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EJERCICIOS de síntesis. Deben ser incluidos en la entrega a través de
AULES. No olvides los ejercios realizados a lo largo de la unidad (color
naranja). Puedes ver alguna de las películas propuestas al nal de la
unidad (recuerda que hay que entregar la reseña de al menos una
película en cada evaluación)
EJERCICIOS TEMA 8
1. Sintetiza:
a) ¿Qué problemas económicos tuvo que afrontar Europa después de la Primera Guerra Mundial?
¿Cuáles se derivaron del Tratado de Versalles?
b) ¿Qué fue la prosperidad americana de la década de 1920? ¿Qué elementos la motivaron? ¿Afectó
por igual a todos los sectores económicos y sociales?
c) ¿Qué causas provocaron el hundimiento de la Bolsa de Nueva York en 1929?¿Cómo se
transformó en una crisis generalizada?
d) ¿Qué países fueron los más afectados por la crisis mundial? ¿Por qué?
e) ¿Qué distintos caminos se propusieron para solucionar la crisis? ¿Cuáles fueron las propuestas
de Keynes? ¿Qué fue el New Deal?
2. Define:
• Reparaciones de guerra
• Bienes de consumo duradero
• Inflación
• Deflación
• Burbuja especulativa
• Sobreproducción
• Crisis de liquidez
• Autarquía económica
• Estado de bienestar
3. A partir de los documentos correspondientes, explica brevemente en qué consistió la crisis del
campesinado en el perido del "dust bowl"
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La crisis de postguerra.
La hiperinflación
“En Alemania, en 1923, el valor de la
moneda se redujo a una millon sima parte
respecto a 1913, lo que equivale a decir
que la moneda perdi completamente su
valor. Incluso en casos extremos las
consecuencias fueron realmente
dram ticas. El abuelo del autor, cuya
p liza de seguros venci durante el
per odo de la inflaci n austriaca, contaba
que cobr esa gran suma en moneda
devaluada y que solamente le sirvi para
pagar una bebida en un bar al que acud a
habitualmente.”
E. Hobsbawm. Historia del siglo XX
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Conferencia de Locarno, 16-10-1925
2.- LOS “FELICES AÑOS 20” (1923-1929)
La recuperación
"En 1925, de una manera un poco superficial todo se puso de nuevo en orden: la producci n
mundial recuper su nivel de antes de la guerra (...). Nuevas esperanzas y soluciones t cnicas
surgieron. El mundo industrial y financiero se ve entonces animado por una sed de producir y
ganar que fue cortada por la m s grave de las conmociones econ micas de la historia. El
cataclismo comenz en 1929, se agrav en 1931 y sus se ales se hicieron sentir mucho
despu s de 1933.”
Pierre Le n. Historia econ mica y social de mundo. Guerras y crisis (1914-1947).
“Mientras los EE.UU. s lo eran productores de materias primas, el mundo segu a su camino
fij ndose en la moda francesa para los vestidos, las joyas o los perfumes; comerciando seg n
los m todos ingleses; viajando a Alemania para buscar ciencia y m sica. Pero nosotros ahora
hemos cambiado todo eso. El jazz americano est a punto de expulsar a Wagner de Alemania,
la arquitectura americana supera a la de la Grecia cl sica, el cocktail americano ha conquistado
los caf s de Par s y los boxeadores ingleses se naturalizan americanos.”
Recogido por David Solar. Bolet n de la Sociedad Geogr fica de los EE.UU.
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“La clase alta, sin embargo, due a del poder y de la riqueza, no se dio cuenta del peligro
que amenazaba el fr gil equilibrio de su posici n. Los ricos se divert an bailando el
charlest n y los nuevos ritmos el jazz, el fox- trot y unas cumbias de negros que eran una
maravillosa indecencia. Se renovaron los viajes en barco a Europa, que se hab an
suspendido durante los cuatro a os de guerra y se pusieron de moda otros a
Nortameam rica. Lleg la novedad del golf, que reun a a la mejor sociedad para golpear
una pelotita con un palo, tal como doscientos a os antes hac an los indios en esos
mismos lugares. Las damas se pon an collares de perlas falsas hasta las rodillas y
sombreros de bacinilla hundidos hasta las cejas, se hab an cortado el pelo como hombres
y se pintaban como meretrices, hab an suprimido el cors y fumaban pierna arriba. Los
caballeros andaban deslumbrados por el invento de los coches norteamericanos, que
llegaban al pa s por la ma ana y se vend an el mismo d a por la tarde, a pesar de que
costaban una peque a fortuna y no eran m s que un estr pito de humo y tuercas sueltas
corriendo a velocidad suicida por unos caminos que fueron hechos para los caballos y
otras bestias naturales, pero en ning n caso para m quinas de fantas a. En las mesas de
juego se jugaban herencias y las riquezas f ciles de la posguerra, destapaban el champ n,
y lleg la novedad de la coca na para los m s refinados y viciosos.”
Isabel Allende. La Casa de los Esp ritus. Ed. Plaza y Jan s. Barcelona, 1992.
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“La causa principal de que el hombre siga siendo pobre es su falta de inteligencia, su falta
de capacidad para trabajar, su inconstancia y su desconocimiento del modo de emplear sus
dones naturales. De entre un centenar o un millar de personas, muy pocas son realmente
laboriosas, inteligentes y afables. Cuando existen estas cualidades, es posible enriquecerse
con rapidez.”
C. Fay. Los negocios en pol tica. 1926.
“El Congreso puede considerar el presente con satisfacci n y encarar el futuro con
optimismo, ya que la fuente principal para esta bendita situaci n sin precedentes reside en el
car cter del pueblo norteamericano.”
Calvin Coolidge. Declaraciones. Diciembre de 1928.
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La especulación bursátil. Groucho Marx
“Muy pronto, un negocio mucho m s atractivo que el
teatral atrajo mi atenci n y la de mi pa s. Era un asuntillo
llamado mercado de valores (...). Si uno compraba ochenta
mil d lares de acciones, s lo ten a que pagar en efectivo
veinte mil, el resto se le dejaba a deber al agente (...). El
mercado segu a subiendo y subiendo (...). Lo m s
sorprendente del mercado en 1929 era que nadie vend a
una sola acci n. La gente compraba sin cesar (...). El
fontanero, el carnicero, el hombre del hielo, todos
anhelando hacerse ricos arrojaban sus mezquinos
salarios –y en muchos casos los ahorros de toda la vida–
en Wall Street (...). Un buen d a el mercado empez a
vacilar. Algunos de los clientes m s nerviosos fueron
presa del p nico y empezaron a vender (...); al principio
las ventas se hac an ordenadamente, pero pronto el
p nico ech a un lado el buen juicio y todos empezaron a
lanzar al ruedo sus valores (...) y los agentes empezaron a
vender acciones a cualquier precio (...). Luego, un d a,
Wall Street tir la toalla y se derrumb . Eso de la toalla es
una frase adecuada porque para entonces todo el pa s
estaba llorando.”
Groucho Marx. Memorias
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La especulación bursátil. Harper
“El chofer del rico conduc a con sus o dos puestos en
los asientos de atr s para recoger noticias sobre un
inminente movimiento en Bethlemen Steel; l mismo
pose a cincuenta acciones por las que hab a
depositado una aval que le cubr a una variaci n de diez
enteros. El hombre que limpiaba los cristales de la
ventana en la oficina del agente de cambio y bolsa
hac a una pausa para observar los valores, pues estaba
considerando la oportunidad de convertir sus escasos
ahorros en unas pocas acciones de Simmons. Edwin
Lef vre (informador de la marcha de la bolsa) refiri el
caso del criado de un agente de cambio que gan casi
un cuarto de mill n jugando en el mercado; el de una
veterana enfermera que cosech treinta mil gracias a
las confidencias de agradecidos pacientes; y el de un
pastor de Wyoming que viv a a treinta millas del
ferrocarril m s pr ximo, quien compraba o vend a
miles de acciones en un d a.”
Harper. Only Yesterday. 1931. An Informal History of the
1920's
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La especulación bursátil. Galbraith
“Empero existe m s peligro de exagerar el
inter s popular por el mercado que de
infravalorarlo. El t pico de que en 1929 todo el
mundo “jugaba en la bolsa” no es ni mucho
menos literalmente verdad. Entonces, como
ahora, el mercado de valores era para la gran
mayor a de obreros, agricultores y empleados
- e s d e c i r, l a g r a n m a y o r a d e l o s
norteamericanos-, algo remoto y vagamente
siniestro. Entonces, como ahora, pocos sab an
c mo hab a que arregl rselas para comprar
t tulos; la compra de valores a plazo y con
fianza era en todo caso un hecho tan alejado de
la vida real de la masa de poblaci n como el
Casino de Montecarlo. (...) De modo que s lo un
mill n y medio de personas -de una poblaci n
de unos 120 millones de personas y de 29 a 30
millones de familias- participaron activamente
de alguna manera en el mercado de valores.” 1) ¿Qué significa la expresión
John Kenneth Galbraith. El crack del 29 "happy twenties"? ¿Que tiene
que ver con la expresión
"American way of life"?
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3.- ¿CÓMO SE GENERA UNA BURBUJA ESPECULATIVA?
“El martes 29 de octubre fue el d a m s
devastador en la historia de la Bolsa de El "martes negro"
Nueva York y, posiblemente, el m s
devastador en la historia de todos los
mercados. Todo lo peor de todos los
d as anteriores se dio cita en l. El
volumen de contrataci n fue
inmensamente superior al del “Jueves
Negro”; la degradaci n de los precios
alcanz profundidades s lo superadas
el lunes. La incertidumbre y la alarma
fueron tan grandes como en cualquiera
de los d as citados.
Tan pronto como abri el mercado, se
empez a vender con enloquecida
urgencia. Se ofrec an grandes masas de
valores al precio que quisiesen dar; de
haber continuado todo el d a el ritmo de
venta de la primera hora el volumen
total habr a sido de 33 millones de
transferencias.”
Galbraith. El crac del 29
“Se dice a menudo que los j venes sufren menos que las personas mayores esta
situaci n de desempleo. Nuestra experiencia nos demuestra lo contrario. Nuestra
desorganizada econom a ya no es capaz, hoy en d a, de preparar de manera ordenada a la
nueva generaci n para el trabajo. Cientos de miles de j venes quedan si trabajo as que
terminan su aprendizaje; permanecen en esta situaci n largos per odos de tiempo, y
pierden as la pericia que adquirieron en su preparaci n y que nunca llevaron a la
pr ctica. ¿En qu se convertir la econom a alemana, pregunto yo, si no hay una nueva
generaci n que conserve las mundialmente famosas cualidades del pueblo alem n?”
W. Eggert, sindicalista alem n en un discurso. Abril de 1932
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La crisis en Alemania. El partido nazi
“¿T crees que el hambre es necesaria? ¿Quiz la has conocido ya? Veinte millones de
alemanes tienen hambre como t (...) Ma ana, volver s a la oficina de colocaci n y te
apuntar s. Aparte de esto, no tendr s nada m s que hacer ma ana (...) El n mero de parados
ha aumentado en cuatro millones. ¿Crees t que este n mero bajar si no cambian los
m todos? (...). Tenemos todo lo necesario: la tierra que produce el pan, las manos que
trabajan, las m quinas que podr an fabricar en abundancia todo lo que nos hace falta. ¿Por
qu , entonces, estar hambrientos? (...) ¿Te parece todo esto normal? Entonces ve y vota por
quienes han hecho una pol tica que no ha cambiado en nada nuestra miseria, sino que por el
contrario, la aumenta cada a o. Pero si te queda tan s lo un rayo de esperanza, ¡entonces
vota a los nacionalsocialistas¡ que piensan que todo esto se puede cambiar. ¿Qu dice Hitler
de esta situaci n? ¡No dice nada¡ ¡Adolf Hitler har a algo¡ ¡No se quedar a quieto esperando
que extranjero tenga ganas de chuparnos todav a m s dinero¡ Lo que har a Adolf Hitler est
todo preparado y a punto. Hitler solo espera el d a en que t decidas por l, para poder
ayudarte.”
Propaganda nazi en las elecciones
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La opinión del historiador
"Para aquellos de nosotros que vivimos los a os de la Gran Depresi n, todav a resulta
incomprensible que la ortodoxia del mercado libre, tan patentemente desacreditada
entonces, haya podido presidir nuevamente un per odo general de depresi n a finales de
los ochenta y principios de los noventa, en el que se ha demostrado igualmente incapaz
de aportar soluciones. Este extra o fen meno debe servir para recordarnos un gran
hecho hist rico que ilustra: la incre ble falta de memoria de los te ricos y pr cticos de la
econom a. Es tambi n una clara ilustraci n de la necesidad que la sociedad tiene de los
historiadores, que son los “recordadores” profesionales de lo que sus ciudadanos
desean olvidar.”
E. Hobsbawm. Historia del siglo XX
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7.- LA VIDA COTIDIANA DURANTE LA GRAN DEPRESIÓN
Medianoche en Paris
(Midnight in Paris). USA.
2011. Dir: Woody Allen