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El respeto para Immanuel Kant “considera que sólo se puede sentir respeto en sentido

moral ante la ley. Las acciones que se realizan sólo por respeto a la ley, al margen de
toda inclinación, son las únicas que tienen un contenido moral” Para Kant , el respeto
es un fin moral que se logra a través del imperativo categórico, donde la búsqueda de
una voluntad buena está basada en el respeto por las personas y su valoración como
medios y fines. El ser humano actúa con libertad , en el que la auto-determinación la
define – no como un hacer sin control-, sino como un obrar bueno que promueve la
dignidad de las personas como fundamento de lo moral.
Kant considera que los seres humanos están regidos por imperativos hipotéticos que
se rigen por decisiones que optan ya sea por inclinaciones o por leyes impuestas por el
estado, comunidad o cultura, éstas las relaciona a una voluntad heterónoma, no
determinada por la razón del sujeto sino por algo ajeno a él. (inclinaciones y
conveniencias).
La ética kantiana implica el respeto de la autonomía de las personas. Sus principios de
autonomía y respeto a las personas conllevan a una ética secular , es decir a una
concepción deontológico de la ética en la que la búsqueda de leyes universales
contribuyan a la realización de la sociedad completa, es decir una verdadera religión
de la humanidad. La deontología kantiana, hace obrar a través de la máxima que se
convierta en ley universal. Esta ley discrimina aquellas máximas morales de las que no
son, y si son morales son universales. Es decir, que el respeto al deber y a la ley es
intrínseco a la moral. La ética deontológico de Kant enfatiza el deber cumplir la ley sin
considerar las consecuencias del acto, define lineamientos generales como la
autonomía y la libertad, como requisitos del imperativo categórico, que le dan
contenido a la ética. Kant (2003)

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