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ANALISIS A GOUGH, I (2008) EL ENFOQUE DE LAS CAPACIDADES DE M.

NUSSBAUM:
Nussbaum, nos muestra la filosofía como una práctica compasiva destinada a complacer
las necesidades de los seres humanos, donde la ética helenística permite desarrollar la
capacidad de poder dedicar su vida a escribir o enseñar filosofía en la formulación de los
pensamientos y sentimientos más profundos, desarrollando las capacidades que le permiten
al ser humano cuidar de sí mismo y de su entorno, cuyo fin es luchar contra la desdicha
humana y en donde los grandes pensadores afirman que la filosofía es el arte que
necesitamos, un arte que se ocupa de los argumentos válidos y correctos, un arte
comprometido con la verdad sosteniendo y creando una comunidad de seres que pueden
hacerse cargo de la historia de su propia vida y de su propio pensamiento.

El principio filosófico que predomina en el modo de pensamiento griego, helenístico y


romano. Sócrates encarna esta manera de filosofar cuando interpela a la gente de la calle o
a los jóvenes del gimnasio y les dice: ¿te ocupas de ti mismo?

Aunque los problemas siguen siendo los mismos, las soluciones son bastante diferentes; en
algunos casos, opuestas al sentido platónico. Así, en los periodos helenístico y romano estar
preocupado de si no es, exclusivamente, una preocupación para la vida política, donde
todas las escuelas filosóficas helenísticas de Grecia y Roma-epicúreos, escépticos y
estoicos- concibieron la filosofía como un medio para afrontar las dificultades más penosas
de la vida humana. Veían al filósofo como un médico compasivo cuyas artes podían curar
muchos y abundantes tipos de sufrimiento humano, donde la resistencia, así considerada,
consiste en la invención de nuevas posibilidades de vida, en la constitución de modos de
existencia que permitan hacer de la vida una auténtica obra de arte, pues la tarea
fundamental de nuestro tiempo consiste en realizar aquel tipo de acción que tiene como fin
producir un nuevo tipo de subjetividad que permita liberarse a la vez del estado y del tipo
de individualización que está ligado a él, por lo cual, "debemos promover nuevas formas de
subjetividad por medio del rechazo de este tipo de individualidad que se nos ha impuesto
durante siglos, es aquí cuando esta tarea se ha vuelto urgente, fundamental, políticamente
conforme como las personas ven la vida y la forma de sobrevivir, es aquí donde llega lo
positivo de todo un proceso de resiliencia en donde se deben buscar estrategias para lograr
resolver todo tipo de problemas que se presentan a lo largo de la vida y para hacerlo
disponen de ciertos instrumentos en los cuales nosotros los seres humanos debemos trabajar
no para ver la vida color de rosa, si no para defendernos ante las dificultades que se
presenten, cabe considerar por otra parte que la resiliencia puede definirse como la
capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y
desarrollar competencia social, académica y vocacional, pese a que el individuo está
expuesto a un estrés grave o simplemente a las tensiones inherentes al mundo de hoy.
Se analiza el concepto de resiliencia en psicología, poniendo especial énfasis en autores
iberoamericanos que lo utilizan en sus investigaciones, cómo una confusión lógica de esta,
se desprende una conceptual de la que a su vez se desprende una metodología, para concluir
con una de interpretación que da como resultado una cadena de confusiones que al final del
camino nos permiten justificar por qué la resiliencia es un concepto que no es ni útil ni
pertinente para la psicología, en la que se evidencia según el autor, la inclinación de escribir
filosóficamente referente a la educación que modifica la experiencia razonando en una
filosofía de educación, como una enseñanza que nos prepara para el cambio y la práctica,
esto partiendo de una existencia única que está en constante modificación en la educación,
ya que está ligada al relato y casi siempre imperfecto de lo que somos o de aquello a lo que
aspiramos.

Es una obra en la que se evidencia según el autor, la inclinación de escribir filosóficamente


referente a la educación, que modifica la experiencia, razonando en una filosofía de
educación, como una enseñanza, que nos prepara para el cambio y la práctica, esto,
partiendo de una existencia única que está en constante modificación, la educación que está
ligada al relato, en ocasiones bloqueado o y casi siempre imperfecto, de lo que somos o de
aquello a lo que aspiramos. Se trata de un saber que obligatoriamente, encaminado a pensar
de otro modo.

Fou-cault habló de la posibilidad de un saber así configurado con estas palabras:

¿Qué valdría el empecinamiento en el saber, si solo hubiera de asegurar la adquisición de


conocimientos y no, en cierto modo y hasta donde se pueda, el extravió del que conoce?

La resiliencia es en gran medida adquirida y variable según continúa la vida y retardan los
tipos de problemas posibles. Mientras que la invulnerabilidad se concibe como un
condición estable de la persona, más que la resiliencia, una nueva expectativa en
psicopatología del progreso, facilita la firmeza ante la adversidad y le faculta para
responder inmediatamente.

Por otra parte, la resiliencia, incluye un carácter inseguro, situación, que se crea y se
mantiene en la reflexión, persona-situación, un cambio que establece el proyecto de vida de
cada uno. Este enfoque de la vulnerabilidad-invulnerabilidad, persiste en el ámbito de la
psicopatología y lleva a una intervención de tipo compensatoria los contextos y factores
negativos, en cambio, la resiliencia ha entrado con fuerza en otras áreas como la psicología
comunitaria, la educación y el trabajo social con la perspectiva de la optimización del
desarrollo individual y social.

Dentro de este orden el arte de vivir es la lucha constante de la vida del ser humano, que
revela nuestras preferencias éticas y nos obliga a revelar parte de nosotros mismos donde
conlleva la filosofía a su práctica y en donde este tipo de filosofía personal se refleja en
nuestra propia persona.
La felicidad humana, según Aristipo, consiste en librarse de toda inquietud, ser estoico es
ser humilde ante el éxito y ser resiliente ante el fracaso. Confrontando las concepciones de
inteligencia con las de resiliencia, encontramos que este comportamiento de la resiliencia
en el sujeto humano partiendo del paquete psicogenético inherente, los códigos de la cultura
y los saberes derivados del contexto, lo llevan a ser consciente de la situación polémica que
lo reta y lo pone en tensión frente a los "límites vitales" de que dispone, para que la
enfrente, la descifre, negocie o trance y re-construya, a partir de todo ello, una racionalidad
socialmente aceptable que le permitirá seguir en el escenario vital. Vemos que la estructura:
capacidad-adaptación-ambiente-finalidad, se reproduce con la misma regularidad que se da
en el proceso de operación de la inteligencia.

En conclusión, el proceso de convocación, activación y producto de la resiliencia no es más


que una forma de manifestación de la inteligencia en el ser humano, queda de manifiesto
entonces, que la resiliencia no es diferente a una ruta de inteligencia del ser, es una forma
de inteligencia a la que denominaremos, en el marco de esta discusión, como inteligencia
resiliente.

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