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Infecciones Urinarias
Infecciones Urinarias
bacterianas
Por Talha H. Imam, MD, Assistant Clinical Professor in Internal Medicine and
Nephrology, University of Riverside School of Medicine; Attending Physician,
Department of Nephrology, Kaiser Permanente
INFORMACIÓN:
para pacientes
Entre los adultos de 20 a 50 años, las infecciones urinarias son unas 50 veces más
frecuentes en las mujeres. En las mujeres de este grupo etario, la mayoría de las infecciones
urinarias son cistitis o pielonefritis. En los hombres de la misma edad, la mayoría de las
infecciones urinarias son uretritis o prostatitis. La incidencia de las infecciones urinarias
aumenta en los pacientes de más de 50 años, pero la relación entre mujeres y varones
afectados disminuye debido al aumento de la frecuencia de hiperplasia prostática y de
instrumentaciones en los hombres.
Fisiopatología
El tracto urinario, desde los riñones hasta el meato uretral, normalmente es estéril y resistente a la
colonización bacteriana a pesar de la frecuente contaminación de la uretra distal con bacterias del colon.
La principal defensa contra la infección del tracto urinario es el vaciado completo de la vejiga durante la
micción. Otros mecanismos que mantienen la esterilidad del tracto son la acidez de la orina, las válvulas
vesicoureterales, y diversas barreras inmunitarias y de las mucosas.
Aproximadamente el 95% de las infecciones urinarias se produce cuando las bacterias ascienden por la
uretra hasta la vejiga y, en el caso de la pielonefritis, por el uréter hasta el riñón. Los casos restantes son
de origen hematógeno. Una infección urinaria puede producir un cuadro sistémico, especialmente en los
ancianos. Un 6,5% de los casos de bacteriemia intrahospitalarias pueden atribuirse a una infección
urinaria.
Las raras infecciones urinarias que se producen en hombres de 15 a 50 años suelen afectar a hombres
que tienen relaciones sin protección por vía anal o en aquellos que no están circuncidados, y en general
se consideran no complicadas. Las infecciones urinarias en hombres de este grupo etario que no tienen
relaciones sin protección por vía anal o están circuncidados son muy raras y, aunque también se
consideran no complicadas, demandan una evaluación en busca de anomalías urológicas.
El paciente tiene una anormalidad estructural o funcional de las vías urinarias y obstrucción del
flujo de orina.
Una enfermedad concomitante que aumenta el riesgo de adquirir la infección o resistencia al
tratamiento, como diabetes mal controlada, enfermedad renal crónica o inmunodepresión.
Instrumentación o cirugía reciente de las vías urinarias
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para el desarrollo de infecciones urinarias en mujeres son:
Relaciones sexuales
Uso de diafragma y espermicidas
Administración de antibióticos
Nueva pareja sexual en el último año
Antecedentes de infecciones urinarias en mujeres con parentezco de primer grado entre sí
Antecedentes de infecciones urinarias recurrentes
Primera infección urinaria a temprana edad
Incluso el uso de preservativos recubiertos con espermicidas aumenta el riesgo de estas infecciones en
mujeres. El riesgo de infección asociado con antibióticos o espermicidas en las mujeres probablemente
se relacione con la alteración de la flora vaginal, lo que permite el sobrecrecimiento de Escherichia coli.
En mujeres ancianas, la contaminación del periné debida a la incontinencia fecal aumenta también el
riesgo.
Las anomalías anatómicas, estructurales y funcionales son factores de riesgo para las infecciones
urinarias. Una consecuencia común de las anomalías anatómicas es el reflujo vesicoureteral (RVU), que
se presenta en el 30 a 45% de los niños pequeños con IU sintomáticas. El reflujo vesicoureteral es
causado por un defecto congénito que produce la incompetencia de la válvula ureterovesical. El reflujo
vesicoureteral también puede ser adquirido en pacientes con vejiga flácida por una lesión de la médula
espinal o después de una cirugía del tracto urinario. Otras anomalías anatómicas que predisponen a las
infecciones urinarias son las válvulas uretrales (una anomalía obstructiva congénita), el retraso en la
maduración del cuello vesical, los divertículos vesicales y las duplicaciones de la uretra.
Las anomalías estructurales y funcionales del tracto urinario que predisponen a las infecciones
generalmente involucran la obstrucción del flujo urinario y el mal vaciamiento vesical. El flujo de orina
puede estar comprometido por la presencia de cálculos y tumores. El vaciamiento de la vejiga puede
estar disminuido por una disfunción neurogénica (ver Vejiga neurogénica), embarazo, prolapso uterino,
cistocele e hiperplasia prostática. Por lo general, las IU debidas a factores congénitos se manifiestan
durante la niñez. La mayoría de los demás factores de riesgo son más comunes en los ancianos.
Otros factores de riesgo para las infecciones urinarias incluyen la instrumentación (p. ej., cateterismo
vesical, colocación de tutor, cistoscopia) y las cirugías recientes.
Etiología
Las bacterias que causan cistitis y pielonefritis con mayor frecuencia son las siguientes:
En tractos urinarios normales, las cepas de Escherichia coli con factores de adhesión específicos para
el epitelio de transición de la vejiga y los uréteres son responsables del 75 a 95% de los casos. Los
demás patógenos urinarios granmegativos son generalmente otras enterobacterias,
típicamente Klebsiella o Proteus mirabilis, y en ocasiones Pseudomonas aeruginosa. Entre las bacterias
grampositivas, se aísla Staphylococcus saprophyticus en el 5 al 10% de las infecciones urinarias
bacterianas. Las bacterias grampositivas que se aíslan con menor frecuencia son Enterococcus
faecalis (estreptococos del grupo D) y Streptococcus agalactiae (estreptococos del grupo B), que pueden
ser contaminantes, sobre todo si se aislaron de pacientes con cistitis no complicada.
Clasificación
Uretritis
La infección de la uretra causada por bacterias (o por protozoos, virus u hongos) se produce cuando los
microorganismos que logran acceder a este órgano colonizan en forma crónica o aguda las numerosas
glándulas periuretrales en las porciones bulbar y péndula de la uretra masculina y en toda la uretra
femenina. Los patógenos de transmisión sexual Chlamydia trachomatis (ver Infecciones en mucosas por
clamidias, micoplasmas y ureaplasmas), Neisseria gonorrhoeae (ver Gonorrea), Trichomonas
vaginalis (ver Tricomoniasis) y virus herpes simpleson causas frecuentes en ambos sexos.
Cistitis
La cistitis es la infección de la vejiga. Es común en las mujeres, en quienes los cuadros de cistitis no
complicada suelen estar precedidos por relaciones sexuales (cistitis de la luna de miel). En los varones,
la infección bacteriana de la vejiga suele ser complicada y ocurrir como resultado de una infección
ascendente de la uretra o la próstata, o secundaria a una instrumentación uretral. La causa más común de
cistitis recurrente en varones es la prostatitis bacteriana crónica.
Se han propuesto causas no infecciosas, pero los elementos de prueba no son concluyentes, y la mayoría
de las causas no infecciosas en general producen poca o ninguna piuria. Las posibles causas no
infecciosas incluyen anomalías anatómicas (p. ej., estenosis uretral), anomalías fisiológicas (p. ej.,
disfunción muscular del piso pélvico), desequilibrios hormonales (p. ej., uretritis atrófica), traumatismos
localizados, síntomas del sistema gastrointestinal, e inflamación.
Bacteriuria asintomática
La bacteriuria asintomática es la ausencia de signos o síntomas de IU en pacientes cuyo urocultivo
satisface los criterios para la misma. Puede aparecer piuria o no. Debido a que es asintomática, esta
bacteriuria se detecta principalmente en pacientes de alto riesgo sometidos a pruebas de cribado o
cuando se realiza un urocultivo por otras razones.
El rastreo de la bacteriuria asintomática está indicado para las personas con riesgo de complicaciones si
la bacteriuria no es tratada. Estos pacientes incluyen
Ciertos pacientes (p. ej., las mujeres menopáusicas, los pacientes con diabetes controlada, los pacientes
con objetos de uso continuo en las vías urinarias tales como tutores, tubos de nefrostomía y sondas
permanentes) a menudo tienen bacteriuria asintomática persistente, y a veces piuria. Sin embargo, en
estos pacientes no se realiza cribado porque tienen un bajo riesgo de infección urinaria complicada
debido a la bacteriuria, y por lo tanto no requieren tratamiento. Además, en pacientes con sondas
permanentes, el tratamiento a menudo no elimina la bacteriuria y sólo conduce al desarrollo de
microorganismos altamente resistentes a los antibióticos.
Pielonefritis aguda
La pielonefritis es la infección bacteriana del parénquima del riñón. El término no debe utilizarse para
describir la nefropatía tubulointersticial, a menos que esté documentada la infección. En las mujeres,
aproximadamente un 20% de las bacteriemias extrahospitalarias se deben a pielonefritis. Esta patología
es rara en los varones con tracto urinario normal.
En el 95% de los casos de pielonefritis, la causa es el ascenso de las bacterias a través del tracto urinario.
Aunque las obstrucciones (estenosis, cálculos, tumores, vejiga neurogénica, reflujo vesicoureteral)
predisponen a la pielonefritis, la mayoría de las mujeres con esta patología no presenta defectos
funcionales ni anatómicos. En los hombres, la pielonefritis se debe siempre a algún defecto funcional o
anatómico. La cistitis sola o los defectos anatómicos pueden causar reflujo. El riesgo de ascenso de las
bacterias aumenta en gran medida cuando está inhibido el peristaltismo del uréter (p. ej., en el embarazo,
por una obstrucción, por endotoxinas de bacterias gramnegativas). La pielonefritis es común en mujeres
jóvenes y embarazadas después del cateterismo de la vejiga.
El riñón afectado suele tener un tamaño aumentado debido a los polimorfonucleares inflamatorios y el
edema. La infección es focal y en parches, comienza en la pelvis y la médula y se extiende dentro de la
corteza como una cuña. Aparecen células mediadoras de la inflamación crónica en unos días, y pueden
desarrollarse abscesos medulares y subcorticales. Es común que haya tejido parenquimático normal entre
los focos infecciosos.
La necrosis papilar puede ser evidente en la pielonefritis aguda asociada con diabetes, obstrucción,
anemia falciforme, pielonefritis en trasplantes renales, pielonefritis debida a candidiasis o nefropatía por
analgésicos.
Aunque la pielonefritis aguda a menudo se asocia con fibrosis renal en los niños, en adultos no se
detectan fibrosis similares en ausencia de reflujo u obstrucción.
Signos y síntomas
Los ancianos, así como los pacientes con vejiga neurogénica o sondas permanentes, pueden presentar
sepsis y delirio, sin síntomas que remitan al tracto urinario.
Cuando aparecen síntomas, pueden no correlacionarse con la ubicación de la infección dentro del tracto
urinario debido a que hay una considerable superposición; sin embargo, son útiles algunas
generalizaciones.
En la uretritis, los síntomas principales son la disuria y, especialmente en los hombres, la secreción
uretral. Las secreciones pueden ser purulentas, de color blanquecino o mucoides. Las características de
la secreción, como la cantidad de pus, no diferencian de manera confiable la uretritis gonocócica de la no
gonocócica.
La aparición de la cistitis suele ser abrupta, típicamente con polaquiuria, tenesmo vesical y ardor o dolor
en la micción, que en general es de volúmenes pequeños de orina. Es común la nocturia, con dolor
suprapúbico y a veces lumbar. La orina a menudo es turbia, y puede aparecer hematuria microscópica (o
rara vez macroscópica). Puede aparecer febrícula. Se observa neumaturia (salida de aire con la orina)
cuando la infección está producida por una fístula vesicoentérica o vesicovaginal, o por una cistitis
enfisematosa.
En la pielonefritis aguda, los síntomas pueden ser los mismos que los de la cistitis. Un tercio de los
pacientes presenta polaquiuria y disuria. Sin embargo, en la pielonefritis en general se incluyen
escalofríos, fiebre, dolor lumbar, dolor abdominal en cólicos, náuseas y vómitos. Si no hay defensa
abdominal o ésta es leve, a veces es posible palpar un riñón sensible y de tamaño aumentado. En el lado
afectado, suele presentarse sensibilidad a la percusión en el ángulo costovertebral. En la infección
urinaria en los niños, los síntomas en general son escasos y menos característicos.
Diagnóstico
Análisis de orina
A veces, urocultivo
Obtención de la orina
Si se sospecha la presencia de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), se obtiene una muestra de
hisopado uretral para detectarla antes de la micción. La orina luego se obtiene por toma limpia o
cateterismo.
Para obtener una muestra limpia del chorro medio de orina, el meato uretral se limpia con un
desinfectante suave no espumoso y se seca al aire. Debe minimizarse el contacto del chorro de orina con
la mucosa, separando los labios en la mujer y retrayendo el prepucio en los varones no circuncidados.
Los primeros 5 mL de orina se descartan; los siguientes 5 a 10 mL se recogen en un recipiente estéril.
En las mujeres de edad avanzada (que suelen tener dificultad para obtener una muestra limpia) y en
aquellas con sangrado o secreciones vaginales, se prefiere una muestra obtenida por cateterismo.
Muchos especialistas utilizan la sonda también para obtener una muestra si la evaluación incluye un
examen ginecológico. El diagnóstico de los pacientes con sondas permanentes se comenta en otra
sección (ver Infecciones urinarias asociadas con catéter (IUAC) : Diagnóstico).
Los análisis, particularmente el cultivo, se deben hacer dentro de las 2 horas de recogida la muestra; de
lo contrario, la muestra debe refrigerarse.
Análisis de orina
El examen microscópico de la orina es útil pero no definitivo. La piuria se define como la presencia de
más de 8 leucocitos/μL de orina sin centrifugar, lo que corresponde a 2 a 5 leucocitos por campo en un
sedimento obtenido por centrifugación. La mayoría de los pacientes con infección verdadera
presentan > 10 leucocitos/μL. La presencia de bacterias en ausencia de piuria, en especial cuando se
encuentran varias cepas diferentes, suele deberse a la contaminación durante la obtención de la muestra.
La hematuria microscópica se observa hasta en un 50% de los pacientes, pero la hematuria grosera es
infrecuente. Los cilindros de leucocitos, que pueden requerir tinciones especiales para diferenciarse de
los cilindros tubulares renales, indican sólo una reacción inflamatoria; pueden estar presentes en la
pielonefritis, la glomerulonefritis y la nefritis tubulointersticial no infecciosa.
También suelen usarse las pruebas con tiras reactivas. Una prueba de nitrito positiva en una muestra
de orina reciente (la replicación bacteriana en el recipiente resta confiabilidad a este resultado si la
muestra no se analizó de inmediato) es muy específica de una IU, pero no es una prueba muy sensible.
La prueba de esterasa leucocitaria es muy específica para la presencia de > 10 leucocitos/μL y es
bastante sensible. En mujeres adultas con IU no complicadas y síntomas típicos, la mayoría de los
médicos consideran suficiente para el diagnóstico el resultado positivo de la observación microscópica y
de la tira reactiva; en estos casos, dados los posibles patógenos, los resultados del urocultivo
probablemente no modificarán la terapia, aunque sí aumentarán los costos.
Se recomienda el cultivo en pacientes cuyas características y síntomas sugieren una infección urinaria
complicada o una indicación para el tratamiento de la bacteriuria. Los ejemplos comunes incluyen:
Mujeres embarazadas
Mujeres posmenopáusicas
Hombres
Niños prepúberes
Pacientes con anomalías del tracto urinario o instrumentación reciente
Pacientes con inmunosupresión o comorbilidades importantes
Pacientes cuyos síntomas sugieren pielonefritis o sepsis
Pacientes con infecciones urinarias recurrentes (≥ 3 al año)
Las muestras que contienen un alto número de células epiteliales están contaminadas y probablemente
no sean útiles. Debe obtenerse una muestra sin contaminar. En un cultivo de una muestra obtenida a la
mañana es más probable que se detecte la infección urinaria. Las muestras que se dejaron a temperatura
ambiente durante > 2 horas pueden dar recuentos de colonias falsamente elevados, debido a la continua
proliferación bacteriana. Los criterios para considerar positivo a un cultivo incluyen el aislamiento de
una sola especie bacteriana en una muestra obtenida limpiamente del chorro medio, o de una muestra
obtenida por sondaje.
Para la bacteriuria asintomática, los criterios para un cultivo positivo según las recomendaciones de la
Infectious Diseases Society of America (véase Guidelines for the Diagnosis and Treatment of
Asymptomatic Bacteriuria in Adults) son
Dos muestras consecutivas de orina obtenidas en forma limpia (en hombres, una muestra) en las
cuales se aísla la misma cepa bacteriana con un recuento de colonias >105/mL
En mujeres o varones, en una muestra obtenida por sonda, se aísla una sola especie bacteriana
con un recuento de colonias de > 102/mL
En la muestra de orina del chorro medio, E. coli mezclado con flora mixta puede ser un verdadero agente
patógeno (1).
A veces hay una infección urinaria a pesar de un recuento de colonias bajo, posiblemente debido a una
terapia previa con antibióticos, una orina muy diluida (densidad 1,003) o una obstrucción del flujo de la
orina macroscópicamente infectada. La repetición del cultivo aumenta la precisión diagnóstica de un
resultado positivo, es decir, puede diferenciar entre una contaminación y un resultado positivo
verdadero.
Ubicación de la infección
En muchos pacientes, es imposible la diferenciación clínica entre una infección urinaria superior y una
inferior, y no siempre es recomendable realizar las pruebas. Cuando el paciente presenta fiebre alta,
dolor a la palpación en el ángulo costovertebral y piuria macroscópica con cilindros, es muy probable
que se trate de una pielonefritis. La mejor prueba no invasiva para diferenciar una infección en la vejiga
de una en el riñón parece ser la respuesta a un tratamiento corto con antibióticos. Si la orina no se ha
aclarado después de 3 días de tratamiento, debe considerarse que se trata de una pielonefritis.
Pueden aparecer síntomas similares a los de una cistitis o una uretritis en las pacientes con vaginitis, que
puede causar disuria debido al pasaje de la orina por los labios inflamados. A menudo, la vaginitis puede
diferenciarse por la presencia de secreción vaginal maloliente y dispaurenia.
Otras pruebas
Los pacientes muy enfermos deben ser evaluados en busca de signos de sepsis, generalmente con
hemograma completo, electrolitos, lactato, nitrógeno ureico en sangre y hemocultivo. Aquellos con
dolor abdominal espontáneo o a la palpación son evaluados para descartar otras causas de abdomen
agudo.
Los pacientes que tienen disuria y piuria pero no bacteriuria deben someterse al rastreo de ETS, en
general mediante pruebas basadas en los ácidos nucleicos realizadas en hisopados de la uretra y el cuello
uterino (ver Infecciones en mucosas por clamidias, micoplasmas y ureaplasmas : Diagnóstico).
La mayoría de los adultos no requiere evaluación de anomalías estructurales, a menos que ocurra lo
siguiente:
Los estudios de diagnóstico por imágenesde las vías urinarias de elección son la ecografía, la TC y el
urograma intravenoso. En ocasiones, son necesarias una cistouretrografía miccional, una uretrografía
retrógrada o una cistoscopia. La investigación urológica no es sistemáticamente necesaria en mujeres
con cistitis sintomática o cistitis recurrente asintomática, porque los resultados no influyen en la terapia.
A menudo, los niños con IU requieren estudios por imágenes.
Tratamiento
Antibióticos
En ocasiones, cirugía (p. ej., para drenar abscesos, corregir anomalías estructurales subyacentes
o aliviar obstrucciones)
Todas las formas de infección urinaria bacteriana sintomática requieren antibióticos. En pacientes con
una disuria problemática, la fenazopiridina puede ayudar a controlar los síntomas hasta que actúe el
antibiótico (generalmente, dentro de las 48 horas).
La elección del antibiótico debe basarse en las alergias y antecedentes de cumplimiento del tratamiento
del paciente, los patrones de resistencia locales (si se conocen), la disponibilidad de los antibióticos y su
costo, y la tolerancia del paciente y su cuidador frente al riesgo de fracaso terapéutico. También debe
tenerse en cuenta la tendencia a la inducción de resistencia al antibiótico. Cuando se realiza el
urocultivo, la elección del antibiótico debe modificarse cuando se disponga de los resultados del cultivo
y del antibiograma, y pasar al fármaco de espectro más estrecho disponible eficaz contra el patógeno
identificado.
La corrección quirúrgica suele ser necesaria para la uropatía obstructiva, las anomalías anatómicas y las
lesiones neuropáticas del tracto urinario, como la compresión de la médula espinal. El cateterismo de un
tracto urinario obstruido ayuda a controlar más rápidamente la IU. En ocasiones, un absceso renal
cortical o un absceso perinefrítico requieren drenaje quirúrgico. La instrumentación del tacto urinario
inferior en presencia de una orina con infección debe evitarse en lo posible. La esterilización de la orina
antes de una instrumentación, así como la terapia antibiótica en los 3 a 7 días posteriores a ésta, pueden
prevenir una urosepsis potencialmente fatal.
Uretritis
Los pacientes sexualmente activos con síntomas suelen ser tratados en forma presuntiva para ETS
mientras se esperan los resultados de los análisis. Un régimen típico es el de 250 mg de ceftriaxona IM
más 1 g de azitromicina por día o 100 mg de doxiciclina 2 veces al día, por vía oral, durante 7 días.
Todas las parejas sexuales de los 60 días anteriores deben ser sometidas a evaluación. Los hombres con
diagnóstico con uretritis deben someterse a pruebas para HIV y sífilis, de acuerdo con las Sexually
Transmitted Diseases Treatment Guidelines de 2015 de los Centers for Disease Ciontrol and Prevention.
Cistitis
El tratamiento de primera línea de la cistitis no complicada es la nitrofurantoína, en dosis de 100 mg
orales dos veces al día durante 5 días (está contraindicado si el aclaramiento de creatinina es < 60
mL/min), trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) en dosis de 160/800 mg orales dos veces al día
durante 3 días, o fosfomicina, en una sola dosis oral de 3 g. Las opciones menos deseables incluyen una
fluoroquinolona o un antibiótico beta-lactámico. Si la cistitis reaparece después de una semana o dos, se
puede administrar un antibiótico de amplio espectro (p. ej., una fluoroquinolona) y debe realizarse un
urocultivo.
La cistitis complicada debe tratarse con antibióticos empíricos de amplio espectro, elegidos según los
patógenos locales y los patrones de resistencia, y ajustados a partir de los resultados del cultivo. Las
anomalías de la vía urinaria también deben abordarse.
Síndrome uretral agudo
El tratamiento depende de los hallazgos clínicos y de los resultados de los urocultivos.
Las mujeres con disuria, piuria, y crecimiento de > 102 colonias/mL de una sola especie
bacteriana en el urocultivo pueden tratarse como si tuviesen una cistitis no complicada.
Las mujeres que tienen disuria y piuria sin bacteriuria deben ser evaluadas en busca de una ETS
(incluyendo N. gonorrhoeae y C. trachomatis).
Las mujeres que tienen disuria pero no presentan piuria ni bacteriuria no tienen un síndrome
uretral verdadero. En ellas deben evaluarse las causas no infecciosas de la disuria. La evaluación
puede incluir ensayos terapéuticos, por ejemplo con tratamientos conductuales (p. ej.,
bioretroalimentación y relajación de la musculatura pélvica), cirugía (para la estenosis uretral) y
medicamentos (p. ej., reemplazo hormonal para sospecha de uretritis atrófica, anestésicos,
antiespasmódicos).
Bacteriuria asintomática
Típicamente, la bacteriuria asintomática en pacientes con diabetes, ancianos o con sondas vesicales
permanentes no debe tratarse. Sin embargo, los pacientes con riesgo de complicaciones de la bacteriuria
asintomática (ver Bacteriuria asintomática) deben recibir tratamiento para cualquiera de sus causas, y
deben recibir antibióticos para la cistitis. En las embarazadas, hay pocos antibióticos que se pueden
utilizar de forma segura. Los beta-lactámicos, las sulfamidas y la nitrofurantoína por vía oral se
consideran seguros durante las primeras etapas del embarazo, pero la trimetoprima debe evitarse durante
el primer trimestre y el sulfametoxazol durante el tercero, especialmente al acercarse el parto. Los
pacientes con problemas de obstrucción que no pueden tratarse (p. ej., cálculos, reflujo) pueden requerir
una terapia de supresión a largo plazo.
Pielonefritis aguda
Son necesarios los antibióticos. El tratamiento ambulatorio con antibióticos orales es posible si se
cumplen los siguientes criterios:
Los antibióticos de primera línea son la ciprofloxacina, en dosis de 500 mg orales dos veces al día
durante 7 días, y la levofloxacina, en dosis de 750 mg orales una vez al día durante 5 días, siempre que <
10% de los patógenos urinarios de la comunidad sean resistentes. Una segunda opción por lo general
es trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) en dosis de 160/800 mg orales, dos veces al día durante 14
días. Sin embargo, deben tenerse en cuenta los perfiles de sensibilidad locales, ya que en algunas partes
de los EE.UU. > 20% de las cepas de E. coli son resistentes a las sulfas.
Los pacientes que no pueden recibir tratamiento ambulatorio deben ser internados en el hospital y recibir
terapia parenteral de acuerdo con los perfiles de sensibilidad locales. Los antibióticos de primera línea
son generalmente las fluoroquinolonas de excreción renal, como la ciprofloxacina y la levofloxacina.
Otras opciones, como la ampicilina más gentamicina, las cefalosporinas de amplio espectro (p. ej.,
ceftriaxona, cefotaxima, cefepima), el aztreonam, las combinaciones de un beta-lactámico con un
inhibidor de las beta-lactamasas (ampicilina/sulbactam, ticarcilina/clavulanato, piperacilina/tazobactan)
y el imipenem/cilastatina se reservan en general para pacientes con pielonefritis más complicadas (p. ej.,
con obstrucción, bacterias resistentes, o infecciones intrahospitalarias) o instrumentación reciente del
tracto urinario.
La terapia parenteral se mantiene hasta la desaparición de la fiebre y la observación de la mejoría clínica.
En > 80% de los pacientes, la mejoría se produce dentro de las 72 horas. Puede iniciarse entonces la
terapia oral, y el paciente continúa los restantes 7 a 14 días de tratamiento en su hogar. Los casos
complicados requieren tratamientos más prolongados con antibióticos intravenosos, con una duración
total de 2 a 3 semanas, así como la corrección urológica de los defectos anatómicos.
Puede tenerse en consideración un tratamiento ambulatorio para las embarazadas con pielonefritis, pero
sólo si los síntomas son leves, se dispone de un seguimiento estricto, y el embarazo supera las 24
semanas de gestación. El tratamiento ambulatorio se realiza con cefalosporinas (p. ej., ceftriaxona en
dosis de 1 a 2 g por vía intravenosa o intramuscular, y luego cefalexina, 500 mg orales, cuatro veces al
día, durante 10 días). De lo contrario, los antibióticos de primera línea por vía intravenosa incluyen
cefalosporinas, aztreonam, o ampicilina más gentamicina. Si la pielonefritis es grave, las posibilidades
incluyen piperacilina/tazobactam o meropenem. Deben evitarse las fluoroquinolonas y TMP/SMX.
Debido a que las recurrencias son comunes, algunos expertos recomiendan la profilaxis después de la
resolución de la infección aguda con nitrofurantoína, en dosis de 100 mg orales, o cefalexina, 250 mg
orales, cada noche durante el resto del embarazo y durante 4 a 6 semanas después del parto.
Prevención
En las mujeres que experimentan ≥ 3 infecciones urinarias al año se recomiendan medidas de cambio de
comportamiento, como el aumento de la ingesta de líquidos, evitar los espermicidas y el diafragma, no
retrasar la micción, limpiarse de adelante hacia atrás después de la defecación, evitar las duchas
vaginales, y orinar inmediatamente después de las relaciones sexuales. Aunque algunas pruebas
muestran que los productos derivados del arándano previenen la infección urinaria en las mujeres, otros
no lo hacen; la dosis óptima es desconocida y pueden tener altas cantidades de oxalatos (lo que podría
aumentar el riesgo de cálculos de oxalato). Por lo tanto, la mayoría de los expertos no recomienda el uso
de productos de arándano para la prevención de la infección urinaria sintomática en mujeres. (Véase el
artículo de la revisión Cochrane 2012 por Jepson et al. , Cranberries for preventing urinary tract
infections para mas detalles).
Si estas técnicas no tienen éxito, debe tenerse en cuenta la profilaxis con antibióticos. Las opciones
comunes son la profilaxis continua y la poscoital.
La profilaxis posterior al coito en las mujeres puede ser más eficaz si las infecciones urinarias se
producen después de las relaciones sexuales. Por lo general, es eficaz una dosis única de uno de los
fármacos utilizados para la profilaxis continua (excepto la fosfomicina).
Se recomienda la anticoncepción a las mujeres que reciben una fluoroquinolona, ya que estos
medicamentos pueden potencialmente dañar al feto. Aunque existe la preocupación de que los
antibióticos puedan disminuir la eficacia de los anticonceptivos orales, los estudios farmacocinéticos no
han demostrado un efecto significativo o consistente. Sin embargo, algunos expertos aún recomiendan
que las mujeres que usan anticonceptivos orales utilicen métodos de barrera mientras son tratadas con
antibióticos.
Conceptos clave
Las causas más comunes de infección urinaria bacteriana y de infección urinaria en general
son E. coli y otras bacterias entéricas gramnegativas.
No realizar pruebas ni tratar la bacteriuria asintomática excepto en las embarazadas, los
pacientes inmunocomprometidos, o antes de un procedimiento urológico invasivo.
En general, realizar urocultivos si se sospecha una infección urinaria complicada, pero no en la
cistitis no complicada.
Evaluar a los pacientes en busca de anomalías estructurales si la infección es recurrente o
complicada, se sospecha nefrolitiasis, hay hematuria sin dolor o insuficiencia renal nueva, o la
fiebre se mantiene durante ≥ 72 horas.
Si se dispone de datos, tener en cuenta el perfil de resistencia local al elegir la terapia con
antibióticos para la infección urinaria.
Para las mujeres con ≥ 3 infecciones urinarias por año a pesar de las medidas profilácticas de
comportamiento, considerar la profilaxis antibiótica continua o posterior al coito.
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Diagnóstico
Cistoscopia femenina
Cistoscopia masculina
Las pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar las infecciones urinarias
comprenden:
Tratamiento
Infección simple
Fosfomicina (Monurol)
Cefalexina (Keflex)
Ceftriaxona
Infecciones frecuentes
Infección grave
Las infecciones de las vías urinarias pueden ser dolorosas, pero puedes tomar
medidas para aliviar el malestar hasta que los antibióticos traten la infección.
Sigue estos consejos:
Bebe mucha agua. El agua ayuda a diluir la orina y expulsar las bacterias.
Evita las bebidas que puedan irritar la vejiga. Evita el café, el alcohol y los
refrescos que contengan jugos de cítricos o cafeína hasta que la infección
haya desaparecido. Pueden irritar la vejiga y tienden a agravar la necesidad
frecuente o imperiosa de orinar.
Usa una compresa térmica. Aplica una compresa térmica tibia (no caliente)
sobre el abdomen para reducir al mínimo la presión o la molestia en la vejiga.
Medicina alternativa
Muchas personas beben jugo de arándanos rojos para prevenir las infecciones
urinarias. Hay ciertos indicios de que los productos de arándanos rojos, ya sea en
jugos o en tabletas, pueden tener propiedades contra las infecciones. Los
investigadores continúan estudiando la capacidad del jugo de arándanos rojos
para prevenir las infecciones urinarias, pero los resultados no son concluyentes.
Si te gusta beber jugo de arándanos rojos y crees que puede ayudarte a prevenir
las infecciones urinarias, no te hará mayor daño. Para la mayoría de las personas,
beber jugo de arándanos rojos es seguro, pero algunas personas manifiestan
malestar estomacal o diarrea.
1. Introducción
2. Niveles de prevención Leavell y Clark
3. Cadena epidemiológica
4. Representar la cadena epidemiológica
5. ¿Qué es inmunidad?
6. ¿Qué son vacunas?
7. ¿Qué es una antitoxina y de ejemplo?
8. ¿Qué es cadena de frío?
9. Cuidados de enfermería en el mantenimiento, distribución, administración
de vacunas
10. Conclusión
11. Bibliografía
12. Anexos
Introducción
La cadena epidemiológica es el resultado de la interacción entre un agente, la vía de
transmisión y el huésped, donde el medio ambiente tiene una influencia más o menos
importante, porque obviamente tanto la gente como el huésped están insertos en un
medio ambiente y la vía de transmisión se hace también en el medio ambiente.
Dicha cadena se estudia con objeto de conocer cada uno de los eslabones de la cadena
de enfermedades infecciosas, de identificar cuáles son esos elementos de la cadena
para poder prevenir y controlar las enfermedades infecciosas.
La importancia de la cadena epidemiológica radica en que identificando los posibles eslabones
en cada enfermedad se puede interrumpir la cadena de transmisión y prevenir el desarrollo y
propagación de estas enfermedades. La misma debe contar con información epidemiológica en
forma oportuna y adecuada, para el conocimiento permanente y dinámico
del estado de salud de la población, así como de los factores que la condicionan.
Cadena epidemiológica
Son los pasos que siguen un agente causal, desde su hábitat natural (reservorio), hasta el
hospedero susceptible.
3. DESCRIBIR CADA UNO DE SUS ESLABONES
a. Agente Causal:
Es todo agente biológico que por su presencia puede dar origen a una enfermedad transmisible.
Agente Biológico ? Bacterias o sus toxinas, virus, espiroquetas, rickettsias,
parásitos animales (protozoarios y metazoarios) y vegetales (hongosy levaduras) u otros,
para enfermedad transmisibles.
b. Reservorio:
Es el hábitat natural del agente causal (biológico), donde vive, se multiplica y del que depende
esencialmente para su subsistencia.
Tipos:
Animados - Humanos
? Caso Clínico (enfermo).
? Caso Subclínico: (No completan todos los signos y síntomas de la enfermedad).
? Portadores: En período de incubación (no sabe que tiene el agente, pero si puede contagiar
a otros).
En convalecencia (en etapa de recuperación).
Sanos (lo tienen en el organismo pero a ello no les afecta).
Animales ? Portadores de parásitos, no propios del humano.
Inanimados ? Suelo (Hongos, protozoarios y esporas).
? Agua (cólera).
c. Puerta de Salida:
Vía Respiratoria ? por secreción nasal o bucal.
Vía Digestiva ? por heces.
Vía Génito-Urinaria ? Semen, orina, secreción vaginal, todas las enfermedades de
transmisión sexual.
Piel y Mucosa ? Solución de continuidad (sangre).
d. Vías de Transmisión:
Es el canal por donde pasa la puerta de salida a la puerta de entrada.
Tipos:
Directa ? Contacto Físico – como por ejemplo relaciones sexuales, sarna, beso.
? Sin Contacto Físico – Estornudo (mecanismo de Fliger), el cual lleva secreción (gotitas
de Fliger) que pasando por el aire llegan a la puerta de entrada.
Indirecta ? Vehículos como instrumentos contaminados, alimentos, jeringas.
? Vectores – biológicos (el M.O. hace parte del ciclo en el hospedero).
Mecánico (el M.O. se incorpora ya con su ciclo listo).
? Aire.
e. Puerta de Entrada:
Vía Respiratoria ? Al inhalar.
Vía Digestiva ? Al comer.
Piel y mucosa con solución de continuidad ? Para que un agente desde la vía Génito-
Urinaria penetre al hospedero debe ser por piel y mucosa siempre y cuando haya solución
de continuidad (no indemne).
f. Hospedero Susceptible:
Hombre en General
Animal
¿Qué es inmunidad?
Es el estado de resistencia del organismo frente a determinadas sustancias o seres vivos que lo
agreden para evitar la infección, enfermedad u otra invasión biológica no deseada. El ser
humano cuenta con un sistema altamente diferenciado y complejo para desarrollar la
inmunidad, no obstante, éste puede ser vulnerado.
5.1 ¿Cuáles son los mecanismos inmunitarios en el ser humano?
El organismo dispone de diferentes mecanismos de defensa que se denominan
genéricamente sistemas efectores; ejemplo de ellos son la neutralización, la fagocitosis,
reacciones citotóxicas o la apoptosis celular (muerte celular programada).
Mecanismo de defensa:
Esta reconoce a los componentes del agente patógeno e inicia una serie de respuestas
encaminadas a eliminarlo.
Destrucción de células afectadas por virus a través de reconocimientos de cambios de la
membrana celular de la célula.
Barrera, se encuentra en los posibles lugares de entrada de los agentes patógenos al interior
del organismo, estas pueden ser: Mecánicas (impedimentos físicos a la entrada de un
patógeno, ejemplo, capa externa de la epidermis). Químicas (genera un medio hostil, ácido,
que impide el desarrollo del patógeno, ejemplo, sudor, saliva, entre otros).
Biológicas (microorganismos que habitan en nuestro organismo, ejemplo, bacterias de la
flora intestinal y bacterias de la lora vaginal)
Inflamación: Cuando un ataque infeccioso ataca el tejido este responde inflamándose, lo
que detiene y localiza el agente.
5.2 Tipos de inmunidad que existen
Natural: Corresponde a las barreras de protección generales (piel, mucosas, saliva, entre
otras) y no responde a estímulos específicos.
Adquirida: Es la que se obtiene por medio de un proceso estímulo-respuesta (antígenos).
Puede ser Activa o Humoral, cuando el organismo produce sus propios anticuerpos o pasiva,
cuando recibe anticuerpos ajenos formados en otro organismo o huésped.
Humoral: Mediada por anticuerpos, el proceso se inicia y desencadena cuando el antígeno es
captado por los macrófagos y mediante un mecanismo complejo y activo concluye con
la producción de las inmunoglobulinas, que son los anticuerpos; son
de naturaleza glicoproteica (inmunoglobulina A, M, G, D, y E).
Antígenos: Se entiende por antígeno (Ag) a la "sustancia que, una vez que ha penetrado al
organismo, tiene la capacidad de inducir una respuesta inmunitaria detectable" (por ejemplo:
moléculas tóxicas = toxinas; microorganismos como bacterias, virus, etc. o partes constitutivas
de la membrana o soma de los mismos; sustancias inmunogénicas = vacunas; y células
extrañas al organismo).
Anticuerpos: Sustancias de naturaleza proteica propias del organismo, son producidas por
las células plasmáticas del sistema inmunitario ante el estímulo que provoca el antígeno.
Tienen la función de reconocer ulteriormente a dicho antígeno y de combatir contra éste para
bloquear su acción.
5.3 ¿Qué es la reacción antígenos o anticuerpos?
Es un proceso del sistema inmunitario en el que los linfocitos B, recubiertos de
inmunoglobulina, reconocen una sustancia extraña o antígeno y estimulan la producción de
anticuerpos para proteger al organismo frente a la infección. Los linfocitos T del organismo
participan en la reacción antígeno-anticuerpo, pero los del tipo B desempeñan el papel clave.
Las reacciones antígeno-anticuerpo ponen en marcha el sistema del complemento, ampliando
la respuesta de inmunidad humoral de los linfocitos B y causando la lisis de las células
antigénicas. Las reacciones antígeno-anticuerpo implican la unión de los antígenos a los
anticuerpos, para formar complejos antígeno-anticuerpo que neutralizan el antígeno tóxico,
aglutinan los antígenos sobre la superficie de los gérmenes o ponen en marcha el sistema del
complemento al descubrir los puntos de unión de este en la molécula del anticuerpo.
Conclusión
El sistema inmunitario protege al organismo de sustancias potencialmente nocivas al reconocer
y responder a los antígenos, que son moléculas (usualmente proteínas) que se encuentran en la
superficie de las células, los virus, los hongos o las bacterias. Las sustancias inertes como
toxinas, químicos, drogas y partículas extrañas (como una astilla) también pueden ser
antígenos. El sistema inmunitario reconoce y destruye sustancias que contengan estos
antígenos.
La inmunología tiene por objeto el estudio de las respuestas de defensa que tiene el cuerpo ante
tales ataques, es por ello que la Epidemiología tiene un papel fundamental, ya que los estudios
que realiza pueden determinar la vulnerabilidad que tienen los seres humanos ante algunos
ataques biológicos.
Para ello se cuenta con un proceso continuo de recolección y análisis de los problemas de
salud laboral, con la finalidad de conocer las características de las condiciones de trabajo y
salud de amplios sectores de la población laboral, sirviendo para optimizar los recursos y
prioridades en los programas de promoción, prevención y protección, ya que a través de estos
estudios se pueden tomar desiciones de intervención a nivel individual y colectivo, con el fin
disminuir los riesgos que atenten contra la salud de un país.
Bibliografía
Madigan M.T, Martingo J. M. y Jack Parker. 2004. Décima Edición. Biología de los
Microorganismos. Editorial Prentice Hall. Año 2003.
Roia, F. Agentes Inmunizantes y Antígenos para Diagnósticos Cutáneos. (1995).
Remington Farmacia. 19ª edición. Tomo 2. Pág. 81. Editorial Médica Panamericana.
Tortora G. J., B. R. Funke and Ch. L. Case 2007. Introducción a la Microbiología 9na
Edición. Editorial Médica Panamericana.
Piédrola Gil G. Medicina Preventiva y Salud Pública. Editorial Salvat. 1.996.
Castillo de Febres, Olga, Carrizo, Juan T, Izaguirre, Jacqueline. Esquema de
inmunizaciones en Venezuela para niños, niñas y adolescentes. Sociedad Venezolana de
Puericultura y Pediatría. Marzo 2008.
Organización Panamericana de la Salud. Estrategia de Supervisión Capacitante en
vacunación en todos los Estados de Venezuela 2009. Marzo 2010.
Anexos
CADENA EPIDEMIOLÓGICA
El primer eslabón de la cadena lo constituye el agente, que vive en el reservorio al que
abandona a través de una puerta de salida para llegar a un huésped, éste debe tener una puerta
de entrada y pasa a un nuevo huésped, el cual debe ser susceptible.
CADENA EPIDEMIOLÓGICA CISTICERCOSIS
CICLO DE VIDA DEL MAL DE CHAGAS
NIVELES DE LA CADENA DE FRÍO
VACUNACIÓN
INMUNIZACIÓN
Autor:
Ramirez, José
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA
UNEFA - LARA
CÁTEDRA: ESTADÍSTICA
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Partes: 1, 2
1. Epidemiología y etiología
2. Patogenia
3. Cuadro clínico
4. Diagnóstico
5. Tratamiento
6. Prevención
7. Infección del tracto urinario en niños
8. Historia clínica
9. Evaluación y tratamiento de la infección del tracto urinario en niños
10. Bibliografia
INTRODUCCIÓN
Las infecciones del tracto urinario se definen como un grupo de condiciones que tienen en
común la presencia de un número significativo de bacteriasen la orina. Las infecciones agudas
de las vías urinarias se pueden subdividir en dos grandes categorías anatómicas: la infección de
las vías superiores (uretritis, cistitis y prostatitis) y la infección de las vías superiores
(pielonefritis aguda, absceso renal y perinéfrico). En la mayor parte de los casos, el crecimiento
de 101 unidades formadoras de colonias/ml, una cantidad menor de bacterias puede ser
clínicamente importante, especialmente en niños y en especimenes obtenidos por cateter
urinario, cualquier crecimiento patógeno es considerado clínicamente importante si fue
obtenido por aspiración suprapubica5.
La infección del tracto urinario puede ser recidivante, que pueden ser recaídas o reinfecciones.
La recaída se refiere a la reactivación de la infección con el mismo microorganismo que estaba
presente antes de iniciarse el tratamiento, es decir se debe a la persistencia del microorganismo
en el tracto urinario. La reinfección es un nuevo efecto con un microorganismo diferente de la
bacteria original, aunque en ocasiones puede ser el mismo agente bacteriano.
EPIDEMIOLOGÍA
Este padecimiento no se encuentra con la misma frecuencia en todas las edades, ni afecta igual
a un sexo que a otro. El sexo masculino es más susceptible de presentar una infección de vías
urinarias antes de los tres meses, después de esta edad la incidencia es mas alta en las
femeninas6. Los neonatos tienen una incidencia menor del 1% de los cuales los prematuros
tienen reportadas las tasas más altas de alrededor del 2.4%.; en la etapa neonatal hay mayor
susceptibilidad de desarrollo bacteriano por inmadurez del sistema inmunológico para
delimitar sus focos infecciosos. La prevalencia en los escolares alcanza su máxima frecuencia de
los 7-11 años de edad. Una niña que ha tenido una infección tiene 80% de posibilidades de
tener otra, estableciéndose esta misma proporción evolutiva para la siguiente.
ETIOLOGÍA
Los organismos entéricos gramnegativos son la causa más común de las infecciones del tracto
urinario (UTI). Escherichia coli representa los ¾ partes de todos los patógenos. Proteus es más
común en niños, alrededor del 30% de las infecciones7. Los organismos grampositivos también
pueden infectar, siendo los más comunes: stafilococo epidermidis, Stafilococo aureus y
Enterococos. Micobacterias, hongos y otros microorganismos como: Clamidia trachomatis,
Uroplasma y Trichomona vaginalis pueden ser causantes de UTI. Las anormalidades
obstructivas representan del 0-4% y el reflujo vesicoureteral el 8-40%. Existen múltplies
mecanismos de defensa, anatómicos e inmunológicos, que evitan las invasiones tisulares del
aparato urinario. Entre los factores protecotores tenemos: vaciado completo y periódico de la
vejiga, acidez urinaria, excreción de urea que tiene efecto bacteriostático, efecto fagocítico de la
mucosa vesical, actividad inmune celular y producción de anticuerpos IgA
PATOGENIA
Los microorganismos llegan al tracto urinario por vía hematógena y por vía ascendente; la vía
ascendente por siembra durante un bacteriemia siendo más frecuente en neonatos y lactantes.
La vía ascendente es más común fuera de la etapa neonatal. La vía ascendente es la responsable
del 95% de las UTI y de ellas E.coli representa el 80%. Se inicia con la colonización de la uretra
distal y vestíbulo vaginal en las mujeres, siendo la cortedad de la uretra un factor permisivo. En
las mujeres la micción hace turbulencia retrógrada que en su etapa final, al cerrarse la uretra,
hace que ascienda un poco de orina a la vejiga. Aquí las bacterias se multiplican si los
mecanismos de defensa no logran evitarlo y esto se favorece con la micción incompleta, ya sea
por retención urinaria o distonía vesical Los cambios inflamatorios vesicales producen reflujo
vesico-ureteral que equivale a una uropatía obstructiva, existiendo entonces dificultad para el
vaciamiento completo de la columna urinaria y aumento de la presión intrarrenal. La
obstrucción a nivel de vejiga puede favorecer infecciones por permanencia y multiplicación
bacteriana en orina residual. La importancia del reflujo en la etiología de la cicatriz renal es
aceptada, pero se reporta que después de la infección puede aparecer aún sin reflujo; es decir la
cicatriz representa el daño del parénquima renal ante una pielonefritis aguda. La cicatriz se
define como deformidad calicial con pérdida de masa renal por deformidad o aplanamiento.
La infección del parénquima renal y la cicatrización no están bien establecidas como
complicaciones de la infección de vías urinarias superiores en niños, pero pueden ocasionar
insuficiencia renal e hipertensión. El 10-15% de los niños con infección de vías urinarias
desarrolla cicatrices. Los niños menores de 1 año de edad con UTI tienen mucho
mayor riesgo de desarrollar cicatrices que los niños más grandes, ya que en los niños mayores
de 5 años de edad es poco común que desarrollen cicatrices.
5, 6, 7 James Larcombe. URINARY TRACT INFECTION IN CHILDREN. Clinical review.
Clinical evidence. BMJ 1999;319:1173-1175 ( 30 October )
Aún existen controversias entre la asociación del reflujo vesicoureteral con la patogénesis de las
cicatrices, pero en varios estudios se ha encontrado que el 40% de los pacientes que tienen
reflujo desarrollan cicatrices y el 43% de los que no tienen reflujo también lo desarrollan. Por lo
que se ha llegado a la conclusión de que existen muchos factores para la aparición de cicatrices
y no solo la presencia de reflujo y de infección8.
Los cambios histopatológicos prominentes de la cistitis son el edema, mucosa y submucosa con
infiltración tisular de leucocitos. El riñón suele presentar hipertrofia en la pielonefritis aguda y
en las infecciones de vías urinarias alta y tienen una gran cantidad de abscesos sobre la
superficie capsular. Cuando hay obstrucción los calices están dilatados y a veces se desarrolla
necrosis. Los túbulos están atrofiados y dilatados.
CUADRO CLÍNICO
La infección del tracto urinario en los niños puede manifestarse con síntomas diferentes según
la edad y el sexo, la sospecha puede surgir por una gran variedad de signos y síntomas aunque
ninguno de ellos es suficientemente específico para indicar el diagnóstico sin ayuda de la
bacteriología. En los niños con bacteriuria asintomática generalmente solo se presenta
enuresis.
Recién Nacidos: es habitual que no aumenten de peso, dejan de comer y la piel se ve
de color gris o cianótica, ya que los síntomas están realacionados con manifestaciones de
septicemia. Puede haber fiebre, ictericia, alteraciones neurológicas, diarrea con
deshidratación, respiración acidótica y gran postración.
Lactantes: Los síntomas con frecuencia son de tipo digestivo, se aprecia que no aumentan de
peso, vomitan los alimentos, diarrea, tienen retraso en el crecimiento, existe anorexia,
distensión abdominal y síntomas neurológicos como: irritabilidad, meningismo, convulsiones.
Fiebre de grado variable, además con frecuencia la madre refiere que la orina tiene mal olor y
se puede presentar dermtitis del pañal de difícil control.
Preescolares: Son más evidentes los síntomas del aparato urinario, presentándose fiebre,
molestias a la micción como disuria, polaquiuria, urgencia, incontinencia, enuresis, dolor
abdominal o lumbar. Es habitual que tenga cambios de carácter. En ocasiones aparece
hematuria.
Escolares y adolescentes: Lo más común son las molestias a la micción, se pueden precisar
las características del chorro, hay fiebre, orina turbia, dolor lumbar o abdominal y hematuria.
Cistitis: Se presenta disuria, polaquiuria, micción imperiosa y dolor suprapúbico, orina turbia a
simple vista, maloliente y en el 30% sanguinolenta. Pielonefritis: Los síntomas suelen aparecer
rápidamente en unas horas o en un día y comprenden fiebre de >39.5-40°C, escalofrios,
náuseas, vómito y diarrea. Taquicardia, hiperestesia muscular. Uretritis: Se presenta con
disuria, polaquiuria y piuria.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico clínico puede orientarnos hasta en un 40% y debido a que las manifestaciones
clínicas son atípicas en algunos pacientes, el diagnóstico de infección del tracto urinario
requiere confirmación por medio de cultivo cuantitativo de orina y localización del sitio de
infección. Se debe de tener un alto índice de sospecha de UTI en infantes febriles,
particularmente cuando la fiebre es inexplicable por lo menos durante dos o tres días. La
American Academy of Pediatrics (AAP) sugiere realizar un uroanálisis en todos los casos y un
cultivo en todos los niños menores de 6 meses de edad y niñas menores de dos años de edad
que tengan una temperatura de 39°C9. Si se encuentra en el uroanálisis mas de 5 leucocitos por
campo nos habla de una infección urinaria. La piuria, proteinuria y hematuria pueden ocurrir o
no en una UTI.
El diagnóstico se comprueba con la presencia de bacterias en la orina, en cantidad significativa
la cual estará sujeta a el método utilizado para tomar la muestra. Cualquier número de colonias
en la aspiración suprapúbica, más de 103 colonias mediante cateterización y más de 105
colonias cuando la recolección se realiza del chorro medio10.
Siempre que sea posible se recogerá la primera orina de la mañana, ya que puede dar
resultados más claros por que da a las bacterias la oportunidad de crecer por la noche en la
orina de la vejiga. Los métodos aceptables para la recolección de la orina incluyen: El chorro
medio previa higiene, el cateterismo y la aspiración suprapúbica. En los lactantes y niños
pequeños se han utilizado bolsas estériles para la recolección de la orina. Más sin embargo la
recolección con la bolsa o realizada por el propio niño puede ser contaminada, dándonos
resultados alterados. La mayoría de las UTIs son causadas por un solo microorganismo; la
presencia de dos o más organismos sugiere contaminación. La orina debe ser procesada de
inmediato o si se refrigera a 4°C puede cultivarse en 24 hrs.
La evaluación radiológica se recomienda en todos los pacientes en quienes se sospeche de
pielonefritis o anormalidades anatómicas del tracto urinario. Muchos investigadores
recomiendan que en todos los niños que hayan tenido la infección urinaria se realicen
urografías intravenosas y cistouretrografías miccionales. Otros opinan que
estos procedimientos deben realizarse después de la primera infección, pero solo en recién
nacidos niños de cualquier edad y niñas con síntomas sugestivos de pielonefritis o que hayan
sufrido infecciones recurrentes.
La ultrasonografia renal es muy útil para identificar hidronefrosis, anormalidades anatómicas y
cálculos renales; pero no detecta el reflujo vesicoureteral o cambios inflamatorios.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la infección urinaria debe de ser individualizado; lleva
como objetivo erradicar la infección, descubrir y corregir anormalidades funcionales o
anatómicas; prevenir recidivas; preservar la función renal. Se debe de administrar un
medicamento antibacteriano, pudiendo utilizarse también acidificadores de la orina y
antisépticos urinarios.
Acidificadores de la orina: La actividad antibacteriana de la orina es mejor a un pH menor, los
efectos del mandelato de metenamina, nitrofurantoina y el ácido nalidíxico se potencializan a
un pH ácido.
Antisépticos Urinarios: Son medicamentos con actividad antibacteriana en la orina pero tienen
muy poco o nulo efecto antibacteriano sistémico. La nitrofurantoina puede ser bactericida para
gram + y -, la proteína de transporte es dividida en los riñones de tal forma que el fármaco
queda libre para actuar en la orina. Las sales de metenamina de ácidos orgánicos en orina ácida
liberan formaldehído que es antibacteriano y es eficaz para suprimir la bacteriuria. El ácido
nalidíxico inhibe muchas bacterias gram- inhibiendo la síntesis del ADN.
Antibióticos: En la infección urinaria aguda no complicada, el tratamiento se realiza con:
Amikacina 15 mg/kg/día IM 7
Cuando el germen ha sido identificado debe de darse el antibiótico específico, por locual
tenemos que:
Para las infecciones recurrentes o con malformaciones es conveniente erradicar las recidivas,
para lo cual se han empleado los siguientes esquemas:
FÁRMACO DOSIS
Método
Pregunta: ¿Cuáles son los efectos de los diferentes antibióticos en los regímenes de las
infecciones del tracto urinario en niños?
Nosotros encontramos pocas evidencias de efectos dañinos por el tratamiento cuando se
emplea de manera empírica mientras se esperan los laboratoriales. Otros estudios dicen que
esta relacionado con incremento de cicatrices renales.
Pregunta: Cuales son los beneficios para los niños que se benefician con el diagnóstico por
imagen? :
No se encontraron estudios que sustenten la efectividad del diagnóstico por imagen. No hay
evidencias de daño, pero debe de cuidarse la radiación, procedimientos invasivos y reacciones
alérgicas. Los beneficios de la investigación temprana se ven en niños con diagnóstico de
reflujo vesicoureteral. De igual manera nos ayuda a identificar cicatrices renales, pielonefritis.
BIBLIOGRAFIA
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Imágenes de: www.google.com
OLGA GARCIA
INTRODUCCIÓN
Al realizar esta monografía de infecciones del tracto urinario solamente pretendo reforzar los
conocimientos en el campo de la microbiología.
Es mi aspiración que este fruto de investigación sirva para el más cabal aprendizaje de esta
importante asignatura. Y para ello tendremos consideraciones de los siguientes puntos.
1.
2. Contagio y etiología.
3. Patogenia de las infecciones del tracto urinario.
4. Características clínicas y complicaciones.
5. Diagnóstico de laboratorio de las infecciones del tracto urinario.
6. Tratamiento de las infecciones de las vías urinarias.
7. Prevención de las infecciones de las vías urinarias.
Esta infección provoca ardor y dolor durante la micción. Una infección por gonococo en la
uretra que se trata de una manera inapropiada o no se trata, puede causar a largo plazo
estrechamiento (estenosis) de la uretra. La estenosis alimenta el riego de producir una
uretritis más aguda.
Patogenia de la cistitis.- Infección de la vejiga urinaria que genera una necesidad de
orinar y una sensación de ardor o dolor durante la micción(la cual se da mayormente
en la noche), también un dolor en la parte inferior de la espalda. A menudo la orina es
turbia y aproximadamente el 30 % de los casos contiene sangre visible, más adelante puede
desarrollarse incontinencia urinaria.
Patogenia de la ureteritis.- Infección de una o ambas uretras. La extensión de una
infección proveniente de los riñones o de la vejiga es la causa más frecuente. Otra causa es el
rechazo del flujo de orina debido a una actividad nerviosa defectuosa de una parte del
uréter.
Patogenia de la pielonefritis.- Infección bacteriana de uno o de ambos riñones. La
escherichia coli es la bacteria que provoca mayormente las infecciones al riñón.
Aproximadamente un tercio de las personas que sufren infecciones del riñón tienen también
síntomas de una infección de las vías urinarias inferiores, incluyendo micción frecuente y
dolorosa. Los riñones pueden estar agrandados y adoloridos en la región lumbar del lado
afectado, a veces se experimenta episodios de dolor intenso provocados por los espasmos de
una de los uréteres (cólico renal).
En la pielonefritis bacteriana aguda, el riñón suele estar aumentando de peso. El
parénquima muestra amplia destrucción de tejido por el procesoinflamatorio agudo, sobre todo
en la corteza. Arterias, arteriolas y glomérulos muestran considerable resistencia a la infección.
Aparecen célulasinflamatorias crónicas a los pocos días y pueden descubrirse abscesos
medulares y necrosis aguda de tejido papilar. Los epitelios de pelvis y cálices
muestran inflamación aguda. Una característica importante del riñón con pielonetritis es
la distribución en focos dispersos que presenta la enfermedad.
Las complicaciones:
Edema.
Retención de líquidos en miembros inferiores por complicaciones nefríticas.
La Escherichia Coli
La escherichia coli O157:H7 es una causa que emerge de la enfermedad producida por
los alimentos. Los 73 000 casos estimados de la infección y 61 muertes ocurren en los Estados
Unidos cada año. La infección conduce a menudo a la diarrea sangrienta, y de vez en cuando la
falta del riñón. La mayoría de la enfermedad se ha asociado a comer la carne picada poco
cocinada, contaminada. El contacto personal en familias y centros del cuidado de niño es
también un modo de la transmisión importante. La infección puede también ocurrir después de
beber la leche cruda y después de nadar adentro o de beber el agua contaminada por las aguas
residuales.
Los consumidores pueden prevenir la infección del E. coli O157:H7 a fondo cocinando la carne
picada y lavando las manos cuidadosamente. Porque el organismo vive en los intestinos de
ganados sanos, las medidas preventivas en granjas de los ganados durante el proceso de carne
son aún investigadas.
Conclusión
Concluyo que con las informaciones adecuadas podremos mostrar claramente una lista de
prevenciones contra las infecciones del tracto urinario, siendo mi principal punto de estudio el
microorganismo Escherichia coli.
Otro punto importante en el que concluyo es en el estudio de los diferentes tipos de flora
patógena que existen y como podríamos evitarlas con los diferentes tratamientos de
antibióticos que existen.
En conclusión, lo mas inmediato y necesario que se puede hacer es prevenir estas infecciones
urinarias siguiendo acorde con el tratamiento para estas infecciones e informándose de las
diferentes infecciones que existen.
Bibliografía
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Indianápolis, indiana.
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infecciones del TRACTO URINARIO – rev. Esp. , Quimioterapia. 1989; (2): 153-156.
Vega Rios Rudy Kenyo
Estudiante en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, cursando el primer ciclo en la carrera
de estomatología.
Este trabajo fue hecho con el asesoramiento y ayuda de la profesora Zárate Cárdenas Rosario a
quien debo su gran apoyo.
UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA
FACULTAD DE ESTOMATOLOGIA
CURSO: METODOLOGIA DEL TRABAJO
DOCENTE: ZÁRATE CÁRDENAS, ROSARIO
Lima 07 de junio del 2007
1. Concepto de IU
2. Síndrome miccional
3. Mecanismos de transmisión y diseminación
4. Cuadros clínicos
5. Solicitud de diagnóstico microbiológico
6. Recolección de la muestra
7. Conservación de la muestra
8. Diagnóstico de localización
9. Tratamiento
10. Criterios para evaluar la respuesta al tratamiento
11. Anexo (manejo y tratamiento de IU)
12.
Tanto las infecciones urinarias (IU)como las infecciones respiratorias se caracterizan por ser
las de mayor incidencia, las que producen una elevada morbilidad y las que motivan mayores
consultas médicas ( Las IU representan aproximadamente un 10 % de las consultas en CAPS y
un 30 % de consultas a los urólogos).
Un dato importante es el hecho de que las IU son una de las mayores fuentes de sepsis y
además constituyen la primera causa de infección nosocomial.
CONCEPTO DE IU :
Se denomina así a toda infección causada por microorganismos que afecte el aparato urinario;
ello presupone el hallazgo de estos (habitualmente bacterias) en orina a títulos elevados; sin
embargo esto no es excluyente ya que en determinadas situaciones los títulos encontrados son
bajos.
Para entender mejor este concepto debemos entender el significado de los siguientes términos:
BACTERIURIA = Se entiende por ella a la simple presencia de bacterias en orina.
BACTERIURIA SIGNIFICATIVA =
o Criterio Clásico o Standard : Es cuando hallamos un Recuento de Colonias igual o mayor
a 100.000 UFC/ml (en pacientes con retención de orina de más de 3 Hs ,
con densidad y pH normales).
o Criterio Actual : Cuando encontramos un Recuento de Colonias mayor de 100 y hasta
10.000 UFC/ ml , acompañado de síntomas urinarios y/o presencia de leucocitos (lo
normal es hasta 5 por campo)
BACTERIURIA ASINTOMÁTICA = Es cuando detectamos Bacteriuria Significativa en
pacientes aparentemente sanos.
BACTERIURIA COMPLICADA = Es aquella que está relacionada con alteraciones
orgánicas o funcionales de alguna de las estructuras del aparato urinario.
BACTERIURIA DE VÍAS = Revela que el origen de la infección se encuentra en vejiga
y/o uretra (vía urinaria baja).
BACTERIURIA PARENQUIMATOSA = revela que el origen de la infección se halla en
el parénquima (riñón, próstata, epidídimo y/otestículos).
3.-Embarazo (mujer)
10.- Malformaciones
La vejiga puede actuar como reservorio, por lo que un vaciado completo y frecuente de la
misma protegen del desarrollo de IU. Una vez que los microorganismos llegan al parénquima
renal es muy difícil que puedan ser erradicadas por factores locales, siendo necesario recurrir al
uso de ATB que alcancen una adecuada concentración renal y con buena difusión a la orina
FACTORES INMUNOLÓGICOS = A pesar de la importante producción de Anticuerpos
sistémicos y locales, observados tras una pielonefritis aguda , se desconoce su acción
protectora.
Adherencia : Mediada por las Fimbrias P (Adhesinas) que se unen al moco urinario y luego
se transforman en Fimbrias 1 o Pilis 1 que permiten a la bacteria coloniza y afectar el
uropeitelio a diferentes niveles del tracto urinario.
Resistencia a la Fgocitósis : Mediada por el polisacárido capsular (Ag K)
Proteus Mirabilis Bacilo Gram – - Niños (tan frecuente como la -De Formar Cálculos 6-11%
Escherichia Coli)
-De Swarming (que le confiere
-Varón Adulto (asociado a gran capacidad para colonizar el
complicaciones urolitiásicas) tracto urinario y la superficie de
catéteres)
-Pacientes sondados
-Insuficiencia Renal
-Inmundeprimidos
-Inmundeprimidos
Acinetobacer Bacilo Gram – -Pacientes con catéter vesical Rara vez es invasor, ha 1-3%
(asociada a cistitis y evidenciasa de que coloniza las
pielonefritis) Vías Urinarias Inferiores
Enterococo Feacalis Coco Gram + Varones mayores de 60 años Mbacteria frecuentemente 3-16%
asociada a cualquier maniobra
Pacientes internados
realizada con material que
Transplantados (de riñón) pueda contaminarse
con materia fecal
Pacientes con patología de
base
B. MICROORGANISMOS HABITUALES .:
C. MICROORGANISMOS POCO HABITUALES :
CUADROS CLÍNICOS :
CISTITIS AGUDA : Se trata de una infección de la vejiga, que se caracteriza por la
existencia de bacteriuria (entre 100 y 100000 UFC/ ml),piuria en el sedimento
urinario y síndrome miccional (Polaquiuria, disuria y tenesmo).Puede
presentar Hematuria Terminal micro o macroscópica, orina con olor desagradable y
en raras ocasiones se acompaña de fiebre. En los niños puede manifestarse como Enuresis
(micción involuntaria).
Germen involucrado :
o En varones menores de 40 años : Chlamydia Tachomatis (80%)
o En varones mayores de 50 Años : Eschereichai Coli y Enterobacterias
o
PIELONEFRITIS AGUDA : Infección e inflamación del riñón, cálices y pelvis renal que
comienza en el intersticio y se extiende rápidamente a los glomérulos , Túbulos y vasos
renales. Si bien es un cuadro infeccioso poco frecuente es el más grave de las IU. Tiene
mayor incidencia en las mujeres y, habitualmente es el resultado del ascenso de
microorganismos desde la vía urinaria baja. Se caracteriza por síndrome miccional,
acompañado de fiebre elevada, escalofríos, taquicardia, vómitos, dolor en la
fosa renal (que se exacerba y positiviza con la puñopercusión) e hiperestesia
abdominal. El análisis del sedimento refleja bacteriuria (donde el 20% de los
casos dan cultivos de 105 UFC/ml), piuria y cilindros leucocitarios. Si se deja
evolucionar la enfermedad aparecen puntos ureteales positivos, Astenia,
HTA, Anorexia y perdida de peso ostensible e incluso puede haber deterioro de
la función renal.
Existe un riesgo del 30% de que los pacientes con pielonefritis aguda desarrollen bacteriemias y
sepsis posterior
En los ancianos : Hay además deterioro del estado general y/o incontinecia urinaria
Sin embargo pueden existir formas subclínicas de pielonefritis (donde no aparecen o están
incompletas las citadas manifestaciones clínicas).
Gérmenes habitualmente involucrados : Escherichia Coli, Staphylococo Saprophyticus,
Proteus Mirabilis, Acinetobacter, Enterobacterias, Pseudomanas
TBC RENAL Y DE LAS VÍAS URINARIAS : Es una de las formas más frecuentes de
TBC Extrapulmonar. Coexiste en el 40% de los casos con una TBC
Pulmonar. Durante la primoinfección puede producirse una diseminación hematógena de
los BAAR; éstos tienden a anidar en órganos o tejidos bien perfundidos y con elevada PO2.
Si la Rta inmune celular es adecuada se formarán granulomas que, acabaran calcificándose
u originando una cicatriz fibrosa, en la que las micobacterias pueden permanecer en estado
latente (focos latentes) durante muchos años. La TBC Renal suele observarse en el adulto,
como consecuencia de la reactivación de uno de estos focos, y a veces guarda relación
con procesosinmunodepresores (diabetes mellitus, corticoterapia, edad avanzada, etc). La
infección origina la destrucción gradual del parénquima renal y progresando hacia la
médula renal, esto se ve favorecido ya que hay una escasa actividad de los macrófagos en
el ambiente hipertónico y relativamente isquémico de las pirámides renales. El tejido
necrótico termina vaciando parte de su contenido hacia la vías urinarias (a través de las
papilas renales). Los bacilos eliminados en la orina pueden metastatizar a cualquier nivel
del uréter o la vejiga e incluso. Las lesiones de laTBC Renal se sobreinfectan fácilmente, lo
que favorece la litiásis renal y dificulta el diagnóstico. Con el tratamiento médico, la TBC
renal se cura y pocas veces se debe recurrir a la nefrectomía.
Correcta Interpretación del resultado
Para TBC Renal :
Datos Filiatorios
Tto. Medicamentoso
Dx Presuntivo
R/p
Orina Completa (3 muestras)
Baciloscopía
Urocultivo Seriado (3 muestras)
Identificación de germen
Tisio - Antibiograma
RECOLECCIÓN DE LA MUESTRA
En Niños y Adultos que Controlan Esfínteres
Micción Espontánea = Se debe eliminar el chorro inicial y recolectar en frasco estéril el
chorro medio (10 – 20 ml), teniendo en cuenta que el volumen no es importante ya que con
1 ml de orina puede realizarse el Urocultivo. Preferentemente recoger la 1ra orina de la
mañana (puesto que la retención que hay durante las horas de sueño permiten que la misma
contenga mayor Nº de gérmenes) o bien recoger la muestra de orina con una retención
mínima de 3 Hs.)
Técnica : Desinfectar la zona Perineal, introducir la sonda por la uretra y luego recoger
la porción media.
3. Cateterización = Habitualmente no es aconsejable por el riesgo de bacteriuria
iatrogénica asociada (5 – 10 %). Sólo está indicada en caso de Pacientes con Vejiga
neurogénica
4. Punción de Sonda vesical = Sólo está indicada en caso de Pacientes con Sonda
vesical. Es importante tener en cuenta que Jamás se debe recolectar orina del el extremo
de la sonda ni remitir para el análisis la punta de la Sonda vesical.
Técnica o procedimiento :
Clampear la Sonda lo más cerca posible del meato uretral.
Tiempo : 30 – 60 min
Desinfectar con alcohol (al 70%) el área de la sonda a punzar y dejar secar
Punzar la sonda con aguja y jeringa estéril
CONSERVACIÓN DE LA MUESTRA
Lo ideal es una vez recolectada la muestra llevarla al laboratorio para procesar,
ya que la orina debe ser cultivada antes de que pase 1 Hora desde su obtención.
No obstante, el proceso se puede retrasar 24 hs si la orina recolectada en frasco
estéril se coloca en la heladera (a 4ºC), no sin antes rotular.
Rotulación : Toda muestra debe llevar al menos los datos Filiatorios del paciente y en lo
posible debe ir acompañada de un formulario y/o recetario médico donde se indique :
PROCESAMIENTO DE LA MUESTRA
Siempre se debe determinar la Densidad de la Orina, su pH, realizar el Estudio
inmediato del Sedimento y Leucocitos (examen en fresco). Recordar que no hay ningún
método rápido que reemplace el estudio del sedimento en orina.
EXAMEN FÍSICO : Color, Olor, Aspecto Espuma, Densidad (1030, pH (4,5)
UTILIDADES DESVENTAJAS
Orienta sobre el microorganismo involucrado, permitiendo Muchas IU cursan con un recuento de colonias menores a
que los pacientes sintomáticos o de riesgo reciban una terapia 105 UFC/ ml
antimicrobiana precoz.
Pacientes con sepsis de punto de partida urinario No permite la diferenciación del agente patógeno de la
presencia de gérmenes contaminantes.
A. Cultivos Cualitativos = Para la elección del medio de cultivo debemos tener en cuenta
que :
o Recuento de Colonias : Es un dato más, no es determinante, pues debe
correlacionarse con :
o
Se ensaya e informa los ATB de elección para el tratamiento de la IU y aquellos que sean los
más apropiados para la especie aislada.
DIAGNÓSTICO DE LOCALIZACIÓN :
Vías Urinarias = Sólo se pueden confirmar con Urocultivo
En caso de Infección de Métodos Directos o invasivos
Parénquima Renal = Se confirman por
Métodos Indirecto o No Invasivos
Biopsia Renal = Es poco demostrativa en pielonefritis (por la Cilindros Bacterianos = De escasa sensibilidad y
localización de esta infección) especificidad
Lavado vesical = Fundamentada en la eliminación de las Detección de Enzimas = LDH – 5 por su alta fiabilidad
bacterias vesicales mediante lavado con sol ATB. Si en pielonefritis crónicas
posteriormente cultivos demuestran la presencia de bacterias,
sólo sugerirá el origen parenquimatoso de las mismas
Método de los 3 vasos : consiste en tomar muestras de orina en tres frascos (utilizando el
chorro inicial, el medio y el final)
TRATAMIENTO : Tratamiento ATB específico más abundante ingesta de líquidos
TRATAMIENTO EMPÍRICO GRAL. = En espera del Antibiograma podemos instaurar
un Tratamiento Empírico con un ATB oral que alcance una elevada concentración en orina,
que sea de baja toxicidad y de buena tolerancia.
RECIÉN NACIDOS = Realizar Hemocultivo, realizando un Tratamiento como para Sepsis
(ya que el 90% de las IU en RN se comportan como sepsis general).
- Ampicilina + Cefotaxima
Tto. ATB
- Ampicilina + Gentamicina (es ototoxica y nefrotóxica)
LACTANTES = (niños menores de 18 meses de vida) Considerar toda IU como una IU alta
(sin necesidad de realizar el diagnóstico de localización). Para el tratamiento podemos
emplear :
o Cefalosporinas de 1ra. Generación.
o Nitrofurantoína
o Gentamicina o Amikasina (sobre todo en IU repetidas y algunas bacteriemias)
MUJERES MAYORES DE 13 AÑOS = Generalmente causada por E. Coli, S.
Saprophyticus, Chlamydia Trachomatis. Si en el Diagnóstico micrbiológico se nos informa :
o Leucocitos + Bacterias = Tratar con Cefalkosporinas de 1ra. Generación
o Leucocitos sin bacterias = Tratar con Azitromicina (en casos de gérmenes
atípicos)
EMBARAZADAS = Siempre se debe tratar la bacteriuria asintomática. Debiendo
realizarse a toda embarazada un urocultivo cada 3 meses, y tratar .
o Cefalosporinas de 1ra Generación
o Amoxicilina
VARONES ADULTOS = Las IU son siempre una "cisto – uretro – prostatitis" y para
asegurarnos de que el medicamento llegue a la próstata conviene
usar : Ofloxacina (quinolona fluorada)
ANCIANOS =A estas personas no debemos medicar mientras no presenten síntomas
clínicos
Si hay más de tres episodios de cistitis al año que aparecen tras relaciones sexuales está
indicada la profilaxis postcoital con nitrofurantoina y trimetroprim. Cuando ocurren menos de
dos episodios al año se puede iniciar el tratamiento por parte de la paciente cuando presente
sintomatología siguiendo alguna de las pautas de dosis única o de tres dias de tratamiento. Es
también frecuente la aparición de infecciones recurrentes en las mujeres postmenopáusicas,
pudiéndose atribuir a la existencia de residuo miccional y a los cambios en la flora vaginal por
la falta de estrógenos.
PIELONEFRITIS AGUDA EN MUJERES JÓVENES : La pielonefritis aguda en mujeres
jovenes puede presentarse o bien como una cistitis con dolor en fosa renal o bien como una
sepsis por gram-negativos. Se debe realizar urocultivo a toda mujer con sospecha de
pielonefritis, y un hemocultivo a todo paciente que se vaya a hospitalizar debido a que hasta en
un 20% de los casos se obtienen hemocultivos positivos, lo que nos permite optimizar el
tratamiento antimicrobiano. Entre un 20% y un 30% de los gérmenes responsables de causar
pielonefritis son resistentes a amoxicilina y a cefalosporinas de primera generación in vitro, por
lo que no está indicado su uso de forma empírica. Si el paciente presenta un buen estado
general y no tiene nauseas ni vómitos se puede iniciar el tratamiento con terapia oral. El
tratamiento empírico recomendado hasta que llegue el resultado del urocultivo debe hacerse
con trimetroprim- sulfametoxazol, fluorquinolonas y cefalosporinas de segunda o tercera
generación. Los pacientes que presenten nauseas, vómitos o mal estado general, y las mujeres
embarazadas requieren ingreso hospitalario para recibir terapia parenteral. El tratamiento
empírico se hace con aminoglucósidos, ceftriaxona y fluorquinolonas. La sintomatología suele
mejorar a las 48-72 horas, pudiendo finalizar el tratamiento por vía oral. Si la fiebre y el dolor
en fosa renal persisten tras 72 horas de tratamiento se debe repetir el urocultivo y además
realizar una ecografía o un scanner por sospecha de absceso intra o perirrenal, anomalias
urológicas u obstrucción.
El tratamiento debe mantenerse entre 10 y 14 días , no habiéndose demostrado ningún
beneficio con el uso de regímenes más largos. Es útil realizar un urocultivo de control dos
semanas después de completar el tratamiento.
INFECCION URINARIA COMPLICADA EN ADULTOS : Las infecciones urinarias
complicadas son aquellas que suceden en pacientes que tienen alteraciones anatómicas,
funcionales o metabólicas del tracto urinario, o aquellas que son debidas a microorganismos
resistentes al tratamiento antibiótico. Estos factores pueden, sin embargo no detectarse en un
primer momento. Se pueden expresar clínicamente como una cistitis o como una sepsis. A
diferencia de las infecciones no complicadas, los gérmenes responsables pueden abarcar un
amplio espectro, siendo además muchos de ellos resistentes a múltiples tratamientos
antibióticos. Por lo tanto debe realizarse urocultivo a todo paciente con sospecha de infección
complicada para poder identificar al germen involucrado y conocer su sensibilidad a los
antimicrobianos. El tratamiento empírico de los pacientes con buen estado general se puede
iniciar por via oral con cefalosporinas de segunda generación, fluorquinolonas y trimetroprim-
sulfametoxazol. En los pacientes hospitalizados con enfermedad grave se puede iniciar
tratamiento empírico con ampicilina más gentamicina o imipenem más cilastatina, que
proporciona una cobertura de amplio espectro (incluyendo Pseudomona aeruginosa).
Una vez se haya identificado el agente causal se puede modificar el tratamiento antibiótico. El
tratamiento se debe mantener 10-14 dias, y es conveniente realizar un urocultivo a las dos
semanas de completar el tratamiento.
INFECCION URINARIA EN VARONES JÓVENES : Las infecciones del tracto urinario
son poco habituales en varones menores de 50 años. Se manifiestan clínicamente con síntomas
de cistitis aunque a veces presentan sintomatología de uretritis. Existen ciertos factores que
aumentan el riesgo de aparición como en el caso de homosexuales, los varones no cicuncidados
y cuando la pareja tiene germenes uropatógenos que han colonizado su vagina. El tratamiento
debe realizarse, tras recoger un urocultivo, con una pauta de siete dias con fluorquinolonas,
trimetroprim o trimetroprim-sulfametoxazol. Se consideraba que los varones jóvenes
con infección urinaria tenían alguna alteración urológica subyacente, pero parece demostrado
que en aquellos pacientes que responden al tratamiento no es rentable realizar un estudio
urológico.
BACTERIURIA ASINTOMATICA EN ADULTOS : En pacientes con bacteriuria
asintomática, un recuento de más de 100.000 ufc por ml. se considera criterio de infección. El
screening de bacteriuria asintomática en adultos es de poco valor salvo en dos excepciones:
previo a la cirugía urológica y en embarazadas. Su diagnóstico y tratamiento disminuye las
complicaciones postoperatorias. En embarazadas se debe hacer screening en el primer
trimestre y tratar la bacteriuria ya que reduce el riesgo de que se produzca una pielonefritis, y el
riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. Es conveniente tener los datos de sensibilidad a
antimicrobianos para iniciar el tratamiento.
PROSTATITIS : La prostatitis aguda se considera un cuadro infeccioso grave por su fácil
tendencia a la diseminación bacteriana durante la micción o con la simple palpación de la
glándula. Está indicado el uso de antibióticos activos frente a gram negativos y con buena
difusión tisular como los aminoglucósidos, las cefalosporinas de tercera generación y los
monobactámicos. La respuesta clínica es rápida 24-48 horas si el fármaco es el adecuado, de lo
contrario debe de cambiarse en función de los resultados del urocultivo. El tratamiento se
mantiene 14 dias.
BIBLIOGRAFÍA:
Puga (Cátedra de Microbiología Clínica UNT), 2003
Farreras - Rozman (Clínica Médica) 2001
Jawet (Microbiología)1997
Mims (microbiología) 2000
Pumarola (Microbiología y Parasitología) 1970
José Gabriel Quiroga Villagra
Estudiante de la facultad de medicina
de la Universidad Nacional de Tucumán
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