaba rompiendo la diana de papel.

Cada vez que le enseño un nuevo truco, Wilder se hace más preguntas. Lo más
probable es que se pregunte cómo sé todo esto. Sí, es probable que capte algunas
cosas, pero mientras yo me dejo llevar por la reconfortante sensación de palpar mi
cuchillo y darle vueltas en la mano, creo que él capta el hecho de que soy algo más
que una autodidacta. Por suerte, se guarda sus preguntas para sí mismo. Eso es lo
bueno de Wilder. Nunca se pasa de la raya. Incluso si hiciera una pregunta, se reiría y
se encogería de hombros si le dijera que se metiera en sus asuntos.

Me estoy partiendo de risa mientras Wilder vuelve a errar el tiro, su incapacidad para
acertar le afecta a medida que le sube el color a la cara, cuando mi tablet hace ping.

La saco de donde la he conectado para cargarla en la cocina y veo un mensaje de


Michael. No sé nada de él desde que se enfadó en el cine. Se ha mantenido alejado de
mí y viceversa. He pensado en dejar que se calme y que acuda a mí cuando esté
dispuesto a hablar.

Michael: ¿Podemos vernos? Creo que deberíamos hablar y necesito disculparme.

Supongo que está dispuesto a hablar.

217
Capítulo 24:
Mason
Esta semana ha sido la semana del infierno. Cuando nuestros padres dijeron que
trabajaríamos para ellos en Pascua, pensé que serían aburridas reuniones de trabajo en
la oficina y horribles visitas a donde guardan y entrenan a sus mercenarios, pero no.
Como mi padre ya no está para hacer su parte, tengo que dar el paso. Al parecer, como
parte de su trabajo, hacía viajes trimestrales a Black Creek. Sin él, nadie más ha
podido o ha querido ir en su lugar, así que yo fui el afortunado al que se le encargó ir.

He pasado la mayor parte de la semana aquí, reuniéndome con idiotas sospechosos.


Me dijeron que recogiera los paquetes, y eso es todo. No se me permite abrirlos o
hacer preguntas. Literalmente sólo recoger los paquetes. Así que soy básicamente un
repartidor glorificado. Pero cada vez que uno de los drogatas con ojos de loco me
entrega el paquete, me debato entre la necesidad de saber qué hay dentro y la
sensación de que sería mejor no enterarme nunca.

"Este sitio es asqueroso", refunfuño, mirando con desprecio la pegajosa mesa del bar
que, estoy casi seguro, me va a contagiar la hepatitis. Nunca he extrañado tanto mi
casa como en los últimos días. El G&T es un club de striptease destartalado y,
aunque apenas es mediodía, el local está abarrotado de lo que parecen vagabundos sin
hogar, pero estoy bastante seguro de que es por el aspecto de la gente —demacrados y
esqueléticos, como si apenas sobrevivieran. Ingenuamente, supuse que G&T
significaba Gin and Tonic, pero después de hacer un comentario sobre que no tenía
sentido que no tuvieran ginebra, el camarero me informó de que significaba pistolas y
tetas. Tiene mucho más sentido, sobre todo cuando eché un vistazo a la barra y me di
cuenta de que muchos tipos llevaban una pistola en la parte trasera de los pantalones.
Algunos incluso las tienen al aire libre en la mesa mientras se reclinan en sus sillas,
observando cautelosamente su entorno. Obviamente, llevar un arma de fuego es un
requisito en Black Creek.

El guardaespaldas que me asignaron se ríe entre dientes. Sin embargo, sus ojos nunca
se apartan de la multitud, recorriendo a todo el mundo, evaluando constantemente
posibles amenazas. Parece mucho más cómodo aquí que yo, aunque, al ser uno de los
mercenarios entrenados por nuestros padres, es tan ancho como yo, así que los dos
sobresalimos como pulgares doloridos.

Según Barton, mi padre nunca venía aquí solo. Siempre le asignaban un


guardaespaldas para su protección personal, pero no estoy seguro de si eso es cierto o
si es sólo la forma que tienen nuestros padres de vigilarme mientras estoy aquí. En
cualquier caso, he tenido cuidado con lo que digo a su alrededor. En general, nos
hemos llevado bien. No habla mucho, así que es difícil entenderlo.

"Sí, es una mierda, pero escupe a los mejores reclutas".

Tengo que reprimir mi expresión de incredulidad mientras miro a la gente que bebe y
grita a las mujeres semidesnudas del escenario. Aquí no hay nadie que destaque como

218
mercenario. Todos son drogadictos o alcohólicos, piel y huesos sin masa muscular.
Nadie aquí se parece a los hombres que nos atacaron en Navidad.

"Si tú lo dices."

"No gente como esta". El tipo parece poco impresionado por la gentuza de la sala.
"Pero, sí, hay mucho potencial sin explotar en Black Creek".

Enigmático. No me atrevo a preguntarle nada más, a pesar de la cantidad de preguntas


que bailan en mi lengua. No puedo estar seguro de que no vaya a informar de nada a
nuestros padres, y tampoco sé cuánto cree que sé. Es más probable que se le escape
algo si cree que ya sé todo lo que traman nuestras familias.

Permanecemos sentados en silencio un rato más, mientras el guardia evalúa


constantemente la sala. Estamos en este bar de mala muerte para encontrarnos con un
tipo que al parecer tiene información para mí que tengo que llevar a nuestros padres,
pero no sé quién carajo es ni qué información tiene, así que supongo que estamos
atrapados aquí esperando a que aparezca.

El público se alborota, gritando y vociferando cuando la música cambia y una nueva


bailarina sube al escenario; supongo que es su favorita.

Siguiendo sus miradas, miro hacia el escenario, donde una chica delgada, unos años
mayor que yo, con unas tetas perfectas y un buen culo, por no mencionar una larga
melena cobriza que estoy seguro de que la mayoría de los tipos se imaginan enroscada
en el puño mientras se la follan, contonea las caderas de forma seductora. A mí
personalmente no me atrae, pero entiendo por qué es una de las favoritas de los
hombres.

Un hombre de pelo grasiento y gabardina raída se acerca a nuestra mesa y nos hace un
gesto con la cabeza para que le sigamos. Sin preguntar, el guardia se pone en pie,
indicándome que vaya delante de él mientras seguimos al tipo hasta una habitación
trasera. Debe de estar insonorizada, ya que el ruido del bar se apaga en cuanto cierra
la puerta. Me imagino para qué sirve esta habitación y me aseguro de no tocar ningún
mueble ni pared.

"No eres el tipo de siempre". Me mira con recelo.

"No. No ha podido venir. Estoy aquí en su lugar".

Cuando termina de evaluarme, se dirige al guardia y le echa un vistazo. Sigue sin


relajar su postura tensa, y cada segundo que paso en esta habitación infestada de ETS
me irrita más.

"¿Y bien?" pregunto impaciente. "¿Tienes información para mí o no?".

Me devuelve la mirada y duda antes de asentir con la cabeza.

"Todo el mundo se ha estado peleando por el territorio de los Beast el último año",
empieza. He deducido lo suficiente de los últimos días para saber que los Beast eran
una banda formidable que gobernaba la mitad de la ciudad hasta hace unos años,

219
cuando algo ocurrió. Nadie parece saber exactamente qué, sólo que están muertos y
enterrados, y que su territorio está en juego. "Pero los Reaper Rejects se han hecho un
nombre recientemente. Han estado reclamando la tierra para ellos."

¿Los Reaper Rejects? El nombre me suena extrañamente familiar, pero no puedo


ubicarlo. No se me ocurre de dónde diablos podría conocer el nombre de una banda de
Black Creek. "¿Quiénes son?"

El tipo se encoge de hombros. "Nadie lo sabe. Son pequeños, pero están ganando
territorio lo bastante rápido como para hacerse notar".

El guardia saca un fajo de billetes y se los entrega. "No los pierdas de vista.
Querremos saber más cuando volvamos la próxima vez".

Le quita el dinero de las manos, murmura un de acuerdo y sale corriendo de la


habitación. No sé qué significaba todo eso, ni por qué les importa a nuestros padres.

***

Me he pasado las últimas horas tumbado encima de la cama en la habitación del motel
—sí, es cierto, un puto motel, y además destartalado—, dándole vueltas al teléfono,
enviando mensajes a los chicos para ver cómo les va —no parece que les vaya mucho
mejor que a mí— y charlando con Hadley. Por suerte, volvemos a casa por la mañana
y mañana por la noche estaré de nuevo en la cama con ella. La he extrañado mucho
más de lo que pensaba. Es raro, nunca me había sentido así. Me importan los chicos,
obviamente, pero nunca antes había sentido esta necesidad imperiosa de pasar todo mi
tiempo con otra alma viviente, pero si la distancia que nos separa esta semana me ha
enseñado algo, es que ya no puedo vivir sin Hadley en mi vida, en mis brazos, todos
los putos días.

Ha empezado a enviarme vídeos provocativos todos los días al chat en grupo que
West, Cam y yo establecimos antes de irnos de vacaciones de Pascua, y cuando
respondo a la última serie de mensajes de los chicos en nuestro chat privado, me llega
una notificación de ella indicando que hay un vídeo adjunto.

Al hacer clic en el chat, aparece una imagen que muestra su pecho desnudo, con el
triángulo del botón "play" en el centro de la imagen.

Más rápido que un rayo, salto de la cama y atravieso el pequeño espacio para poner la
cerradura entre mi habitación y la del guardaespaldas, y hago lo mismo con la puerta
que da al exterior antes de volver a tumbarme en la cama y ponerme cómodo.

Cam ya me ha respondido, pero lo ignoro mientras pulso el botón de reproducción y


veo cómo alza el vídeo, lo que me permite ver de cerca sus labios suaves e hinchados
y sus ojos caídos antes de que pase lentamente los dedos por el valle que hay entre sus
pechos y mueva el teléfono para seguir el movimiento.

220
Se detiene para masajearse la teta, tirando del pezón, gimiendo suavemente, y yo meto
la mano bajo los calzoncillos, tirando de mi creciente erección. Vuelve al centro de su
cuerpo y traza una línea con el dedo hasta el clítoris mientras me masturbo.

Justo cuando hunde los dedos en su interior, gime y termina con una risita malvada
antes de que el vídeo llegue a su fin.

¿Qué carajos pasa?

Después de mirar confuso a la pantalla durante un segundo, empiezo a teclear


frenéticamente una respuesta, ignorando las quejas de Cam por haberlo dejado
colgado.

Mason: Tócate.

Su respuesta es instantánea.

Pequeña Guerrera: Ya lo hago.

Mason: Muéstranos.

Aparece una imagen de sus dedos metidos hasta el fondo en su coño empapado, pero
no es suficiente. Necesito oírla correrse.

Pulso el botón de la videollamada, suena una vez antes de que acepte y veo sus
preciosas mejillas sonrojadas.

"¿Estás mojada por mí, nena?" Sonrío, pasando el pulgar por la punta y mojando la
cabeza de mi pene.

"Muy mojada", jadea.

"Enséñamela". Las palabras son apenas más que un gruñido mientras baja el teléfono
para dejarme ver su coño. Mueve perezosamente los dedos mientras la miro,
sacudiendo con más fuerza mi pene mientras finjo que me hundo en su caliente
centro.

"Frótate el clítoris, nena".

Gime mientras hace lo que le digo.

"Eso es, nena. Dime qué te estás imaginando".

"A ti", jadea.

"¿Qué estoy haciendo?"

Otro par de jadeos antes de responder: "Estás usando tu boca conmigo".

"Sí, te estoy haciendo trabajar muy bien".

"Uh huh." Son las únicas palabras que parece capaz de pronunciar.

221
"¿Están los otros allí también?"

"Sí.

"¿Qué están haciendo?"

"West—"

Me acaricio más rápido sobre mi pene mientras añado a los chicos a la videollamada.
Cam está desnudo y, por lo que parece, ya está a punto de correrse, mientras que West
parece tan estoico como siempre.

Antes de que ninguno de los dos pueda decir nada, Hadley gime, y vuelvo a centrarme
en su imagen, haciendo clic en ella para que ocupe toda la pantalla —definitivamente,
no necesito ver la expresión al correrse de ninguno de los dos.

"Mierda, nena, sí. Te estoy follando el culo muy fuerte ahora mismo", gruñe Cam,
haciendo gemir a Hadley.

"Pellízcate los pezones, Luciérnaga. Haz como si fueran mis dientes", ordena West.
Tras otro momento de gemidos entrecortados, West lanza su siguiente orden. "Busca
en mi cajón de abajo. Hay un juguete y algo de lubricante, sácalo".

Ella hace lo que él le dice, saca el vibrador y lo lubrica.

"Eso es. Imagina que es el pene de Mason llenándote".

Observo embelesado cómo el aparato rosa se hunde en su dulce coño. Estoy


retrasando mi propia liberación, no estoy listo para que esto termine, pero sus gemidos
lo hacen tan jodidamente difícil mientras retuerzo y tiro de mi pene, que imagino que
realmente me estoy hundiendo en su húmedo calor.

"Mason", gime.

Hadley grita nuestros nombres mientras se viene y, un segundo después, oigo abrirse
una puerta. "Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Parece que me estoy perdiendo toda la
diversión", oigo decir a Beck.

En el segundo siguiente, el teléfono es arrojado al suelo y todo lo que oigo son risitas
de Hadley antes de que empiece a gemir de nuevo, los sonidos obvios de follar
bajando por la línea. Qué suerte tiene el idiota.

Desconecto rápidamente y me aseo, decidiendo ir a ver con el guardaespaldas qué


vamos a cenar esta noche. Quizá pueda darle comida grasienta y unas cuantas
cervezas y sacarle alguna información útil.

Llamo ligeramente a la puerta entre nuestras habitaciones contiguas. Como no


responde, quito la cerradura y compruebo si su lado está abierto. Lo está y la puerta se
abre.

222
Antes de que pueda anunciar mi presencia, le oigo hablar con alguien. Al asomar la
cabeza por la puerta, lo sorprendo mirando algo en su portátil en la pequeña mesa para
dos personas.

"Este chico es impresionante", le dice a quien quiera que esté al otro lado de la línea.
Enfoco la pantalla de su portátil y veo un vídeo en el que un niño de apenas ocho o
nueve años se enfrenta a otro que parece doblarle la edad con la ferocidad de un oso
pardo. Lo tira al suelo y golpea a su oponente hasta dejarlo inmóvil y ensangrentado.
"Será un excelente recluta. Deberíamos enviar a alguien a recogerlo lo antes posible".

¿Qué diablos pasa? Me quedo helado en la puerta, incapaz de comprender lo que


estoy viendo y oyendo. El tequila de mierda de antes debe haberme deformado el
cerebro. Es imposible que lo haya oído bien. ¿Niños? ¿Están reclutando niños? Seguro
que no. Debo haber entendido mal.

"También hay un par de potenciales más". Se ríe. "En la cinta que vi ayer, un chico
prendió fuego a otro, por una barra de pan. Definitivamente vale la pena traerlo".

Maldición. Ahí va la idea de malinterpretarlo.

"¿Ah, sí?" Haciendo una pausa en el vídeo, sale del programa mientras yo me quedo
congelado. "Entendido, un segundo". Al hacer clic en algo, aparece otra grabación.
Ésta es de una habitación oscura y es difícil distinguir lo que está pasando desde tan
lejos, pero cuando un grito agudo sale del altavoz, me estremezco. Nunca había oído
nada igual. El fuerte grito está cargado de una agonía inimaginable antes de que se
corte de repente, haciendo que la habitación parezca aún más silenciosa que antes.

"Mierda, me encanta cuando gritan". El guardaespaldas se ríe entre dientes, con la


mirada clavada en la pantalla. La bilis me sube por la garganta y vuelvo a mi
habitación aturdido, con ese grito repitiéndose en mi cabeza. No pude ver lo que
ocurría en la pantalla, pero no me hizo falta para saber que estaban torturando a
quienquiera que fuera.

Mi mente se acelera mientras las preguntas vuelan por ella. ¿Qué demonios estaba
pasando en ese vídeo? ¿Por qué nuestros padres reclutan niños? Quiero decir,
¡¿niños?! No puedo entenderlo. Siempre supe que mi padre era un enfermo. El
regocijo en sus ojos cuando me pegaba con el cinturón con toda la fuerza que podía
era suficiente indicador de la crueldad que escondía en su interior, ¿pero esto? Es un
nivel completamente distinto de enfermo y retorcido.

Me aseguro de que la cerradura de la puerta contigua esté cerrada y me desplomo


sobre la cama. Se me ha quitado el hambre mientras miro fijamente al húmedo techo.
Niños. De eso se trata todo esto. Y los están torturando. ¿Y por qué? ¿Cómo castigo?
¿Para mantenerlos a raya?

Suspirando, me froto los párpados con el talón de la mano mientras intento borrar de
mi cerebro el eco de los gritos de dolor de aquella chica. Es mucho peor de lo que
nunca imaginamos. Estar implicado en el mercado negro, en servicios de asesinos a
sueldo, es una cosa, pero robar niños de la calle y obligarlos a convertirse en
monstruos es simplemente... mierda, ni siquiera conozco la palabra. Alucinante.
Enfermo. Incomprensible.

223
¿Cómo esperaban nuestros padres que estuviéramos de acuerdo con esto? ¿O su plan
era meternos tanto en la mierda ilegal que traman que cuando nos lo dijeran, no
tuviéramos forma de escapar?

Al día siguiente sigo aturdido. Por suerte, mi habitual actitud tranquila y la máscara
dura y fría que llevo con los demás me resultan útiles, y el guardaespaldas no se da
cuenta de la vorágine que se está formando en mi cabeza. De camino a casa, no dejo
de abrir el chat de grupo con los seis, deseando desesperadamente contarles lo que he
averiguado, pero acordamos guardar cualquier información hasta que estuviéramos
cara a cara, por seguridad.

Tras una última charla en el despacho de nuestros padres —a la que no presto


atención—, los cuatro salimos y nos subimos rápidamente al coche para regresar al
campus. El ambiente está apagado, y tengo la sensación de que no soy el único que
tiene malas noticias que contar. El lado positivo es que mañana podré pasar todo el día
en la cama con mi chica. No hay nada como un domingo perezoso con tus mejores
amigos y tu chica para restablecer tu estado de ánimo después de una semana de
mierda.

Ya es tarde cuando llegamos al campus y hace un frío de muerte ahora que se ha


puesto el sol. El teléfono de Hawk suena mientras tomamos las maletas del maletero.
"¿Sí?", contesta. No le presto mucha atención mientras agarro mi propio equipaje y
cierro el maletero. "¿Qué demonios quieres decir con que no puedes encontrarla?"

Esas cuatro palabras, combinadas con su tono gruñón y venenoso, hacen que todos
nos centremos en él. ¿Qué demonios ha pasado ahora? Tiene la mandíbula tan
apretada que me sorprende que no se le rompan los dientes mientras escucha lo que se
dice al otro lado de la línea.

"Ya vamos. Será mejor que la encontremos o serás hombre muerto".

Cuelga el teléfono y nos mira a cada uno con una furia sin adulterar en los ojos. Las
siguientes palabras que pronuncia destruyen cualquier esperanza que tuviera de
acurrucarme con mi chica el resto de la noche.

"Hadley ha desaparecido".

224
Capítulo 25:
Hadley
Mi cabeza se siente como si hubiera sido rellenada con algodón. ¿Dónde diablos
estoy? ¿Qué diablos pasó anoche? No es que beba o tome drogas... drogas.

El parpadeo de una imagen se desliza por mi memoria, pero la pierdo antes de que
pueda atraparla. Trato de profundizar en mis recuerdos olvidados, tratando
desesperadamente de encontrar algo que pueda decirme lo que pasó anoche, pero solo
logro darme un dolor de cabeza.

Sin embargo, algo no se siente bien. Los latidos en mi cráneo mientras trato de girar
mi cabeza solo lo confirman, y cuando levanto mi brazo, algo frío presiona
dolorosamente contra la piel, un traqueteo resuena en la habitación cuando algo
pellizca mi muñeca.

¿Qué carajo?

Abro los ojos y entrecierro los ojos hacia mi mano. Me toma un segundo
concentrarme y parpadeo furiosamente. Incluso una vez que mi visión se aclara,
todavía no puedo procesar lo que estoy viendo. Hay un brazalete de metal alrededor
de mi muñeca, el otro extremo unido a un anillo en la pared, encadenándome a él
como si fuera un maldito animal.

Mi ritmo cardíaco se acelera mientras el sudor brota a lo largo de mi frente y baja por
mi espalda, y me obligo a pensar a través de la niebla en mi cabeza. Mis ojos recorren
la habitación tenuemente iluminada, las náuseas me revuelven el estómago y tengo
que tragarlas antes de vomitar por todo el suelo.

Esta es mi peor pesadilla hecha realidad. Cierro los ojos de golpe, respirando más allá
de las náuseas mientras le suplico al Dios que sea que esté arriba que esto es un sueño.
No hay forma de que esto sea real. No puede ser. Ya me escapé de aquí. No viviré
para escapar una segunda vez.

Otro recuerdo pasa por la parte de atrás de mis ojos, y me las arreglo para aferrarme a
él antes de que desaparezca. Destellos de encontrarme con Michael en el comedor,
quería disculparse, seguidos de destellos de nosotros dos caminando hacia el lago.
Recuerdo vagamente que era una linda tarde y él sugirió salir a caminar.

Todo lo que sigue es borroso. Dios, ¿también tienen a Michael? ¿Él está bien? Otra
ronda de bilis sube por la parte posterior de mi garganta y necesito todo lo que tengo
para tragarla. De ninguna manera voy a vomitar mis entrañas y dejar que quienquiera
que venga aquí se dé cuenta de lo aterrorizada que estoy.

El tiempo pasa en un borrón sin sentido, y todavía estoy tratando de aceptar mi nueva
realidad cuando la puerta se desbloquea y se abre, la luz del más allá me ciega y pinta
al hombre grande que bloquea la entrada en la oscuridad, impidiendo que vea quién es

225
mientras lo miro con los ojos entrecerrados desde mi posición menos que ideal en la
cama estrecha.

"Ah, bien, estás despierta". La fría voz de Lawrence me recorre como el agua y me
enfría al instante hasta los huesos. Estar de vuelta aquí es una cosa; estar de vuelta
aquí con él es algo completamente diferente.

Cuando entra en la habitación, la puerta se cierra de golpe detrás de él. Intento


sentarme rápidamente, queriendo estar en una mejor posición para defenderme si lo
necesito, pero mis músculos se sienten como gelatina y vuelvo a caer cuando apoyo
mi peso en mi brazo libre.

El pendejo se ríe de mi intento. "Pasará un tiempo más antes de que obtengas el


control total de tus músculos, pero eso funciona a mi favor por ahora". Su tono de
suficiencia y la forma en que su labio se curva maliciosamente me hace tragar el nudo
en mi garganta.

Se mueve para pararse frente a mí, así que me veo obligada a inclinar la cabeza hacia
atrás y mirarlo. Extiende su mano para acariciar mi cabello y en el momento en que
sus dedos se envuelven alrededor de los mechones ondulados, aparto la cabeza de un
tirón. Su otra mano se levanta para abofetearme en la cara más rápido de lo que puedo
parpadear, mi cabeza se gira hacia un lado. El movimiento repentino solo se suma al
dolor de cabeza palpitante que tengo, y puedo sentir el escozor y el rubor en mi
mejilla mientras la sangre sube a la superficie.

Vuelve a acariciarme el pelo con reverencia, como si nada hubiera pasado. "Tut tut…"
Se lamenta decepcionado, sonando como si estuviera regañando a un niño
desobediente. "Te lo dije, Paloma. Te lo dije, eras mía. Quería darte todo".

"Sí, todo menos mi libertad" le espeto con vehemencia. No tengo ni idea de dónde ha
venido el valor repentino de hablarle así. Tal vez sean las drogas, o saber que
probablemente voy a morir en esta celda, o peor aún, desearía haberlo hecho.

Se encoge de hombros despreocupadamente. "Tu madre tenía libertad y tomó la


decisión equivocada. No podría dejar que hicieras lo mismo".

¿Mi madre? ¿Qué carajo tiene que ver ella con todo esto?

"Sin embargo, todavía encontraste una manera de desafiarme. Al principio me gustó


el desafío de perseguirte". Sus dedos se mueven para acariciar mi mejilla antes de
bajar por mi cuello, el ligero toque me hace temblar de repugnancia.

En el segundo siguiente, su mano se envuelve de forma segura alrededor de mi


garganta, apretando hasta que no puedo inhalar más que una pequeña bocanada de
aire. "Pero tuviste que llevarlo demasiado lejos, ¿no? Solo tenías que joderlo, sucia
zorra".

Apenas presto atención a sus palabras mientras me concentro en tratar de alejarlo con
mis manos, pero no hay energía en mis movimientos.

226
Se mueve para montarme a horcajadas, sujetándome debajo de él mientras el pánico
me recorre. Ha pasado mucho tiempo desde que me sentí tan impotente y mi miedo
solo aumenta a medida que aparecen manchas oscuras en mi visión, y él usa su peso
para empujarme más hacia el delgado colchón.

Baja su rostro frente a mí para que sea todo lo que pueda ver, incluso cuando la
oscuridad se cuela en los bordes de mi visión. "Eres exactamente como tu madre",
gruñe furiosamente. "Una puta". La saliva golpea mis labios y mejillas mientras se
burla de mí. "Pero eso está bien. Si quieres actuar como una puta, te trataré como tal.
Iba a darte todo. Ahora, voy a encerrarte aquí y dejarte a merced de los hombres que
se han estado muriendo por probarte desde el día que llegaste". Se ríe con despecho.
"¿Pensaste que este lugar era una pesadilla de la que necesitabas escapar antes?
Estarás deseando la muerte para el final de la semana.

Fui demasiado blando contigo. Pensé que matar a tu amiguito sería suficiente para
romperte". Mis ojos brillan ante esa revelación, incluso cuando la oscuridad se filtra a
través de mi visión, borrando sus rasgos diabólicos. "Claramente, me equivoqué.
Bueno, no volveré a cometer ese error. Estarás bien y verdaderamente rota esta vez.
Quién sabe, tal vez entonces, cuando no seas más que un caparazón vacío, rogando
que la muerte te reclame, te recuperaré y te salvaré de este infierno". Sus dedos se
deslizan por mi abdomen y empuja su camino debajo de mis bragas mientras su otra
mano aprieta dolorosamente alrededor de mi garganta, cortando lo último de mi aire.
Mi energía se desvanece rápidamente a medida que los puntos negros se convierten en
grandes manchas. Lo último de lo que soy consciente mientras todo se vuelve negro
es la sensación de sus dedos abriéndose camino dentro de mí.

Lo siguiente que sé es que me despierto sobresaltada por el escozor del agua helada
que me rocía con una manguera. Jadeo cuando la horrible comprensión de que esto no
era una jodida pesadilla se asienta en mis huesos, agobiándome.

"Despierta, despierta, levántate y brilla, princesa", canta una voz fría desde algún
lugar frente a mí. Mi cerebro tarda un segundo en volver a estar en línea después de la
lluvia de hielo, y casi me arrepiento cuando lo hace, porque la vista que tengo frente a
mí es sombría y desesperanzada. Estoy jodidamente jodida. Estoy encadenada a la
pared de piedra detrás de mí, extendida como una estrella de mar, jodidamente
desnuda mientras Bowen me rocía con agua tan fría que mi cuerpo ya se siente sólido
y congelado.

Otra pasada del agua me hace gritar, y él se ríe cruelmente cuando todo mi cuerpo se
estremece. Bowen es el peor guardia aquí. Supongo que es por eso que él está a cargo,
pero es tan insensible y moralmente podrido como nuestros padres, y el brillo en sus
ojos cuando se acerca me dice que estoy a punto de experimentar de primera mano lo
enfermo que realmente está.

A pesar de que el miedo late a un ritmo rápido a través de mis frías venas, lo miro con
furia cuando se acerca. Él sonríe, más que listo para enfrentar el desafío de romperme
mientras desenvaina un cuchillo de su cintura, haciéndolo rodar de un lado a otro en
su mano, mientras su mirada vaga sobre mí.

"Siempre me ha gustado cortarte en pedazos". Hay una reverencia enfermiza en su


tono que me pone la piel de gallina. Levanta la hoja y traza la cicatriz a lo largo de mi

227
clavícula. Cada una de mis cicatrices ocurrió en sus manos. El maldito retorcido
disfruta infligiendo dolor a los demás y viéndolos desangrarse frente a él. Sé con
certeza que rogar y llorar solo lo estimula, así que aprendí a morderme la lengua hace
mucho tiempo. Literalmente podría apuñalarme en el riñón y me negaría a gemir
frente a él.

La cosa es que me volví tan buena actuando como rota cuando estuve aquí; al fingir
que me habían derrotado y convertido en un soldado obediente siempre dispuesta a
cumplir sus órdenes, que nunca habían visto mi fuego. Todos esos años pensaron que
me aplastaron, solo estaban agregando combustible al infierno de odio que se estaba
construyendo dentro de mí. Estoy ardiendo tan jodidamente brillante, rebosante de
fuego, odio y malicia. Entonces él puede traerlo; Estoy lista para él.

Le dejo ver hasta el último gramo de desprecio que siento por él, por este compuesto,
por la jodida junta que dirige este infierno. Sus ojos se abren al darse cuenta de cuán
viva y lista para pelear realmente estoy, antes de oscurecerse. Su labio se curva hacia
un lado, y sus ojos brillan con excitación enfermiza.

"Oh D, voy a disfrutar rompiéndote", promete, arrastrando la hoja entre mis pechos
expuestos. Aplica la presión suficiente para sacar la sangre a la superficie, de vez en
cuando corta la piel y hace que se formen pequeñas gotas rojas antes de que caigan
sobre mi piel blanca. Saca la lengua para lamerse el labio inferior y clava la hoja más
profundamente. Mi cuerpo se tensa, preparándose para el corte de dolor cuando salga
a la superficie. Sin embargo, en lugar de empujar la hoja hasta el fondo, afloja su
agarre, arrastrándola más y más hacia el sur hasta que una línea roja va desde la base
de mi cuello hasta mi hueso púbico.

"Nada me pone más difícil que tener a mi presa atada y cubierta de sangre". Él sonríe
maliciosamente antes de empujar la hoja a través de mis pliegues, el frío acero me
hace jadear mientras mi cuerpo se congela.

"No se me ha permitido jugar contigo de la manera que quiero", hace un puchero,


apartando la hoja de mi cuerpo. Mis músculos se relajan, ahora que no tengo que
preocuparme de que me corte alguno de mis puntos sensibles, justo antes de que una
sonrisa pervertida cruce su rostro. "Pero mi hora está llegando. Pronto habré
reclamado cada parte de ti".

***

Enfrentarme a Bowen se convierte en una parte diaria de mi rutina. Durante varias


horas todos los días, estoy extendida para que él haciéndome corte y corte en cubitos
como un trozo de carne. Por supuesto, solo para clavar el cuchillo más
profundamente, abre la galería para que todos y cada uno de los hijos de puta vengan
a ver el programa “Humillante Hadley”. Se convierte en la única manera para mí de
contar el paso de cada día. Según mi cuenta, hoy es el día número cuatro. He estado
aquí durante cuatro días.

228
Ya se siente como toda una vida.

El agua helada golpea mi piel, otra vez, y aprieto los dientes contra los escalofríos que
sacuden mi cuerpo, bloqueando los aullidos y gritos de los guardias. Todos ellos se
divierten al verme colgada y a merced de Bowen. El fuerte olor a sangre en el aire
mientras Bowen arrastra la punta de su espada a lo largo de mi piel, decorando mi
cuerpo con cicatrices nuevas, enloquece a los hombres. Son como perros rabiosos,
muerden el bocado y tienen ganas de probar.

"Como en los viejos tiempos, D. Recuerdo lo mucho que a ti y a tu amiguito les


encantaba estar encadenados a mi pared". Se inclina y me susurra al oído: "Sigue
luchando, D. Cada día que aguantas es otro día que Lawrence se acerca más a ceder y
dejarme hacer lo que quiero contigo". Un brillo travieso entra en sus ojos cuando
presiona el lado plano de su cuchillo contra mi pezón, distrayéndose mientras traza un
círculo alrededor de él. "Mientras tanto…" Me corta la piel, una gota de sangre se
hincha antes de derramarse sobre mi piel lechosa. "¿Por qué no les damos un
espectáculo a los chicos?" La sonrisa que levanta sus labios es positivamente viciosa.
"Veamos si puedo hacerte gritar".

El sudor gotea sobre mi piel durante la próxima hora mientras me esfuerzo y gruño,
negándome a darles a estos hijos de puta lo que anhelan: mi dolor. Cuando Bowen
finalmente termina de hacerme sangrar por el día y estoy jadeando por el esfuerzo, se
aleja y uno por uno los guardias se me acercan. Con miradas lascivas, se desabrochan
los pantalones, masturbándose hasta que su semen golpea mis muslos, mi abdomen,
mi cadera, cualquier parte del cuerpo que puedan alcanzar.

"Todos obtendrán una parte de ti algún día, D", grita Bowen. "Solo estás retrasando lo
inevitable".

No tengo la energía para digerir lo que está diciendo. En cambio, dejo que sus
palabras me bañen como la lluvia, desconectándolo a él, junto con todos los demás en
la habitación. Al desconectarme de mi realidad, dejo que mi mente se escape a un
lugar mejor. Es algo en lo que me he vuelto experta, y solo cuando mis rodillas
chocan dolorosamente con el piso de piedra, vuelvo a aterrizar abruptamente en el
presente.

Soy un desastre pegajoso en el piso, la sangre y el semen se combinan y se forman


costras en mi piel. Sin mis ataduras manteniéndome erguida, mi cuerpo ya no tiene la
energía para estar de pie sin ayuda. En cambio, soy un montón sin huesos tirado en el
suelo. No he comido ni bebido nada desde que llegué, por lo que en este momento mis
músculos no funcionan más que agallas y pura determinación, pero mi adrenalina se
está agotando rápidamente. Estoy agotada; más allá del agotamiento. Jodidamente
entumecida.

Los imbéciles ni siquiera me lavan antes de dejarme desnuda en mi celda. No estoy


segura de cuánto tiempo me siento en el suelo, mirando distraídamente las losas de
piedra antes de reunir suficiente energía para arrastrarme sobre el colchón delgado y
lleno de bultos en mi catre.

Justo cuando mis ojos caen, el sueño amenaza con arrastrarme hacia abajo, comienzan
los gritos y los golpes.

229
No. Por favor, no. No otra vez.

Es el mismo death metal que explota cada vez que el cansancio está a punto de
hundirme. Las luces empiezan a parpadear a continuación, una luz estroboscópica
dolorosamente brillante que me quema las retinas, aunque las cierro con fuerza y
hundo la cabeza en el colchón.

Todo lo que están haciendo tiene la intención de romperme y, mierda, creo que podría
estar funcionando. Puedo sentirme lentamente renunciando a la lucha. Lo único que
me mantiene con vida es pensar en mis muchachos. Imágenes de todos ellos, de
Emilia y Hawk, e incluso de Wilder, revolotean en mi mente, brindándome la única
fuente de energía para seguir adelante. No puedo evitar preguntarme si están ahí
afuera buscándome. ¿Saben dónde estoy? La música, si es que se puede llamar así,
resuena a través de los altavoces en la celda, amenazando con volverme loca mientras
me tapo los oídos con las manos. Necesito dormir. Necesito comida. Necesito salir de
aquí.

No sé cuánto más de esto puedo soportar.

Incluso si mis muchachos me encuentran, ¿habrá algo que salvar?

230
Capítulo 26:
Hadley
Hoy es el día. El día en que por fin tomo las riendas de mi futuro. Prácticamente
puedo sentir el sol en mi cara, calentando mi piel; la ligera brisa susurrando “libertad”
mientras me rodea. Para cuando el sol se ponga hoy, estaré al otro lado de estos altos
muros de hormigón, libre para hacer lo que me dé la puta gana con el resto de mi vida.

Eso, o estaré muerta.

Las luces se apagaron hace horas, y he estado sentada impacientemente en mi pequeña


habitación desde entonces. Esperando. Cuando oigo que se abre la cerradura, soy una
bola de energía nerviosa, incapaz de quedarme quieta. Llevo un rato paseándome de
un lado a otro del pequeño espacio y el sonido de la puerta al abrirse me congela en
seco.

"Deprisa", sisea una voz grave. El guardia no es más que una silueta oscura en la
estrecha rendija de mi puerta abierta. No pierdo más tiempo, acorto la distancia y
salgo por la puerta sin mirar atrás, y él la cierra silenciosamente tras de mí.

No dice nada, pero puedo ver el tic de fastidio en su mandíbula mientras avanza por el
pasillo. Echo un vistazo nerviosa a las otras puertas cerradas del bloque, cada una de
ellas con un soldado dormido detrás, y me apresuro a seguirle en silencio, hasta que
llega a la puerta que da al exterior.

Respiro profundamente el aire fresco de la noche, pero aún no estoy libre. Sin mediar
palabra, el guardia se marcha. No mira por encima del hombro ni una sola vez para
ver si lo sigo. Probablemente espera que cambie de opinión, pero eso no sucederá.
Nada se interpondrá en mi camino esta noche. Sólo volveré a mi habitación si me
arrastran pataleando y gritando.

Sigo al guardia en silencio, los dos avanzamos sigilosamente por el oscuro patio hasta
un garaje en el otro extremo. Nunca he estado en esta parte del recinto. Aunque me
atrevería a decir que hay muchas cosas de este lugar que nunca he visto, y no es que
me interese hacerlo. Los barracones para dormir y el edificio principal, donde
entrenamos, comemos y recibimos castigos, son los dos únicos edificios en los que los
reclutas tienen motivos para estar. Lo que haya en las otras dependencias que he visto
no es más que una suposición para mí, —una a la que no me importa encontrar
respuesta.

"Entra y quédate agachada", ordena en un susurro bajo, abriendo la puerta trasera de


un sedán compacto. Hay trastos esparcidos por todo el asiento trasero y, cuando me
meto rápidamente en el suelo y me retuerzo todo lo que puedo bajo el asiento
delantero, me echa algunos encima, asegurándose de que estoy bien escondida. Odio
tener que depender de él para salir por la puerta, pero ¿qué otra opción tengo? He
hecho todo lo posible para garantizar que no se vuelva contra mí. Me contorsiono y
arqueo la espalda para sacar del bolsillo la navaja que le robé antes a un guardia.
Cuando se sienta en el asiento del conductor y su peso me inmoviliza aún más contra

231
el suelo del coche, saco el brazo de debajo de los trastos que tengo encima, lo meto
por el pequeño agujero que hay entre su asiento y la puerta del coche y le apunto con
la navaja al riñón. Oigo su grito —ahogado— cuando el filo se clava en su piel.

"No te hagas ilusiones", ladro en un gruñido bajo y amenazador.

Llevo un año sobornando a Stevo, el guardia que tan amablemente me ayuda esta
noche. Cada vez que envían a mi equipo a un trabajo, le ordenan que venga también
para vigilarme. Al fin y al cabo, soy una carga muy valiosa —no podemos permitir
que el juguete de Lawrence muera o desaparezca. Además, está hasta las orejas de
deudas de juego, así que no fue difícil convencerlo para que se llevara una parte de los
trabajos “extraoficiales” que aceptaba cada vez que estaba fuera del recinto.

Todo comenzó como pura suerte. El lugar correcto, el momento correcto. Estábamos
en un trabajo en Black Creek, y yo estaba vigilando a nuestro objetivo. De camino al
punto de encuentro, me encontré con unos moteros acosando a una pelirroja con
curvas. No iba a dejar que eso pasara, y rápidamente se los quité de encima. Se
ofreció a pagarme si le enseñaba a defenderse en una pelea. A mí me pareció una
estupidez, pero me dio el dinero allí mismo. No le pregunté por qué quería saber esas
cosas. Eso es asunto mio. Yo diría que, viviendo en Black Creek, una chica atractiva
como ella llamaría la atención por su pelo rojo, sus tetas grandes y su culo curvilíneo.
Probablemente sólo quería algunas tácticas básicas de defensa personal para
protegerse de escoria sórdida. Fuera cual fuera el motivo, acepté su oferta.

Con ese primer fajo de billetes, me compré un teléfono de prepago y alquilé una
taquilla en la destartalada estación de autobuses de Black Creek. Así tenía un lugar
donde guardar el dinero y una forma de ponerme en contacto con la pelirroja —Red—
cuando volviera a la ciudad.

Así que, después de eso, cada vez que nos enviaban en dirección a Black Creek para
un trabajo, nos encontrábamos. O bien me inventaba alguna excusa de mierda de por
qué necesitaba más tiempo para hacer mi trabajo, o sobornaba a Stevo para que me
dejara salir una hora. Red me salvó la vida. Consiguió ponerme en contacto con un
tipo que fabrica documentos de identidad falsos de primera calidad, e incluso me
consiguió un par de trabajos rápidos y sencillos, repartiendo coches en desguaces y
traficando con drogas, para ayudarme a reunir el dinero.

Una vez que tuve los papeles con mi flamante nombre, sólo era cuestión de esperar a
que se abrieran las solicitudes de Pacific Prep y, por fin, la última semana, cuando
comprobé mi apartado de correos, había recibido mi carta de aceptación. Con todo en
su sitio, no había razón para que me quedara aquí más tiempo. Saqué todo el dinero
que pude de mi taquilla y soborné a un reticente Stevo para que me ayudara esta
noche. Por supuesto, hay una gran diferencia entre que me deje escapar durante una
hora y que me ayude a escapar. Tuve que regatear mucho y amenazar para que
finalmente cediera, pero eso no significa que vaya a confiar en él. Cualquiera que
pueda ser comprado, no es de fiar.

Pongo los ojos en blanco cuando gruñe y me maldice en voz baja, mientras el coche
se abre paso lentamente por el recinto. Cuando nos detenemos, siseo, "Recuerda que
puedo matarte antes de que pestañees".

232
Me ignora, baja la ventanilla, y rezo para que los guardias no puedan distinguir la piel
blanca de mi brazo encajado en el lateral del asiento, o le pidan que rebusque entre las
cosas del asiento trasero.

"Muy bien, Stevo", saluda el guardia. "¿Adónde vas esta noche?"

"A ahogar mis penas, hombre. Se suponía que los Cubs eran algo seguro". Stevo
suspira, y su decepción suena demasiado genuina para ser falsa. Probablemente tenía
todo el dinero del soborno que estoy a punto de entregarle apostado en el partido de
esta noche.

"Ouch, hombre." Oigo al guardia reír con simpatía. "No serás el único que se beba la
derrota". Hay una pausa, e incapaz de ver lo que está pasando, presiono la punta de la
hoja más firmemente en la piel de Stevo, sólo se detiene cuando lo oigo sisear. "Está
bien, Stevo. Nos vemos luego, hombre".

Hay otro momento de tensión mientras Stevo espera a que se abran las puertas, antes
de hacer avanzar el coche y atravesarlas. El sudor me cubre la piel y el corazón me
martillea el pecho. Espero que uno de los guardias le pida que se detenga, pero nadie
lo hace y nos adentramos en la oscura carretera.

"¿Adónde voy?", gruñe, dejando traslucir su enfado.

"Sigue adelante". Me escabullo de debajo del asiento, apartando toda su mierda del
asiento trasero para poder sentarme en él. Miro a nuestro alrededor, casi esperando
una emboscada, pero solo hay oscuridad.

Conducimos en silencio durante veinte minutos hasta que le digo que pare. No tengo
ni idea de dónde carajo estamos, pero no importa.

El coche se detiene al borde de la carretera y me inclino hacia delante en el asiento.

"Perdona por esto", me disculpo con voz sosa antes de clavarle el cuchillo en el riñón.

Grita, "¿Pero qué mierda...?", mientras la sangre le empapa la camisa y se abalanza


sobre la manija de la puerta para salir del coche. Lo sigo rápidamente y, en cuanto
tropieza en la carretera, agarrándose el costado, me lanzo sobre él. Le atravieso
rápidamente la suave piel del cuello con el cuchillo y salto sobre él mientras se
desploma en el suelo, gorgoteando y jadeando.

No podía dejarlo con vida. No podía correr el riesgo de que diera la alarma. Por eso
elegí escapar del recinto, en lugar de hacerlo cuando estábamos fuera trabajando.
Habría sido mucho más fácil escapar entonces, pero alguien se habría dado cuenta de
mi desaparición mucho antes. Necesito cada segundo que pueda conseguir para tomar
lo que me queda de dinero y cosas de mi taquilla en la estación de autobuses y
desaparecer.

Con Stevo muerto, sé que nadie se dará cuenta de mi ausencia hasta la mañana. Eso
me da varias horas para hacer todo lo que necesito. Arrastro su cadáver hasta la
maleza que hay junto a la carretera, me limpio las pocas manchas de sangre que tengo
en la piel y me subo al volante.

233
Recorro los canales de la radio hasta que encuentro uno que me gusta y lo pongo a
todo volumen mientras acelero por los caminos rurales hacia la libertad.

Pierdo y recupero el conocimiento, apenas viva, cuando oigo que abren la puerta de
acero de mi celda. No. Todavía no. Ya no tengo fuerzas para sobrevivir a otra ronda.

"Arriba", me dice una voz grave.

Como no me muevo —porque no soy físicamente capaz de hacerlo— me agarra de los


brazos y me levanta de un tirón. Una vez sentada, me pone una bandeja de comida
delante.

"Come".

Está claro que sólo es capaz de pronunciar palabras monosilábicas.

Ni siquiera tengo fuerzas para levantar la cuchara y el olor de la sopa amenaza con
revolverme el estómago.

Como no hago ningún esfuerzo por seguir sus instrucciones, me pellizca


dolorosamente las mejillas, me obliga a abrir la boca y empieza a meterme la comida
con la cuchara. No tardo en tener arcadas y vomitar lo poco que ha conseguido
hacerme tragar.

El vómito salpica la parte delantera de su camisa y él no tarda en reaccionar, dándome


una bofetada en la cara mientras me maldice. No sé qué esperaba que pasara si no he
comido nada en Dios sabe cuánto tiempo.

Se limpia y vuelve a su tarea de alimentarme a la fuerza. Estoy bastante segura de que


la mayor parte acaba en el suelo o sobre nosotros dos, pero al final la bandeja está
vacía.

Cuando terminamos, me saca de la celda y me arrastra hasta una gran sala con un
desagüe en medio del suelo. Toma una manguera y me moja con agua helada. Lo
malo de que te echen agua helada todos los días es que nunca te acostumbras. Sabes
que va a ser un shock para tu sistema, pero por muy preparada que estés, te estremeces
cuando te da en la piel. No puedo hacer otra cosa que quedarme tumbada, temblando
y completamente desnuda en el suelo mientras el agua me baña. Ya ni siquiera me
importa estar desnuda. Eso requiere energía —energía que no tengo.

Debo de desmayarme, porque lo siguiente que recuerdo es que estoy de nuevo en mi


catre. La misma rutina continúa las siguientes veces que alguien viene a mi celda, y
poco a poco empiezo a recuperar fuerzas, consiguiendo retener la comida y
alimentarme. La pregunta es por qué. ¿Por qué me dan de comer? ¿Por qué ahora?
Dudo mucho que sea porque de repente se han interesado por mi bienestar.

La siguiente vez que la puerta se abre, Bowen está allí de pie, tan amenazador como
siempre. Hace varios días que no lo veo, y aunque ha sido un pequeño alivio, el
pánico de preguntarme cuándo volverá y qué nuevo infierno me tendrá preparado me
está agotando poco a poco.

234
"Ponte esto", me ordena, arrojándome un montón de equipo táctico negro.

"¿Por qué?" Mi voz está ronca por falta de uso. ¿Cuándo fue la última vez que hablé?
Miro la ropa y hago lo que puedo para que no se me note el deseo de vestirme de
verdad. Llevo desnuda desde que me encadenó a la pared hace siete días, ¿o fueron
ocho? Empiezan a coincidir.

La sonrisa malvada que ilumina sus rasgos atroces me hace olvidar por completo la
ropa.

"Esta noche es la noche de los retos".

En las noches de los retos, solemos trabajar en equipo, cada equipo compitiendo entre
sí para lograr un objetivo común, pero tengo la impresión de que esta noche no voy a
trabajar como parte de un equipo.

De pie, con las piernas temblorosas, me pongo rápidamente los pantalones negros y el
top a juego, y me doy cuenta de que el idiota no me ha traído zapatos.

"¿Cuál es el reto?" Pregunto, asegurándome de sonar desinteresada.

"Vaya, D, me alegro de que lo preguntes". Sonríe amenazadoramente, y sus siguientes


palabras me hacen palidecer. "Pues sí. Vas a enfrentarte a los veinte reclutas de tu
edad y a ver si sales viva".

Mierda.

"Como incentivo adicional, si pierdes, descubrirás lo que se siente cuando te meto mi


espada por el culo".

Luchando con fuerza contra los escalofríos que amenazan con apoderarse de mi
cuerpo, me concentro en tratar de mantenerme positiva. Es cierto que estoy agotada,
medio muerta de hambre y que hace demasiado tiempo que no entreno —ni estiro las
piernas— pero antes era la mejor recluta. Eso tiene que contar para algo, ¿no?

"¿Y si gano?"

Su mirada maníaca no me tranquiliza.

"Entonces sólo conseguirás ver lo que se siente con el mango".

El puto enfermo me escolta hasta la sala de combate y me empujan sin


contemplaciones a través de la puerta. Basándome en el rugido de la multitud, todo el
mundo está aquí, incluidos los mercenarios adultos que están aquí por su propia
voluntad; que eligieron esta vida.

Al cruzarme con algunos niños más pequeños, sus ojos se abren de par en par por el
terror, pero cuando miro a los de mi edad, ese terror se sustituye por una férrea
determinación. Cuando uno tiene nuestra edad, ya ha aceptado su destino, o incluso se
ha deleitado con el derramamiento de sangre.

235
No voy a dejar que nadie piense que soy débil, echo los hombros hacia atrás y levanto
la cabeza. Me sacudo de encima a los centinelas encargados de que no intente escapar
— ¿dónde mierda iba a ir?— El cuadrilátero está rodeado por una gran alambrada que
llega hasta el techo, impidiendo que el público empuje las cuerdas y que nadie intente
huir si las cosas no van como ellos quieren. Cuando atravieso la puerta, se cierra tras
de mí y me encierra junto a mi oponente —un hombre fornido y corpulento al que
reconozco vagamente. No era uno de los miembros de mi equipo, así que sólo lo
conozco de pasada. Bien, así será más fácil. No pasaba tiempo con los miembros de
mi equipo fuera de los entrenamientos, y aunque nos aceptábamos profesionalmente,
no había nada más entre nosotros; aun así, va a ser incómodo si me encuentro cara a
cara con uno de ellos esta noche.

En cuanto suena la campana que da comienzo al combate, se abalanza sobre mí y, a


pesar de su tamaño y de haber estado encerrado en una celda los últimos días, sigo
siendo ágil y ligera de pies. Con unas cuantas patadas bien colocadas y un codazo en
la cabeza, cae.

El primer combate ha terminado, sólo quedan diecinueve más.

Voy abriéndome paso oponente tras oponente, derribándolos o noqueándolos. La


habitación se vuelve borrosa mientras me desconecto, ignorando los rugidos y el caos
a mí alrededor. Lo único en lo que me centro es en los chicos. Son lo único que
importa. Sé que en los últimos meses me he ablandado. He aprendido a relajarme en
un abrazo y a disfrutar de las pequeñas caricias. Lo negaría hasta la saciedad, pero no
hay nada mejor que un sándwich, acurrucada en una mañana fría. Algunos pensarán
que aprender a confiar en los chicos me ha hecho débil, pero cuando saco fuerzas de
donde no las hay, sé que se equivocan. Lucho por los chicos. Cada vez que golpeo,
pateo y mutilo a mi oponente, es porque estoy luchando para volver con ellos. Cuando
me enteré de lo de Cam e ideé mi plan para salir de aquí, era porque quería sobrevivir.
Era un objetivo novedoso, pero ahora quiero mucho más. Ahora quiero vivir —por los
chicos. Con los chicos. Esa voluntad de hacer lo que sea necesario para volver con
ellos es por lo que voy a ganar cada uno de mis combates esta noche. Es por eso que
voy a sobrevivir a este infierno una vez más. Todos aquí luchan por sobrevivir, pero
yo lucho por amor, y por eso ganaré siempre.

Todo me duele. Los cortes que Bowen me hizo en la piel se han desgarrado y sangran
a borbotones. Las piernas me tiemblan sin control y estoy a punto de desmayarme
cuando, con mis últimas fuerzas, derribo a mi último oponente y lo inmovilizo hasta
que se rinde. Cuando suena el silbato, caigo de espaldas, luchando por mantenerme
consciente. Aún no puedo desmayarme. Aquí no, rodeada de enemigos. Tengo que
volver a mi celda.

Lo único que oigo es la sangre corriendo por mis oídos y miro distraídamente al techo
hasta que la cara de un monstruo obstruye mi visión.

"Parece que todavía lo tienes, D". Hace una mueca. "Supongo que mi espada tendrá
que jugar con tu culo otro día".

Con esas bonitas palabras, me desmayo de inmediato.

236
Capítulo 27:
Mason
¿Dónde mierda está ella?

Lanzo mi taza contra la pared cuando otra pista resulta ser un callejón sin salida. Beck
y Wilder nos informaron de lo sucedido cuando volvimos al campus, —aunque no
parecían saber mucho. Hawk se puso como una fiera con ellos y le dejó un buen ojo
morado a Wilder cuando le confesó que había sido él quien la había dejado irse sola.
Ella sólo iba al comedor a encontrarse con Michael, así que él pensó que estaría bien.
Mierda, yo también quería pegarle, pero sinceramente, estoy más enojado conmigo
mismo por no haberle hecho entender que no podía ir sola a ningún sitio. Por mucho
que quiera culparlo, no es como si supiera la mierda que está pasando con nuestras
familias, o la amenaza que Lawrence es para ella. Sorprendentemente, no ha intentado
husmear ni hacer preguntas sobre nada de esto, aunque, sin duda, sospecha algo.

Una vez que Hawk los regañó, pasamos el resto de la noche buscándola por el
campus. Localizamos a Michael, quien confirmó que había tomado un café con ella
esa noche, pero afirmó que después de que terminaron, se fue a la biblioteca, y Hadley
estaba haciendo su camino de regreso hacia los dormitorios de los chicos, —así que
¿qué mierda le pasó? No desapareció de la faz de la tierra.

Aún más extraño, encontramos su teléfono en el lago, pero después de interrogar a


todos en la escuela, nadie fue capaz de confirmar si recuerdan haberla visto allí esa
noche. Es jodidamente exasperante.

Les oigo antes de que entren; la voz alta de Emilia mientras exige respuestas y
actualizaciones. Esa chica no para y eso me hace darme cuenta de lo perfecta que es
su amistad con Hadley. Ha estado encima de nosotros desde el momento en que
volvió al campus después de las vacaciones. Obviamente, Hadley no había respondido
a sus llamadas ni a sus mensajes en todo el domingo, después de que desapareciera, y
Emilia apareció echando fuego por los aires, exigiendo saber dónde estaba.

Fue difícil de explicar. No podíamos contarle nada sobre nuestros padres o el recinto,
y ella no se creía nuestra mentira de que Hadley estaba en cama, enferma, así que
básicamente sólo nos quedaba decirle que había pasado algo, pero que no sabíamos
qué, y que estábamos haciendo todo lo posible por traer a Hadley a casa. Creo que es
justo decir que se tomó la noticia tan bien como Hawk, y desde entonces ha estado
exigiendo actualizaciones diarias.

Hawk suspira cuando los tres entran por la puerta. "Te dije que te avisaríamos cuando
tuviéramos algo", se queja.

Emilia le escupe fuego con los ojos. "Claro". Se burla. "No me dirías nada si no te
acosara todos los días".

Volviéndose hacia ella, la inmoviliza con expresión seria. "Te prometo que estamos
haciendo todo lo posible por encontrarla".

237
Emilia frunce ligeramente las cejas mientras lo estudia. Estoy bastante seguro de que
está tratando de determinar si puede confiar en él o no. Sorprendentemente, Hawk la
deja ver su convicción. Los dos se miran durante tanto tiempo que resulta incómodo
observarlos, pero finalmente Emilia asiente con la cabeza.

"De acuerdo", admite a regañadientes. "Pero sigo queriendo que me pongan al día".

Sin esperar respuesta, gira sobre sus talones y se marcha. Nadie más se atrevería a
hablarle así a Hawk —o a cualquiera de nosotros— y luego darnos la espalda.
Estarían pidiendo que les dieran por el culo. Pero a pesar de su apariencia dócil, hay
mucha rebeldía en esa chica. Me recuerda a Hadley. Al pensar en mi feroz Pequeña
Guerrera se me forma un dolor ya familiar en el pecho, y miro esperanzado entre
Hawk y Cam, ansioso por ver si han encontrado algo. "¿Y bien?"

"Nada", gruñe Hawk.

"¿Y tú?" Cam tiene una mirada melancólica que se intensifica cuando niego con la
cabeza. Hace una mueca. "Quizá West tenga algo".

Sí, tal vez. Ha estado pegado a la pantalla de su ordenador, revisando las grabaciones
de seguridad del campus, verificando las historias de los estudiantes y tratando de
encontrar algún atisbo de Hadley para que podamos ver adónde fue después de
reunirse con Michael.

Pero no tiene sentido. Ella no se iría por su cuenta. Sabe que debe quedarse con uno
de nosotros cuando sale. Pasó toda la semana con Beck y Wilder, así que ¿por qué, la
noche que supo que volveríamos, decidió irse sola?

Lo único que podemos pensar es que Lawrence de alguna manera llegó a ella. Tal vez
la amenazó para que se reuniera con él, o para ir con él a alguna parte. No lo sé. No se
me ocurre otra cosa. No se me ocurre ninguna otra explicación. Por supuesto, después
de buscar en cada centímetro de la escuela, fuimos a casa para asegurarnos de que
Lawrence no la tenía atada a su cama o alguna mierda enferma como esa, o sus padres
no habían hecho algo estúpido, pero no había rastro de ella allí.

West ha estado rastreando el teléfono de Lawrence y las grabaciones de seguridad de


las casas de nuestros padres y de su edificio de oficinas, así que le tenemos vigilado
en todas partes. El problema es que no ha ido a ningún sitio sospechoso: la oficina y
su casa. Eso es literalmente todo lo que hace.

"Tenemos que averiguar dónde estaba antes de venir aquí. Quizá la retenga allí",
gruñe Hawk con frustración.

Miro entre él y los demás, despistado. Nunca me ha contado nada de su pasado. Sé


que lo que pasó fue una putada, pero no sé dónde estaba.

Cam también se encoge de hombros, tan inútil como yo.

"¿En serio?" Hawk chasquea. "¿No te dijo nada? ¿No se te ocurrió preguntar?"

"¿Y a ti?" Argumento, irritándolo.

238
Saca el brazo de golpe, empujándome. "Se supone que estás enamorado de ella. Se
supone que tienes que superar sus barreras y conseguir que se abra a ti".

"Sí, y si no te hubieras pasado todo el primer semestre haciendo que te odiara, ¡quizás
se habría abierto a ti!".

"¡Oye!" Cam grita, abriéndose paso entre nosotros. "¡Basta!" La mirada que nos lanza
es letal, y es suficiente para que soltemos los puños. "Nada de esto es útil. Si no
podemos trabajar juntos, no merecemos recuperarla, ¡así que saquen sus cabezas de
sus culos!".

Es raro que Cam levante la voz, y es otro recordatorio de lo cerca que estamos todos
de perderla sin ella.

Cam se deja caer en uno de los sillones, restregándose las manos por la cara y
gimiendo. "Si él la tiene, no sé dónde la habría llevado mi padre".

"Literalmente, no ha ido a ningún sitio excepto a casa y a la oficina en toda la


semana", nos actualiza West, entrando en la cocina con un chándal y una camiseta
manchada. Va directo a la cafetera y llena su taza hasta el borde antes de reunirse con
nosotros en el salón.

La puerta se abre de nuevo, y Beck entra, con los ojos tan sombríos y agotados como
el resto de nosotros. "¿Algo?"

Los tres sacudimos la cabeza, y sus hombros se hunden en señal de derrota.

"Estamos intentando averiguar dónde podría estar escondiéndola Lawrence", le


explico mientras se desploma en una silla vacía.

Frunce los labios, pensativo, y pregunta, "¿Y el recinto?".

West niega con la cabeza. "No. No desde que hackeé su GPS".

"Aun así, podría estar reteniéndola allí", argumento.

"Es que creo que es demasiado obvio, delante de las narices de nuestros padres",
desestima Hawk.

"Puede que no sea del todo improbable...". Beck pone cara de extrañeza cuando sus
ojos se posan en cada uno de nosotros, lo que nos hace sentarnos más rectos en
nuestros asientos.

"¿Qué diablos significa eso?" gruñe Hawk, como un perro rabioso.

Los labios de Beck se aplastan y parece reacio a compartir lo que sabe. "En realidad
debería ser ella quien te lo dijera, pero tienes que saberlo".

Hay tristeza en sus ojos cuando vuelve a mirar a Hawk, y sé que lo que tenga que
decirnos es algo importante.

"Hadley creció en el recinto".

239
Hawk se burla, haciendo caso omiso de sus palabras. "Sí, claro, como si Lawrence
pudiera esconder a una niña en el recinto todos esos años sin que ninguno de nuestros
padres se enterara".

Hago una mueca. "En realidad, eso podría ser más creíble de lo que crees".

La actitud decae en el rostro de Hawk, que se queda mirándome fijamente, con una
mirada intensa y ligeramente confusa. Me siento mal por haberles ocultado esto tanto
tiempo, pero con todo lo que hemos estado lidiando desde que volvimos de las
vacaciones de Pascua, no ha habido el momento adecuado para contárselo todo.

"Cuando estuve en Black Creek, descubrí algo sobre los Nocturnal Mercenaries".

Repaso rápidamente todo lo que oí por casualidad, y mis palabras son recibidas con
un silencio atónito.

"¿Niños? ¿Cómo de dieciocho años?", pregunta Cam, confuso, mientras los otros tres
permanecen en silencio, reflexionando sobre lo que acabo de decir. No todos los días
te dicen que tus padres se llevan a los niños de la calle para convertirlos en armas, así
que entiendo perfectamente la conmoción que están experimentando ahora mismo —
bueno, hace casi una semana que me enteré y sigo conmocionado.

Sacudo la cabeza. "El niño que vi en el vídeo parecía más bien de ocho o nueve años".

Beck se inclina hacia delante en su asiento, apoyando los codos en las rodillas. "¿Así
que se llevan a niños de Black Creek?", pregunta. Entiendo por qué le molesta, ya que
él mismo creció allí.

"Entre otros lugares, pero Black Creek parece ser su principal zona de alimentación.
Tienen algún tipo de trato con las principales bandas de allí".

Beck frunce los labios, pero a diferencia de los otros tres, no parece sorprendido por
lo que he dicho.

"¿Unos malditos niños?" Hawk gruñe indignado. "¿Qué carajo les pasa? ¡¿No es
suficiente con que ya estén realizando un servicio en el mercado negro para dios sabe
qué clase de criminales clandestinos?!".

Mi mirada sigue clavada en las contemplativas de Beck mientras Hawk se pone a


despotricar, maldiciendo a todos nuestros padres.

"¿Por qué no te sorprende?" exijo, observándolo atentamente.

Beck me mira, suspirando antes de reclinarse en su silla y mirar a los demás. "Lo
sabía".

"¡¿Lo sabías?!" repite West, indignado.

"¿Y nunca nos lo dijiste?" suelta Hawk, volviéndose contra él. Ha estado dispuesto a
darle una paliza a Beck todos los días desde que Hadley desapareció, así que
probablemente esto no haga más que echar leña al fuego.

240
"No podía", responde Beck, imperturbable ante la mirada de Hawk.

"Ese es el trabajo secreto que estaban consiguiendo que hicieras con amenazas",
afirma West, encajando con éxito todas las piezas con su cerebro informático.

"Sí." Beck suspira, frotándose los ojos. Parece diez años mayor que antes de que los
chicos y yo nos fuéramos de vacaciones de Pascua. Aunque, mirando a los demás,
todos tenemos bolsas bajo los ojos. Sin Hadley, lo estamos pasando mal.

Se pasa los siguientes diez minutos explicando exactamente lo que le han hecho hacer,
poniéndonos al corriente de todos los detalles que había omitido cuando hablaba de
sus visitas al recinto.

La rabia me consume mientras nos cuenta toda la mierda en la que ha estado metido.
La mirada atormentada en sus ojos es suficiente para ver cuánto le ha estado afectando
todo. Ahora que lo veo, no sé cómo no me di cuenta antes. Obviamente ha gastado
mucha energía tratando de ocultarnos todo esto. El simple hecho de fingir que no está
perdiendo una parte de sí mismo cada vez que va allí debe ser agotador. Entiendo que
estaba protegiendo a West, pero somos un equipo. Los chicos y yo siempre nos
apoyamos cuando lo necesitamos. Beck tiene que entender que puede hacer lo mismo.
Ahora es uno de nosotros.

"Podrías habernos dicho, hombre".

Sacude la cabeza. "No. Esta mierda te carcome el alma. No quería eso para ti". Mira
fijamente a West, antes de mirar al resto de nosotros. "Para ninguno de ustedes".

Mierda, bueno, si eso no me hace quererlo, entonces nada lo hará. El hecho de que
haya estado pendiente de nosotros todo este tiempo, incluso cuando West le estaba
apartando, hace que me caiga aún mejor. Nunca he tenido ningún problema con él,
aparte de dudar de si podíamos confiar en él o no al principio, pero es difícil que no
me caiga bien, sobre todo cuando mira a mi chica como lo hace. Consolidó nuestra
amistad, y su lugar en el grupo conmigo, cuando me pateó el culo en el ring. Hacía
mucho tiempo que nadie lo conseguía, y yo no esperaba que él, con sus chalecos de
etiqueta, fuera capaz de superarme, pero está claro que ha pasado buena parte de su
juventud en el gimnasio, haciendo ejercicio.

Sé que Hawk está enojado con él, pero honestamente, la desaparición de Hadley
podría haber ocurrido bajo cualquiera de nuestros relojes. Me estaría pateando si me
hubiera pasado a mí, y he visto la culpa en los ojos de Beck todos los días desde que
volvimos. Ya se está castigando lo suficiente por todos nosotros. No hay necesidad de
ponerlo más grueso.

Cam es relajado, así que nunca le molestó que Beck se uniera a nuestro grupo.
Después de todo lo que pasó entre él y Hadley, creo que aceptaría cualquier cosa si la
hiciera feliz

West ha sido el más testarudo, pero ha sido bueno verlo abrirse a Beck en las últimas
semanas. Un par de veces he llegado a casa y me los he encontrado charlando en la
cocina tomando cervezas. Creo que ha sido bueno para él tener otra persona en su vida

241
con la que hablar. Son totalmente opuestos, manzanas y naranjas, pero no han dejado
que eso se interponga entre ellos.

"Así que es posible que Lawrence la llevara allí", reflexiona Cam.

Nadie salta a responderle mientras todos contemplamos la posibilidad. Quiero decir,


no es imposible.

"Tengo que volver allí en un par de días", Beck finalmente nos dice. "Pensaba
husmear un poco; intentar averiguar si la retienen allí".

"Todavía no puedo creer que hayas estado haciendo todo esto por mí", murmura West,
todavía con cara de conmocionado. "¿Cómo lo has sobrellevado, llevando esa carga tú
solo?".

"Hadley se dio cuenta—"

"Jesucristo." Hawk levanta los brazos y camina de un lado a otro por el apartamento
mientras la ira le consume. "Es como si ni siquiera la conociéramos. ¿Qué otros
secretos esconde?"

Hawk se detiene al ver la expresión de Beck, y la mirada que le lanza es jodidamente


letal. "¿Qué?"

Duda antes de afirmar: "No fue suerte que ella pudiera matar a ese mercenario. Tenía
todas las habilidades para hacerle algo mucho peor".

"Es imposible". Cam se burla, pero puedo decir que no está seguro de qué creer. "Si
ese es el caso, ¿por qué no mató a mi padre y huyó hace años?"

"Lawrence es su talón de Aquiles. La ha aterrorizado desde que era una niña. Toda la
actitud y habilidades de combate del mundo no la ayudarán si no puede enfrentarse a
él psicológicamente."

***

El sonido de la puerta al cerrarse nos hace girar a todos cuando Beck entra corriendo,
con una expresión sombría pero esperanzada en su rostro.

"Sé dónde está".

"¿Qué?"

"¿Cómo?

"¿Dónde?

242
Los tres disparamos preguntas, sin darle la oportunidad de responder. Él nos ignora a
todos de todos modos.

"¡West!" grita Beck, esperando a que se reúna con nosotros en la cocina. West lleva la
ropa desarreglada y huele a humedad, como si no se hubiera duchado en varios días.
Estoy seguro de que no, y mientras me huelo sutilmente la axila, intento recordar la
última vez que me duché y me eché una siesta. Creo que probablemente me veo y
huelo tan mal como él.

"¿Qué?"

La mirada de Beck rebota entre nosotros. Parece tan demacrado como nosotros, con
bolsas bajo los ojos y el pelo recogido.

"Está en el recinto".

"¿Tienes pruebas?" exige Hawk.

Beck hace una mueca. "Más o menos".

"¿Qué mierda significa eso?" Muerdo.

"Anoche oí a los guardias hablar de una reciente noche de desafíos que hicieron. Un
luchador venció a veinte de sus reclutas más veteranos".

"¿Y? ¿Eso nos dice algo?" Puedo oír la frustración en la voz de Hawk mientras aprieta
los puños.

Hay un brillo en los ojos de Beck y mierda, no quiero aferrarme a esa mirada de
esperanza que está luciendo. "El luchador era una chica".

Nadie dice nada por un momento, y me doy cuenta de que los demás también quieren
creerle. Quiero decir, nuestra chica es una gran luchadora, pero ¿vencer a veinte
profesionales entrenados? Incluso a mí me cuesta creerlo.

"Eso no significa que sea ella", dice Cam, aunque de mala gana.

"Es ella", sigue insistiendo Beck, haciendo que Hawk lance las manos al aire.

"No puedes saberlo, mierda", gruñe.

Beck se pone en pie, llegando a colocarse pecho con pecho con él. "Es ella".

"Necesitamos pruebas", gruñe Hawk, sin dejar que la esperanza de las palabras de
Beck traspase su duro exterior. "No podemos basarnos en rumores. Necesitamos verla
por nosotros mismos".

"El día de puertas abiertas", nos recuerda West. "Es la semana que viene. Podemos
buscarla entonces, ver si está allí".

"Está allí", gruñe Beck con frustración.

243
Supongo que lo sabremos la semana que viene.

Si estás allí, nena, agárrate, que vamos a por ti.

244
Capítulo 28:
West
"¿De verdad crees que va a estar aquí?" susurra Cam. Estamos en la parte de atrás del
coche que nuestros padres enviaron para llevarnos a la jornada de puertas abiertas.

"No tengo ni idea", le digo. "Ni siquiera sé si quiero que esté o no".

Mis palabras son recibidas con silencio. Hemos oído lo suficiente de Beck como para
saber que el recinto no es un lugar en el que quieras que te retengan contra tu
voluntad, y si lo que dice es cierto, que ella creció aquí, entonces es un milagro que no
sólo haya salido viva, sino con su humanidad intacta.

No puedo entender la realidad de eso. Si Beck tiene razón, entonces nuestra chica es
una maldita mercenaria. Teniendo eso en cuenta, algunas de las cosas que le hemos
visto hacer, y la forma en que se comporta, tiene sentido —como su actitud
indiferente después de apuñalar a Benjamin en la mano, y su capacidad para forzar
cerraduras, y el hecho de que fue capaz de matar a ese mercenario. Ella fue la que
tuvo la idea de tirar el cuerpo al lago— ¿es porque sabía que era el mejor lugar?
¿Había hecho algo así antes? Mi mente es un caos de preguntas mientras, a cada
minuto que pasa, el coche nos acerca a la posibilidad de encontrarla.

Cuando estamos oficialmente lejos de la civilización, nos detenemos ante una verja
vigilada. Después de que el conductor le diga unas palabras al guardia, la puerta se
abre, entramos y, unos minutos más tarde, llegamos a la cima de una colina y vemos
el recinto frente a nosotros.

Hay muchos otros coches en la carretera, en la misma dirección, y cuando aparcamos


delante del edificio principal, el pequeño aparcamiento ya está lleno.

Ya nos han advertido de que hoy nos comportemos lo mejor posible. Ninguno de
nuestros padres está aquí, prefieren dejar las demostraciones en manos de quien quiera
que esté al mando de este infierno, y ellos se encargarán de invitar a cenar a cualquier
idiota rico que esté interesado en invertir o en hacer uso de sus servicios, pero al
parecer estar presentes hoy forma parte de nuestra iniciación en el negocio. Al igual
que las vacaciones de Pascua, cuando me vi obligado a asistir a reuniones con clientes
con mi padre. Algunas de ellas eran para el aspecto legal de la empresa de nuestro
progenitor, que proporciona seguridad privada a funcionarios del gobierno, famosos y
quienquiera que lo necesite, pero en su mayor parte, las reuniones consistían en
discutir objetivos, negociar precios por golpes y establecer plazos realistas —era
absurdo. Como algo que verías en una película.

"Ah, ustedes deben de ser los futuros herederos de Nocturnal Enterprises", saluda un
hombre viscoso, tendiéndonos la mano a cada uno para que se la estrechemos. "Soy el
Comandante Bowen. Síganme, les mostraré la sala donde llevaremos a cabo la
demostración de hoy, luego haré que alguien les haga un recorrido por las
instalaciones."

245
Los cuatro lo seguimos en silencio por los luminosos pasillos hacia un auditorio.

"¿En qué consistirá la demostración de hoy?". Pregunta Hawk, logrando


milagrosamente mantener el desprecio fuera de su voz.

"Se trata de demostrar a los clientes potenciales y a los futuros inversores por qué
somos los mejores. Nuestros hombres y mujeres son implacables, porque les
obligamos a serlo. Hoy mostraremos a todo el mundo a nuestros mejores luchadores,
así como las habilidades de nuestros reclutas para manejar diversas armas. También
tendremos a varios reclutas completando una carrera de obstáculos para demostrar su
agilidad, velocidad y flexibilidad".

El comandante Bowen nos conduce a una gran sala. En el perímetro de la sala se ha


instalado una pista de asalto, con un ring de boxeo en el centro. A un lado hay varios
blancos de práctica junto con una variedad de pistolas, cuchillos e incluso una
ballesta, todo ello cuidadosamente vigilado.

La sala está casi llena de hombres con trajes elegantes. Hay un hilo de energía
excitada zumbando en el aire, todo el mundo ansioso por empezar con el espectáculo
de hoy.

"Tengo asientos en primera fila para ustedes", nos dice el comandante Bowen,
dirigiéndonos a cuatro asientos vacíos en la primera fila, junto al ring de combate.

Mientras ocupamos nuestros asientos, Bowen desaparece para ocuparse de cualquier


otra cosa que tenga que hacer y los cuatro nos dedicamos a vigilar la sala. Todo el
mundo aquí es un criminal de una forma u otra, —ya sea dueño de su propio
conglomerado criminal, un político corrupto o alguien de una empresa rival que ha
venido a investigar a la competencia.

No mucho después, el último público entra y Bowen se coloca en el centro del


cuadrilátero.

"Señoras y señores", comienza, su voz retumba a través de su micrófono,


asegurándose de que todo el mundo pueda oírle alto y claro. "Es un honor poder
recibirlos hoy. Tenemos algunos talentos excelentes para ustedes, que esperamos que
disfruten. Si tienen alguna pregunta o desean seguir hablando de negocios con
nuestros estimados miembros de la junta, vengan a hablar conmigo después de las
demostraciones".

Con un gesto enérgico de la cabeza a un tipo que está junto al ring, se retira y entran
dos hombres corpulentos, que parecen rondar la veintena, acompañados de un árbitro.
Cuando el árbitro da comienzo al combate y los dos se lanzan a por él a puñetazos,
queda claro lo mucho que les gusta la lucha, el derramamiento de sangre. Un brillo
entra en sus ojos cada vez que uno de ellos asesta un golpe que hace sangrar al otro.
Es el combate más despiadado que he visto nunca; ambos contrincantes quieren matar
al otro para hacerse con la victoria.

Ambos luchadores lo dan todo, salpican de sangre la colchoneta y parte del público,
golpe tras golpe, partiendo labios y abriendo cejas. Ninguno de los dos lleva protector

246
bucal, y cuando el que está frente a mí sonríe con los dientes, la sangre tiñe sus
dientes de rojo, lo que acentúa el aire maníaco que desprende.

Al final, el que está frente a mí consigue imponerse, lleva a su oponente al suelo y le


golpea una y otra vez hasta que estoy seguro de oírle partirse la mandíbula. Sólo
cuando el árbitro hace sonar el silbato, dando por finalizado el combate, el tipo se
rinde y mira con desinterés a su contrincante medio muerto, antes de mirar al público
y sonreír locamente con sus dientes rojos.

El público aplaude y vitorea cuando el tipo sale de la colchoneta, arrastrando tras de sí


a su rival inconsciente.

"¿Qué mierda?" respira Cam. "Ha sido una locura".

Se celebran un par de combates más, y en el último me doy cuenta de que los


luchadores son más de nuestra edad, si no más jóvenes.

"Para este último combate, tenemos algo especial", dice el árbitro al público. "Nuestra
mejor luchadora peleó contra veinte de los nuestros y ganó, así que vamos a darles
una muestra de lo capaz que es".

Echo un vistazo a Cam, que está a mi lado, y observo su postura tensa mientras se
inclina hacia delante en su asiento.

Cuatro personas pisan la colchoneta y, cuando los tres tipos grandes se mueven hacia
los bordes del ring, todos vemos claramente a nuestra chica. Hadley. Estoy a medio
camino de levantarme de mi asiento antes de agarrarme y forzar el culo para sentarme
de nuevo. Aprieto los puños con fuerza a los lados mientras lucho contra todos mis
instintos para llegar hasta ella.

Oigo a Cam jadear a mi lado, y un pequeño alboroto a su otro lado mientras Mason
probablemente impide que Hawk haga algo estúpido. No puedo apartar los ojos de
ella ni un instante. Parece más delgada que antes. Su rostro está hundido y hay una
dureza en sus ojos que no había visto en mucho tiempo. Lleva la misma armadura que
cuando apareció en Pac el pasado septiembre. No me había dado cuenta hasta ahora
de lo mucho que se había abierto a nosotros, me enfurece que estos idiotas hayan
destruido todos los progresos que ha hecho con nosotros.

"¿Qué mierda le han hecho?" gruñe Cam, probablemente viendo los mismos cambios
que yo. No se parece en nada a la Hadley que todos conocemos y amamos.

"¿Van a hacerla luchar contra los tres a la vez? Jadeo y veo con horror cómo los tres
tipos que rodean a Hadley flexionan los músculos, se estiran y se agachan.

En el centro del cuadrilátero, Hadley hace un lento círculo, evaluando a cada uno de
sus adversarios antes de colocarse en su propia pose de combate.

Mis manos se agarran firmemente a los lados de la silla cuando el árbitro hace sonar el
silbato y los tres tipos se acercan a ella. Me entra sangre en la boca y me muerdo la
lengua, impidiendo gritarle cuando el tipo que está detrás de ella le rodea el cuello con
su grueso antebrazo.

247
Ella lucha como una loca, intentando zafarse de su agarre antes de que le aplaste la
tráquea, mientras otro imbécil le asesta un puñetazo tras otro en las tripas. De algún
modo, consigue interponer las piernas entre ella y el tipo que tiene delante, lo aparta
de una patada y aprovecha la resistencia para impulsarse hacia atrás, desequilibrando
al tipo que la ahoga.

Una vez libre, propina varias patadas al tipo antes de girar sobre sí misma para
enfrentarse a los dos idiotas que se le acercan, que claramente planean enfrentarla en
equipo.

Son unos minutos tensos que parecen durar toda una vida, todos sentados en los
bordes de nuestros asientos, observando con una mezcla de asombro y terror cómo
nuestra chica se abre camino a través de cada uno de sus oponentes, llevándolos
sistemáticamente al suelo y asegurándose de que no se volverán a levantar antes de
pasar a atacar al siguiente.

Finalmente es la única que queda en pie en el ring, y todos exhalamos un suspiro de


alivio. A diferencia de los combates anteriores que hemos visto hoy, no parece
victoriosa ni satisfecha con su victoria. Parece vacía, como si la Hadley que amo ya
no estuviera ahí, pero tiene que estarlo. No hemos llegado tan lejos para perderla
ahora.

Mientras la sacan fuera del ring, el comandante Bowen anuncia la siguiente


demostración, pero apenas presto atención al resto de los acontecimientos mientras
miro fijamente el lugar del que desapareció Hadley, mi cerebro intentando
frenéticamente identificar una forma factible de sacarla de aquí.

El tiempo parece pasar borroso mientras me pierdo en mis pensamientos, y sólo


cuando Cam me empuja fuera de ellos me doy cuenta de que todo el mundo se está
poniendo en pie.

"Vamos", me insta Cam. "Ahora tenemos esa visita, es nuestra única oportunidad de
hacerle llegar una nota".

Nos ponemos en pie mientras un joven guardia se acerca a nosotros. "Hola, soy Drew.
Bowen me ha pedido que los lleve a ver las instalaciones".

"Sería estupendo", responde Hawk con una sonrisa tensa.

"Estupendo. ¿Qué les ha parecido las demostraciones de hoy?", pregunta mientras nos
conduce por la puerta por la que desapareció Hadley. Esta parte del recinto es
completamente diferente de por dónde entramos. Los pasillos son más estrechos y
oscuros, lo que les da un aspecto más siniestro, y hace que un escalofrío me recorra la
espalda mientras Hawk le habla al guardia.

"Esa luchadora era impresionante", le dice Hawk al guardia, mostrando el debido


interés en su tono.

El guardia se ríe. "No está mal. Pero entre tú y yo, tiene un problema de actitud".

248
"¿Ah, sí?" Hawk se burla mientras yo elogio mentalmente a Hadley por hacerles la
vida lo más difícil posible a estos malditos enfermos.

"Sin embargo, la estamos poniendo rápidamente a raya".

"¿Cómo es eso?" Hay un gruñido amenazador en mi voz —está claro que no soy tan
bueno como Hawk ocultando lo repugnante que me parece este idiota—, pero el tipo
ni siquiera se da cuenta mientras una sonrisa oscura y retorcida le cruza la cara.

Se encoge de hombros con indiferencia, y ese pequeño acto basta para que luche
contra las ganas de arrancarle la puta cabeza. "Los métodos habituales. Tardó unos
días en reaccionar, pero el comandante es muy bueno en su trabajo". Hay un brillo
enfermizo en sus ojos. "A veces nos deja mirar. No hay nada como oír gritar a una
chica cubierta de sangre para que se te ponga duro el pene, ¿verdad?". Se ríe
maliciosamente. "Sólo espero que al resto de nosotros nos toque pronto". Sí. Este
idiota va a morir, junto con todos los demás en este agujero de mala muerte. No me
considero una persona violenta, —no me gusta tanto como a los demás—, pero ahora
mismo, por Hadley, me encantaría abrazar esa oscuridad.

Miro a Cam con el rabillo del ojo y me doy cuenta de que no soy el único que no
quiere enloquecer con ese asqueroso cretino. Su cuerpo palpita mientras lucha por
contenerse.

"Nos encantaría conocerla", dice Hawk despreocupadamente.

"Ah, lo siento, chicos. No puede ser". El guardia niega con la cabeza. "Es un poco
salvaje, y hemos tenido que alimentarla los últimos días para que tuviera suficiente
energía para luchar. Probablemente ahora esté rebosante de adrenalina. No querría que
arremetiera contra ninguno de ustedes".

Mierda. Ahí va nuestra única idea.

El guardia nos muestra el recinto. Como hoy es día de puertas abiertas, la mayoría de
los reclutas están encerrados en sus dormitorios, pero algunos de los más dignos de
confianza están haciendo ejercicio, peleándose entre ellos y, en general, merodeando
por ahí.

"¿Qué hay ahí?" pregunto señalando una puerta de acero. Beck nos hizo un breve
resumen de la distribución y, tras dibujar un vago esquema basado en lo que
recordaba, estoy bastante seguro de que se trata de las salas de interrogatorio.

"Salas de interrogatorio", confirma el guardia. "Nada emocionante. Ahí es donde


tenemos a D —la luchadora de esta mañana".

"¿No está fuera con los otros reclutas?" pregunta Hawk.

"No". El guardia mira a su alrededor antes de inclinarse y susurrar: "En realidad


consiguió escapar hace varios meses y acabamos de recuperarla, así que no se le
permite interactuar con ninguno de los otros hasta que podamos volver a ponerla en
línea."

249
Hawk asiente con la cabeza en señal de comprensión, mientras Cam se acerca al
guardia y lo rodea con el brazo. "¿Mencionaste algo sobre una jaula de lucha, Drew?
Me encantaría verla".

Con un juego de manos, saca del bolsillo el pase del guardia y me lo tiende a la
espalda. Lo tomo rápidamente y me agacho fingiendo que me ato el zapato mientras
Mason y Cam distraen al guardia con varias preguntas mientras les conduce a la jaula
de lucha. Hawk se queda atrás conmigo, ninguno de los dos nos atrevemos a
movernos hasta que los tres desaparecen de la vista.

Cuando se han ido, introduzco la tarjeta contra el lector y me cuelo en el bloque de


interrogatorios. Está aún más oscuro y el hedor a orina me provoca arcadas cuando
miro a mi alrededor. A lo largo de una pared hay puertas de acero que delimitan
pequeñas celdas, y el resto de la sala está dividido en lo que parecen varias salas de
interrogatorio, con grandes ventanas oscuras que dejan entrever brevemente cada una
de ellas. En el centro de la sala hay lo que parece un pequeño puesto de guardia,
totalmente de cristal, que ofrece a los guardias una vista de trescientos sesenta grados
de la sala. Afortunadamente, está vacío en ese momento, todos los guardias
disponibles han sido retirados para dar cabida a la jornada de puertas abiertas.

"Hadley", sisea Hawk. "¡Hadley!"

"¿Hawk?" Su voz sorprendida nos llega como un suave susurro desde varias puertas
más abajo a la izquierda. Tengo ganas de ir hacia ella, pero me obligo a quedarme
junto a la puerta, vigilando mientras Hawk corre hacia ella.

"Bebé Davenport". Puedo oír la tensión en la voz de Hawk cuando llega a la puerta de
acero que la separa de nosotros. Un grito entrecortado detrás de ella hace que se me
abra el pecho. Mierda no quiero volver a oír ese sonido.

Hawk prueba la tarjeta de seguridad en el teclado junto a la puerta, a pesar de que


Beck ya nos ha informado de que sólo unos pocos guardias tienen acceso a estas
habitaciones, y gruñe de frustración cuando la luz parpadea en rojo. Incluso si
pudiéramos entrar en su habitación, no habría forma de que pudiéramos sacarla del
recinto sin que se diera cuenta antes de que alguien diera la alarma.

Cerrando los ojos, Hawk apoya la frente contra la puerta, dejando escapar una larga
exhalación mientras intenta dominar sus emociones.

"Hawk". El alivio en su tono me aplasta. "¿Qué haces aquí?"

Puedo ver a Hawk apretando los dientes desde aquí, luchando por contener su ira.
"Beck dijo que estabas aquí, pero no le creímos".

"Él te lo dijo." No puedo decir, a través de la gruesa puerta, cómo se siente al


respecto.

No tenemos tiempo ahora para entrar en todo eso, algo de lo que Hawk debe darse
cuenta. "Vamos a sacarte, hermanita". Su voz es un gruñido bajo, lleno de oscuras
promesas de venganza. Hará lo que sea necesario para sacar a su hermana de aquí, y
nosotros estaremos a su lado. "Mantente fuerte, ¿de acuerdo? Tengo que irme". Su

250
voz se quiebra y, mierda. "Pero volveremos por ti...". Duda un segundo. "Te-te quiero.
Volveremos. Te lo prometo".

Otro sollozo entrecortado, seguido de un silencioso "Yo también te quiero", es lo


último que oímos desde detrás de la puerta mientras Hawk mete un papel doblado por
el estrecho hueco que hay al fondo de la puerta. Tuvimos que discutir mucho para
decidir quién buscaría a Hadley y a quién le tocaba escribir la nota. Hawk sacó la
carta del hermano y, bueno, ¿qué podíamos decir a eso? Si no hubiera sido por la
abrumadora desesperación de la situación, habría sido un momento muy emotivo.
Estoy muy orgulloso de él por abrirse y aceptarla, y sé que este momento lo habrá
significado todo para ella. En cuanto a quién escribió la nota, Cam ganó, alegando que
quería estar allí para ella de la misma manera que ella estuvo allí para sacarlo de la
repisa. Independientemente de quién consiguió hablar con ella, o escribir la carta,
Hadley sabe que todos estamos con ella en espíritu, y que todos estamos haciendo
todo lo posible para liberarla.

Haciendo una pausa, Hawk se queda mirando la puerta de acero un momento más,
estira la mano y presiona los dedos contra el frío metal. Sus hombros se hunden en un
pesado suspiro y cierra los ojos un segundo antes de levantarse.

Cuando se vuelve hacia mí, su expresión es cerrada, pero el fuego que arde en sus ojos
es algo que todos en este lugar deberían temer. Camina hacia mí, cada paso lleno de
determinación. Con una última mirada a la puerta de Hadley, volvemos al pasillo
principal. Me desgarra dejarla atrás, y puedo ver la misma guerra que se libra en
Hawk mientras me clava una mirada atormentada, con la mandíbula rígida y decidida,
dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperar a su hermana.

Corremos por el pasillo en la dirección en la que desaparecieron los otros, y por suerte
la sonora risa de Cam resuena más adelante, indicándonos dónde están. Al entrar en
una gran sala con una jaula de combate construida en el centro, finjo agacharme y
recoger algo mientras Hawk se pasea por el otro extremo de la habitación, fingiendo
interés en una colección de cuchillos que se alinean en la pared. En realidad,
probablemente esté muy interesado en ellos, —en clavárselos al guardia en el cuello.

"Eh, hombre", grito, llamando la atención del guardia. "¿Esto es tuyo?" Levanto el
pase de seguridad que Cam pasó. "Estaba aquí en el suelo.

Con los ojos muy abiertos, el guardia se acaricia los pantalones. "Mierda, sí. Gracias,
hombre".

"No te preocupes", le aseguro, sonriendo fácilmente, mientras me imagino


aplastándole la cabeza contra el muro de hormigón.

Terminamos rápidamente con el recorrido y nos largamos de allí, y puedo sentir el


ambiente impaciente mientras el coche nos lleva de vuelta hacia el campus.

Le envío un mensaje de texto a Beck cuando estamos casi de vuelta en el campus, y él


se acerca a saludarnos mientras el coche sale por las puertas de la escuela, después de
habernos dejado.

"¿Y bien?" dice Cam, irritado, cuando nos quedamos solos. "¿La has encontrado?"

251
"Sí. Estaba allí".

"Recibió la nota". Hawk nos mira a cada uno con determinación. "Ahora sólo tenemos
que encontrar una manera de sacarla de allí."

252
Capítulo 29:
Hadley
Me despiertan bruscamente y me rocían con una manguera de agua aún más
adormecedoramente fría. ¿Qué día es ahora? Estoy perdiendo la cuenta. Mi cabeza da
vueltas constantemente por la falta de comida, lo que hace imposible aferrarme a un
solo pensamiento el tiempo suficiente para resolver algo.

He estado tan cerca de rendirme; tan cerca de perderme. Cada vez que siento que mi
voluntad de luchar se desvanece, saco la nota que Hawk empujó debajo de mi puerta.
Es el único recordatorio de que no todo fue un sueño. Que mis muchachos estaban
realmente aquí. Vinieron a buscarme.

Había olvidado por completo que era esa época del año. La jornada anual de puertas
abiertas. Después de la noche del desafío, me dejaron sola. Mi mundo no era más que
un silencio ensordecedor. El único ruido era el sonido de la escotilla al abrirse cuando
se entregaba la comida. Puede parecer mejor, pero todo ese tiempo sin fin dejada solo
con mis pensamientos es tan dañino como lo que estaban haciendo antes.

Las cosas volvieron a ser como antes después de la jornada de puertas abiertas. La
comida dejó de llegar, me quitaron la ropa y he pasado la mayor parte del tiempo
viviendo en un rincón tranquilo de mi mente donde pretendo que nada de esto es real.

La manguera vuelve a pasar por encima de mí, el agua fría se filtra en mis huesos ya
entumecidos. Lo juro, si sobrevivo a esto, nunca volveré a tomar una ducha fría. Solo
agua hirviendo para mí. Quiero que mi piel se ponga roja, el agua está tan caliente.

"Ah bien, estás despierta. No es divertido si te desmayas". La voz profunda y


demoníaca de Bowen atraviesa la niebla en mi cerebro segundos antes de que una hoja
se hunda en mi muslo, haciéndome gruñir mientras se abre camino hasta mi cadera.
Puedo sentir la sangre goteando por mi pierna, el dolor estalla cuando tenso el
músculo.

Una vez más estoy encadenada a la maldita pared, sin usar nada y preguntándome qué
diablos me hizo cuando me desmayé. La única diferencia esta vez es que mi mejilla
está presionada contra la piedra fría, mi trasero expuesto a los elementos. Apretando,
nada se siente demasiado doloroso, pero eso no necesariamente significa nada.

Pasa sus dedos por la sangre que gotea por mi muslo antes de presionar la herida, la
llamarada de dolor me hace silbar. Me tenso cuando sus dedos cubiertos de sangre se
deslizan entre mis nalgas, el jodido enfermo se ríe en mi oído.

"Ya no falta mucho, D", promete. "Lawrence regresará en unos días, y cuando vea que
todavía estás luchando, estará más que feliz de entregarte para que te rompa".
Inclinándose, su aliento me hace cosquillas en la oreja. "Y créeme, cuando termine
contigo, te romperán en tantos pedazos que no habrá esperanza de reconstruirte".

253
Todo lo que sé por el siguiente tiempo es la sensación de su hoja clavándose en mi
piel, desgarrando mi carne y marcándola. Aunque soy muy consciente de lo que está
haciendo, ya casi no siento el dolor. No sé si me he vuelto tan anestesiada por todo
esto, o si es porque estoy empezando a desmoronarme.

Lo único que me mantiene en marcha es la nota de Hawk y mis muchachos. Cada vez
que me arrojan de nuevo a mi celda, lo saco de donde lo escondí entre mi colchón y el
marco de la cama. Cuando lo leo, esa chispa de fuego que estoy tan acostumbrada a
mantener cerca para calentarme, chispea dentro de mí, recordándome que no estoy
lista para rendirme.

Mi cuerpo puede estar debilitándose, pero mi mente aún es fuerte. Me grita que siga
luchando; para no dejarlos ganar. Alisando el pedazo de papel arrugado, leí las
palabras garabateadas con la letra desordenada de Cam. Los absorbo como si fueran
un salvavidas. Ellos son mi salvavidas. Son lo único que me mantiene en marcha.

Eres tan valiente, bebé Davenport. Vamos por ti. Te amamos.

Mis muchachos vienen por mí. Debo asegurarme de ser lo suficientemente fuerte para
pelear cuando llegue ese día.

254
Epílogo:
Hawk
Destrocé el dormitorio cuando llegamos a casa, pero aun así no fue suficiente para
aplacar la rabia insuperable que siento. Las cosas que he visto hoy; lo que he oído; su
aspecto. Tuve que hacer todo lo que estaba en mí para no enloquecer allí mismo en
ese vil recinto, aunque eso habría sido una forma segura de que nuestros padres
sospecharan y nos vigilaran más de cerca —lo último que necesitamos ahora.

"¿Cuál es el plan?" Cam pregunta, totalmente serio por una vez. Estamos todos
sentados en los taburetes alrededor de la isla de la cocina y en sus ojos hay un fuego
como nunca antes había visto. Cam es una de esas personas que, cuando se propone
algo, lo hace al ciento diez por ciento. No se rinde hasta que es el mejor. Por eso le ha
ido tan bien con la natación, y si se lo propusiera, estaría desafiando a West el primer
puesto del año. Ahora mismo, sin embargo, toda su energía está centrada en recuperar
a Hadley y, mirando a los demás, están igual de decididos.

"Sólo estoy descartando esto", dice Beck, ya levantando las manos en un gesto de
aplacamiento mientras me mira, "¿pero entiendo que no tiene sentido ir a ver a tus
padres?".

Niego con la cabeza. "Lo he pensado y creo que no. No confío en que la recuperen. Si
se dan cuenta de lo fundamental que es, puede que decidan retenerla allí
indefinidamente, y si saben que nosotros sabíamos que estaba allí, se asegurarían de
que no volviéramos a verla."

Beck aprieta los dientes y asiente con la cabeza antes de tomar una cerveza de la
mesa. Cuando sus dedos rodean la botella, la mano de Mason se levanta y se agarra a
su antebrazo.

Mira confundido uno de los tatuajes en el antebrazo de Beck. "¿Qué es eso?" El


tatuaje que señala es uno de los más básicos. Parece que se lo haya tatuado un niño o
un borracho.

Beck aprieta los labios con fuerza mientras saca su brazo del agarre de Mason,
pareciendo reacio a compartir cualquiera que sea la historia detrás del tatuaje.

"¿En serio?" Cam chasquea. "Ahora no parece el momento de recordar y conocerse


mejor".

Frunciendo el ceño hacia Cam, Mason vuelve a centrar su atención en Beck. "Hay una
banda en Black Creek, llamada los Reaper Rejects. ¿Los conoces?"

Beck frunce el ceño y mira a Mason confundido. "No. Esto" —se lleva la mano al
antebrazo— "era sólo un nombre estúpido que se les ocurrió a un puñado de niños sin
nada mejor que hacer".

255
"Sí, un grupo de chicos que vivían en Black Creek", reflexiona Mason. "¿Qué pasó
con tus amigos?"

"No tengo ni idea. Perdimos el contacto después de que me mudé".

Los dedos de Mason golpean distraídamente la superficie de la encimera mientras


piensa. "¿Y si crecieron y formaron una banda —una de las que se apodera
rápidamente del territorio de los Feral Beast?".

Las cejas de Beck suben por su frente ante esa revelación.

"¿Y qué?" Cam suspira, frustrado.

Veo cuando Beck se da cuenta de lo que sea que Mason quiere decir. Será mejor que
empiecen a compartirlo con la clase muy jodidamente pronto.

Mason gira la cabeza para mirarnos a cada uno de nosotros.

"Entonces, eso podría significar que podríamos ser capaces de nivelar el campo de
juego".

"Tengo que ir a Black Creek para ver por mí mismo", afirma Beck, su mente
corriendo un millón de millas por hora mientras piensa. "No habría ninguna garantía
de que nos ayudaran. Esta no es su guerra".

"Pero lo es", argumenta Mason. "Nuestros padres están sacando a los niños de sus
calles.

"Si tienes razón, y son mis viejos amigos los que dirigen esta banda, no hay forma de
que estén de acuerdo".

"Exactamente." Mason asiente con la cabeza. "¿Qué crees que harían si tus amigos se
interpusieran en su camino?".

"Tiene razón", añado, aportando mi granito de arena. "Nuestros padres pronto se


convertirán en su problema. Si puedes convencerlos de que nos ayuden, quizá
tengamos una oportunidad de derrotar a nuestros padres para siempre".

Discutimos un poco más y Beck nos cuenta más cosas sobre los tipos con los que solía
andar por ahí en sus tiempos —Cain y Oliver— antes de aceptar partir hacia Black
Creek al día siguiente.

Esa noche, mientras descanso la cabeza contra la almohada y miro al techo, pienso en
Hadley y en lo que ha tenido que soportar; me revuelve el estómago el hecho de que
hoy hayamos tenido que dejarla atrás.

Tenemos un plan, hermanita. Vamos a sacarte de ahí y vamos a hacer sufrir a todos y
cada uno de ellos.

Continuará…

256
Agradecimientos:
Como siempre, hay tantas personas a las que debo agradecer. El más grande es para
Nikki por todas las horas que dedica a aguantar mi trasero necesitado. Ella está tan
involucrada en el viaje de estos personajes como yo, siempre disponible para
ayudarme cuando estoy atascada, sugerir mejoras y, lo más importante, cambiar mi
inglés británico a inglés estadounidense. ¡Muchas gracias por todo lo que haces y, lo
más importante, por ser una amiga increíble! ¡Te amo!

Le debo otro agradecimiento a Nikki Número 2, también conocida como Nikki del
Reino Unido, que siempre está lista para sumergirse en un documento beta, incluso
cuando todavía está a medio formar. Su buen ojo y sus divertidos comentarios añaden
los toques finales perfectos a este libro, y estaría perdida sin ella.

Un enorme agradecimiento a Shawna, Artemis y Jenni por la lectura beta y por ayudar
a que este libro sea lo mejor posible, y a Zainab por su minuciosa edición y ajuste.

Un enorme agradecimiento a mi equipo de calle y a los que se apuntaron con afinidad


para leer y reseñar este libro. Aprecio todo su arduo trabajo de promoción cada
semana y me encantó leer sus reseñas y ver sus ediciones.

Por último, gracias a todos ustedes, los lectores, por elegir este libro y leerlo. ¡¡Sin ti,
nada de esto sería posible!! Si te encantó este libro, ayúdame a correr la voz dejando
una reseña rápida.

257
Sobre el autor:
R.A. Smyth es una autora de romance
oscuro. Ella vive en el Reino Unido
con su esposo, aunque con frecuencia
hablan de mudarse a vivir al
extranjero (quién sabe).

Siempre ha sido una ávida lectora,


comenzando con los libros de Harry
Potter cuando era niña. Es un interés
que se ha convertido en una obsesión
a lo largo de los años y convertirse en
autora ha sido un sueño secreto de
toda su vida.

Cuando no está escribiendo, a Rachel


le gusta pasar tiempo con su familia,
beber tazas de té (o copas de vino o
ginebra) con un buen libro y explorar la pequeña isla de Irlanda con su familia.

258
Próximo libro:

4to Libro: “Break Free”

Sinopsis:

Cree que me han roto.

Él piensa que no soy más que una


cáscara vacía, lista para ser moldeada
en su soldado perfecto, su esposa
perfecta, un juguete dañado.

Él podría tener razón.

Nunca he estado tan exhausta, abatida


y cautelosa. Estoy tan cerca de
rendirme, tan cerca de aceptar mi
derrota y mi destino retorcido.

La oscuridad se está cerrando


rápidamente a mí alrededor, pero
aparece un rayo de luz cuando leo la
nota de mi hermano y mis muchachos.

Me levantaré, como un fénix de las


cenizas. Seré una fuerza catastrófica.

Mis muchachos vienen por mí, y casi me siento mal por la carnicería que vamos a
infligir.

Lo quemaremos todo, justo después de que me liberen.

259
Traducido, Corregido & Diseñado en

https://ignite-books3.blogspot.com/

260

También podría gustarte