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Universidad Nacional de Costa Rica

Colegio Humanístico Costarricense

Campus Nicoya

Curso: Psicología

Profesora: Elsiana Toruño Cortés.

Estudiante: David Murillo Rodríguez.

Sección: 10-A

Análisis y reflexión de la película “Tomates verdes fritos”

Año 2021
Análisis y reflexión de la película “Tomates verdes fritos”

Hablar de machismo, violencia de género y racismo, hoy en día se ha convertido en un acto de

lucha y sacrificio, debido a la necesidad del mundo por regenerar su sociedad y hacerla más

igualitaria, justa, y libre, sin embargo, en 1991, año de publicación de la película, la sociedad

pasaba por momentos críticos de machismo y violencia de género, principalmente en Estados

Unidos y Latinoamérica, lo que muestra lo vital que era ofrecer mediante un medio tan

importante como el cine, un mensaje de protesta y de apoyo, a la lucha en contra de dichos tipos

de discriminación y violencia. La película (Inspirada por el libro de Fannie Flagg cuyo nombre

es el mismo), es la definición exacta de la sororidad1, y refleja la vitalidad del empoderamiento

femenino en la búsqueda de la erradicación de la violencia de género.

Los cuatro personajes principales de la película reflejan a una población femenina dividida, por

una parte, sumisa, controlada y reprimida en el caso de Ruth y Evelyn, viviendo sin la

posibilidad de ser libre, y por otro lado Idgie y Ninny, cuyo empoderamiento y sentimiento de

lucha son protagónicos en la lucha por los derechos de la mujer. El papel de Evelyn evidencia a

la mujer callada, temerosa de su marido y sumisa a las decisiones tomadas por él, una mujer cuya

ocupación es ser ama de casa y estar al servicio de su marido, lo que muestra a una mujer

cansada, triste y necesitada de libertad, y es en ese momento en el que Ninny se vuelve su

soporte incondicional, su amiga de confianza y su fuente de ayuda emocional, lo que provoca

que Evelyn deconstruya su personalidad, para así volverse libre, segura de sí misma y capaz de

tomar su propias decisiones, sin importar la opinión de su marido.

En la lucha contra la violencia de género, existe un protagonista, y ese es el hombre como

problema y solución. Como consecuencia de la lucha en contra de la violencia de género, el

hombre se ha encontrado en la obligación de cambiar una infinidad de comportamientos cuyo


único fin es denigrar a la mujer, no obstante, ese cambio ha sido difícil de conseguir debido a una

variedad de pequeñas conductas llamadas micromachismos; como lo dice Bonino, (2004, p.1.)

“Los micromachismos son actitudes de dominación suave, formas y modos larvados y negados

de abuso e imposición en la vida cotidiana…Los varones los utilizan de forma casi permanente”.

Desde esa perspectiva, es preocupante pensar en las pocas posibilidades de erradicar ese tipo de

conductas las cuales están instauradas en la sociedad, sin embargo, en ese punto entra el hombre

como solución, ejemplificado en el esposo de Evelyn, Ed Couch, quien a pesar de estar cegado

por el machismo y no estar de acuerdo con Evelyn en muchas de sus acciones, estuvo dispuesto a

cambiar sus actitudes por el bien de su esposa y a la postre de su matrimonio.

El hombre a lo largo de los años, ha sido dañino y destructivo para la mujer, sin embargo, a pesar

de no poder autoproclamarse feminista, puede ser un aliado, lo que provocaría un cambio radical

en la lucha contra el machismo y la violencia de género, es decir, si el victimario (el hombre)

cambia su actitud y se pone del lado de la víctima (la mujer), no habría razón para luchar, sin

embargo, ese es un escenario complicado de conseguir. Entonces, ¿Qué se puede hacer como

hombre para erradicar los tipos de violencia presentados en la película y en la sociedad? Es

sencillo, consiste en respetar a la mujer y darle el lugar que se merece en la sociedad y en su vida

cotidiana, respetar sus decisiones, sus pensamientos y sus derechos.

Idgie cumple un papel fundamental en la película, reflejando al feminismo más empoderado y de

lucha contra el machismo más violento, como lo fue en el caso de Ruth, cuyo esposo abusaba de

ella, la golpeaba y la trataba como un objeto, fue ahí donde Idgie se solidarizó con su amiga,

enfrentó a su esposo y la sacó del ambiente en el que estaba viviendo. Se debe actuar con firmeza

cuando los casos de machismo son tan graves, y con paciencia cuando lo que se quiere es

impregnar a la sociedad de igualdad.


Como lo dicen Rodríguez, Marín y Leone (1993) “El imaginario social no es otra cosa que una

ideología que desprecia el machismo pero que está larvada con la presencia de éste para actuar y

responder en la cotidianidad” Es decir, la sociedad sabe que el machismo está mal, mas no actúa

para erradicarlo, sino que lo utiliza en su diario vivir y permite su constante desarrollo.

Finalmente, es importante saber que en la lucha en contra del machismo y la violencia de género

no hay mejores ni peores, no hay un ganador o un perdedor, simplemente hay una sociedad

igualitaria, solidaria y equitativa. Para poder eliminar las conductas opresoras, es estrictamente

necesario hacerse responsable de los comportamientos propios, debido a que el ser humano antes

de querer cambiar una conducta ajena, debe cambiar sus conductas, para así tener un criterio

personal de las razones de su lucha. Como lo menciona Hernán Casciari en 2016:

“ Mi único hashtag sincero es #MeHagoCargo. Solamente vengo a decir que soy culpable y

que fui parte del problema. Esta lucha es, sin dudas, lo más revolucionario que le pasó al país en

décadas. Un día vamos a mirar para atrás y nos parecerá increíble que nosotros hayamos tardado

tanto en reaccionar.”

Hacerse responsable es la solución, para así en un futuro evitar que existan más películas como

Tomates Verdes Fritos y que las que lleguen a existir hablen sobre cómo se logró ganar la lucha

contra el machismo y la violencia de género en todo el mundo. El cambio es real, es posible y es

necesario, pero, no se puede pensar en un cambio sin antes pensar en la solidaridad y la igualdad.
Referencias bibliográficas.

Rodríguez, A., Marín, L. y Leone, M. (1993) El machismo en el imaginario social. Revista

Latinoamericana de psicología, Vol.25(2), p.284.

https://www.redalyc.org/pdf/805/80525209.pdf

Bonino, L. (noviembre, 2004). Los micromachismos. Revista La Cibeles N°2. Recuperado de:

https://www.mpdl.org/sites/default/files/micromachismos.pdf

Casciari, H. (19 de octubre del 2016). #MeHagoCargo. Hernán Casciari: #MeHagoCargo.

https://hernancasciari.com/blog/mehagocargo

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