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: Qué influye en el éxito, ¿la suerte o el esfuerzo?

II.- Base Bíblica: Mateo 25:20-25; Jeremías 1:9

III.- Versículo para Memorizar:

"Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos"
 (Mateo 25:20)

IV.- Enseñanza Bíblica:

Con frecuencia hallamos personas, por todo el mundo, creyendo en el tarot, el horóscopo, los riegos y múltiples
prácticas que—consideran muchas personas—les traerán buena suerte y por ende, les abrirán las puertas del éxito.

Sin embargo, la realidad nos lleva a considerar que si algo contribuye decididamente al éxito personal es el trabajo y
que este principio se aplica también al crecimiento espiritual, que gira en torno a la permanencia en las manos del
amado Dios de poder.

Algunas características

Lo fundamental es que se aprovechen bien, tanto el tiempo como las oportunidades.

Dios nos concede múltiples posibilidades que, bien utilizadas, llevan a la realización personal y espiritual, y al éxito.
A esto se suma el sacar el mejor partido al tiempo libre, que de paso genera satisfacción en cada uno de nosotros.

Debemos sumar a nuestra existencia dos elementos esenciales que son la tenacidad y la constancia, que nos ayudan a
construir el presente y un mejor futuro.

Dios llama a personas ocupadas

Cuando volvemos sobre las páginas de la Biblia encontramos que Dios llamó a personas ocupadas, no a quienes se
mantenían perdiendo el tiempo. Noé, Abraham, Moisés, Gedeón, Jeremías, Ezequiel, Mateo, Juan, Lucas, son entre
otros, ejemplos de hombres que tuvieron sus ocupaciones y en medio de tales circunstancias, fueron llamados por el
Señor.

Ahora bien, Dios nos llama con un propósito y una misión. Ni usted ni yo existimos por accidente del universo. Por el
contrario, desde el momento en que nacemos Dios ya tiene un plan para nuestra existencia. Basta que nos sometamos
a Él.

A ésta disposición sumar cada día enormes cantidades de perseverancia porque obviamente, camino al éxito, surgirán
dificultades pero no podemos darnos por vencidos ni experimentar un revés en el proceso de ascenso. El desánimo es
un instrumento de Satanás. Los cristianos, frente a los aparentes fracasos, miramos oportunidades de salir adelante y
mirar más allá de los escollos.

Dios honra la laboriosidad

Es interesante notar que, además de llamar a personas ocupadas, Dios se honra y agrada con nuestra laboriosidad.

¿Recuerda acaso la parábola de los talentos que encontramos en el capítulo 25 de Mateo? Allí hay una clara
descripción de alguien que fue laborioso. Le dijo "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros
cinco talentos sobre ellos" (Mateo 25:20).

En cambio hubo quien no produjo nada, tal como lo leemos en los versículos 24 y 25.

Dios nos dio todas las capacidades para vencer. Recordemos que cuando llama a alguien, le da la provisión necesaria
para cumplir con la misión.

Así lo apreciamos cuando le hace el llamamiento a Jeremías; él le respondió:"He aquí, no se hablar", e


inmediatamente Dios salió al paso al decirle: "He aquí he puesto mis palabras en tu boca" (Jeremías 1:9). Con
Moisés, como recordará, ocurrió algo similar.

¿Desea triunfar en la vida y tener crecimiento personal y espiritual? No importa cuán ocupado esté. Dependa de Dios,
sobrepóngase a la dificultad y adelante.

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