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PRESA DE M ATERIALES SUELTOS

INDICE

1. CONSIDERACIONES GENERALES .............................................................. 2

1.1. DEFINICIÓN................................................................................................ 2

1.2. TIPOS DE PRESAS .................................................................................... 3

2. PRESAS HOMOGÉNEAS. ............................................................................. 4

3. PRESAS HETEROGÉNEAS. ......................................................................... 8

4. PRESAS DE ESCOLLERA. .......................................................................... 9

4.1. CONSIDERACIONES GENERALES. .......................................................... 9

4.2. PRESAS CON PANTALLA DE HORMIGÓN ARMADO. ............................ 13

4.3. PRESAS CON PANTALLAS ASFÁLTICAS. .............................................. 14

4.4. OTROS TIPOS DE PANTALLA. ................................................................ 14

5. PRESAS DE RELLENO HIDRÁULICO. ....................................................... 15

6. SELECCIÓN DE LOS MATERIALES. .......................................................... 16


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1. CONSIDERACIONES GENERALES

1.1. DEFINICIÓN.

Las presas de materiales sueltos están constituidas principalmente por


agregados minerales no ligados entre sí por aglomerantes. Estos materiales
provienen de yacimientos naturales de suelos o de canteras de rocas.

Más de la mitad de las presas de todo tipo registradas por la Comisión


Internacional de Grandes Presas son de materiales sueltos. Hacia fines del Siglo
XIX ya existían 950 presas de esta clase. Estas obras antiguas tienen entre 15 y
25 m de altura, y prácticamente todas están hechas de aluvión. Las presas de
escollera recién aparecen a la mitad del Siglo XIX, al menos para esta altura
mínima de 15m.

En los últimos 50 años, y especialmente después de la finalización de la


segunda guerra mundial, los progresos tecnológicos promovieron un desarrollo
espectacular en la construcción de presas de materiales sueltos. Por una parte,
los equipos mecánicos de movimiento de suelos, cada vez más poderosos, han
hecho posible la colocación y compactación de muchas decenas de millones de
metros cúbicos de terraplenes en el plazo de 3 o 4 años impuestos por las
necesidades industriales de la época actual. Por otra parte, el nacimiento y la
evolución posterior de la Mecánica de Suelos permitieron abordar racionalmente
los problemas planteados por las obras de tierra, llevando rápidamente los
conocimientos en este dominio a un alto grado de desarrollo.

A diferencia de las presas de hormigón, las de materiales sueltos pueden


construirse prácticamente en cualquier sitio, en buenas condiciones de seguridad;
aunque las condiciones para la cimentación sean mediocres o malas, en cuyo
caso no admitirían obras de otra clase.

Los materiales necesarios para la construcción de estas presas deben


obtenerse de yacimientos o canteras situados en distancias razonables, y
utilizarse en la medida de lo posible, con un mínimo de elaboración artificial.
Solamente después de haber determinado las propiedades de los materiales
disponibles, se fijan las características y el perfil de la presa para asegurar su
estabilidad e impermeabilidad. El procedimiento es inverso al que se sigue en el
proyecto de las presas de hormigón, pues en estas últimas las propiedades de los
materiales empleados tienen menos variabilidad y, por lo tanto, el proyectista
puede fijar o determinar las formas geométricas de la presa con mayor libertad,
adaptándolas a la topografía del emplazamiento.

Casi todos los materiales de origen mineral son adecuados para la


construcción de esta clase de presas. Los más gruesos por su peso, ángulo de
fricción interna y permeabilidad se utilizan para formar un cuerpo estable y
resistente al empuje del agua. Los más finos, una vez compactados proporcionan
la impermeabilidad requerida. Según los casos, la resistencia e impermeabilidad
pueden obtenerse simultáneamente en toda la sección de la presa, o bien se la
puede subdividir en capas o zonas diferenciadas. Cuando se dispone únicamente
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de materiales permeables se adopta una impermeabilización artificial con núcleos


o revestimientos de hormigón, asfalto, acero, etc.

Las presas de materiales sueltos pueden recrecerse con facilidad. Es


práctica usual ataguías que se construyen en la etapa de desvío provisional del
río a la sección principal de la presa.

El peligro principal radica en la posibilidad de que el agua vierta sobre la


presa y a ello se debe la mayoría de las catástrofes ocurridas en las obras de este
tipo. Para evitarlo es necesario efectuar un buen estudio hidrológico para la
determinación de la crecida de proyecto de las obras de alivio, junto con la
adopción de un valor generoso para el resguardo.

1.2. TIPOS DE PRESAS

De acuerdo con el método de construcción, las presas de materiales


sueltos pueden agruparse en dos grandes categorías: las presas compactadas y
las presas de relleno hidráulico.

Dentro de las presas compactadas, por lo general, se distinguen tres tipos:

 Las presas homogéneas, constituidas por suelos de suficiente


impermeabilidad y de una sola
clase, distribuidos uniformemente en
todo el cuerpo de la presa. Para la
protección de los taludes o en los
filtros pueden utilizarse otros
materiales diferentes, sin que dejen
de pertenecer a esta categoría, en
tanto el volumen de estas capas sea
pequeño en comparación con el
volumen total de la presa (Figura 1). Fig. Nº 1

 Las presas heterogéneas (o en zonas), formadas por un núcleo de


suelo impermeable comprendido entre los espaldones de materiales
permeables," distribuidos en zonas de diferente granulometría, que
aseguran la estabilidad del
conjunto. Si bien el número y
la disposición de las zonas
varía según esquemas muy
diversos, la mayor parte de
estas presas no tiene más de
4 zonas de características
diferentes (impermeable,
semipermeable, permeable y
escollera). La permeabilidad
aumenta desde el núcleo
hacia los taludes (Figura 2). Fig. Nº 2
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 Las presas de escollera (o enrocado), construidas predominantemente


con materiales provenientes de canteras de rocas, cuya permeabilidad
es prácticamente Ilimitada. La impermeabilidad se consigue por medio
de una membrana de hormigón simple o armado, concreto asfáltico,
suelos, metal, plástico, etc.

Esta membrana suele aplicarse sobre el talud de aguas arriba, en cuyo


caso se las denomina presas de pantalla impermeable (Figura 3), o en
el interior del cuerpo de la presa, recibiendo en este caso el nombre de
presas con diafragma interior. A los efectos de esta clasificación, las
zonas formadas exclusivamente por elementos gruesos de roca deben
ocupar más de dos tercios de
la sección del cuerpo de la
presa. Si el área formada por
suelos impermeables o
mezcla asfáltica no ocupa
más del décimo de la sección
transversal de la presa, son
llamadas presas de escollera
con núcleo delgado.

Fig. Nº 3

En las presas de relleno hidráulico (o refulado), el material se draga en


lugar apropiado y se transporta en suspensión acuosa por medio de tuberías
(Figura 4). El proceso de formación del relleno tiene lugar por sedimentación, la
cual se regula del modo conveniente para conseguir el fin deseado. El método de
construcción llamado relleno semihidráulico consiste en transportar el material con
su humedad natural por medio de vehículos, para colocarlo posteriormente en
obra con el auxilio de chorros de agua a presión.

2. PRESAS HOMOGÉNEAS.

Como su nombre lo indica, son las constituidas por un único material. Son
las más antiguas, como es lógico, dada la simplicidad de su construcción. En ellas
la función impermeabilizadora está unida a la resistente, como en las de fábrica,
que también son de material homogéneo (Figura 5). Se las utiliza en sitios donde
predomina un solo tipo de material, fácil de utilizar, económico y, por supuesto
suficientemente impermeable.
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Aun cuando se ha adoptado esta tipología en algunas presas altas, su uso


está mucho más indicado esas de baja o moderada altura (20 m o menos), pues
su simplicidad representa economía y inconvenientes de la homogeneidad no son
graves para estas alturas.

Normalmente se usan en suelos impermeables o semipermeables (GC,


GM, SC, SM, CL, CM, ML). Pero también se han construido con éxito presas con
áreas permeables y mezclas de arena y grava, ya que en algunos casos puede
ser aceptable una cierta filtración en tanto esté asegurada la estabilidad de la
presa.

El inconveniente principal que se presenta en estas presas son las


presiones intersticiales. Las líneas de corriente que se obtienen siguen los
patrones típicos de filtración a través de un material homogéneo (Figura 6). Al
llegar las líneas de corriente al paramento aguas abajo, no tienen contrapresión
estabilizadora y pueden dar lugar al arrastre del material más fino, originando
erosiones retrógradas.
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En las presas de materiales sueltos es necesario bajar rápidamente la línea


de saturación para que haya aguas abajo una zona casi sin presiones
intersticiales y contar con un peso estabilizador que garantice la estabilidad e
impida el arrastre de las partículas más finas.

La forma de conseguirlo es similar al caso de las presas de hormigón, ya


que el problema es el mismo (aún cuando las consecuencias son más
importantes en las presas de materiales sueltos): zonas de permeabilidad
creciente desde aguas arriba hacia aguas abajo o uso de drenes. En la Figura 6
puede verse un ejemplo de este último caso para distintos estados de
funcionamiento.

Con un mismo material para toda la sección de la presa, puede obtenerse


una gama de permeabilidades variando el grado de la compactación, el contenido
de humedad o ambos. Aumentando el grado de compactación, pasando la
densidad seca del 95 al 98 por ciento de la obtenida con el ensayo Proctor, se
puede aumentar considerablemente la impermeabilidad de algunos suelos.
Cuando el material es fino se puede modificar la impermeabilidad variando el
contenido de humedad de compactación. Por lo tanto cabe hacer una diferente
compactación por zonas, más intensas aguas arriba que aguas abajo, o bien dar
aguas abajo un contenido de humedad distinto del óptimo ó combinar ambos
efectos. El resultado será un fuerte descenso inicial de las líneas de corriente, lo
que produce una zona seca superior y aumentar la estabilidad.

También puede lograrse una diferenciación zonal con resultado similar,


seleccionando el material del yacimiento y colocando el más fino en un núcleo
impermeable. En realidad, para que la presa se pueda seguir denominando
homogénea, esta selección debe ser muy grosera, pues sino se trataría en
realidad de una presa heterogénea.

Es conveniente que las presas homogéneas de materiales compactados de


más de 6 u 8 metros de altura estén provistas de drenes para controlar la línea de
saturación y los efectos de las filtraciones. Las presas pueden considerarse
homogéneas aún cuando tengan drenes, pues éstos son un complemento
funcional minoritario en términos de volumen.

El drenaje cumple las funciones de:

- Reducir la presión intersticial en una zona aguas abajo, para aumentar la


estabilidad al deslizamiento.
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- Controlar la filtración y evitar el arrastre del material del dique


(sifonamiento) en función del y del filtro.

El tipo e importancia del drenaje depende de la altura de la presa, de la


permeabilidad del cimiento y del costo de los materiales necesarios.

En presas bajas (menos de 30 m de altura) puede bastar con la colocación


de un simple dren al pie del paramento aguas abajo, como se ha visto en la
Figura 6.

Para alturas mayores de 30 metros es preferible adentrarlo más en el


cuerpo de la presa (Figura 7).

El dren horizontal se usa mucho hasta unos 45 m de altura. Puede lograrse


también el efecto drenarte con un dren longitudinal (en el sentido del eje de la
presa) que desagua por varios
Dren horizontal ramales normales a él, formando
una especie de peine horizontal.
Esto puedo ser lo indicado cuando
escasea el material apto, pues

Figura 7 permite adentrar el dren


longitudinal cuanto se desee,
reduciendo considerablemente el volumen respecto del dren continúo. El
inconveniente del dren longitudinal es que la presa tiende a estratificarse dando
mayor permeabilidad horizontal que vertical. A cambio, son muy sencillos de
construir.
Diferentes
En presas más altas posiciones del
dren chimenea
(mayores de 45 m) se usan también
drenes formados por diafragmas o
inclinados, que se unen a los
horizontales. La inclinación suele
ser hacia aguas abajo, con lo que
para embalse lleno aumenta la Figura 8
estabilidad al deslizamiento del
terraplén situado aguas abajo. Además, su efecto drenante reduce la presión
intersticial durante la construcción (Figura 8).

Las dimensiones de los drenes y su permeabilidad deben ser tales que


desagüen ampliamente el caudal de la filtración previsible. Si la p esa y el
cimiento son relativamente impermeables, el dren debe tener una permeabilidad
por lo menos 10 a 100 veces mayor que la media de la presa. -

En las presas de materiales sueltos la noción de dren es inseparable de la


de filtro, pues el efecto drenante supone una afluencia de agua filtrada hacia el
dren y un incremento del gradiente hidráulico, lo cual eleva la posibilidad de
arrastre de materiales finos. Para impedirlo, entre el dren y el material de la presa
se interpone una capa de filtro con una granulometría adecuada para evitar el
paso de las partículas finas, pero dejando paso al agua.
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3. PRESAS HETEROGÉNEAS.

La presa heterogénea con núcleo diferenciado arcilloso es el tipo de presa


de materiales más usado y con el cual se pueden obtener alturas considerables.
(La Presa de Nurek en la ex URSS tiene 300 m de altura). En la Figura 9 se
presenta un ejemplo.

El esquema general de una presa heterogénea y las funciones que cumple


cada una de las partes pueden describirse de la siguiente manera:

- La función impermeabilizadora se confía a un núcleo de arcilla, limo o


mezcla de suelos gruesos finos o incluso a un conjunto con amplia
gradación granulométrica con elementos gruesos (GC, SC, CL, GM, SM,
ML, CH), pero con la debida proporción de finos para conseguir la
impermeabilidad deseada, pues ésta debe obtenerse de la forma más
economía posible con los materiales disponibles. El núcleo puede ser
vertical o inclinado, presentando cada caso sus ventajas e inconvenientes.

Presa Cerro Pelado

Perfil Tipo

Proyecto Constructivo

Figura 9

Referencias

1. Núcleo
2. Filtros
3. Espaldones de grava y arena
4. sp. Espaldon de excavaciones en roca (brosa)
ChD..Chimenea drenante
4p_ Protección de talud aguas arriba
5. Dren de pie de presa granulometría decreciente hacia los mals 2 y 3)
6_ Protección del talud aguas arriba

El espaldón de aguas abajo debe ser muy permeable sin finos (GW, GP,
G/SW, G/SP) porque así hay una caída franca de la presión intersticial en el
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núcleo y agua abajo de éste.

El espaldón queda casi libre de presiones, aumentando la estabilidad. De


todas maneras, hay que atenerse a los materiales disponibles, aunque sean poco
drenantes, en este caso, para liberarlo de las presiones internas conviene
disponer un dren horizontal profundo, o bien un dren vertical o inclinado
inmediatamente aguas abajo del núcleo.

El espaldón de aguas arriba es indiferente, en principio, respecto de la


impermeabilidad; pues está situado en una zona saturada de agua, ya que el
elemento de contención es el núcleo. Sin embargo, una impermeabilidad alta
puede exigir un talud más suave para asegurar la estabilidad al descender
rápidamente el nivel del embalse, porque la presión intersticial queda
desequilibrada si el espaldón no drena bien.

Ambos espaldones han de ser estables bajo todas las hipótesis de


funcionamiento de la presa, es decir, durante la construcción, a embalse vacío,
con el embalse lleno y para el caso de necesidad de un desembalse rápido. En la
Figura 10 se muestra la distribución de las presiones intersticiales para los casos
de embalse lleno luego de alcanzada la condición de equilibrio y para un
descenso rápido del nivel del embalse.

Debe considerarse la discontinuidad que puede producirse entre los


materiales de granulometría muy dispar. En general, hay que poner filtros para
impedir que los finos pasen de una zona a otra, en particular cuando el sentido de
escurrimiento tiende a producirlo. Concretamente, suelen ser imprescindibles
entre el núcleo y el dren inmediato, ya que el núcleo siempre tiene finos y el dren
no debe tenerlos. Sin embargo, pueden no ser necesarios en zonas en las cuales
la granulometría de los materiales adyacentes cumpla ya la condición de filtro.

4. PRESAS DE ESCOLLERA.

4.1. CONSIDERACIONES GENERALES.

También son llamadas presa de enrocado con pantalla. Típicamente, toda


la masa de la presa está constituida por rocas de cantera con una elevada
proporción de vacíos entre ellas. La impermeabilidad está dada por una pantalla o
diafragma ubicada sobre el talud de aguas arriba, que puede ser de hormigón
armado, acero, o concreto asfáltico. Al igual que con el núcleo arcilloso de las
presas heterogéneas, cabría ponerlo en varias posiciones, pero las interiores a la
presa han sido abandonadas pues no han dado resultado satisfactorio y, además,
no resulta posible acceder a su revisión y eventual reparación. Entonces, la única
posición a considerar será la citada inicialmente es decir, apoyado sobre el
paramento de aguas arriba.

Si la pantalla se comportase bien, esta solución sería perfecta, porque al


establecer en el mismo paramento un cierre impermeable entre el embalse y la
presa, el cuerpo de ésta se encuentra libre de presiones intersticiales, o a lo sumo
sólo las originadas en la infiltración del agua de lluvia, sin sufrir las provocadas
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por la filtración desde el


embalse, que son mayores y
mucho más peligrosas (Figura
11). El esquema funcional es
teóricamente perfecto: función
impermeabilizadora centrada
en la pantalla (colocada,
además, en el sitio más
adecuado), función
estabilizadora cumplida por
toda la presa y carga de agua
sobre el paramento de aguas
arriba, sin más tensiones
internas que las debidas a su
propia función resistente.

El ideal teórico está muy contrapesado con las deficiencias prácticas. La


pantalla de hormigón armado (Figura 12), aunque realizable, presenta
inconvenientes, que han hecho ir relegando cada vez más su empleo. Es muy
rígida, y acompaña mal los asentamientos inevitables del espaldón originando
grietas. Si se la hace más delgada, es más flexible, pero no lo suficiente y puede
romperse por debilidad. Por el contrario si se aumenta su espesor, resiste más,
pero se puede. U agrietar y romper por excesiva rigidez, además de encarecerse.
Se ha llegado a usar con una altura de 112 metros (Presa de Paradela, en
Portugal).

Un gran número de
paramentos de materiales
sueltos, hasta el primer
tercio de este siglo, tenían
pantallas de hormigón,
porque todavía no se
había avanzado lo
suficiente en la mecánica
de suelos con cohesión
reducida, y se evitaba
emplearlos para
impermeabilizar en forma
permanente. Pero varias
pantallas de hormigón se
fisuraron o rompieron, y
estos fracasos unidos a los progresos técnicos en el tratamiento de tierras,
hicieron que a partir de los años '30 se empleasen cada vez menos las pantallas
de hormigón, siendo sustituidas por las de núcleo de tierra.

Hoy en día, la disponibilidad y buena técnica de los materiales bituminosos,


hace que la pantalla de esta composición compitan con las pantallas de hormigón,
sobre lasque presentan grandes ventajas por su menor costo inicial y por su gran
flexibilidad, lo que le permite acompañar los asentamientos de la presa sin
romperse (Figura 13). La pantalla bituminosa es muy flexible (aún más que las de
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acero) lo que es fundamental, dados los asientos importantes de estas presas.


Aunque es débil, la resistencia es casi innecesaria, ya que al adaptarse a los
movimientos, no tiene casi esfuerzos de flexión. Otra ventaja de esta pantalla es
que, si se forma una grieta, la plasticidad del material tiende a cerrarla. Un
inconveniente es que, por el momento, la altura límite con la que se ha usado es
de 75 metros, pero es de suponer que se irá superando con el tiempo.

Figura 13

Figura 14

La pantalla de chapa de acero (Figura 14) también tiene una gran


flexibilidad y es, además, muy resistente. Desde el punto de vista funcional es
buena por eso, pero su costo es muy elevado y en la mayor parte de los casos,
prohibitivo. Se la ha empleado solo hasta unos 60 metros, pero no hay motivo
funcional alguno para no usarla en alturas mayores. El límite es solamente
económico.

Las ventajas de una pantalla no terrea son:

- Usada con un buen drenaje aguas abajo, el resto de la presa queda


totalmente libre de presiones intersticiales, pudiendo reducir su volumen
para igual seguridad. Si ocurre alguna fuga, esta no lleva a un avance
progresivo de la grieta, como puede ocurrir con el núcleo de material
arcilloso.

- Dada su posición en el paramento agua arriba, toda la presa resiste el


empuje del agua, y además, la componente vertical del empuje favorece la
estabilidad al deslizamiento.

- Al ser exterior, es fácilmente revisable e incluso, bajo ciertas condiciones,


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reparable.

- Sirve de protección contra el oleaje.

- Se pueden emplear taludes más empinados (hasta 1:1.3, pero


habitualmente 1:1.4), lo que se traduce en un menor volumen de presa.

- Resuelve el problema de la impermeabilización cuando no hay


disponibilidad de suelos finos naturales aptos. En estos casos puede ser la
solución casi obligada.

- Su construcción no depende tanto del clima ni de las lluvias (salvo en las


de material bituminoso) como ocurre con el núcleo arcilloso.

-La ejecución es muy rápida, por lo que se puede acometer al final del
período de construcción, independientemente del resto de la presa y, por lo
tanto, sin estorbo.

La lista de las numerosas ventajas parece debieran dar prioridad a la


construcción de presas de escollera con pantalla impermeable no terrea. Sin
embargo los inconvenientes, aunque en menor número, han sido hasta ahora muy
importantes en la práctica. Estos son:

- La vida útil limitada: los materiales térreos, por ser naturales, han sufrido
ya un largo proceso de transformación y degradación física, y por ello no
sufren envejecimiento ulterior. En cambio, el hormigón armado sometido a
procesos de humedecimiento y secado, y variación de temperatura, oleaje,
asentamientos, etc., se deteriora bastante. Lo mismo sucede acero, que es
atacado por la corrosión, y con el asfalto (materiales bituminosos) que
material de no muy larga vida. Sin embargo, con una buena ejecución,
tanto las pan de acero como las de materiales bituminosos, pueden durar
por lo menos 30 años.

- El costo puede ser elevado, y hacer desechable la pantalla. En las de


acero esto es notorio y de aquí su escasísimo empleo. En grado menor en
las de hormigón armado, pero estas tienen muchos inconvenientes por su
excesiva rigidez. El costo de la pantalla es proporcionalmente menor
cuanto mayor sea la altura de la presa, pues el volumen del espaldón crece
más rápidamente que la superficie de la pantalla. También influye la
distancia de suministro del material (cemento, acero o asfalto), que puede
ser circunstancia determinante para eliminación (si hay arcilla próxima) o
por el contrario para su adopción (si no la hay y sí alguno de dichos
materiales).

Estos inconvenientes y otros menores (que no se detallan) han superado


en general las ventajas y por eso son mínimas las presas con pantalla no terrea.
Pero los avances actuales de la pantalla bituminosa pueden hacer realzar cada
vez más las ventajas disminuyendo los defectos, y llevar un uso creciente de este
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tipo de pantallas. También como posibilidad futura es de tener en la pantalla de


material plástico, sobre la que se han comenzado algunos ensayos.

En lo que hace al diseño, debe tenerse en cuente a que la cementación


debe estar libre de zonas de corte y otras zonas de debilidad estructural. Se
deberá retirar el limo, la arcilla, la arena, y la materia orgánica antes de la
construcción del terraplén.

En estas presas se produce un gradiente de subpresiones enorme, por lo


que es fundamental diseñar un bloque de anclaje, (o dentellón) a lo largo de la
línea de contacto de la membrana impermeable con la cimentación y los estribos.
Se extiende del talón de aguas arriba de la presa hasta la roca fija. Para asegurar
la máxima estanqueidad primeramente se harán inyección sellar cualquier tipo de
fisuras. Además de su función de evitar las filtraciones, el dentellón o de anclaje
debe servir de apoyo al peso o empuje de la membrana impermeable.

En general, no se calcula la estabilidad de la presa de escollera enrocado


ya que la roca no falla a lo largo de secciones circulares y las subpresiones se
reducen a valores mínimos. La seguridad deslizamiento horizontal para roca
proveniente de cantera es aproximadamente igual a la pendiente del talud
mojado.

En estas presas es norma obligatoria compactar la roca. Cuando no se


hacía se producían enormes deformaciones al realizar el llenado de la presa
(caso de la presa Salt Spring, con varios metros de asentamiento). Las capas
normalmente son como máximo de 1 a 1,5 metros, y el tamaño máximo de las
rocas deberá ser menor o igual de 0,75 del espesor de la capa (dmáx ≤ 0,75 e).
Una vez colocada la capa y antes de la compactación se la riega con chorros de
agua a presión. La compactación se hace con 4 a 6 pasadas de rodillos lisos
vibratorios de 10 toneladas.

4.2. PRESAS CON PANTALLA DE HORMIGÓN ARMADO.

En sus comienzos, el terraplén era conformado por volcado directo del


material sin compactación posterior. Se realizaba una zanja en la fundación hasta
llegara la roca sana para anclarla pantalla, disponiendo juntas de dilatación
horizontales y verticales cada 10 o 15 metros, con separación de 1 a 2 cm., en las
que se colocaba una junta de goma o cobre que se sellaba con mástic asfáltico
(mezcla de arena y asfalto) u otro material similar.

No obstante, las juntas siempre fueron motivo de problemas, por lo que


actualmente se tiende a eliminarlas. De esta manera, se forman entonces
microgrietas (hair cracks) que se distribuyen en toda la superficie de la pantalla
impermeable. El bloque de anclaje se materializa con una losa horizontal que
apoya directamente sobre la roca limpia, en la cual se colocan anclajes tensados.
Se realizan además inyecciones de impermeabilización. Sólo se construye una
junta perimetral que tiene un sello de PVC o cobre con forma de "S” para absorber
mejor las deformaciones. El espacio exterior de la junta se llena con un sellador
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elastoplástico mientras que la parte interna se rellena con mástic asfáltico y a


continuación un filtro de arena fina.

Adicionalmente, por sobre el bloque de anclaje se recomienda colocar una


capa de arcilla. Por debajo de la pantalla impermeable se coloca una zona de
transición de (3 a 15 metros, de material semiprocesado de grava y arena con un
10% de finos de granulometría menor para controlar el punzonado y posibles
filtraciones. Sobre esta capa se coloca una zona de preparación 5 a 10 cm. de
concreto proyectado. Las piedras de mayor tamaño se colocan en
correspondencia con el pie de aguas abajo de la presa.

EI espesor de las pantallas de hormigón se calcula con la expresión e = 0.3


m + 0.003 H, por lo que resulta variable con profundidad H. La cuantía acero
utilizada es 0,5% en cada dirección.

Si bien no lleva juntas de dilatación, se disponen junta de construcción.


Para su materialización se limpia con chorros de agua a presión y arena la
superficie vieja se pinta con pintura epóxica y se hormigona la capa siguiente.

4.3. PRESAS CON PANTALLAS ASFÁLTICAS.

La técnica de aplicación es similar a la empleada en la construcción de


caminos. Se emplea una mezcla con un tamaño máximo de 1", bien graduada, y
un 8 a 10% de polvo de roca (filler). Se debe estudiar la calidad del agua, ya que
puede atacar al material bituminoso. El espesor de aplicación es de 15 a 30 cm.,
pero se deberá verificar mediante ensayos a las presiones previstas de trabajo.

El anclaje se hace con una zanja, al igual que el método clásico de presas
de enrocado con pantalla de hormigón armado. La compactación se hace con
rodillos lisos de 5 toneladas vibrando cuando suben.

4.4. OTROS TIPOS DE PANTALLA.

Pantallas de acero.

Se apoyan directamente sobre la presa de enrocado y se las ancla a un


bloque de hormigón. El espesor es de aproximadamente 1 cm. y son soldadas
con juntas que permiten la dilatación y deformaciones.

Pantallas de madera.

Durante la fiebre del oro, en EEUU se construían pequeñas presas


realizando voladuras de roca a las que se les colocaba luego una pantalla de
troncos bien unida. Más modernamente, se han construido con tablas
creosotadas y en tres capas bien calafateadas entre si.

Membranas de materiales plásticos.

Deben ser protegidas, mediante algún material granular o asfáltico, de la


acción de los rayos ultravioleta, los animales y los vándalos. Se han empleado
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hasta alturas de 25 m, fundamentalmente para usos industriales, reservorios y


lagos artificiales.

5. PRESAS DE RELLENO HIDRÁULICO.

Gozaron de gran favor en los EE.UU. durante los años comprendidos entre
las dos guerras, especialmente para ejecutar grandes volúmenes de obra, difíciles
de realizar con los equipos de movimientos de suelos entonces disponibles.

El progreso enorme producido con posterioridad en los medios auxiliares


para excavación de suelos, juntamente con el gran número de accidentes
ocurridos en este tipo de construcciones, han conducido a su decadencia
presente.

El procedimiento de transporte y sedimentación hidráulica consiste en


atacar con chorros de agua a presión (8 a 10 atmósferas) a la tierra de los
yacimientos en su situación originaria, que incluyen habitualmente todos los
tamaños, desde gravas gruesas hasta arcillas finamente divididas, con los cuales
se quiere formar la presa.

Los materiales mezclados con agua son recogidos por canaletas o tuberías
que, con la inclinación adecuada para el transporte del material sólido arrastrado
por el agua, los lleva al punto de ubicación de la presa. Antes se ha limitado la
zona a rellenar con terraplenes compactados convencionalmente, o por palizadas
de madera, de modo de formar una gran charca en la que el material va
sedimentando de acuerdo con su tamaño: el más grueso cerca de los puntos de
descarga de las canaletas y el más fino en la parte más alejada, esto es, en la
zona media de la presa que se desea construir.

La presa queda constituida por un núcleo central, más impermeable,


formado por la sedimentación con material fino; acompañado agua arriba y agua
abajo por espaldones de material más grueso, que contribuye a la estabilidad. De
modo que, en esencia, se forma una presa con núcleo impermeable. El agua
sobrante de la charca se vacía a través de los diques transversales y por
aliviaderos.

La sola enunciación del método sugiere la necesidad de vigilar


cuidadosamente la marcha de la sedimentación, para evitar que las tierras en
lugar de formar una masa impermeable y consistente, queden permeables y
semifluidas, constituyendo en este último caso una enorme burbuja en el interior
de la presa, sujeta a deformaciones según esté el embalse vacío o lleno, y
ocasionando presiones laterales como material fluido de densidad mucho mayor
que la del agua. Esto causó deslizamientos enormes en presas de este tipo. Por
otra parte, resultan muy inestables frente a los sismos.

Las construcciones por el sistema de sedimentación requiere de materiales


qué contengan una cierta variedad de tamaños: finos, que irán al núcleo, y
gruesos que quedarán en las partes exteriores, cumpliendo cada cual una función
diferente. Son muy adecuados los depósitos de origen glaciar (morenas).
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No siempre los suelos adecuados para la formación de estas presas se


encuentran a distancia convenientes para transportarlos por gravedad después de
mezclarlo con agua, quedan muy alejados, se excavan por medios mecánicos
(palas/dragas etc.) y se transportan camiones hasta los paramentos de la presa,
donde se vierten los suelos formando diques laterales, los taludes interiores a
éstos, son atacados con chorros de agua a presión, desde chalanas flotan en la
charca. Éste procedimiento es llamado por los norteamericanos "semihidráulico
hydraulic fill), así como el anterior se denomina simplemente hidráulico (hydraulic
fill).

En las presas semihidráulicas es necesario cuidar muy especialmente que


los taludes exteriores de los diques laterales de tierra vertida sean francamente
permeables, para no dificultar el drenaje del núcleo ni su buena consolidación.

6. SELECCIÓN DE LOS MATERIALES.

Los principios generales sobre los que se basa el proyecto de una presa de
materiales sueltos son similares a los de los demás tipos de presas, que se
resume en obtener condiciones satisfactorias estabilidad y de impermeabilidad
con el mínimo costo posible.

El costo de una presa de hormigón es aproximadamente proporcional a su


volumen. Con las presas de materiales sueltos no sucede lo mismo, ya que se
emplean materiales de diferente calidad y de diversas procedencias.

El precio unitario de los materiales a utilizar depende de cuatro operaciones


básicas: extracción, transporte, clasificación y colocación (distribución y
compactación).

El costo de extracción de los materiales depende, a su vez, de la


consistencia del propio material de su ubicación respecto del nivel freático. Si el
material debe extraerse de una cantera es casi seguro que resultará más caro
que las gravas extraídas del río, de modo tal que el costo de la presa instruida con
esas gravas resultará menor que el de una presa de escollera, a pesar del menor
volumen de esta última. Distinto es el caso en el cual los materiales provienen de
otras excavaciones necesarias para la obra, donde el costo de extracción ya fue
cargado a la parte de obra de que se trate (túneles, aliviaderos, etc.).

EI transporte es un factor de mucho peso en los costos. Si, por ejemplo,


utilizando gravas del lugar sólo se puede hacer una presa de taludes muy
tendidos, mientras que con gravas de mucho mejor calidad situadas a 20 Km. se
puede construir la presa con taludes más empinados, llegándose a un ahorro de
un 20 a 30% del volumen, muy probablemente el aumento en el costo del
transporte absorberá el ahorro conseguido con el menor volumen de materiales.

Los costos de transporte pueden compensarse también con los de


extracción. Así, por ejemplo, puede ser que resulte más económico obtener piedra
de una cantera cercana que extraerla de un buen yacimiento del lecho del río
ubicado más lejos.
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La clasificación de los materiales influye en el precio unitario de dos


maneras distintas: por un lado el costo directo de la operación de zarandeo, y por
otro lado, el rendimiento del zarandeo. Si para obtener un metro cúbico de
material de núcleo se deben extraer y zarandear 10 m3 de material, convendrá
construir el núcleo de material menos seleccionado aunque resulte un núcleo de
mayor volumen. Siempre debe estudiarse si el material que se desecha puede
tener otro uso en la presa, destinando el material seleccionado menos permeable
al núcleo y tratando de ubicar el resto en los espaldones y filtros.

La colocación del material también influye en los costos. Un ejemplo claro


lo constituyen los materiales arcillosos. Si se dispone de arcilla de la mejor
calidad, que por lo general es muy difícil de compactar, su colocación requerirá de
un mayor número de operaciones y más tiempo, por lo que el costo del núcleo se
elevará aun cuando su volumen sea menor.

La concepción del proyecto de una presa de tierra debe ser integral pues el
mejor proyecto es el que cumple las exigencias con el mínimo costo y, por lo
tanto, debe tratar de combinar los materiales disponibles naturalmente y que se
encuentren en las cercanías del emplazamiento analizado. En definitiva, la presa
de materiales sueltos más económicas no siempre es la de menor volumen.

Por otra parte el concepto de volumen mínimo es incorrecto en sí mismo,


porque si para llegar a un excelente proyecto, con un perfil que provea de un
mínimo volumen, deben desperdiciarse grande volúmenes de material
descartado, el costo de la presa debería considerar el volumen total utilizado y no
sólo el que se colocó en la presa.

En la concepción y elaboración del proyecto se tiende a lograr una estrecha


unión entre presa y terreno tratando de utilizar los materiales próximos,
seleccionándolos con criterio e inteligencia. En consecuencia, el mejor proyecto
es el que se hace con los materiales disponibles, logrando un mejor
aprovechamiento de conjunto. Las presas heterogéneas, con su variedad de
zonas formadas por distintos materiales, son un ejemplo del principio enunciado.

El criterio es utilizar todo el material disponible, así se pueden emplear las


gravas del lecho del río o de las terrazas aluviales para construir los espaldones.
En lo posible se utilizarán sin clasificar. Si presentara algo de impermeabilidad
(por presencia de finos) se deberán disponer de drenes adecuados.

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