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¿Qué es la inclusión?

Muchas veces utilizamos el concepto de inclusión como una mera “suma” o “adición” de
alguien o algo, cuando en realidad es una idea que abarca aspectos sociales bastante más
profundos.

El principal pilar de la inclusión es el reconocimiento de que todas las personas tienen


habilidades y potencialidades propias, distintas a las de los demás, por lo que las distintas
necesidades exigen respuestas diversas o diferentes. La inclusión busca que se fomente y
garantice que toda persona sea “parte de” y que no permanezca “separado de”. Inclusión,
por lo tanto, significa que los sistemas establecidos proveerán acceso y participación
reciproca; y que el individuo con discapacidad y su familia tengan la posibilidad de participar
en igualdad de condiciones.

Según la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad


de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un
problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa
participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los
procesos sociales, culturales y en las comunidades.

Entonces, ¿qué nos permite la inclusión?

 Disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias.


 Beneficiar a todas las personas sin perjuicio de sus características, es decir, sin
etiquetar ni excluir.
 Proporcionar un acceso equitativo, revisando procesos constantemente y valorando
el aporte de cada persona a la sociedad.
Definición de equidad
Del latín aequĭtas, el término equidad hace referencia a la igualdad de ánimo. El concepto
se utiliza para mencionar nociones de justicia e igualdad social con valoración de la
individualidad. La equidad representa un equilibrio entre la justicia natural y la ley positiva.

La tendencia a juzgar con imparcialidad y haciendo uso de la razón también se conoce


como equidad. Esta disposición del ánimo se propone a otorgar a cada sujeto lo que se
merece.

De la misma forma, también se hace uso del término equidad para referirse a lo que sería la
moderación tanto en lo que son las condiciones de los contratos de diversa tipología como
en el precio que tienen todas las cosas en el mercado.

La equidad debe alcanzarse en diversos ámbitos de la vida. En el aspecto económico o


financiero, se conoce como equidad a la distribución justa de la riqueza entre los miembros
de una sociedad, a la moderación en los precios y a la justicia en los términos de un
contrato.

Por ejemplo: si una empresa se encuentra en una situación monopólica, tendrá la capacidad
de fijar los precios de sus productos o servicios a su antojo. El gobierno, por su parte,
deberá establecer las condiciones necesarias para que la actividad comercial se realice con
equidad.

Es importante subrayar además que en el ámbito de la religión también es frecuente hacer


utilización del concepto que nos ocupa. En concreto, dentro del ámbito de la Iglesia
Católica se establece, en lo que sería su Derecho canónigo, el principio de equidad para
referirse a lo que sería la aplicación de una ley con el claro objetivo de que una persona
pueda salvar su alma de manera eterna.

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