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REDISTRIBUCIÓN

Redistribución es el proceso y la consecuencia de redistribuir.


Este verbo, por su parte, se refiere a distribuir (repartir) algo de manera
distinta a como se estaba distribuyendo hasta entonces.

La idea de redistribución suele emplearse en la economía y


la sociología para referirse a la necesidad de volver a repartir, de una
forma diferente, ciertos recursos. El objetivo de la redistribución es
fomentar la justicia social, minimizando la desigualdad y el desequilibrio
en el seno de una comunidad.

En la antropología, el concepto se emplea para nombrar a lo que hacían


los jefes de las tribus primitivas, que recibían los alimentos y otros
objetos valiosos de su grupo y se encargaban de repartirlos de la
manera que consideraban correcta. En esta práctica puede encontrarse
el origen del Estado, que es la entidad creada por el hombre para la
organización de la sociedad.

La redistribución, en definitiva, es un cambio en la manera en la que se


está distribuyendo un recurso. Los gobiernos suelen hablar
de redistribución de riqueza para referirse a las políticas que buscan
repartir los recursos generados por la actividad económica de una
manera más equitativa, evitando la concentración de dinero en los
sectores más acaudalados.

La implementación de subsidios y el cobro de impuestos son las dos


herramientas más importantes que tiene un gobierno para fomentar la
redistribución. Por ejemplo: un impuesto a las ganancias que superan
un cierto monto permite al Estado obtener recursos que luego vuelca,
en forma de subsidio o de otro tipo de asistencia, a las clases bajas. Así
la riqueza del país, de cierta manera, se redistribuye.

Es importante resaltar que la redistribución es un proceso al cual


recurre un gobierno cuando detecta que la distribución de un bien no
es justa; para llegar a este ajuste en la repartición, es necesario que
note un defecto en el sistema, una fisura, por pequeña que sea, que
perjudique a un grupo de personas privándolas del acceso a
determinados recursos. En otras palabras, la equidad y la justicia son los
dos propósitos que debe perseguir la redistribución, así como los
valores en los cuales se debe apoyar quien tiene la tarea de definir el
camino a seguir para llevarla a cabo.

Como es sabido, vivimos en un mundo en el cual la equidad no es algo


muy común: tanto si observamos la realidad social y económica de un
país determinado como si la comparamos con la de otro, existen tantos
ejemplos de injusticia y de mala repartición de bienes y oportunidades
que cuesta entender que nuestra especie sobreviva. Muchas personas
se preguntan cómo es que hay quienes tienen casas valuadas en
millones de dólares y otros que viven en la calle, por qué dos personas
con la misma profesión ganan salarios tan diferentes según el país en el
que residan, por qué algunos tiran comida a la basura y otros no tienen
qué comer.

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