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Es un derecho autónomo: 

Porque es independiente del derecho subjetivo que se reclama en el


proceso, es decir de la pretensión. Por tanto, es instrumental de esta última. En efecto, lo que
busca el actor con su demanda es que la pretensión sea amparada. Por ello es un derecho
individual de carácter público. Aun cuando la pretensión sea privada.

Es un derecho abstracto: dado que solo en funcionamiento el aparato jurisdiccional mediante el


proceso. La acción la tienen todas las personas por el solo hecho de serlas, tengan o no razón,
obtengan o no una sentencia favorable.

ACCIÓN COMO DERECHO ABSTRACTO DE OBRAR: Sostenida por Mortara y define a la acción
dentro de esta teoría como un derecho que se tiene para provocar una función jurisdiccional con
fundamento o sin él esto es el derecho a una resolución favorable o desfavorable a quien haya
iniciado el proceso.

CHIOVENDA trata el concepto de acción no como una cosa, que el mismo esta construyendo
mediante las clasificaciones y distinciones que desarrolla en su análisis, sino como una cosa que
existe en sí, como un objeto empírico, que se busca descubrir en su realidad objetiva y material,
por lo que CHIOVENDA habla de la “visión de la íntima naturaleza de las cosas”.
El comportamiento de CHIOVENDA, no existe sin embargo, la tendencia de “entificare” , las
propias ideas, tomándolas por la realidad objetivas de las cosas. CHIOVENDA era hijo de su tiempo
por eso se habla de un tiempo procesalista y de un tiempo filosófico, por lo que las nuevas
tendencias filosóficas no habían penetrado (por lo que manejaba sus propias teorías filosóficas
particulares basadas en un sistema alemán, pero tomando este sistema con críticas) en este
entonces.
Los conceptos se construyen por inducción a partir de las datos que vienen suministrando por el
derecho positivo, de el se deriva el concepto de la doctrina alemana abstractamente con críticas
que los conceptos que las mismos alemanes habían elaborados.
TARELLO, afirma que el concepto de acción de CHIOVENDA es un fantasma, por lo que se dice que
no puede ser así, puesto que los conceptos no son fantasmas por lo tanto son construcciones
teóricas y elaboraciones abstractas (más no son ilusiones, ni visiones).
El caso de la acción de CHIOVENDA viene referida en la realidad y no en visiones (se da en un
sistema de derecho positivo) el concepto viene referido sobre el plano de la abstracción pura.
La acción y el derecho sustancial
Hay una mayor referencia al contenido del concepto de acción, hay puntos fundamentales entre la
acción y el derecho sustancial, que en medio de la acción el derecho sustancial se hace valer en
juicio.
CHIOVENDA habla que la acción por su naturaleza, no presupone necesariamente un derecho
subjetivo para defender, pero sucede que una otra vez la voluntad del particular se encuentra en
dicha relación con la voluntad colectiva, la iniciativa particular es necesaria para provocar la
actuación de la voluntad colectiva (ósea del derecho), por lo que dice TARUFFO que este concepto
tiene que ver más con el principio de la demanda que con el derecho de acción.
Se habla de: voluntad colectiva versus voluntad individual
La acción debe ser considerada como una figura jurídica autónoma, necesariamente coordinada
con un interés, pero no necesariamente coordinada con otro tipo de derecho, criticando la teoría
abstracta de la acción dice que no existe un derecho de obrar independiente, de un efectivo
derecho privado o de un interés en una sentencia favorable, lo que no parece una definición entre
la acción, el
interés y el derecho sustancial. La mera posibilidad de obrar le corresponde a los ciudadanos, en
una condición del derecho de obrar.
Además se subraya que junto con la injusta sentencia afirma o niega también el derecho de obrar,
con lo cual se niega la distinción entre acción y derecho sustancial, por lo que no habría autonomía
del derecho de obrar.

La acción dentro del sistema

Se habla de acción dentro de un sistema de derecho, se habla de que la acción puede ser
reconducida por un sistema de “proceso”, por lo que el concepto de acción en la elaboración
chiovendiana cumple un rol con el concepto jurídico procesal y el sistema de los derecho
sustanciales.
El propósito es poner la acción en el sistema general de los derechos (dentro de los sistemas de los
derechos sustanciales), por lo que es elaborado en medio de la clasificación de los derechos
sustanciales, está heredada de la pandectística y de la postpandectistica alemana.
El derecho de acción dentro de este sistema viene hacer una casilla sistemática que contiene la
base de un solo elemento de la analogía entre el derecho de acción y los demás derechos
potestativos, constituidos por la capacidad de producir efectos, en la esfera jurídica de otros
sujetos; el poder de querer los efectos jurídicos, no parece una explicación, particularmente clara,
por lo que se dice que no se puede encontrar analogía útiles entre el derecho de acción.
Por lo que CHIOVENDA termina diciendo que la acción no esta dirigida a producir efectos jurídicos,
como ocurre con los otros derechos potestativos, si no hacer corresponder el estado de hecho al
estado de derecho, con esto se pierde la analogía que sostendría, la reconducción de la acción, a la
categoría de derechos potestativos pero esta reconducción termina, en similitudes bastantes
débiles, frente a diferencias muy relevantes, que se vuelven muy precaria la operación sistemática
consistente en colocar el derecho de acción en la casillas de los derechos potestativos.
Utilidad en cuanto al análisis histórico del derecho de acción
La doctrina nacional (en Italia) habla del derecho de acción, como un ente de la realidad factitivo
(no encontramos un estudio sincrónico-histórico sino diacrónico)
Interna: advierte la contemporaneidad del mismo fenómeno, en Italia y Alemania (como
expresiones históricas independientes)
Perspectiva sincrónica:
Externa: relaciona el fenómeno de acción como institución propia del derecho procesal

El fenómeno de la teoría de los derecho subjetivos, dentro de los cuales se ubicó, la acción como
derecho potestativo.
Utilidad en cuanto representa una nueva alternativa, epistemológica del derecho procesal.
Con esto se muestra epistemológicamente que ha cambiado el concepto procesal (el estudio) y la
producción del conocimiento en la materia.
Es usual distinguir entre:
Estudios históricos, dogmáticos y prácticos
(Como tres categorías independientes)
Aquí se muestra las categorías dogmáticas, como entes invariables en el tiempo, prestada de una
época y otra, sin detenerse en el entorno preciso, de cada ordenamiento y de cada momento
histórico; se habla entonces de un derecho vivo, sobre operadores jurídicos y académicos
(prácticos), sobre un fin que es la eficiencia y la economía procesal.
“Todo en derecho es histórico y se debe reconocer en cada institución jurídica su propia
historicidad”.
La alternativa epistemológica, que se advierte en la forma que se desarrolla, consiste en que se
puede separar esta tricotomía:
Dogmática, histórica y práctica
Tres facetas de fenómenos jurídicos, como compartimientos separados)
La reflexión que se hace, sobre esta construcción de la acción como categoría dogmática, tiene
relación con el funcionamiento de los sistemas procesales, mediante la experiencia histórica entre
Italia, Francia y América Latina (en relación con la misma institución), (demuestran interrelaciones
dogmáticas, históricas y la practicas).
Se busca mediante nuevas acciones ya sean constitucionales o de filosofía del derecho, que
permiten hablar del proceso constitucional, de esta forma se hace necesario que exista una nueva
forma de producir el conocimiento del derecho procesal (con esto el derecho procesal no puede
permanecer estático).
Es necesario cambiar las construcciones dogmáticas y que ese cambio se haga y se ponga a la
moda con el proceso civil contemporáneo.
Con este cambio y esta sincronización de las instituciones procesales entre (dogmática, práctica, e
historia) se busca perfeccionar la práctica judicial con el moderno proceso civil. Es un modelo
entre las múltiples posibilidades que se pueden intentar para lograr ese objetivo de construir una
relación creativa, osea una sinergia entre... [teoría y práctica Judicial].

Críticas a la teoría chiovendiana de acción:

1. HUGO ROCCO, afirma en su critica que no es posible del todo de que sea potestativa la acción,
por general del derecho es imperativo si consta de mandatos o prohibiciones es infalible que no
pueda existir los llamados derechos potestativos, por que de todo mandamiento o prohibición
deriva un derecho y una obligación jurídica correspondiente, lo potestativo son facultades del
género de los derechos subjetivos a lo que comprende la obligación de forma genérica.

2. D'ONOFRIO, afirmó que CHIOVENDA define la acción como poder jurídico de dar vida a la
condición para la actuación de la voluntad de la ley; cosa distinta afirma este autor y dice que esa
condición es la actuación para que sea procesal, pero  CHIOVENDA expone que la actuación de la
existencia a favor del actor (acción es lo mismo que acción fundada), entonces acción y acción
fundada serían un duplicado inútil del concepto de acción, porque sería lo mismo como la simple
facultad jurídica.

ACCIÓN Y PRETENSIÓN
   Hoy continuaremos nuestros conocimientos referentes a la Acción, las diferentes posturas de los
autores y las diversas críticas que encontramos al respecto, lo más importante del estudio de ellas,
es llegar a determinar los elementos fundamentales de cada una y al mismo tiempo poder
comprender en que derivaron las críticas a cada una de ellas, ahora procederemos a estudiar
la Critica de la Doctrina hecha por Devis Echandia a la Teoría de la acción como derecho concreto
de obrar, que fue la última teoría que vimos.

Critica a la doctrina:
     Para Devis Echandia  al condicionar la acción a la sentencia favorable, se llega lógicamente a
concluir que el negar el juez las pretensiones del actor, está negando la acción, lo que viene a ser
inexacto.

TEORÍA DE LA ACCIÓN COMO DERECHO ABSTRACTO DE OBRAR

     Degenkolb, nos dice que la acción es dada no solo a quien tiene razón, sino a cualquiera que se
dirija al juez en demanda de una decisión sobre una pretensión.  La acción puede ser deducida aun
por quien esté equivocado y por ello es abstracta, agregando que la acción no es un derecho sino
una simple facultad.
Es decir que no importa el contenido de la resolución, sino la resolución que profiera el órgano
competente, este derecho corresponde también a quien no tiene razón, haciendo abstracción del
fundamento de la demanda.

CHIOVENDA Y LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMO DERECHO POTESTATIVO


     Para e fundador de la escuela italiana de Derecho Procesal, la acción es: EL PODER DE DAR VIDA
A LA CONDICION PARA LA ACTUACION DE LA VOLUNTAD DE LA LEY”. Dicho concepto tiene una
estrecha conexión con el de lesión de los derechos, por lo que la acción es uno de los derechos
que pueden nacer de la lesión de un derecho.
Para Chiovenda, la acción es autónoma, agrega que, normalmente, la actuación de la ley depende
de una condición: la manifestación de voluntad de un particular y se dice que esta particular tiene
acción.
El (el actor) tiene el poder jurídico de provocar con su demanda la actuación de la voluntad de la
ley, los órganos públicos proveen a la actuación de la ley, solamente previa petición de una parte
(nemo iudex sine actore) lo cual quiere decir, No hay juicio sin actor.  Chiovenda estima a la acción
como Derecho concreto de obrar.

La acción es un derecho “contra” el adversario “frente” al Estado: poder jurídico que corresponde


frente al adversario. El adversario no está obligado a ninguna cosa frente a este poder; está
simplemente sujeto a él.

La acción es un poder jurídico de la categoría de los derechos potestativos: En muchos casos la ley
concede a alguno el poder de influir con la manifestación de su voluntad en la condición jurídica
de otro, sin el concurso de la voluntad de este.  Lo que produce un estado de sujeción.

Naturaleza jurídica de la acción:  Chiovenda afirma que la acción tiene naturaleza privada o


pública, según la naturaleza de la voluntad de la ley, ya que siendo un poder coordinado a la tutela
de un interés, toma la naturaleza de este.

Critica de esta doctrina:


1)      Respecto a la naturaleza de la acción, Devis Echandia indica que Chiovenda olvido que la acción
no puede ser separada del funcionario que representa al Estado, de manera que su naturaleza no
puede ser privada, sino publica.
2)      Para Hugo Alsina, la acción no es concreta porque el juez al determinar el contenido se va a guiar
únicamente por el convencimiento que se forma en el curso del proceso a base de elementos
objetivos de hecho y de derecho y de los cuales aquella (la acción) resulta fundada o infundada.
3)      Para Alvarado Velloso sigue haciendo depender la existencia misma del derecho de acción de la
violación de un derecho material.

LA ACCIÓN FUERA DEL CAMPO DEL DERECHO PROCESAL DE JAIME GUASP


     Para Jaime Guasp, la Teoría de la Acción, se propone averiguar la esencia jurídica, del poder en
virtud del cual las partes engendran objetivamente un proceso, el derecho que justifica la
actuación de las partes, el por qué jurídico de que un particular pueda poner en marcha
válidamente, a los tribunales de justicia.

Que el derecho de acudir ante los tribunales, no es un derecho de naturaleza procesal, sino un
supuesto del proceso.    El profesor Jaime Guasp, resume su concepción en la siguiente fórmula:
Concedido por el Estado el poder de acudir a los tribunales de justicia para formular pretensiones:
derecho de acción, el particular puede reclamar cualquier bien de la vida, frente a otro sujeto
distinto, de un órgano jurisdiccional; pretensión procesal, el correspondiente proceso, el cual
tendrá como objeto aquella pretensión.

Critica a la doctrina:
     A Devis Echandia le parece inconveniente la sustitución del concepto de acción por el de
pretensión, no solo se crea confusión respecto del concepto de acción sino también sobre el
concepto de pretensión, que como algo separado completamente de la acción, pero contenido
igualmente en la demanda, es patrimonio definitivo del derecho procesal.   La pretensión procesal
no pone en movimiento el organismo jurisdiccional.

LA ACCIÓN COMO INSTANCIA PROYECTIVA O NECESARIAMENTE BILATERAL DE ADOLFO


ALVARADO VELLOSO

     El profesor Argentino siguiendo a su maestro Humberto Briseño Sierra, parte del concepto de
instancia, a la que define como: “la instancia por la cual toda personas puede ocurrir ante la
autoridad para presentar una pretensión que no puede ser satisfecha directamente por esta sino
por una tercera persona que, por lo tanto, deberá integrar necesariamente la relación dinámica
que se origine con tal motivo”.

La queja:     Es la instancia dirigida al superior jerárquico de la autoridad de interviene con motivo


de una petición, mediante la cual el particular pretende el control de la inactividad que le causa
perjuicio y, comprobado ello, la imposición de una sanción al inferior.    
La denuncia:     Es la participación de conocimiento que un particular efectúa a la autoridad para
que ella actué, Por ejemplo: una persona se presenta ante la policía para denuncia la comisión de
un delito.

La acción procesal:     Es la instancia por la cual toda persona puede ocurrir ante la autoridad para
presentar una pretensión que no puede ser satisfecha directamente por esta sino por una tercera
persona que, por tanto, deberá integrar necesariamente la relación dinámica que se origina con tal
motivo.

De todo lo anterior Adolfo Alvarado Velloso, manifiesta que. “la acción procesal es la instancia
proyectiva o necesariamente bilateral”.  

Concluye el profesor Alvarado Vellos, que este fenómeno jurídico que describe, se muestra como
único, inconfundible e irrepetible en el mundo del derecho, llegándose así a la formulación de un
concepto lógico que no puede ser mas necesario y simple: la acción procesal, como la instancia
proyectiva o necesariamente bilateral.

LA ACCIÓN SEGÚN HERNANDO DEVIS ECHANDIA

     El derecho público, cívico, subjetivo, abstracto y autónomo que tiene toda persona, natural o
jurídica, para obtener la aplicación de la justicia del Estado a un caso concreto, mediante una
sentencia y a través de un proceso con el fin de obtener la declaración, la realización, la
satisfacción coactiva o la protección cautelar de los derechos o relaciones jurídico-materiales,
consagrados en el derecho objetivo, que pretende tener quien la ejercita.

a)      Es una actividad jurídica por naturaleza:  La acción es una actividad jurídica por naturaleza puesto
que origina relaciones jurídicas, derechos y obligaciones.  Es un derecho subjetivo. Pertenece a
todas y a casa una de las personas físicas o jurídicas.
b)     Es un derecho autónomo, subjetivo, individual, publico, vicio y abstracto: Este derecho pertenece
al grupo de los derechos cívicos, cuya raíz se encuentra en las garantías constitucionales del
particular frente al Estado, cuyo origen puede ser el común a todos los derechos del petición a la
autoridad, pero que se diferencia fundamentalmente de estos por su contenido, su objeto, fines,
la calidad de los funcionarios ante quienes debe formularse, las relaciones jurídicas que de su
ejercicio se deducen, la obligatoriedades y, por lo general, la inmutabilidad de las decisiones que
normalmente agotan su interés.
c)      Protege primordialmente el interés público y general, y solo secundariamente el interés privado
del actor:  El interés que protege es, publico y general (interés del Estado). Solo secundariamente
o en forma mediata persigue la protección del interés privado del actor.
d)     El demandado no es sujeto de la acción, sino de la relación jurídico procesal. El derecho de
contradicción. La acción jamás se dirige al demandado ni contra el demandado:  El demandado, no
es sujeto de acción, pero si sujeto pasivo de la pretensión. Por lo que, lo que se dirige en contra
del demandado es la pretensión del demandante.
e)      Se distingue del derecho material subjetivo y de la pretensión: La acción se distingue nítidamente
del derecho material subjetivo y también de la pretensión que con aquella se busca satisfacer, que
aparece en las peticiones de la demanda.
f)       Pertenece a toda persona material o jurídica, por existir siempre un interés público que le sirve
de causa y fin: El particular piensa en su interés individual y privado, sin el cual en la mayoría de los
casos no ejercitaría la acción.

     Por eso tiene interés suficiente en el ejercicio de la acción toda persona por el solo hecho de
ejercitarla, porque al hacerlo esta afirmando que existe la necesidad de la actividad jurisdiccional
por cualquiera de esos motivos.    Lo que significa que el interés para obrar y la legitimación en la
causa son ajenos a la acción.

LA ACCIONCOMO DERECHO CÍVICO: EL DERECHO A LA JURISDICCIÓN, EDUARDO COUTURE.

     El maestro uruguayo, enmarca a la acción dentro de los derechos cívicos, inherentes al
hombre.  Es por ello que cuando el hombre se siente objeto de una injusticia, de algo que él
considera contrario a su condición de sujeto de derechos, no tiene más salida que acudir ante la
autoridad.    El maestro Couture, dice que la acción es: “El poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamar la satisfacción de una pretensión”.
Esta tesis manifiesta que el presupuesto necesario es la jurisdicción, y ella tiene que existir para
que existan la acción y el proceso.

LA ACCIÓN COMO EL PODER JURIDICO DE FORMULAR Y MANTENER UNA PRETENSIÓN.

     Para el profesor argentino Fernando de la Rúa, la acción es esencialmente un poder jurídico. 
Ese poder jurídico sirve a un solo efecto: postular imperativos, afirmar el derecho, manifestarlo
ante la justicia.  El contenido de la postulación, la aspiración expresada, es la pretensión.  Bajo ese
aspecto se puede decir que la acción es el poder jurídico de formular pretensiones.
El poder de acción puede ser utilizado para hacer valer pretensiones de contenido público o
pretensiones de contenido privado.
De la Rúa finaliza afirmando que la acción es:  “El poder jurídico de hacer valer una pretensión
ante el órgano jurisdiccional”.  NATURALEZA JURÍDICA

Derecho de Petición:     El maestro Couture afirma que el derecho de petición fue, en su


formulación originaria, un derecho privado.  Luego adquirió, en notorios textos de derecho
constitucional. Es un derecho de petición, de naturaleza constitucional.   La acción forma parte del
Derecho de petición.

Derecho de acceso a la jurisdicción:   Para Humberto Quiroga Lavié el derecho a la jurisdicción es la


acción judicial.  El derecho a la jurisdicción opera como garantía de eficiencia de todos los otros
derechos subjetivos reconocidos en el ordenamiento jurídico.

En este sentido se pronuncia Montero Aroca, al manifestar que: “la acción se concibe ahora como
el derecho a la actividad jurisdiccional, a que en el proceso se llegue a dictar una sentencia sobre
el fondo del asunto, sea cual fuere el contenido de esta.

Su objeto no es la sentencia favorable, sino solo la sentencia sobre el fondo del asunto.   De lo
anterior se desprende que las tres instituciones mencionada (acción - jurisdicción - proceso) están
íntimamente vinculadas, pues si una no se concibe las otras y no estaríamos hablando de
administración de justicia.  
LA ACCIÓN COMO GARANTIA CONSTITUCIONAL

     El derecho al acceso a la justicia no solo es un presupuesto, sino que también es una garantía
constitucional.  Nuestra constitución política contempla lo anterior en los artículos 1 y 2, de la
siguiente forma: Articulo 1 Protección a la persona y Articulo 2 Deberes del Estado.

Por lo que el derecho al proceso nace con la acción, siendo esta la llave que abre el acceso al
mismo.  Lo anterior se desprende de lo regulado en el artículo 29 de la constitución, en cuanto
establece que toda persona tiene libre acceso a los tribunales, dependencias y oficinas del Estado,
para ejercer sus acciones y hacer valer sus derechos de conformidad con la ley.

LA ACCIÓN Y JURISDICCIÓN

     Para el profesor Hugo Alsina, jurisdicción, acción y proceso, son conceptos correlativos que
integran los tres capítulos fundamentales del Derecho Procesal, cuyo contenido no es otro que el
conjunto de normas que regulan la actividad jurisdiccional del Estado, habiendo correspondencia
entre acción y jurisdicción, lo cual puede señalarse bajo tres aspectos:
1)      La iniciación de la actividad jurisdiccional se refleja en la máxima nemo iudex sine actore, como
consecuencia del principio dispositivo, según el cual es necesaria una manifestación de voluntad
expresada mediante la acción para que el juez tenga conocimiento de la litis.
2)      La prohibición del juez de proceder de oficio en la instrucción del proceso, que se concreta en la
máxima ne procedat iudex ex officio. Lo que significa: “No hay juicio sin parte que la promueva”.
3)      En la sentencia, el juez debe sujetarse a dos enunciados, debe fallar solo la cuestión sometida a
su juicio y solo sobre ella; y juzgar solo elementos de hechos alegados por las partes.

     Es por ello que debemos tener presente que acción es actividad y que ella no se concreta a la
iniciación del proceso - como nos lo indica Chiovenda - sino que se despliega durante todo su
curso, tanto por actor como por el demandado.

Las tres instituciones mencionadas (acción, jurisdicción y proceso) están íntimamente vinculadas,
pues sin una no se conciben las otras dos y no estaríamos hablando, entonces, de administración
de justicia.
Para concluir, se puede afirmar que la acción es una garantía constitucional, mediante la cual se
requiere la intervención del órgano jurisdiccional para la protección de una pretensión jurídica.

Acción y Jurisdicción, son por lo tanto, conceptos que se corresponden y que llevados a un ultimo
análisis puede afirmarse que La acción es el instrumento idóneo para el derecho a la jurisdicción.

TEORÍA DE DEVIS
Expresa Devis Echandía que ejecutar sentencia es ob tener una sentencia que se acomode a la
verdad y al derecho, es cuestión de interés social, cualquiera que sea la rama del derecho objetivo
a que corresponda la cuestión que constituye el objeto del proceso: penal, civil, laboral, etc.

TEORIA DE COUTURE

Como alguno de los significados actuales de la palabra acción en el derecho procesal citaremos al
procesalista uruguayo Eduardo Couture que señala que “[…] la acción es el poder jurídico que
tiene todo sujeto de derecho de acudir ante los órganos jurisdiccionales para reclamarles la
satisfacción de una pretensión.”

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