Está en la página 1de 3

El populismo en Latinoamérica

Como resultado del proceso de industrialización que a lo largo de la década de 1930 había
experimentado América Latina, emergieron las clases medias y grupos populares conformados por
obreros que buscaban tener mayor participación en las decisiones políticas del momento.
Junto con el pueblo, aparecieron también líderes carismáticos, denominados populistas, que
aglutinaron, alrededor de su figura, a la masa para acceder al poder.
Si bien el populismo se apoya en las personas más necesitadas y dice representar sus intereses, en
realidad puede aglutinar a una variedad de tendencias y grupos sociales.
Definimos como populismo a una forma de hacer política, en la que generalmente no hay un sistema
ideológico ordenado o único, puede ser de derecha o de izquierda o una mezcla de varias posturas.
Lo importante es que el líder carismático sea capaz de movilizar a la masa para que voten por él y lo
mantengan en el poder.

El caso de Argentina
Juan Domingo Perón fue electo para su primer mandato entre 1946 y 1951. Su eslogan de campaña
fue: «Argentina para los argentinos». Apoyado en la figura carismática de su esposa, Eva Perón,
logró el apoyo de los obreros y del Ejército. La situación económica mundial era positiva para
Argentina (exportaba una gran cantidad de trigo y carne a la Europa devastada) y Perón alcanzó sus
metas. El país se industrializó, los salarios subieron, el presupuesto del Ejército también. Se
nacionalizaron las empresas de teléfono y tren y se mejoró la obra pública. Incluso pagó la deuda
externa.
El populismo – continúa Ianni – surgió durante la crisis del Estado oligárquico, caracterizado por ser
autoritario y paternalista. La dominación oligárquica estaba impregnada de elementos de clase o de
casta. Como contrapartida, la urbanización y la industrialización son los procesos que aceleran la
formación de la estructura de clases y hacen estallar el Estado oligárquico, luego de la formación
de algunos movimientos burgueses (batllismo, irigoyenismo, tenientismo) cuyo compromiso con sus
valores es uno de las señas de identidad del populismo.
Con la aparición de nuevas clases, especialmente la clase trabajadora, Ianni se pregunta ¿cuál es la
razón del éxito del populismo en América Latina? Al respecto, señala varias razones: porque no
representa una ruptura con el pasado político de la clase obrera, sino una etapa en su movimiento
político; porque aparece en el momento en que el Estado oligárquico sufre su derrumbe definitivo;
por su característica ideológica de buscar la (abierto o velado); porque la crisis del Estado
oligárquico dio paso al Estado burgués, sea democrático o dictatorial; y, finalmente, por su
nacionalismo político y económico. El populismo resulta ser, por tanto, la cara política del proyecto
económico de crecer “hacia adentro”.7 Finalmente, el populismo no es un movimiento homogéneo,
sino muy contradictorio.
La mayoría de los autores coinciden en que el populismo está más vinculado a un proceso de
urbanización que de industrialización, como producto de las crisis agrarias en países que luchan por
entrar en una etapa de modernización. En este sentido, como señala Francisco Weffort (1973), el
populismo es la expresión de un proceso de transición y crisis que se manifiesta tanto en el Estado
como en la estructura social. Las características más destacadas del populismo son: ausencia de
conciencia de clase e identificación con ideologías de superclase, sumisión emocional a liderazgos
personalistas y ausencia de representación política propia."paz social"; por el papel que juegan la
demagogia y el liderazgo como técnicas de reclutamiento político, pero también de politización; por
el predominio del autoritarismo.

Populism – continues Ianni – arose during the crisis of the oligarchic State, characterized by being
authoritarian and paternalistic. The oligarchic domination was impregnated with class or caste
elements. As a counterpart, urbanization and industrialization are the processes that accelerate
the formation of the class structure and explode the oligarchic State, after the formation of
some middle-class movements (batllismo, irigoyenismo, tenientismo) whose commitment to their
values ​is one of the hallmarks of populism.

With the appearance of new classes, especially the working class, Ianni wonders what is the reason
for the success of populism in Latin America? In this regard, he points out several reasons:
because it does not represent a break with the political past of the working class, but rather a
stage in its political movement; because it appears at the moment when the oligarchic State
suffered its final collapse; for its ideological characteristic of seeking "social peace"; because of
the role played by demagogy and leadership as techniques for political recruitment, but also for
politicization; by the predominance of authoritarianism (openly or veiledly); because the crisis of
the oligarchic State gave way to the bourgeois State, be it democratic or dictatorial; and, finally,
by its political and economic nationalism. Populism turns out to be, therefore, the political face of
the economic project of growing “inwards”.7 Finally, populism is not a homogeneous movement, but
rather a highly contradictory one.

Most authors agree that populism is linked more to a process of urbanization than to
industrialization, as a product of the agrarian crises in countries that are struggling to enter a
stage of modernization. In this sense, as Francisco Weffort (1973) points out, populism is the
expression of a process of transition and crisis that manifests itself both in the State and in the
social structure. The most outstanding characteristics of populism are: absence of class
consciousness and identification with superclass ideologies, emotional submission to personalist
leaderships, and absence of their own political representation.

As a result of the industrialization process that Latin America had experienced throughout the
1930s, the middle classes and popular groups made up of workers who sought to have a greater
participation in the political decisions of the moment emerged.
Along with the people, charismatic leaders also appeared, known as populists, who rallied the
masses around their figure to gain power.

Although populism leans on the people most in need and claims to represent their interests, in
reality it can bring together a variety of tendencies and social groups.
We define populism as a way of doing politics, in which there is generally no ordered or unique
ideological system, it can be from the right or from the left or a mixture of various positions. The
important thing is that the charismatic leader is capable of mobilizing the masses to vote for him
and keep him in power.

The case of Argentina


Juan Domingo Perón was elected for his first term between 1946 and 1951. His campaign slogan
was: "Argentina for the Argentines." Supported by the charismatic figure of his wife, Eva Perón,
he achieved the support of the workers and the Army. The world economic situation was positive
for Argentina (it exported a large amount of wheat and meat to devastated Europe) and Perón
achieved his goals. The country became industrialized, wages rose, and the Army budget as well.
The telephone and train companies were nationalized and public works were improved. He even paid
the foreign debt.

También podría gustarte