Mi Compañera de Clases SHION SAEGUSA Es Una Ex Ídol - Volumen 1 PDF

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Mi compañera de clases SHION SAEGUSA es una ex ídol,
pero tiende a comportarse extraño cuando está cerca de mí - Volumen 1
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Información
クラスメイトの元アイドルが、とにかく挙動不審なんです。
Volumen: 1
Autor: Korin-san
Arista: Krki
Publicado: 20 de Junio del 2022
Editorial: GC Novels. / GCN文庫
Título adaptado al Español:

pero tiende a comportarse extraño cuando está cerca de mí.
Esta es una fan adaptación realizado por Gashadokai,

no es una traducción oficial y tampoco se comercializa.
Esta obra fue hecha con la intención de ser leida gratuitamente

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La ídol de la clase
CAPÍTULO I
Mi nombre es Takuya Ichijo.

Soy un estudiante de primer año de secundaria común y corriente que
asiste a una escuela publica igual de común.
No soy bueno en los deportes, ni tampoco poseo grandes habilidades
en alguna área en específico. Posiblemente sea el chico más común y
aburrido que existe.
Pero, poco tiempo después de me di cuenta que para poder hacer
cualquier cosa en este mundo, necesitas dinero. Por ello, decidí empe-
zar a trabajar a tiempo parcial en una tienda de conveniencia un poco
alejada de la estación de tren en la zona de la escuela.
Elegí esta tienda a propósito con el fin de poder trabajar en secreto, ya
que, si hubiese elegido una zona en la que estuviera cerca de casa o la
estación de tren, este trabajo ya no sería tan sencillo, y también estaría
expuesto a que muchos chicos de la escuela me vean trabajar.
Así que, tres o cuatros días a la semana después de clases, me dirijo
aquí trabajo detrás de la caja registradora hasta la noche.
No es un trabajo para nada especial, pero, como estudiante de secun-
daria común y corriente que soy, estoy disfrutando al máximo mi ju-
ventud de esta manera.
Sin embargo, aunque mi vida a priori suena muy aburrida, al igual que
el lugar donde estudio. Hay alguien que destaca del resto. Y esa es
Saegusa Shion, una chica de mí misma clase.
Ella es una persona increíble, con una hermosa apariencia, una inte-
ligencia sin igual, y por si eso no fuera suficiente, es una chica pudien-
te. Esto se debe a que ella es muy conocida en todo Japón, y como es
de esperar, es muy popular en la escuela gracias a esto.
Saegusa-san es alguien que formaba parte de un grupo de Idols en el
pasado, que siguen activas y siendo muy famosas a nivel nacional. Y
entre todas las chicas, ella era la más popular entre los fanáticos.
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Pero por alguna razón desconocida, ella se retiró abruptamente, de-
jando atrás el mundo el espectáculo para ingresar a la escuela secun-
daria en la que yo asisto.
Al principio yo no lo sabía, claro, leí las noticias que se difundieron en
su momento acerca del gran escándalo que hubo porque ella se retira-
ba, pero no tenía idea que la nacionalmente famosa Saegusa Shion
terminaría estudiando en el mismo colegio donde yo asisto. ¡Y mucho
menos que estaríamos en el mismo salón de clases!
Tiene el cabello corto y ondulado, grandes ojos brillantes como una los
de una preciosa joya, y su piel era blanca como la porcelana. Aunque
no era una chica muy alta, sus largas piernas destacaban cuando usaba
vestidos o faldas.
Supongo que no hace falta recalcar que la presencia de Saegusa Shion
es un deleite visual para cualquiera que la vea.
Debido a su enorme fama, desde el primer día de clases, ella ha sido
rodeada por casi todos los chicos y chicas de nuestra clase. Incluso
alumnos de otras secciones se acercan a nuestra aula para si quiera
ver su silueta.
Y los rumores que se dicen en la escuela, son que ella ha recibido
infinidades confesiones de amor en sólo dos semanas de haber co-
menzado las clases.
Por mi parte, he mantenido mi distancia con ella, no formo parte del
grupo de personas que están constantemente rodeando a Saegusa-
san. Y tampoco tengo intenciones de hacerlo.
Lo admito, soy el tipo de persona que va caminando por la vida metido
en su burbuja sin preocuparme lo que piensen lo demás, o quien está
a mi lado.
Además, las idols cómo Saegusa-san están fuera de mi alcance, yo soy
consciente de mi posición, para mí no tiene sentido tener un ápice de
esperanza en que alguien como ella se fije en mí, o si quiera recuerde
mi nombre.
En resumen, ella es una hermosa flor que es inaccesible para mí.
Y aquí estoy, un día más después de clases estando detrás de la caja
registradora de un Combini. Fue entonces cuando el sonido melódico
característico de la puerta abriéndose sonó.
—¡Bienvenido! — exclamé mientras giraba mi cabeza a la puerta.
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Esto es algo que ya tengo programado en mi cabeza y que no puedo

detener. Cada cliente que entra en la tienda, siempre es recibido por
mí de esta forma.
Pero para mi sorpresa, la persona que entró fe una mujer muy sospe-
chosa, llevaba una mascarilla, unas gafas de sol grandes y una gorra
que ocultaba casi todo su rostro con la visera.
Tal y cómo si estuviese intentando pasar desapercibida, la mujer entró
al interior de la tienda dando pasos increíblemente rápidos. Y como
ella era la única cliente en la tienda, fue inevitable seguirla con la
mirada fija mientras se movía sospechosamente.
Rápidamente colocó un envase de ensalada, y un bento en su cesta de
compras, y luego se dirigió a la caja registradora donde yo estaba pa-
rado.
No habían pasado más de treinta segundos desde su entrada a la tien-
da. Fue una acción tan rápida que una pregunta poco atípica de mi
parte salió de mi boca.
—¿Eso es todo?
—S—Sí. ¡Estoy bien con esto!
Su actuación sospechosa me hacía dudar, pero como era una clienta,
no tenía derecho de interrogarla o si quiera juzgarla. Así que asentí con
mi cabeza mientras ahogaba mis deseos de querer preguntarle si algo
le ocurría.
—Le gustaría que le caliente el—…
—¡No! ¡Así está bien!
Antes de que yo pudiese terminar mis palabras, ella respondió muy
exaltada. Me pregunto si está apresudara por querer irse pronto, así
que me limité a realizar los cálculos de cuanto debía pagar.
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—Son 738 yenes en total.

—¡Aquí tienes! — respondió la chica sacando un billete de 1000 yenes.
Acepté el billete procediendo a realizar con el pago, luego le entregué
el cambio, que eran unas monedas. Pero, lo curioso fue en la forma en
la que ella recibió el dinero.
Con ambas manos, lo tomó cuidadosamente mientras ella tocaba mi
mano. Era extraño, ya que ningún cliente acostumbraba a recibir su
cambio así.
Luego se preparó para salir de la tienda. Pero en lugar de eso, se detu-
vo frente a la puerta por un momento, dio media vuelta y volvió a en-
trar a la tienda. Pero esta vez, se dirigió a la sección de bebidas, tomó
un té y vino frente a mí para pagar.
Ella parecía estar un poco emocionada, y estaba muy sorprendido por
la energía que radiaba de su pequeño cuerpo. Me esforcé para mante-
ner la calma, y así poder realizar el pago.
—Son 128 yenes. ¿Quiere una bolsa?
—No, gracias.
Fue entonces cuando ella sacó otro billete de 1000 yenes de su cartera
y me lo entregó. Aunque tenía el dinero suficiente para pagar con el
cambio que le había dado hace un momento, seguía insistiendo en pa-
gar con un billete.
Pero esto no podía decírselo a un cliente, así que nuevamente me limi-
té a proceder con el pago, y le di el cambio correspondiente.
Y fue ahí cuando otra vez, ella volvió mi mano entre las suyas para
recibir el cambio, y después lo guardó cuidadosamente dentro de su
cartera que estaba llena de monedas. Tras esto, ella salió corriendo de
la tienda.
—Saegusa-san… Me pregunto qué es lo que tramas. — susurré mien-
tras veía su espalda alejarse.
Ella seguramente piensa que su disfraz es infalible y que no la recono-
cería. Pero la realidad es otra. Ya que en el momento que se paró frente
a la caja registradora, pude reconocer a Saegusa Shion, la ex idol fa-
mosa y mi nueva compañera de clases.
Tiene una forma muy peculiar de actuar.
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CAPÍTULO II
Hoy es viernes.
Mientras todos en la clase se saludaban entre sí, yo me quedé acostado
en mi escritorio descansando los ojos.
Con la combinación de mi trabajo a tiempo parcial y mi estudio diario,
acumulo cansancio cuando llega el fin de semana. Hoy también tengo
un turno en el trabajo por la noche, así que me he comprometido a
pasar el día de manera eficiente para ahorrar energía.
—¡Buenos días, Takuya! Veo que esta mañana estás más muerto que de
costumbre.
—...Cállate. Estoy ahorrando energía porque tengo trabajo de nuevo
hoy.
—Apenas estás comenzando la escuela secundaria, pero ya me estoy
preocupado por tu futuro.
La persona que me habló mientras estaba acostado en mi escritorio
fue Takayuki Yamamoto, es un buen amigo mío. Es un chico alto, tiene
un gran físico y si eso no fuese suficiente, es un apuesto deportista
estrella de nuestro equipo de baloncesto escolar.
Y cómo es obvio, él es popular entre las chicas desde que era joven. Él
es todo lo opuesto a mí, sin embargo, somos grandes amigos, y esta-
mos juntos desde que éramos niños.
Si yo fuera una chica, no me cabe la menor duda de que estaría
enamorada de él. Pero como no es así, somos los mejores amigos.
—…Probablemente estás pensando en tonterías de nuevo. No
desperdicies tu juventud de esa manera. ¡Ponte de pie y hazlo algo de
ejercicio! — exclamó Takayuki mientras golpeó mi espalda.
Tras este acto tan ‘amistoso’, Takayuki se echó a reír y saludo a nues-
tros compañeros de clases mientras se dirigía a su asiento.
Decidí volver a dormir con un suspiro de alivio, pero de repente el
ambiente en la sala cambió abruptamente, que incluso yo, quien esta-
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Cambio de asientos
ba dormido sobre mi escritorio, pude sentir dicho cambio de at-

mosfera.
Y no necesitaba abrir mis ojos para saber la razón. Lo más seguro se
deba a que Saegusa-san acaba de entrar al aula.
Continué ahorrando mis energías para mi turno nocturno y no le pres-
té atención a lo que sucedía con mis compañeros de clases.
Sin embargo, esta vez no escuché su voz temerosa igual que el otro día
en el Combini. Su actitud era diferente esta vez, igual al de una perfec-
ta ídol, la gracia de sus palabras, su tono de voz firme y suave. Cada
gesto de Saegusa-san era digna de admirar.
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Cambio de asientos
Siendo honesto, sentía mucha curiosidad por saber la razón del cual
Saegusa-san actúa de manera tan sospechosa cada vez que va al
Combini que trabajo.
Desde que empecé a trabajar en ese lugar, ella aparece casi todos los
días, realiza las mismas acciones misteriosas y sospechosas como las
de ayer.
Y por lo visto, se preocupa tanto en ocultar su identidad, que ella no
se ha dado cuenta que sus intentos no funcionan en absoluto. Pero se-
ría muy descortés de mi parte decírselo, así que tengo que fingir que
no me doy cuenta.
Si alguien me dijera que estoy haciendo el ridículo y que mis intentos
de ocultarlos han sido inútiles, no cabe la menor duda de que yo me
moriría del a vergüenza.
Estoy seguro de que nadie me creería si les cuento sobre la extraña
forma de actuar de Saegusa-san. Por lo que será mi pequeño secreto.
—Muy bien clase, veo que ya se han acostumbrado al ambiente, ¿qué
tal si hacemos un cambio de asientos?
Antes de que la clase iniciara, el profesor Suzuki entró al aula con una
idea que, por lo visto, a todos en la clase, les impactó.
Hubo reacciones de todo tipo, pero entre ellos estaba la de preocu-
pación, y emoción. No hay que ser un genio para saber que estas reac-
ciones se deben a que, los que estaban sentados cerca de Saegusa-san,
podrían perder el privilegio de estar cerca de ella.
Mientras que los que estaban alejados, podrían tener una mínima
oportunidad que la ex famosa ídol se siente al lado de ellos.
Por cierto, yo soy la "I" de Ichijo, actualmente estoy sentado en un
asiento cerca de la ventana en orden numérico en la lista de nombres.
Este asiento me gusta bastante, ya que recibo la luz solar directa y
puedo ver bien la pizarra, así que es un poco decepcionante tener que
cambiar de asiento.
Pero no iba a permitir que esto me bajara los ánimos. Me levanté de mi
asiento, y procedí a sacar el número del cual sería mi nuevo asiento.
—Bien, Ichijo, sacaste el número siete. El siente es, Hitori.
El número escrito en el boleto de lotería determina el asiento asig-
nado.
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Como la clase tiene 40 estudiantes, hay siete filas de siete asientos y
dos filas de seis asientos, numerados en orden desde la parte de-
lantera cerca de la ventana.
En otras palabras, mi nuevo asiento estaba en la última fila junto a la
ventana. Aunque me alejé del pizarrón, fui afortunado al tener un
asiento que está en la esquina del aula.
Sin embargo, en el momento en que se decidió mi asiento, volví a sen-
tarme, y pude notar que Saegusa-san estaba murmurando cosas en
voz baja detrás de mí.
Quería decirle que se calmara y que desactivara el modo sospechoso
que suele usar cuando va a la tienda de conveniencia. Pero es algo que
no puedo decir en voz alta, así que me mordí la lengua.
—La próxima es… Saegusa.
—¡Sí!
Finalmente, cuando llamaron por el nombre de Saegusa-san, ella se
levantó de su asiento con una expresión de determinación. Caminó
hacia el escritorio del maestro con pasos fuertes y decididos, agarró
un papel del bowl, y lo abrió lentamente mientras temblaba de emo-
ción como si estuviera esperando los resultados de un examen.
Todos en la clase estaban tensos y atentos a lo que sucedería a conti-
nuación. Después de todo, esto decidiría cual sería el nuevo asiento de
la ídol más famosa del país.
—Esto… No puede ser real… — dijo Saegusa-san mientras se cubría la
mano temblando.
Todos en la clase estaban mirándose entre sí y preguntando qué es lo
que estaba sucediendo. Y cuando el maestro tomó el papel de Saegu-
sa-san, y dijo el número en voz alta, procedió a escribirlo en la pizarra
para que todos los vieran.
—Saegusa es el número catorce. El siguiente es, Hajime Shimizu.
Saegusa-san regresó a su asiento temblando. Nadie entendía porque
ella tenía esa reacción en su rostro, pero ahora que ya todos saben
dónde ella estará sentada a partir de ahora, la emoción de los chicos y
chicas aumentaron al ver que muchos podrán estar más cerca de ella.
Aunque pienso que es exagerado preocuparse tanto por un simple
asiento, miré distraídamente la nueva disposición de asientos que se
escribía en la pizarra.
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Cambio de asientos
Ah, ya veo, eso es lo que sucedió.

En ese momento, finalmente me di cuenta de que el asiento junto al
mío sería para Saegusa-san.
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Después del sorteo, inmediatamente llevo mi pupitre a mi nueva

ubicación. Este estaba situación en el fondo del a ventana.
Cuando llegué a dicho lugar, me percaté al instante que se sentía muy
bien estar en el borde de la clase, ya que no tenía la intención de
formar parte del mismo grupo centro al que suelen rodear a Saegusa-
san.
Además, había ocurrido otro milagro. Sorprendentemente, mi
compañero de toda la vida, Takayuki, estaba sentado delante de mí.
Él fue el último en sacar el número del bowl, así que todo fue un milag-
ro… O una muy buena coincidencia, fuese como fuese, estaba muy fe-
liz.
—La suerte nos sonríe, hermano. — dijo Takayuki con una expresión
feliz.
—Sí, pienso lo mismo.
Aunque no lo denoté, estaba muy contento por estar cerca de mi me-
jor amigo.
Mientras mantenía una breve conversación con Takayuki, ambos
escuchamos el sonido de una mesa siendo arrastrada al lado de noso-
tros. Y en cuanto volteamos a mirar, me di cuenta que era Saegusa-
san, quien sería mi nueva compañera.
El tener una ex ídol famosa siendo mi compañera es algo muy su-
rrealista, y aun no me acostumbro a verla llevando un uniforme escolar
cuando las veces que la he observado en el pasado, llevaba ropa muy
bonita y femenina.
—Hola, Saegusa-san, mucho gusto. Yo soy Yamamoto, y él es Ichijo.
—Lo sé… — Saegusa respondió con el rostro enrojecido.
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Takayuki siempre ha sido bueno para hacerse amigo de cualquier per-
sona, incluso no le tembló el pulso para tener la primera toma de
contacto con Saegusa-san. Su habilidad social era increíble.
Pero lo que más me impresionó fue su respuesta. ¿Habremos dicho o
hecho algo malo? Ella no miraba hacia nosotros en absoluto, y se limito
a tener su mirada fija hacia adelante.
Bueno, siempre es positivo recibir un saludo de alguien, aunque no en-
tiendo por qué ella ha tomado esa actitud.
—Oh por cierto, se me rompió el teléfono el otro día y tuve que comp-
rarme uno nuevo. Y he perdido mi cuenta anterior de Lime, tengo una
nueva, ¿me agregas?
—Seguro, es una pena que haya sucedido.
Takayuki me mostró el código QR de su Lime y yo lo escaneé con el
mío, y así ambos intercambiamos contacto nuevamente. Aunque
mientras hacíamos esto, pude notar que Saegusa-san estuvo ob-
servándonos fijamente, como si estuviese interesada en nuestra
conversación.
********
—Bueno, cambien las hojas de las respuestas con la persona que tienen
al lado, y califíquense mutuamente.
La primera clase fue de japonés.
Después de resolver la pequeña prueba que se dio al final de la clase,
el profesor nos instruyó a cambiar nuestras hojas de respuestas con el
compañero de al lado y calificarlas mutuamente.
Y cómo era obvio, yo tenía que calificar a Saegusa-san.
Ella me entregó su hoja de respuestas haciendo un gesto similar a
cuando saca un billete de 1000 yenes. Es muy tierna hasta cierto
punto.
Yo procedí a entregarle mi hoja también, y en cuanto miré su hoja de
respuestas, pude notar que tenía una letra muy hermosa.
Realmente me sorprendió pensar que una chica tan perfecta también
tenía una letra perfecta.
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Cambio de asientos
Luego, usando un bolígrafo rojo, comencé a calificar nuestras hojas de

respuestas siguiendo las respuestas del profesor.
Oops, aquí me equivoqué — dije mientras calificaba la hoja.
Mientras la miré de reojo a Saegusa-san, quien estaba a mi lado, pa-
recía estar disfrutando de la calificación con una sonrisa en su rostro
y sentí vergüenza por mi error.
Me pregunté qué era lo que le hacia tanta gracia, o cual era su razón
para que estuviera tan feliz en corregir las hojas de un examen.
En cuento terminé de corregir, el resultado del examen de Saegusa-
san fue una puntuación perfecta, mientras que yo sólo obtuve 70
puntos de los 100.
Me sentí frustrado ya que no quería tener malos resultados en mis es-
tudios debido a que estoy trabajando. Sabía que tenía que esforzarme
más y me prometí a mí mismo revisar las preguntas que he respondido
incorrectamente.
En cuanto volví a tomar mi hoja de examen que me devolvió Shion y
ver las respuestas erróneas. Me percaté de algo que estaba escrito en
rojo junto a una de mis respuestas.
[shion-s.1012」
¿Qué es esto…?
Sé que Shion es el nombre de Saegusa-san, pero, ¿qué son esos nú-
meros? ¿Es una especie de código o algo cómo eso?
Además, ¿quién garabatea la hoja de un examen de otra persona?
Una vez más, me atormenté por el comportamiento misterioso de
Saegusa-san. Al no entender el significado, miré hacia su lado y noté
que ella estaba mirando hacia adelante con los oídos rojos.
Dejando de lado la revisión, decidí guardar la hoja de respuestas.
Saegusa-san al verme haces esto, quien me observaba de reojo. Colo-
có una expresión sutil que parecía estar sorprendida y triste al mismo
tiempo. Su comportamiento extraño todavía estaba presente ese día.
********
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La hora del almuerzo había llegado. Y yo me quedé en el salón de cla-
ses para comer junto a Takayuki.
Cómo era de esperar, muchos chicos se acercaron hacia mi famosa
compañera de asiento para querer pasar un rato ameno con ella.
No lo negaré, era algo molesto, el tiempo de la comida para mí es algo
sagrado, y no me emociona mucho tener tanto ruido a mi lado, y mu-
cho menos tener los traseros de otros chicos cerca de rostro.
—…Creo que sería bueno ir a comer afuera.
—Sí, pienso lo mismo.
Takayuki se percató de mi frustración, y me sugirió a que saliéramos a
comer nuestro almuerzo.
—¡Lo siento, chicos! Pero, me gustaría comer mi almuerzo, ¿podemos
hablar en otro momento?
Saegusa-san calmó a la alocada multitud con una voz firme y alta. Esto
provocó que todos los chicos a nuestro alrededor se disculparan con
ella y se dispersaran en un abrir y cerrar de ojos.
El poder que tiene esta chica es increíble.
—Ahora que he conseguido este asiento, no quiero que me muevan de
aquí… — dijo Saegusa-san murmurando.
Tras eso, abrió su bento y procedió a comer con una expresión de
alivio en su rostro.
—Bueno, supongo que no necesitamos movernos ahora.
—Sí, tienes razón.
Tanto Takayuki como yo estábamos un poco sorprendidos de que, con
tan solo una palabra, todas las personas desaparecieran tan fácilmen-
te.
Tal vez este sea el verdadero poder del carisma.
********
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Cambio de asientos
—¿Ah, por cierto, Takuya, viste 'S-Lab' ayer?

—¿Hm? Ah, lo siento, estuve trabajando durante esa hora así que no
lo vi.
Lo que Takayuki se refiere como "S-Lab" es un popular programa mu-
sical entre los jóvenes en la actualidad. Desde cantantes famosos hasta
jóvenes cantantes de moda, este programa muestra nuevas canciones
mientras los presentadores tienen una charla. Es siempre el centro de
las tendencias entre los jóvenes.
Y cómo era de esperar, Saegusa-san que está sentada a mi lado y co-
miendo su almuerzo, ella ha aparecido en ese programa. De hecho, fue
a través de ese programa que yo me enteré de su existencia.
Todavía recuerdo lo que pensé de ella cuando la vi, realmente pensé
que era una chica muy linda, y demasiado talentosa. Eso es algo que
todavía me inquieta mucho, ¿cómo es que una belleza cómo ella que
apareció en televisión y fue la líder del grupo de ídols más importante
(Angel Girls) está estudiando en una escuela como esta.
Al menos debería estar en un lugar donde la elite y las personas talen-
tosas se reúnen, ¿cierto?
—Es una pena, DDG estaba en el programa de ayer.
—¿Hm? ¿Qué es DDG?
—¿No lo sabes? Es una banda de chicas novatas muy popular en este
momento. Todas son lindas, pero la vocalista Yui-chan es increí-
blemente hermosa.
—¿En serio?
En cuanto hice esta pregunta, Takayuki sacó tu teléfono y me mostró
una foto. Era una banda de cinco chicas liderada por una hermosa mu-
jer de aspecto adulto y de cabello largo y negro.
—Ciertamente, es muy hermosa.
Clack.
Justo cuando expresé honestamente mi impresión, escuché un ruido
como si alguien se hubiera desplomado a mi lado.
Cuando reaccioné al origen del sonido, vi que Saegusa-san estaba con
la cabeza agachada en el escritorio. No pareció algo extraño, así que
volví a centrarme en la conversación.
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—¡¿Cierto?! Esta chica es de nuestra edad, aunque no lo parezca, no se
ve para nada joven.
—Tienes razón. Tiene una elegancia sin igual, fácilmente podría
confundirla con una universitaria.
—Eso es lo que me gusta de ella, y sus canciones son increíblemente
buenas, así que escucha esto.
Takayuki medió uno de sus auriculares para que lo colocara en mi
oído, y reprodujo un video musical en su teléfono.
La música era tan genial que no parecía que fuera de una banda de
chicas recién debutada, y combinada con la atmósfera del video que
fluía en la pantalla, incluso sentí un tipo de belleza.
—Me gustó.
—¿En serio?
—Sí, ahora entiendo porque te gustan tanto. Y sin duda Yui-chan es
muy talentosa, no dudo que me enamoraría de ella si la veo en perso-
na.
Tap
Cuando expresé mi honesta impresión sobre el video, escuché un so-
nido más fuerte que antes viniendo desde el mismo lugar.
Takayuki y yo nos quitamos los auriculares y volvimos a mirar hacia
donde estaba Saegusa-san, tenía los ojos blancos y apunto de caerse
de su asiento.
¿Qué es lo que pasa con ella? Takayuki y yo nos miramos las caras
tratando de entender lo que sucedía, pero no pudimos llegar a una
conclusión.
Como de costumbre, esta ex ídol sigue siendo muy extraña.
********
Las clases del día de hoy han concluido, y yo me estaba preparando

para irme rápidamente al trabajo, cuando repentinamente escuché
una fuerte voz dentro del aula.
—¡Oigan, chicos! ¿Qué tal si vamos todos juntos al Karaoke?
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Cambio de asientos
Esta propuesta fue dicha por el chico más apuesto y popular de nues-
tra clase, Kengo Nijima.
—¡Sí! ¡Esa es una buena idea! Ah, Saegusa-san, ¿te gustaría ir con noso-
tros?
Cómo todo fuese planeado, una de las chicas saltó rápidamente en
validar la propuesta de Kengo, e intentaron persuadir a Saegusa-san
para que aceptara dicha invitación.
Puedo oler la conspiración a kilómetros. Sus intenciones eran muy ob-
vias, querer salir con la super ídol después de clases.
—¿Eh? ¿En serio?
—Sí, no queremos obligarte a asistir, pero sería genial si vienes con no-
sotros.
—Honestamente, nos gustaría escuchar la música en vivo de Angel
Girls, jaja.
Las chicas hablaban con sinceridad mientras intentaban persuadir a
Saegusa-san, quien seguía estando indecisa.
Bueno, es natural que quieran escuchar a la súper ídol que acababa de
dejar el centro de atención en la primera línea y ahora formaba parte
de la clase. Incluso yo pensé que sería natural querer escuchar su
canto en vivo al menos una vez.
—Bueno, no me importaría cantar… — respondió Saegusa-san mientras
me miraba de reojo con la cara sonrojada.
—Oye Takuya, ¿tú también iras al karaoke? ¿O tienes que trabajo hoy?
—Sí, no puedo ir. Pero ve tú y diviértete, ¿bien?
—Oh hermano, has estado trabajando mucho desde que te convertiste
estudiante de secundaria. Pero bueno, yo lo entiendo. ¡Mantente fuer-
te!
—Gracias, Takayuki.
Lo siento, hermano. Pero desafortunadamente, no tenía intención de
asistir de todos modos.
No me hace especialmente ilusión estar en un lugar donde estarán to-
dos los chicos de la clase. Solamente pensar estar en el karaoke con
ellos me agota mentalmente. Entiendo que hay personas que les gusta
y lo disfrutan, pero yo soy la excepción.
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Aunque sigo estando interesado por escuchar la música en vivo de
Saegusa-san.
Después de hablar con Takayuki, sentí una mirada fija sobre mi vinien-
do de la chica que tenía a mi lado. En cuanto me di la vuelta, vi a Saegu-
sa-san inflando sus mejillas igual que un pez globo.
¿Eh? ¡¿Qué hice ahora?!
Estoy desconcertado por la mirada que Saegusa-san me está enviando
sin entender por qué.
—Lo siento, olvidé que tenía planes para esta noche, así que dejémoslo
para la próxima vez, ¿sí?
En cuanto Saegusa-san dijo esto, el ambiente en toda la clase se
desplomó al ver que el globo donde estaban todas sus ilusiones fue ex-
plotado.
Bueno, como esto no tiene nada que ver conmigo, yo me mantuve re-
lajado y me preparé para salir a mi trabajo de medio tiempo, que esta-
ba algo retrasado y salí del aula igual que un rayo.
Y mientras iba de camino al Combini. Recordé la escena anterior en la
clase… ¿Por qué razón Saegusa-san tenía las mejillas hinchadas? ¿Era
una especie de puchero no?
Pero de algún modo, ella se vio muy tierna haciéndolo. Así que intenté
imitar un poco la forma de sus mejillas, pero fue algo imposible.
Me pregunto como es que ella lo hace… ¿Debería preguntárselo la pr-
óxima vez?
********
Eran poco más de las ocho de la noche, y la típica melodía de la puerta

abriéndose sonó.
—¡Bienvenido!
Y cómo era costumbre, Saegusa-san hizo acto de presencia, llevando
igual que siempre una mascarilla, grandes anteojos y una gorra para
disfrazarse.
24
Cambio de asientos
Lo reconozco, estuve muy emocionado por ver lo que haría hoy, y

como no había más clientes en la tienda salvo ella, seguí cada uno de
sus movimientos.
Lo primero que hizo fue ir a la sección de revista y comenzó a hojear
las revistas.
Bueno, sin duda alguna esto es un gran cambio a su comportamiento
habitual… O eso creí, hasta que vi que Saegusa-san estaba “hojeando”
el libro al revés.
Aunque era una escena sacada de algún programa de comedia, me
alegré de ver que ella no ha cambiado para nada su personalidad.
Mirándola con más atención, noté que estaba haciendo como que leía
la revista, pero en realidad estaba mirándome de reojo por encima de
las gafas.
Lo más comido de esta situación, es que tenía la revista al revés, y no
se dio cuenta de este error. Era una escena muy graciosa de ver. Y en
la portada, estaba una foto de ella durante su época de ídol, lo cual lo
hacía más surrealista.
Sin embargo, era un misterio el por qué Saegusa-san estaba tan
interesada en mí. Pensé en varias posibilidades, como si todavía estaba
insatisfecha con lo que había sucedido después de la escuela, pero aún
no estaba seguro.
Fue entonces cuando ella notó mi mirada y rápidamente regresó la re-
vista al estante antes de tomar una cesta de compras.
Procedió a tomar un té, un café con leche y un yogurt. Luego de tener
todos sus productos en la cesta, se dirigió a la caja registradora.
Era intrigante como todos sus productos eran bebidas, pero fingí no
darme cuenta de ello, y simplemente calculé el total de la compra.
—Son 426 yenes.
—¡Aquí tienes! — respondió Saegusa sacando un billete de 1000 yenes de
su cartera.
Parece que hoy tampoco tiene intenciones de pagar con monedas. Así
que tomé el billete de 1000 yenes y procedí a completar el pago.
En cuanto le extendí mi mano para darle el cambio, ella volvió a
envolverme con ambas manos y recibió las monedas cuidadosamente,
como si fuese algo valioso.
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Sé que esta no es la primera vez que ocurre, pero todavía no logo en-
tender qué significa ese gesto. ¿Será que le gustan mucho las mone-
das?
—Oye… ¿No te gusta ir al karaoke?
—¿Eh?
Mientras me perdía en mis absurdos pensamientos, Saegusa-san rea-
lizó una pregunta inesperada. ¿Por qué de pronto tiene curiosidad por
si me gusta el karaoke?
Su pregunta se debe a lo que ocurrió hoy en la escuela, olvidando por
completo que ella estaba disfrazada aparentando ser otra persona.
Aunque no tengo algo que decir al respecto de ese tema, por ahora
estoy en el trabajo, y decidí responder casualmente al cliente. Que de
cierto modo ella lo es, pero también es mi compañera de clases.
—¿Karaoke? Por supuesto, me gusta cantar. Pero también me gusta
escuchar a personas mucho más talentosas que yo cantar. — respondí
con una sonrisa en mi rostro.
No digo esto para intentar impresionar o hacer sentir bien a Saegusa-
san de alguna manera, realmente me gusta ir al Karaoke, pero adoro
más escuchar a personas que tienen un talento excepcional para ello.
De hecho, últimamente he estado escuchando la canción de Angel
Girls en mis audífonos mientras camino a la escuela, y me gusta mucho
la vez de Saegusa-san.
—Ya veo. ¡Gracias! — respondió Saegusa bajando la cabeza.
Soy yo, ¿o ella se sonrojó en cuanto le dije esto? Quería verla un poco
más, pero su mascarilla lo hacía imposible, sin contar que también
salió rápidamente de la tienda.
Aunque todavía no entiendo muy bien lo que pasa, su expresión al irse
parecía feliz, así que supongo que está bien.
********
26
Cambio de asientos
Lunes.
Me desperté un poco más temprano de lo habitual y, con tiempo de
sobra, me preparé para salir e ir a la escuela.
Al entrar al aula de clases, vi que Saegusa-san ya estaba sentada en su
pupitre, a pesar de que no había casi nadie. Parecía feliz mientras que
leía un libro.
Había tenido la impresión de que ella no era madrugadora porque
siempre llegaba justo a tiempo. Por lo tanto, fue un poco sorprendente
verla en la clase a esta hora.
—¡Buenos días, Saegusa-san!
No queriendo simplemente pasar sin decir nada, hice un saludo matu-
tino como lo haría con cualquier otra persona. Además, dado que ya
me había topado con ella varias veces en el trabajo, sentí una cierta
familiaridad hacia ella y pude saludarla sin problemas.
—¿Eh? ¡Ah! ¡Buenos días, Ichijo-kun!
Sin embargo, tal vez sorprendida por mi saludo, dejó caer el libro que
estaba leyendo en el suelo mientras me respondía.
Pensé que la había molestado de alguna manera, así que traté de reco-
ger el libro para devolvérselo, pero antes de que pudiera hacerlo,
Saegusa-san lo tomó rápidamente con una velocidad increíble y lo
escondió.
¿Por qué actúa de esa manera? ¿Tal vez no quería que yo supiera lo que
ella está leyendo?
Saegusa-san se rio nerviosamente y trató de ocultar sus sentimientos
de culpa. Bueno, no puedo culparla, después de todo, cada uno tiene
cosas que no queremos que otra persona se entere o sepa de nuestros
gustos.
Así que decidí quedarme callado tras leer el llamativo titulo de la
portada “¡Con estos tips, lograrás llamar la atención de la persona que
te gusta! ☆”. Curioso cuanto menos, ya que me preguntaba como es
que una chica como ella necesitaría leer un libro como ese.
Bueno, tal vez Saegusa-san tendrá sus pequeñas inseguridades como
persona, al fin y al cabo, todos los tenemos. Aunque eso signifique que
seas una belleza incomparable que no tiene suerte en el amor. Lo que
menos uno podría esperar que su futura pareja sea alguien increí-
blemente famosa igual que ella.
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Mientras estaba sentado perdido en mis pensamientos, Saegusa-san
continuó mirándome de reojo un par de veces, y luego cubrió su rostro
de forma avergonzada con el libro que tenía entre sus manos.
De esta manera comenzó mi día, aparentando no darme cuenta que la
chica más hermosa y popular de Japón actuaba de manera extraña
cuando está a mi lado.
********
—¡Buenos días, Takuya!

—Buenos días, Takayuki.
Takayuki llegó al aula después de terminar las actividades del club
matutina. Mi mejor amigo se esfuerza mucho en ser el mejor. Y en
cierto modo lo es, su cabello alborotado y húmedo por el sudor, le da
un aire que atrae mucho a las chicas.
—¡Tengo buenas noticias! — exclamó Takayuki mientras revisaba su
bolsillo.
—¿Qué ocurre?
—¿Estás libre el fin de semana?
—Sí, ¿por qué?
—En ese caso, ¡tengo dos boletos para el concierto de DDG este sá-
bado! ¡Vayamos juntos! — dijo mientras mostraba los boletos con orgu-
llo.
—¿En serio? ¿Estás seguro?
—Sí, por supuesto. Mi padre los consiguió por casualidad debido a su
trabajo y me los regaló.
—¡Wow, eso es genial! ¡Significa que podemos conocer a Yui-chan en
persona!
Tras mi evidente emoción, Takayuki y yo escuchamos un sonido ex-
traño viniendo al lado de nuestros asientos. Y cuando giramos nues-
tras cabezas, vimos que Saegusa-san se había levantado con ímpetu.
Ella estaba de pie y sin moverse, a su vez, teniendo una expresión de
desesperación en su rostro, como si se fuese acabar el fin del mundo.
28
Cambio de asientos
—¿Ocurre algo, Saegusa-san? — preguntó Takayuki.

Sin embargo, Saegusa-san quien se dio cuenta de lo extraña que esta-
ba actuando, se disculpó débilmente y salió de la clase con un rostro
pálido.
—¿Qué fue eso?
—No lo sé. Y siento que no lo quiero saber.
Takayuki y yo solo pudimos ver la espalda de Saegusa-san alejándose
sin entender nada. Y poco antes de que comenzaran la clase, ella reg-
resó.
Saludaba a nuestros compañeros de clases y realizaba sus perfectos
movimientos de ídol como si nada hubiese ocurrido. Parece que todo
estaba bien así que me tranquilice.
—No puedo perder contra Yui-chan… — susurró Saegusa.
Voltee a verla con incertidumbre, y no te que la expresión de su rostro
estaba llena de determinación, cómo si hubiese tomado una gran deci-
sión.
Y creo que fue a partir de ese momento. Que su extraña conducta,
que de por sí ya era muy sospechosa, se volvió aún más extraña.
********
Es viernes.
Y vine a una tienda especializada de mercancía de ídols frente a la es-
tación. Nuestro objetivo era comprar mercancía para llevar al
concierto de DDG el sábado.
Takayuki y yo habíamos acordado venir aquí el día lunes a la hora del
almuerzo en la escuela. Revisamos nuestro horario, y nos percatamos
que sólo teníamos disponible este día para realizar estas compras.
En cuanto entramos a la tienda, note que todo el lugar estaba repleto
de mercancía de ídols, eso incluía a bandas, solitas, dúos, tríos, e inc-
luso actores de voz. Todo este tipo de cosas en un espacio muy redu-
cido.
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Tal vez debido al concierto del sábado, se había preparado una sección
especial de DDG justo después de la entrada, por lo que Takayuki se
acercó de inmediato y empezó a elegir con entusiasmo todo tipo de
productos.
Aunque lo seguí, en realidad no estaba muy interesado en ese tipo de
cosas, así que decidí explorar la tienda por mi cuenta.
Había una gran variedad de productos en la tienda, como abanicos y
posters.
Entre la gran cantidad de mercancía de ídols y bandas, destacaba la
sección especial de Angel Girls al lado de la caja.
Aunque Saegusa-san ya se había retirado, Angel Girls seguía siendo un
grupo de ídolos muy popular y de gran alcance en todo el país, por lo
que ocupaban el espacio más grande en la tienda con su mercancía.
Mientras miraba los productos vagamente, un articulo en especial
capto de inmediato mi mirada.
Curioso, me asomé a ver qué había dentro de la vitrina y encontré que
se exhibían cuidadosamente las fotografías firmadas por Saegusa-san,
además de abanicos y camisetas.
Pero lo más sorprendente de todo fueron los precios de los artículos.
El de mi querida compañera de clases, tenía un valor mucho más alto
que el resto de los otros integrantes.
—¡Bienvenido! Eres fan de Shirorin, ¿verdad?
—¿Eh? Bueno… No exactamente.
Mientras se sorprendía por el precio de los productos de Saegusa-san,
el dependiente notó que yo observaba los productos y se dirigió a mí.
Por cierto, "Shiorin" es el apodo que tenía Saegusa-san en sus días
como ídol. Su nombre es "Shion", y fue ligeramente modificado para
que se convirtiera en "Shiorin".
—Disculpe, ¿por qué los productos de Shiorin son tan caros?
—Bueno, eso se debe a que estos artículos fueron firmados cuando ella
aun no se había retirado. Y luego que se conoció dicha noticia, inevita-
blemente estos aumentaron de valor ante su rareza.
—Ya veo. No esperaba que existiese tanta demanda por los artículos de
una ídol retirada.
30
Cambio de asientos
—Así es, por lo general, cuando una ídol se retira, el valor de sus pro-
ductos se debilita con el tiempo, pero Shiorin es alguien especial. Ella
no se retiró debido a su edad o falta de popularidad, fue todo lo con-
trario. Decidió dejarlo todo estando en la cima de su popularidad. Esto
provocó que se convirtiera en una ídol legendaria y divinizada. No se-
ría sorpresa alguna que estos productos continúen aumentando de
valor con el tiempo.
El dependiente hablaba con orgullo de lo difícil que había sido con-
seguir tantos productos de Shiorin.
—Vaya, esto me trae muchos recuerdos…
Mientras conversaba con el dependiente, una mujer se acerca por de-
trás se une a la conversación. Esto provocó que el encargado de la
tienda se quedara inmóvil como piedra.
Y cómo yo reconocía esa voz, supe de inmediato quien se trataba.
Al girar, vi a Saegusa Shion sonriendo dulcemente. Esta vez andaba sin
disfraz alguno. Ni mascarilla, lentes oscuros gigantes o una gorra que
ocultase su rostro.
Iba destapada como si nada le preocupara. Incluso otras clientes
murmuraban a lo lejos sobre su presencia.
—Saegusa-san, no esperaba verte aquí.
—Sí, yo también iré al concierto de DDG el sábado. Así que vine a
comprar una varita luminosa.
Saegusa-san agitó la varita luminosa que llevaba en su mano con una
sonrisa en su rostro. Quedé sorprendido por su inesperada aparición.
Pero dejando de lado repentina presencia. Fue que ella actuaba con
completa normalidad.
Es posible que este sea la primera vez que hablo con ella sin que utili-
zara un disfraz alguno. Incluso pude apreciar el encanto que provoca
en otras personas.
—Ah, no me gusta como salgo en esta foto, ¡me voy muy mal!
Saegusa-san recordó su época de ídolo mientras miraba los productos
normales de Angel Girls, en lugar de los que estaban en la vitrina.
Y como si estuviera satisfecha en encontrar lo que necesitaba, tomó
una camiseta de Angel Girls y se la llevó junto a la varita luminosa al
mostrador.
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El dependiente, sorprendido por la repentina aparición de Saeguisa-
san, logró recuperar la compostura y comenzó a procesar su pago en
la caja registradora. Sin embargo, sus dedos temblaban tanto que tenía
problemas para hacerlo bien.
—Es gratis para Shiorin…
—No, soy una cliente como cualquiera otra, así que, por favor, haz el
pago justamente.
Saegusa-san respondió con una hermosa sonrisa de ídol, haciendo
que el dependiente de sonrojara de alegría.
En este momento Saegusa Shion no era la misma compañera de clases
que veía a diario sentada a mi lado. Sino que se convirtió en toda una
ídol.
—¡Son 4,538 yenes!
—De acuerdo, aquí tienes. — respondió Saegusa sacando el dinero
completo.
Bueno, sin duda alguna he sacado algo interesante de todo esto, y es
que Saegusa-san es capaz de pagar con monedas.
Tras concluir con el pago, ella casó la camisa de su funda, luego tomó
un bolígrafo de color negro y firmó la camiseta.
—¡Esto es para ti, Ichijo-kun!
—¿Eh, para mí? ¿Por qué?
A pesar de que estaba haciendo sus movimientos habituales de ídol,
pude notar que su cara estaba roja por la vergüenza.
Acepté la camiseta sin hacer más preguntas, creyendo que era un ges-
to de amabilidad viniendo de ella.
—¡Bien! ¡Eso es todo!
Tras decir eso, Saegusa-san huyó de la tienda rápidamente. Mientras
que yo, me quedé parado intentando procesar todo lo ocurrido y
mirando la camiseta que me han regalado.
La misma firma que estaba en los otros productos de la vitrina, estaba
escrita en mi camisa.
El personal de la tienda estaba tan emocionado que me rogó que le
entregara la camiseta a cambio del precio adecuado, pero no podía
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Cambio de asientos
hacerlo porque esto era un regalo que me fue otorgado por esa misma
persona.
Unos segundo más tarde, Takayuki regresó, había terminado de elegir
los productos de DDG y salimos de la tienda después de pagar.
—El dependiente de la tienda actuaba extraño. ¿Algo pasó en mi au-
sencia?
—Sí, resulta que él era fan de Saegusa-san, y ella se apareció de pronto
cuando tú no estabas.
—¿De verdad? ¡No puedo creerlo!
Después de haber comprado lo que íbamos a necesitar par el
concierto, fuimos a comer ramen y luego regresamos a casa.
Me encontraba en mi habitación observando la camisa que me regala-
ron. Era bastante simple, y tenía el logo de Angel Girls impreso en
blanco. Aunque con el pequeño detalle que, en la esquina inferior
derecha, estaba la firma de Shiorin.
El dependiente de la tienda puso un precio muy alto a esta camiseta.
Sin duda alguna es muy especial, y no lo digo porque esté firmada por
una ídol.
Pero, no dejo de preguntarme… ¿Por qué Saegusa-san me dio esta
camiseta?
No podía comprender la razón del todo, y he tenido curiosidad desde
que estaba comiendo ramen.
Una firma de Saegusa-san tiene un increíble valor monetaria. ¿Por qué
ella me daría algo como esto por simple casualidad?
Bueno, no importa cuantas veces lo piense, seguramente no tendré
una respuesta. Así que simplemente lo aceptaré y se lo agradeceré
adecuadamente la próxima vez que nos veamos.
********
Finalmente llegó el día del concierto de DDG.

Takayuki llegó un poco tarde al lugar de encuentro, pero se había ves-
tido más elegante de lo normal.
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—¡Hey! ¡Takuya, lo siento por hacerte esperar! ¡Te ves muy bien!
—Digo lo mismo, Takayuki.
El lugar estaba lleno de mucha gente. Como DDG tiene muchos fans
femeninos, la proporción de hombres y mujeres era aproximadamente
la mitad y la mitad.
Entregamos nuestros boletos en la entrada y nos colocamos una pul-
sera en el brazo para poder entrar sin problemas.
La atmósfera en el lugar era agradable. Se podía sentir la emoción de
las personas en el aire.
Takayuki fue a buscar mercancía en el puesto de venta de productos
en el lugar, mientras yo compré una toalla con el logotipo de DDG
impreso porque parecía que iba a hacer calor.
Después de comprar la mercancía rápidamente, nos movimos hacia el
frente del lugar del concierto.
Este lugar tiene una capacidad máxima de alrededor de 1,800 perso-
nas, por lo que el interior es bastante amplio.
—¡Finalmente ha llegado el momento!
—Sí, es mi primera vez en un concierto así, así que estoy un poco
nervioso.
Desde el escenario, se escuchan algunos ajustes de sonido y, de vez en
cuando, el sonido de los instrumentos que me hace sentir que el
concierto está a punto de comenzar.
Aunque me di cuenta de que soy una persona que generalmente está
más distante que los demás, comienzo a creer que no soy tan diferente
a los demás.
No tengo la intención de vivir con desdén hacia los demás, creo que un
cambio de aire es necesario en ocasiones. Me siento muy emocionado
de que incluso puedo pensar que no es tan malo ir al karaoke con mis
compañeros de clases.
De repente, todas las luces en la sala se apagan.
Con la música empezando a sonar, el lugar estalló de emoción. ¡Final-
mente el concierto iba a comenzar!
Después de un momento, las luces se enfocaron en el escenario desde
todas las direcciones al mismo tiempo. Y allí, iluminados, estaban los
cinco miembros de DDG ya preparados con sus instrumentos.
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Cambio de asientos
En ese momento, el lugar explotó con la emoción del público.

Incluso yo no pude contener mi entusiasmo al ver a DDG en persona
por fin. Desde que Takayuki me mostró el grupo, he estado escuchan-
do su música una y otra vez durante los viajes de camino a la escuela
o cuando estoy solo en casa. Y ahora, aquí estaban en persona. Era ine-
vitable que me emocionara.
Y así, empezaron a tocar.
Era una experiencia diferente a escucharlos con mis auriculares o
altavoces en casa. La música resonaba con tanta fuerza en mi cuerpo
que podía sentir los graves. Y entonces...
—¡Gracias por venir hoy! ¡Vamos a hacerlos disfrutar mucho!
Con estas palabras de Yui-chan, el ambiente del lugar alcanzó su
punto más alto.
********
Después de eso, fue realmente impresionante. La actuación de DDG

fue tan genial que era difícil creer que eran de la misma edad que no-
sotros.
—Takayuki... Me siento un poco emocionado...
—Sí... Te entiendo... Es realmente increíble...
No solo nosotros, todos los presentes aquí estaban envueltos en la at-
mósfera creada por DDG.
Al principio, tanto yo como Takayuki pensábamos que ver a Yui-chan
en vivo sería algo ligero. No obstante, quedamos completamente cau-
tivado por la presencia de ella y el grupo de chicas.
—¡Uf! todos están emocionados! ¡Tomemos un descanso por un mo-
mento!
Después de tocar cinco canciones seguidas, comenzó una charla de
descanso por parte de las chicas.
—Yui, ¿por qué vinimos hoy aquí?
—¿Eh? Bueno, estamos de gira por diferentes lugares porque nuestro
nuevo álbum será lanza pronto.
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36
Cambio de asientos
—Sí, eso es cierto, pero ¿no había otra razón además de esa?
Megumin, la bajista, y ChiChi, la baterista, le preguntaron a Yui…
—Oh, eso es cierto. ¡Hoy hay una sorpresa especial solo para este lu-
gar, no para otros lugares donde estamos tocando!
Con una sonrisa irónica, Yui habló a la audiencia.
—¡Chicos! ¡Tenemos a un invitado especial en el escenario hoy! ¿Están
listos?
Los otros miembros comenzaron a tocar al mismo tiempo que ella ex-
presó estas palabras, e inmediatamente pude reconocer la canción.
Pero no era una canción de DDG, era la introducción de la canción
principal de Angel Girls, "Start".
—¡Hoy, en nuestro concierto, el grupo de ídols nacional, Angel Girls,
nos ha hecho una visita especial!"
Junto con las palabras de Yui, todos los miembros de Angel Girls apa-
recieron en el escenario al mismo tiempo.
¡¿Qué es esto?! ¿Qué está sucediendo?
La aparición repentina del grupo de ídolos número uno dejó a la
multitud perpleja y emocionada.
En medio de la emoción de la multitud, alguien me golpeó en la espal-
da. En cuanto me di la vuelta, vi a Saegusa-san con sus grandes gafas
de sol.
—¡Qué bueno verte aquí! — dijo Saegusa quitándose las gafas de sol.
Ella me miraba con una sonrisa mientras que comenzaba el concierto
de las Angel Girls. Me quedé perplejo ante la idea de ver dicho espec-
táculo junto a Shiorin. Aunque nunca le llamaría así en persona.
—Estoy muy sorprendida de que las Angel Girls también estén aquí. —
dijo Saegusa susurrando con alegría.
Así que ella no sabía que sus antiguas compañeras estarían aquí hoy.
Todos en la audiencia, incluyendo a Takayuki a mi lado, estaban tan
absortos en el concierto que aún no se habían dado cuenta de esta
extraña situación.
Miré de reojo a Saegusa-san, y de alguna manera, su apariencia era
diferente de lo habitual.
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Llevaba un top de hombros descubiertos de color lila claro y una fal-
da blanca con lunares. Una pequeña bolsa roja colgaba de su hombro,
dándole un toque elegante y lindo a su atuendo.
Además, incluso su maquillaje era natural, con un suave lápiz labial
rosa que hacía que sus labios se vieran brillantes. En resumen, Saegu-
san Shion estaba radiante y hermosa en todos los sentidos.
Ni siquiera yo podría creer que esta fuera la misma persona que apa-
rece en la tienda de conveniencia. La belleza y la delicadeza que imp-
regnaba su presencia era tan fuerte que se me hacía difícil verla di-
rectamente.
Más allá de la escena que se estaba llevando a cabo entre nosotros, el
concierto no paró en ningún momento, y de pronto, los miembros
que estaban en el escenario se dispersaron, y la líder, Akarin, se mo-
vió hacia el borde del escenario mientras saludaba al público con una
sonrisa.
Nosotros estábamos justo al frente, por lo tanto, Akarin notó la pre-
sencia de Saegusa-san. Y ella le dio un saludo amistoso con su mano,
provocando que la líder de los Angel Girls se estremezca.
Pudo recuperar la compostura por un momento, y le hizo un gesto a
Shion como si le tratara de decir que necesitaban hablar después.
—Huh, me encontró después de todo.
Al finalizar la canción, la multitud estalló en aplausos y vítores. Y el
nombre de Angel Girls resonó al unísono.
—Gracias por venir hoy, chicas.
—Sí, hemos venido en forma de apoyo a DDG, quienes forman parte
de nuestra agencia.
—Entonces, tendremos que asegurarnos de que los miembros de
DDG vengan a nuestro próximo concierto también, ¿verdad?
—¡Ah! ¡Eso sería genial!
—Jajaja, estoy de acuerdo.
Las palabras de Megumin fueron apoyaras por el resto de las integ-
rantes, que eran Chichi, Miyamiya y Akarin. Estas cuatro eran las
miembros actuales de las Angel Girls. Cada una era hermosa y llenas
de personalidad a su manera.
38
Cambio de asientos
Después de que Angel Girls y DDG continuaron hablando libremente

por un tiempo, Akarin, hizo una solicitud con mucha determinación.
—Disculpen, pero hay algo más que me gustaría hacer. Quiero cantar
otra canción, y me haré totalmente responsable de lo que sucederá a
continuación, así que… Hay alguien que realmente quiero que
participe con nosotras este día.
Todos en el lugar estaban escuchando atentamente, incluyendo los
miembros en el escenario, que parecían no tener idea de lo que esta-
ba hablando.
—No se preocupen, la próxima canción es bastante lenta, y esa per-
sona la conoce mejor que nadie. Por eso, quiero que venga aquí con
nosotras ahora.
En cuanto escuché esas palabras, pude entender de inmediato lo que
intentaba hacer Akarin.
—¡Únetenos, Shiorin! ¡Sube al escenario! — dijo Akarin señalando a
Saegusa.
La repentina declaración de Akarin causó un alboroto en la audiencia.
—Piensas subir, ¿Saegusa-san?
—Mmm, Tal vez, ¿tú qué opinas, Ichijo-kun? — preguntó Saegusa con
una sonrisa — ¿Me escucharas cantar?
—Sí… Me encantaría.
—Bien, espero que lo hagas atentamente.
Tras esto, Saegusa procedió a subir al escenario. La audiencia enlo-
queció al ver a Shiorin subir a un escenario otra vez. Su nombre fue
aclamado por todos provocando un sonido ensordecedor.
—No puede ser… Shiorin, ¿eres tú?
—¡¡Shioriiiin!!
—No esperaba verte aquí, Shiorin.
Megumin, Chiichi y Miyamiya, recibieron a Shiorin con gran emoción.
No pudieron contener sus emociones al ver a su antigua compañera
otra vez.
—Sí, ha pasado algo de tiempo. — respondió Saegusa con una sonrisa.
— Lo siento, Yui-chan, no quería interrumpir en tu concierto.
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—Está bien, me alegra volver a verte.
—Jajaja, gracias. Pero no perderé, ¿de acuerdo? — dijo Saegusa con
una sonrisa traviesa.
—No sé por qué dices eso, pero si es así, entonces yo tampoco perde-
ré.
Inmediatamente, Akarin se acercó a Shiorin y le susurró algo al oído,
y esta asintió a sus palabras para luego pararse en el centro de esce-
nario.
Todas las integrantes tomaron posiciones, y la melodía que los sus
instrumentos tocaron era uno que todo fan de Angel Girls reconoce-
ría de inmediato.
El tema de la canción era “Amigos para siempre”. La conozco muy
bien, a que es de mis favoritas de todas las que tiene este grupo de
ídols. Y también tiene un origen curioso, ya que fue lanzada justo
después que Shiorin anunció su retiro.
Y como podrán imaginar, la canción precisamente habla de los víncu-
los que creo con su grupo de amigas durante ese tiempo.
—Me pregunto… ¿Por qué Saegusa-san se retiró…? — dijo Takayuki en
un tono bajo.
Pude sentir un poco de su sentimentalismo al verlo fijar su mirada
ante el grupo de ídols más famosas que existe reunirse otra vez.
Pero tiene razón. Yo también comienzo a sentir curiosidad el por qué
Shiorin se retiró.
Aunque fui sacado de mis pensamientos de forma repentina al escu-
char los gritos de las personas a mi alrededor aclamando a que Shio-
rin regresara de su retiro, y entre ello, también se podía escuchar
dedicatorias de amor… Realmente los fans son bastante apasionados.
Y no sólo ellos, también las integrantes del grupo parecían conmovi-
das ante este inesperado reencuentro, puedo imaginar que la nos-
talgia los invade más fuerte que nunca.
—Es increíble que este sea el verdadero rostro de Saegusa-san…
Debo reconocer que yo también me sentí cautivado al verla cantar.
Sin duda parecía un Angel, observar tanto carisma y talento en una
sola persona. Su voz melodiosa me tenía hipnotizado de la misma
manera que se sentiría un marinero al escuchar una sirena.
40
Cambio de asientos
Te estoy escuchando, Saegusa-san… Y me fascina lo increíble que

eres.
***********
Domingo.
Todavía estaba bajo el hechizo del concierto de ayer. Ver la actuación
de DDG en persona fue mejor de lo que había imaginado. Después de
lo de ayer, me convertí en un fan igual que Takayuki.
Después de que el concierto terminara, ambos nos fuimos a una
cafetería para hablar de lo que nos pareció el concierto. Estaba muy
agradecido con él por haberme invitado.
Pero el mundo apasionado de un adolescente ya acabó para mí. Era
otro día, y tenía que regresar a mis responsabilidades. Eso significaba
trabajar en el Combini hoy también.
—¡Bienvenido! — dije energéticamente.
El timbre de la puerta resonó en el momento que se abrió, y salude al
cliente que había llegado al establecimiento.
Para mi sorpresa, era un cliente que ya era habitual. Con su sospe-
chosa mascarilla en el rostro, grandes anteojos y una gorra que
ocultaba por completo su rostro. Sí… Era Saegusa-san.
Este cambio choca mucho conmigo. Vuelvo a sentirme confundido
con ella porque volvió a tener esa actitud sospechosa, es un contras-
te muy grande cuando ayer conocí su verdadera cara… O eso es lo
que quiero creer.
En fin, las cosas ya no iban a ser igual entre nosotros, porque cada
vez que la veía, me sentía muy nervioso. El espectáculo que dio ayer
fue lo suficiente para estremecerme por completo.
Sin embargo, pude aparentar total control en mí, y ella no se dio
cuenta de que por dentro estaba emocionado y ansioso.
Procedió a dirigirse a la sección de comidas y tomó una ensalada, pa-
sta, y un jugo de vegetales a la cesta. En cuanto tomó todo lo que
quería, se dirigió a la caja.
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Así que otra vez piensa llevar productos similares. Pero no tenía
tiempo para cuestionarlo. Me estaba esforzando para no perder la
calma.
Aunque ella estuviese disfrazada, Saegusa-san continuaba siendo una
chica muy hermosa ante mis ojos.
—Um, son 782 yenes.
—¡Aquí tienes!
Antes de que pudiera terminar de decir el monto, Saegusa-san sacó
un billete de mil yenes de su cartera y me lo entregó rápidamente.
Como era de esperar, Saegusa-san no parecía tener cambio, así que
tomé el billete de mil yenes y hice el cambio rápidamente.
Luego, Saegusa-san envolvió mis manos con ambas manos y recibió
el cambio cuidadosamente como siempre.
—Oh, esto…
Después de recibir el cambio, Saegusa-san notó algo y se detuvo.
Lo que Saegusa-san vio fue una pulsera rosa en mi brazo, que compré
en la sección de mercancía de ídols que visité ayer.
—Es un artículo de mi ídol favorita. Se llama Shiorin, ¿la conoces?
En cuanto le dije esto, Saegusa-san se puso roja como un tomate en
un instante.
—Um, sí… ¡Gracias! — respondió saegusa mientras salía de la tienda
velozmente.
Parecía muy avergonzada cuando escuchó eso de mí. Y aunque lleva-
se esa mascarilla en su rostro, se notaba claramente feliz.
Si tuviera que elegir entre cual Saegusa quedarme… Sin duda sería
esta versión de ella.
********
42
Cambio de asientos
Lunes.
Cuando entré al aula, Saegusa-san estaba sentada en su asiento antes
que yo como de costumbre.
Por cierto, después de su presentación sorpresa como Angel Girls en
el concierto del sábado, se convirtió en el tema de conversación más
popular en todo el fin de semanas.
En las redes sociales, "El regreso de Shiorin" se convirtió en el tema
número uno, y dos días después, convirtiéndose en un no parar.
Y como era de esperar, ella estaría rodeada de muchas personas
desde la mañana.
—¡Lo vi en las noticias! ¡No puedo creer hayas vuelto al escenario!
—Yo también estuve en el concierto, ¡me sorprendí mucho cuando
Saegusa-san apareció!
—¡Oye, deberías venir con nosotros al Karaoke la próxima vez!
Puedo entender que todos estén emocionados por lo ocurrido, pero
no me puedo imaginar la presión que Saegusa-san está sintiendo
ahora. A pesar de eso, sigue sonriendo alegremente a cada uno de los
chicos.
Yo no podría mantener tan buen humor. Sólo pensar en el hecho de
que tengo que pedir permiso para llegar a mi asiento frente a todos
los chicos que me obstruyen el camino, hace que me ponga de mal
humor.
La lucha para llegar a mi asiento fue dura, pero luego de pasar entre
un montón de personas alocadas, lo logré. Pero había otro inconve-
niente.
No podía relajarme en lo más mínimo. Tenia los traseros de mis
compañeros de clases justo al lado de mi cara.
—Lo siento, chicos. Estoy un poco cansada, ¿podríamos seguir
después?
Después que Saegusa-san dijo esto con un tono de voz débil, todos
se disculparon apresuradamente se fueron a sus asientos.
Sólo hizo falta una sola palabra para que todos la obedecieran… Qué
miedo.
—Uf, buenos días, Ichijo-kun.
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—Ah, buenos días, Saegusa-san.
Honestamente, estaba un poco sorprendido de que me saludara. Y al
mismo tiempo, con todo lo ocurrido entre nosotros, los nervios me
atacaron.
La imagen de la ídol que Saegusa-san me mostró el viernes seguía es-
tando fresca en mi memoria, a pesar de que la versión que tenía fren-
te a mí ahora era la colegiala.
—Oye, gracias por lo del sábado.
—Lo mismo digo. Me gustó mucho escucharte cantar, tienes una voz
muy hermosa, podría decirse que mejor que la de Yui-chan.
La voz de Saegusa-san era cristalina y hermosa, como la de un ángel.
A diferencia de la poderosa voz de Yui-chan, tenía una encantadora e
indescriptible.
—Ah… Gracias….
El rostro de Saegusa-san se sonrojó ligeramente, y la expresión que
puso era también de felicidad. Todo parece indicar que mi cumplido
le gusto.
—Oh, tu pulsera…
—¿Pulsera?
—¿Eh? ¡Ah! ¡No es nada!
¿Se refiere a la pulsera que llevaba ayer en el trabajo? Es claro que no
lo iba a traer a la escuela. Por otra parte, Saegusa-san parecía verse
ligeramente triste al ver que ya no la estaba usando.
Y por lo visto, había olvidado por completo que la breve conversación
que ambos mantuvimos en el Combini fue de ella estando disfrazada.
Así que fingí no darme cuenta de ese pequeño error. Pero no dejaba
de ser algo gracioso mirar la dualidad que existe en Saegusa-san
intentando no mezclar sus identidades.
********
44
Cambio de asientos
Recreo del mediodía.

Hoy también estoy comiendo el almuerzo con Takayuki. Y al lado de
nosotros estaba Saegusa-san, quien destapó su bento con mucha
alegría.
—Aún no puedo superar lo del sábado, fue increíble.
—Sí, muchas gracias por haberme invitado, estuvo genial.
—Ah, es cierto, Saegusa-san, estuviste increíble.
—¿Eh?
Saegusa-san se quedó asombrada ante las palabras de Takayuki.
—Oh, es cierto que no me viste. Yo andaba con Takuya ese día. No
esperábamos verte en ese lugar.
—Ah, sí, eso lo sé.
—¿De verdad? ¿Pudiste verme desde el escenario?
—No, lo siento Takayuki.
No culpo a Saegusa-san de poder haber visto a Takayuki, la sala esta-
ba muy oscuras, así que era muy difícil ver a las personas del público
sobre el escenario.
—Pero cuéntame, ¿qué tal te pareció el concierto?
—Fue increíble.
—¿Y tú Ichijo-kun?
—¿Huh? Pero, pensé que ya te lo había dicho hace un momento.
Era obvio que Saegusa-san quería hacerme repetir lo que yo pensaba
de ello.
—Bueno, si quieres que te lo diga tanto, ¡escucha! Tu voz era real-
mente impresionante, Saegusa-san. Además, tu atuendo ese día fue
realmente lindo, tanto que no podía apartar mis ojos de ti".
—Opino lo mismo, Takuya. ¡Saegusa-san se veía tan linda que no
pude evitar mirarla!
—¡Sí! Sin duda alguna, ¡ella me robó el corazón más que cualquier otra
Angel Girl o miembro de DDG que estuvo en el escenario!
45
¿Y bien? Espero que eso haya sido suficiente para complacerte,
Saegusa-san… Pero en cuanto la miré, por alguna razón ella estaba
temblando y miraba hacia abajo.
Huh, ¿qué significa esto? ¿A qué se debe esa reacción? Estoy co-
menzando a creer que he exagerado un poco.
Y cuando pensé que ella tomaría una actitud errática, me sorprendí al
ver que sacó un pedazo de papel de su mochila y me lo entregó.
—Um, ¿qué es esto?
Sin entender la razón, recibí el papel ofrecido.
—Ábrelo cuando llegues a casa. No puedes abrirlo antes de eso, ¿de
acuerdo?
El rostro de Saegusa-san se puso rojo brillante mientras hablaba, y
rápidamente salió de la clase con su lonchera a medio comer en la
mano.
—Soy yo, ¿o ella estaba muy avergonzada?
—Sin duda alguna está muy avergonzada.
Mientras la observamos alejarse, Takayuki y yo nos confirmamos mu-
tuamente que no habíamos hecho nada mal. Así que está bien creer
que no habrá problema alguno entre nosotros.
Pero sigo sin entender, ¿por qué razón me dio este pedazo de papel?
Estuve decidido a seguir sus instrucciones, y metí el pedazo de papel
en mi bolsillo sin abrirlo.
Esa misma noche cuando llegué a casa, abrí el pedazo de papel que
Saegusa-san me dio. Estaba muy intrigado por lo que pudo haber es-
critor ahí.
Las palabras “shion-s.1012” estaban escritas en dicho papel. No
comprendía en absoluto lo que quería decir eso. Si tuviera que adivi-
nar, es una especie de ID.
Tras pensarlo un momento, recordé que esta misma palabra había
sido escrita por Saegusa-san en mi examen de lengua el otro día.
¿Por qué ella querría darme este código de nuevo? ¿Es algún mensaje
oculto?
Vi abajo en la esquina inferior derecha del papel, y estaba escrito la
palabra "lime".
46
Cambio de asientos
Ah, ya entiendo… Entonces, Saegusa-san intentó darme su Lime

desde el primer día.
Rápidamente escribí el ID en la aplicación, y me mostró un contacto
llamado "Shion" con una imagen de un lindo gatito.
Estuve a punto de apretar el botón "agregar como amigo", y mi dedo
se detuvo en el último segundo… ¿Qué estoy haciendo? ¿En serio está
bien enviarle la solicitud?
No, no, no… Por supuesto que está bien, no tendría sentido alguno
que Saegusa-san me diera su ID si no fuera por esa razón, ¿verdad?
Me sentí abrumado por la fuerza destructiva que tenía esa cajita de
pandora...
********
Estuve mirando la pantalla de mi teléfono durante casi treinta minu-

tos. Finalmente, llegué a la conclusión de que debía hacerlo.
Sería irrespetuoso de mi parte después de que ella se tomó las
molestias… Al final, lo hice. Presione el botón de "agregar como ami-
go" mientras temblaba.
Bien, ya no hay marcha atrás, tengo que ir con esto hasta el final. El
siguiente paso es enviarle un mensaje lo antes posible.
Seguramente a Saegusa-san ya le habrá llegado la notificación de que
la agregué como amigo. Si no escribo algo rápido, pareceré muy
sospechoso.
Y fue así cuando un nuevo problema surgió. Ya que no supe que es-
cribirle.
Escribí y borré varios mensajes similares a "¡Hola! ¡Te agregué como
amigo! ¡Gracias por darme tu Lime!" y "¡Soy Takuya Ichijo! ¡El icono de
gato es lindo!¡Espero que nos llevemos bien a partir de ahora!" una y
otra vez.
Por muy tonto que esto suene, no sé como iniciar una conversación
con Saegusa-san. ¿Cómo es que algo tan sencillo puede llegar a ser
tan complicado?
47
Por cierto, mi cuenta de Lime tiene el icono del perro que tengo en
casa de mi abuelo y mi nombre de usuario es "TAKU". Si ella es astuta,
capaz logre saber de inmediato que soy yo.
Es posible que ella me bloquee de inmediato si no digo quien soy.
Después de todo, ella es una super ex ídol y desconfía de los ex-
traños.
Preso del pánico, escribí "hola, Saegusa-san, soy Ichijo, tu compañero
de clases". Estuve satisfecho con ese resultado, y cuando estuvo por
darle al botón de "enviar", recibí un mensaje de ella.
—Eres Ichijo-kun, ¿verdad?
Me sorprendí mucho al instante, ya que, al haber recibido dicho
mensaje, la marca de "leído" apareció al instante. Por ende, borré lo
había escrito y le respondí.
—Sí, ¿cómo lo supiste?
—¡Porque ya me sé tu nombre! — la réplica del Saegusa fue al instante.
Aunque estaba feliz de estar hablando con Saegusa-san por Lime, to-
davía existía la incógnita con respecto al motivo de esta repentina
charla. ¿Hay una razón detrás? Digo, tal vez me quiso agregar porque
somos compañeros de clases.
De lo contrario, no veo otra razón por la cual ella esté interesada en
chatear conmigo. Estoy nervioso por todo esto, ¿y si Saegusa-san tie-
ne una petición importante para mí?
Hice a un lado mis ideas, y después de esperar un poco, mi teléfono
vibró ante una notificación que me llegó luego de recibir otro mensa-
je de su parte.
—¿Hice algo malo?
El mensaje que recibí fue solo esa palabra. Esto me llenó aun más de
confusión. ¿Qué quiere decir con esto?
Si lo tomo literalmente, parece que Saegusa-san quería hablar a tra-
vés de Lime conmigo, pero inmediatamente rechacé esa idea. ¿Por
qué ella querría hacer eso?
Pero entonces, justo cuando pensaba eso, escuché un sonido de no-
tificación en mi teléfono.
—Tenía muchas ganas de hablar con Ichijo-kun.
48
Cambio de asientos
Esa oración me hizo sentir algo que se encogía en mi interior. Leer

esas palabras hizo que todo se volviese real.
Calmé la tormenta que se habían vueltos mis sentimientos, y res-
pondí su mensaje serenamente.
—Ya veo. Gracias por darme tu contacto, también me alegra poder
hablar contigo, Saegusa-san.
Después de enviar icho mensaje, no recibí ninguna otra respuesta de
Saegusa-san.
Pensando en lo que pasaría a partir de mañana, sentía curiosidad,
pero extrañamente, en mi interior la emoción superaba a la preocu-
pación.
********
Al día siguiente, como de costumbre, me levanté temprano y llegué al

colegio antes de lo habitual.
Al llegar, solo habíamos dos personas en el aula. Saegusa-san y yo,
quien por alguna razón se había estado presentando en el aula cada
vez más temprano desde que tomó su actual asiento.
A pesar de haber llegado hoy treinta minutos antes de lo habitual, me
pregunté a qué hora ella había llegado aquí.
—Buenos días, Saegusa-san. — la saludé mientras me dirigía a mi
asiento.
—Oh, bu-buenos días, Ichijo-kun. — respondió, girando bruscamente
su cabeza hacia mí y devolviéndome un saludo muy tenso.
Parecía que Saegusa-san seguía siendo bastante extraña desde temp-
rano en la mañana.
—Oh, por cierto, ¿deberíamos mantener en secreto lo de Lime?
—S—Sí, no se lo digas a nadie en la clase. Yo tampoco diré nada al
respecto. — dijo Saegusa con una expresión de alivio en su rostro.
—Entiendo.
Me quedé sorprendido ante tal respuesta inesperada. Pero, sigo
comprender porque ella hace esto, ¿quizás no me ve como una posi-
49
ble pareja? Capaz estoy sobre pensando mucho las cosas, y no hay
nada de qué deba preocuparme.
—Lo siento, no pude responderte ayer. Me metí en la bañera y me
dormí allí.
—Ya veo, no te preocupes. No me molesta.
—¡Enfádate, por favor!
Ante mis intentos fallidos de decirle a Saegusa-san que no había nada
de qué preocuparse. Ella insistió en que me enfada porque no me
respondió anoche.
Ella bajó su cabeza avergonzadamente y con el rostro rojo, como si se
hubiese dado cuenta que dijo algo que no debía.
—Lo siento. En realidad, quería continuar hablando contigo en Lime
un poco más.
No puedo culparla, porque yo deseaba lo mismo, debido a que la
chica con la que estaba manteniendo una placentera conversación,
era una famosa ex ídol.
—Si gustas… Me gustaría que habláramos a través de Lime un poco
más hoy. — preguntó Saegusa-san con una cara avergonzada.
—Seguro… Eso me gustaría.
Tras mi respuesta, Saegusa-san colocó una hermosa sonrisa en su
rostro… Ella tiene un poder destructivo del cual no es consciente
********
Es mediodía.
Hoy también, como de costumbre, estoy comiendo mi almuerzo con
Takayuki dentro del aula de clases.
Y, por otra parte, Saegusa-san también permaneció en su asiento
disfrutando de su almuerzo sola con una sonrisa en el rostro.
No sé por qué, pero verla disfrutando de su comida con tanta felici-
dad me hace sentir feliz a mí también.
50
Cambio de asientos
Por lo visto, todos en la clase sienten lo mismo que yo. Ya que las
miradas amables de todos se dirigen hacia ella en todos los rincones
del aula.
Como se esperaba de Saegusa-san, su sola presencia en la mesa tenía
el poder de suavizar el ambiente, incluso mientras comía su
almuerzo.
—Oh, Takuya, como hoy no hay práctica después de clases, ¿podrías
salir un rato conmigo?
—¿Eh? Ah, sí, hoy tampoco tengo trabajo, así que está bien.
—¡Gracias! Hay un lugar que quiero visitar cerca de la estación.
—¿Un lugar que quieres visitar?
—Sí, finalmente abrieron un maid café en esta ciudad. ¿Te interesa ir?
—¡Por supuesto! Suena divertido.
Al aceptar la invitación de Takayuki con entusiasmo, se oyó un sonido
de algo cayéndose proviniendo de la mesa de al lado.
Takayuki y yo nos detuvimos en nuestra conversación y volvimos la
cabeza para ver qué había pasado. Parecía que Saegusa-san había de-
jado caer sus palillos.
—¿Estás bien?
—Ah, sí, ya terminé de comer, así que estoy bien.
Cuando le pregunté preocupado, Saegusa-san parecía avergonzada,
pero me aseguró que estaba bien.
Bueno, si ella dice que todo está bien, no veo razón por la cual
desconfiar.
—Oh, Ichijo-kun, ¿te gustan los cafés temáticos de sirvientas? —
preguntó Saegusa.
Vaya, parece que estaba escuchando después de todo.
Esa es una pregunta embarazosa de responder. Y cuando me lo
pregunta una chica, y en especial si esa dichosa chica es Saegusa-
san, me han entrado ganas de salir huyendo.
—B—Bueno, no exactamente… Digo sí, pero sólo siento curiosidad.
—Ya veo. ¿Te gustan las maid?
51
—Bueno, sí. Me gustan un poco…
¡Qué conversación tan vergonzosa! ¡Quiero que termine pronto!
—Ya veo. — respondió Saegusa murmurando.
Sin embargo, aunque ella seguía sonriendo, sentía que había una
emoción opuesta a su expresión de lucha ardiente oculta en su co-
razón.
—Bueno, entonces, ¡te veo después de clases!
—Claro…
Y de esa forma Takayuki y yo hicimos nuestros planes para visitar el
maid café después de clases. Al mismo tiempo, estaba asustado por el
extraño comportamiento de Saegusa-san.
********
Tal y como se había acordado Takayuki y yo llegamos al maid café

después de clases.
El establecimiento se situaba en el quinto piso de un edificio co-
mercial cerca de la estación, y un letrero rosa brillante lo hacia fácil
de encontrar desde el exterior.
—Entremos.
—S—Sí…
Nos preparamos y, con nerviosismo, abrimos la puerta del café.
—¡Bienvenido, amo!
Al entrar, nos recibieron unas chicas vestidas con trajes de maid ba-
stante adorables. Y al escuchar el clásico "¡Bienvenido, amo!" que se
suele ver en los animes y mangas, me llenó de mucha emoción.
Las chicas que nos recibieron nos llevaron a nuestra mesa. Al ver a
nuestro alrededor, pudimos notar que había muchos clientes, a pesar
de que fue abierto recientemente.
Una de las chicas nos pidió nuestra orden, y ambos pedimos un omu-
rice, junto a una bebida.
52
Cambio de asientos
El tiempo que pasamos fue ameno, las chicas jugaron con nosotros,
hicieron un corazón en nuestra comida, y el ambiente fue muy ami-
gable.
Pero…
—Bueno, fue algo interesante la experiencia.
—Sí, eso supongo.
En cuanto salimos nuevamente a la calle, nos golpeó la realidad. Sen-
tíamos un vacío en nuestros corazones al saber que nunca conoce-
ríamos a unas chicas que nos trataran de esa manera.
La depresión que teníamos en nuestros corazones era palpable.
********
Mientras estaba tumbado en mi habitación y toqueteaba con mi telé-

fono, recibí un nuevo mensaje de Lime. Era de Saegusa-san.
Recordé que habíamos acordado hablar por Lime hoy también, así
que abrí el mensaje que me había enviado.
—¿Qué tal estuvo el maid café?
¿Eh? ¿Por qué me pregunta?
—Fue divertido hasta cierto punto.
—Oh, veo que te gustan las chicas que se visten de maid.
Pude sentir el coraje a través de ese mensaje.
Y no es que me gusta los maids… Espera, ¿por qué estamos teniendo
esta conversación? Me siento como un novio siendo regañado por su
novia. No sé como responder a este tipo de mensajes.
Decidí dejar mi teléfono por un momento y cambiar mi estado de
ánimo.
Debo respirar profundamente y calmar mis ansias, estoy perdiendo el
control de mi cuerpo por alguna razón.
Bip
53
Sin embargo, antes de poder responder, recibí un nuevo mensaje de
Saegusa-san.
—¿Hmm? ¿Una imagen?
Esto era algo completamente inesperado para mí. Aunque no sé de
que será el contenido, no puedo simplemente ignorarla. Así que abrí
el archivo de imagen con mucho temor.
Y luego, cuando la imagen se mostró en la pantalla, me quedé sin pa-
labras.
—Saegusa-san… Esto no puedo ser real…
La imagen que me había enviado, era una selfie de ella con un traje de
maid. El diseño era el mismo que usaron las Angel Girls en su tercer
single “soy tu única sirvienta”.
Además, que era una combinación entre volantes y una minifalda. Era
imposible que Saegusa-san no se viera linda y atractiva con esto
puesto. De hecho, me arriesgo a decir que me estaba empezado a
enamorar de ella…
Bip
Mientras me quedaba embobado viendo la tierna y hermosa imagen
de Saegusa-san, recibí otro mensaje de ella.
—¿Qué tal me veo?
—¡Te ves increíble! Es más, creo que estas palabras se me quedan
cortas. Guardaré esta foto como un tesoro familiar.
Y así fue, guardé esa foto tres veces en distintos lugares, en mi telé-
fono, la nube, e incluso mi PC. No quiero perderla nunca.
54
Cambio de asientos
55
CAPÍTULO III
—Muy bien, es momento de decidir cuáles serán los grupos para la ex-
cursión. — dijo el profesor Suzuki desde su escritorio.
La emoción que se sentía en el aula era palpable, y la razón de esto era
más que obvia. Todos querían estar en el mismo grupo que Saegusa-
san. Aunque había otras chicas igual de hermosas en nuestra clase, la
emoción no sólo se limitaba por estar con ella.
En esta escuela es una tradición que todos los estudiantes de primer
año salgan de excursión, y nosotros no seriamos la excepción.
El objetivo de esto era simple; ir en autobús a una Montañana cercana,
hacer senderismo, comer nuestra comida en un sitio de descanso, y
luego regresar a casa.
—Es momento de que todos formen parejas, son libres de escoger a
quien ustedes deseen. Y una vez que ya tengan sus respectivas parejas,
formaran un grupo de cuatro personas.
—¡Takuya, hagamos pareja!
—Cuenta conmigo, bro.
Mientras el profesor Suzuki hablaba, la clase se llenó de alboroto debi-
do a que los estudiantes intentaban decidir con quién hacer pareja.
Pero a mí no me importaba la batalla campal que se estaba generando
a mi alrededor, debido a que ya tenía claro con quien iba a hacer pare-
ja. Y ese era con mi mejor amigo, Takayuki. Lo que significa que no te-
nía de qué preocuparme lo que sucedía a mi alrededor.
Es realmente útil tener amigos con los que puedes formar pareja rápi-
damente en momentos como estos.
—Saegusa-san, ¿te gustaría hacer pareja conmigo?
Las chicas de la clase se acercaron a Saegusa-san, cosa que ella estaba
sentada en su asiento sin mostrar interés alguno por hacer pareja con
alguien. Esto provocó que las chicas se esforzaban mucho por hacerse
notar, y la obviedad de esto era porque sólo había una plaza libre.
56
Excursión
Las Angel Girls no solo eran populares entre los chicos, también tenían
muchas fanáticas. Y no era de extrañar que para una de estas chicas
sería todo un sueño hecho realidad ir a una excusión con su ídol favo-
rita.
Honestamente, no me importa con quien Saegusa-san haga pareja.
Pero no puedo ignorar todo este alboroto ya que todas estas chicas
estaban invadiendo mi espacio personal.
—Gracias por ofrecerse, chicas. Pero, la verdad es que ya tengo pareja.
Su respuesta llamó la atención de todos los chicos de la c lase. Sentían
mucha curiosidad por saber quién sería el afortunado o la afortunada
en acompañar a Saegusa-san en este viaje.
—Shimizu-san, ¿quieres hacer pareja conmigo? — preguntó Saegusa
con una sonrisa en el rostro.
La persona a la que ella se dirigió era a una chica que estaba a su lado,
y que no prestaba atención a todo el alboroto que se había formado a
su alrededor.
Shimizu-san la volteó a ver sorprendida ante tal repentina invitación.
—S—Sí… Será un placer.
57
58
Excursión
Una vez que se decidió quien sería la pareja de Saegusa-san, las chicas
quienes aspiraban a ser su compañera, se resignaron con gran decep-
ción y volvieron a sus respectivos asientos.
Shimizu-san es una chica muy encantadora, tiene el pelo negro, es de
tez pálida, es pequeña, igual que una linda muñeca, y por supuesto, es
una de las chicas más famosas de la escuela, también es calificada
como la más bella, esta opinión es igual de compartida entre chicos y
chicas.
Después de Saegusa-san, Shimizu-san es particularmente popular en-
tre los chicos otakus. Verlas juntas era todo un espectáculo para la vis-
ta.
—Ahora que hemos formado pareja… ¿Con quién formaremos grupos?
— preguntó Takayuki.
Estaba visiblemente preocupado, a pesar de que él no estaba intere-
sado en ese tipo de cosas, más allá de lo fácil que fue para nosotros
formar pareja por obvias razones, lo complicado que era el buscar a
otros dos chicos para crear un grupo era una valla muy alta para noso-
tros.
—Sí, y por lo visto, no somos los únicos en este embrollo.
Observé a mi alrededor, y me percaté que nosotros no éramos los
únicos en este predicamento. A pesar de que ya varias personas hacían
hecho sus grupos, todavía seguía habiendo una enorme cantidad de
chicos que estaban en nuestra situación.
Pero mientras pensaba en esto. Me sentía incomodo… Y eso era
porque tanto Takayuki como yo sentíamos una mirada furtiva entre
nosotros.
Miré de reojo, y vi que la persona que nos lanzaba tales miradas era
Saegusa-san. Takayuki se dio cuenta de esto también, y ambos
intercambiamos miradas.
—¿Qué hacemos?
—Confío en ti, Takuya.
—…Entiendo.
Tras haber acordado esto con mi mejor amigo, suspiré profundamen-
te, y luego me dirigí a la chica que tenía a mi lado quien no paraba de
lanzarme miradas punzantes.
59
—…Disculpa, Saegusa-san, Shimizu-san… ¿Les gustaría formar grupo
con nosotros?
—¿De verdad? ¡Por supuesto que sí! ¡Me encantaría mucho! — res-
pondió Saegusa con una gran sonrisa radiante.
Ella aceptó mi oferta de inmediato, sin pensarlo dos veces, como si lo
hubiera estado esperando.
—A mi también… Me gustaría… ¡Por favor, cuídenme bien! — respondió
Shimizu con la cara sonrojada agachando la cabeza.
—¡Perfecto! ¡Ya tenemos nuestro grupo de cuatro personas! — exclamó
Takayuki con una sonrisa.
Los demás chicos de la clase que quedaron sin grupo se sintieron des-
animados y decepcionados.
Y así fue como hice un grupo con Saegusa-san.
********
El día de la excusión ha llegado.

Debido a que hoy pasaríamos todo el día al aire libre, se decidió que
todos en la clase viniéramos con el uniforme de gimnasia.
En cuanto llegue a la escuela, varios autobuses se situaban en una
hilera en el estacionamiento. Y los chicos que iban llegando se reunían
con sus respectivos grupos, y una vez que estos estuvieran completos,
procedían a subir al transporte.
Los asientos ya habían sido asignados previamente por los grupos
también, así que cuando yo entré para buscar mi asiento, me encontré
con un gran inconveniente, y era que un montón de chicos estaban en
los alrededores y ocupado la mayoría de los asientos, incluyendo el
mía, para estar cerca de Saegusa-san.
No negaré que también tenía ganas de charlar con ella, pero no había
necesidad por enojarse o colarse triste por ello. Por suerte, mis emo-
ciones no son tan banales.
Y lo peor de todo, es que tampoco tenía un lugar donde sentarme, así
que me senté en un asiento libre cerca hasta que mi lugar quedé dis-
ponible.
60
Excursión
—Bu… Buenos días, Ichijo-kun. — dijo alguien con un tono de voz bajo.
En cuanto volteé mi cabeza en dirección a la voz, vi que la persona que
me saludó era Shimizu-san, ella estaba sentada sola, y parecía estar
incomoda.
Ciertamente ella también debía de estar sentada junto a Saegusa-san,
pero seguramente se encontró en el mismo predicamento que yo, y
decidió tomar un asiento cercano hasta que el resto de los chicos se
dispersaran.
—Buenos días, Shimizu-san. Discúlpame, ¿pero acaso te incomodé?
—No, todo está en orden.
Cunado estaba a punto de levantarme para irme a otro asiento, Shimi-
zu-san me agarró el dobladillo de mi camisa y me miró tímidamente.
Así que volví a sentarme a su lado.
—Lo siento, chicos. ¿Pero podrían levantarse y dejar pasar a Ichijo-kun
y Shimizu-san? Están ocupado sus lugares. — dijo saegusa con un tono
de voz elevado.
Esas palabras fueron más que suficiente para que todos se retiraran y
tuviéramos nuestros asientos libres, como debió haber sido desde un
principio.
—Lamento las molestias, chicos, ya pueden sentarse. — dijo saegusa
con una sonrisa en su rostro.
A pesar de que tenía esa sonrisa de amabilidad, las facciones de su ros-
tro notaban que estaba nerviosa y tensa por algún motivo.
Y así fue como Saegusa-san estaba mostrando nuevamente un
comportamiento sospechoso, y apenas perceptible por el resto de los
chicos en la clase.
—¡Uf, por poco llego tarde! — dijo Takayuki entrando al autobús entre
jadeos.
—Ya estaba empezando a preguntarme donde te habías metido.
—Lo siento, hermano. Me quedé dormido. — Takayuki respondió mien-
tras abanicaba su ropa
Me sigue sorprendiendo como es que Takayuki mantiene ese estilo de
chico malo tan natural.
61
Cada vez que paso más tiempo con él, empiezo a darme cuenta
aporque es tan popular entre las chicas. Y observando a mi alrededor,
también me percaté que muchas lo estaban mirando de reojo.
Mientras pensaba en eso, miré hacia atrás y vi a Shimizu-san con la
cara un poco roja y a Saegusa-san con una expresión de enojo inexpli-
cable.
Puedo entender la razón por la cual Shimizu-san lleva esa expresión.
Pero, por otra parte, el comportamiento de Saegusa-san continuaba
siendo un misterio para mí.
Pensé que ella estaba lanzándole esas miradas a Takayuki, pero por
suerte o desgracia, esa no era la dirección a la que ella estaba mirando.
Entonces… ¿A dónde es que ella está enfocando todo ese enojo…?
¿Eh? ¡Espera…! ¡Es a mí! ¡¿Por qué Saegusa-san están enojada conmi-
go? ¿Qué significa esto?
Mientras intentaba buscar una explicación, ella continuó observándo-
me fijamente con sus ojos entrecerrados, y no comprendía lo que
intentaba decirme con eso. Por ello, en vez de intentar buscando una
explicación lógica, decidí ir por lo fácil, reí un poco intenté distraerle
con un ligero saludo.
Después de todo, esa es mi habilidad, ¡reír y disimular!
Pensé que no funcionaría, pero de repente Saegusa-san sonrió
brillantemente y me saludó de vuelta con una expresión de felicidad
autentica.
No llegué a comprender como es que eso dio resultado, pero me cen-
traré en eso… ¡Dio buen resultado! Así que no pensé más en ello.
********
En cuanto llegamos a nuestro destino, todos los grupos procedieron a

bajar del autobús.
—Bueno, vamos a seguir la ruta de senderismo sin alejarnos de las
otras clases. ¡Y la ex ídol Saegusa está con nosotros este año, así que
no se separen! ¿Entendido?
—¡Sí!
62
Excursión
Una vez que el maestro encargado dio el anuncio por el altavoz, todos
comenzamos con la caminata. Sin embargo, a escasos segundos dar
inicio, se presentó un gran problema.
—¡Hola, Saegusa-san! ¿No te importaría caminar conmigo?
El chico que le dio tal propuesta era Kimihisa Togo. Él era de la clase 1,
y nosotros de la 4.
Togo-kun es famoso por ser un modelo en la popular revista para jó-
venes Try, y es tan atractivo que las chicas gritan como locas llamán-
dolo "príncipe".
Él claramente posee la confianza necesaria para acercarse de esa ma-
nera a Saegusa-san.
—Somos colegas en la industria del entretenimiento, ¿qué tal si habla-
mos mientras caminamos?
—Ya me alejé de ese mundo, así que no tenemos nada de qué hablar,
¿verdad? — respondió Saegusa con una sonrisa en su rostro.
Esto obviamente era un rechazo sutil hacia Togo-kun.
—Pero, eres toda una veterana. Me gustaría escuchar algunos consejos
viniendo de ti…
—Bueno, no creo que haya mucho en común entre un modelo y un
ídol, ¿verdad? Además, no conozco a ningún modelo masculino, lo
siento.
Fue una respuesta tajante y directo a la yugular. Saegusa-san no tenía
intenciones de seguir hablando con él, y se acercó a nosotros lo más
rápido que pudo.
—Vamos. — Dijo Saegusa-san mientras tomó la mano de Shimizu-san.
Mientras tanto, Togo-kun, que mira su figura alejarse, quedó estupe-
facto. Me siento un poco mal por él, pero al mismo tiempo fue muy
placentero presenciar tal rechazo.
—¿Te gusta leer, Shimizu-san?
Mientras caminábamos por el sendero, Takayuki le hizo una pregunta
a Shimizu-san tan casualmente como si fuesen amigos de toda la vida.
Admiro la confianza que ese chico lleva consigo.
—¿Eh? P—¿Por qué?
63
Sin embargo, Shimizu-san entró en pánico, estaba muy confundida
ante lo repentino de su pregunta.
—Tengo curiosidad ya que siempre estás leyendo libros en la clase.
—Oh… Así que te diste cuenta.
—Claro, somos compañeros de clases después de todo.
Shimizu-san estaba sonrojada y bajó la cabeza, probablemente
avergonzada de haber sido vista leyendo en clase.
—La próxima vez recomiéndame un buen libro, ¿de acuerdo? — res-
pondió Takayuki con una sonrisa.
Aunque todavía no había tenido una conversación adecuada con Shi-
mizu-san, siempre había admirado la personalidad de Takayuki que
podía relacionarse con cualquier persona sin prejuicios.
Mientras pensaba en eso, caminaba un poco detrás de los dos, viendo
su interacción. Y Saegusa-san, que caminaba al lado de Shimizu-san,
bajó gradualmente su ritmo y, naturalmente, se colocó al lado de mí.
Era como si se hubiera desvanecido en el aire, Shimizu-san y Takayuki
no parecían haberse dado cuenta en absoluto de que ellos dos camina-
ban solos y andando en su propio mundo.
Así que ella se colocó a mi lado, y naturalmente nuestros ojos se
encontraron.
—¡Hola!
La voz de Saegusa-san fue un poco rígida y muy animada. ¿Estará
nerviosa otra vez?
—Hace un lindo tiempo, ¿no crees?
—Sí, efectivamente lo es.
—Sí. ¡Es un gran día para hacer senderismo!
—Opino lo mismo.
—Los árboles proyectan sombras refrescantes, ¿no crees?
—Definitivamente.
—……
A pesar de que Saegusa-san me hablaba rápidamente, no sabía qué
responder debido a mi nerviosismo y a la falta de temas interesantes
64
Excursión
que carecían en mi mente, mis respuestas resultaban ser breves,
haciendo que Saegusa-san se detuviera en seco.
Pensé que había hecho algo malo y me volví para mirarla a los ojos, y
allí estaba ella, hinchando las mejillas como un hámster y con los pu-
ños cerrados.
La expresión de su rostro era de desconcierto. Sin duda algo le moles-
taba.
—S—¿Saegusa-san?
—….
Intenté hablar con ella, no había ni un ápice de que tal actitud cambia-
ra.
Bueno, ¿qué debería hacer en esta situación?
Lo que estaba claro era que esta situación no era buena y debía re-
solverse rápidamente. Esto se debía a que, cuando miré a mi alrededor,
vi que los miembros de otros grupos nos observaban, probablemente
preguntándose qué estaba sucediendo.
Si la gran ex ídol Shiorin estaba molesta, y el resto de los chicos se da-
ban cuentan, yo me metería en un gran problema del cual quedaría
marcado para siempre.
Pensé en que debía resolver esta situación lo antes posible. Así que
agarré el brazo de Saegusa-san, quien estaba haciendo puños, y la
arrastré conmigo para alejarnos del resto de personas lo más pronto
posible.
Sin embargo, a los pocos segundos de hacer esto me di cuenta de que
había cometido un grave error.
Espera… ¿No sería más perjudicial para mí si yo camino mientras tomo
del brazo a Saegusa-san?
Y mi gran temor se hizo realidad. Cuando miré hacia adelante, vi a
Takayuki y Shimizu detenidos frente a nosotros. Pero se voltearon al
notar nuestra presencia, la expresión de sus rostros era de asombro.
Supongo que no esperaban que yo tomara dicha iniciativa.
—¡Lo siento mucho, Saegusa-san!
No me quedó de otra que disculparme con ella mientras soltaba su
brazo.
65
Pero en lugar de recibir una amonestación, ella agachó su cabeza con
el rostro enrojecido.
—No… No te… preocupes… — respondió Saegusa tartamudeando.
—Aun así… Bueno, yan o importa, ¡andando!
Mi respuesta fue muy temerosa por obvias razones. Lo positivo es que
Saegusa-san continuó sonriendo tímidamente y procedió a caminar
como si nada hubiese ocurrido.
Estaba feliz de que ella no estuviera enojada.
Procedí a caminar nuevamente, y luego me puse a su lado con mucha
naturalidad.
—La próxima vez… No te cohíbas, habla conmigo, ¿de acuerdo? — dijo
Saegusa susurrándome al oído.
Luego se separó de mí, y sacó su lengua como si hubiese hecho una
travesura. Verla así resultaba muy adorable.
Finalmente llegamos a la plaza en el medio de las montañas, este era
nuestro destino en este pequeño viaje de senderismo.
—Escuchen todo. Tienen libertad hasta las 1:30 pm. Pueden relajarse y
proceder a comer su almuerzo, pero no se separen mucho del grupo,
¿entendido?
—¡Sí!
Y así comenzó la hora del almuerzo.
—¿Qué tal si comemos por aquí?
—Sería genial. Pero…
A pesar de que Takayuki sugirió un lugar, pude notar que resultaría
muy incómodo para Saegusa si los chicos de otras clases y grupos nos
observarían constantemente mientras comemos nuestro almuerzo.
Personalmente am i no me molestaría. Pero estoy seguro que ella no
pensaría igual que yo.
Voltee a mirar su rostro y fue algo que confirme con solo ver su expre-
sión. Estaba notablemente cansada de estar siendo vigilada por todos
y ser atosigada constantemente.
Así que agarré su brazo y le hice señas a Takayuki y Shimizu-san para
alejarnos para irnos a un lugar cómodo para nosotros.
66
Excursión
Saegusa-san estaba confundida por lo repentino que era todo, pero

aun así no hizo preguntas y nos siguió.
Cuando nos habíamos alejado un poco de la multitud, agarré el brazo
de Saegusa-san nuevamente.
—¿Qué es esto? ¿Qué ocurre? — preguntó saegusa con mucha expec-
tación.
—¡No te preocupes, Saegusa-san! ¡Vamos a correr un poco!
Y así fue como los cuatro empezamos a correr e irnos a la parte trasera
del parque.
Los chicos de nuestra clase fueron tomados por sorpresa ante este
acto repentino. E intentaron dirigirse hacia donde nosotros íbamos,
pero desistieron al poco tiempo tras ver que estaban siendo obvios en
sus intentos de ir hacia donde nosotros nos diríamos.
—¡Bien! ¡Lo logramos!
—¡Sí! ¡Casi nos alcanzan!
—¡Oigan! ¡¿Por qué no me dijeron lo que intentaban hacer?
—Lo siento Shion-chan.
Paramos de correr después de un tiempo cuando no había nadie al-
rededor mientras recuperábamos el aliento.
—¡Bien! ¡Vamos a almorzar!
—¿Qué tal debajo de ese gran árbol allí?
—¡Suena bien para mí!
El lugar que encontramos era muy agradable, la sombra, la brisa y los
árboles que envolvían los alrededores era el lugar perfecto para disfru-
tar de nuestro almuerzo.
Después haber terminado nuestro almuerzo, decidimos quedarnos
aquí un poco más ya que no había mucha gente alrededor y podíamos
relajarnos.
Por cierto, Shimizu-san hizo sándwiches y los trajo en un gran reci-
piente para todos nosotros, lo que nos hizo muy felices.
Por supuesto, también trajimos nuestro propio almuerzo, pero está-
bamos tan conmovidos por la consideración de Shimizu-san que co-
mimos sus sándwiches junto con nuestro propio almuerzo.
67
Gracias a eso, tanto yo como Takayuki teníamos el estómago lleno.
Aunque ver la sonrisa de Shimizu, quien estaba complacida por haber
disfrutado de su comida, hizo que valiera la pena.
Una bonita escena entre todos sucedió en ese lugar. Saegusa-san me
ofreció parte de su comida, y yo hice lo mismo con la mía.
Era como estar en el paraíso, ver como una hermosa ex ídol con su
rostro sonrojado y temblorosa dándome de su comida, es el sueño de
todo chico adolescente. Claramente me sentía muy emocionado.
—Oye, Takuya, ¿qué tal si salimos a divertirnos luego de esto?
—Suena bien, ¿A dónde iremos?
—Hmm… No sé, ¿qué te parece el Karaoke?
—Sí, cuenta conmigo, hoy no tengo que trabajar.
No me molestaba la idea de Takayuki. Últimamente he estado traba-
jando mucho, y necesito un descanso de todo lo que conlleva la vida
laboral.
—Um… Yo nunca he ido a un karaoke… — dijo Shizimu en un tono de
voz bajo y agachando la cabeza.
—¿Eh? ¿En serio, Shimizu-san?
—S—Sí…
—Ya veo… En ese caso, ¿te gustaría ir con nosotros?
Shimizu estaba sorprendida ante la repentina invitación, y por alguna
razón, Saegusa-san también.
—E—¿En serio?
—¡Por supuesto! Será muy divertido. Sólo seremos nosotros tres, así
que no debes porque sentirte nerviosa si será tu primera vez.
—Si… Tienes razón…
Takayuki logró que Shimizu-san sintiera confianza ante la invitación y
el hecho de que sería su primera vez saliendo al karaoke con un grupo
de amigos.
Oh no… Esta mirada furtiva otra vez…
68
Excursión
Volteé mi cabeza y miré con mucho temor hacia donde estaba Saegu-
sa-san, quien estaba mirándome fijamente con sus grandes ojos hú-
medos tratando de transmitirme algo.
Su obvia emoción se filtraba por sus poros, como si intentara decirme
“¡déjenme ir a mí también!”.
Bueno, supongo que no tiene mucho sentido ir al Karaoke con tan po-
cas personas. Y sería una lástima no invitar a Saegusa-san. Además,
que estaría siendo un mal amigo.
—Saegusa-san, ¿te gustaría acompañarnos? — pregunté con una gentil
sonrisa.
—¡Sí! ¡Quiero ir! ¡Déjame ir! — gritó con ímpetu Saegusa mientras le-
vantaba su mano derecha.
Vaya, tino mucho animo acumulado. Qué tal si le hago una pregunta
más arriesgada…
—¿Y podrías cantar ‘soy tu único maid’ para nosotros?
—¡Sí! Cantaré lo que quieras que yo can… Oye, espera…
Saegusa había respondido sin siquiera detenerse a pensar. Y fue en-
tonces cuando su mente comenzó a unir los puntos.
La canción que le propuse era el tercer single de las Angel Girls, y la
canción donde Saegusa utiliza el mismo uniforme de maid que me
envió como foto el otro día.
Tal vez esta petición es un poco cruel, pero cuando Saegusa-san final-
mente entendió la envergadura de mi petición, de alguna manera se
encendió una especie de espíritu de lucha en ella mientras su cara se
ponía roja.
—Huh, bueno… Si Ichijo-kun tanto lo desea. Definitivamente la cantaré
para ti.
Por otra parte, Takayuki y Shimizu-san se reían de la conversación que
estaba teniendo con Saegusa-san.
Ambos nos miramos entre sí, y al no entender lo que estaba sucedien-
do, simplemente nos echamos a reir también.
********
69
—Oigan chicos, ¿todos tienen el día libre hoy, ¿cierto? ¿Qué tal si va-
mos al karaoke después de esto?
En el autobús de regreso después del viaje escolar, el atractivo chico
de la clase que había invitado a Saegusa-san al karaoke antes, llamado
Nijima, realizó tal propuesta mientras miraba la miraba desca-
radamente.
Por supuesto que esto nuevamente era planeado. Ya que lo hizo en un
momento donde sabía que Saegusa-san no podría rechazarlo.
—¡Sí, vamos!
Como de costumbre, las chicas que lo rodeaban respondieron rápi-
damente y la atmósfera de la clase se volvió entusiasta para ir al ka-
raoke juntos.
Así, mientras todos en la clase lanzaban miradas furtivas a la ex ídol, se
preguntaban si ella sería capaz de rechazarlo nuevamente. Pero ella
parecía feliz y relajada, sentada en silencio sin mostrar ninguna señal
de preocupación.
Las miradas no solo iban dirigidas a Saegusa, sino que también
Takayuki y Shimizu recibían miradas de los chicos y chicas de la clase,
pero ellos también parecían no preocuparse por las miradas y
simplemente estaban disfrutando de su tiempo juntos.
Finalmente, llegamos a la escuela en el autobús y, después de bajar, el
maestro encargado dio un breve discurso para concluir con éxito
nuestro viaje escolar.
—Entonces, Saegusa-san, ¿vendrás con nosotros?
Nijima-kun finalmente se rindió y decidió ser directo y dejarse de lado
la sutileza. Parecía tener mucha confianza en sí mismo, pero al final,
estaba dispuesto a deshacerse de su orgullo con tal de acercarse a
Saegusa-san.
—Lo siento, peor ya tengo planes. — Saegusa respondió con una sonrisa
en su rostro.
—¿Planes?
—Sí, tengo cosas que hacer. ¡Nos vemos luego!
Tras decir eso, Saegusa se alejó de Nijima, quien tenía una expresión
de desconcierto en el rostro. Estaba tan atónito que resultaba algo
lamentable verlo de esa manera.
70
Excursión
—Nos vemos luego — susurró Saegusa mientras pasaba por mi lado.

Asentí ante tales palabras.
—Lo siento a todos, pero no podré asistir esta vez. ¡Hasta la próxima!
—Lo siento, yo tampoco puedo ir al Karaoke.
—Sí, lo mismo pasa conmigo, lo siento.
Tanto Takayuki como Shimizu-san rechazaron la invitación de los
chicos que los rodeaban. Y así, el ambiente cayó en picada entre los
chicos de la clase.
Bip
En medio de ese extraño ambiente, recibí un mensaje a través de irme.
—[¡Nos vemos en el Karaoke Romántico!] — Saegusa-san.
—[Entendido] — Takayuki
—[Nos vemos allá] — Shimizu-san.
Durante la hora del almuerzo, los cuatro intercambiamos nuestros ID
de Lime, y nos agregamos como amigos, al mismo tiempo que creamos
un grupo de chat.
Ya que queríamos evitar que el resto de la clase nos viera llegar al ka-
raoke solo nosotros cuatro, acordamos ir a uno que está más alejado
del centro, se llama “Karaoke Romántico” y es un lugar pequeño
perfecto para ir con un grupo de amigos.
Sé que es un poco cruel para el resto de la clase, pero como ya había-
mos acordado ir juntos los cuatro, no podíamos hacer un cambio de
planes tan repentino.
Por cierto, como yo no fui invitado por los chicos del a clase, me fui de
la escuela sin problema.
Ya me queda más que claro que no soy una persona importante, soy
más como un Personaje no Jugable de un videojuego. Y no destaco en
absoluto.
Ser así de invisible tiene sus ventajas.
********
71
Después de habernos separado por preocupación, nos encontramos
en la recepción del Karaoke Romántico.
—¡Me alegra que todo haya salido bien!
—Siento que hemos sido injustos con los chicos de la clase, pero su-
pongo que es lo mejor por ahora.
—Gracias a todos… Todavía no me siento cómoda estando con muchas
personas.
—No te preocupes, Shimizu-san. Yo también me siento un poco incó-
modo con tanta gente.
—¡Exacto! ¡Hoy vamos a divertirnos!
—¡Claro que sí!
—Gracias…
Shimizu-san parecía preocupada, pero cuando nos aseguramos de que
todo estaba bien, sonrió gentilmente y decidimos entrar en la sala de
karaoke.
Al entrar en la habitación, sentimos la típica atmósfera de las antiguas
salas de karaoke. El suelo estaba cubierto con una alfombra roja y ha-
bía un atril con un soporte para micrófono.
Y para nuestra sorpresa, había una bola de espejos en el techo.
—¡Vamos a encenderla! — dijo Takayuki mientras apagaba las luces.
Luego procedió a encender la bola de espejos, y esta hizo que la habi-
tación tomara una atmosfera de una vieja discoteca que tanto se ven
en las películas.
Todo era muy extraño, y nos echamos a reír mientras nos preguntába-
mos qué estábamos haciendo en ese lugar.
De todos modos, era más fácil sentirse menos avergonzado en la oscu-
ridad y esto era más divertido, así que decidimos seguir adelante con
la idea y cantar en la "discoteca" karaoke.
—Bueno, yo seré la primera en cantar.
En cuanto Saegusa-san dijo eso, agarró la Tablet y buscó la canción
que yo le había solicitado con anterioridad.
72
Excursión
Era más que obvio que la diferencia de talento que había entre noso-
tros era grande. Pero también estábamos a punto de presenciar un
espectáculo sin igual.
Y la emoción de Takayuki era más que evidente tener la oportunidad
de escuchar cantar a Saegusa-san en un lugar tan privado como este.
El sólo hecho de pensar que volveré a escuchar esa hermosa voz, me
hace muy feliz.
En la pantalla del karaoke apareció el título de la canción: "Tu sirviente
personal". E inadvertidamente dejé escapar un grito.
Saegusa-san no dejó pasar tal expresión de mi parte, y me miró con
una sonrisa maliciosa. Realmente estaba tomando en serio mi comen-
tario imprudente en aquel lugar.
Recordé la foto que Saegusa-san me envió vestida de sirvienta, podría
decirse que pensamientos poco propios de mí invadieron mis pensa-
mientos.
Cuando comenzó la introducción, Shiorin se levantó de un salto y
subió al escenario, agarrando el micrófono de pie que estaba allí.
Acto seguido, comenzó a cantar con estas palabras: "¡Esta canción está
dedicada solo para ti!" y también realizó la coreografía de la canción de
manera perfecta.
Invadido por la emoción, Takayuki se levantó de su asiento y comenzó
a aplaudir y animarla. Shimizu-san parecía sorprendida ante el repen-
tino entusiasmo de Takayuki, pero luego se echó a reír hasta que su
estómago le empezó a doler.
73
74
Excursión
Tras haber cantado dicha canción, Saegusa-san quedó completamen-

te exhausta, y la expresión de su rostro era evidente.
—¡Eres increíble, Saegusa-san!
—Gracias, Takayuki.
Ambos chocaron los cinco ante el cumplido de Takayuki hacia Saegu-
sa. Sin duda alguna, ella realizó un gran espectáculo, aunque éramos
solo nosotros cuatro.
Después que concluyó, Shion procedió a sentarse y le entregó el mi-
crófono a Takayuki para que él sea el siguiente en cantar.
Pero en vez de regresar a su asiento, directamente se sentó a mi lado,
no cabe decir que esto me tomó por sorpresa, haciendo que me colo-
cara algo nervioso.
—I—Ichijo-kun, ¿qué tal estuve? — preguntó Saegusa con una evidente
preocupación.
—Estuviste increíble, lo disfruté mucho, tienes una hermosa voz.
Saegusa-san sonrió tímidamente con el rostro sonrojado, era muy
tierna verla de esa manera.
—Fue un verdadero placer para mí poder escucharla en vivo, si te soy
honesto, últimamente la escucho mucho cada vez que voy al colegio.
—Aaawww.
Su vergüenza aumentó el doble que antes, pero le pareció muy dulce
de mi parte que le dijera eso, así que de alguna manera se controló.
—Aunque hubiese sido mucho mejor si llevaras puesto tu traje de
maid. — dije en tono de broma.
—En ese caso… ¡Lo haré así la próxima vez! — exclamó con gran entu-
siasmo.
Realmente no era necesario, sólo era una broma de mi parte. Pero
tampoco negaré que me encantaría ver eso, así que simplemente
asentí y no volví a tocar ese tema.
Pero la verdad es que no estaba seguro de poder mantener mi calma si
veía esa apariencia de nuevo.
Después de que Takayuki cantara una canción de rock, me dijeron que
era mi turno de cantar una balada que me gustara. Elegí una canción
75
antigua y un poco rara, pero que me gustaba desde hace mucho
tiempo y la canté con todas mis fuerzas.
Sin embargo, me sentía muy nervioso porque Saegusa-san me escu-
charía cantaría. No soy tan talentoso como ella, es obvio que no estoy
a su altura.
Aunque Takayuki y Shimizu-san parecían estar disfrutando de mi
canto, lo que me hizo sentir un poco más seguro. El problema era
Saegusa-san, que se había movido a un asiento cercano al escenario y
me estaba mirando fijamente con ojos brillantes.
—Um, ¿Saegusa-san? Es difícil cantar cuando me miras así.
Expresar mi preocupación no sirvió de nada, ya que ella continuaba
observándome fijamente. ¿Este es una nueva forma de acoso o algo de
ese tipo?
Pero logré completar mi canción con éxito y que todos aplaudieran
con entusiasmo. Eso se sintió muy gratificante.
Aunque los roles se habían invertido entre nosotros. Me avergoncé y
rápidamente volví a mi asiento donde había estado antes.
—Últimamente he pensado que ustedes dos…
—¿Nosotros quienes?
—Ah, no nada, olvídalo. ¡Shimizu-san, eres la siguiente!
Mi mejor amigo estaba a punto de decir algo importante entre Saegu-
sa-san y yo, quien nos estaban observando desde hace un buen rato.
Pero se retractó a último momento y cambió el tema de conversación.
Volteé a mirar a Saegusa-san, y noté que estaba concentrada buscan-
do algo en su teléfono.
—¡Lo encontré! — exclamó Saegusa.
Ella me mostró su teléfono, y lo que parecía haber buscado era la
canción que canté hace un momento… Me alegra saber que disfrutó
tanto de mi actuación que decidió buscar la canción.
Ahora le tocaba a Shimizu-san cantar. Y con el apoyo de Takayuki, ella
buscó nerviosamente una canción adecuada.
Luego de haberla elegido, el nombre apareció en la pantalla, el re-
sultado era inesperado, ya que no esperaba que eligiera una de las
Angel GIrls.
76
Excursión
—Um, Shion-chan, ¿cantarías conmigo? — preguntó Shimizu tími-

damente.
El gesto que hizo era tan lindo como el de un pequeño animal. Saegu-
sa-san asintió ante la invitación, y tomó el micrófono para hacer un
dueto con ella.
A pesar de que era su primera vez, lo hizo bastante bien, sus movi-
mientos eran un poco regidos, y se esforzaba mucho al cantar, pero no
tengo nada que recriminarle. Realmente lo hizo muy bien.
—…Oye, Takuya.
—¿Qué ocurre?
—Creo que ahora mismo nos encontramos en el jardín del edén.
—…¿Sabes algo? Tienes mucha razón.
Y así fue como los cuatro disfrutamos de una tarde amena en el Ka-
raoke.
********
Al llegar a casa, tomé una ducha y comí mi cena antes de caer exhausto
en la cama.
Sentí que todo el cansancio del día se acumulaba en mi cuerpo cuando
me acosté en la cama, pero realmente disfruté el día de hoy.
Bip
Mi teléfono sonó con una notificación de Lime. Tratando de abrir mis
ojos adormilados, revisé mi teléfono.
—[Hoy fue un día divertido, ¡gracias!] — Saegusa-san.
—[Yo también lo pasé muy bien! — Takayuki.
—[¡Yo también! ¡Volvamos a ir otra vez!] — Shimizu-san.
También debo de responder a los mensajes… No… Puedo dejarlos… Sin
responder…
77
Mientras pensaba en responder a los amigos. Mis parpados pudieron
más que yo y se cerraron por completo, haciéndome caer en las garras
de Morfeo…
Sin embargo, fui despertado por el sonido vibrante de mi teléfono.
—¿Hm? ¿Qué es esto? ¿Es mi alarma?
Tomé mi teléfono con los ojos somnolientos, y toqué el botón de la
pantalla para detener el sonido.
—[¿Ichijo-kun?]
¿Hm? Esa voz… ¿Es Saegusa-san?
—[H—¿Hola? ¿Me escuchas?]
Sí, definitivamente es ella.
Segundos después mi cerebro reaccionó y logré volver conscien-
temente.
—¿Eh? ¿Saegusa-san?
¿Por qué estará llamando repentinamente? ¿Ocurrió algo?
—[Ichijo-kun… Estoy feliz de que al fin respondieras.]
Su tono de voz sonaba aliviado por alguna razón.
—L—Lo siento, me quedé dormido. ¿Pasó algo?
—[Ah… Así que te quedaste dormido… Ya veo, jaja…]
Sigo sin entender que está ocurriendo, ¿pasó algo mientras me quedé
dormido?
—[Bueno, te llamo porque me preocupe un poco, ya que no respondis-
te a los mensajes en Lime…]
—¿Los mensajes…? Oh cierto…
Había olvidado que dejé la conversación abierta en el grupo y me
quedé dormido. He ignorado todos esos mensajes sin intención alguna
de mi parte.
Incluso ella me había enviado mensajes privados que tengo sin abrir.
—Lo siento, pero me quedé dormido mientras estaba respondiendo,
fue bastante inesperado, incluso yo estoy asombrado.
78
Excursión
—[Y—Ya veo. Bueno, lamento haber creado tanto alboroto.]

—No, está bien, yo soy el que debería disculparse. Incluso debo
agradecértelo, me has ayudado, olvidé preparar las cosas para maña-
na, gracias.
—[Um, ya veo… En ese caso, de nada, jejeje…]
Saegusa-san se reía felizmente del otro lado del teléfono. Era muy
agradable escuchar su voz y su hermosa risa. Aunque me avergüenza
un poco.
En primer lugar, la idea de que una super ídol como Shirorin y yo este-
mos hablando por teléfono es algo que no logro comprender.
—Bueno, gracias por todo… Hablamos después.
Intenté colgar ya que no podía soportar tanta estimulación y
vergüenza al mismo tiempo.
—[¡Espera un momento!]
Sin embargo, Saegusa-san se dio cuenta que estaba intentado colgar y
me lo impidió.
—[¿Tienes planes para este fin de semana?]
—¿Planes? No realmente. Bueno, tengo que trabajar el domingo por la
noche, pero aparte de eso, nada…
—[Entonces… ¿Te gustaría salir juntos mañana?]
…Salir… ¿Juntos? ¿Yo? ¿Con Saegusa-san…? ¡¿Esto es una especie de
broma?!
Me quedé callado por varios segundos sin contestar, no sabía que
decirle, todo parecía tan irreal.
—[¿Qué ocurre? ¿No puedes hacerlo?] — preguntó Saegusa.
—N—No, no es que no pueda… De hecho, me encantaría.
—[Um… Bien, es buen saberlo.]
No existe obre en este mundo que pueda rechazar tal invitación vi-
niendo de una chica con Saegusa-san. Pero precisamente por eso es
que no logro comprender por qué me está invitando a salir con ella.
—Oye, pero… ¿En serio está bien que yo salga contigo?
79
—[Sí… Ichijo-kun es bueno…] — respondió Saegusa con un tono de voz
bajo. — [Bueno, entonces seguimos hablando mañana, ¡buenas no-
ches!]
Tras decir esas palabras, colgó de inmediato la llamada.
Me genera mucha inquietud que una chica como Shion invite a un chi-
co como yo, común y corriente a salir con ella. Me quedé pensativo por
un rato intentado procesar lo que acababa de suceder… ¿Todavía
seguiré dormido? ¿En serio esto es real?
Bip
Otro mensaje de Lime me había llegado.
—[¡Nos vemos mañana en la cafetería frente a la estación a las 11:00
am!]
Vaya, eso fue rápido, no esperaba que Saegusa-san tuviese tan rápido
un lugar de encuentro en mente.
Tras haber visto este mensaje ya las dudas fueron despejadas. Defini-
tivamente este no era un sueño, era la pura realidad.
80
Estudiando para el examen
CAPÍTULO IV
Hoy me iba a reunir en una cafetería con Saegusa-san frente a la es-

tación de tren.
Mientras revisaba mi Lime viendo la dirección que me enviaron, llegué
al establecimiento. Le di una ojeada mi reloj y noté que aun era temp-
rano. Poco más de las diez de la mañana.
Me sentía muy nervioso por esta cita, así que me desperté innecesa-
riamente temprano y llegué a la estación mucho antes de lo previsto.
Entré a la cafetería y me dispuse a esperarla. El lugar estaba visi-
blemente vacío de clientes.
Sin embargo, noté la presencia de una persona que irradiaba un aura
completamente diferente al de los demás a la vez que disfrutaba de su
café elegantemente situada en el fondo.
Así es… Era la chica con la que hoy tendría mi cita. Saegusa-san.
Ella llevaba unas gafas de sol grandes, idénticas a las que usaba en el
concierto de DDG. También llevaba puesto un vestido sin mangas de
color beige con un suéter marrón claro, una cartera y zapatos de un
color similar al suéter.
Dicho outfit le daba una apariencia de mujer adulta en vez de una es-
tudiante de primero de secundaria.
¿Cómo es posible que esté teniendo una sita con una chica tan perfec-
ta como ella? Me estoy poniendo nervioso y eso que aun no hemos co-
menzado nuestra cita.
Saegusa-san se dio cuenta de mi presencia, y me saludó mientras sos-
tenía su taza de café.
Yo también levanté mi mano en respuesta y procedí a cercarme a ella.
—Lo siento, ¿te hice esperar mucho?
—No, no, acabo de llegar.
81
—¿De verdad? Bueno, supongo que eso está bien. — dije mientras me
sentaba frente a ella.
Creo que fue un alivio haber llegado temprano hoy. Hubiese sido
embarazoso si yo llegara a la hora acordada y la hacía esperar por casi
una hora.
La apariencia que Saegusa-san me transmitía era el de una chica ma-
dura y sería. Sus labios estaban pintados de un rosa suave, y su mirada
transmitía una tranquilidad y pureza que abrazaban mi alma con solo
verla.
—I—Ichijo-kun… C—¿Cómo me veo hoy? — preguntó mientras se
sonrojaba.
—Te ves muy hermosa. Honestamente, me siento muy nervioso por
salir contigo hoy, jamás creí que podría salir con una chica tan linda. —
respondí a la vez que rascaba mi mejilla.
—Y—Ya veo… — respondió Saegusa bajando su cabeza.
—¿Qué ocurre? ¿Dije algo malo?
—N—No, para nada… Ah, ya sé, todavía es temprano, ¿qué tal si nos
relajamos un poco más?
No me parecía una mala idea, así que acepté su propuesta y también
me dispuse a pedir un café.
Sin embargo, pasar tiempo frente a una hermosa chica como ella, pro-
vocó que me quedara sin palabras y el tiempo pasó en silencio.
Bajé la vista con un poco de incomodidad, pero luego me di cuenta de
que no era la actitud correcta y reuní el valor para mirar hacia adelan-
te. Vi a Saegusa-san quien apoyaba ambas manos en su mentón con
una expresión un poco más relajada mirando mi rostro con alegría.
—Uh, ¿Saegusa-san?
—¡A-ah, lo siento! Es solo que... ¡es solo que...!
¿Eh? ¿Solo que qué? ¿Por qué me miras de esa manera tan extraña?
—¡Quería darte esto, Ichijo-kun! — respondió Saegusa mientras sacaba
una pulsera negra.
—¿Eh? ¿Estás segura…?
—Por supuesto. Pero, a cambio… ¿Podrías usarla todo el día de hoy?
82
—Oh, sí, seguro…

Acepté la pulsera que Saegusa-san me estaba dando, y la envolví al-
rededor mi muñeca derecha.
En cuanto la vi, lo primero que se me vino a la mente fue en lo bien que
estaba construida, seguramente no era una baratija… Pero aun así, es-
taba contento de haber recibido un regalo tan inesperado.
Eso me recuerda que esta mañana vi en la televisión un programa de
astrología. El presentador decía que el día de hoy Libra recibiría un
regalo proveniente del sexo opuesto quien estaría interesado en él o
ella…
Honestamente, me preocupa que fuese tan explicito esa predicción
que me da hasta un poco de temor.
Cuando levanté la vista, Saegusa-san estaba sonriendo y parecía estar
esperando algo, haciendo un pequeño gesto de triunfo con su mano.
Supongo que el día de hoy también veré un comportamiento sospe-
choso de ella. Aunque la noto muy diferente de lo habitual.
En cuanto salimos del café, ella me dijo que quería ir a un lugar especi-
fico en el centro de la ciudad. Así que tomamos un tren para llegar allí.
En donde vivimos está a una hora en tren del centro. Aunque está le-
jos, no deja de ser un lugar ideal para divertirse y pasar el rato.
Me senté al lado de Saegusa-san en todo el viaje en tren, y su fragancia
cítrica hacia que todos mis sentidos se estimularan, a la vez que me
sentía nervioso.
Aunque la conversación que se desarrolló durante ese tiempo sobre la
excursión escolar y la salida al karaoke hizo que nuestro tiempo juntos
fluyera con más naturalidad. Por lo que no hubo problema alguno de
que no encontráramos temas para conversar.
Eso sin contar las veces en las que nuestros hombros se rozaban cons-
tantemente ante los movimientos agitados del tren. Esto sería lo más
parecido y cerca de tener un contacto físico con Saegusa-san.
Bueno, creo que exagero al decir esto, ya que las veces que ella va a la
tienda de conveniencia y yo le entrego su cambio, siempre toca mi
mano. Así que, si lo pienso bien, ya hemos tenido cierto contacto físico
antes.
83
Pero esta vez es diferente, ¿verdad? Ya que en esas ocasiones sucede
durante el trabajo, no deja de ser una cliente más. Y aquí, estoy tenien-
do una cita con ella. Definitivamente no es lo mismo.
Mientras pensaba en esto no pude evitar reírme de lo gracioso. Y
Saegusa-san se percató de esto y me observó de reojo, haciendo que
ella colocara todo su cuerpo rígido.
—Lo siento, me acordé de algo gracioso, no es necesario estar tan ten-
sa.
—Oh, ya veo… Pensé que habías notado lo nerviosa y emocionada que
estaba. — respondió Saegusa sonrojándose.
¿Emocionada? ¿Significa que le está gustando pasar tiempo conmi-
go…?
********
A medida que se detenía en otras estaciones, más personas se iban su-

mando al vagón, e inevitablemente las personas nos observaban y co-
mentaban entre sí.
—Oye, ¿no crees que esa chica se parece un poco a Shiorin?
Pude escuchar a un par de chicas sentadas frente a nosotros hablando
en voz baja. Una de ellas había reconocido ligeramente a Saegusa-san,
aunque no estaba segura del todo.
Yo me preocupé por un momento, pero a Saegusa-san no apreció
importarle, y continuó con su actitud relajada. Parece que ella ya está
acostumbrada a este tipo de situaciones.
—No creo que sea ella. Claro que es bonita, pero no hay forma de que
esté aquí ¿no crees?
—Cierto, pero me gustaría ser igual de linda que ella.
Tras escuchar los comentarios de las chicas, pude notar que esquiva-
mos una bala.
Pero dentro de todo esto, me surgió otra preocupación… ¿Cómo de-
bería llamar a Saegusa-san? No creo que llamarla Shiorin sea lo más
adecuado, ese era su nombre artístico, y ella ya no forma parte de ese
mundo.
84
Tampoco me parece correcto llamarla por su primer nombre, todavía

no tengo la confianza suficiente con ella para llegar hasta ese punto.
Ella pareció haber dado cuenta de lo que estaba pensando. Así que
sacó tu teléfono y me envió un mensaje a través de Lime.
—[Puedes llamarme Shi-chan.]
Sorprendido, voltee a mirarla, y tenía una sonrisa diabólica en su ros-
tro. Era evidente que estaba esperando con ansias que yo la llamara
por ese nombre… Bueno, supongo que no me queda de otra.
—Está bien, te llamaré… Shi-chan…
Shion abrió sus ojos de par en par y sus mejillas se tornaron de un
color ligeramente rosado. Parece que sí le gusto que yo la llamara por
ese nombre.
Tuvimos una breve charla amena durante el tiempo del viaje. Y sí, la
estuve llamando de esa forma, por lo cual era muy entretenido ver
como se ponía toda nerviosa. Fue una escena muy graciosa de pre-
senciar para mí.
Shii-chan es muy encantadora.
Una vez que llegamos a nuestro destino, seguí a Shii-can quien era la
que conocía perfectamente la zona, y me guio hasta el lugar en medio
de la multitud.
A pesar de que era una cita, ella tenía muy en claro lo que quería hacer,
¿Quién soy yo de arruinar la ilusión y sueños de una adorable chica?
Por eso me limité a seguirla a los lugares que ella deseaba visitar.
—Ichijo-kun, entremos a esta tienda. — dijo Saegusa deteniéndose en
seco.
—Seguro, si eso es lo que quiere Shii-chan, no tengo ningún problema.
—Um, gracias… — respondió Saegusa con el rostro sonrojado.
Todavía no se ha acostumbrado del todo que yo me refiera a ella de esa
manera. Pero tampoco tenía intenciones de detenerme. Verla con esas
expresiones tímidas y delicadas era muy satisfactorio para mí.
En cuanto entré a la tienda, noté que el lugar al que me había traído
Saegusa-san era una tienda de moda elegante.
Había muchas marcas de ropa extranjera, y de gran renombre, no me
sorprendería en absoluto que toda esta ropa fuese importada… Y cos-
tosa.
85
—¿Eh? ¿Shion-chan? ¡No puede ser!
—¡Hola! ¡He regresado!
En cuanto nos acercamos al mostrador, un hombre se acercó a Saegu-
sa-san corriendo mientras agitaba sus manos de la emoción.
El dependiente era un hombre delgado y de tez pálida con rasgos
faciales andróginos. Su ropa era muy elegante, lo cual no me sorp-
rende considerando el tipo de tienda en la que él trabaja.
—¿Oh? ¿Quién es el? ¿Acaso él es tu…?
—¡No no…! Él es… Mi compañero de clases, Ichijo-kun.
—Ya veo… Bueno, parece ser bastante guapo. — dijo el dependiente
mientras se acercaba a mí y estrechaba mi mano — hola, soy Ken-chan,
el propietario de esta tienda, ¡encantado de conocerte!
—Hola, soy Ichijo. Es un placer.
—¿Te gustaría probar algo de la ropa de hombre que tenemos aquí? —
dijo Ken mientras guiaba a Ichijo hacia las muestras.
No esperaba para nada que Saegusa-san me trajera a una tienda de
ropa, y mucho menos que yo terminaría eligiendo algo que ponerme.
—Esto será más que suficiente, ahora ve y cámbiate allí.
Ken me entregó la ropa y luego me llevó hasta los probadores. No tuve
más opción que obedecerlo. No pude observar del todo la expresión
que tenía Saegusa-san, pero parecía estar disfrutándolo mucho.
—¿Listo? ¿Ya terminaste de cambiarte?
—Um, sí. Pero… No esto seguro…
—Vamos, sal, queremos verte.
—Está bien, pero no se rían…
Me armé de valor y salí del probador con la ropa que me había dado
Ken-chan.
—Oh vaya… — dijo Saegusa sorprendida.
—¡Ichijo-kun...! — exclamó Ken.
—¿Eh? ¿Qué pasa con esas reacciones? ¿En serio me veo tan mal?
86
—¿De qué estás hablando? ¡Te ves genial! Incluso Ken-chan se sorp-
rendió.
—¿Lo dices en serio?
—¡Ella dice la verdad! ¡Te ves fantástico! — respondió Ken.
Volteé a mirarme al espejo y me sentí un más confiado ante las pa-
labras de Saegusa-san y Ken-chan.
El atuendo que llevaba era una camiseta blanca de cuello redondo, y
sobre ella una camisa estilo western de patchwork con tela de mezc-
lilla y estampado de paisley. Además, llevaba unos pantalones negros
ajustados.
La combinación que Ken-chan hizo para mí quedaba perfecto con las
zapatillas blancas que me había puesto el día de hoy. Era un atuendo
bastante llamativo y a la moda que nunca habría elegido por mí mismo.
Realmente me costaba creer que yo, un chico común y corriente pu-
diese estar tan a la moda y al mismo tiempo verme bien.
—¿Es todo lo que dirás, Shion-chan? ¿No tienes más nada que decir
Dijo Ken mientras golpeaba la espalda de Saegusa.
—Um… Sí, Ichijo-kun, tú… Te ves muy guapo…
Esto también fue mu inesperado, no creí que fuese posible que Saegu-
sa me dijera un cumplido sobre mi apariencia.
—En ese caso, compraré esta ropa.
—¿De verdad? ¡Gracias! Ya que eres amigo de Shion-chan, te daré un
descuento super especial.
Si bien la ropa era mucho más cara de lo que estaba dispuesto a pagar
usualmente por las prendas que visto, pude permitírmelo gracias a mi
salario. Además del descuento que me dio Ken-chan, terminé pagando
un precio no muy alocado.
—Oh, lo siento, Shii-chan, parece que tenías intenciones de comprar
algo primero, y yo me adelanté.
—No no, no te preocupes, Ichijo-kun. Me alegra que hayas podido
comprar algo que te guste.
Bueno, sin duda este es un problema menos, y si Shii-chan dice que no
ha nada d que preocuparse, le tomaré la palabra.
87
Por otra parte. Ken-chan parecía estar disfrutando la escena que tenía
con Saegusa-san.
—Bueno, me iré a probar esto. — dijo Saegusa mientras tomaba un ves-
tido blanco con estampado floral.
Después de entrar al probar y cambiarse de ropa, salió con una sonrisa
radiante y algo ansiosa.
—¿Qué tal me veo? — preguntó Saegusa tímidamente.
—¡Te ves increíble!
Respondí inmediatamente a su pregunta mientras levantaba mi pulgar.
Aunque solo llevaba un vestido, tenía un encanto y un aura atrayente
que me quedé embelesado observándola.
Se veía tan hermosa y elegante como la princesa de una película. Y Ken
-chan también parecía opinar lo mismo que yo.
—Entonces voy a comprarlo. — respondió mientras se daba vuelta fren-
te al espejo.
Sin duda alguna, Saegusa-san se veía muy adorable vestida así.
Después de terminar nuestras compras, Ken y yo hablamos un poco
antes de despedirnos.
—¡Gracias! ¡Vuelvan pronto!
Ken nos saludó desde la puerta mientras nos alejábamos.
—Ken es una persona muy interesante.
—Así es, lo conozco desde hace mucho tiempo.
Resulta que él era estilista y se encargaba del vestuario de las Angel
Girls cuando aparecían por televisión. Fue así como ambos se hicieron
amigos.
—Es hora de ir a almorzar.
—Sí, pero, ¿adónde quieres ir?
—Hay un buen restaurante cerca, ¿por qué no vamos allí? — respondió
Saegusa con una sonrisa en su rostro.
—Seguro, vayamos.
88
Nuevamente me dejé llevar y no pensar en las preocupaciones.

Después de todo, esto es una cita, y si quiero que ella se sienta cómo-
da, debo estarlo yo también.
********
Y como el clima de hoy era bueno, decidimos comer afuera.

—Siempre venía a comer aquí con mis compañeras.
—Oh, ya veo.
Por compañeras se refiere a las Angel Girls. Me seguía pareciendo in-
creíble como personas famosas venían a lugares comunes y corrientes
como estos.
Así que miré a mi alrededor con la esperanza de encontrar a algún otro
famoso. Pero no hubo suerte. Había chicos y chicas jóvenes disfrutan-
do de sus comidas. Así que parecía inútil encontrar alguna otra cele-
bridad aquí.
Sin contar el hecho que las personas a nuestro alrededor no se han
dado cuenta que una ex ídol famosa está justo frente de sus narices…
Supongo que la vida es así, a veces nos perdemos de las cosas más
importantes que tenemos en frente por no presta la suficiente
atención.
—Oye, ¿qué vas a pedir, Ichijo-kun?
—Pediré algo ligero, el Vongole Bianco suena apetitoso.
—Eso suena bien… Entonces yo pediré el… Pescatore.
Una vez que ambos decidimos que íbamos a pedir, levantamos la mano
en busca del mesero para que tomara nuestra orden.
Hoy el clima era realmente agradable y no había ni una sola nube en el
cielo.
—Muchas gracias por hoy.
—No, gracias a ti. Pude comprar algunas cosas y lo estoy disfrutando
mucho.
—Ya veo. — Shion asintió tímidamente a mis palabras — En ese caso,
¿qué tal si te invito a salir de nuevo otro día?
89
—S—Seguro… Eso me gustaría mucho, y también quisiera ir al restau-
rante de Ken-chan otra vez.
Al escuchar mi respuesta, Saegusa-san sonrió dulce y
encantadoramente.
Sobre todo, su entusiasmo por salir juntos me hacía feliz y natural-
mente se me escapaba una sonrisa.
Pasar todo este rato con ella ha hecho que sentimientos hacia ella
surjan de manera inesperada. Incluso siento que puedo llegar a
amarla.
—Aah… Y, salir contigo nuevamente es algo que me hace mucha ilu-
sión, Shii-chan. Es muy divertido.
Era vergonzoso decir mis sentimientos abiertamente, así que mientras
me rascaba la mejilla con el dedo, le dije eso mirando hacia otro lado.
No sé si me expresé adecuadamente, pero realmente quería que Sagu-
sa-san supiera que me divertía estando con ella. Y a pesar de que le
dije esto, no recibí una respuesta de su parte.
Me preocupé, así que la miré de reojo para ver su reacción. Y en lugar
de encontrar a la típica chica que se ruboriza y le invaden los nervios.
Estaba completamente paralizada.
—¿Dije algo malo, Shii-chan?
—¿Eh? ¡Ah, no! Lo siento mucho…
Saegusa-san parecía haber vuelto en sí luego de estar absorta en su
mundo. Aunque seguía estando aturdida.
Justo en ese momento, la comida que habíamos pedido anteriormente
llegó justo a nosotros. Era el momento perfecto para romper la ten-
sión.
—Vamos a comer, sino la comida se enfriará.
—S—Sí.
Y así, recuperando el ánimo, comenzamos a comer y eventualmente
Saegusa-san volvió a ser la misma.
Estaba delicioso, ¿verdad?
Sí, lo estaba. Oye, Ichijo-kun...
—¿Sí? ¿Qué ocurre?
90
Después de haber terminado de comer, Saegusa-san se dirigió a mí en

un tono serio.
—...Siento que es un poco injusto.
—¿Injusto?
—Sí, Ichijo-kun me llama 'Shii-chan', pero yo lo sigo llamando por su
apellido.
—Ah, ya entiendo...
Bueno, tal vez tenga razón.
Pero a mí no me importa en absoluto.
—...Tak-kun.
—¿Eh?
—A partir de hoy te llamaré Tak-kun.
—Ah, no, eso es…
—Ya lo he decidido. ¡Encantada de conocerte, Tak-kun!
Saegusa-san sonríe con picardía y mientras me llamaba "Tak-kun" y
apoyando su barbilla en sus manos.
¿Está intentando vengarse de mí porque yo la llamo "Shii-chan"? Si ese
es su objetivo, ha dado justo en el clavo.
La vergüenza me invadió, e inevitablemente mi rostro se tornó de rojo.
********
Después de haber terminado con nuestro almuerzo, decidimos ver

juntos una película en el cine.
—¡Tak-kun, por aquí! — exclamó Saegusa mientras me guiaba entre la
multitud.
Me quedé atónito al ver lo rápido que ella se adaptó al pasar de llamar-
me “Ichijo-kun” a “Tak-kun”. Sin mencionar que lo repetía una y otra
vez. Estoy empezado a creer que lo está disfrutando mucho
91
No negaré que me hacía sentir algo incomodo, y no en el mal sentido,
pero ese tipo de apodos lo esperarías viniendo de alguien que es tu
mejor amiga de la infancia, ¿cierto?
Pero este no era ese caso, sino que Saegusa-san, una ex ídol nacional,
me había dado dicho apodo.
Una vez que llegamos al cine, compramos los boletos para la película
y luego nos dirigimos a la sala. El título de la película era
Finalmente, llegamos al cine después de un corto paseo. Sentimientos
Compartidos y Distancias que se Acortan", era una película romántica
que estaba en boca de todos, esto debido a que la actual líder de las
Angel Girls interpretó el papel principal.
Akarin, aparte de su carrera como ídol, ha estado actuando desde su
infancia como actriz, y su habilidad actoral es actualmente una de las
más destacadas entre las actrices jóvenes. Es una chica bastante
talentosa.
Ambos procedimos a sentarnos un poco alejados de la multitud, y
cuando las luces se apagaron para paso a los anuncios, Saegusa-san se
quitó las gafas de sol que había estado usando hasta ahora.
Intenté consolarla un poco, porque no me cabía la menor duda de que
era una situación difícil para ella, tener que estar ocultando su rostro
todo el tiempo para que no sea reconocida.
—Es bueno poder ver tu rostro de vez en cuando.
—¿Ah sí? Pero, ahora mismo veremos la película, ¿no sería mejor
concentrarte ello?
—Sí, tienes razón, jaja — respondí entre risas.
—pero… No me molesta la idea de que quieras verme de vez en cuan-
do… Tak-kun… — respondió Shion con la cara visiblemente roja.
Esas palabras fueron un golpe mortal para mí. Tanto así que me quedé
petrificado y no sabía que responder… Por suerte, la película ya había
dado inicio. Así que fui salvado por la campana.
La trama de la película era sencilla, va sobre un chico y una chica que
se gustan mutuamente, pero siguen alejándose el uno del otro, y con
la ayuda de un amigo en común que se da cuenta de los sentimientos
de ambos, finalmente terminan juntos en una historia de amor.
92
El protagonista es un chico común de secundaria, pero la heroína es

una ídol activa, y esa diferencia en su posición social los ha mantenido
alejados.
Sin embargo, el protagonista logra expresar sus sentimientos a la
heroína, quien debe transferirse a otra escuela debido a sus activi-
dades como ídol. Pero con el apoyo de aquellos a su alrededor, y final-
mente comienzan a salir juntos.
Y sin importar la distancia que los separa, la distancia entre ellos se
acorta y su amor es cada vez más dulce y seguro, lo que es una historia
de amor realmente conmovedora.
Imaginarme qué ocurriría si Saegusa-san se transfiere a otro colegio
fue un pensamiento que me cruzó por la mente inevitablemente.
Poco a poco fuimos convirtiéndonos en amigos cercanos, así que sólo
pensar en que ella podría alejarse fue muy duro para mí.
Volteé a mirarla y vi que tenía lágrimas en sus ojos.
La actuación de Akarin fue realmente sorprendente, retratando los
sentimientos de una chica enamorada de manera muy realista. Me
emocioné tanto al verlo que olvidé que era solo una actuación y me
conmoví hasta el punto de querer llorar.
********
Salimos del cine y caminamos juntos hacia la salida.

Sin embargo, tal vez debido al impacto de la película que acabamos de
ver, Saegusa-san caminaba a mi lado en silencio y cabizbaja.
—Tak-kun, no te transferirás, ¿verdad? — preguntó Saegusa en voz baja.
—¿Yo? ¿No serías tú la que se va a transferir? — respondí en tono de
broma — Puedes estar tranquila, eso no va a suceder.
Al escuchar mis palabras, Saegusa-san suspiró de alivio y me sonrió.
—Yo tampoco me voy a trasladar a otra escuela… Es más, esa fue la
razón por la cual dejé de ser ídol.
93
Al oír esas palabras, sentí que mis emociones se agitaban repenti-
namente. Tal vez se debía a la película romántica que acabábamos de
ver.
Pero, independientemente de la razón, mis sentimientos no podían ser
contenidos ante la sonrisa de Saegusa-san frente a mí.
Pero… ¿Qué quiere decir que renunció a ser ídol por eso?
¿Es posible que Saegusa-san haya dejado su carrera de ídol por razo-
nes que no sean académicas?
Pensando en eso, mis sentimientos internos se volvieron un poco
confusos.
—¡B—Bueno, de todas formas, ¡ya es tarde! ¡Vamos a casa rápido!"
Al parecer, Saegusa-san estaba igual de nerviosa que yo. Tomó mi
mano, tirando de ella y dirigiéndonos hacia el ascensor.
Mientras me llevaba de la mano, no pude evitar reírme de lo cómica
que se veía caminando a mi lado. Todas las emociones confusas que
sentía se desvanecieron y fueron reemplazadas por un nuevo senti-
miento.
Tenía que valorar más el tiempo que pasaba con Saegusa-san, que era
tan divertida e inusualmente linda.
—Fue muy divertido. ¡Volvamos a salir otra vez! — dije a la vez que apre-
té fuertemente la mano de Saegusa.
Ella se sobresaltó por un momento cuando apreté su mano, pero luego
respondió con una sonrisa.
—Sí, ¡definitivamente!
********
Domingo.
Como si el día anterior hubiera sido una mentira, volví a mi vida co-
tidiana igual que de costumbre. Era momento de volver al trabajo, y
me situé en mi lugar de siempre, detrás de la caja registradora.
El sonido de la puerta abriéndose resonó en la tienda.
94
—¡Bienvenido! — dije con entusiasmo.

Y para mi sorpresa, la persona que entró en la tienda fue… Efec-
tivamente, Saegusa-san, y llevaba su usual atuendo de chica sospe-
chosa.
Cuando nuestros ojos se encontraron, Saegusa-san se agarró el borde
de su gorra y se cubrió la cara, y rápidamente se dirigió a la sección de
revistas.
A pesar de haber estado tan cerca de ella ayer, me reí por dentro de su
comportamiento sospechoso sin cambios y avergonzado.
De esta manera, me sentí satisfecho de ver que las cosas no habían
cambiado entre nosotros.
Saegusa-san procedió a tomar una revista y la abrió rápidamente. Su
velocidad al pasar las páginas era muy rápida, probablemente nada de
su contenido se quedaba en su cabeza a esa velocidad.
Tras haber terminado con la revista, abrió otra y repitió el mismo pro-
ceso. No entendía lo que ella intentaba hacer, pero era obvio que su
intención no era leer revistas.
De pronto se detuvo en seco y noté que su rostro se ponía muy rojo.
Me pregunté qué había sucedido y miré de cerca la revista que estaba
sosteniendo. Parecía que había una foto provocativa de un modelo en
bikini.
Saegusa-san avergonzada volvió a colocar la revista en el estante, y
luego respiró profundamente para calmarse.
Sus adorables gestos de vergüenza eran muy tiernos, lo cual era ba-
stante divertido de ver.
Luego tomó un carrito de compras y se acercó rápidamente a la caja
con un flan, un pastel y un té con leche de tapioca.
Aunque pensé que todo lo que compró era dulce, mantuve la calma y
calculé los productos en la caja. Sin embargo, no pude evitar notar que
ella no apartaba su mirada en mí.
—El total es de 532 ye—…
—¡Aquí tienes!
Antes de que pudiera terminar de hablar, Saegusa-san sacó un billete
de mil yenes de su cartera. Y por alguna razón, sus ojos estaban fijos
en mí...
95
En cualquier caso, como parecía que hoy tampoco iba a sacar mone-
das, acepté el billete de 1.000 y pagué la cuenta, entregándole el
cambio.
Entonces, Saegusa-san envolvió sus manos alrededor de las mías
como siempre lo hace cuando me da el cambio y tomó el cambio con
cuidado.
—Oh. — murmuró saegusa asombrada.
Parece haber notado que llevaba la pulsera de Shiorin nuevamente
hoy, y la observó con alegría.
—Disculpe señorita. Pero es momento de que suelte mi mano.
Mientras estaba parado allí con la mano todavía envueltas en las suyas,
le hablé en voz baja a Saegusa-san mientras trataba de ocultar mi
vergüenza. Ella quien parecía sorprendida, tomó rápidamente el
cambio y lo guardó en su billetera mientras bajaba la cabeza.
—Lo siento mucho.
Y salió de la tienda lo más rápido que pudo.
Solté una pequeña carcajada al ver lo tierna e impredecible que ella era
mientras observaba su espalda alejarse.
Sin duda alguna, este trabajo es divertido cuando ella me visita.
********
Lunes.
Hoy comienza otra semana escolar. Como me quedé despierto hasta
tarde anoche, me levanté un poco tarde, pero logré llegar a tiempo a
clases.
En cuanto entré al aula, la mayoría de mis compañeros ya habían
llegado, incluyendo a Takayuki.
—Buenos días.
Saludé a Takayuki mientras me sentaba en mi asiento.
—Hey, ¡buenos días, Takuya!
96
Takayuki me devolvió el saludo con una sonrisa igual que de cos-

tumbre.
—Llegas tarde.
—Sí, me quedé dormido.
—Es raro que te quedes dormido.
—Sí, es que anoche estuve jugando un juego hasta tarde.
—¿Te refieres al que me comentaste el otro día?
—Efectivamente. Subí mucho de nivel anoche.
Sí, me había enganchado a un juego de teléfono móvil recientemente
y había estado jugando hasta tarde ayer.
Los juegos en los que puedes jugar sin restricciones son peligrosos
porque pierdes la noción del tiempo.
—Por cierto, Takuya… Creo que tienes problemas.
—¿Eh? ¿De qué hablas?
—Mira detrás de ti.
Giré mi cabeza lentamente, y noté que la chica que estaba sentada a
mi lado me lanzaba miradas intensas desde que llegué al aula de clases.
—Um… Buenos días, Saegusa-san.
Luego de varios minutos, saludé a Saegusa-san. No obstante, ella infló
sus mejillas con una expresión claramente insatisfecha.
Es cierto, fue mi culpa no saludarla desde un principio antes de poner-
me a charlar con Takayuki. Pero no lo entiendo, ¿en serio se enojará
por algo como eso?
—……
Era inútil, no hubo respuestas de su parte. Hacía pucheros igual que
una niña. Pero a pesar de eso, no dejaba de mirarme fijamente.
¿Qué ocurre con ella? ¿Me estoy saltando un protocolo del cual desco-
nocía?
Le pedí ayuda a Takayuki con mi mirada, pero él me respondió con un
gesto de rendición diciendo que tampoco sabía.
97
Estaba de acuerdo con él en mi interior, así que me resigné y me enf-
renté de nuevo a ella. Pero de cierto modo se veía muy tierna con ese
aspecto.
—…Shii-chan. — murmuró Saegusa.
Finalmente dignó a responderme… Pero sus palabras hicieron que me
estremeciera ante lo inesperado que fueron.
—No, espera, Saegusa-san, eso fue sólo en ese dí—...
—Shii-chan.
Saegusa-san no me permitió terminar mi oración, a cambio estaba
empeñada en que yo la llamara de esa forma.
Parecía que no tenía la intención de ceder.
Por otro lado, Takayuki nos observó confundido mientras se
preguntaba qué significaba “Shii-chan”.
En cualquier caso, parecía que no me perdonaría a menos que la
llamara "Shii-chan", así que no me quedó de otra que dar mi brazo a
torcer.
—Buenos días… Shii-chan. — respondí en voz alta.
Es oficial, este es el fin de mi vida escolar. Los chicos y chicas de esta
escuela me van a matar al ver que me llevo tan amistosamente con ella.
Pero eso parecía que no le preocupaba en absoluto a Saegusa-san, ya
que sus ánimos cambiaron radicalmente hasta el punto de que una
gran luz resplandeciente abrazó todo su cuerpo.
—¡Buenos días, Tak-kun! — respondió Saegusa con una sonrisa en su
rostro.
Ante este inesperado acontecimiento. Todas las miradas de la clase se
dirigieron hacia nosotros. Incluso Takayuki, quien estaba frente a mí,
murmuró "¡T-Ta-kun!" sorprendido.
Bueno, es una expresión bastante comprensible.
Ahora había mantenido cierta distancia con Saegusa-san, y no solo
conmigo, ella lo hacía con cualquier chico y chica de la escuela. Esa
imagen de ídol inalcanzable era que estaba arraigado a ella. Y pre-
senciar tan repentinamente que se lleva bien con un chico es insólito.
98
Pero no puedo hacer nada al respecto. Ya la había llamado "Shii-chan"

muchas veces durante nuestra cita el fin de semana. No puedo retrac-
tarme ahora. Tengo que enfrentarlo.
—Umm… Espero que te hayas divertido conmigo el sábado, Shii-chan.
—Sí, ¡fue muy divertido! ¡Hagámoslo otra vez, Tak-kun! — respondió
Saegusa felizmente.
Todos en la clase exclamaron al unisonó de asombro al escucharnos
hablar con tanta confianza entre nosotros. O creo que fue por el hecho
de que tuve una cita con ella sin que nadie lo supiera.
En fin, ya no hay vuelta atrás.
99
CAPÍTULO V
Era la hora del almuerzo.

Luego del alboroto que se creó ante el intercambio de palabras que
tuve con Saegusa-san, me convertí automáticamente en el centro de
atención de todos los estudiantes en la escuela. Y cómo era de esperar,
atraía todo tipo de miradas.
Esto lo había predicho en cierta medida, pero aun así, había algunos
sentimientos negativos como celos y odio por el hecho de que yo me
llevara bien con Saegusa-san.
Pero lo que no había anticipado era que, sobre todo por parte de las
chicas, había también miradas de admiración, envidia y hasta cierto
alivio.
Incluso personas que intentaban hablar conmigo para preguntar cómo
fue que logré volverme amigo de ella. Ese tipo de interacción amistosa
fue muy bueno, me agradaba saber que había personas que realmente
se preocupaba por el bienestar de Saegusa-san y no todo era cuestión
de intereses.
Si todos en mi clase eran tan amables, entonces no me cabía duda de
que Saegusa-san llegaría a convertirse amigad de todos rápidamente.
Y por último, también recibí un tipo de mirada especial que no me
daba cualquier otra persona. Era tan brillante que al ver su rostro se
reflejaba toda esa felicidad que dicho individuo había estado repri-
miendo desde hace mucho tiempo.
Sí, esa persona era nada más y nada menos que mi compañera de al
lado.
—Oigan, ¿les parece bien si comemos juntos? — preguntó Saegusa con
una sonrisa en su rostro.
Entre sus manos tenía su bento, y se le notaba un tanto ansiosa.
—Por supuesto, no tengo ningún problema, ¿y tú Takuya?
—Seguro, eso me gustaría.
100
Dos de las bellezas más populares de nuestra clase nos habían invitado
a unirnos a ellas. No había ningún chico en esta escuela que rechazara
tal invitación, y nosotros no éramos la excepción.
Bueno, dejando eso de lado, fuimos compañeros de grupo en la excur-
sión, además de habernos agregado mutuamente a través de Lime, así
que incluso si hubiera una razón para negarse, no podíamos hacerlo.
Así que cuanto aceptamos dicha invitación, Shimizu-san se sentó en el
asiento vació frente a Saegusa-san, y unimos nuestras mesas.
Y como era de esperar, el aula de clases se llenó de murmullos ante
este inesperado acontecimiento. Que Shimizu-san, Saegusa-san y
Takayuki estuvieran sentando juntos, era una imagen de asombro para
todos en la clase.
—¡Es igual que el viaje escolar! ¡Estoy tan feliz!
Pero Saegusa-san no le importaba tales miradas, sonreía realmente fe-
liz mientras abría su bento.
No podíamos estar más de acuerdo con ella. Las miradas de los demás
chicos no importaban mientras que los cuatro pasáramos tiempo
juntos y disfrutáramos de nuestra comida felizmente.
—¡Hay algo que siempre he querido hacer! — exclamó Saegusa. —
¡Quiero ir a comer hamburguesas con mis amigos después de la escue-
la!
Los ojos de Saegusa-san se volvieron brillantes mientras citaba esas
palabras. Sin duda fueron palabras inesperadas para todos nosotros.
Pero a ninguno de nosotros nos pareció una mala idea.
Además, Saegusa-san solía ser una ídol, apuesto que no ha experimen-
tado antes el poder salir con amigos luego de la escuela a divertirse. Y
Takayuki estaba libre de sus prácticas, era el momento indicado para
hacerlo y que disfrutara de dicha experiencia.
—¡Es algo que había estado deseando mucho hacer desde que lo leí en
los mangas!
—Ya veo… En ese caso, iremos luego de la escuela.
Ver esa expresión de ilusión en su rostro nos hablando el corazón, así
que decidimos cumplir ese pequeño deseo.
********
101
Tal y como habíamos acordado, llegamos a un establecimiento de
hamburguesas luego de clases.
Aun no me acostumbro del todo ver a Saegusa-san colocarse gafas de
sol para tener que ocultar su apariencia… ¡Pero lo más sorprendente
es que funcionen! ¿En serio unas gafas tienen tal poder?
—Oye, ¡¿eres Shiorin de Angel Girls?!
—¡No! ¡No lo soy!
Y como era de esperar, la identidad de Saegusa-san fue descubierta y
fue abordada por los estudiantes de otras escuelas.
No obstante, ella se negó rotundamente y contundentemente a
permitir que fuese atosigada.
Aunque su identidad era más que obvia, ella exclamó con tal confianza
que provocó que otros estudiantes se sintieran intimidados por su ac-
titud, haciendo que se alejasen de ella lentamente.
Obviamente ver tal situación hizo que los tres nos riéramos de lo
gracioso que era.
—¡Dejen de reírse de mí, chicos! — dijo Saegusa con timidez. — Tal vez
deba ponerme en la espalda un cartel que diga “no soy shiorin” para
que dejen de molestarme.
Imaginar ese escenario hizo que fuese más divertido y volví a reírme
nuevamente. Por suerte el caos ya se había disipado, y pudimos entrar
con tranquilidad a la tienda.
En cuanto abrimos las puertas, un aroma familiar flotaba en el aire,
creando una atmósfera única haciendo que Saegusa-san contemplara
tal sitio con los ojos brillantes igual que una niña.
Luego, uno por uno, pedimos nuestras hamburguesas hasta que llegó
el turno de la adorable chica quien ansiaba venir aquí.
Pero como era su primera vez en una tienda de hamburguesas, ella no
tenía experiencia en hacer un pedido. A pesar de intentar imitar lo que
habíamos hecho el resto de nosotros, no logró hacerlo correctamente
y volvió su cara hacia mí con una expresión de desconcierto.
—Tak-kun, ayúdame...
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103
Impotente ante sus problemas. Saegusa-san se acercó a mí en busca
de ayuda. No sería muy amable de mi parte si me negase, así que lo
hice con mucho gusto.
Después de haber realizado su pedid con éxito, buscamos un asiento
libre para nosotros cuatros. El lugar estaba lleno de estudiantes crean-
do la típica atmosfera de hamburguesería, cosa que a Saegusa-san le
conmovió mucho.
No era algo tan especial para nosotros, pero para ella era más que ob-
vio. E cierto modo, me sentí feliz por ella que lo estuviera disfrutando
tanto.
Luego precedió a sacar su teléfono y le tomó una foto a su
hamburguesa con una sonrisa en su rostro.
Bip.
Inesperadamente recibí un mensaje, tomé mi teléfono para saber de
quien se trataba, y me percaté que fue Saegusa-san quien envió la foto
a través del grupo, aunque no se podía apreciar del todo bien ya que
estaba algo borrosa.
—Lo siento, pero tenía que capturar este momento.
Fue un momento muy bello y tierno, era como ver a una niña descubrir
algo nuevo. Un mundo donde se le abre un mundo de posibilidades.
Todo resultó bien, pasamos un buen rato los cuatro y disfrutamos de
una deliciosa comida.
********
Esa misma noche llegué a casa, me aseé y me acosté en la cama mien-

tras jugaba al mismo videojuego de anoche. Y a riesgo de volver a su-
mergirme en esa peligra adicción, me prometí a mí mismo moderarme
con ello e irme a dormir más temprano.
Bip
Una notificación llegó a mi teléfono. Era un mensaje del grupo de
Lime.
—[¡Gracias por lo de hoy! ¡Fue muy divertido!] — Saegusa.
104
Al leer ese mensaje, recordé lo que pasó hoy n el restaurante y se me

escapó una sonrisa. No sé por qué, pero por alguna razón me divierto
mucho últimamente cuando estoy con ella.
Seguramente no soy el único que se siente así. Tal vez Takayuki y Shi-
mizu sienten lo mismo.
Supongo que es su cuento como persona, digo, no por nada solía ser
una ídol muy famosa… Aunque en cierta medida sigue siéndolo.
Minutos después los otros chicos respondieron mensajes similares, y
como yo no me quería quedar atrás, hice mi pequeña aportación como
agradecimiento, y propuse la idea de volver a ir a las hamburguesas
cualquier otro día.
Bip
Segundos después de haber enviado mi mensaje, me llegó otra no-
tificación. Pero esta vez era un mensaje privado.
¿Un mensaje privado? ¿Quién podría ser…?
En cuanto abrí la aplicación nuevamente, vi que era Saegusa-san.
—[¿Podríamos hablar por llamada un momento?]
—[Sí, por supuesto]
Me sorprendió mucho el saber que ella quería hablar conmigo de esa
forma. ¿Habrá pasado algo importante…?
A la vez que pensaba en esto, mi teléfono sonó, era una llamada en-
trante de Saegusa-san. Intenté controlar los nervios y contestar lo
más pronto posible.
—[L—Lamento llamarte a esta hora.]
—No te preocupes, ¿qué ocurre? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
—[Bueno, veras…]
¿Hm? ¿Qué pasa con ese tono de voz? ¿Está dudando en decirme?
—[No es nada importante… Sólo quería saber si puedo hablar contigo
un poco.]
Me costaba creer que quisiera hablar conmigo sin una razón aparente.
Pero decidí seguirle el juego. Después de todo, no había nada raro en
que tengamos una charla casual, hemos hecho tantas cosas juntos en
estos últimos días, que una charla comenzaba a ser algo común.
105
Y más importante aún, yo también quería hablar con Saegusa-san.
—Seguro. Aunque estoy un poco nervioso, jaja.
—[¿Nervioso? ¿por qué?]
—Bueno… Eso es porque Shii-chan no deja de ser la famosa Shiori. Es
irreal que un don nadie como yo pueda tener una conversación tan
amistosa contigo… Quiero decir, no estoy a tu altura.
Me había puesto nervioso, así que estaba diciendo cosas sin sentido.
—[……]
Y eso reflejaba en la actitud de Saegusa-san, quien no respondió en
absoluto a ello, sino que se quedó en silencio durante un rato.
No puedo continuar aguantando este silencio incomodo.
—Eh, ¿Shii-chan?
—[…No está aquí.]
—¡¿Qué quieres decir con que no estás aquí?!
No comprendía lo que estaba pasando, ¿por qué tomó esa actitud re-
pentinamente?
—[Yo… Realmente creo que Tak-kun y yo podamos ser compatible.]
—¿En serio lo crees?
—[¡Sí! ¡Es porque…!]
—¿Por qué…?
¡Vamos! ¡No te calles, dímelo!
—[¡Ah, lo siento mucho! ¡No es nada! ¡Buenas noches!]
Pero antes de que siquiera pudiese decirme sus verdaderas intencio-
nes. Colgó abruptamente.
No comprendo lo que acaba de suceder, pero tengo el presentimiento
que se acobardó a últimamente y por eso huyó de esa manera…
Aunque ahora la curiosidad me mata.
Bip.
Mientras me quedo con estos pensamientos confusos, recibí otra no-
tificación de Lime.
106
—¿Hm? Es una imagen.

La imagen resultó ser una foto de nosotros cuatro comiendo
hamburguesas en el restaurante.
Saegusa-san estaba acostumbrada a tomarse selfies desde su época de
ídolos, así que ella sostenía el teléfono mientras que nosotros tres
hacíamos caras graciosas detrás de ella.
Realmente era una buena foto. Observé dicha imagen felizmente antes
de guardarla en mi teléfono.
—Me alegro de haber estado al lado de Saegusa-san en esta foto. — dije
para mí mismo mientras observaba su hermoso rostro,
Bip
Una nueva notificación volvió a aparecer en mi teléfono, era otro men-
saje privado de Saegusa-san. El archivo adjunto era, una vez más, una
imagen.
Era la misma foto que se había enviado al grupo de Lime antes. Pero
esta estaba editada con bigotes de gatos en nuestros rostros a la vez
que nos rodeaba un corazón.
Incluso escribió a mano '¡estoy contigo♪!' debajo de la imagen.
En cuanto lo vi, pensé que tal vez esto era a lo que ella se refería cuan-
do hablamos por teléfono.
Me sentí inevitablemente feliz al ver que esa maravillosa chica tenía
lindos sentimientos hacia mí. Y como de costumbre, guardé la imagen
tres veces en mi teléfono.
********
Viernes.
El escándalo que surgió entre Saegusa-san y yo llamándonos por tier-
nos apodos calmaron sus aguas, por lo que aparentemente todo volvió
a la normalidad. La única cosa que parecía haber cambiado es que más
chicas ahora se le acercaban a Saegusa-san.
Y se trataba de todas aquellas personas que antes habían mantenido
una distancia con ella pensando que era una chica inalcanzable. Pen-
107
samiento que cambió radicalmente una vez que los chicos se percata-
ron que esto no era así.
Esto no se limitó a ella nada más, ya que Shimizu-san, quien también
solía estar sola, comenzó a hacer amigos gradualmente en la clase.
Tanto Takayuki como yo estábamos felices de que ambas pudieran
hacer amigos en la clase, y a veces hablábamos animadamente sobre
eso.
Sin embargo, ambas chicas continuaban manteniendo una distancia
con los chicos de la clase, eso todavía no ha cambiado, esto provocaba
que la envidia de los chicos hacia nosotros fuera en aumento.
—Desde hoy, las actividades extracurriculares se suspenderán para
dar inicio a los exámenes regulares. Escuchen, no salgan a jugar, ¡estu-
dien lo suficiente para no sacar malas calificaciones!
En la última clase del día, el profesor Suzuki nos da esta advertencia
antes de salir.
Así es, la época de los exámenes regulares ha llegado más rápido de lo
que pensábamos. Hasta ahora, he estado trabajando y estudiando
diligentemente, sabiendo que no puedo descuidar mi formación
académica.
Finalmente, es hora de poner a prueba mis esfuerzos.
Dentro del aula, algunos compañeros de clase han expresado su
descontento con la llegada de los exámenes. Pero en mi caso, estoy
lleno de espíritu de lucha y determinación para alcanzar los primeros
puestos.
De repente, siento una mirada sobre mí y me doy cuenta que era
Saegusa-san con una sonrisa extraña en su rostro.
Incluso durante la última clase del día, ella parece estar disfrutando de
algo, aunque no estoy seguro de qué es.
Ding Dong Ding Dong.
El timbre suena anunciado el fin de la clase.
Genial, he reducido mi tiempo de trabajo, así que puedo concentrarme
en estudiar cuando llegue a casa… Pero justo cuando estoy pensando
eso, alguien me llama.
—¡Tak-kun! — dijo Saegusa.
108
Me parte el corazón tener que rechazar cualquier invitación que ella

esté a punto de proponerme, pero tengo que concentrarme en estu-
diar. No puedo permitirme sacar malas notas.
Y verla sonreír de esa manera tan angelical hace que me sienta culpa-
ble.
—¡Tengamos una sesión de estudio!
—Lo siento, pero… ¿Eh? ¿Una sesión de estudio?
¿Entonces no es una invitación para perder el tiempo? Me quedé muy
asombrado luego de saber el motivo de su invitación.
—¡Sí! ¡Hagamos un grupo de estudios para los exámenes! ¡Esto también
es una de las cosas que quería experimentar!
Ahora que lo pienso, Saegusa-san ha estado mencionado sobre querer
experimentar la vida cotidiana de una chica de secundaria normal
gracias a los mangas que ha estado leyendo. Y ciertamente los grupos
de estudio es algo que suele ser comunes en las historias.
Pero incluso para mí esto es algo nuevo, y especialmente si es con una
chica. Sin duda representaba un gran obstáculo para mí… Sin
embargo, no podía negarme.
—Bueno, no me parece una mala idea, hagámoslo.
—¡¿En serio?! ¡Genial, gracias! — respondió saegusa felizmente.
Ante esa sonrisa encantadora como la de un ángel, sentí cómo mi ros-
tro se ponía rojo. Probablemente nunca me acostumbraría a esta
sonrisa.
Para llevar a cabo el grupo de estudio propuesto por Mie, fuimos a la
biblioteca.
Takayuki y Shimizu-san también fueron invitados, así que éramos el
grupo de cuatro de siempre.
Cuando llegamos a la biblioteca, ya había algunos alumnos estudiando,
pero parecía que éramos los únicos que íbamos a hacer un grupo de
estudio juntos.
No queríamos ser demasiado ruidosos, así que nos sentamos en una
mesa para cuatro en la parte trasera y sacamos nuestros libros de tex-
to.
Primero, cada uno decidió repasar la materia que quería estudiar. Así
que decidí empezar con la materia en la que soy malo, matemática.
109
No quería quedarme atrás frente a mis compañeros, quería aprove-
char el máximo tiempo posible, pero el estar junto a Saegusa-san
añadía más presión, ya que ella era una chica uy aplicada. Es la alumna
en toda la escuela con las notas más altas.
No creo que mis calificaciones sean malas, pero honestamente, me pa-
reció que la diferencia de habilidad era tan grande que no debería ha-
ber venido a nuestra escuela. Siento que ella encajaría mejor en una
escuela de elite.
La miré de reojo y noté que estaba resolviendo problemas de
matemática con mucha fluidez.
Me pregunto si me considerará un rival, ya que pude observar que re-
solvía los mismos problemas que yo… Incluso antes que yo.
Por otro lado, Takayuki y Shimizu-san sentados delante de mí, estaban
estudiando japonés juntos y discutiendo los temas entre ellos.
Viéndolos así, finalmente entendí los beneficios de unirse a un grupo
de estudio y preguntar a alguien cuando no se entiende algo. Así que
decidí preguntarle a Saegusa-san, que ya había terminado de resolver
los problemas en los que yo estaba estancado.
—Oye, Shii-chan, ¿no te importaría explicarme esto?
—C—¿Cuál? ¡Ah, esto! Tienes que usar esta fórmula aquí.
Amablemente, Saegusa-san me señaló donde estaba mis fallas y me
enseñó como debía resolverlo. Su explicación fue muy precisa y fácil
de entender, me sorprendió lo claro que fue.
—¡Gracias! Fue muy fácil de entender.
—S—sí, ¡eso es genial!
Después de eso, pudimos estudiar juntos durante dos horas, ayudán-
donos mutuamente en las partes que no entendíamos gracias a la pre-
sencia De Saegusa-san, quien nos enseñó claramente todas las
materias.
Takayuki y Shimizu-san estaban realmente impresionados con ella,
quien era mucho más capaz que nosotros en todos los temas.
Por otro lado, Saegusa-san parecía muy satisfecho consigo mismo,
sonriendo como si hubiera logrado algo importante.
No podía expresar lo suficiente a Saegusa-san con lo agradecido que
estaba con ella. Así que se lo dije nuevamente regresando a casa.
110
—Gracias por hoy. Realmente fue bueno tenerte aquí, Shii-chan.

—¿Eh? S–Sí, yo también lo pasé bien.
¿Por qué dijo "yo también lo pasé bien"? Aunque estaba un poco
confundido, verla caminar felizmente y sonreí naturalmente también.
********
Sábado.
Pasada la una de la tarde, llegué a la estación para encontrarme con
alguien.
—¡Lo siento por hacerte esperar, Tak-kun! — Dijo Saegusa mientras
agitaba sus manos.
Anoche habíamos acordado a través del grupo de Lime reunirnos to-
dos para estudiar juntos. Pero Takayki y Shimizu-san tuvieron pro-
blemas para asistir hoy, así que solo seriamos nosotros dos, fue un
pequeño error de cálculo.
Bueno, el sábado pasado también pasé tiempo a solas junto a Saegusa-
san, así que tal vez ya no debería sentirme tan nervioso, pero aun así,
estar a solas con una chica tan hermosa como ella siempre me pone
un poco tenso.
—¿Vamos? — preguntó Saegusa.
Sin embargo, ella no parecía preocuparse por la situación de estar a
solas conmigo en lo absoluto. Al contrario, parecía tener un poco más
de energía y estar más emocionada de lo normal. Pensé que si ella es-
taba feliz así, estaría bien para mí cambiar mi forma de pensar también
y simplemente disfrutar el día. No, mejor dicho, decidí centrarme en
el estudio.
Ambos fuimos a una biblioteca grande que estaba a unos pocos minu-
tos a pie de la estación. Aquí, habría muchos libros de referencia y po-
dríamos concentrarnos más aquí que en un café o en una tienda de
comida rápida.
Miré alrededor y vi que los asientos ya estaban ocupados por otros es-
tudiantes que probablemente no eran de nuestra escuela. Supongo
que también estarían preparándose para los exámenes de fin de
semestre.
111
Encontramos una mesa disponible para dos personas, y procedimos a
sentarnos el uno al lado del otro.
Hoy Saegusa-san llevaba una blusa blanca y pantalones negros de
cintura alta, lo que enfatizaba su figura esbelta y las líneas de sus her-
mosas piernas. Tanto hombres como mujeres no podían evitar mirarla.
—¿Soy yo o las personas me estás mirando más de lo normal? —
preguntó Saegusa en mi oído.
La apariencia que mostraba hoy era más de una mujer adulta que la de
una chica de secundaria, además que emanaba una atmosfera de pro-
fesor de secundaria. Era un completo deleite visual.
Incluso sin mirarme en un espejo, seguramente mi rostro estaba enro-
jecido como un pulpo hervido. Aunque tengo la confianza de que yo no
soy el único que le pasaría esto, cualquier persona experimentaría lo
mismo que yo al tenerla tan cerca.
—Bueno, empecemos a estudiar, ¿sí? — dijo Saegusa mientras abrió su
libro de texto.
Aunque estaba siendo arrastrado por el campo gravitacional de esta
hermosa ex ídol, recordé que había venido aquí hoy para estudiar y
abrí mi libro de texto de nuevo.
—¡Sí! ¡Daré lo mejor de mí!
********
Durante nuestro tiempo de estudio, pude entender todo sin

complicaciones. Saegusa-san logró resolver mis dudas en cada una de
las áreas que se me hacían complicado. Estudiar con ella era increíble.
Sentía que aprendía más estado a su lado que en la escuela.
Incluso llegué a resolver problemas por mi cuenta que de alguna otra
forma no habría sido posible.
—Realmente eres asombrosa, Shii-chan, ahora entiendo porque eres la
numero uno.
—N—No es cierto. — respondió Saegusa avergonzada.
—Me enseñaste muchas cosas hoy, así que quiero agradecerte, ¿está
bien?
112
—¿Eh? ¿Agradecimiento? Eso no es necesario.

—No, no es justo. No estaré tranquilo a menos que te lo agradezca
adecuadamente.
—Eh… Bueno…
Al principio ella rechazó mi propuesta, pero tras pensarlo por un mo-
mento, ella aceptó tímidamente y con las mejillas sonrojadas.
Salimos de la biblioteca y fuimos a una cafetería un poco alejada de la
estación. Esta cafetería era famosa por sus panqueques, y recordé que
Saegusa-san había comprado muchos dulces en la tienda de conve-
niencia la última vez, así que pensé que le gustaría.
—Oh, es una cafetería tan linda.
—Sí, pensé que te gustaría, Shii-chan.
Al verla mirar alrededor de la decoración con entusiasmo, también me
reí.
Después, nos llevaron a una mesa para dos personas y pedimos in-
mediatamente los dos panqueques que son la especialidad de aquí.
—¡Se ven deliciosos!
Saegusa-san exclamó mientras miraba las fotos de los panqueques en
el menú, con sus ojos brillando como los de un niño.
Creo que ella acaba de romper el medidor de ternura. Tengo la con-
fianza de que podría seguir mirando a esta chica tan linda durante ho-
ras.
Un rato después, los panqueques que pedimos llegaron a nuestra
mesa.
Aparentemente ella nunca había comido panqueques antes, tomó
algunas fotos de ellos felizmente antes de empezar a comerlos con sa-
tisfacción.
—Gracias por traerme a este hermoso lugar hoy, Tak-kun.
—Noo hay de qué, me alegra haberte hecho feliz.
Después de que terminamos los panqueques, yo bebí café y Saegusa-
san té con leche mientras que disfrutábamos del amiente y nuestra
mutua compañía.
—Fufu♪
113
—¿Qué pasa?
—Nada en particular♪
Me resultaba muy curiosos que Saegusa-san sonriera de esa manera
sin una razón aparente, pero hice caso omiso y no realicé más
preguntas.
—Me encantaría volver aquí de nuevo.
—Seguro, volveremos cuando quieras.
Parecía muy satisfecha por mi respuesta, ya que se llevó las manos a la
cara y movió su cuerpo con mucha emoción. Cosa que llamó la
atención de las personas a nuestro alrededor.
Afortunadamente, gracias a que tenía las manos sobre su rostro, nadie
se dio cuenta de que era una ídol famosa, lo cual fue bueno.
Cuando el sol comenzó a ponerse, volvimos a la estación donde nos
encontramos por la mañana.
—¡Oye Tak-kun! ¡Hoy fue muy divertido! Y gracias por la comida. — dijo
Saegusa mientras agitaba la mano.
Por alguna razón, me sentí muy querido por ese gesto, así que saludé
de vuelta con una gran sonrisa en mi rostro.
—¡También me lo pasé genial hoy! ¡Vamos otra vez!
Esa fue la forma en que terminamos nuestro día juntos y nos despedi-
mos.
Saegusa-san asintió satisfecha con mi respuesta, y con una sonrisa
radiante corrió hacia la estación. Ella es tan divertida y linda, el día de
hoy conocí muchas facetas de ella que yo no creía posible.
La vi desaparecer en la distancia mientras me sentía muy satisfecho, y
luego emprendí el camino a casa.
Bip.
Mientras caminaba solo hacia mi hogar, sonó la notificación de Lime.
Al revisarlo, era una notificación de una imagen enviada por Saegusa-
san. La foto era de los panqueques que habíamos comido, y otra era de
una de mí que me tomó sin darme cuenta.
Segundos después me llegó un mensaje debajo de las fotos
114
—[La foto tomada en secreto fue un éxito, jeje.]

Junto con ese mensaje, me envió un sticker de Shiorin. Era su rostro
pero dibujado estilo anime.
—No puede ser… ¿Esto en realidad existe?
Pensé que todo era muy surrealista a la vez que añadí el sticker a mi
galería y me reía para mí mismo.
********
Domingo.
Aunque estamos en pleno período de exámenes, el gerente me rogó
que trabajara en la tienda hoy. Así que una vez más, hoy estoy traba-
jando como cajero en la tienda de conveniencia.
Mientras estaba parado detrás del mostrador, pensé en lo que había
sucedido ayer.
Recordé a Saegusa-san enseñándome y comiendo el panqueque con
una expresión tan deliciosa como un malvavisco.
Inevitablemente aparecieron los pensamientos peligrosos en mi men-
te. ¿Cómo sería si ella fuese mi novia…?
Imaginarme esto sería algo muy peligroso, no podía permitirme ilusio-
narme más de la cuenta. Es Shiorin de quien estamos hablamos. No
puedo tener tan altas expectativas, aunque seamos amigos cercanos
ahora.
Disfrutar está bien, pero no es bueno estar demasiado emocionado.
Pero… Yo también soy un estudiante de secundaria ahora, así que
quiero ser un hombre reconocido por ella.
—¿Debería pedirle a Ken-chan que me ayude a renovar mi vestuario
para verano?
Pensé en ser más atractivo ante los ojos de Saegusa-san, y tener la
ayuda de un profesional sería lo más sensato.
Mientras pensaba en ello, escuché la melodía de la puerta abriéndose.
—¡Bienvenido! — exclame con ímpetu.
115
Al voltear mi cabeza, vi la que persona que entró a la tienda era Saegu-
sa-san. Y como de costumbre, iba vestida sospechosamente.
Qué bien, llegó mi momento favorito del día.
Como si fuese una rutina, Saegusa-san tomó una revista y la hojeó
como siempre. Por lo general, no estaba claro si estaba leyendo o no,
pero hoy parecía estar leyendo la revista en detalle, lo que me sorp-
rendió un poco.
Bueno, es una tontería sorprenderse de que alguien lea una revista
normal, ¿verdad? Así que traté de adivinar qué revista estaba leyendo.
Probablemente sea una revista de información local que presenta
tiendas cercanas.
Recuerdo que la edición de este mes de esa revista se centró en cafés.
Hablando de cafés, ayer llevé a Saegusa-san a un lugar similar…
Ya veo, ayer realmente parecía estar disfrutando de ese estableci-
miento, así que probablemente esté interesada en obtener
información sobre otras tiendas también.
Después de leer la revista, ella asintió con satisfacción y sin mostrar
ninguna emoción hoy, caminó por la tienda, puso artículos en su cesta
y los llevó a la caja.
Aunque estaba un poco sorprendido por lo normal que estaba actuan-
do Saegusa-san, comencé a calcular los artículos en su carrito.
Los artículos eran; café instantáneo, panqueques de café, una crema
batida… Y una lata de café con leche.
No estoy seguro de que sea sano consumir tanta cafeína.
—Son 772 yenes.
—¡Aquí tienes! — dijo Saegusa mientras sacaba un billete de 1,000 lenes.
Sí… Todo sigue siendo igual desde que ella empezó a venir aquí.
Acepté el billete y le di su cambio en monedas. Ella recibió el dinero
con cambas manos, pero se detuvo abruptamente al ver mi muñeca.
Seguramente esté sorprendida de que yo no lleve la pulsera hoy. No
fue intencional, simplemente se me olvidó colocármela.
Esto parece haberle afectado mucho, ya que parecía visiblemente de-
primida.
—O—Olvide ponerme la pulse hoy.
116
—Y—Ya veo…
—Pero ayer descubrí que existía un sticker en Lime de Shiorin. Era
muy lindo, así que lo descargué. Cada vez que puedo, se lo recomiendo
a los clientes.
Con una sonrisa de ventas falsa, le hablé del sticker, intentado
calmarla de alguna manera, no me gusta que ella esté triste.
—¿En serio? ¡Entonces yo también la descargaré! — dijo Saegusa con
una sonrisa en su rostro.
Por suerte fue un completo éxito, ya que su personalidad y ánimos
cambió radicalmente, es como si no hubiese estado triste en primer
lugar.
Luego tomó su bolsa con los productos y se fue dando pasos ligeros.
Mientras la veía alejándose todavía no lograba descifrar sus patrones
o razones ocultos por el cual actúa de esta manera.
Esta chica suele ser espeluznante en ocasiones.
117
CAPÍTULO VI
Viernes.
Después de pasar el periodo de exámenes que comenzó el miércoles,
finalmente me liberé de la maldición de estudiar para los exámenes.
Gracias al club de estudios liderado por la profesora Saegusa-san, los
exámenes no nos parecieron tan complicados como si pudo haber sido
en otras situaciones.
Takayuki, Shimizu-san llegamos a la conclusión de que Saegusa-san
estaban por encima de nosotros, nos empezábamos a preguntar por
qué razón ella estaba en nuestra escuela.
Bueno, ella es libre de elegir donde quiere estudiar, y sea la razón que
ella tenga para haber escogido estudiar donde estábamos nosotros,
era algo de agradecer, ya que no hubiésemos tenido otra forma de ha-
berla conocido.
Después de la escuela, decidimos tener una pequeña fiesta de cele-
bración por los exámenes en la misma tienda de hamburguesas.
Resultó ser muy ameno tener una charla casual con mis amigos mien-
tras comíamos algo delicios. Veía tal escena junto a los tres chicos, y
me costaba un poco creer lo mucho que las cosas han cambiado en
estas últimas semanas.
Incluso llegué a escuchar de varios chicos tener dudas de como es que
logramos volvernos amigos tan cercanos de Shimizu-san. Al parecer
ella ha sido apodada como "La princesa solitaria" desde la escuela
secundaria debido a que rechazaba a cualquier persona que quisiera
acercárselo o incluso confesarle su amor.
Es una historia curiosa, tal y como si hubiese salido de un manga o un
anime. Pero resultó ser cierto, incluso otras chicas no lograban acer-
carse a Shimizu-san.
—Saku-chan, tienes salsa en tu mejilla.
—¿Eh? ¿En serio? ¡Qué vergüenza!
118
Un amor correspondido
Ver a Saegusa-san limpiarle la mejilla con una servilleta a Shimizu-san

resultó ser una escena muy linda. No podría cansarme de observarlas.
Por cierto, Saku-chan era el apodo de Shimizu, esto se debe a que su
nombre completo es Sakurako, y como a Saegusa-san quería acercar-
se más a ella, decidió darle un apodo.
Después de haber comido nuestras hamburguesas, salimos del estab-
lecimiento para despedirnos y luego tomar caminos separados.
Y mientras yo caminaba hacia mi hogar…
—¡Ichijo-kun!
Escuché que alguien me llamó repentina. Sorprendido al escuchar mi
nombre, me volví hacia la dirección de la voz.
La persona que me detuvo era Shimizu-san. Como ya estaba un poco
alejado del sitio de las hamburguesas, era más que evidente que me
estuvo siguiendo por un tiempo.
—¿Shimizu-san? ¿Qué ocurre?
—Bueno, es que… Hay algo que quiero hablar contigo… — dijo Shimizu
con una expresión de incomodidad en su rostro.
—Seguro, ¿de qué quieres hablar?
—Este no es un buen lugar para hablar de ello, ¿qué te parece si habla-
mos un poco allí? — respondió a la vez que señaló una cafetería.
Supuse que era algo muy importante, ya que no tendría sentido que
me persiguiera para hablar de algo tan banal y mucho menos en una
cafetería. Así que acepté a su propuesta.
********
Al entrar en la cafetería, me senté frente Shimizu-san.

Fue ahí cuando también pude darme cuenta de lo verdaderamente
hermosa que era ella, llegando al punto que mi corazón latiera inevita-
blemente. Sin duda alguna no soy el tipo de chico que saldría con Shi-
mizu-san o Saegusa-san.
—E—Entonces… ¿Sobre qué querías hablar conmigo?
119
—Ichijo-kun… Quiero que me digas… Bueno, um... ¿Sabes si Takayuki
tiene novia…?
Oh, así que de eso se trataba. Por un momento pensé que sería algo
más delicado debido a su comportamiento nervioso o lo repentino de
la situación.
—¿Takayuki? Hmm, no creo. Bueno, antes solía estar con alguien…
Al escuchar mi respuesta, Shimizu-san bajó la cabeza, era obvio que
estaba sorprendida.
—E—¿Eso significa que todavía están juntos…? — preguntó Shimizu-
san con temor.
—No, eso fue hace mucho tiempo, cuando estábamos en primaria,
ahora está soltero.
Es cierto que Takayuki tuvo una novia en ese entonces, pero solo fue
por un breve período de tiempo cuando eran estudiantes de primaria.
Después de ingresar a la escuela secundaria, Takayuki se centró en su
club deportivo y nunca intentó tener una novia, a pesar de ser popular
entre las chicas.
Así que empecé a hablar con Shimizu-san sobre mi amistad con
Takayuki antes de la escuela secundaria, lo cual no fue un gran pro-
blema.
Shimizu-san parecía interesada en mis historias, no porque fueran
interesantes, sino porque le gustaba escuchar sobre la vida de
Takayuki antes de conocerlo.
Pensé que Takayuki era afortunado de ser amado por una hermosa
chica como ella, y honestamente estaba celoso.
—Entonces, ¿necesitas que te ayude con algo, Shimizu-san?
—¿Eh? ¿Ayuda...? No, no es eso en absoluto. — negó Shimizu apresu-
radamente — Aunque es la primera vez que me siento así. Y no sé qué
hacer.
La forma en que Shimizu-san murmuraba con la cara roja era como la
de una chica enamorada. Estoy seguro de que Takayuki también se
enamoraría de ella si la viera así.
—Está bien, no pienso hacer nada a menos que tú me lo pidas. Conti-
nuemos como hemos ido hasta ahora, pero si llegas a necesitar algo,
no dudes en pedírmelo.
120
Así que decidí apoyar a Shimizu-san, que estaba tratando de enfrentar

su primer amor con todo su corazón. Y estamos hablando de mi mejor
amigo, así que eso lo hacía aún más importante.
¡No vayas a esquivar la flecha de cupido, Takuya!
Shimizu-san sonríe felizmente ante mis palabras y asiente tímidamen-
te con la cara roja.
Cachang.
De repente se oye un ruido fuerte, como si algo cayera al suelo en uno
de los asientos cercanos.
Al mirar sorprendido hacia el origen del sonido, vi a Saegusa-san a
unos metros de nosotros. Parece estar escondiéndose apresu-
radamente, pero desafortunadamente se notó su presencia.
—¿Shii-chan?
Le pregunté con asombro, y ella, que ha sido descubierta, trata de
ocultarlo con una risita nerviosa.
121
122
—¿Eh? ¿Shion-chan?
Al igual que yo, Shimizu-san parecía sorprendida por encontrarse a
Saegusa-san. Ella tenía una expresión pálida en su rostro y sin saber
como responder.
********
Saegusa-san se sentó con nosotros en la mesa al haber sido

descubierta. Hasta hace poco Shimizu-san y yo estábamos discutien-
do sobre amor, pero ahora parecía que nos encontrábamos en medio
de una situación similar a la de una pelea después de que se descubre
una infidelidad.
Si esto realmente fuera una reunión entre tres personas por una infi-
delidad, seguramente yo parecería un demonio o algo por el estilo por
tener a dos chicas hermosas como si fueran mías. Solo pude reír
secamente y pensar en eso.
—Bueno... ¿y ustedes dos qué...? — Saegusa respondió mientras rompía
el silencio.
Probablemente estaba preguntándose por qué Shimizu-san y yo está-
bamos aquí juntos. Sin embargo, no podía responder a eso, ya que no
era mi lugar para decir que habíamos estado hablando sobre sus pro-
blemas amorosos.
Saegusa-san pareció darse cuenta de algo al ver mi situación y su ros-
tro se volvió aún más pálido mientras expresaba una desesperación
profunda.
—N—No es lo que piensas, Shion-chan. Sólo estaba hablando con
Ichijo-kun para pedirle unos consejos…
—C—¿Consejos? ¿Sobre qué…?
—S—Sobre mis... Problemas amorosos...
Mientras Shimizu-san respondía con una voz tímida y sus mejillas se
sonrojaban, Saegusa-san parecía al borde de las lágrimas al
preguntarle con dudas. Pero justo cuando parecía que la situación se
había resuelto, ella volvió a ponerse pálida ante la respuesta de Shimi-
zu-san.
123
—A—Ah, ya veo... Eso significa que… — dijo Saegusa-san apretando los
puños.
Por la expresión en su rostro, parece que estaba preparándose para lo
peor.
—T—Te equivocas otra vez, Shion-san… Yo, me refiero a Yamamoto-
kun…
Después que Shimizu-san le dijera sobre la persona que estaba hab-
lando, Shion se vio mucho más tranquila, percatándose que sus pensa-
mientos le hicieron una mala jugada. Luego nos miró a ambos y se
sonrojó mientras mostraba una risita juguetona.
—Oh, ya veo. Perdónenme por malinterpretar las cosas.
—No tienes nada de que disculparte, Shion-san, yo no me expliqué de
la mejor manera tampoco. Yo jamás te haría algo así.
Y con estas palabras, parecía que las cosas al fin se habían resuelto en-
tre los tres. Aunque no lograba entender lo que Shimizu-san quiso
decir con ‘Yo jamás te haría algo así’. Pero seguramente no me lo
hubiese explicado, aunque yo le preguntara.
—Ya veo, ¡entonces apoyaré el romance de Saku-chan! — exclamó
Saegusa felizmente.
—Gracias, Shion-chan. — respondió Shimizu sonriendo felizmente.
Bueno, me alegro de que cualquier malentendido que haya existido
fuera disipado inmediatamente. Aunque… Hay algo que me genera du-
das.
—Por cierto, ¿qué haces aquí, Shii-chan?
Me parecía extraño que Saegusa-san viniera hasta este lugar, a pesar
de que nos separamos luego de haber comido hamburguesas. ¿Signi-
fica que nos estuvo siguiendo?
—Bueno, lo que pasa es que…
—Ajá…
—Uh, yo… Vine aquí por casualidad.
¡¿Qué?! ¡¿Sólo por casualidad?! ¡Eso es imposible!
Si cuando nos separamos vi claramente que ella se fue en dirección
opuesta a la mía. No hay forma de que ella nos encontrara aquí por
casualidad
124
—Oh, ¡ya sé! Esta cafetería es en realidad un lugar de moda entre las
chicas últimamente, ¡y Shion-chan viene aquí de vez en cuando
también! — respondió Shimizu.
—¿Ah? ¿En serio? No sabía que era famosa…
Era claro que ella intentaba salvar a Saegusa-san de este predicamen-
to. Pero sus planes fueron terriblemente arruinados cuando respondió
despistadamente sin darse cuenta de los esfuerzos de su amiga para
ayudarla.
Después de presenciar esa interacción entre los dos que parecía una
especie de comedia, me reí sin poder evitarlo.
********
Cuando llegué a casa, me tumbé en mi cama y me estiré.

Así que Shimizu-san está interesada en Takayuki... Una vez más, me
emocioné un poco ante la posibilidad de que una gran pareja pudiera
surgir pronto.
Y al mismo tiempo, como hombre, comencé a sentir la necesidad de
tener una novia pronto, aunque no pudiera ser tan bueno como
Takayuki.
Bip.
El tono de notificación de Lime sonó en mi teléfono. ¿Quién podría
ser?
Al abrir el mensaje, me sorprendí que fuese Takayuki.
—[¡Hola hermano! ¿Estás libre el día de mañana?]
Es una pregunta muy inesperada, pero no tenía que trabajar ni otros
planes, así que le respondí.
—[Para nada, estoy libre, ¿Qué ocurre?]
—[¿Podrías reunirte conmigo mañana las dos de la tarde en la es-
tación?]
—[Seguro, te veré ahí.]
125
—[Perfecto, tengo actividades del club por la mañana, así que nos ve-
mos en la tarde.]
Todo surgió repentinamente, espero que no sea nada grave o de mu-
cha importancia, y no es porque no quería ayudar a mi mejor amigo,
pero sería una lastima que él esté en problemas.
Y al día siguiente me encontraba en la estación de tren a la hora acor-
dada por Takayki.
—¡Hola Takuya! Lamento haberte hecho venir aquí.
—Está bien, no te preocupes. De todos modos estaba libre. ¿A dónde
quieres ir?
Takayuki acababa de terminar sus actividades del club y todavía estaba
un poco sudoroso. No me sorprendería que Shimizu-san esté intere-
sada en él, viéndolo así, hasta se ve un poco atractivo… ¡Y eso que soy
hombre!
Ambos nos dirigimos una cafetería cercana y pedimos dos gaseosas
mientras charlábamos en la barra.
—Bueno, ¿y de qué quieres hablar?
—Amigo… No puedo ocultarlo más. Estoy enamorado. — respondió
Takayuki con timidez.
Era extraño escucharlo hablar de esa manera. O mejor dicho, no era
común, siempre ha sido un tipo confiado, y no es de los que se ponen
nervioso por este tipo de cosas.
Era una verdadera sorpresa. No esperaba que Takayuki se enamorara
de una chica. Y crep que habla muy en serio, porque la expresión en su
rostro reflejaba perfectamente ese sentimiento.
Me pregunto quien será la afortunada.
—Es que... no puedo evitar sentirme emocionado al ver su cara. Incluso
cuando estoy en casa, no puedo dejar de pensar en ella.
—Pero, ¿Quién es ella? ¿La conozco?
Apenas ayer había decidido apoyar a Shimizu-san en su amor, y ahora
Takayuki también estaba enamorado de una chica. Esto parecía ser un
gran problema.
Me puse nervioso mientras esperaba las palabras de Takayuki, preocu-
pado por Shimizu-san y lo que podría significar para ella si Takayuki ya
estaba enamorado de alguien más.
126
—Es… Shimizu-san…
Creo que el destino está empezando a mover sus hilos. Me sentí muy
feliz en el momento que Takayuki me contó esto, no sólo represen-
tarían buenas noticias para Shimizu-san, ¡sino que es un amor 100%
correspondido!
Solté una pequeña risita al ver su cara tímida hablar de ella. Lo que
provocó una pequeña rabieta de Takayuki pidiéndome que no me riera
de él. Es igual que ver a un niño enamorado.
—Lo siento, y bueno, ¿qué esperas para invitarla a salir?
De todos modos, ya sabía cual era el resultado de todo esto.
—Q—¿Qué cosas estás diciendo? ¿No te das cuenta que estamos hab-
lando de Shimizu-san? No la llama "La princesa solitaria" por nada,
¿sabes?
—Sí, es cierto, pero aun así…
Aunque Takayuki intentaba dar razones sin sentido, para mí, que sabía
la verdad, quería que realmente él lo hiciera. Pero tampoco puedo
decirle la verdad sobre los sentimientos de Shimizu-san hacia él.
No es algo que me corresponda a mí decir. Aunque mis intenciones
sean buenas y deseaba ayudarlos.
—Y por eso necesito tu ayuda.
—¿Hm? ¿Mi ayuda?
—Sí. Habrá una competencia del club atlético el sábado la próxima se-
mana. y aunque soy un primer año, parece que podré jugar. Entonces,
¿podrías invitar a Shimizu-san y Saegusa-san para que me animen?
Para mi sorpresa, Takayuki ha logrado resultados en el club deportivo,
lo que significa que no puedo simplemente ignorar su arduo trabajo y
no apoyarlo, independientemente de sus asuntos amorosos.
—Sí, tomaré ese día libre de trabajo y se lo preguntaré a las chicas aho-
ra mismo.
—Oh, gracias, pero ¿ahora? ¿De verdad?
Ignorando a Takayuki, que estaba preocupado, envié un mensaje al
grupo de Lime.
—[¿Qué tal si vamos a animar a Takayuki a su competencia del club
atlético la próxima semana el sábado?]
127
Listo.
Takayuki estaba mirando su teléfono nervioso esperando la respuesta
de Shimizu-san.
Bip.
—[¡Seguro! ¡Yo iré!]
Una respuesta llegó… Pero no era de la persona que Takayuki estaba
deseando.
Saegusa-san también apoya el amor de Shimizu-san y de Takayuki, así
que es un alivio tenerla presente ese día también.
Sin embargo, después de pensarlo un poco más, empecé a preocupar-
me si alguien tan famosa como ella estaría bien yendo al lugar del tor-
neo. Pero si a ella no le importa, supongo que yo debo tomármelo bien
y no preocuparme tanto.
Después que ella envió su mensaje, también envió un sticker de Shio-
rin haciendo la señal de paz.
—Jajaja, ¿qué clase de sticker es este? No tenía idea que existiera.
Por lo visto a Takayuki le hizo algo de gracia. Eso es bueno, alivia un
poco los nervios que seguramente debe estar sintiendo.
—[¡También estaré ahí!]
Minutos después, la chica esperada se hace presente, y en cuanto
Takayuki lee el mensaje, se pone muy feliz al ver que su enamorada
estará presente para apoyarlo.
—Me alegra que te hayas enamorado, hermano. Yo también desearía
tener una novia pronto, aunque no tengo éxito con las chicas.
A diferencia de Takayuki, no destaco en nada, soy el PNJ de un vide-
ojuego. Es un poco doloroso siendo honesto.
—Takuya, no me digas que tú… No, nada, olvídalo. No te preocupes
mucho por eso, estoy seguro de que tu suerte cambiará muy pronto.
No entendí lo que él intentaba decir, primero me miró con incredibili-
dad, pero luego sus ojos se llenaron de compasión. Siento que quería
decirme algo importante, pero nuevamente se volvió a echar para
atrás. No es la primera vez que lo hace.
Pero si no quiere decirlo, no lo puedo obligar a ello.
128
—Gracias, supongo.
Bip.
Una nueva notificación llegó a mi teléfono. Era un mensaje de Saegu-
sa-san que me envió por mensaje privado.
Ya estaba haciendo los planes que llevaríamos acabo para que Shimizu
-san y Takayuki estén juntos ese día… Vaya, parece que ella está más
emocionada que nadie.
Bueno, supongo que ver a una nueva pareja surgir tiende a tener sus
tintes de emoción. Y más cuando esa pareja son tus amigos.
*******
Una semana ha pasado desde aquella reunión en la cafetería.

Durante esa semana, le he dado consejos amorosos tanto a Takayuki
como a Shimizu-san, pero ninguno de los dos ha tenido comporta-
mientos extraños hacia el otro, las cosas han ido relativamente
calmadas, ya que seguían interactuando igual que siempre.
Por mi parte guardé el secreto como si fuera una tumba… Aunque no
puedo decir lo mismo de Saegusa-san. Y es que durante esa semana
descubrí una cosa nueva de ella, y es que es mala para mentir.
Cada vez que los cuatro estábamos juntos, notaba lo mucho que se
esforzaba para que no se le escapara algún comentario relacionado a
los sentimientos de Shimizu-san. Era como tener una bomba de
tiempo al lado.
Pero por suerte no sucedió nada de lo que ella se deba lamentar. En
cierto modo, todo salió bien.
Ahora mismo me dirigía a la escuela junto a Saegusa-san y Shimizu-
san, que es lugar donde se llevaría a cabo el torneo.
Hoy Saegusa-san llevaba el lindo vestido que compró en la tienda de
Ken-chan la ultima vez que salí con ella.
Cuando la vi vestida de esa manera, ella se acercó resplandeciente a
mí, y me hizo una pregunta letal; “¿qué tal me queda?”. ¡Las chicas de-
berían saber que eso no se le pregunta a un chico!
129
Pero me aseguré de hacerle saber lo hermosa que se veía. Y ser su ros-
tro de satisfacción fue más que suficiente para hacerme saber que
tuve éxito.
Y a diferencia de Saegusa-san, Shimizu-san llevaba una blusa blanca
con una falda larga con estampados de flores. Le daba un toque muy
femenino y tierno.
También le hice saber lo linda que se veía diciendo un tierno halago.
Lo que la hizo muy feliz también. La sonrisa que tenía en su rostro era
capaz de enamorar a cualquier hombre en cuestión de segundos.
Estar con dos chicas tan hermosas no es bueno para mí corazón, así
que me esforcé por mantener la calma en todo momento. Y por alguna
razón, Saegusa-san estuvo a mi lado mirándome con los ojos en-
trecerrados.
En cuanto llegamos al gimnasio de la escuela, el partido ya había dado
inicio. Como esta sería la última competencia para los estudiantes de
tercer año, todas las escuelas estaban emocionadas por sus equipos y
los animaban con entusiasmo.
Observando la programación, parecía que nuestro primer partido se-
ría el siguiente después del partido actual. Si ganábamos este partido,
tendríamos un segundo partido por la tarde.
—¡Hola chicos! Me alegra que hayan venido a verme.
Cuando nos acercamos al equipo de baloncesto, Takayuki corrió hacia
nosotros con su uniforme.
—¡Por supuesto! ¡Asegúrate de ganar!
—¡Esfuérzate mucho, Yamamoto-kun!
Cuando Saegusa-san y yo animamos a Takayuki, él levantó su pulgar y
sonrió.
Tal vez sea porque estaba enfocado en ganar el partido, pero Takayuki
parecía más genial de lo habitual.
Y luego, Shimizu-san, que estaba tímidamente detrás de mí, reunió
valor y le habló a Takayuki.
—Mucha suerte, Yamamoto-kun.
—Oh, sí… Gracias, haré lo mejor que pueda.
Tanto Takayuki como Shimizu-san tenían los rostros en un rojo
brillante.
130
—Bueno, ya empezará el medio tiempo, ¡me voy! — respondió Takayuki.

Se fue corriendo hacia el resto del equipo, como si intentara ocultar su
vergüenza.
Tanto en el partido como en el amor, ¡hazlo lo mejor que puedas,
Takayuki!
—¡Oye! Um… ¡¿Eres Shiorin?!
—¡No!
—Eh, pero...
—¡No!
—Es sólo que…
—¡Dije que no!
Mientras tanto, Saegusa-san estaba lidiando con personas molestas
que se percataron de su presencia. Pero ella se encargaba de repetir
siempre lo mismo y de ahuyentarlos. Aunque llevaba sus habituales
gafas de sol en el gimnasio, llamaba la atención de la gente por su apa-
riencia.
A pesar de eso, tanto Shimizu-san como yo solo pudimos reír a carca-
jadas al ver cómo Shiorin rechazaba a las personas con su enérgico
"No lo soy" cada vez que alguien se acercaba.
Parecía que no había necesidad de preocuparnos por ella después de
todo.
El juego anterior había terminado y finalmente el primer partido de
nuestro equipo de baloncesto de la escuela estaba a punto de co-
menzar.
Nuestra escuela era una escuela pública común y corriente, por lo que
no teníamos un equipo de baloncesto especialmente fuerte. No había
estudiantes que fueran seleccionados por recomendación o algo por
el estilo, sino simplemente un grupo de miembros que habían tomado
el examen de ingreso a la escuela secundaria y casualmente se habían
reunido en esta escuela.
Sin embargo, precisamente debido a que era nuestra escuela común y
corriente, la presencia de Takayuki era excepcional y era una nueva
estrella de la que se esperaba mucho.
Esto se debía a que Takayuki no solo tenía una altura superior a los 1.80
centímetros, sino que también era excelente en técnica, y tenía un his-
131
torial de haber superado los torneos regionales, aunque había sido un
jugador solitario en su equipo de la escuela secundaria. En cualquier
caso, era increíblemente bueno en baloncesto.
Por supuesto, Takayuki también había recibido ofertas de equipos de
baloncesto de las escuelas de élite, pero decidió por priorizar su edu-
cación y la conciliación de esta con el baloncesto para pensar en su
futuro. Fue por eso que ahora podía asistir a la misma escuela que no-
sotros.
Y finalmente el primer partido de nuestra escuela dio inicio con un
fuerte apoyo… Y el juego acabó sin que nos diéramos cuenta.
El resultado del primer partido fue una victoria aplastante de nuestro
equipo con una puntuación de 95-5.
Takayuki, que solo estaba en su primer año, anotó la mayor cantidad
de puntos, y sus compañeros de equipo también eran bastante hábiles
y no dejaron que el equipo rival se acercara.
Fue la primera vez en mucho tiempo que vi a Takayuki jugar balonces-
to, y su juego era aún más impresionante que antes.
—Fue increíble.
—Sí, fue genial.
A mi lado Shimizu-san estaba asintiendo con entusiasmo ante las pa-
labras de Saegusa-san. Pensé que cualquier persona se emocionaría al
ver a su ser querido actuar de una manera tan genial.
*******
Ya que quedaba mucho tiempo para que iniciara el próximo partido del
equipo. Decidimos ir a almorzar los cuatro juntos.
Tal y como se había acordado previamente por Lime, Shimizu-san
traería bocadillos para todos nosotros, y nos dirigimos a comer en un
espacio más tranquilo.
Le dimos a Takayuki la honra buena por haber ganado su primer par-
tido. Él se veía visiblemente feliz por ese resultado.
Y por supuesto, también estaba más tímido de lo normal ya que Shimi-
zu-san estaba alentándolo y elogiándolo.
132
Voltee a ver a Saegusa-san claramente tenia cierta envidia hacia la pa-

reja que se llevaba tan bien. Me pregunto si ella también tendrá esa
necesidad de querer un novio.
Pensar en esto hizo que me diera un dolor punzante en mi pecho. No
sé que significa, pero puedo augurar que no es nada bueno.
Disfrutamos de los sándwiches que Shimizu-san nos había preparado
y pasamos un rato relajado charlando sin preocupaciones.
La hora del próximo partido ya estaba por comenzar, así que los cuatro
decidimos regresar nuevamente al gimnasio.
—Gracias a los sándwiches de Shimizu-san, ¡podré jugar mucho mejor
el próximo partido!
—M—¡Me alegra oír eso! ¡Buena suerte!
Takayuki y Shimizu-san conversaban mientras caminaban juntos, pa-
recían llevarse bien. Y sin decir una palabra, Saegusa-san y yo nos pu-
simos de acuerdo con la mirada y seguimos a la pareja por detrás sin
interrumpir.
Pero nuevamente me atacó la melancolía al observar que a mi mejor
amigo le está yendo bien en el amor… Me pregunto si Saegusa-san
sentirá al mismo.
—¿Eh? ¿Shimizu-san?
Cerca de la entrada del gimnasio, un extraño le habló de repente a Shi-
mizu-san.
El hombre tenía aproximadamente la misma altura que Takayuki. A pe-
sar de que su apariencia era similar a la de Takayuki, fácilmente podría
confundírsele con un ídol de revista.
—Ah, Watanabe-kun…
—Sí, veo que te acuerdas de mí. Fuimos a la misma escuela secunda-
ria… Oh, ya veo, así que el próximo partido será contra el equipo de tu
escuela.
Watanabe-kun notó que Takayuki sería su próximo rival al ver su uni-
forme. Y la sudadera que lleva Watanabe-kun es de una de las escuelas
privadas más fuertes y habituales en el top 4 de esta área.
Aunque me molesta es que Watanabe-kun ha estado mirando a
Takayuki con una mirada un poco despectiva desde hace un rato.
133
Es cierto que somos una escuela pública normal, pero Takayuki era la
excepción. Tiene un talento que fácilmente podría estar a la altura de
cualquier jugador de una escuela privada.
Además, los senpais han estado esforzándose mucho en el equipo ha-
sta ahora, y si analisas el partido anterior, no son débiles en absoluto
para que los menosprecien de esta manera. Si él también jugó
baloncesto en esta área, naturalmente sabría acerca de Takayuki. Es
por eso que entendí de alguna manera que él está mostrando esta ac-
titud.
—¿Y qué pasa, Watanabe-kun, tienes algún asunto con nosotros?
—¿Hm? No exactamente, solo pensé que me gustaría hablar un poco
con Shimizu-san después de no haberla visto en mucho tiempo.
Takayuki pregunta seriamente, y Watanabe-kun responde con una
risa forzada.
—¿Qué te parece si hablamos después que gane el próximo partido,
Shimizu-san?
—¿Eh…? Y–¡¿Yo?!
A pesar de que Takayuki está justo al lado de ella, Watanabe-kun, con
una actitud confiada, intenta invitar a Shimizu-san. Intenté decir algo
al respecto, pero Takayuki me da una palmada en el hombro sua-
vemente como diciéndome que todo está bien.
Decidí hacerle caso, pero me molestaba que ese sujeto tuviera una ac-
titud tan egoísta y prepotente para incluso dar por sentado que ganará
el próximo partido.
En resumen, Watanabe-kun nos desafió a propósito con esas palabras
porque él cree que no hay forma de que pierda contra nuestra escuela.
Cuando intento nuevamente intervenir porque me enojé con él por
menospreciar a nuestra escuela y a mi amigo, Takayuki me detiene con
una sonrisa.
—Ya veo. Lamento informarte de que eso no va a suceder. Porque no
pienso perder contra ti. Espero que te prepares para el partido, estaré
esperándolo ansiosamente. — respondió Takayuki con una sonrisa en
el rostro.
Las cejas de Watanabe-kun se tensan por un momento, pero sigue
sonriendo con calma y luego se despide de Shimizu-san dándole a en-
tender que hablarían después.
134
—Lo siento, arruiné el buen ambiente a pesar de que lo estábamos pa-

sando bien.
—N—¡No es así! ¡Es por culpa de que Watanabe-kun y la mía por haber
ido al mismo colegio! ¡Yo no tenía intención de hablar con el Yamamo-
to-kun!
Shimizu-san se disculpó con él. Pero en vez de responder a su
disculpa, Takayuki colocó su mano sobre ella.
—No te preocupes, no voy a perder, así que, por favor, mírame.
Este chico ni siquiera se tiene que esforzar por parecer genial. Porque
le sale de manera muy natural. Y aunque él estaba muy relajado, mi
enojo no se había desvanecido ni un poco. Ahora siento la necesidad
de apoyar a mi amigo al máximo.
Mientras tanto, Shimizu-san, cuyo cabeza fue tocada, tenía la cara te-
ñida de rojo por la vergüenza y felicidad, probablemente también tenía
el mismo deseo de querer apoyarlo.
Mientras tanto, Saegue-san quien había estado observando en silencio
hasta ahora, sonrió ligeramente, aparentemente normal, pero parecía
haber algo parecido a la ira en su expresión.
A pesar de este pequeño incidente antes del partido, Takayuki estaba
más motivado que nunca, se golpeo ambas mejillas para reafirmar su
determinación, y se fue mientras se despedía de nosotros.
No te atrevas a perder, hermano.
********
El silbato resuena en todo el lugar dando a entender que el partido dio

inicio.
En el primer salto, el jugador contrario de mayor altura que incluso
supera a Takayuki toma el balón fácilmente.
Luego, cuando se inicia el ataque del equipo contrario, fácilmente se
anota un punto.
No es de extrañar que la escuela sea un habitual de los cuatro mejores
en el torneo regional, el nivel es completamente diferente al del equi-
po de la primera ronda.
135
Por cierto, parece que Watanabe está en el banquillo y no es parte del
equipo inicial.
—¡Mantengan la calma! ¡Vamos a recuperar los puntos uno por uno!
Takayuki sonríe amablemente hacia los senpai que parecen un poco
asustados por la diferencia de nivel. Sus palabras hacen que la con-
fianza invada a todo el equipo.
Aunque si pierden este partido, todo habrá acabado. Así que no
pueden tener miedo por solo una jugada del equipo contrario.
Pero al mirar al equipo contrario, su altura promedio marcaba una
gran diferencia.
¿Quizás una diferencia de al menos cinco centímetros, o quizás solo
cinco centímetros? Pero en el baloncesto, esta diferencia de cinco
centímetros puede ser una gran brecha.
El jugador más alto de nuestro equipo, Takayuki, fue marcado por el
jugador más alto del equipo contrario, lo que impidió que la ventaja de
altura de Takayuki se aprovechara.
Frente a un equipo superior pero implacable, había una atmósfera
incómoda en nuestro equipo, incluyendo a los miembros del banco.
...Pero Takayuki fue diferente.
El jugador que marca a Takayuki es el centro del equipo contrario. Y él
no es un centro especializado en juego de poste que aprovecha su
altura, sino un alero que supera al oponente con velocidad y técnica.
Takayuki recibió un pase de inmediato y, después de una ligera finta,
penetró rápidamente la defensa.
Como resultado, el jugador contrario que generalmente defiende en el
centro no pudo seguir el movimiento rápido de Takayuki haciendo que
él encestara el balón.
—Oye, este chico es de primer año, ¡¿cómo es que alguien así puede
hacer eso?!
El capitán del equipo contrario estaba sorprendido y aumentó su de-
fensa después de ver solo una jugada de Takayuki.
Sin embargo, no pudieron detenerlo a pesar de sus intentos, y el juego
se convirtió en una batalla de puntos de ida y vuelta.
136
Los puntos empezaron a aumentar cada vez más llegando al punto de

casi alcanzarlos. Haciendo que todo el equipo contrario entrara en pá-
nico.
Finalmente, en el último cuarto de tiempo, Watanabe-kun salió del
banco, y la misión de este era impedir que Takayuki atravesara la de-
fensa.
—No esperaba que llegaran tan lejos contra nosotros.
—Creí haberte dicho que no pensaba perder.
Watanabe parecía aún más desagradable ante la actitud tranquila de
Takayuki. Y desde entonces, el ataque liderado por Takayuki no se de-
tuvo gracias a su resistencia interminable.
Incluso Watanabe, que acababa de salir, no podía seguirle el ritmo. Y
siendo honesto, a pesar de todo lo que presumía, su apariencia era ba-
stante patética.
Pero no era que Watanabe fuera malo, sino que Takayuki estaba dema-
siado concentrado y era demasiado bueno.
El equipo contrario decidió que no podían detener a Takayuki solo con
Watanabe, por lo que le pusieron a otro defensa.
Con dos jugadores marcando a Takayuki, era difícil que él pudiera
hacer una jugada, por lo que fue detenido en seco.
Pero el baloncesto es un deporte de equipo. Y si dos jugadores estaban
marcándolo a él, entonces eso significa que un jugador de nuestro
equipo estaba libre.
Por lo tanto, cuando Takayuki fue detenido, simplemente hizo un pase
sin mirar a ese jugador libre.
El equipo contrario no pudo reaccionar ante la jugada ingeniosa de
Takayuki, y el jugador que recibió el pase fue el centro.
En cuanto recibió el balón, corrió hacia la canasta y encestó el balón
con un tiro fácil.
Si Takayuki fuera el líder del equipo, como en la escuela secundaria,
entonces la estrategia del equipo contrario podría haber funcionado.
Pero ahora, había muchos otros jugadores en el equipo que podían
anotar puntos además de Takayuki. Y si este era detenido, simplemen-
te le pasaba el balón a uno de sus compañeros en quien podía confiar
para anotar.
137
El equipo contrario llamó un tiempo muerto.
Hasta ahora, habían tratado de detenerlo, pero él logró evadir todas
sus estrategias y continuar anotando puntos.
Si el equipo contrario intentaba debilitar su marcaje en Takayuki, él
agarraba el balón y anotaba puntos de nuevo.
Era un estado en el que no se podía hacer nada, ya que no podían ga-
nar en un enfrentamiento uno a uno.
Todos, incluyendo a Saegusa-san, Shimizu-san y yo, estábamos sorp-
rendidos y cautivados por el juego de baloncesto emocionante que se
desarrollaba ante nosotros.
En el banco del equipo contrario, Watanabe tenía una expresión de
frustración. A pesar de que él mismo no estaba cansado, no pudo de-
tener a Takayuki, quien jugó todo el partido.
El puntaje era 77 a 76.
Ambos equipos estaban teniendo una pelea por la puntuación, y el
tiempo restante era de solo dos minutos y un poco más.
La atención de los espectadores estaba especialmente enfocada en el
partido, ya que el resultado podría ser fácilmente para cualquiera de
los dos equipos.
Y luego este se reanudó.
El equipo contrario tenía el balón y tenían que dar lo mejor de sí para
no cometer ningún error, así que con precaución, llevaron el balón ha-
sta la línea media.
Luego, el equipo contrario creó un jugador libre mediante una jugada
establecida. Como resultado, Watanabe-kun quedó libre después de
evadir la defensa usando este truco.
Él recibió el pase libre y de inmediato se acercó al medio de la cancha,
asumiendo la postura para un lanzamiento de lay-up aprovechando su
altura.
Sin embargo, Takayuki reaccionó a Watanabe-kun de una manera
impresionante. Corrió hacia él con una fuerza increíble, y cuando la
pelota fue lanzada hacia la canasta, saltó por detrás y golpeó la pelota,
haciendo que se cayera al suelo.
La pelota rodó hacia un compañero de equipo, y este logró quitar la
pelota de su oponente con éxito.
138
La multitud rugió en un frenesí después de ver esa jugada.

Incluso había algunos gritos de "¡Kyaa!" mezclados en la multitud
mientras veían a Takayuki jugar tan bien en un partido tan emocionan-
te.
Shimizu-san quien se dio cuenta de que no era la única chica que lo
estaba animando, se levantó con una expresión molesta y animó a
Takayuki.
—¡Ánimo Yamamoto-kun! ¡No te rindas!
Aunque no era muy buena para hablar en voz alta, Shimizu-san animó
a Takayuki con todas sus fuerzas. Parecía que Takayuki había escu-
chado sus ánimos, ya que hizo un pequeño gesto de victoria hacia no-
sotros y luego se movió hacia Watanabe-kun para hacer una jugada.
Solo quedaba un minuto de tiempo de juego.
En otras palabras, si Takayuki lograba anotar en este momento, el
equipo contrario caería en una situación desesperada.
Watanabe-kun también parecía estar consciente de esto, ya que no te-
nía su expresión de confianza en su rostro mientras se preparaba para
defender.
Mientras miraba a Watanabe, Takayuki sonrió brevemente y luego en-
tró rápidamente en el interior con el balón. Pero Watanabe estaba
decidido a no dejarlo pasar y se mantuvo cerca.
Sin embargo, Takayuki se mantuvo sereno incluso en esta situación y
jugó audazmente debido a que se detuvo en seco.
Watanabe pensó que Takayuki simplemente seguiría adelante y en-
traría en el interior, donde podrían marcarlo con facilidad, pero en sus
intentos de querer detenerlo, él perdió el equilibrio y cayó al suelo.
Bajo los pies de Takayuki, había una línea de tres puntos.
Sí, él apuntó a un riesgoso tiro de tres puntos en este momento en el
que sólo necesitaba marcar una canasta para ganar. Tanto amigos
como enemigos estaban sorprendidos por su inesperado movimiento.
Pero este juego no sólo implicaba tomar un riesgo. Si Takayuki logra
marcar este tiro de tres puntos, la diferencia de puntos entre los dos
equipos se ampliaría a cuatro. Lo que habría hecho imposible que el
equipo contrario los superara, incluso si anotaban un tiro de tres
puntos después.
139
Así que decidió tomar al toro por los cuernos y realizar el disparó el
tiro de tres puntos.
El balón fue lanzado al tablero con mucha elegancia… Y logró entrar
alrededor del aro.
Tras este tiro, el equipo contrario perdió el ánimo y el partido terminó
llegó a su fin. De esta manera, nuestra escuela derrotó al equipo con-
trario.
Takayuki fue alabado por sus compañeros de equipo que se le acerca-
ban a él y le sonreían felizmente. Probablemente los senpais nunca ha-
brían pensado que podrían ganar contra una escuela tan habilidosa.
Por lo que la victoria era aún más especial.
Por otra parte, Watanabe se sentó en el suelo y lo golpeaba con frus-
tración. Cuando se encontró con la mirada de Shimizu-san, que estaba
sentada a mi lado, se apartó de su incómoda mirada. Probablemente
ya no podría invitar a Shimizu-san a salir en esta situación.
No puedo negar que sentí una gran satisfacción al ver esa escena.
Gracias a Takayuki, esto probablemente será una buena medicina para
él también.
Mientras pensaba en eso, Saegusa-san levantó repentinamente. Y a
pesar de haber mucha gente alrededor, se quitó los lentes de sol que
había estado usando hasta ese momento.
—¡Yamamoto-kun, todos, lo hicieron muy bien! ¡Felicitaciones!
Y luego, con una sonrisa de ángel, caminó hacia el equipo de balonces-
to de nuestra escuela que había ganado de manera espectacular, y les
dijo palabras de elogio a todos los que habían hecho un gran esfuerzo.
La aparición repentina de Shiorin provocó un gran alboroto en el lu-
gar. Los miembros del equipo de baloncesto también se sorprendieron
al verla, quien apareció repentinamente a pesar de saber que ella asis-
tía a la misma escuela.
—¿Eh...? ¿Qué?
Watanabe-kun, que había estado lamentando, también se sorprendió
por la repentina aparición de Shiorin.
Sólo se quedó allí, boquiabierto, al ver a una ídol nacional aparecer re-
pentinamente ante él.
140
Luego, después de ofrecer palabras de ánimos al equipo de balonces-

to, regresó a nosotros con una expresión satisfecha y se sentó junto a
Shimizu-san.
—¿Conoces a Shiorin, Shimizu-san?
Watanabe-kun se acercó a Shimizu-san con una expresión de
asombro.
—Sí, Saku-chan es mi amiga. — respondió Saegusa.
—¡Oh, ya veo! Yo soy un gran fan de Angel Girls y Shimizu-san era mi
compañera de clase en la escuela secundaria, ¡Y no había nada más en-
tre nosotros!
Obviamente Watanabe-kun tenia intenciones de acercarse a Saegusa-
san. Cosa que me dejó un poco aturdido. Es increíble el descaro que
tiene este tiempo.
—Ya veo…
Saegusa-san sonrió amablemente y no mostró ningún movimiento de
ídolo. Aun así, Watanabe-kun parecía feliz como si su decepción
anterior hubiera sido una mentira.
—Um… Oye tal vez tú…
—Disculpa, sé lo que dirás, no continues con eso. Yamamoto-kun es un
amigo importante para mí, y luego de haber actuado como lo hiciste
antes, podrás entender que no te tengo en alta estima.
—Oh, eso…
—No me agradan las personas que no consideran los sentimientos de
los demás. No hay más nada que discutir al respecto, así que, si me
disculpas.
Tras decir esas palabras, Saegusa-san se levantó de su asiento mien-
tras tomaba la mano de Shimizu-san y ambas salieron del gimnasio.
141
142
Así, después de ser rechazado tanto por Shimizu-san como por Saegu-
sa-san, Watanabe-kun se quedó allí parado en ese lugar, con una ex-
presión de rabia y vergüenza en su rostro.
Viendo a ese pobre Watanabe-kun, finalmente comprendí por qué
Saegusa-san había hecho lo que hizo. Sentí mucho orgullo por ella,
que se había movido por sus amigos incluso a costa de su propia dig-
nidad, y por eso me enamoré aún más de ella.
Una vez que el partido terminó sin problemas y felicité a Takayuki per-
sonalmente, me reuní con Saegusa-san y Shimizu-san, que nos
esperaban en un lugar apartado cerca del gimnasio.
Ambas chicas habían salido antes que yo y estaba preocupado por
cómo dar con ellas, pero gracias al grupo de Lime, nos dieron sus di-
recciones.
Mientras hablábamos sobre el partido, Takayuki llegó apresuradamen-
te después de la reunión posterior al partido. Así, los cuatro decidimos
regresar juntos a casa.
Para evitar la multitud, decidimos dar un pequeño rodeo por un gran
río cercano mientras caminábamos hacia la estación.
—Todos, gracias de nuevo por su apoyo hoy. — dijo Takayuki con una
sonrisa en su rostro.
Los tres le hicimos saber a Takayuki que no había nada que agradecer,
después de todo, es lo que hacían los amigos, apoyarse en todo mo-
mento.
—Ah, por cierto, Tak-kun, acabo de recordar que hay una tienda a la
que quiero ir. ¿Qué tal si me acompañas? — dijo Saegusa mientras
agarraba el dobladillo de mi camisa.
Luego Saegusa le hizo un guiño a Shimizu-san sin que Takayuki se
diera cuenta. Ella rápidamente captó lo que intentábamos hacer y se
quedó paralizada.
—¿A una tienda? Claro, no tengo ningún problema.
Ya era momento que las cosas fluyeran, todo dependía de ellos dos
ahora.
—¿Van a algún lugar? — preguntó Takayuki, con ganas de unirse a noso-
tros.
—Pues sí, pero Takayuki debe estar cansado. Será mejor que vaya di-
rectamente a casa hoy.
143
No quería que mi mejor amigo se perdiera de esta gran oportunidad,
así que lo insté a que siguiera su camino a solas junto con Shimizu.
Después de enviarle una mirada a Takayuki para comunicarle lo que
quería decir, él entendió mi mensaje y, aunque parecía avergonzado,
asintió la cabeza con determinación y volteó a ver a Shimizu-san.
—Shimizu-san, tú quisieras... ¿volver juntos a la estación de tren?
Ante la oferta de Takayuki, Shimizu asintió en silencio con la cabeza,
sonrojándose.
—Bueno, Saku-chan, nos vemos después. — dijo Saegusa empujando
gentilmente la espalda de su amiga.
—Cuídate camino a casa, amigo — dije mientras golpeé ligeramente la
espalda de Takayuki.
Empujados por Saegusa-san y por mí, los dos se encontraron cara a
cara, acortando aún más la distancia que había entre ellos desde hace
un momento, mientras se sonrojaban mutuamente.
—B—Bueno, entonces, vámonos.
—S—Sí…
Y de esta manera, ambos caminaron juntos en dirección a la estación
mientras que Saegusa-san y yo presenciamos tal escena.
—Espero que todo salga bien para ellos.
—Sí, estoy seguro de que todo saldrá bien.
Luego, después de observar sus espaldas por un momento, Takayuki
se detuvo de repente.
Al preguntarnos qué estaba pasando, Takayuki se enfrentó a Shimizu-
san, que estaba a su lado, y agachó la cabeza con determinación mien-
tras le decía algo y extendía su mano.
Aunque Shimizu parecía un poco desconcertado por la repentina ac-
ción de Takayuki, después de esperar un poco, suavemente puso su
mano sobre la de él.
Luego los dos rieron juntos mientras se tomaban de la mano y
volvieron a caminar juntos hacia la estación de nuevo.
Estábamos lo suficientemente lejos como para no escuchar sus voces,
pero al menos sabíamos lo que estaba sucediendo entre ellos.
144
—Parece que lo lograron.

Mientras los veía alejarse al sol poniente, sentí que estaba a punto de
llorar de emoción.
Por otra parte, Saegusa-san que estaba a mi lado, se quitó sus gafas de
sol llorando al ver a sus dos amigos conseguir el amor mutuo.
—Sí, estoy muy feliz por ellos. — dijo Saegusa con una sonrisa en su ros-
tro.
Verla de esa manera hizo que también se me saltaran las lágrimas. Es
muy vergonzoso llorar delante de una chica, pero si son lágrimas de
felicidad, entonces está bien, está bien.
—Oye, Tak-kun...
Después que la feliz pareja desapareció a la vista, Saegusa-san se
volvió hacia mí y habló suavemente.
—¿Qué pasa?
—Es solo que, al ver a esos dos progresar en su relación… Lo sentí
agradable.
—Sí, estoy de acuerdo.
Al presenciar el inicio de una hermosa relación ante mí, de repente
sentí un fuerte deseo de enamorarme también.
—Por eso... me pregunto cómo se sentirá tomar de la mano de alguien
así, ¿sabes? — Dijo Saegusa mientras me miraba a los ojos.
Sus mejillas se habían teñido ligeramente de rojo. Y esto provocó que
mi corazón latiera aceleradamente.
—¿Te parece bien si practicamos?
—P—¿Practicar?
—Sí, practiquemos... Tomémonos de las manos, ¿de acuerdo?
Al momento que Saegusa-san dijo esto, colocó su pequeña y suave
mano sobre la mía con una mirada tímida en su rostro.
—Está bien… Practiquemos. — respondí a la vez que apreté su mano con
fuerza.
—Entonces... ¿vamos?
—S—Sí...
145
146
Y así, ambos empezamos a caminar hacia la estación con agarrados de

las manos. Nuestros rostros estaban tan rojos como el sol poniente
ante nuestros ojos.
—Jejejeje♪
—¿Pasa algo?
—No, en absoluto, jejeje ♪
Mientras caminábamos junto al río agarrados de la mano, Saegusa-san
estaba sonriendo alegremente.
—¿Segura?
—Sí, no pasa nada, jeje ♪
Al verla disfrutar tanto, incluso yo no pude evitar sonreír.
—Oye, Tak-kun, mira esto.
Miré en la dirección que señalaba Saegusa-san. Y presencie el río
brillar bajo la luz del sol poniente, creando una vista hermosa y brillan-
te.
—Es realmente hermoso...
Con una sonrisa inocente en su rostro, Saegusa-san seguía admirando
la vista. Sin embargo, para mí, esa hermosa vista apenas se registró en
mis ojos. Porque, para mí, ver a Saegusa Shion sonreír bajo la luz del
sol era más hermoso que cualquier paisaje.
Y así, me di cuenta de que no podía seguir engañándome a mí mismo
con excusas para evitar enfrentar mis sentimientos. Decidí enfrentar
mis sentimientos y confesar lo que realmente siento.
Amo a Saegusa Shion.
Ya no quiero seguir diciendo que ella es una ídol o que está fuera de mi
alcance como una excusa para no seguir adelante. Si no es compatible,
entonces debo convertirme en un hombre compatible.
Enfrentar estos sentimientos es lo que significa seguir adelante. Así
que me prometí a mi mismo, que tomaría esta mano algún día como mi
novia, y no como un simple momento de practica como mi amiga.
Quiero que ella sea alguien especial en mi vida.
147

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1

Título adaptado al Español:

Esta es una fan adaptación realizado por Gashadokai,

Esta obra fue hecha con la intención de ser leida gratuitamente

Si tiene los medios para comprar esta obra en su idioma original,

Abstengrase de lucrarse ilegalmente con este recurso obra literaria.

Mi nombre es Takuya Ichijo.

Esto es algo que ya tengo programado en mi cabeza y que no puedo

—Son 738 yenes en total.

ba dormido sobre mi escritorio, pude sentir dicho cambio de at-

Ah, ya veo, eso es lo que sucedió.

Después del sorteo, inmediatamente llevo mi pupitre a mi nueva

Luego, usando un bolígrafo rojo, comencé a calificar nuestras hojas de

—¿Ah, por cierto, Takuya, viste 'S-Lab' ayer?

Las clases del día de hoy han concluido, y yo me estaba preparando

Eran poco más de las ocho de la noche, y la típica melodía de la puerta

Lo reconozco, estuve muy emocionado por ver lo que haría hoy, y

—¡Buenos días, Takuya!

—¿Ocurre algo, Saegusa-san? — preguntó Takayuki.

Finalmente llegó el día del concierto de DDG.

En ese momento, el lugar explotó con la emoción del público.

Después de eso, fue realmente impresionante. La actuación de DDG

Después de que Angel Girls y DDG continuaron hablando libremente

Te estoy escuchando, Saegusa-san… Y me fascina lo increíble que

Recreo del mediodía.

Ah, ya entiendo… Entonces, Saegusa-san intentó darme su Lime

Estuve mirando la pantalla de mi teléfono durante casi treinta minu-

Esa oración me hizo sentir algo que se encogía en mi interior. Leer

Al día siguiente, como de costumbre, me levanté temprano y llegué al

Tal y como se había acordado Takayuki y yo llegamos al maid café

Mientras estaba tumbado en mi habitación y toqueteaba con mi telé-

El día de la excusión ha llegado.

En cuanto llegamos a nuestro destino, todos los grupos procedieron a

Saegusa-san estaba confundida por lo repentino que era todo, pero

—Nos vemos luego — susurró Saegusa mientras pasaba por mi lado.

Tras haber cantado dicha canción, Saegusa-san quedó completamen-

—Um, Shion-chan, ¿cantarías conmigo? — preguntó Shimizu tími-

—[Y—Ya veo. Bueno, lamento haber creado tanto alboroto.]

Hoy me iba a reunir en una cafetería con Saegusa-san frente a la es-

—Oh, sí, seguro…

A medida que se detenía en otras estaciones, más personas se iban su-

Tampoco me parece correcto llamarla por su primer nombre, todavía

Nuevamente me dejé llevar y no pensar en las preocupaciones.

Y como el clima de hoy era bueno, decidimos comer afuera.

Después de haber terminado de comer, Saegusa-san se dirigió a mí en

Después de haber terminado con nuestro almuerzo, decidimos ver

El protagonista es un chico común de secundaria, pero la heroína es

Salimos del cine y caminamos juntos hacia la salida.

—¡Bienvenido! — dije con entusiasmo.

Takayuki me devolvió el saludo con una sonrisa igual que de cos-

Pero no puedo hacer nada al respecto. Ya la había llamado "Shii-chan"

Era la hora del almuerzo.

Esa misma noche llegué a casa, me aseé y me acosté en la cama mien-

Al leer ese mensaje, recordé lo que pasó hoy n el restaurante y se me

—¿Hm? Es una imagen.

Me parte el corazón tener que rechazar cualquier invitación que ella

—Gracias por hoy. Realmente fue bueno tenerte aquí, Shii-chan.

Durante nuestro tiempo de estudio, pude entender todo sin

—¿Eh? ¿Agradecimiento? Eso no es necesario.

—[La foto tomada en secreto fue un éxito, jeje.]

Ver a Saegusa-san limpiarle la mejilla con una servilleta a Shimizu-san

Al entrar en la cafetería, me senté frente Shimizu-san.