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Revista Bíblica ' 133

Paráfrasis Bíblica del


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Padrenuestro · bre~e en función de Jesús
Santa Teresa de ' Lisieux ·e nseña que sustancial que es el Espíritu de J e-
el modo ideal de orar él Padre nuest ro S'ÚS ( 4).
es hacerlo en unión con Jesús que nos Y pe'rdónanos nuestras deudas como
lo enseñó. te lo pide Jesús (5).
He aquí una forma de incorporar a Porque también nosotros pe'rdona-
J e's ús de un modo viviente a esa ora- mos a todo el que nos debe según nos
ción nuestra: cosa que si la hacemos e-nseñó J esús ( 6) .
con atención debe glorificar infinita- Y -no nos pongas en prueba, antes
1
mente al Padre que tiene en tal H ijo bien líbranos del Maligno por la gra-
toda su complacencia. cia y méritos de Jesús que lo venció en
Por su mayor brevedad e'legimos la la Cruz (7).
fórmula de S. Lucas (11, 3 ss) sin per-
juicio de recoger también lo principal ( 4 ) Envió Dios a vuestros corazones, como 1

de S. Mateo (6, 9 ss) según ·estamos a hij os, el Espíritu de su H ijo, qu~ cla-
· acostumbrados a recitarlo. Meditada ma: Abba, P adre (G¡ál. 4, 6).
así, lentamente, e'n función de Jesús, (5 ) Y si alguno hubiere pecado, t enemos co-
mo Abogado ante el Padre a J esucristo el
aunque sea --una sola vez por día, con
Justo. El es la propiación por nuestros
:
ayuda de los textos bíblicos que van al
pie, la divina fórmula que El nos dió pecados, y no por los nuestr os solamente, :
es capaz de darnos tanta sustancia de sino p or los de todo el mundo (I Juan ii
doctrina y !de vida sobrenatu:r al que 2, 1-2 );. Está a la diestra de Dios : E ste · 1

nos haga vivir en permanente estado es el que intercede por n osotros (Rom.
S, 34) . Tiene un sacerdocio semp iterno
de oración interior ..
por lo cual puede salvar acabadamente a
Padre, que tu Nombre sea santifi- los que por E l se acercan a Dios, ya que
cado como lo hace• Jesús ( 1) . >Íve siempre p ar a inter ceder por, ellos. Tal \
Que lle'gue tu reino por medio de J e- es el Sumo Sacerdote que nos convenía
J sús (2). (Hebr . 7, 24-2.6 ) . .
Y se haga tu voluntad en la tierra (6) Si, pues, vosotros per doná_is a los hombres
como en el cielo según lo hizo J esÚ!s ( 3) . sus ofensas, vuestro Padre Celestial os p er-
Danos cada día nuestro pan super- donará también; pero si vosotros no per-
' donáis a los hombres, tampoco vuestro
(1) Yo honro a mi Padre (Juan S, 49); lo Padre perdonará vuestros pecados (Mat.
conozco ' y conservo su Palabra ( ibid. 55 ). 6, 14-15). Mas a vosotros, los que me es-
Padre Santo (Juan 17, 11), Yo }¡.e glo- cucháis, os digo: amad a vuestros enemi-
rificado tu Nombre sobre la tierra (ibid. migos; haced bien a los que os odian ; ben-
4): Yo les hice conocer td Nombre (ibid. decid a los que os maldicen; rogad pm·
26) . los que os calumnian (Luc. 6, 27-2S) y
(2) El imperio del mundo ha pasado a nue - seréis hijos del Altísimo; ele El, que es
tro Señor y a su Cristo; y El r einará por bueno con los desagradecidos y malos
los siglos de los siglos (Apoc. 11, 15, al ( ibid. 35) . 1

sonar la T trompeta) .. (7) Gracias al Padre que , . . nos ha arreba-


( 3) Mi alimento es hacer la voluntad de Aquél tado ele la potestad de las tinieblas (Col.
que me envió, y dar cumplimiento a su 1, 12 s) ; os ha reconciliado en el cuerpo
obra (Juan 4, 34 )t · Padre, Yo he dado de ia c¡1r~e de Aquél por medio de la muer-
acabamiento a la obra que me confiaste te, par a que os presente santos e inma-
para realizar (ibid. 17, 4). culados e u:reprensibles delante de El
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(Ecli. 24, 24 · 30, texto griego)

Una meditación bíblico-mariana


N o es fác H explica r este pas.aj e d el Eclesiástico, ya q u e el s egundo versículo ( 25 de
la Vul.g ata) falta e n t odos los manuscri tos gri egos y el p rimero ( 24 ) en muchísi mos.
Otr a dif icultad cons·iste en que la Liturg ia a pli ca a la •S antísima V irgen este y otros
t ex tos r elativos a la Sabiduría increada , qu e es el L ogos . T a les a plicaciones han de
e nte nderse, en el lenguaje de los ex égetas, en .sentid o acomoda ti cio ; es decir, e n un
senti d o qce "no puede usarse ·como p r u e ba teológica. Sin emba rgo, p u ede u ti:! iza:rse
a los efectos de edificación es.piritual, y e n es.te ssntid o los escrit ores d el N. Test. , los
Padres d e la Iglesia, y a tm la I glesia mi·s m a en s u Liturg·ia, citan a veces las Es cri-
turas" (Intro ducción Gener al a la Sagrada Escritura p or J. S teinm u el'ler, •pág. 254) .
1 Nota de la Dirección.

YO SOY LA MADRE DEL PURO se mantenía en temor filial para con


AMOR Dios en cada momento de su vida. lOes-
l de' su encarnación, cuando vino dicien-
Estas palabras que Jesús Sirac escri- do : ."Heme aquí que vengo, oh mi Dios,
bió extasiado, embriagado l(].e la magni- para hacer tu voluntad", hasta que se
ficencia de la Sabiduría increada, que hizo obediente hasta la muert e, y m uer-
es el Logos, la Iglesia las pone en boca t e de cruz, toda su vida f ué un solo acto
de la· Virgen Sapientísima, pues tam- de t emor f ilial. Cristo también e's Dios
bién Ella puede decir de sí misma : "Y o y como t al omnipotente y, sin embargo
soy la Madre de'l puro Amor", porque realizó su obr a redentora no sólo en ple-
·s u hijo Jesús es Dios y Dios es amor na armonía con el P adre, sino en depen-
.(I Juan 4, 8 y 16). dencia de El. No manife'stó su ·propio
Y DEL TEMOR poder sino e'l poder del P adre. Vivió
oculto en el hogar hasta que lo llamó el
Jesús también era hombre y, a pesar Padre, se hizo llevar del Espírit u al de-
d; ser el Hijo de Dios y el Redentor de sierto y pasó orando la noche· que pre-
la humanidad, consciente de Su misión, cedía a la elección de los Apóstoles; le-
1
CONCLUSION sús y entendido a la luz de El. Se trata
de una oración al P adre, per o ·ya no po-
Estamos seguros de la .honda pene-
demos entenderla al modo del Ant iguo
tración que tendrá en las almas el Pa-
Testamento en que concebían a Y ahvé
drenuestro así rezado e·n función de J e-
como Dios unipersonal por que faltaba
(ibid. 22). Cancelando la escritura presen- la revelación explícita de la Trinidad.
t ada contra nosotros... la quitó de en me-_ Ahora sabemos que el Padre tiene un
dio al clavarla en la Cruz. Despojando a Hijo igual a El y que lo ha hecho su ins-
los principados y potestades públicamen- trumento -de' propiciación en favor nues-
t e los exhibió a la derisión t riunfando so- tro (Rom. 3, 25) . Es Jesús mismo, el
bre ellos en Aquél (ibid 2, 14 y 15). A Humillado hasta la muerte infame, el
Aquél que es poderoso p ara guardaros sin que se llamó "gusano y no hombre" (S.
tropiezo y presentaros irreprensibles y 21 ,7), quien nos dice con tan asombro-
llenos de gozo ante su Gloria, al solo Dios, .
sa llanpa cuanto adorable majestad: •
Salvador nuestro por Jesucristo nuestro
.Señor, sea gl<lria, majestad, imperio y po-
"Nadie viene' al Padre sino por Mí"
testad antes de todo siglo y ahora y pa-
(Juan 14,6) .
' ra siempre jamás. Amén (Juda13 24 y 25). J ean Paul de Lamoureux.

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