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Universidad Nacional Mayor de San Marcos

(Universidad del Perú. Decana de América)

Facultad de Ciencias Sociales

Los orígenes del populismo latinoamericano. Una mirada diferente


Osmar Gonzales Alvarado

Estudiante

Perez Salazar, Angela Gabriela

Curso

América Contemporánea (1930-actualidad)

Docente

Zuloaga Rada, Marina

Lima-Perú

2023
Osmar Gonzales y el populismo latinoamericano

El populismo es un concepto controversial; de hecho, no existe una noción única ¿Por qué?
Es evidente que los contextos, los casos que se han estudiado y, por supuesto, los autores, son
diversos. De esta manera, pretender establecer un concepto único resulta no solo complejo,
sino que también significa limitar el análisis de su desarrollo. En consecuencia, el estudio de
Osmar Gonzales, titulado Los orígenes del populismo latinoamericano. Una mirada
diferente, posibilita reflexionar acerca de la relación que existió entre el surgimiento del
populismo y la política de industrialización de los años treinta. Pero ¿quién es Osmar
Gonzales? Este autor estudió sociología en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Además, se desempeña como investigador y ha sido profesor de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, la Universidad Ricardo Palma y la Universidad San Martín de Porres.
Actualmente, posee el grado de doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de México, el
mismo que alcanzó con su tesis De la oligarquía al populismo en el Perú. El gobierno de
Guillermo Billinghurst (1912-1914). Una larga y tortuosa transición, la cual fue sustentada
en el año 1999. Evidentemente, sus líneas de investigación están relacionadas con la
sociología de intelectuales, la histórica y la sociología de la lectura.

Dicho esto, es propicio introducirse en el análisis de los populismos latinoamericanos. En


este sentido, Osmar Gonzales divide su artículo en seis partes. En primer lugar, aborda las
diversas definiciones del populismo, en donde, además, propone que este fenómeno es central
para acercarse al conocimiento de la evolución social y política de los países
latinoamericanos; en segundo lugar, incide en los antecedentes del populismo en Perú
oligárquico; a partir de la figura de Guillermo Billinghurst; en tercer lugar, analiza los
primeros populismos latinoamericanos; en cuarto lugar, estudia la consolidación del
populismo latinoamericano; en quinto lugar, insiste en la relación líder-pueblo para indicar
los motivos de la adhesión. Finalmente, señalará algunos aportes teóricos sobre el populismo.
Todo ello, comparando los gobiernos de Jose Batlle Ordóñez (1903-1909) en Uruguay,
Hipólito Irigoyen (1916-1922) en Argentina y Arturo Alessandri (1920-1925) en Chile, a
partir del gobierno de Guillermo Billinghurst (1912-1914) en el Perú con el propósito de
demostrar que los antecedentes del populismo son anteriores a la política de industrialización
de los años treinta. Por ende, los populismos latinoamericanos clásicos no se pueden
comprender sin esta advertencia.

Con respecto a la primera formulación de los elementos centrales del populismo, aunque sin
utilizar el término como tal, se encuentra el texto El antiimperialismo y el APRA (1929) de
Víctor Raúl Haya de La Torre. De este modo, sostiene que Indoamérica es una dependencia
del sistema capitalista mundial y sus principales enemigos son la oligarquía y el
antiimperialismo. Sin embargo, este último no solo es sinónimo de explotación y
dependencia, sino que también significa modernización y tecnología: carácter dual. Para
Haya de La Torre no existen actores únicos o más importantes para llevar a cabo el cambio
social. En consecuencia, es necesaria la participación de todas las clases y sectores afectados
por el imperialismo. Postula, pues, de este modo, una coalición policlasista. Por otro lado,
según Gino Germani, el populismo es un fenómeno que caracteriza a las sociedades
tradicionales que se encuentran en tránsito hacia la modernización. En la democracia,
ciertamente, las clases subalternas están limitadas por la oligarquía; las clases medias, crecen
al ritmo de la urbanización y la industrialización, pero son estas las que van a lograr una
conciencia de sus posibilidades y existencia; las masas, carecen de recursos políticos a pesar
de su movilización. Este desencuentro entre la movilización y la carencia de recursos vuelven
a las masas manipulables; no obstante, la relación líder-masa se aleja de los valores de la
democracia representativa. Por consiguiente, el populismo sería la forma particular que va a
ser asumida por los países latinoamericanos en la transición hacia la modernidad. Al respecto,
Francisco Weffort señala que el populismo es la expresión de un proceso de tránsito y crisis.
Por supuesto, se va a presentar en el Estado así como en la estructura social.

Ahora, estas definiciones corresponden a interpretaciones que adolecen de un cierto


determinismo económico, ya que se concentran en factores externos, la pregunta a responder
sería ¿cuáles fueron las condiciones internas que hicieron posible el populismo en los países
latinoamericanos? Desde otra perspectiva, Alistair Hennessy propone que el populismo es un
arma organizacional que tiene como fin sincronizar grupos de intereses divergentes, el cual se
aplica a todo movimiento no basado en una clase social específica. Por tanto, el populismo es
un fenómeno transitorio que promueve el equilibrio de fuerzas sociales esencialmente
contradictorias. Por su parte, Marcos Wincour, menciona que el populismo está ligado a la
conciliación social en cuanto la burguesía busca ampliar su espacio en el campo político.
Asimismo, las reformas ejecutadas no son tan profundas como para producir un cambio
estructural. Finalmente, se va a destacar la concepción del populismo de Di Tella. Este autor
indica que el populismo es un término que designa a una variedad de partidos políticos. En
efecto, en los países latinoamericanos se va a formar una coalición populista y no un
movimiento obrero o una coalición liberal como en los países desarrollados.
Para los antecedentes del populismo en el Perú oligárquico toma como referencia el gobierno
de Guillermo Billinghurst (1912-1914). En este sentido, este gobierno va a representar una
intromisión en el dominio oligárquico. Y es que, Billinghurst, va a llegar al poder con un
apoyo masivo de las clases populares urbanas de Lima. Entonces, la coalición populista
estuvo conformada por obreros, artesanos, intelectuales, periodistas, entre otros,
pertenecientes a diversos grupos culturales. En su campaña, ofreció mejores condiciones de
vida para los trabajadores, pero, sobre todo, la posibilidad de ser reconocidos como
ciudadanos. Sin embargo, su gobierno se caracterizó por constantes enfrentamientos con el
ejército, el Parlamento y la Iglesia. Lo señalado es importante porque estas instituciones
fueron, pues, pilares del dominio oligárquico. Sin duda, el populismo temprano de
Billinghurst muestra interés por reconstruir el Estado sobre las más amplias bases, ya que
busca incorporar a los sectores excluidos para consolidar una nueva forma de ejercer política
y abrir nuevos espacios de acumulación económica: el populismo es el impulsor de la
industrialización y no al revés. Esta cuestión es central en el planteamiento de Gonzales.

Por otro lado, los populismos latinoamericanos van a ser momentos transicionales entre los
gobiernos oligárquicos y los propiamente populistas. Esta clasificación la integran los
gobiernos de Billinghurst, Irigoyen, Alessandri y Batlle. Todas estas experiencias cuestionan
el hecho de relacionar el surgimiento del populismo con el crecimiento hacia adentro, lo que
es, la industrialización por sustitución de importaciones a partir de los años treinta. En
consecuencia, el populismo está asociado a un crecimiento económico del sector
agroexportador al interior del auge liberal. Ciertamente, la elección de estos gobiernos
corresponden a procesos transicionales, puesto que desafían el poder oligárquico pero no lo
derrumban. Además, el líder cumple el papel de jefe de Estado y el populismo inicial marcó
el principio de constitución de un nuevo “pacto de dominación". De esta forma, van a
aparecer nuevos sujetos sociales que requerían de nuevos formatos institucionales de
representación política.

En décadas posteriores se va a producir una consolidación del populismo latinoamericano


¿hay una continuidad o un cambio? Evidentemente, la consolidación de los gobiernos
populistas en América Latina guarda continuidades y cambios con los populismos iniciales.
Con ello, el Estado asume plenamente el papel de conductor del desarrollo económico a
través de la política industrializadora, se produce, también, la consolidación, como discurso
estatal, de una política conciliatoria de clases, el Estado aparece como una fuerza dirimente
en los conflictos de las fuerzas sociales. Finalmente, cuando se refiera a un populismo en
general, este debe situarse históricamente y según los casos estudiados.

No obstante ¿cuáles son los motivos de las adhesiones entre líderes y el pueblo? Gino
Germani establece que el apoyo de las masas se basa en la irracionalidad de estas debido a
sus escasas experiencias modernas y democráticas. Por el contrario, Juan Carlos Torres,
señala que el apoyo al líder es racional, porque está en juego su posibilidad de ingresar a la
política. Para analizar estas propuestas, el autor toma en cuenta a Billinghurst, ¿por qué logró
el apoyo de las masas? Cabe recordar que en su campaña electoral (1912) propuso mejores
condiciones de vida para los trabajadores y, de esta forma, habría ganado la adhesión de los
sectores populares. Así, pues, Billinghurst ofreció un espacio para compartir a los
marginados, acabar con el exclusivismo oligárquico y reconocer a los trabajadores como
ciudadanos. Por esto, el apoyo popular a Billinghurst no respondió a una ciega adhesión.

Es claro que el populismo trató de integrar procesos de democratización, industrialización y


un Estado autónomo, el énfasis en la existencia de sectores movilizados y emergentes y en su
manipulación, la ideología pluriclasista, la centralidad del Estado y la ausencia de
representación política propia de las nuevas clases o sectores sociales son características
claves. También es fundamental tener en cuenta los primeros populismos (Billinghurst,
Batlle, Irigoyen y Alessandri) e identificarlos como momentos transicionales entre el
gobierno oligárquico y los propiamente populistas. Aunque Gonzales no lo dice textualmente,
estos primeros populismos son una especie de “populismos incipientes” o “protopopulismos”.
Esto está detrás de identificarlos como momentos transicionales: no son populismos como tal.
Este fenómeno es determinante para las clases subalternas, puesto que es un medio por el cual
se hacen representar políticamente. En el gobierno de Billinghurst, las clases populares al no
sentir el Estado oligárquico como propio, lo percibieron como un adversario contra el que
había que enfrentarse para exigir y conseguir reivindicaciones mínimas que los hagan parte
del Estado. Tampoco es un proceso abrupto o espontáneo, sino que se “aprende” que es
resultado de un proceso de transición, no es una etapa que cancela a las anteriores. Lo mismo
es para los grupos dirigentes, puesto que al entrar el sistema oligárquico en crisis, las élites
buscan readecuar sus formas políticas y de relación con las clases subalternas, con el fin de
mantener su poder. Desde luego, en Latinoamérica el populismo surge en un momento de
bonanza exportadora, lo cual permitió el desarrollo de algunas industrias localizadas y
determinadas y solo posteriormente se inició una política de apoyo al sector industrial. La
propuesta de Gonzales es válida, se puede destacar su intento por analizar un proceso tan
complejo a partir de condiciones internas, ya que, aunque los populismos latinoamericanos
guarden una estrecha relación, lo cierto es que cada contexto es diferente. Pero ello implica, a
su vez, un mayor conocimiento: resulta necesario estudiar más casos dentro de los países
latinoamericanos. Definitivamente, el populismo no puede detentar una concepción única,
porque ello significa limitar su estudio, sin embargo siempre debe responder, entre otras, a la
pregunta ¿cómo se relaciona el Estado y la sociedad?

Referencia

Gonzales, O. (2007). Los orígenes del populismo latinoamericano: Una mirada diferente.
Cuadernos del CENDES, 24(66), 75-104.

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