Los ámbitos que abarca esta rama de la psicología en cuanto al desarrollo
humano son, en general, los físicos y neurológicos.
La psicología de desarrollo tiene como objeto el estudio científico de los cambios y
la estabilidad de la persona a lo largo de todo el ciclo vital en los seres humanos desde el momento en el que fueron concebidos hasta su deceso.
Se observa el crecimiento y evolución de las personas en, por ejemplo, su etapa
de concepción y primera infancia remarcando que se produzca en un ambiente saludable en todos los aspectos. Se toma en cuenta desde la condición social, la relación de sus progenitores, porque se considera que todos estos aspectos serán fundamentales para el correcto desarrollo del niño en cuestión incluso desde antes de nacer.
Hace no muchos años, ésta rama de la psicología solamente estudiaba el
desarrollo del ser humano hasta su etapa adolescente porque se consideraba que, luego d esta etapa, ya no se producirían cambios fundamentales en el individuo. Ahora se ha convertido en indispensable estudiar todas las etapas del desarrollo porque podría haber cambios significativos en la adultez e incluso en la vejez.
Entonces esta psicología se encarga de delimitar las características generales y
particulares de cada fase (niñez, adolescencia, adultez, vejez) y contrastarlas con determinado periodo del individuo para ver si su desarrollo está acorde con cada una de las etapas, con relación a lo que se ha aprendido, así como los conocimientos y habilidades adquiridas con el tiempo. Aunque claro que existen características individuales, en este caso la psicología del desarrollo, además de describir las peculiaridades en cada caso particular y la forma en que éstas inciden en la evolución de la gente. Para este fin, la psicología del desarrollo tiene diferentes ramificaciones dentro de sí misma que ayudan a analizar la evolución humana desde sus distintos aspectos. De entre éstas podemos destacar las teorías organicistas, las cuales determinan el paso de los individuos de una etapa hacia otra; las mecanicistas, y, por último, las socioculturales, referentes al entorno en el que ha vivido la persona .