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¿Qué es un diccionario?

Un diccionario es un tipo de libro de consulta y su objetivo es ayudarte a


encontrar el significado de las palabras, su etimología, sinónimos y antónimos,
equivalentes en otros idiomas, ciertos sentidos muy específicos de un ámbito
técnico o especializado, y un gigantesco etcétera.

De igual forma, son libros prácticos, que pueden existir tanto en formato


físico como electrónico, y que son fruto, comúnmente, de los esfuerzos de
equipos de lingüistas lexicógrafos, o especialistas similares. Son frecuentes en
las instituciones académicas y escolares, así como en el aprendizaje de nuevos
idiomas, y como herramienta típica en el oficio de profesionales como
escritores, periodistas y abogados, por ejemplo.

¿Cómo se usa un diccionario?


Los diccionarios son libros de consulta rápida, es decir, que no se leen de
principio a fin, ni de manera continua, sino que se los abre para ir
directamente a resolver una duda, hallar una definición o lo que sea que
estemos buscando en el momento. Por eso, a pesar de ser libros voluminosos
en general, no solemos dedicarles más que unos minutos por vez.

Asimismo, están organizados alfabéticamente en su totalidad, de modo que


para buscar una entrada debemos orientarnos a través de las marcas que nos
ofrecerá en la parte superior de la página, o bien del propio índice del libro,
para buscar la letra correspondiente y, dentro de dicho apartado, la entrada que
nos interesa.

Tipos de diccionarios
Los diccionarios pueden ser de muchos tipos distintos, cada uno de los cuales
posee un uso específico dentro del lenguaje, y nos brinda un cierto tipo de
información especializada y puntual. Los principales tipos de diccionarios son:

 Diccionarios de la lengua. Son diccionarios monolingües que abordan un idioma


en general, describiendo el sentido y significado de sus palabras, y junto con
valiosa información gramatical. Pueden clasificarse en:
 Normativos. Son aquellos que reúnen el uso “correcto” de la lengua, es decir,
que se rigen por la norma culta. Tal es el caso del Diccionario de la Lengua de
la Real Academia Española, por ejemplo.
 De uso práctico. En lugar de regirse por la norma culta del idioma, estos son
diccionarios que enfrentan la lengua desde el punto de vista de su uso, es
decir, desde un punto de vista más práctico. Es el caso, por ejemplo, del
Diccionario de Uso del Español (DUE) de María Moliner.
 De dudas. En este caso, se trata de diccionarios que buscan atajar y resolver
las posibles dudas respecto al uso del idioma, sus variaciones y complejidades,
tanto para hablantes nativos como extranjeros. Un ejemplo es el Diccionario
Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española.
 De sinónimos y antónimos. Como su nombre lo indica, contienen en lugar de
definiciones de las palabras (o además de ellas), un conjunto de sinónimos y
antónimos posibles. 

 Diccionarios bilingües. Son libros que sirven de intermediario entre dos idiomas,
estableciendo correspondencias entre los mismos términos en un idioma y en otro,
de manera que pueda usarse para acompañar la traducción o el habla por parte de
extranjeros de cualquiera de los dos idiomas. Por ejemplo, un Diccionario inglés-
español/español-inglés.
 Diccionarios etimológicos. En este caso, las entradas del diccionario no ofrecen
necesariamente una definición, sino una historia del término: de dónde viene,
cuáles son sentidos originales y cambios históricos, y cómo llegó a ser la palabra
que usamos hoy. El diccionario de este tipo más célebre del español es el Tesoro
de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián de Covarrubias y Orozco.
 Diccionarios especializados. Se trata de diccionarios con un altísimo nivel de
especialización, es decir, para un público con conocimientos técnicos o
académicos. Si bien siguen siendo diccionarios monolingües, su contenido está
orientado no al común del hablante de la lengua, sino a quienes aprenden o
practican un área específica del saber. Por ejemplo: un diccionario de términos
médicos, o un diccionario de términos informáticos.
 Diccionarios enciclopédicos. Al ser un cruce de diccionario y enciclopedia, estos
diccionarios ofrecen al lector mucho más que una breve definición de la palabra,
incluyendo el contexto histórico, científico, práctico y cultural asociado al término.
O sea, en cada entrada se ofrece un conjunto de saberes divulgativos (o técnicos,
en caso de un diccionario enciclopédico

¿Qué es la semántica?
Se llama semántica a una rama de la lingüística dedicada al estudio del
significado que junto a la fonética, gramática y la morfosintaxis, constituye una
de las principales aproximaciones al estudio organizado del lenguaje verbal.

Esto significa que se interesa no sólo por la manera en que se forman los
significados de las palabras a partir de sus componentes (sus raíces y
agregados), sino también del modo en que los significados cambian a lo
largo del tiempo y devienen otros, cambiando junto con la cultura que emplea
la lengua.

Componentes de la Semántica
 Denotación. El significado “estándar” de las palabras, el que registran los
diccionarios y constituye su sentido “oficial”, más evidente, más referencial.
 Connotación. Aquellos sentidos secundarios que se atribuyen a un término y que
no tienen que ver directamente con el referente enunciado, sino con ciertas
características atribuidas a él por determinada cultura.

¿Qué es la gramática?

La gramática es el conjunto de reglas del lenguaje que regulan el uso de


una lengua determinada, tanto como la composición y organización sintáctica
de las oraciones. También se denomina gramática a la ciencia que se dedica al
estudio general de estos elementos.

Generalmente, el término gramática se aplica solo a los aspectos sintácticos y


morfológicos de la lengua, pero es común que también involucre elementos
léxicos, semánticos e incluso fonético-fonológicos. Cada lengua posee su
gramática propia, dotada a su vez de una lógica propia, es decir, su manera
de organizar los signos lingüísticos y, por ende, de organizar la realidad.

Tipos de gramática
Los principales enfoques de estudio de la gramática son los siguientes:

 Gramática prescriptiva o normativa. Como su nombre lo indica, parte de


un ideal y un sentido de lo correcto en el idioma, para sugerir a sus
hablantes el modo adecuado o recomendable de formular y organizar sus
oraciones.
 Gramática descriptiva. A diferencia de la anterior, no juzga como
“correcta” o “incorrecta” la manera en que distintos hablantes hacen uso del
idioma, sino que aspira a comprender cómo es el uso real de las normas del
idioma dentro de una comunidad o unas comunidades determinadas.
 Gramática tradicional. Se trata del conjunto histórico de documentos e
ideas heredadas de civilizaciones anteriores en torno a lo que la gramática
es.
 Gramática funcional. Aspira a ser una gramática general del lenguaje
natural, o sea, un conjunto de normas básicas aplicables a diferentes
idiomas dotados de gramáticas distintas.
 Gramáticas formales. Se llaman así a las gramáticas abstractas, que
pueden aplicar su lógica a lenguajes no verbales, como los lenguajes de
programación informáticos.

Partes de la gramática
Éstas son:

 Fonética: se ocupa del ordenamiento de los sonidos que componen las


palabras, así como sus cambios de realización dependiendo de su posición
específica o de su contexto gramatical.
 Morfología: se ocupa del modo de construcción de las palabras.
 Sintaxis: se ocupa de la organización interna de la oración, de acuerdo a
una lógica secuencial establecida en las leyes gramaticales y en la lógica
del idioma.
 Semántica. La que se ocupa del significado de las palabras y de su rol
dentro del conjunto de dinámicas y patrones que constituyen una lengua.

¿Qué es un párrafo?
Se denomina párrafo a las unidades de texto conformadas por un número
finito de oraciones escritas secuencialmente, que abordan un mismo tema,
en las que puede dividirse un documento cualquiera.

Visto así, un párrafo no es más que el conjunto de escritura que va junta o que
se corresponde a una unidad. Si las letras forman palabras, y las palabras
forman oraciones, entonces las oraciones forman párrafos.

Tipos de párrafo
 Párrafos ordinarios, normales o españoles: son los más usados, cuyo
rasgo distintivo es la sangría en su primera línea, con el resto encuadradas
al mismo ancho y sin separarse de los párrafos siguientes con espacios en
blanco.
 Párrafos modernos, en bloque o alemanes: no emplean sangrías pero
emplea una línea blanca (interlínea) para separarse del párrafo siguiente.
 Párrafos de sumario o franceses, son la contrapartida de los españoles,
pues sangran todas sus líneas menos la primera. Son usualmente
empleados en diccionarios, bibliografías o índices.

¿Qué son los conectivos?

Los conectivos son palabras que se usan en el lenguaje oral y escrito para


unir de forma lógica un discurso. Gracias a ellos las palabras de las frases que
usamos se entrelazan entre sí para cobrar sentido y permitirnos transmitir un
mensaje coherente.

Con ellos podemos explicarnos de manera más fluida al momento de


comunicarnos, pues permiten añadir elementos que fortalezcan nuestras ideas.
En este caso destaca el adverbio “además”, muy popular en las
conversaciones cotidianas y que permite complementar y reforzar lo que
queremos plantear.

Tipos de conectivos
– De adición; estos suman aspectos importantes a las ideas que estamos
expresando. Son como un signo de “+” en matemáticas, pero aplicado al
lenguaje y la comunicación.
Ejemplo:

– Más aún.

– Además.

– Asimismo.
– Comparativos: Permiten resaltar alguna cualidad parecida entre dos ideas. Al
hacer esto, facilitan que se refuerce lo que se quiere decir.
Ejemplo:

– Igualmente.

– De modo similar.

– Del mismo modo.

– Ordenadores: Estos sirven como señalizadores, pues muestran que se seguirá


un camino en particular en el texto.
Ejemplo:

– En primer lugar.

– Para finalizar.

– En conclusión.

– De finalidad: Permiten indicar el porqué de un texto


Ejemplo:
– Con la intención de.

– Con el fin de.

– Para qué.

– De conclusión: Permiten dar por terminada una idea por medio de un repaso o
resumen de todo lo que se dijo.
Ejemplo:

– En conclusión.

– Por último.

– Para finalizar.

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