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Eutanasia: Una muerte digna

La eutanasia es la intervención aceptada voluntariamente por el paciente y


realizada por un profesional médico, que acelera la muerte de un paciente
desahuciado, con la intención de evitar sufrimiento y dolor innecesario.
Desde hace años que en Chile existe el debate sobre si legislar sobre la eutanasia,
la cual permite decidir si continuar la vida de alguien que está prácticamente
desahuciado.
Hoy en día hay parlamentarios que proponen la idea de crear una ley que permita
decidir a cada de una las personas, si quieren continuar con su vida, pero en dos
causales específicas. Lo que se propone que se pueda decidir en caso de estado de
salud terminal y estado de sufrimiento físico o mental insoportable que no puede
ser apaciguado con medicina.
La aprobación de la ley de eutanasia en Chile es un tema muy controversial, ya que
existen opiniones muy variadas y opuestas entre sí. La opinión en contra considera
que la eutanasia legal favorece una inclinación peligrosa en contra del derecho a
la vida, basándose en creencia religiosas o teológicas, en esto también influye la
opinión de algunos médicos que consideran que tanto la eutanasia como el aborto no
son actos médicos, y atentarían contra los principios de la medicina. Aquellos que
están a favor de este procedimiento argumentan que, sin violar el derecho a la
vida, la eutanasia representaría el respetar la voluntad de aquellos que sufren una
lenta y penosa agonía. Muchas veces es una cruel lucha por vivir que implica
sufrimientos que el paciente no puede afrontar, ni anímica ni económicamente, y que
la medicina no puede suprimir ni aliviar.
La eutanasia comenzó a ser un tema de interés nacional luego de que se hiciera
pública la historia de Paula Díaz, una joven de 19 años que padecía una enfermedad
irrecuperable y con mucho sufrimiento. Paula le pidió públicamente a la Presidenta
de la republica apoyo para terminar con su terrible sufrimiento. Pero últimamente
la eutanasia ya no figura en los temas de interés público, esto no quiere decir que
el tema deje de ser polémico ni disminuya su importancia, debido a que todos los
días podemos encontrar personas con enfermedades irrecuperables y con un grado de
sufrimiento tal que claman por permitirles terminar con su insoportable vida.
La eutanasia, ampliamente definida, puede ser clasificada desde diversas formas:
Eutanasia voluntaria: La decisión la toma el paciente directamente o terceros
obedeciendo los deseos que el paciente ha expresado con anterioridad.
Eutanasia no voluntaria: La decisión la toma un tercero sin que haya habido
posibilidades de conocer la determinación del enfermo.
Eutanasia involuntaria: La decisión la toma un tercero sin pedir el consentimiento
de un paciente capaz de expresar su elección o en contra de su voluntad.
Eutanasia activa (o positiva): por acción (administración de sustancia letal p.e.).
Eutanasia pasiva (o negativa): por omisión (abstención o retiro de terapias).
Eutanasia directa: la acción u omisión intenta la muerte del paciente.
Eutanasia indirecta: la acción u omisión no busca la muerte del paciente, pero se
es consciente que ésta puede producirse como efecto secundario no deseado de dicha
acción u omisión.
El primer país en legalizar la eutanasia, junto con el suicidio asistido, fue
Holanda, en 2001. Actualmente, en el mundo los países que la permiten son otros
cuatro: Bélgica, Colombia, Canadá, Luxemburgo y algunos estados de EE.UU. En Suiza
el panorama es distinto: la eutanasia no está permitida, pero sí el suicidio
asistido que se produce cuando se facilitan los medios a la persona para que muera.
En Chile, ambos están prohibidos. Esta restricción está contenida en dos artículos
de la Ley que regula los Derechos y Deberes del Paciente, de 2012, que establece
que ningún rechazo a tratamientos podrá tener como objetivo la aceleración
artificial de la muerte, la realización de prácticas eutanásicas o el auxilio al
suicidio. Sin embargo, desde hace casi 15 años que se ha intentado legislar sobre
la muerte asistida.
Nosotros escogimos la eutanasia ya que creemos que un tema como este debe ser
debatido a nivel nacional dada a su importa y los tiempos en que vivimos. Debemos
aclarar que quienes realizamos este trabajo estamos de acuerdo con la legalización
en Chile de la eutanasia.

A continuación detallamos algunos puntos que consideramos indispensables en una ley


de este tipo:
Se debe trabajar el procedimiento con distintos profesionales tales como:
• Tres médicos que confirmen la irrecuperabilidad del paciente y su grado de
sufrimiento.
Hemos tomado la decisión de que tienen que ser tres médicos, ya que, en el momento
de ser solo uno el que tome la decisión, podría infringir en esta la moral del
médico, siendo así una decisión imparcial, y en el caso de ser un numero par de los
encargados de tomar la decisión se podría generar una división equitativa entre
estos al momento de elegir, y nunca encontrar una solución a la situación.
• Un psicólogo y psiquiatra que realice una evaluación profesional al paciente.
Por ultimo cabe mencionar que para realizar la eutanasia el paciente debe ser mayor
de 21 años, ya que al cumplir esta edad todo ciudadano deberá ir al registro civil
a firmar un documento que expresará, si al momento de algún accidente este
autorizaría la eutanasia en casos extremos; y en el caso de no haber cumplido los
21 años, se requerirá la autorización de los padres o de su tutor legal.

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