Usted se cree una persona libre.

Manuel Vicent

En este texto Manuel Vicent reflexiona sobre si nuestra vida realmente nos
pertenece y si todos los actos que realizamos son realizados de forma voluntaria. En su
planteamiento primero expone como el ser humano se siente libre y vive sin plantearse
que la mayoría de nuestros actos están dirigidos en la distancia. A continuación nos
expone varios ejemplos de acciones que realizamos de forma mecánica cada día y así,
hasta nuestra muerte: Esta última acción, la muerte, le sirve para la reflexión final ya
que ante ella es cuando nos planteamos que hemos vivido.

La verdadera libertad del individuo y la inconsciencia, voluntaria o no, de vivir

como zombis o esclavos de alguien que maneje nuestra voluntad en la lejanía.

Es una reflexión aplicable a sociedades del llamado primer mundo, en las que
los estados democráticos y las sociedades capitalistas donde prima el liberalismo
económico hacen que la posibilidad de elegir que teléfono comprar, que vehículo, que
carrera estudiar, que tipo de comida comer, etc., e incluso como pagarlo –en metálico,
tarjeta o financiado– nos da una falsa sensación de libertad. Esto hace que consciente o
inconscientemente no dediquemos tiempo a plantearnos que cosas nos harían sentir que
vivimos completamente y no plantearnos desde el vértigo que sentimos al asomarnos a
la muerte si aquello que nos ha sucedido lo podemos llamar vida. A veces, cuando
salimos de vacaciones a otros países en los que el concepto de libertad difiere del que
nos dan nuestros estados y su desarrollo económico es inferios; sin embargo, vemos a
sus gentes sonreír y nos decimos “Fíjate, no tienen casi nada y se les ve felices”. Luego,
al volver a nuestras casas y nuestras rutinas se nos olvida.